Comunicado de la Coordinadora Nacional sobre el acuerdo «Lortu Arte»

Alternatiba ha manifestado desde su gestación su voluntad inequívoca e irrenunciable de contribuir a la necesaria unidad de la izquierda soberanista vasca, dando respuesta así al anhelo de miles de personas en nuestro país por contar con una herramienta potente, solvente y eficaz que plantee respuestas desde la izquierda a los numerosos conflictos que nos atraviesan como pueblo.

Es necesario conformar, desde la apuesta inequívoca con las vías pacíficas y democráticas y en sintonía con los principios Mitchell, un escenario para este pueblo sin violencia ni de ETA ni de nadie. Sobra la violencia y sobran las leyes de excepcionalidad que vulneran sistemáticamente los derechos y libertades de miles de personas en nuestro país.

Es imprescindible activar la movilización social y la reflexión plural para dar cauce a las voces que discrepamos con el actual modelo socioeconómico y las trágicas consecuencias  que de él emanan bajo diferentes formas de opresión hacia las mujeres, la clase trabajadora y nuestro medio natural.

Desde este prisma, Alternatiba valora de forma positiva el acuerdo presentado ayer en Bilbao por Eusko Alkartasuna y Ezker Abertzalea. Somos conscientes de que el camino hacia la unidad de la izquierda soberanista en Euskal Herria es un camino largo, con diferentes estadios, que precisa de diferentes escenarios de acuerdos, recuperación de confianzas y depósito de garantías entre unas y otras.

Por todo ello, hoy es más necesario que nunca la adopción y puesta en común de una agenda que recoja e integre tanto en la teoría como en la práctica todas la dimensiones de lucha: la feminista para confrontar el patriarcado; la ecologista ante la ofensiva desarrollista; la democracia radical para hacer frente a la dictadura del capital; la defensa de la soberanía nacional de Euskal Herria bajo una formulación plural, democrática y nítidamente de izquierdas.

Esa es la disposición y el compromiso de las mujeres y hombres que componemos Alternatiba para con el socialismo en Euskal Herria y por la recomposición de la plural izquierda soberanista vasca.

COORDINADORA NACIONAL DE ALTERNATIBA

Donostia, 21 de junio de 2010

Hacia la huelga general, indefinida y revolucionaria > Luis Mª Salgado (Alternatiba)

Que nadie se asuste por este título, no nos hemos vuelto locos, ni vivimos en un sueño, ni nada por el estilo. Este título simplemente refleja una necesidad palpable, tal y como mantenemos en todos los documentos de Alternatiba, la necesidad de confrontar un nuevo modelo económico y social al capitalismo reinante.

A pesar del desprestigio que tanto desde el poder político, como económico se ha hecho de la palabra revolución. En Alternatiba no nos duelen prendas en decir que esta, la revolución, es un bien propio de quienes creemos que otro mundo es posible. Por que creemos que la revolución no es sino; un cambio rápido y profundo en cualquier cosa o situación, como se define en una de las acepciones aceptadas por la R.A.E. Por que esta crisis, y sus consecuencias no hacen más que confirmar algo que ya sabíamos; al capitalismo no se le reforma, se le combate. Y, si ya antes de que esta crisis cayera sobre los hombros de los trabajadores y trabajadoras con la última reforma laboral aprobada por el Partido «Socialista Obrero» Español, partiamos de este convencimiento, ahora que esta reforma se ha convertido en realidad, no podemos sino luchar con más fuerza si cabe contra un sistema que tiene en la exclusión y la desigualdad sus señas identitarias.

Esta cruel reforma, ha de ser contestada con fuerza por todos los sindicatos, por los partidos y movimientos sociales, por los y las trabajadoras vascas. La próxima huelga general del 29 de junio ha de convertirse en uno de los primeros hitos de una larga lucha por nuestros derechos y contra sus privilegios. Es por tanto una oportunidad para iniciar un camino hacia la unidad de las izquierdas en Euskal Herria, unidad que nos demanda a diario la sociedad. Aquí no han de valer medias tintas, ni quedarse en ambagajes sin sentido. Debemos dar una respuesta firme y contundente al ataque recibido. Debemos convertir la próxima huelga general en un clamor, un grito que movilice y despierte a la sociedad al completo.

