Desde las minas de Itsasondo contra el TAV

Ayer, 1 de julio, nos hemos encerrado bajo tierra con objeto de detener las obras del TAV y la destrucción que éstas provocan, para denunciar el modelo social de que son bandera. Cuatro personas encerradas bajo tierra en las minas de Itsasondo, sin posibilidad de salir. Pero no están solas, fuera nos hemos reunido mucha gente para protegerles y darles nuestro apoyo.

Aquí cerca, en las obras de Mariaratz, hay explosiones diarias, explosiones que destrozan la tierra y todo lo que hay sobre ella. Como consecuencia las minas pueden derrumbarse, poniendo en peligro la vida de estas cuatro personas. Por lo tanto, exigimos la parada inmediata de las obras.

Sabemos que el riesgo es alto. Nos hemos metido en las profundidades, para afianzar esta tierra con nuestros cuerpos. Estamos encerradas en las minas para defender nuestras ideas y denunciar la falta de sentido de los poderosos.Nuestros cuerpos son nuestras armas, la acción directa nuestro camino.

Una vez más nos hemos reunido aquí, en Goierri, porque la situación de la zona es francamente grave. Actualmente están trabajando en 5 puntos, Mariaratz, Olaberria, San Martín, Itsasondo y Berostegi. En octubre del año pasado nos encaramamos a los árboles para detener las obras y alertar a la gente sobre la situación; hoy nos hemos tenido que meter bajo tierra. Árboles y tierra, dos elementos fundamentales y gravemente afectados por las obras del TAV.

Saben y sabemos que mucha gente está en contra del TAV. Más de 15.000 personas en la manifestación de Hendaia, resultados clarísimos en las consultas populares y demás acciones y apariciones públicas. Pero el poder hace oídos sordos y la situación se está endureciendo. La desobediencia civil y la acción directa son la única manera que tenemos de parar esta barbarie y, mientras sigan empecinándose en construir el TAV, seguiremos haciéndoles frente.

Relaciones horizontales y autoorganización, esa es la manera. Para transformar el modelo social tenemos que cambiar las bases del mismo, dando importancia a la cercanía y a las pequeñas cosas, construyendo redes locales e impulsando el modo de vida y la cultura popular.

Por todo ello, os invitamos a acercaros a Itsasondo, a participar en las convocatorias de estos días y a difundir la información y la movilización a vuestros pueblos y ciudades.

HAITZULOETAKO AURKARIAK

Todos los días concentración a las 7 de la tarde en Itsasondo
Viernes, movilizaciones en los pueblos
Domingo, manifestación a las 5 de la tarde desde la plaza de Ordizia

Indymedia

Udalbiltza aske! Bai Udalbiltzari. Bai Euskal Herriari

EL 17 DE JULIO, SÁBADO, A LAS 17:30 HORAS, DESDE LA PLAZA DE LA CASILLA, EN BILBAO

“Udalbiltza aske! Bai Udalbiltzari. Bai Euskal Herriari” será el lema de la manifestación. Comenzará en la plaza de la Casilla y finalizará en la explanada del ayuntamiento de Bilbao con un breve acto.

Hoy, viernes, muchas de las personas encausadas se han dado cita en Donostia para dar a conocer la convocatoria. Junto con ellas ha habido una amplia representación de la red de apoyo Bai Udalbiltzari Sarea, con cargos y ex-cargos electos municipales y miembros de los grupos de solidaridad municipales. Así como, representantes de la vida política, social, cultural y deportiva del país como Mailalen Lujanbio, José Luis Otamendi, Abelin Linazosoro, Xabier Amuriza, Txillardegi, Jesus Mari Irazu, han apoyado la convocatoria con su presencia.

“En Euskal Herria es una amplia mayoría social la que se posiciona en contra de la celebración de un juicio contra Udalbiltza. La actividad de Udalbiltza siempre ha sido una actividad institucional, pública y transparente, y no se puede tachar la misma de delito. La actividad de una institución constituida a través de la representación democrática derivada del sufragio municipal es totalmente legítima, y debe poder llevarse a cabo con total libertad en un estado de derecho”.

Esa no es la opinión sólo de las personas encausadas, también es la opinión de la gran mayoría de agentes sociales, políticos y culturales del país. Así lo han mostrado en las últimas semanas, desde que se hicieron públicas las fechas del juicio oral, en diferentes iniciativas que se han llevado a cabo: comparecencias de prensa, concentraciones solidarias y la constitución de numerosos grupos de apoyo a nivel municipal. Son muchos ya los ayuntamientos que, a través de mociones aprobadas en pleno, han denunciado la injusticia que supone este juicio. Es asimismo de destacar la solidaridad y apoyo recibidos desde el ámbito internacional.

