Matute: «Yo siempre he pertenecido a sectores de la izquierda que defienden la autodeterminación»

Pregunta, y respuesta, en Osoigo.com al compañero de Alternatiba y diputado de EH Bildu Oskar Matute:

Es curiosa su evolución de un partido como IU, que apuesta por España como lo hace Podemos, a un partido que da por perdida esa batalla y apuesta por la independencia. ¿Cómo explicaría su evolución de IU a EHBildu?

Yo pertenecía a EB, partido federado con IU que defendía la autodeterminación (siguiendo la tradición de la izquierda que acuñó dicho termino y le dio desarrollo en experiencias históricas del siglo XX). Mi posición antes y ahora era clara, creo que Euskal Herria es un sujeto político que tiene derecho a decidir libre y democráticamente su futuro sin imposiciones ni cortapisas ajenas y atendiendo unicamente a la voluntad libre y democráticamente expresada por su ciudadanía. Cuando en IU decidieron no votar a favor de la admisión a tramite del llamado Plan Ibarretxe en el congreso empiezo a tomar conciencia de que en esta cuestión operan dos lógicas identitarias enfrentadas, la vasca y la española. Sobra decir que me siento parte de la primera de ellas desde una visión no excluyente ni dogmática y nada cerca de la segunda que opera y actúa como marco convivencial impuesto y al servicio de realidades ajenas a mi pueblo y las necesidades de este.

No creo, y de esto ya hace tiempo, que exista margen en el estado para levantar un modelo de estructura territorial basado en la libre adhesión de las partes o naciones que actualmente lo integran. Cuando eso es así, desde mi punto de vista, tiene tantos visos de ser real esa federalidad o confederalidad como esperar al unicornio azul. Y si a eso le unes que considero que la correlación de fuerzas para accionar cambios profundos en lo económico y en lo social son más favorables en Euskal Herria que en el estado no creo que quepan dudas sobre la pertinencia de fortalecer la izquierda soberanista e independentista en Euskal Herria desde una perspectiva de clase.

Osoigo.com

Oskar Matute: «No tenemos plan B para el caso de que Otegi sea inhabilitado»

Entrevista a Oskar Matute de Carlos Fonseca para Vozpopuli

Pedro Sánchez insiste en que la solución al bloqueo político en que nos encontramos es que Rajoy negocie con los nacionalistas, en alusión al PNV y Convergencia, su apoyo o abstención a la investidura. ¿Cree posible que haya una solución por esa vía?
 
En el corto plazo la solución al bloqueo no pasa por un acuerdo con el Partido Demócrata Catalán (PDC), sucesor de Convergencia, ni con el PNV. En el caso del PDC por razones obvias, que es todo el procés catalá y los niveles de agravio que el PP le ha dispensado. En el caso del PNV, porque hay unas elecciones a la vuelta de la esquina y les resultaría muy complicado explicar una posición de colaboración con el PP, aunque fuera la abstención. Por ahí no hay ninguna vía. El que tiene el verdadero problema es el PSOE, y Pedro Sánchez en particular, porque parece que su cabeza pende de un hilo.
 
¿Ve factible una alternativa a Rajoy liderada por Sánchez, con el apoyo de Podemos y los nacionalistas?
 
Atendiendo a lo que dicen los portavoces del PSOE, no, por una cosa muy sencilla, porque han unido su suerte y su destino al abrazo sin condiciones de una lógica que es la del “por España” que anuncian tanto Rajoy como Rivera para explicar su acercamiento. En eso el PSOE no es diferente, es un agente activo en la unidad de España por encima de las voluntades de pueblos como el catalán o el vasco, que quieren construir su propio futuro. En el caso catalán ya de manera evidente. Cuando el PSOE dice, además, que no quiere contar con determinados apoyos, se cierra las puertas a una hipótesis de construcción de un gobierno alternativo al que pueda protagonizar la derecha del Estado Español.
 
¿EH Bildu apoyaría esa opción de gobierno alternativo?
 
Nosotros no vamos a apoyar al PP, no lo haríamos en ningún caso, y a partir de ahí vamos a analizar con detalles qué es lo que se puede construir al margen de este partido.
 
¿Eso es un sí?
 
Nosotros lo decimos con claridad, los partidos que sustentan al régimen son el PSOE y el PP. Para nosotros el régimen es la caracterización de un lugar, España, donde se aplican unas políticas económicas neoliberales que tienen como consecuencia la pérdida de calidad de vida de las personas y la merma democrática en lo que tiene que ver con los derechos de los pueblos. Eso nos afecta directamente y cualquiera que quiera contar con nuestro aval tiene que dar respuesta a esas consecuencias.
 
¿Es preferible unas terceras elecciones a un gobierno, aunque sea en minoría, del PP?
 
Creo que el problema del Estado español va más allá de unas elecciones. Es un problema de un estado que tiene los cimientos seriamente tocados y que tiene que ver con un descreimiento de la política por una parte de la ciudadanía, tiene que ver también con un ejercicio del poder asfixiante por parte de los poderes económicos para con el sistema de partidos, y tiene que ver con una crisis territorial. EH Bildu apuesta por la generación de un Estado propio, la república vasca.
 
En las últimas elecciones autonómicas EH Bildu fue la segunda fuerza política vasca tras el PNV, pero entonces no había irrumpido en escena Podemos. Con este partido ya en liza su partido ha perdido mucha fuerza en las generales, pasando el 26J a ser la cuarta fuerza política, a poco más de cinco mil votos del PP ¿A poco más de un mes de las elecciones vascas, qué expectativas tienen?
 
Lo primero que hay que señalar es que la Comunidad Autónoma Vasca no es un oasis ni vive aislada de un tiempo político que incorpora nuevas necesidades y busca actores, si no diferentes, sí que actúen diferente. Como ese contexto también existe en Euskal Herria y nosotros siempre salimos a ganar, lo que estamos haciendo es armar una propuesta política que ofrezca una propuesta de país, no solo de partido, a materializar entre todos y todas, sin excluir a nadie. Esa propuesta de país, que se está construyendo con distintas entidades, sectores y personas de nuestro país nos está dando inputs muy positivos. Estamos confiados en que podemos activar a la sociedad vasca y ponerla a caminar hacia un horizonte de más soberanía, más justicia y más dignidad.
 
¿La candidatura de Pilar Zabala por Podemos Euskadi les resta apoyos?
 
Creo que las lecturas en clave de ventaja o desventaja de candidaturas ajenas pertenecen al esoterismo más que al mundo de la política. Podemos tiene perfecto derecho a presentar a quien desee y estime, pero yo creo que Arnaldo Otegi es una figura relevante, no solo en nuestro país, como para que pueda ser eclipsada o erosionada por otros nombres. Pilar Zabala tendrá su público y su aceptación, pero no me cabe ninguna duda de que las gentes de izquierdas, soberanistas, y me atrevería a decir que las gentes demócratas en Euskadi, van a tener muy en cuenta la candidatura de Arnaldo Otegi.
 
