Alternatiba apoya todo el proceso de la marcha mundial de mujeres

Mesa de feminismo de Alternatiba

El 8 de Marzo, Día internacional de las Mujeres, saldremos a la calle para decir una vez más que este sistema nos oprime y nos discrimina. Para decir que la pobreza, la precariedad, la violencia, tiene rostro de mujer. Saldremos a las calles para exigir ser libres para decidir sobre nuestro cuerpo, para vivir nuestra sexualidad de la manera que queramos, para ser autónomas económicamente, para vivir una vida sin violencia, para no ser invisibilizadas constantemente y a diario, en definitiva, para ser ciudadanas de plenos derechos.

Pero este 8 de Marzo, además de tomar las calles de Euskal Herria para gritar alto y claro que nuestras reivindicaciones siguen vigentes y que la lucha continúa, queremos hacerlo uniendo nuestras voces a las de todas las mujeres comprometidas con un mundo sin patriarcado, sin dominaciones y sin injusticias. De esta manera, nos unimos a la Tercera Acción Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres, que se celebrará desde este día y hasta el 17 de octubre.

La Marcha Mundial de las Mujeres es un movimiento social internacional feminista, formado por grupos y organizaciones de base que trabajan para eliminar las causas estructurales de la pobreza y de la violencia contra las mujeres. En este sentido, la idea de crear una red internacional de mujeres surge en Montreal en octubre de 1998, cuando mujeres de 65 países y territorios se juntaron para la preparación del primer encuentro de la Marcha Mundial de las Mujeres, que se celebró el 8 de marzo de 2000. Ese mismo año se organizaron acciones y manifestaciones por todo el mundo, con la participación de 6.000 grupos de 161 países y territorios. Además, en este primer encuentro, se elaboró el documento con las 17 reivindicaciones mundiales de la Marcha para la eliminación de la pobreza en el mundo y la eliminación de la violencia contra las mujeres.

Y es precisamente dicho documento donde se presenta uno de los postulados fundamentales de la Marcha: la lucha contra todas las formas de desigualdad y discriminación hacia las mujeres. Esto requiere, por una parte, tener una visión global de las diferentes causas de dominación de las mujeres (sexo, clase, raza, opción sexual,..); además, por otra parte, se debe tener presente la articulación entre patriarcado y capitalismo, opresión y explotación, ya que ambos sistemas de dominación se fortalecen y se retroalimentan. En este sentido, es necesario cambiar el mundo para cambiar la vida de las mujeres, y a la inversa. El objetivo de la lucha no es integrar a las mujeres en el modelo económico y social actual, sino cambiar el modelo para que todas las mujeres, no sólo algunas, seamos libres.

Es por ello que la Marcha considera estratégica la construcción de alianzas con otros movimientos, para generar colectivamente alternativas mundiales a las políticas neoliberales actuales. De esta manera, además de articular diferentes luchas en torno a una misma agenda, la MMM articula lo local y lo internacional. La Marcha tiene como objetivo fortalecer la autoorganización de las mujeres a partir de lo local, para ir articulándose también en los niveles nacional, regional, e internacional. Se vincula el trabajo local con los temas globales, imposible separar lo uno de lo otro.

Precisamente esta visión integral y global de la lucha convierte a la MMM en un movimiento transnacional que engloba a organizaciones y colectivos amplios y diversos: Hay mujeres del ámbito rural y urbano, mujeres de diferentes etnias y religiones, mujeres con sensibilidades diferentes y múltiples experiencias, con enfoques diferentes pero con un objetivo común: la voluntad de superar el orden actual injusto que provoca violencia y pobreza en las mujeres.

Lamentablemente, este objetivo aún sigue vigente. Por eso este año 2010 dará comienzo la Tercera Acción Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres. Se realizarán diferentes acciones en África, América, Asia/Oceanía y Europa, en torno a los 4 campos de acción de la Marcha: Bien común y servicios públicos; Paz y desmilitarización; Trabajo de las mujeres; Violencia contra las mujeres. Este proceso dará comienzo este próximo 8 de marzo, y finalizará el 17 de octubre, Día Internacional por la Eliminación de la Pobreza, con una movilización internacional en Sud Kivu (República Democrática del Congo), para expresar la solidaridad internacional con las mujeres que viven en situaciones de guerra y reivindicar su protagonismo en la resolución de conflictos.

