Hasta siempre Antuán
El pasado 26 de agosto falleció Antonio Campón Andrada, alias Antuán, militante de Alternatiba de la Asamblea de Bilbao. Antuán fue trabajador, soldador, de una de las fábricas símbolo de la lucha obrera del Bilbao industrial: Euskalduna. Ya antes de las duras peleas consecuencia de la reconversión industrial, Antuán era simpatizante de EMK (Euskadiko Mugimendu Komunista) y participaba, junto con otros compañeros como Peseto o Pelos, en la célula de Arangoiti, barrio donde residió hasta el fin de sus días. Fue un gran activo durante toda la lucha de Euskalduna.
Al cerrar la fábrica, se distanció en lo que a la relación orgánica se refiere, manteniendo no obstante, la amistad con los compañeros de la lucha. Posteriormente se vincularía a Izquierda Unida para incorporarse después a Alternatiba, al igual que otros compañeros de Arangoiti como Juan Puerto, que apostaron por el nuevo proyecto para la regeneración y la unidad de acción de la izquierda vasca que finalmente confluiría en Euskal Herria Bildu. Precisamente en las filas de Alternatiba, Antuán se reencontraría con antiguos compañeros de luchas cuando militantes de Gorripidea, algunos también provenientes de EMK como Iñaki Markiegi, se integraron en Alternatiba.
Antuán, allá donde estés, seguiremos contando contigo para preparar la comida de Arangoiti por el día de la República. Ya lo escribimos en el ramo de rosas, por supuesto rojas, que te llevamos el nutrido grupo de compañeras y compañeros en tu despedida: No te olvidaremos, beti gogoan.
Matute: «Yo siempre he pertenecido a sectores de la izquierda que defienden la autodeterminación»
Pregunta, y respuesta, en Osoigo.com al compañero de Alternatiba y diputado de EH Bildu Oskar Matute:
Es curiosa su evolución de un partido como IU, que apuesta por España como lo hace Podemos, a un partido que da por perdida esa batalla y apuesta por la independencia. ¿Cómo explicaría su evolución de IU a EHBildu?
Yo pertenecía a EB, partido federado con IU que defendía la autodeterminación (siguiendo la tradición de la izquierda que acuñó dicho termino y le dio desarrollo en experiencias históricas del siglo XX). Mi posición antes y ahora era clara, creo que Euskal Herria es un sujeto político que tiene derecho a decidir libre y democráticamente su futuro sin imposiciones ni cortapisas ajenas y atendiendo unicamente a la voluntad libre y democráticamente expresada por su ciudadanía. Cuando en IU decidieron no votar a favor de la admisión a tramite del llamado Plan Ibarretxe en el congreso empiezo a tomar conciencia de que en esta cuestión operan dos lógicas identitarias enfrentadas, la vasca y la española. Sobra decir que me siento parte de la primera de ellas desde una visión no excluyente ni dogmática y nada cerca de la segunda que opera y actúa como marco convivencial impuesto y al servicio de realidades ajenas a mi pueblo y las necesidades de este.
No creo, y de esto ya hace tiempo, que exista margen en el estado para levantar un modelo de estructura territorial basado en la libre adhesión de las partes o naciones que actualmente lo integran. Cuando eso es así, desde mi punto de vista, tiene tantos visos de ser real esa federalidad o confederalidad como esperar al unicornio azul. Y si a eso le unes que considero que la correlación de fuerzas para accionar cambios profundos en lo económico y en lo social son más favorables en Euskal Herria que en el estado no creo que quepan dudas sobre la pertinencia de fortalecer la izquierda soberanista e independentista en Euskal Herria desde una perspectiva de clase.
Oskar Matute: «No tenemos plan B para el caso de que Otegi sea inhabilitado»
Entrevista a Oskar Matute de Carlos Fonseca para Vozpopuli
Extraído de Vozpopuli.com
Dios y la responsabilidad social corporativa
Con la ventana en las narices
Iagoba Itxaso – Alternatiba
La política, el cómo nos organizamos los seres humanos, siempre es una cuestión en primera persona. Y es así seas consciente de ello o no, aunque paradójicamente es dicha consciencia la que forma el sujeto. El sujeto es el “yo”, el “nosotros/as». He juntado unas frases que tal vez puedan sonar rimbombantes, pero no deja de ser un hecho que la sociedad vive en una continua crisis de identidad, y nos movemos en base a sus bandazos.
