Coloquio con Oskar Matute sobre la aportación de la migración obrera a la construcción de Euskal Herria

Intervenciones del portavoz de Alternatiba y diputado de EH Bildu Oskar Matute en el coloquio «Destino Norte» sobre la aportación de la migración obrera a la construcción nacional y social de Euskal Herria. Organizado por EH Bildu Barakaldo el pasado 2 de marzo, la charla tuvo lugar tras las proyección del documental sobre la trayectoria militante de nuestro compañero Juan Puerto: «De Calamonte a Arangoiti».

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Alterkaria, séptimo número de la revista de Alternatiba

Séptimo número del Alterkaria, la revista de la organización política Alternatiba que recoge nuestros últimos artículos de opinión y noticias dentro de la actualidad política. En este número, dedicamos la portada a la lucha feminista, ya que como señala nuestra entrevistada Irantzu Varela, ‘la propuesta más transformadora que existe ahora es el feminismo’. Es por ello que dedicamos una amplia sección precisamente a esta lucha. A parte, también hablamos de estibadores, sobre la nueva puesta de marcha de la mesa de internacionalismo o el crecimiento de la extrema derecha, entres otros. Descárgalo aquí en PDF o pide tu ejemplar escribiendo a prentsa(arroba)alternatiba.net para darnos tus datos.

 

 

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Feminismo en guerra #8M

Hay símbolos que nacen fruto de una situación concreta, de un momento histórico. Los hay que nacen de la casualidad. Casi todos los que nos rodean siguen una lógica masculina, capitalista y patriarcal. Pero están aquellos otros símbolos que nacen anónimos. Los que no salen en primera plana de los medios ni figuran en los libros de historia. Los que nacen de la invisibilizada pero perseverante lucha.

Hace mucho que Rosie the Riveter dejó de ser aquel icono creado por hombres para que mujeres hasta el momento relegadas al rol sumiso, obediente y a las labores de cuidados, trabajaran en fábricas. Aunque fue creado en el contexto de la 2ª Guerra Mundial, y existan lecturas contradictorias sobre su intención original, hace tiempo que Rosie se convirtió, junto con el lema We can do it, en el símbolo feminista que es hoy. Un icono más para recordarnos que el patriarcado es el sistema de dominación más antiguo de la humanidad y que, frente al mismo, el feminismo ofrece la propuesta más transformadora para combatir no solo esta si no el resto de desigualdades.

Pero lo cierto es que la violencia machista, en sus múltiples vertientes y presentes cada segundo en las sociedades de todo el mundo, también viene a recordarnos que las mujeres nos enfrentamos, al igual que cuando surgió esta imagen reproducida por algunas de nuestras compañeras, a una situación de guerra. Un conflicto cruento y no declarado en el que, además, solo hay víctimas de un bando.

La brecha salarial, la condena a los cuidados, la invisibilización, el ninguneo, la infrarrepresentación en la esfera pública, el menosprecio, la violencia… La paz, como dice Jule Goikoetxea, no es solo que los hombres no se maten entre sí. Porque esa no puede ser nuestra paz, como tampoco puede ser nuestro todo aquello que pretenda dejar de lado a la mitad de la población. Este 8 de marzo, como cada día, tenemos muy presente que cualquier avance en las luchas emancipadoras pasa por nosotras. Feminismo o barbarie.

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Intervenciones de nuestra compañera Diana Urrea en la tertulia política En Jake de ETB2 27/2/17

Intervenciones de Diana Urrea, compañera de Alternatiba y exparlamentara de EH Bildu del día 27/2/17 en el programa «En Jake» de ETB 2 donde opina, entre otras cuestiones, sobre la declaración de Homs en el supremo, las declaraciones de Felipe VI sobre Catalunya, la vía vasca frente al proceso catalán, la ley sobre Violencia Machista o las polémicas en torno a la RGI. Para ver el programa en su totalidad: ETB a la carta. Programa completo en ETB a la carta.

Incursiones en territorio comanche

Joxe Iriarte «Bikila» – Alternatiba

Uno de los aspectos mas interesante del libro “Nafarroa Orain”, escrito por Ion Orzaiz y Joxerra Senar, tiene que ver con la descripción del fuerte sentimiento patrimonialista de los caciques de UPN que se manifiesta tanto en lo relativo a las instituciones navarras, consideradas como algo de su propiedad (con derecho a saquearlas sin complejos), como en su estupor ante la perdida momentánea de dichas instituciones.

No se trata solo de la perdida momentánea de privilegios que, pueden pensar, serán recuperados en futuras contiendas. Se trata de la humillación de ver lo que consideran su casa ocupada por extraños, por gentes ilegitimas en relación a la Navarra de su imagen y semejanza. Tal consideración, ciertamente, no la tienen con el PSN, con quien pueden competir pero también compartir.