¿Qué harán ustedes si Arnaldo Otegi no puede ser el candidato de su formación como consecuencia de su inhabilitación?
 
Hay que decir con claridad que nosotros no tenemos plan B, no nos toca a nosotros prever cómo nos curamos de las heridas que otros nos quieren volver a infligir. Las bases de EH Bildu tienen perfecto derecho a elegir a aquella persona que consideren más oportuna para ser candidato a lehendakari, y han hablado con una rotundidad casi unánime en favor de Arnaldo Otegi. Existe el precedente de Iker Casanova (parlamentario vasco pese a que sobre él recaía una inhabilitación genérica que no concretaba para qué cargos, como ocurre con Otegi) y entendemos que jurídicamente no hay ninguna razón para inhabilitación a Arnaldo Otegi, si las hay son políticas. Si finalmente deciden volver a coaccionar la acción de la justicia para servir sus intereses políticos tendrán que ser ellos quienes respondan sobre la baja calidad democrática del Estado español
 
¿Cree posible y deseable un pacto postelectoral de EH Bildu y Podemos, si las cifras dan, para desalojar al PNV del Gobierno?
 
Nosotros vamos a ir con la propuesta de país que he señalado, que es una propuesta que da mayores cotas de dignidad, de justicia y de derechos para todas las personas, y lo hace a través del rescate de nuestra soberanía. Si disponemos de más herramientas estaremos en disposición de ofrecer a nuestros ciudadanos mayores niveles de dignidad y bienestar. Esa es la línea central de EH, y si en esa línea central nos encontramos con otros actores políticos no tendremos ningún problema en señalarlo y explorar escenarios de colaboración, pero con Podemos y con cualquiera que se sitúe en esos parámetros de soberanía y cambio social.
 
Con la condición de la soberanía sólo hay dos opciones, PNV y Podemos.
 
Sobre el papel sí, luego ya veremos. Habrá que ver si Podemos sigue apelando a que lo viable y lo real es esperar al cambio en España para que vengan los cambios en Euskal Herria o si, por el contrario, dejamos de esperar a procesos que se tienen que dar en otros sitios, si es que en algún momento se dan. En Euskadi sí se puede empezar a poner la dignidad de las personas en el centro de la acción política.

Extraído de Vozpopuli.com

Dios y la responsabilidad social corporativa

Luis Salgado – Alternatiba
 
Tiene el título dos partes, a cada cual más grandilocuente, y yo, para variar, empezaré por la segunda por aquello de desconcertarte, o simplemente porque hoy me apetece hacerlo así.
La responsabilidad social corporativa es una definición muchísimo más larga en su título que en su contenido, vacío en la mayor parte de las veces, pero sobre todo es una definición hipócrita en tanto pretende aunar responsabilidad y corporativa en un mismo concepto. No conozco, en mi deambular mundano, corporación alguna que haya asumido responsabilidad en alguna ocasión, salvo que hayan pasado algunas décadas, y tal asunción le permita lavar su imagen y vender más, como Bayer y su relación con el III Reich.
 
La cuestión es de todo menos nueva. La historia está plagada de ejemplos de cómo las “corporaciones”, la “burguesía”, la “clase alta”, ponle el nombre que más te agrade, asume los éxitos y socializa los fracasos, o directamente carga la responsabilidad en un tercero para, cual Pilatos, poder lavarse las manos con tranquilidad. Es fácil conocer una construcción por el nombre del arquitecto, sin embargo, no lo olvides, el culpable del accidente de Angrois fue el maquinista del tren. La banca hispana era la más rentable del planeta, y todos conocíamos el nombre de sus grandes próceres pero cuando se descubrió el agujero, ninguno de ellos fue responsable y fuimos los demás quienes, de forma voluntariamente obligada, la rescatamos con nuestros impuestos. Autopistas, Prestige, Proyecto Castor, Museo de las Ciencias de Calatrava en Valencia… y la lista sería eterna.
 
Sin embargo, aquí entra la primera parte del título, todo lo anterior no es más que la traslación de una cultura generada alrededor de una mentalidad judeocristiana. Decía Voltaire que “si Dios no existe habría que inventarlo” y no le faltaba razón al ingenioso francés, y es que en este caso no cabe la paradoja del huevo y la gallina. Es el hombre el que crea a Dios a su imagen y semejanza, y modifica su imagen en función de la necesidad del momento. Y así es fácil darse cuenta de que las Corporaciones no hacen sino imitar a Dios, sus acciones no se alejan del dogma, al contrario, encajan como mano de doncella en guante de seda. Porque cualquier buen creyente sabe que ante una enfermedad grave, la oración y la plegaria conseguirán que el enfermo se cure, pero si muere, no olvidará nunca culpar al médico, a la cirujana, o al Sistema Sanitario en su conjunto. De ese modo será muy difícil encontrar el nombre de los 600 trabajadores que pusieron en pie el Puente de Brooklyn, omnipresente en la cinematografía yankee, ni el de los 27 que perdieron sus vidas en la construcción, pero bastará un par de clics para descubrir que su diseñador fue John Augustus Roebling. Y no lo olviden, para terminar, las grandes batallas se vencieron con el apoyo de Dios y se perdieron por la falta de pericia militar o incapacidad de los combatientes.
Sea como fuere, Dios y las corporaciones jamás serán responsables de sus actos, porque sencillamente, ni el uno, ni las otras, ensucian sus manos con la sangre, el cemento o la acción, eso lo hacemos otros, quienes nunca veremos los beneficios pero que en muchos casos, en demasiados, dejaremos todo cuanto tenemos, la vida incluso, en sus Obras, y de ellas seremos responsables últimas. Y así, entre Dios y la Corporación, escriben la historia con la sangre de los nadie.
 
¿Alguien sabe quién construyó las pirámides de Egipto?
¿Acaso fueron los faraones los que arrastraron las piedras?
Y los enladrilladores de la gran muralla china
¿A dónde fueron aquella tarde en que se terminó?
Cuentan que boabdil lloró cuando entregó granada.
¿Pensáis acaso que esa noche solo él lloró?
Y colón ¿viajó sin cocinero al nuevo mundo?
¿Quién apretó todos los tornillos de la torre Eiffel?
Una victoria en cada página, pero ¿sobre quién?
Una revolución en cada siglo, y ¿con quién?
Mil avances de la ciencia, pero ¿para quién?
 
Una historia escrita con sangre, ¿la sangre de quién?
 

 

Con la ventana en las narices

Iagoba Itxaso – Alternatiba

La política, el cómo nos organizamos los seres humanos, siempre es una cuestión en primera persona. Y es así seas consciente de ello o no, aunque paradójicamente es dicha consciencia la que forma el sujeto. El sujeto es el “yo”, el “nosotros/as». He juntado unas frases que tal vez puedan sonar rimbombantes, pero no deja de ser un hecho que la sociedad vive en una continua crisis de identidad, y nos movemos en base a sus bandazos.