Yo, como sin duda hacemos la mayoría, veo el tiempo político de forma completamente subjetiva. Soy consciente de ello y de que la mayor parte de quienes están a mi alrededor, ven el tiempo político de forma distinta, incluso quienes coinciden, por ejemplo, con mi opción de voto. Personalmente me sitúo en un ciclo que abrió “Zutik Euskal Herria”. Y no como proceso, sino como documento final trasladado al público. En dicho documento la izquierda abertzale trazaba un camino en el que el “nosotros/as” debía situarse en el punto adecuado para crecer y empujar una ventana bien cerrada, hasta romper uno de sus cristales y colarse dentro. Aquí comienza la metáfora que da título a mi artículo. Meses antes de que el Tribunal Constitucional tirara el Estatuto de Autonomía de Cataluña y más de un año antes de que surgiera el 15M, este documento de la Izquierda Abertzale hablaba de trabajar en base al agotamiento del sistema, a la crisis del régimen del 78. En el momento de hacer público el documento final, varios de quienes impulsaron este proceso de debate que deseaba poner en jaque al régimen, entre quienes destacaba públicamente Arnaldo Otegi, estaban en la cárcel debido al mismo.
La presentación del acuerdo de Gernika, de Lortu Arte y de Euskal Herria Ezkerretik rompía desde Hego Euskal Herria el enroque del Estado español. Se mostraba más claramente la cara del régimen del 78. Se creaba Bildu, que independientemente de su situación legal, golpeaba el tablero poniendo en jaque al régimen. En ese mismo momento se creó un “nosotros/as” formado en gran parte por quienes deseaban romper con el régimen, a los que se sumaban también gente que al menos deseaban abofetearlo y podía seducirles la idea de romper. El golpe en el tablero fue suficiente como para afectar a capas populares de todo el Estado, que se situaron en el debate, y mostraron ansias de cambio.
Este sujeto no se quedó mirando como las vacas al tren al 15M, como he podido leer en varios artículos, sino que era parte y uno de los orígenes del mismo. No hay más que ver los resultados electorales de Amaiur para comprobarlo. Ese “nosotros/as” era una expresión de las ansias de cambio.
Cuando tanta gente empuja una ventana y ves cómo cede, cómo las grietas en el cristal se amplían, es fácil que tengas la idea de que, cogiendo impulso, tal vez puedas abrirla con un buen golpe en el centro, en el mismo cierre. En las últimas elecciones europeas surgió entre un grupo de madrileños abanderados por Pablo Iglesias la teoría de “tomar el cielo por asalto” o “la ventana de oportunidad”. Se presentó de forma modesta, pero ya formaba parte del subconsciente de la gente. De hecho, la propia teoría jugaba con ello, con ese subconsciente e ilusión, que en la misma liga que pueda jugar el amor romántico, atrajera la suficiente masa crítica en un “nosotros/as” que rompiera el cierre de la ventana con un golpe decisivo en las elecciones generales. Todo ello culminaba, tras varias citas electorales y varios hitos, con “Unidos Podemos” presentándose en las elecciones españolas del 26J.
Para llevar adelante esa teoría, en Euskal Herria y Catalunya pedían que la gente dejara de presionar el cristal, que se fueran a golpear el cierre de la ventana. Hubo quienes pensaron, e incluso dijeron claramente, que la ventana no cedería. Incluso indicaron que era mucho más sencillo e inteligente romper un cristal. Una expresión concreta de cierto “nosotros/as” denominada EH Bildu, entre otros en boca de Arnaldo Otegi, dijo que la ventana no cedería golpeando el cierre, pero que podían contar con ellos y ellas para abrir la ventana como fuera posible. Lo dijeron por un lado muy conscientes de que un buen golpe ya era inevitable; y por el otro conscientes también de que muchos dejarían de empujar el cristal para intentar ese golpe al cierre de la ventana.