Es SU crisis, la crisis de los banqueros, de los grandes mercados, de las multinacionales, y deben ser ellos quienes paguen sus consecuencias. El 29 de Junio ha de ser nuestra primera victoria. Tenemos que paralizar toda Euskal Herria, y es responsabilidad de todos que así sea. Pero tampoco hemos de quedarnos ahí, la huelga general no es un fin en si mismo, simplemente ha de ser el pistoletazo de salida para demostrar a quienes nos gobiernan, a los banqueros y a los empresarios, que estamos dispuestos a luchar, que no vamos a renunciar a nuestros derechos, esos que hemos ganado en la calle con grandes sufrimientos. Nuestra oportunidad para gritar, alto y claro, que queremos una sociedad diferente, una sociedad que sea solidaria, feminista, y radicalmente democrática. Por que solo bajo estas premisas podremos crear una sociedad justa.

Es por todo lo anterior que desde Alternatiba mostramos todo nuestro apoyo a la huelga general del próximo 29 de Junio, y es por eso que ese día saldremos a la calle a gritar; NO, a la reforma laboral.

Pacto ¿Social? por la Vivienda

Alternatiba critica la exclusión de organizaciones sociales del llamado Pacto Social por la Vivienda

DONOSTIA, 16 DE JUNIO DE 2010 – Alternatiba ha denunciado hoy que el Pacto Social por la Vivienda impulsado por el Gobierno Vasco es una «cortina de humo con tintes electorales» que excluye a las organizaciones sociales y que no va a frenar la especulación ni acabar con los ciudadanos-rehenes de hipotecas, ya que carece de medidas reales para solucionar el problema de la vivienda.

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha subrayado que, «una vez más, el Gobierno Vasco hace gala de la utilización del calificativo ‘social’ para presentar propuestas redactadas por y para el capital». En esta ocasión, presenta un pacto avalado, entre otros, por bancos, cajas, constructoras y asociaciones de empresarios, y del que han sido excluidas organizaciones sociales que trabajan día a día con quienes tienen dificultades para acceder a un hogar (jóvenes, personas en desempleo…).

«El consejero de Vivienda tampoco ha contado con el consenso de los Ayuntamientos, que realizan la planificación urbanística en los municipios, ni con las Diputaciones, que establecen la política fiscal», ha añadido el dirigente de izquierdas.

Matute ha denunciado que, en este Pacto Anti-social, se hace una apuesta por la rehabilitación de pisos mediante la reducción del IVA, «medida que no sólo no favorece el acceso a la vivienda, sino que tiene como único objetivo mantener el negocio del ladrillo causante de la actual crisis económica». Se trata, por tanto, de «una huida hacia delante que tan solo se explica por la incapacidad de los gobernantes de tomar decisiones que disgusten a las grandes empresas».

Por todo ello, Alternatiba ha exigido «políticas y herramientas encaminadas a garantizar el derecho a una vivienda digna», entre las que ha destacado la puesta en valor de los suelos de titularidad pública (Gobierno Vasco, Ayuntamientos y Cajas) para construir pisos protegidos de diferentes tipologías. Al mismo tiempo, ha solicitado que se concedan moratorias en los desahucios a familias con todos sus integrantes en paro o que, por estar alguno de sus miembros en situación de ERE, no alcancen a pagar la hipoteca.

«Las Cajas vascas son las primeras que han inflado el precio de los pisos, con la única intención de tener ciudadanos-rehenes de hipotecas. ¿Van a seguir manteniendo la Ley de Cajas que les permite funcionar con criterios de bancos privados?», ha preguntado Matute.

Los árboles que no dejan ver el bosque > Mariano Gómez (Alternatiba)

Una vez más la socialdemocracia sale al escenario como el más firme defensor del sistema capitalista, del neoliberalismo puro y duro, del recorte progresivo de lo que va quedando de lo que en su día se llamó estado del bienestar. 

Han quedado en el olvido la necesidad de refundar el capitalismo, la de hacer un capitalismo con rostro humano. Frases hechas en el momento álgido de la crisis financiera y especulativa mundial, para aplacar iras y calmar algunas malas conciencias. 