Entorno a estas reivindicaciones marcharemos todas juntas, por un cambio político, económico, social y cultural: Mujeres en Marcha hasta que todas seamos libres.

Políticos y/o empresarios> Arturo Muñoz y Jonathan Martínez (Alternatiba)

Arturo Muñoz
Jonathan Martínez

Alternatiba

“es como la culminación de una carrera, y la gente se preguntará cuál ha sido el precio”.
Xabier Arzallus, a propósito del nombramiento de Imaz como presidente de Petronor.

¿Qué ha hecho un político en los años que ha ocupado un cargo en la Administración para que una multinacional pague un precio por sus servicios? Lamentablemente, los políticos y empresarios se intercambian el oficio con demasiada frecuencia como para que este caso parezca extraño.

Los ejemplos de políticos que van al mundo empresarial son abundantes y a menudo rayan la ilegalidad. Mayor Oreja dirigió la empresa de servicios y de seguridad Eulen después de dejar el Ministerio de Interior. David Taguas pasó de Secretario de Estado con el PSOE a dirigir el lobby de las grandes empresas constructoras que iba a negociar con el Gobierno del que acababa de salir. Inaxio Oliveri pasó de ser Consejero de Educación del Gobierno Vasco con EA a Rector de la privada Universidad de Mondragón. Manuel Pizarro abandonó la jefatura de Endesa para defender en el parlamento el lobby nuclear. José Alberto Pradera dejó de ser Diputado General de Bizkaia donde mandaba construir carreteras para presidir Autopista Vasco-Aragonesa. José Antonio Ardanza pasó a dirigir Euskaltel cuando dejó la Lehendakaritza y Atutxa dio el salto a consejero de Iberdrola.

Un político es elegido en elecciones para servir a la sociedad. Pero si el político proviene del mundo empresarial o pasa a ser empresario nada más terminar su carrera política cabe preguntarse a quién ha estado sirviendo esa persona, al pueblo o a una sociedad anónima. ¿A quién hace más caso el ministro de Industria a la hora de fijar el precio de la luz? ¿A las compañías eléctricas o al consumidor? El ministro de Industria Miguel Sebastian, proviene del servicio de estudios del BBVA. ¿Prefiere que las pensiones públicas mengüen para que aumenten las pensiones privadas del BBVA o prefiere que todos los pensionistas tengan una pensión digna y pública? El Secretario de Estado de Economía ha colaborado con Goldman Sachs, JP Morgan, Citibank y Banesto ¿no preferirá que aumenten las pensiones privadas? A la ministra de Economía Elena Salgado, ¿le preocupa la salud financiera de la Banca Privada Fortis?

Hay quien justifica la presencia de los empresarios en la política alegando que son los emprendedores quienes arriesgan su patrimonio y saben cuándo hay que tomar las decisiones sin demorarse. Se obvia, no obstante, que no andan sobrados de filantropía los empresarios, que precisamente es su patrimonio lo que más les interesa, y que el éxito empresarial se basa, en no pocas ocasiones, en pisar a los demás y en ser el tiburón mas voraz. Por eso mismo , a nadie extrañe que el empresario de éxito que da el paso a la política haya cobrado el máximo a sus clientes, pagado el mínimo a sus trabajadores y trabajadoras y en algunos casos incluso no ha tenido reparos en contaminar el medio ambiente, promover el empleo precario, obviar los riesgos laborales y tributar en paraísos fiscales.

Algo que nunca hará un político que venga del mundo empresarial es tirarse piedras contra su propio tejado. Si en el PSOE había ministros y secretarios de Estado que tenían SICAVs (instrumentos financieros que sirven para pagar menos impuestos) cuando se legisló al respecto es imposible que legislen de una forma justa y eficaz. Al contrario, celebrarán cuando se les hurte a los inspectores de Hacienda la capacidad de investigar las SICAVs. Tampoco se puede esperar de los ex-empresarios que copan los gobiernos del PSOE, PP y PNV que aumenten el Impuesto sobre Sociedades a los beneficios de los empresarios para que la sociedad pueda participar de las plusvalías sustraídas a los trabajadores y trabajadoras.

Lo que sí se puede esperar que propongan los empresarios que entran en ministerios o los empresarios que nutren los comités asesores del Gobierno Vasco son las recetas que siempre recita la patronal: llámese mayor flexibilidad laboral, llámese bajar los impuestos a las grandes fortunas o reducción del gasto público de las Administraciones. ¿A quién representan estos políticos-empresarios? ¿A los trabajadores y trabajadoras que van a ser despedidos/as con una indemnización menor o a los empresarios que se quejan de que les sale caro mandar al paro a sus empleados/as?