Yo, como sin duda hacemos la mayoría, veo el tiempo político de forma completamente subjetiva. Soy consciente de ello y de que la mayor parte de quienes están a mi alrededor, ven el tiempo político de forma distinta, incluso quienes coinciden, por ejemplo, con mi opción de voto. Personalmente me sitúo en un ciclo que abrió “Zutik Euskal Herria”. Y no como proceso, sino como documento final trasladado al público. En dicho documento la izquierda abertzale trazaba un camino en el que el “nosotros/as” debía situarse en el punto adecuado para crecer y empujar una ventana bien cerrada, hasta romper uno de sus cristales y colarse dentro. Aquí comienza la metáfora que da título a mi artículo. Meses antes de que el Tribunal Constitucional tirara el Estatuto de Autonomía de Cataluña y más de un año antes de que surgiera el 15M, este documento de la Izquierda Abertzale hablaba de trabajar en base al agotamiento del sistema, a la crisis del régimen del 78. En el momento de hacer público el documento final, varios de quienes impulsaron este proceso de debate que deseaba poner en jaque al régimen, entre quienes destacaba públicamente Arnaldo Otegi, estaban en la cárcel debido al mismo.

La presentación del acuerdo de Gernika, de Lortu Arte y de Euskal Herria Ezkerretik rompía desde Hego Euskal Herria el enroque del Estado español. Se mostraba más claramente la cara del régimen del 78. Se creaba Bildu, que independientemente de su situación legal, golpeaba el tablero poniendo en jaque al régimen. En ese mismo momento se creó un “nosotros/as” formado en gran parte por quienes deseaban romper con el régimen, a los que se sumaban también gente que al menos deseaban abofetearlo y podía seducirles la idea de romper. El golpe en el tablero fue suficiente como para afectar a capas populares de todo el Estado, que se situaron en el debate, y mostraron ansias de cambio.

Este sujeto no se quedó mirando como las vacas al tren al 15M, como he podido leer en varios artículos, sino que era parte y uno de los orígenes del mismo. No hay más que ver los resultados electorales de Amaiur para comprobarlo. Ese “nosotros/as” era una expresión de las ansias de cambio.

Cuando tanta gente empuja una ventana y ves cómo cede, cómo las grietas en el cristal se amplían, es fácil que tengas la idea de que, cogiendo impulso, tal vez puedas abrirla con un buen golpe en el centro, en el mismo cierre. En las últimas elecciones europeas surgió entre un grupo de madrileños abanderados por Pablo Iglesias la teoría de “tomar el cielo por asalto” o “la ventana de oportunidad”. Se presentó de forma modesta, pero ya formaba parte del subconsciente de la gente. De hecho, la propia teoría jugaba con ello, con ese subconsciente e ilusión, que en la misma liga que pueda jugar el amor romántico, atrajera la suficiente masa crítica en un “nosotros/as” que rompiera el cierre de la ventana con un golpe decisivo en las elecciones generales. Todo ello culminaba, tras varias citas electorales y varios hitos, con “Unidos Podemos” presentándose en las elecciones españolas del 26J.

Para llevar adelante esa teoría, en Euskal Herria y Catalunya pedían que la gente dejara de presionar el cristal, que se fueran a golpear el cierre de la ventana. Hubo quienes pensaron, e incluso dijeron claramente, que la ventana no cedería. Incluso indicaron que era mucho más sencillo e inteligente romper un cristal. Una expresión concreta de cierto “nosotros/as” denominada EH Bildu, entre otros en boca de Arnaldo Otegi, dijo que la ventana no cedería golpeando el cierre, pero que podían contar con ellos y ellas para abrir la ventana como fuera posible. Lo dijeron por un lado muy conscientes de que un buen golpe ya era inevitable; y por el otro conscientes también de que muchos dejarían de empujar el cristal para intentar ese golpe al cierre de la ventana.

Mucha gente pensó que dejar de empujar el cristal un momento y sumarse a intentar golpear el cierre podría ser buena idea. Hubo quien lo hizo con ilusión, y quienes lo hicieron sin ella. Y finalmente pudimos ver que hubo golpe, pero sin duda no fue suficiente, como muchos y muchas adelantaron. La ventana no cede.

Ese es el momento del ciclo que yo contemplo: tras marcarse como factible el objetivo de romper el cristal desde Euskal Herria, han pasado los años y lo que ha ocurrido es que se han abierto amplias grietas desde Catalunya y se ha pegado un fuerte golpe en el cierre, que se ha demostrado totalmente insuficiente a pesar de haber retirado cierta presión en los cristales en Catalunya y Euskal Herria.

Hay una secuencia que personalmente marco como de gran importancia para la correcta lectura del momento actual: Arnaldo Otegi tendiendo la mano a la izquierda española en su bienvenida tras salir de la cárcel, el acompañamiento de EH Bildu en el gesto y la carta abierta de Oskar Matute a Pablo Iglesias situando de nuevo en un proceso constituyente en Euskal Herria la posibilidad de acabar con el régimen del 78.

La ponencia de Pablo Iglesias junto a compañeros y compañeras en la Universidad Complutense de Madrid el día 4 de Julio sin duda es una clara respuesta a esa secuencia. En su locución niegan la crisis del régimen del 78: si existió, si hubo oportunidad, no lo conseguimos. Bajan los brazos, y sitúan como posibilidad que con el tiempo “Unidos Podemos” derivando en una fuerza socialdemócrata y alejándose de su imágen y propuestas “outsiders”, que generan miedo a la sociedad española, consiga cuota de poder al mismo tiempo que consiga mantener como objetivo acabar con el régimen. Viendo la grabación (que realmente recomiendo ver al menos las dos primeras intervenciones), no hay que ser ningún psicólogo erudito para poder ver en sus caras la poca confianza que pueden tener en esa posibilidad. Sus bases comienzan a responder y recogen la negación de la crisis del régimen, aunque una parte preferiría volver a un discurso menos socialdemócrata y más “15M” que no pierda el objetivo y otra, aparentemente mayoritaria, acepta esa posibilidad de ser el recambio del PSOE. El debate continúa, pero es fácil ver el bloqueo en el que se sitúan. Hay quienes incluso se hacen trampas al solitario retorciendo algunas palabras de Iglesias: al mismo tiempo que niegan la crisis del régimen sitúan como causa de que no se abriera la ventana el millón de votos perdidos respecto a las anteriores elecciones.