No, ahora sólo llegan ayudas a los que ocasionaron la crisis, y recortes y más recortes a los que más la padecen (trabajadores con sus puestos de trabajo en vilo, pensionistas, parados, dependientes), a la sanidad y a la educación pública, aumento de ratios en alumnos y pacientes, menos sustituciones, más cargas de trabajo con, en el mejor de los casos, el mismo personal o con menos, nueva contrarreforma laboral. 

Y de tapadillo para distraer al personal sólo hablan de la reducción de sueldos a los empleados públicos, que, siendo una medida grave e injusta, es posiblemente la menos grave de todas las que se vienen tomando, y hasta no se vende mal ante una parte de la sociedad. 

Se habla de recortes en la inversión pública y no se aprovecha para replantearse megaproyectos de dudosa rentabilidad económica y social, y con gran coste ecológico, apostando por la mejora de las redes de transporte públicas ya existentes, con una mayor eficiencia. Ni de la lucha contra el fraude fiscal, ni de la desaparición del impuesto del patrimonio, ni de la rebaja del de sociedades. 

Y todo desde una cierta apatía, resignación, por parte de la mayoría social. Debemos romper ese muro, convertir la apatía y resignación en rabia y cabreo no disimulado. Debemos recuperar el discurso de la necesidad de un cambio de modelo económico y social que se ponga al servicio del ser humano, de su desarrollo integral, y no de los beneficios de los de siempre y del desarrollismo depredador. 

Todo esto no pasa lejos de nosotros, ni siquiera pasa sólo en el Reino de España, sino que lo estamos viviendo aquí, en esta parte de este pequeño país, donde el Delegado del Gobierno Central, el lehendakari ilegítimo, aunque legal, ya está poniendo en marcha desde hace tiempo muchas de estas medidas (algunas, no nos engañemos, ya empezadas por el Gobierno anterior) y se ha puesto firme ante su jefe y cicerón. 

La izquierda política, social y sindical vasca tiene que dar una respuesta continua, mantenida en el tiempo, sin quemar naves que nos hagan caer en la desilusión, poniendo el acento en la lucha y en la recuperación de la calle, sí, pero también en la labor pedagógica, en la disputa de la hegemonía a los valores dominantes y al discurso oficial. Y no se está haciendo nada mal. Se empezó con la huelga general de hace ahora un año, y desde entonces, corrigiendo errores, se ha sabido mantener ese mismo discurso, primero en el interno de los sindicatos, con delegadas y delegados, después transmitiéndoselo al conjunto de los trabajadores en los diferentes conflictos, por sectores, por comarcas, contagiándoselo al resto de la izquierda política y social. Pero aún queda mucho por hacer: la avidez del FMI , del banco mundial, de los grandes grupos financieros y especulativos, y de todos sus testaferros, no tiene fin. 

Empieza una nueva época, una nueva etapa, y todos nos vamos a tener que ir retratando, ¿ a qué lado de la balanza nos vamos a situar?. Vamos a apostar por seguir siendo la pata izquierda del sistema, su soporte, o por ir situándose en el lado de los que sufren, ayudando a construir la alternativa al mismo. Si hay una nueva huelga general ¿se va a seguir la lógica que dicten desde Madrid, o se va a estar, cada uno desde su especificidad, con la mayoría sindical vasca?. No nos podríamos permitir una doble convocatoria. 

Y no negamos que habrá  momentos en los que tengamos que luchar por restañar heridas, por poner parches, por mantener los derechos sociales que nos van recortando poco a poco, pero, si algo ha quedado claro con esta crisis, es que el problema es el propio sistema, el capitalismo, el neoliberalismo. Y hay que hacerlo saber, y no mirar los árboles caídos sino el bosque que los genera. 

Digámoslo claro y escribámoslo en mayúsculas: Si hay alternativa, pero no dentro de este sistema depredador, y entre todos tenemos que luchar por conseguir que se vaya viendo que puede ser posible llevarla a efecto. 