Que la paguen ellos

Amaia Agirresarobe
Oskar Matute
Jonathan Martínez

Alternatiba

No todo el mundo es capaz de capear una crisis económica con igual fortuna. Por poner un ejemplo, el BBVA ha terminado 2009 con 4.210 millones de euros de beneficios y ha jubilado a Goirigolzarri por tres millones al año. Por poner otro ejemplo, Hego Euskal Herria ha terminado 2009 con 168.854 personas en paro, un 66% más que en junio de 2008. Las cifras son escandalosas.

A pesar de todo, quieren hacernos creer que ellos, los administradores del modelo económico que nos ha llevado a la ruina, son los mismos que nos van a rescatar de esta crisis gracias a las falsas recetas mágicas del capital privado. Hablamos de nuestros gestores políticos, PSE y PP, aferrados a su gobierno del cambio vasco, y UPN, que galopa a su antojo en Nafarroa con la condescendencia de PSN. Hablamos de PNV y Hamaikabat, hermanados con Patxi López en un pacto presupuestario colectivo. Hablamos del PSOE en el Gobierno español, cuyas cuentas han sido generosamente avaladas por el PNV.

Esta situación de pacto general permitirá a cada cual conservar su parcela de poder sin que se muevan ni un milímetro los mismos esquemas económicos fracasados de otros tiempos. Los insultos mutuos y las respuestas despechadas en la prensa forman parte de una burda escenificación. Las enemistades quedan aplazadas a la hora de repartir el tesoro. Entonces apelan a la unidad frente a la crisis, como si la crisis fuera una desgracia inevitable que hemos de padecer a escote, un trance pasajero, fruto del azar, ante el que no se puede hacer otra cosa que tragar saliva. Como si la crisis no fuera la consecuencia lógica de un modelo económico en quiebra que aún se empeñan en alimentar.

Y hablamos, cómo no, de la banca y de la patronal, grupos de interés a los que no hemos elegido en las urnas, pero que ejercen un poder omnipresente sobre nuestra vida diaria. El sanedrín de sabios que aconsejará a Patxi López es el ejemplo más triste de un político sin ideas que entrega su gobierno a los juegos financieros de las multinacionales. La patronal estará encantada de hacer realidad sus sueños, que son nuestras pesadillas: recortes públicos, reducción de salarios y precariedad obligatoria. Es la privatización de la democracia.

Los distintos planes de lucha contra la crisis que nos ofrecen estos gobiernos están hechos al servicio de empresas amigas. Malgastan nuestros fondos públicos en obras absurdas que no nacen de la necesidad social, sino de las exigencias privadas. La ecología es el enemigo. Es así como Petronor elige una planta de coke en Muskiz, como Iberdrola y Endesa eligen no cerrar la central nuclear de Garoña, como las constructoras eligen el TAV, el Superpuerto de Pasaia o el Guggenheim de Urdaibai. Ellos eligen y todo el mundo paga.

Mientras tanto, se multiplican los EREs, se extiende la pobreza, y la precariedad se convierte en una insoportable plaga. Las mujeres continúan recibiendo salarios menores que los hombres, sufren más la temporalidad y son mayoría entre las personas que no reciben ninguna prestación social. La juventud trabaja en las peores condiciones. Las ETTs reparten esclavitud. La especulación es ley de vida y la corrupción un arte noble. La vivienda no es un derecho, sino un pivilegio que se paga en cómodos plazos de usura.

Pero al contrario de lo que nos cuentan, no hemos perdido la capacidad de producir riqueza, sino el hábito de repartirla. Que no intenten engañarnos, que no recurran a la crisis para justificar sus destrozos. Su crisis, que la paguen ellos, sus responsables, los administradores de injusticia y miseria, los gestores de un orden social y económico trasnochado y decadente que hace aguas por todas partes.