Mucha gente pensó que dejar de empujar el cristal un momento y sumarse a intentar golpear el cierre podría ser buena idea. Hubo quien lo hizo con ilusión, y quienes lo hicieron sin ella. Y finalmente pudimos ver que hubo golpe, pero sin duda no fue suficiente, como muchos y muchas adelantaron. La ventana no cede.
Ese es el momento del ciclo que yo contemplo: tras marcarse como factible el objetivo de romper el cristal desde Euskal Herria, han pasado los años y lo que ha ocurrido es que se han abierto amplias grietas desde Catalunya y se ha pegado un fuerte golpe en el cierre, que se ha demostrado totalmente insuficiente a pesar de haber retirado cierta presión en los cristales en Catalunya y Euskal Herria.
Hay una secuencia que personalmente marco como de gran importancia para la correcta lectura del momento actual: Arnaldo Otegi tendiendo la mano a la izquierda española en su bienvenida tras salir de la cárcel, el acompañamiento de EH Bildu en el gesto y la carta abierta de Oskar Matute a Pablo Iglesias situando de nuevo en un proceso constituyente en Euskal Herria la posibilidad de acabar con el régimen del 78.
La ponencia de Pablo Iglesias junto a compañeros y compañeras en la Universidad Complutense de Madrid el día 4 de Julio sin duda es una clara respuesta a esa secuencia. En su locución niegan la crisis del régimen del 78: si existió, si hubo oportunidad, no lo conseguimos. Bajan los brazos, y sitúan como posibilidad que con el tiempo “Unidos Podemos” derivando en una fuerza socialdemócrata y alejándose de su imágen y propuestas “outsiders”, que generan miedo a la sociedad española, consiga cuota de poder al mismo tiempo que consiga mantener como objetivo acabar con el régimen. Viendo la grabación (que realmente recomiendo ver al menos las dos primeras intervenciones), no hay que ser ningún psicólogo erudito para poder ver en sus caras la poca confianza que pueden tener en esa posibilidad. Sus bases comienzan a responder y recogen la negación de la crisis del régimen, aunque una parte preferiría volver a un discurso menos socialdemócrata y más “15M” que no pierda el objetivo y otra, aparentemente mayoritaria, acepta esa posibilidad de ser el recambio del PSOE. El debate continúa, pero es fácil ver el bloqueo en el que se sitúan. Hay quienes incluso se hacen trampas al solitario retorciendo algunas palabras de Iglesias: al mismo tiempo que niegan la crisis del régimen sitúan como causa de que no se abriera la ventana el millón de votos perdidos respecto a las anteriores elecciones.
Hace un par de años dije que Podemos en la CAV o terminaba convirtiéndose en una fuerza soberanista vasca o terminaría siendo poco más de lo que era por entonces el “quinto espacio”. Ahora se han sumado en “Unidos Podemos” esas fuerzas que entonces conformaban el “quinto espacio”, siendo Podemos totalmente mayoritaria. Desde Madrid «Podemos» niega hoy la crisis del régimen y el “consejo autonómico de Euskadi”, que es considerado “oficialista”, sin duda coinciden con el diagnóstico. Ahora son «Podemos» quienes dicen “no se puede”. Ante la propuesta de romper con el régimen del 78 a través de un proceso constituyente en Euskal Herria, la respuesta de «Podemos» es que no, que prefieren esperar a tiempos mejores. Tras situarse en un “nosotros” muy concreto hasta las últimas elecciones españolas (el “nosotros/as” de quienes desean romper hoy y ahora con el régimen del 78), bajan los brazos, no desean intentarlo desde la Comunidad Autónoma Vasca. Debido a ello se sitúan en las próximas elecciones como formación que no busca la soberanía social, que no desea ser una expresión popular, sino simplemente entrar en el parlamento vasco para fortalecer su proyecto como fuerza socialdemócrata española.