Como ejemplo destacaremos las más de 2.000 firmas de adhesión recogidas entre electos y ex electos municipales, el apoyo recibido por parte de las formaciones políticas que representan la mayoría política de nuestro país, el respaldo al manifiesto de loas agentes sociales, sindicales y culturales de Euskal Herria que ya ha recibido más de 55 apoyos, el de la mayoría sindical vasca, las decenas de adhesiones al manifiesto de solidaridad que surgió en las jornadas internacionales celebradas en Donostia, las innumerables muestras de cariño y solidaridad que estamos recibiendo de la diáspora, las mociones que estos días y semanas se están aprobando en los ayuntamientos de Euskal Herria y el apoyo recibido en las concentraciones de los últimos viernes por parte de deportistas, bertsolaris, escritores, políticos y un sinfín de personas.

Como se puede apreciar, un abanico plural de personas, grupos e instituciones públicas se han posicionado ya, reclamando la libertad para Udalbiltza.

Ha llegado pues la hora de abrir el abanico y, por ello, profundizando en este recorrido de solidaridad y denuncia, deseamos hacer llegar una llamada amplia y sincera a toda la sociedad vasca, para que muestre esta opinión en la calle.

Siguiendo la filosofía que siempre ha tenido Udalbiltza, de manera positiva, inclusiva y constructiva, por encima de siglas políticas, tenemos una importante cita en defensa de todos los derechos civiles y políticos, EL 17 DE JULIO EN BILBAO, SALIENDO DESDE LA CASILLA A LAS 17:30 horas.

UDALBILTZA ASKE! BAI UDALBILTZARI. BAI EUSKAL HERRIARI

La policía de Ares > José Luis Agirre (Alternatiba)

Habría  muchas cosas que decir, que comentar sobre la jornada de huelga general celebrada el pasado 29 de Junio. Son muchos los aspectos a destacar, mayoritariamente positivos. Pero en este momento me quiero  detener solamente en uno que podríamos  llamar colateral, aunque sea de una enorme importancia: la actitud mostrada durante toda la jornada por la policía de Ares, y la respuesta dada desde la responsabilidad, tranquilidad, y saber estar por miles y miles de huelguistas.

Teníamos claro, al igual que sucedió en la huelga general del 21 de mayo de 2009, que la orden general iba ser la de ir a provocar, a incitar el comienzo de lo que ellos denominan incidentes, convertir la jornada de huelga en un problema de orden público, de enfrentamientos, y  de detenciones masivas.

Y vaya que si era esa la orden recibida. Decenas de miles de personas, ejerciendo el derecho a la huelga, el de manifestación, o de ser parte de piquetes informativos, vivimos en vivo y en directo como grupos de encapuchados perfectamente organizados y armados, aparecían por todos los lados, bajaban nerviosos de sus furgonetas, insultando, gritando, provocando a diestro  y siniestro (excepciones, como siempre, también las hubo, pero minoritarias). Como se quedaban desarbolados, indecisos, ante la respuesta ejemplar dada por l@s trabajador@s. El no responder a las provocaciones, el mantenerse quietos, el levantar las manos, el  hablarles pausadamente les descoloca (ese no es su guión). Hubo cientos de ejemplos llamativos: polis gritando e insultando, empujando, agarrando del cuello, o dando algún que otro porrazo provocativo, mientras alguno de los ciudadanos agredidos con tranquilidad y parsimonia, le explicaba la reforma, le decía si no tenía hermanos o amigos en paro, en ERE, que  si sabía lo que  iba a suponer para muchos de ellos. También vimos como a alguno de estos, ya de edad avanzada le terminaban apaleando, primero uno de los encapuchados, después ante la actitud de no resistencia, de no respuesta por parte de este veterano obrero, aparecían otros dos o tres uniformados, golpeando en piernas y brazos, como se le llevaban a empujones, entre gritos de solidaridad; como a otra veterana sindicalista, que intentaba dialogar con los imposibilitados para dicha  acción, le venía un nuevo hombre de negro por detrás, y mientras le dedicaba “cariñosos” epítetos, la cogía por el cuello con la porra entre las dos manos y la tiraba al suelo. Este tal vez ha sido uno de los casos más llamativos por estar filmado, pero hubo cientos parecidos. Trabajadores frente a policías encapuchados y armados, frente a frente, estos últimos insultando, provocando, empujando, sin obtener más respuesta que el silencio, las manos en alto, o el dialogo. Se vivieron momentos de auténtica tensión, cuando alguno de los incontrolados uniformados decidía  pasar del empujón, del insulto, o del pequeño toque con la porra en la cara, en  la barriga, al porrazo sin ton ni  son. Reacción ejemplar del agredido, mordiéndose los labios, de sus compañer@s de al lado, con la misma sensación  de rabia e impotencia. Hubo también  alguna pequeña carrera, cuando la agresión era ya masiva, y no se podía pedir a todo el mundo heroicidad y aguante en todo momento.