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Propuesta para la reconstrucción de la izquierda alternativa vasca> Oskar Matute (Alternatiba)

Oskar Matute

Alternatiba

Las mujeres y hombres que formamos Alternatiba estamos empeñados, desde nuestro nacimiento como proyecto el 13 de diciembre de 2008, en dos objetivos prioritarios, ambos complementarios e indisolubles para nuestro ideario político: por un lado, sentimos la vocación y el compromiso de participar en el proceso de rearticulación para la unidad de acción de la izquierda alternativa de Euskal Herria -política y social-, entendiendo por ésta a aquélla que pretende trascender el conjunto de los sistemas de dominación actual -patriarcado, capitalismo, productivismo, imperialismo, democracia liberal, homogeneización cultural-, y apostar por una sociedad donde tengan plena vigencia todos los derechos de todas las personas y pueblos; por otro lado, partimos de la convicción de que, para ello, la izquierda transformadora necesita –y la izquierda vasca en particular- repensarse, hacer autocrítica para construir un nuevo paradigma sobre unas bases diferentes, capaces de generar una agenda política multidimensional, que incluya de manera equitativa las diferentes dimensiones de lucha antes citadas, y que a su vez se sostenga sobre estructuras organizativas de nuevo cuño, coherentes con lo que se propone, y que permitan una alianza natural entre partidos y movimientos sociales.

Podríamos entonces decir que estos dos objetivos se unen en una gran meta para Alternatiba: la construcción de un nuevo paradigma que posibilite la unidad de la izquierda alternativa vasca. Esta es precisamente la seña de identidad de este proyecto en el que nos hemos embarcado, y al que dedicamos y dedicaremos el conjunto de nuestros esfuerzos. Sabemos que no es tarea fácil, y que ni mucho menos es una labor única de Alternatiba, pero sí creemos que solamente avanzando en este sentido podremos lograr una izquierda fuerte en nuestro país, algo urgente y necesario.

En este sentido, creemos que los nuevos sujetos, las nuevas organizaciones, los nuevos espacios que se están generando, podrán proponer, desde la izquierda política, las claves que vayan perfilando este nuevo paradigma, caracterizado fundamentalmente por una agenda radical y multidimensional –que integre a feministas, ecologistas, socialistas, internacionalistas, soberanistas, etc., y por la generación de estructuras organizativas coherentes, horizontales y participativas.

Esta nueva apuesta política por revolucionar la izquierda para favorecer la unidad de acción y su legitimación por parte de las mayorías sociales, difícilmente podrá basarse sobre el tipo de prácticas políticas a las que estamos tan acostumbrados y acostumbradas en muchas organizaciones: prácticas de incoherencia entre el decir y el hacer, o entre lo que se defiende de cara afuera y lo que realmente se desarrolla hacia adentro; prácticas burocráticas y verticales, donde no hay democracia ni participación real, activa y de calidad; prácticas que hacen de lo electoral un fin último, y no un medio de acumulación de fuerzas y espacios, perdiendo así la perspectiva transformadora; prácticas de vocación exclusivamente institucional, donde éstas se entienden como herramientas para elevar demandas sociales a las instituciones, perdiendo el carácter de izquierda de lucha; prácticas que excluyen a las mujeres de la participación plena, a través de medidas y enfoques patriarcales más o menos sutiles; prácticas que visualizan a los movimientos sociales no como aliados, sino como correas de transmisión y/o caladeros de votos, etc.

Este tipo de lógicas, este viejo paradigma, es el que ha generado una agenda política que ha pensado más de manera corporativa que en claves de transformación. Así, la realpolitik ha estado caracterizada por la atomización –buscando intereses propios y no generales-; por el cortoplacismo -pensando más en resultados electorales y no en propuestas alternativas de largo alcance-; por la sectorialización –incidiendo a lo máximo en una dimensión de lucha únicamente, relegando de esta manera las demás-; por la exclusión de sujetos fundamentales -al ser visualizadas ciertas luchas como secundarias-; y por la pérdida de enfoque global –sin integrar su acción dentro de las lógicas europeas y mundiales-.

Por lo tanto, entendemos que nuevos sujetos con nuevas propuestas, radicalmente diferentes a las anteriormente señaladas, son fundamentales para ir construyendo de manera colectiva este proceso de articulación sobre bases alternativas. No obstante, también estamos preocupados y preocupadas por la atomización de la izquierda política vasca actual, como no podría ser de otra manera; pero entendemos este momento desde un punto de vista más optimista al que se suele reflejar en los medios de comunicación. Así, creemos que estamos viviendo un momento de transición, un momento de cambio, en el que los viejos sujetos, los viejos partidos, han agotado sus capacidad de propuesta, su legitimidad social, y están surgiendo nuevos espacios, nuevas estructuras, que pretenden avanzar en la meta indicada inicialmente.