Hay otro importante agente que he evitado nombrar hasta ahora, el PNV. Sinceramente, no creo que sea necesario decir mucho sobre el mismo más allá de que respecto a este partido, la distancia entre apariencia hacia la sociedad y hechos es un debate más apasionante que cualquiera que tenga que ver con metáforas de ventanas. Unidos Podemos se plantearon una campaña basada en la confrontación con el PNV, pero comprendieron que se encontrarían con un frente doble e irregular. La verdad es que no sé si podría darle un nombre adecuado a eso que se encontrarían, tal vez “reacción y vasquismo” podría serlo. Y aunque esto podría llegar a afianzar su tercera posición de cara a las siguientes elecciones, el refuerzo que obtendría el PNV es previsible que se complicaría desbancarlo, y sería fácil prever que, sin cambios de calado en el proyecto, con el tiempo acabarían cayendo a su posición proyectada desde el resto del Estado, y que vendría a ser la quinta posición en la CAV, por detrás del PP y PSOE. Debido a ello, es previsible que hagan una campaña que intente otorgarles su propio espacio como fuerza socialdemócrata española, con todo el apoyo de unos medios, que aunque les están dejando de lado en muchos aspectos, continúa siendo su gran fuerte. La elección de su candidata, Pili Zabala, es en parte muestra de ello, aunque preocupa cómo pueda desenvolverse con personas como Idoia Mendia en frente, que sin duda pugnará en parte por dicho espacio.
EH Bildu se propuso escuchar a la gente y llevarlo a la práctica, y creo que lo que ha percibido son las ansias de romper con ese régimen del 78 en crisis; que lo que ha visto es que este “nosotros/as” que deseamos el fin del régimen del 78, lejos de haber disminuido, es mayor que nunca; que ha confirmado que el deseo de la gente realmente es construir un país digno, hacer presión en el cristal de la ventana hasta que se rompa, y seguir un camino en libertad. Desgraciadamente ninguna fuerza política parece un gran aliado para ello. Por ello considero que EH Bildu necesita ganar en las siguientes elecciones, sin mirar sondeos que indiquen hasta dónde se puede o no llegar; obtener los resultados que fuercen a otras formaciones a permitir que este país, con todos sus agentes sociales, avance como desea hacia la dignidad, hacia una sociedad más justa.
Termino con unas palabras de un reciente artículo de Arnaldo Otegi:
“Quiero hacerme eco de los sentimientos de decepción que he observado en nuestro pueblo por la impotencia y la frustración generada tras los resultados electorales en el Estado español. La evidencia de que el cambio no es posible se ha abierto paso y lo ha hecho, además, de manera transversal. A todos esos conciudadanos y conciudadanas me dirijo, para decirles que hay esperanza, que el cambio es posible, que el cambio es necesario y que ese cambio puede empezar a materializarse en las próximas elecciones de otoño. Porque aquí, en Euskal Herria, sí se puede, desde el soberanismo y la izquierda.”
Aquí sí se puede.
Del blog Ignominia por fascículos
Alternatiba participa en el Foro de Sao Paulo, en El Salvador, que reúne a las izquierdas de toda América Latina
El compañero de Alternatiba Iñaki Markiegi participa estos días como delegado de nuestra formación política en el XXII Encuentro del Foro de Sao Paulo que comenzó el pasado 23 de Junio en San Salvador (El Salvador) y que concluirá mañana domingo. El FSP congrega a movimientos y partidos de izquierda de Latinoamérica y del Caribe, y recibe delegaciones de otros lugares del mundo, como Euskal Herria, con la presencia de delegaciones de Alternatiba y Sortu, miembros ambas de la coalición Euskal Herria Bildu.
Alternatiba ha sido invitada a participar en todas las sesiones de trabajo del foro, con lo que Markiegi está siento testigo de “interesantes debates”. Hubo unas exposiciones por parte de las y los representantes de Brasil (PT), México (PRD), Nicaragua (FSLN), Argentina, Bolivia, Cuba, Venezuela y El Salvador; con Carmen Bohórquez, Lole Iliada, Hugo Moldiz, Roberto Regalado, Patricia Rodas, Orlando Nuñez, y Norma Guevara. “La temática fue la actual coyuntura política en cada País, la ofensiva de los EE.UU. contra las izquierdas, aciertos y errores, y los retos para los próximos meses y años”.