Al hilo de estas reflexiones, caigo en que el PNV tiene la misma convicción respeto a la hipótesis de que EH Bildu (sola o con Podemos) pueda gestionar las diputaciones y Gobierno Vasco; también en lo relativo al PSE, quien aunque durante cuatro años le arrebató Lakua con la ayuda del PP, es siempre un amoldable socio. Y es que, aunque ideológicamente conforman espacios diferentes, es más fuerte su compromiso con el statu quo.

En realidad, PP y UPN, PNV y PSOE, no pueden consentir que se intente usar los gobiernos para otra cosa que no sea para lo que fueron creados: garantizar el buen funcionamiento del sistema capitalista. Fue la causa del descabalgamiento de Sánchez ante el peligro de que pactase con Podemos y lo que motivó la furia anti-Bildu del PNV en Gipuzkoa.

Cuando Bildu gobernó el PNV se sintió herido en sus carnes, en parte porque entraron al choque intereses contrapuestos y, además, se escenificó otra forma de hacer política. Pero sobre todo, porque Bildu se atrevió, con mayor o menor fortuna, a gobernar. E incluso a llevar a juicio a líderes del PNV por irregularidades en la gestión. ¡A ellos! que crearon y amueblaron la casa.

El PNV no se limitó a la mera oposición institucional; movilizó todos sus recursos, económicos, sociales y políticos, incluida la calle, expandiendo sin ningún pudor todo tipo de bulos. Y lo triste es, que replegados a la gestión institucional dadas las ingentes tareas a asumir, no fuimos capaces de responder allí donde se supone que somos más fuertes: en la movilización popular. Ciertamente, el PNV gozó de la estimable ayuda de los medios principales, sobre todo “Diario Vasco”, para confundir y movilizar a su favor la opinión pública. Una prueba más de coincidencia de intereses. Las campañas contra el puerta a puerta, la oposición a las medidas fiscales que según ellos pondrían en fuga a las empresas etc., todo en términos similares al catastrofismo que actualmente propaga UPN en Navarra. Según el PNV, Gipuzkoa era un desastre conducida por aventureros incapaces de gestionar. Diría que incluso, en su empecinamiento con la incineradora, van más allá de los intereses económicos y de gestión de residuos en juego, pretendiendo sobre todo escenificar la derrota política de EH Bildu, echándole la culpa del caos en la recogida y gestión de residuos. Siendo en realidad lo contrario.

Parecido ocurre en Gasteiz y Nafarroa. El PNV manda en la alcaldía de Gasteiz (con la ayuda de PSE, que en su momento no le apoyó) gracias a EH Bildu, Irabazi y Podemos, que priorizaron impedir que Maroto el xenófobo gobernase. En contrapartida, hubo un pacto programático que el PNV se ha saltado. Además, ante la negativa a aprobar un nuevo presupuesto que no recoge las exigencias mínimas, no ha dudado en echar un órdago a la grande: O nosotros y nuestras condiciones, o el PP. Toda una lección de la naturaleza clasista del PNV y también de los límites de unas alianzas sin la supervisión y la presión popular ante los primeros síntomas de incumplimiento con lo pactado.

He oído voces lamentándose de la incapacidad para potenciar bloques más o menos duraderos entre fuerzas de distinta naturaleza (por lo menos para ir hasta Maltzaga), como son el PNV y EH Bildu. Por el contrario, pienso que salvo en casos excepcionales como Nafarroa, y no de cualquier forma, es un error y además es imposible. El PNV sabe de qué va el asunto, y no dará ni agua salvo que sea al precio por ellos fijado. Más bien, preparémonos para la beligerancia.

Pasados la euforia, veo con preocupación la evolución del llamado «cambio tranquilo», definición tan del gusto de Barcos. Se dice que hay avances pero no se puede tensar demasiado la cuerda. No es de extrañar tal conclusión, si tenemos en cuenta que Geroa Bai (y PNV) ha impuesto de facto un gobierno presidencialista y personalista que poco tiene que ver con la correlación de fuerzas (Geroa Bai frente al resto). Y ello ha sido posible porque ha sabido aprovechar sus bazas en un escenario donde había a toda costa que desplazar a UPN. Pero lo que es contención a nivel de gobierno, no debería serlo a nivel de calle, lugar desde donde se puede exigir mayor rapidez y profundidad en los cambios, sin que ello redunde en beneficio de la derecha.