Hace un par de años dije que Podemos en la CAV o terminaba convirtiéndose en una fuerza soberanista vasca o terminaría siendo poco más de lo que era por entonces el “quinto espacio”. Ahora se han sumado en “Unidos Podemos” esas fuerzas que entonces conformaban el “quinto espacio”, siendo Podemos totalmente mayoritaria. Desde Madrid «Podemos» niega hoy la crisis del régimen y el “consejo autonómico de Euskadi”, que es considerado “oficialista”, sin duda coinciden con el diagnóstico. Ahora son «Podemos» quienes dicen “no se puede”. Ante la propuesta de romper con el régimen del 78 a través de un proceso constituyente en Euskal Herria, la respuesta de «Podemos» es que no, que prefieren esperar a tiempos mejores. Tras situarse en un “nosotros” muy concreto hasta las últimas elecciones españolas (el “nosotros/as” de quienes desean romper hoy y ahora con el régimen del 78), bajan los brazos, no desean intentarlo desde la Comunidad Autónoma Vasca. Debido a ello se sitúan en las próximas elecciones como formación que no busca la soberanía social, que no desea ser una expresión popular, sino simplemente entrar en el parlamento vasco para fortalecer su proyecto como fuerza socialdemócrata española.

Hay otro importante agente que he evitado nombrar hasta ahora, el PNV. Sinceramente, no creo que sea necesario decir mucho sobre el mismo más allá de que respecto a este partido, la distancia entre apariencia hacia la sociedad y hechos es un debate más apasionante que cualquiera que tenga que ver con metáforas de ventanas. Unidos Podemos se plantearon una campaña basada en la confrontación con el PNV, pero comprendieron que se encontrarían con un frente doble e irregular. La verdad es que no sé si podría darle un nombre adecuado a eso que se encontrarían, tal vez “reacción y vasquismo” podría serlo. Y aunque esto podría llegar a afianzar su tercera posición de cara a las siguientes elecciones, el refuerzo que obtendría el PNV es previsible que se complicaría desbancarlo, y sería fácil prever que, sin cambios de calado en el proyecto, con el tiempo acabarían cayendo a su posición proyectada desde el resto del Estado, y que vendría a ser la quinta posición en la CAV, por detrás del PP y PSOE. Debido a ello, es previsible que hagan una campaña que intente otorgarles su propio espacio como fuerza socialdemócrata española, con todo el apoyo de unos medios, que aunque les están dejando de lado en muchos aspectos, continúa siendo su gran fuerte. La elección de su candidata, Pili Zabala, es en parte muestra de ello, aunque preocupa cómo pueda desenvolverse con personas como Idoia Mendia en frente, que sin duda pugnará en parte por dicho espacio.

EH Bildu se propuso escuchar a la gente y llevarlo a la práctica, y creo que lo que ha percibido son las ansias de romper con ese régimen del 78 en crisis; que lo que ha visto es que este “nosotros/as” que deseamos el fin del régimen del 78, lejos de haber disminuido, es mayor que nunca; que ha confirmado que el deseo de la gente realmente es construir un país digno, hacer presión en el cristal de la ventana hasta que se rompa, y seguir un camino en libertad. Desgraciadamente ninguna fuerza política parece un gran aliado para ello. Por ello considero que EH Bildu necesita ganar en las siguientes elecciones, sin mirar sondeos que indiquen hasta dónde se puede o no llegar; obtener los resultados que fuercen a otras formaciones a permitir que este país, con todos sus agentes sociales, avance como desea hacia la dignidad, hacia una sociedad más justa.

Termino con unas palabras de un reciente artículo de Arnaldo Otegi:

“Quiero hacerme eco de los sentimientos de decepción que he observado en nuestro pueblo por la impotencia y la frustración generada tras los resultados electorales en el Estado español. La evidencia de que el cambio no es posible se ha abierto paso y lo ha hecho, además, de manera transversal. A todos esos conciudadanos y conciudadanas me dirijo, para decirles que hay esperanza, que el cambio es posible, que el cambio es necesario y que ese cambio puede empezar a materializarse en las próximas elecciones de otoño. Porque aquí, en Euskal Herria, sí se puede, desde el soberanismo y la izquierda.”

Aquí sí se puede.

Del blog Ignominia por fascículos

Alternatiba participa en el Foro de Sao Paulo, en El Salvador, que reúne a las izquierdas de toda América Latina

El compañero de Alternatiba Iñaki Markiegi participa estos días como delegado de nuestra formación política en el XXII Encuentro del Foro de Sao Paulo que comenzó el pasado 23 de Junio en San Salvador (El Salvador) y que concluirá mañana domingo. El FSP congrega a movimientos y partidos de izquierda de Latinoamérica y del Caribe, y recibe delegaciones de otros lugares del mundo, como Euskal Herria, con la presencia de delegaciones de Alternatiba y Sortu, miembros ambas de la coalición Euskal Herria Bildu.

Alternatiba ha sido invitada a participar en todas las sesiones de trabajo del foro, con lo que Markiegi está siento testigo de “interesantes debates”. Hubo unas exposiciones por parte de las y los representantes de Brasil (PT), México (PRD), Nicaragua (FSLN), Argentina, Bolivia, Cuba, Venezuela y El Salvador; con Carmen Bohórquez, Lole Iliada, Hugo Moldiz, Roberto Regalado, Patricia Rodas, Orlando Nuñez, y Norma Guevara. “La temática fue la actual coyuntura política en cada País, la ofensiva de los EE.UU. contra las izquierdas, aciertos y errores, y los retos para los próximos meses y años”.

Se produjo, según nuestro compañero, “un debate animado”, y se entró a los “problemas reales”: “Las dificultades cuando no se tiene el poder real económico, judicial, militar; las dificultades de centrarse demasiado en lo electoral y no avanzar en capacidad de movilización social, insuficiencia de transparencia, poder mediático de la derecha y del imperio”.

Markiegi seguirá participando en debates como el que abordará la «Articulación del Poder Popular, poder político,y poder electoral para enfrentar la ofensiva imperialista de estos últimos meses».

http://alternatiba.net/sites/default/files/FSP%20(1).jpg

http://alternatiba.net/sites/default/files/FSP%20(2).jpg

http://alternatiba.net/sites/default/files/FSP%20(3).jpg

http://alternatiba.net/old-files/FSP (1).jpg

http://alternatiba.net/old-files/FSP (2).jpg

http://alternatiba.net/old-files/FSP (3).jpg

Saludo de David Fernández a EH Bildu #AgurRégimen

Decía el Che que la solidaridad es la ternura de los pueblos, y David Fernández nos lo ha venido a recordar con el vídeo que nos ha hecho llegar y que le ha hecho estar presente en el acto de Ezkerraldea. De paso os ofrecemos los últimos vídeos que hemos elaborado.

El régimen del 78, heredero del franquismo. se ha perpetuado a través de los años gracias a los gobiernos del PP y el PSOE. Es hora de romper con el Régimen. Hagamos memoria. Que no nos blanqueen el pasado.

Beste kanpaina… #AupaMatute

Nafarroan, Bakartxoren jarraitzaileek ireki zuten bidea. Bizkaitarrek ere, gerora, Matuteren bestelako kanpaina abiatu zuten, #AupaMatute traolarekin, Oskar Matute EH Bilduren kongresurako Bizkaiko hautagaiaren irudiak jorratzen sareetan eta kalean ere jartzeko. Hona hemen egunotan ikusi eta jaso ditugun batzuk.