Se produjo, según nuestro compañero, “un debate animado”, y se entró a los “problemas reales”: “Las dificultades cuando no se tiene el poder real económico, judicial, militar; las dificultades de centrarse demasiado en lo electoral y no avanzar en capacidad de movilización social, insuficiencia de transparencia, poder mediático de la derecha y del imperio”.
Markiegi seguirá participando en debates como el que abordará la «Articulación del Poder Popular, poder político,y poder electoral para enfrentar la ofensiva imperialista de estos últimos meses».
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Saludo de David Fernández a EH Bildu #AgurRégimen
Decía el Che que la solidaridad es la ternura de los pueblos, y David Fernández nos lo ha venido a recordar con el vídeo que nos ha hecho llegar y que le ha hecho estar presente en el acto de Ezkerraldea. De paso os ofrecemos los últimos vídeos que hemos elaborado.
El régimen del 78, heredero del franquismo. se ha perpetuado a través de los años gracias a los gobiernos del PP y el PSOE. Es hora de romper con el Régimen. Hagamos memoria. Que no nos blanqueen el pasado.
Beste kanpaina… #AupaMatute
Nafarroan, Bakartxoren jarraitzaileek ireki zuten bidea. Bizkaitarrek ere, gerora, Matuteren bestelako kanpaina abiatu zuten, #AupaMatute traolarekin, Oskar Matute EH Bilduren kongresurako Bizkaiko hautagaiaren irudiak jorratzen sareetan eta kalean ere jartzeko. Hona hemen egunotan ikusi eta jaso ditugun batzuk.
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Carta abierta de Oskar Matute a Pablo Iglesias
Oskar Matute, candidato de EH Bildu al congreso por Bizkaia
El 12 de enero de 2010, un viejo militante de LKI me telefoneó para anunciarme la muerte de Daniel Bensaïd. El Bensa, militante de la LCR francesa y uno de los dirigentes estudiantiles más dignos del mayo del 68, ocupaba junto a Alain Krivine los altares de nuestra mitología juvenil, la de aquellos que en los 90 nos negábamos a aceptar el discurso oficial del fin de las utopías. Tú lo sabes, Pablo, porque igual que yo fuiste parte de los movimientos altermundistas. En los muchos homenajes que recibió tras su muerte, recordábamos un revelador pasaje de su autiobiografía Una lenta impaciencia. «Nos hemos equivocado a veces, incluso a menudo, y sobre bastantes cosas. Al menos, no nos hemos equivocado ni de combate ni de enemigos».
El pasado 11 de mayo, EH Bildu hacía pública mi candidatura al Congreso. Muchos medios de comunicación insistieron en presentarme como «el candidato que vino a frenar a Podemos». Hemos sido muy claros cada vez que nos han preguntado, y el recuerdo de Bensaïd era más pertinente que nunca: no nos equivocamos de enemigo. Nuestro enemigo son aquellos que niegan los derechos fundamentales de las personas y los pueblos. Nuestro enemigo es el régimen del 78 y su monarquía bipartidista, sus tribunales especiales, sus élites empresariales, su mafia bancaria. Hace cuarenta años que PP y PSOE sostienen a turnos un sistema fracasado y en proceso de descomposición. Nuestra tarea ahora es construir un país digno al margen de aquellos que han gestionado nuestra ruina.