Pienso que las instituciones no son neutrales y que tienen fuertes límites para ser usadas según la mera correlación de fuerzas electoral. Y a pesar de ello son un terreno de disputa, si bien en campo del contrincante. Siempre y cuando no nos despistemos de la tarea principal: el establecimiento de un contrapoder hegemónico alternativo. Y eso se consigue, sobre todo nivel de sociedad civil, en la calle.

Participar en las alianzas inherentes al juego institucional, según las circunstancias, puede ser necesario. Pero siendo conscientes de sus límites, trampas y, sobre todo, de dónde poner el acento para poder crear espacios contra-hegemónicos. Debemos ser conscientes de que tarde o temprano habrá que plantearse rupturas decisivas, sea en el terreno nacional o en el social. Últimamente observo que militantes partidarios de esa tesis la van abandonado o relativizando a la vez que cobra fuerza la de que la apropiación de mayores cotas de poder institucional puede evitar traumáticas rupturas mediante reformas progresivas.

El PNV está empeñado en una huida hacia delante en materia de infraestructuras, las cuales además de acarrear graves consecuencia medioambientales, suponen una hipoteca económica sin precedentes: Incineradora y TAV son un botón de muestra. Y en lo nacional va a seguir en la misma tesitura. Su insistencia negociadora va suponer un auténtico obstáculo para cualquier avance en materia de autogobierno y soberanía, mas allá de lo que el gobierno central este dispuesto a conceder. En ese camino, tendrá al PSE de aliado.

Coincido con diferentes voces de mundo social que propician un soberanismo en su doble dimensión nacional y social. Por importantes que sean las consultas populares simbólicas en las cuales son necesarias las gentes del PNV, EHB, Podemos y también del PSE. Ir mas allá solo va a ser posible merced al trabajo conjunto y la activación de las fuerzas políticas, sociales, y sindicales de izquierda, las cuales muy previsiblemente van a tener al PNV enfrente y no al lado. Y su cambio de actitud solo se dará si se ve confrontado a una dinámica que le ponga ante la espada y la pared. No se trata de copiar, sino de constatar, que en Cataluña la burguesía nacionalista cambió de tercio no por la presión de los partidos nacionalmente más radicales, sino por las gentes que empezaron reclamar la independencia frente a la imposición españolista.

Publicada en Naiz, Rebelion y Ahotsa

Intervenciones de nuestro compañero Iagoba Itxaso en la tertulia política QMEC de ETB2 21/2/17

Resumen de las principales intervenciones de nuestro compañero de Alternatiba Iagoba Itxaso en la tertulia política ‘Qué Me Estás Contando’ de ETB2 del lunes 21/2/17. Itxaso habla sobre la viabilidad de las pensiones vascas, la condena a Urdangarin, la corrupción en el PP a raíz del presidente de Murcia, la brecha salarial entre hombres y mujeres, las declaraciones de Maroto sobre la RGI o los insultos a Uxue Barkos en Nafarroa, entre otros temas de actualidad. Para ver la tertulia completa, ETB a la carta

Matute: «A los hombres lo que se nos pide es que acompañemos las políticas feministas para erradicar las desigualdades»

Hoy se proponen nuevas medidas para erradicar la brecha salarial y no está mal proponer porque se dice que lo que abunda no daña, pero lo que realmente hace falta es voluntad, compromiso real y políticas feministas. Sé que esto puede escandalizar e incluso asustar a una parte de esta Cámara, pero a los hombres lo que se nos pide es únicamente que acompañemos las políticas feministas para erradicar una de las desigualdades más evidentes, la dominación más antigua que soporta la humanidad, que es la de los hombres sobre las mujeres.

La brecha salarial no es el único problema, es un indicador de la dominación estructural que sufren las mujeres en una sociedad pensada y dirigida por hombres, una sociedad que se basa en la división sexual del trabajo bajo la lógica del sistema capitalista heteropatriarcal que deja los cuidados y la reproducción para las mujeres y que las relega de los espacios de representatividad y de los espacios de importancia en la sociedad.

Por eso la brecha salarial tendría que elevarse en un 33,6 % en nuestro país para poder equiparar los salarios de las mujeres y los hombres, por eso el 78,3 % de las jornadas parciales las desempeñan mujeres y por eso el 26,7 % de la temporalidad afecta a las mujeres frente al 21 % de los hombres. Mientras tanto, no se produce la corresponsabilidad y las mujeres siguen subordinadas, siguen sometidas a un sistema que las relega al cuidado y a la sostenibilidad de la vida, a la tarea reproductiva y al trabajo. Lo que hace falta son políticas feministas, por mucho que a algunos pueda asustarles por su incomprensión, porque lo que hace falta, como decía al principio de mi intervención, es únicamente acompañar.

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