Era curioso ver como cuando alguno de los encapuchados perplejo ante la actitud del manifestante, sucumbía a la tentación de escuchar, terminaba una vez más nervioso con la misma cantinela: “está haciendo desacato a la autoridad”, ¿qué desacato?, ¿por qué motivo?, ¿que he hecho mal?, respondía el aludido. “Desacato porque lo digo yo y basta”. Cuanta sabiduría, cuanta destreza mental se enconde tras un casco y una capucha. Impresionad@s quedábamos ante los pocos que intentaban  hablar.

Pero más allá de anécdotas que vimos much@s por decenas, sí que tenemos que hacer una reflexión. Vivimos una época convulsa, de crisis  sistémica, en  la que  un dia sí  y otro también se vulneran o agreden algún derecho  social, laboral, político, o nacional. Es claro que  en este pequeño país también  la ola conservadora ha entrado, pero, a diferencia  de otros lugares, tenemos un foco de resistencia nada desdeñable para que  desde la izquierda política, social  y sindical podamos hacerle frente. Tenemos que recuperar la lucha ideológica, la lucha  de valores, tenemos que disputar la hegemonía a la derecha social  y política que todo lo  invade,  hay que recuperar la calle, recuperar la necesidad de la movilización en sentido  amplio, saliendo a la calle, sí, pero también y sobre todo hacer esa necesaria labor pedagógica en el conjunto de la sociedad.  Y para ello no solamente es importante luchar y pelear por conseguirlo, sino  también la forma de lucha que  elegimos para ello. Ahí  está la pedagogía. Luchamos por una sociedad mejor, por una  modelo económico y social  distinto, y cuando lo  hacemos trasladamos nuestra forma de sentirlo. Tenemos que dejar siempre claro, que somos nosotr@s, desde la  izquierda,  los únicos que de verdad apostamos por la  defensa de TODOS los derechos para TODAS las personas.

Me viene a la memoria, viendo estás imágenes de represión, la lucha llevada a cabo desde el movimiento de objetores de conciencia  e insumisos. No sólo tenían  un discurso que les daba la razón, que conectaba con la mayoría social, sino  que  además, cuando realizaban acciones de todo tipo, lo  hacían  siempre desde la NO  violencia. Aquellas imágenes de jóvenes sentados, con las manos  entrelazadas, siendo  apaleados y llevados en volandas por las diferentes policías conseguían mucho más que  las carreras, la respuesta con piedras, o los cócteles molotov. Servían mucho más para llamar la atención sobre el problema, para despertar conciencias, y desarbolaba la permanente intención  del Estado, de convertir también ese problema en uno de orden público, de jóvenes agitadores radicales.

Pues  bien, vamos a tener que salir muchas veces a la calle, por motivos diferentes, sigamos el ejemplo de la actitud de los miles de huelguistas, dejemos una y mil veces meridianamente claro que, si  se produce escenas de violencia, quienes son  los responsables. Algo está cambiando en este  país, y los viejos discurso a algun@s  todavía  les van a servir por algún tiempo, pero tienen fecha  de caducidad. Personajes como Ares,  que tiene el mismo concepto  del orden  público y de la democracia que el que pudiera tener en su época un jefecillo falangista de provincias, son productos del pasado. Aunque ellos aún no lo sepan, o no se lo crean.

Y,  por último, habrá que hacer también un análisis sobre que tipo de policía  queremos. Los sectores democráticos que existan en su interior  tienen también que empezar a analizar los cambios que  se están produciendo, y  que papel quieren jugar. Ser herederos  del recuerdo  colectivo  de grises y tricornios, o apostar por ir construyendo  una policía  verdaderamente democrática,  de  cara descubierta,  que sirva fundamentalmente para el servicio  al ciudadano.