Carta abierta de Oskar Matute a Pablo Iglesias

Oskar Matute, candidato de EH Bildu al congreso por Bizkaia

El 12 de enero de 2010, un viejo militante de LKI me telefoneó para anunciarme la muerte de Daniel Bensaïd. El Bensa, militante de la LCR francesa y uno de los dirigentes estudiantiles más dignos del mayo del 68, ocupaba junto a Alain Krivine los altares de nuestra mitología juvenil, la de aquellos que en los 90 nos negábamos a aceptar el discurso oficial del fin de las utopías. Tú lo sabes, Pablo, porque igual que yo fuiste parte de los movimientos altermundistas. En los muchos homenajes que recibió tras su muerte, recordábamos un revelador pasaje de su autiobiografía Una lenta impaciencia. «Nos hemos equivocado a veces, incluso a menudo, y sobre bastantes cosas. Al menos, no nos hemos equivocado ni de combate ni de enemigos».

El pasado 11 de mayo, EH Bildu hacía pública mi candidatura al Congreso. Muchos medios de comunicación insistieron en presentarme como «el candidato que vino a frenar a Podemos». Hemos sido muy claros cada vez que nos han preguntado, y el recuerdo de Bensaïd era más pertinente que nunca: no nos equivocamos de enemigo. Nuestro enemigo son aquellos que niegan los derechos fundamentales de las personas y los pueblos. Nuestro enemigo es el régimen del 78 y su monarquía bipartidista, sus tribunales especiales, sus élites empresariales, su mafia bancaria. Hace cuarenta años que PP y PSOE sostienen a turnos un sistema fracasado y en proceso de descomposición. Nuestra tarea ahora es construir un país digno al margen de aquellos que han gestionado nuestra ruina.

Parece que la frase de Bensaïd hizo fortuna en las redes sociales y muy pronto se la escuchamos a Iñigo Errejón. Vuestros seguidores comenzaron a repetirla como un mantra, un juguete nuevo que justificaba vuestro cambio de discurso. A ti, Pablo, te la escuché varias veces durante el debate a cuatro. «El PSOE no es nuestro enemigo», repetías, en una reinterpretación extraña de los principios de Podemos. «El PSOE es nuestro aliado para el cambio», repetís ahora, como si se hubiera borrado de un plumazo toda nuestra memoria reciente. Era el PSOE quien gobernaba cuando el 15-M acampó en Sol al grito de «no somos mercancía en manos de políticos y banqueros». El mismo PSOE que rescató la banca privada con nuestro dinero mientras aplaudía la eficacia de los desahucios. El PSOE que aprobó una reforma laboral que regalaba el despido a gusto de la patronal. El PSOE que aprobó una reforma de las pensiones que retrasa la jubilación a los 67 años. El PSOE que cambió junto al PP el artículo 135 de la Constitución a pedir de boca de la Troika. El PSOE que se cepilló el Estatut hinchando el pecho. El PSOE que llenó las cárceles de militantes políticos –entre ellos Arnaldo Otegi– en redadas propagandísticas que no escatimaban en celdas de incomunicación y tortura. Quienes ayer eran casta se han convertido de la noche a la mañana en honorables candidatos a repartirse ministerios con Podemos. Amigo Pablo: si nos roban la memoria, nos roban la dignidad en la rebeldía.

Pero permíteme que regrese al debate a cuatro. Allí ofreciste sacrificar el referéndum catalán para formar gobierno. A decir verdad, se generó una disputa en la que los cuatro candidatos pugnabais por demostrar qué método es más eficaz para salvaguardar la unidad de España. En un reparto de papeles entre el poli bueno y el poli malo, unos negaban el derecho a decidir por la vía de la fuerza mientras tú te atribuías el mérito de vencer al independentismo gracias a un discurso amable. Creíamos que eran otros quienes se equivocaban de enemigo. En todo caso, la defensa del derecho a decidir no puede ser una bonita declaración de intenciones sobre un papel, sino una praxis. Decidir no es una promesa, es una acción. Ocurre que allí donde la iniciativa ciudadana Gure Esku Dago nos ha abierto las urnas para decidir, Podemos se ha echado a un lado.

Amigo Pablo, recuerdo que nos encontramos en Cataluña cuando Podemos ni siquiera era todavía una posibilidad. Compartíamos mesa de debate con el gran David Fernández. Allí rechazaste la unidad de la izquierda entendida como acumulación de siglas. Rechazaste un frente común con las izquierdas vasca y catalana. Tu propuesta era aprovechar la crisis del régimen del 78 para generar un movimiento popular que no se aglutinara sobre la identidad clásica de la izquierda sino sobre la identidad de la patria. Vuestra patria es la gente, proclamáis ahora, como si las demás patrias fueran extraterrestres. «La patria es defender el Ejército», mantenéis ahora, y nos hacéis temblar de miedo a quienes dijimos mayoritariamente no a la OTAN o a quienes hemos sido insumisos al reclutamiento.

Entre 2010 y 2016, Arnaldo Otegi no dejó de alentarnos desde su celda de Logroño. «Sonreíd, porque vamos a luchar y vamos ganar» nos decía carta tras carta. El 15 de noviembre de 2014 asistí a Madrid como invitado a tu proclamación como secretario general de Podemos. «Sonreíd, porque vamos a ganar», repetiste ante una marea de cámaras y micrófonos, y aquello se convirtió en un celebrado titular y en vuestro lema de cabecera. «No nacimos para resistir, nacimos para vencer», dijo Otegi en 2009 antes de ser encarcelado por la policía del PSOE. «No nacimos para resistir, nacimos para vencer», repetís ahora una y mil veces.

El pasado 5 de marzo, miles de personas nos reunimos en el Velódromo de Anoeta para celebrar la liberación de Arnaldo Otegi. Entre otras cosas, lanzó un mensaje solidario para los sectores populares de la izquierda española. «Estamos dispuestos a colaborar para democratizar el Estado, pero cuando comprobéis que es imposible, os pedimos que nos ayudéis a poner en marcha un proceso constituyente para Euskal Herria». Desde el respeto y desde la humildad, esperamos con ansia el día en que comencéis por fin a repetir este nuevo lema.

Publicada en Rebelion y Naiz

Oskar Matute: «¿Por qué penalizar a la ciudadanía de aquí a la espera de un cambio allí?»

Entrevista del periodista Ramón Sola en Gara al candidato por Bizkaia de Euskal Herria Bildu Oskar Matute.

A sus 43 años, es uno de los parlamentarios más bregados con casi 15 años en la tribuna de Gasteiz y ahora salta a la del Congreso. Su discurso nítido de izquierdas de siempre ha añadido con fuerza el de la necesidad de decidir aquí y todo: «Lo nacional y lo social van de la mano». De Bilbo y euskaldun, aunque el PNV lo esté señalando como «español», algo en lo que no pierde tiempo ni energías.