Parece que la frase de Bensaïd hizo fortuna en las redes sociales y muy pronto se la escuchamos a Iñigo Errejón. Vuestros seguidores comenzaron a repetirla como un mantra, un juguete nuevo que justificaba vuestro cambio de discurso. A ti, Pablo, te la escuché varias veces durante el debate a cuatro. «El PSOE no es nuestro enemigo», repetías, en una reinterpretación extraña de los principios de Podemos. «El PSOE es nuestro aliado para el cambio», repetís ahora, como si se hubiera borrado de un plumazo toda nuestra memoria reciente. Era el PSOE quien gobernaba cuando el 15-M acampó en Sol al grito de «no somos mercancía en manos de políticos y banqueros». El mismo PSOE que rescató la banca privada con nuestro dinero mientras aplaudía la eficacia de los desahucios. El PSOE que aprobó una reforma laboral que regalaba el despido a gusto de la patronal. El PSOE que aprobó una reforma de las pensiones que retrasa la jubilación a los 67 años. El PSOE que cambió junto al PP el artículo 135 de la Constitución a pedir de boca de la Troika. El PSOE que se cepilló el Estatut hinchando el pecho. El PSOE que llenó las cárceles de militantes políticos –entre ellos Arnaldo Otegi– en redadas propagandísticas que no escatimaban en celdas de incomunicación y tortura. Quienes ayer eran casta se han convertido de la noche a la mañana en honorables candidatos a repartirse ministerios con Podemos. Amigo Pablo: si nos roban la memoria, nos roban la dignidad en la rebeldía.
Pero permíteme que regrese al debate a cuatro. Allí ofreciste sacrificar el referéndum catalán para formar gobierno. A decir verdad, se generó una disputa en la que los cuatro candidatos pugnabais por demostrar qué método es más eficaz para salvaguardar la unidad de España. En un reparto de papeles entre el poli bueno y el poli malo, unos negaban el derecho a decidir por la vía de la fuerza mientras tú te atribuías el mérito de vencer al independentismo gracias a un discurso amable. Creíamos que eran otros quienes se equivocaban de enemigo. En todo caso, la defensa del derecho a decidir no puede ser una bonita declaración de intenciones sobre un papel, sino una praxis. Decidir no es una promesa, es una acción. Ocurre que allí donde la iniciativa ciudadana Gure Esku Dago nos ha abierto las urnas para decidir, Podemos se ha echado a un lado.
Amigo Pablo, recuerdo que nos encontramos en Cataluña cuando Podemos ni siquiera era todavía una posibilidad. Compartíamos mesa de debate con el gran David Fernández. Allí rechazaste la unidad de la izquierda entendida como acumulación de siglas. Rechazaste un frente común con las izquierdas vasca y catalana. Tu propuesta era aprovechar la crisis del régimen del 78 para generar un movimiento popular que no se aglutinara sobre la identidad clásica de la izquierda sino sobre la identidad de la patria. Vuestra patria es la gente, proclamáis ahora, como si las demás patrias fueran extraterrestres. «La patria es defender el Ejército», mantenéis ahora, y nos hacéis temblar de miedo a quienes dijimos mayoritariamente no a la OTAN o a quienes hemos sido insumisos al reclutamiento.
Entre 2010 y 2016, Arnaldo Otegi no dejó de alentarnos desde su celda de Logroño. «Sonreíd, porque vamos a luchar y vamos ganar» nos decía carta tras carta. El 15 de noviembre de 2014 asistí a Madrid como invitado a tu proclamación como secretario general de Podemos. «Sonreíd, porque vamos a ganar», repetiste ante una marea de cámaras y micrófonos, y aquello se convirtió en un celebrado titular y en vuestro lema de cabecera. «No nacimos para resistir, nacimos para vencer», dijo Otegi en 2009 antes de ser encarcelado por la policía del PSOE. «No nacimos para resistir, nacimos para vencer», repetís ahora una y mil veces.
El pasado 5 de marzo, miles de personas nos reunimos en el Velódromo de Anoeta para celebrar la liberación de Arnaldo Otegi. Entre otras cosas, lanzó un mensaje solidario para los sectores populares de la izquierda española. «Estamos dispuestos a colaborar para democratizar el Estado, pero cuando comprobéis que es imposible, os pedimos que nos ayudéis a poner en marcha un proceso constituyente para Euskal Herria». Desde el respeto y desde la humildad, esperamos con ansia el día en que comencéis por fin a repetir este nuevo lema.