El 25 de Mayo tuvimos una cita importante, una movilización en defensa de lo público, de unos servicios públicos de calidad, de la sanidad, de la educación, por unas pensiones dignas, contra los recortes sociales. Ahí nos hemos vuelto a encontrar, al igual que debemos hacerlo este sábado,12 de Junio en Bilbo, en la manifestación nacional,  y en la más que probable Huelga General tras la nueva contrarreforma. Debiendo ser todo ello un peldaño más en la escalera de ir construyendo esa alternativa tan necesaria para este país.  

La crisis y su gestión es un argumento que no podemos dejar de enarbolar a la hora de construir sociedad, de construir país. Ahí estamos hablando de lo más básico, de los problemas que «de verdad preocupan a la gente» (eso que algunos tanto nos han repetido una y otra vez). 

Y no olvidemos nunca, cuando hablamos de la recomposición de la izquierda, de la creación de ese gran bloque de izquierda soberanista y alternativa, amplio y plural, el que junto con la defensa del derecho a ser, a existir, a decidir como pueblo,  junto a la defensa de todos los derechos, de todas las personas, de todas las ideas debe estar siempre la reivindicación de otro modelo económico y social,  y de otra forma de ver y de entender la política, desde abajo y a la izquierda.

Yo también soy insistencialista > Oskar Matute (Alternatiba)

Proceso de paz

Hace ya algunos años, los amigos y amigas de Elkarri acuñaron un término que les definía a ellos y ellas y su propio papel en el conocido conflicto vasco. Se definían como insistencialistas. Hacían pues de la necesidad de insistir, una y otra vez, caída tras caída uno de los motores necesarios para que algún día fuese posible alcanzar la paz en Euskal Herria.

Yo comparto con ellos esta visión, y si me lo permiten esa denominación. Creo que en momentos como estos, con perspectivas de resolución más claras que en épocas anteriores, sigue siendo necesario insistir.

Insistir en la necesidad de una paz justa. Una paz que pueda ser presentada por todas las partes involucradas en el mismo como un escenario de ventaja sobre el mantenimiento de la actual situación.

Insistir en el valor de la palabra. El diálogo y la negociación son el camino para la resolución de este y cualquier otro conflicto. Es el uso de estas herramientas para desbloquear situaciones enquistadas la que nos confiere hondura democrática. Aun cuando en este país la alusión a la testosterona tenga más adeptos que el empleo de las neuronas.

Insistir en la posibilidad de que esta vez si sea la definitiva. Son muchos los procesos vividos con final amargo. Hacernos los resabiados para negar las potencialidades del momento presente, desatadas de manera importante, y no hay que negarlo, tras los pasos dados por la izquierda abertzale ilegalizada, no ayuda. Tan solo sirve para investirnos con la triste vitola de videntes del caos.

Insistir en la democratización de la toma de decisión. Los amigos y amigas de Lokarri son un claro ejemplo de cómo es necesario articular una respuesta civil que parta de la misma sociedad civil y que permita al pueblo tomar las riendas del proceso y convertirse en protagonista principal. Esto es más importante si cabe si uno ve cómo los anteriores procesos, bastante opacos, han tenido el resultado que han tenido.

Por eso quiero reclamarme como insistencialista. No me importa que alguien pueda pensar que nuestra buena intención es utilizada por terceros para favoreces estrategias que nada tienen que ver con la paz. Yo insisto en la búsqueda de la paz, del diálogo y la negociación, del derecho a decidir de la sociedad vasca. Y si de esta no lo logramos, no será porque hayamos puesto palos en la rueda.

Me consta que también hay insistencialistas de signo contrario. Aquellos que instalados en el poder,niegan la posibilidad de que se puedan dar avances, los sacan de la ley, los obstaculizan o directamente los niegan. Claro que para muchos políticos, que no todos, el cambio de chaqueta es una práctica inoculada en su ADN. Eso sí a la hora de ponerse medallas los primeros.

Cuanto mejor le iría a este país si todos, repito todos y todas, en todas las facetas de la vida, entendiéramos que la vida y la historia de este país estaba antes de que naciéramos y seguirá después de que nos vayamos. De mientras yo seguiré insistiendo, aunque solo sea por quebrar el pensamiento único.

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