En EH Bildu presumen de estar hablando mucho con la gente en esta campaña. ¿Es así? ¿Y qué les cuentan? Para una fuerza de izquierdas, hacer una campaña en la que se escuche a la gente tendría que ser obligatorio, y sobre todo para una fuerza arraigada en sectores populares, como es la nuestra. Sin el trabajo diario y desinteresado de la gente, no seríamos nada. No somos una maquinaria electoral, sino la expresión política de una parte muy importante de este pueblo, así que hay que reconectar con ella, aceptando el principio de realidad; es decir, que Euskal Herria tiene muchas euskal herrias dentro, muchas realidades diarias diferentes. ¿Qué detecto? Pues sobre todo que la gente tiene ganas de dar su opinión y de que se tenga en cuenta. Luego ya no es lo mismo ir a un eskualde de Bizkaia donde no hay mucho paro y las preocupaciones van más ligadas a lo identitario o la cultura que a Ezkerraldea o Meatzaldea, por ejemplo, donde esta estafa llamada crisis ha golpeado con más saña.

La situación de emergencia social es evidente para muchas personas. ¿Por dónde empezamos a afrontarla? Hay que empezar de forma inmediata, no se puede dilatar la búsqueda de soluciones. La gente tiene que saber que solo en la CAV hay 500.000 personas, medio millón, una de cada cuatro, en situación de pobreza o de riesgo de pobreza o exclusión. También hay que buscar una cobertura más amplia de la que hay. Hay una parte que se puede hacer aquí, pero otra que tiene que ver con lo que podamos hacer en Madrid, donde se plantean vetos y medidas que son una guillotina para nuestra capacidad de acción. Y luego, nuestra realidad es muy desigual: se dice que hay crecimiento económico y que tenemos que alegrarnos de ello, cuando lo que vemos es cada vez más gente que no llega a fin de mes. Un día sale en el informativo como buena noticia el aumento de beneficios de Iberdrola hasta el punto de que su presidente llegue a cobrar 44.000 euros al día mientras hay mucha gente en pobreza energética, que no puede pagarse ni el recibo de la luz.

¿Unidos Podemos es más un adversario electoral o un aliado potencial? Primero hay que señalar a los adversarios, lo hemos dicho desde siempre y ahora curiosamente también lo dice Podemos cada vez más. Y nuestro adversario es el régimen, esa realidad que nos impide desarrollarnos como pueblo y que las personas se desarrollen con dignidad. A fecha de hoy, eso lo encarnan de modo muy evidente PP y PSOE. El resto no son adversarios entendido como rival al que vencer, pero está por ver cuál va a ser su papel, qué posición toman ante las fallas que tiene el régimen. Existe una triple crisis: la económica (cada vez vivimos peor para que algunos vivan mejor), la de valores (la corrupción es endémica) y la territorial (el Estado español sigue sin saber dar respuesta a la realidad de que tiene bajo su dominio a naciones mayores de edad). Unidos Podemos y cualquier otra fuerza tienen que posicionarse ante esa triple crisis. Sabiendo que la correlación de fuerzas es mucho más positiva aquí. Por eso les decimos que si hay alguna opción de tumbar al régimen en Madrid vamos a estar ahí por responsabilidad: ya echamos a Barcina, a Maya, a Maroto… Y a la vez, señalamos que si eso no es posible aquí hay un escenario para empezar a trabajar desde ya para generar esa realidad más digna. ¿Por qué penalizar a los ciudadanos y ciudadanas vascas a la espera de un cambio en el Estado si tocamos ya la opción de levantar una realidad más digna aquí? No se entendería que no lo hicieran.

Nadie duda de que EH Bildu es más abertzale que Unidos Podemos, pero ¿quién es más de izquierdas? No se trata de hacer un concurso ni yo me voy a erigir en juez. Pero EH Bildu no esconde ni oculta lo que es; una acumulación de fuerzas de izquierda y soberanistas. Nuestras posiciones están claramente ancladas en lo que es la izquierda y no perdemos tiempo en entrar en competiciones ridículas para la mayoría de la ciudadanía. Ahí están los hechos, las políticas que ha puesto en marcha EH Bildu contra las desigualdades y contra los privilegios.

¿Qué prevé esta legislatura próxima: una segunda transición, una primera ruptura, o nada de nada? Tristemente, veo un escenario de continuidad. Nos siguen esperando tiempos grises en Madrid, pero es importante que la voz política de quienes venimos de la tradición de denuncia de aquella transición del «atado y bien atado» esté muy presente, para que si alguien tiene la tentación de vendernos una segunda transición nuevamente fallida volvamos a decirles que ese no es el camino de una vida más justa y más digna. Y creo que el independentismo de izquierdas catalán y vasco van a ser determinantes incluso en la configuración de gobierno que pueda darse. La gente tiene que entender eso: a más fuerza de ese independentismo, nuestra posición será más central y nuestra agenda será más protagonista y deberán prestarle más interés que en los tiempos pretéritos.

El «procés» está en crisis, el proceso vasco no arranca, el tren escocés ya pasó, ¿hay que esperar a que haya mejores condiciones, como dicen desde el PNV? No, no hay que esperar. Un proceso se levanta con la participación directa de la ciudadanía. Lo que estamos viendo es que esos procesos solo arrancan cuando esta lleva el timón. A través de Gure Esku Dago y otras iniciativas, es posible que se ponga en pie y empiece a reclamar lo que le corresponde. Derecho a decidir para decidirlo todo, esta tiene que ser la clave de una propuesta emancipatoria, que al fin es lo que es EH Bildu. Hay que animar e incluso incitar a la ciudadanía para ello. Durante décadas hemos visto que la ciudadanía era tratada solo como objeto de consumo, para votar cada cuatro años y revalidar a gobiernos que luego la ignoraban completamente.

Si hay algún tema difícil de defender en el Congreso quizás sea el de los derechos de los presos. ¿Qué se puede hacer que no se haya hecho todavía? Hay que insistir, perseverar. La posición del Estado español es vengativa, revanchista, no tiene nada que ver con la justicia, y esto cada vez es percibido por más gente. Sobre todo gente de fuera, porque pueden acercarse a la cuestión con menos carga emocional que la que se ha acumulado durante décadas. Aquí hay más dificultades, porque entre otras cosas se ha levantado un pensamiento único sobre el tema. Hay que insistir. Cuando es tan evidente la utilización de los presos y presas para sostener su política de venganza y también su táctica política, hay que desnudar esa posición e ir rescatando espacios. Ojalá consigamos que salgan lo antes posible de sus celdas.