Alternatiba es uno de estos espacios, y los y las que formamos parte de esta aventura política pensamos que, cuando se refuercen estas nuevas identidades emancipatorias, cuando se vayan consolidando las nuevas bases de reflexión y acción, entraremos en una nueva etapa de re-articulación y unión de fuerzas, pero sobre parámetros diferentes, más sólidos. De esta manera, no vemos el momento actual como un paso atrás, sino como el comienzo de una etapa ilusionante, de cambio profundo y necesario.

Cumplir condena sin haber sido condenado> Ander Rodriguez y Enrique Martínez (Alternatiba)

Ander Rodríguez Lejarza
Enrique Martínez-Flórez

Alternatiba

“No está acreditado que Egunkaria haya servido para financiar a la banda terrorista ETA”. “No consta que Egunkaria ni los procesados hayan servido a los fines de ETA”. “No consta que los procesados hayan legitimado las acciones terroristas o hayan exculpado o minimizado su significado”. “No consta que los procesados hayan prestado alguna ayuda específica ni genérica dirigida a apoyar en concreto la colaboración con el terrorismo”. Éstas son las conclusiones del Ministerio Público, no de la defensa, sino de la Fiscalía que representa el interés común, el bien público, a propósito de la actuación de los procesados del caso Egunkaria.

No queremos, ni es el momento de analizar el sumario, pero no nos resistimos a mencionar la clave que la Benemérita utiliza para solicitar la imputación y volvemos al tenor literal de lo que obra en el sumario: “Las personas que lo pusieron en marcha no tenían vinculación con la organización ETA”, para después añadir sin prueba alguna que, “precisamente, esa falta de vinculación con ETA se buscó de propósito por la banda armada”. Es decir, que si tienen vinculación, son culpables y si no, también.

A partir de aquí, nos encontramos con la siguiente situación: un proyecto de desarrollo cultural del euskera con una tirada de 15.000 ejemplares y más de 44.000 lectores no volverá a los quioscos. Egunkaria ha cumplido la condena sin haber sido condenado. Eso sí, probablemente procederá una indemnización que la AVT y Dignidad y Justicia, que ejercen la acusación pública, cifran en 60 millones de euros que ellos no satisfarán, sino que lo haremos todos.

¿Cómo explicamos esto en un supuesto Estado de Derecho?, ¿cómo se explica esta violación flagrante de valores constitucionales tales como el pluralismo, la libertad de expresión, de información y la tan querida para algún partido libertad de empresa del artículo 33?, ¿cómo es posible pasar de lo que resulta del tenor literal del sumario a una condena cumplida?

Sólo se explica desde la vis expansiva que ha adquirido en el sistema jurídico del reino de España el concepto de terrorismo, que se invoca cada vez más para hacer frente a fenómenos de mera disidencia. Se difuminan las fronteras entre uno y otra, se instrumentaliza la legislación penal contra el adversario político.

Egunkaria es el ejemplo de los peores abusos en la persecución del llamado entorno de ETA, de los peligros que asume una democracia cuando sacrifica las garantías judiciales y las libertades individuales en la lucha contra el terrorismo. En resumen, cuando el fin justifica los medios.

Desde esta doctrina, es fácil justificar la condena a las familias de las personas presas que supone el alejamiento, contrario a las normas del propio reino y su legislación penitenciaria. Desde esta doctrina, es fácil justificar una Ley de Partidos que niega a un amplio sector el derecho de participación del artículo 23 de la Constitución. Incluso se justifica el velo de silencio y la ausencia de investigación que rodea a las denuncias de tortura y vejaciones homofóbicas realizadas por los procesados.

Volviendo al tenor del sumario, nos encontramos con que la Benemérita criminaliza que desde Egunkaria se abogara por un Estado independiente socialista y euskaldun, porque coincide con los fines de ETA. Es decir, se niega la posibilidad de defender por medios pacíficos y democráticos la independencia, el socialismo, la cultura y la lengua vasca.

Reflexionemos ante todo lo anterior: ¿Quién justifica acciones violentas, quién carga de significado político las acciones criminales, quién defiende la privación de derechos y libertades en este caso? Los “Pactos por las Libertades” serán efectivos y justos cuando contemplen las libertades de todos y todas.

“No existe tiranía peor que la ejercida a la sombra de las leyes y con apariencias de justicia” (Montesquieu)

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