Fotografía: www_ukberri_net

Los recortes de ZP también en las diputaciones

Alternatiba critica que las Diputaciones impongan a la ciudadanía vasca los recortes sociales de Zapatero

BILBAO, 1 DE JULIO DE 2010 –Alternatiba ha criticado hoy la decisión de Gipuzkoa y Bizkaia de copiar las medidas antisociales de Zapatero e imponer recortes salariales al personal empleado de las diputaciones, ya que consideran que «el problema del déficit es consecuencia de las rebajas fiscales de los últimos lustros y la solución no es gastar menos, sino recaudar más». Por ello, los representantes de izquierdas han apostado por llevar a cabo «una reforma que revierta las políticas fiscales regresivas realizadas durante los años de vacas gordas».

En palabras del juntero guipuzcoano Ander Rodríguez, «los Gobiernos forales de ambos territorios están demostrando su incapacidad para mantener una política propia de izquierdas que nos permita salir de la crisis al imitar sin sonrojo los recortes del Gobierno del Reino de España -que son los del FMI- que pretende reducir el gasto en materia de pensiones, rebajar del sueldo a los empleados públicos (a los que seguirán, de uno u otro modo, los del sector privado) y recortar las prestaciones por dependencia».

El representante vizcaino, Jonathan Martínez, por su parte, ha incidido en que «bajar los salarios no es la solución, hay otros proyectos suntuosos y obras faraónicas innecesarias que podrían suprimirse para contener el gasto», entre los que ha citado la Supersur, el Guggenheim de Urdaibai o el puerto exterior de Pasaia.

Ambos junteros de Alternatiba han subrayado, además, que «con estas medidas antisociales se hace recaer el esfuerzo para salir de la crisis en los trabajadores y trabajadoras, a pesar de no haber sido ellos los culpables de esta debacle económica».

Los piquetes de la patronal

Luis Mª Salgado

Pasada la huelga general, y despues de volver a constatar la violencia represiva que poseen los Estados (sean estos reconocidos o no, como nuestro caso) a mí siempre me vuelven las mismas incógnitas a resolver.
 
Resulta cuanto menos curioso, el empeño y buen hacer que demuestran las fuerzas de represión del Estado, para defender el otrora tan denostado derecho al trabajo durante las huelgas. Que digo yo, que si mostrasen el mismo empeño en defender dicho derecho cuando es pisoteado sin remordimientos por los empresarios quizás estos últimos pondrían mas empeño en mantener una sanidad pública y de calidad, para que les remendasen los desperfectos producidos por las porras de estos perros sin collar ni bozal. Pero claro, como siempre, peco de ingenuidad, el derecho al trabajo solo es defendido cuando enfrente hay TRABAJADORES defendiendo otro derecho elemental, el derecho a la huelga. Y entonces uno se da cuenta de cuan pisoteados yacen nuestros derechos frente a los privilegios de quienes mas tienen.
 
Todavía me resulta mas curiosa la hipocresía con la que se justifican estas actuaciones. Quizás una huelga general no sea el mejor ejemplo para explicar dicha hipocresía, dada la idiosincrasia de la misma, y su proceso complejo de ejecución. Pero si nos centramos en una huelga parcial, de una empresa, o un grupo de las mismas, todo queda al descubierto. Resulta, que si en la empresa en la que yo trabajo junto a otros 99 compañeros, en una asamblea se decide salir a la huelga con 90 votos a favor y 10 en contra, estos 10 tienen el derecho inalienable de ir al trabajo y boicotear la lucha de sus mal llamados compañeros. Si es necesario, como hemos visto en mil ocasiones, estos 10 ESQUIROLES serán protegidos por la policía para que puedan ejercer su derecho. Sin embargo, pongamonos en otra situación. En esa misma asamblea, 51 trabajadores han decidido no salir a la huelga y el resto, 49, votaron a favor de la misma. Pues bien, en este caso, los 49 no tendrán otro remedio que acudir a sus puestos de trabajo, y de no hacerlo así, el empresario tendrá el derecho de sancionarlos y despedirlos con una dulce patada en sus vagos traseros….
 
En fin, este es el maravilloso sistema que nos ha tocado vivir, y así tendremos que asumirlo por el momento, pero por favor, el próximo que me diga que los piketes no tenemos derecho a exigir la igualdad de trato para el derecho de huelga que para el derecho al trabajo, o la próxima vez que alguien llame Huelga Salvaje a una reivindicación como la realizada en el metro de Madrid, solo por que ese día no pudo llegar a tiempo a su trabajo… la próxima vez quizás tenga que plantearme utilizar los mismos métodos de los guardianes de la paz y el orden!
 
Salud y tomense una buena revolución… la necesitan!

http://www.youtube.com/watch?v=ULxzuayc0i4

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