«En EH Bildu tenemos que ser el instrumento político de la mayoría de este país» Amaiur fue hace cuatro años a Madrid a hacer interlocución y política, pero luego la mayoría absoluta del PP no dio margen para gran cosa. ¿A qué va ahora EH Bildu? ¿Cómo se lucha hoy día en el Congreso?

Quiero poner en valor el trabajo de Amaiur, ha dado voz a muchas cuestiones, no solo de Euskal Herria. Vamos primero a hacer denuncia de los ataques que sufrimos, como pueblo y como personas, y junto a ello a entablar relaciones y romper determinados arquetipos sobre lo que somos. Si se conoce eso, tendremos una línea de avance mayor que si se nos sigue ocultando, silenciando y demonizando.

Por venir de donde viene, ¿Oskar Matute aporta un plus para esa interlocución? Entiendo sus códigos de lenguaje y sus estructuras de pensamiento, no tengo ahí muchas dificultades. Mantengo relaciones con muchas personas que ocupan responsabilidades en las fuerzas de izquierda del Estado español. Aparte de eso, mi labor en el Congreso va a ser clara: poner sobre la mesa siempre nuestros derechos. Quiero que entiendan que la sociedad vasca es distinta; no mejor ni peor, pero sí diferente. La izquierda española no puede mirar con anteojeras una realidad que se ha construido durante décadas con muchísimos ejemplos de lucha. La izquierda de este país ha levantado muchas banderas en derechos laborales, libertades individuales y colectivas…

¿Que Oskar Matute sea cabeza de lista muestra que EH Bildu supera al fin la fase de coalición y se parece a un frente amplio? Con cuotas no hubiera sido posible… Sí. Puede ser un avance en esa idea del frente amplio de poner los nombres que nos parezcan más acertados en cada coyuntura, sin atender tanto al peso relativo de su sensibilidad política concreta. EH Bildu tiene que ser capaz de convertirse en el instrumento político de la mayoría de este país. Y esa mayoría se puede identificar incluso en términos cuantitativos: se mide en el apoyo al derecho a decidir, en el apoyo al fin de las políticas de excepción penitenciaria, en el apoyo a acabar con los recortes. Todo eso es común a la mayoría de este país y EH Bildu debe ser capaz de hacerle propuestas.

¿Y Matute significa también que al fin se pone en primer plano la agenda social? Es un viejo debate que antes provocaba encontronazos frecuentes, pero ahora ya debe superarse: lo nacional y lo social van de la mano. Queremos tener toda la capacidad de decisión no solo para satisfacer nuestra identidad, sino para dotar a la ciudadanía de un marco mucho más justo y decente. Lo que venimos llamando soberanismo social conecta ambas cosas. Más allá de lo emotivo o identitario, le damos un sentido de practicidad; no nos importa de dónde viene la gente, sino adónde va, y que viva de modo mucho más digno a como el Estado español quiere que viva.

 

Oskar Matute: “EH Bildu es un proyecto arraigado, no nace en un laboratorio como Podemos”

Entrevista al compañero de Alternatiba y candidato al congreso por Bizkaia de Euskal Herria Bildu Oskar Matute, realizada por Humberto Unzueta y publicada en el periódico Deia.

¿Cómo esperan remontar los malos resultados del 20-D? Se nos tiene que ver como una fuerza arraigada con los problemas de la gente, no solo con unos determinados temas muy vinculados a nuestra tradición política. A partir de ahí nuestro mensaje es que EH Bildu es una fuerza honesta y solvente a la hora de defender los derechos y las libertades de los ciudadanos vascos en cualquier lugar donde estos sean vulnerados. Es evidente que el Congreso es uno de esos foros para hacerlo y, por tanto, es razonable que esperemos tener una representación potente.

¿Están ya superadas las reticencias históricas de la izquierda abertzale respecto a estar o no en el Congreso? EH Bildu siempre ha tenido claro que tenemos que estar presentes en cualquier lugar en el que alguien tenga la capacidad para decidir sobre cómo hemos de vivir, para denunciar y proponer cosas diferentes. De la misma manera que estamos en el Parlamento Europeo y eso no nos genera ninguna dificultad, tenemos que estar en el Congreso de los Diputados mientras sigan condicionando nuestras vidas y sigan esquilmando nuestra capacidad para poder hacer aquí políticas propias que dignifiquen a la gente. Es cierto que en otros tiempos alguien pudo ver nuestra ausencia en Madrid de manera negativa, pero quiero recordar que la izquierda abertzale ha estado en diferentes ocasiones en el Congreso de los Diputados. Basta recordar a Jon Idigoras, Anjel Alcalde o Josu Muguruza como ejemplos de ello.

¿Cuáles son los temas principales que va a defender EH Bildu en el Congreso? El primero es el derecho a decidir, esto es, reivindicar el respeto a nuestra mayoría de edad para decidir libre y democráticamente cómo queremos articularnos en relación o no con otros pueblos y naciones del Estado español y para estructurar nuestro modelo de sociedad y desarrollo económico. El segundo eje tiene que ver con los derechos sociales y laborales, ya que hay que confrontar con esas medidas que nos llegan a Euskadi en forma de recortes, precariedad, más paro y menos futuro para nuestros hijos. El tercer eje tiene que ver con la paz y las soluciones democráticas y, en este sentido, tenemos que hacer entrar en razón al Gobierno español y hacerle ver que con la paz ganamos todos, que desde el reconocimiento a todas las víctimas sin exclusiones se puede avanzar. El cuarto eje tiene que ver con los derechos y libertades, con la denuncia de un Estado español que ha decidido arrinconar la democracia para satisfacer determinados intereses de élites económicas y que ha decidido que la democracia le molesta.

¿En qué medida ha condicionado a EH Bildu la fuerte irrupción de Podemos en Euskadi? ¿Se ha ‘podemizado’ EH Bildu? EH Bildu nace con la voluntad de unir a todos los soberanistas e independentistas de izquierda para ofrecer un proyecto integrador que nos permita construir nuestra propia realidad. Esa idea la seguimos manteniendo. Es cierto que ahora han surgido nuevos actores políticos como Podemos que han conseguido aglutinar en torno a sí ese anhelo. Pero EH Bildu es un proyecto arraigado, no nace en un laboratorio ni de la capacidad teórica de cuatro expertos.

Coincidiendo con la pujanza de Podemos, EH Bildu parece haber acentuado su perfil social y ablandado su discurso independentista. Creo que nos hemos dado cuenta de que renunciar a cambiar la percepción que sobre nosotros se ha construido durante tiempo -y algo de culpa habremos tenido nosotros- es algo que tiene que ver con nosotros y nos debilita. Si nosotros no intentamos corregir ese relato interesado, la gente cree que esa imagen es la fotografía real de lo que es EH Bildu, pero EH Bildu siempre ha sido una fuerza comprometida en la calle y en las instituciones con los cambios sociales, con el ecologismo, el feminismo, los valores de la izquierda… Ahora lo que hemos hecho es decir que nuestra apuesta por un modelo nacional y nuestra apuesta por un nuevo modelo de sociedad tienen que ir unidas. La gente tiene que saber que cuando planteamos construir un país propio lo queremos para mejorar sus condiciones de vida, no planteamos un proyecto soberanista para dar un estímulo a quienes ya se sienten soberanistas e independentistas, sino que es una mano tendida al conjunto del país.

¿Su designación como cabeza de lista por Bizkaia en vez de mantener a Onintza Enbeita y la de Mikel Otero por Araba en lugar de Iker Urbina es para buscar un perfil más cercano a Podemos? He oído hablar de esto de la copia y el original pero, si una parte importante de la ciudadanía interpreta que mi perfil es tal o cual, lo hace porque ha seguido mi trayectoria, y si mi trayectoria es anterior a la de Podemos, ¿quién es la copia y quién el original? Además, en EH Bildu nos hemos equivocado a veces pero jamás hemos equivocado al adversario y nuestros adversarios son aquellos partidos que apuntalan y sostienen un régimen que nos niega nuestros derechos como pueblo y pisotea nuestra dignidad y libertades como personas. Esos partidos son el PP y el Partido Socialista.

¿Por qué dice el PNV que el único cabeza de lista abertzale por Bizkaia es Aitor Esteban? Desde hace tiempo me guío más por los hechos que por las palabras. Frente a eso yo digo que el PNV ponga día, hora y lugar, si quiere en un batzoki, para empezar a desobedecer al Estado, para empezar a levantar una realidad que haciendo uso del pase foral o de la desobediencia empiece a decirle al Estado español que no estamos dispuestos a pasarle ni una más en los recortes de los derechos. Que ponga día, hora y lugar para empezar a levantar un dique de contención contra la recentralización y defender la creación de un Estado propio.

¿Cómo deberían ser las relaciones de EH Bildu y PNV en el Congreso la próxima legislatura? Me gustaría que cada vez que haya un ataque a nuestro autogobierno y una agresión a las condiciones de vida de la gente de este país, ya sea con leyes de carácter laboral, social o de libertades civiles, podamos hacer una respuesta plural y contundente y clara. Este anhelo lo hago extensible no solo al PNV, sino al resto de los diputados que salgan de las circunscripciones vascas.

¿Apoyaría EH Bildu a Sánchez si éste necesitara sus votos para ser investido o formar gobierno? Puede darse la circunstancia de que el soberanismo de izquierdas, tanto el vasco como el catalán, puedan tener la llave de un gobierno alternativo al del PP. Nosotros ya echamos a Barcina, Maya y Maroto de la Comunidad de Nafarroa y de las alcaldías de Iruñea y Gasteiz, respectivamente, y haremos lo propio con Rajoy, llegado el caso. Pero quien vaya a sustituir a Rajoy tendrá que comprometerse de veras con un cambio profundo para construir una nueva realidad, no vale con plantear reformas decorativas para seguir manteniendo un régimen. Quien quiera nuestros votos debe entender que aquí hay un pueblo y que ese pueblo tiene que ser respetado. Eso pasa por el reconocimiento de la nación vasca y además debe construir algo nuevo basado en procesos constituyentes en general y el vasco en particular.

¿Qué propuesta concreta plantearán sobre el derecho a decidir? ¿La vía catalana, la bilateralidad…? Estaríamos encantados de encontrar un interlocutor que nos respetara, que aceptara nuestra existencia como nación, nuestra capacidad de decisión y con el que pudiéramos acordar. Nadie quiere ni plantea hacer las cosas por el camino más largo o el de más incertidumbre, pero la realidad es que nadie ha demostrado que con muros se pueda dialogar y llegar a acuerdos. Con un muro es imposible dialogar, por eso hablamos del proceso constituyente.

Tras ese muro sitúa a Rajoy. ¿También al PSOE de Sánchez? ¿Y al Podemos de Iglesias? La cerrazón del PP es absoluta y evidente en cuanto a los derechos de Euskal Herria. Y luego hay una incógnita. Estos días PSOE y Podemos se miran como aliados necesarios, más allá de los reproches. Pero la historia de los socialistas nos invita a tener pocas esperanzas sobre el nivel de respeto que nuestro pueblo merece y debiera tener en ese acuerdo. Por ello tendremos una actitud vigilante.

Podemos apela últimamente a la patria española. A mí no me parece mal que un partido español quiera una patria digna para los españoles. El problema es cuando esa patria me obliga a ser parte de la misma aun cuando yo no quiera. Ese gobierno alternativo al PP que dicen que van a construir, ¿va a dejar en la cuneta el derecho a decidir?

¿Y usted no lo ve claro? No, y como yo casi todo el mundo. Les hemos oído decir que las líneas rojas ya no son tales, que son la mejor garantía para la unidad de España o ponen más en valor haber vencido a los independentistas en Catalunya y Euskadi que la posibilidad de desbancar al PP.

La izquierda abertzale sigue sin lograr quitarse de encima su vinculación con la violencia de ETA en el pasado. ¿Esto le puede lastrar electoralmente? Es evidente que hay una distancia de una parte de la sociedad vasca para con EH Bildu por su posición en el pasado ante la violencia de ETA. Pero no conviene olvidar que en los años 2011 y 2012, cuando probablemente la violencia de ETA estaba más reciente, los resultados de Bildu fueron espectaculares. Fuimos la primera fuerza de Hego Euskal Herria en las generales de 2011. Por tanto, tenemos que trabajar más y de manera unilateral todo lo relacionado con el compromiso con la no violencia y la generación de un tiempo nuevo pero, como se pudo comprobar hace cinco años, es evidente que las lógicas electorales no solo obedecen a ese factor.

¿Por qué le cuesta tanto a la izquierda abertzale decir con claridad que matar estuvo mal? Yo creo que lo ha dicho en más de una ocasión durante estos cuatro años y por boca de varios dirigentes. La izquierda abertzale cree que hay que abrir un tiempo nuevo en el que la violencia no tenga espacio ni sentido; que todo el mundo tiene que hacer una revisión crítica del pasado, también del suyo; y que de lo que se hizo en el pasado no todo estuvo bien, que hubo cosas que estuvieron mal. Una de esas es la frialdad o la distancia que se marcó con una parte de la sociedad que estaba sufriendo la violencia de ETA. Hay un sector de la población y algunos poderes a los que no les interesa que esa autocrítica se conozca del todo porque les rompe su relato y su encasillamiento de EH Bildu. Y además porque eso mismo pondría más en evidencia la inacción del Estado español a la hora de poner fin a las consecuencias de la violencia.

¿Cree que los disidentes de EH Bildu van a restarle votos? Desde que Bildu surgió en 2011 ha habido sectores internos que han venido pidiendo la abstención, pero no han tenido un volumen significativo en las diferentes contiendas electorales. No me atrevería a decir que el descenso de votos que EH Bildu ha tenido en anteriores elecciones tenga que ver con eso.

X