La palabra y la decisión, es de las mujeres: Revista monográfica de EHBildu

Llega el 8 de marzo, y al hilo de esta fecha, hemos convertido la revista digital de Euskal Herria Bildu en un monográfico titulado «La palabra y la decisión es de las mujeres – Es la hora de la voluntad popular«. Entre otros contenidos, incluye una entrevista sobre economía feminista a Yolanda Jubeto y un artículo de Irantzu Varela sobre los micro machismos. Puedes leer la revista online o descargarla en PDF. Para recibir las revistas de EHBildu puedes suscribirte aquí.

Euskal Herri independetea, feminista izango da, edo ez da izango. Gora borroka feminista!

 

 

Etxarte: «Contra la violencia machista no valen respuestas parciales como las de este Ayuntamiento, son necesarias respuestas integrales»

Ante el incremento de las agresiones sexistas, la compañera de Alternatiba y concejal de EH Bildu Bilbo Ana Etxarte demanda al PNV iniciativas que doten a las mujeres, especialmente a las jóvenes, de los recursos necesarios para hacer frente a la vulnerabilidad y promuevan el empoderamiento

En el marzo del 8 de marzo y tras el repunte de agresiones sexistas padecido en Bilbo en los últimos días, el grupo municipal EH Bildu ha pedido al Ayuntamiento de Bilbo que sea coherente con su discurso a favor de la igualdad y que se comprometa realmente en la lucha contra la violencia machista.

La concejal Ana Etxarte ha denunciado que “las mujeres seguimos sufriendo violencia machista en sus diversas formas e intensidades, las agresiones sexistas son una de ellas, y estamos realmente preocupadas por la falta de iniciativas por parte del Ayuntamiento a la hora de abordarlas”.

Etxarte ha subrayado que la violencia machista no solo no está reduciéndose en Bilbao sino que va en aumento. Los datos así lo dicen: en el 2014 los delitos contra la libertad sexual aumentaron un 5,4% pasando de 74 a 78 delitos. “Y estos son los datos oficiales, aunque no los reales, puesto que las agresiones que se denuncian son una mínima parte de las que realmente se producen”.

La edil de EH Bildu ha recordado que el 2015 ha comenzado con una nueva agresión sexista a una mujer de 20 años. “Ha sucedido esta semana, la misma semana que celebraremos el 8 de marzo, Día internacional de las Mujeres”.

“Una vez más pedimos al Ayuntamiento que ponga en marcha políticas de igualdad transformadoras que promuevan la emancipación y la mejora en la posición de las mujeres a todos los niveles. Contra la violencia machista no valen respuestas simples y parciales, como las que está dando este Ayuntamiento, sino que son necesarias respuestas integrales y colectivas basadas en el empoderamiento de las mujeres”, ha afirmado Etxarte.

En el caso de las agresiones sexistas, la concejala de EH Bildu ha considerado necesarias iniciativas que doten a las mujeres, especialmente a las jóvenes, de los recursos necesarios para hacer frente a la vulnerabilidad y promuevan el empoderamiento. “Además es importante trabajar con las y los jóvenes la prevención de comportamientos sexistas y la adopción de una actitud activa y firme contra las micro-agresiones sexistas cotidianas”.

EH Bildu ha pedido al Área de Igualdad que, más allá de declaraciones con buenas intenciones, ponga en marcha una campaña para hacer frente a las agresiones sexistas desde el empoderamiento y acción feminista junto con las organizaciones feministas que llevan tiempo reclamando cauces de interlocución con el Ayuntamiento.

“Son necesarias campañas continuadas en el tiempo, no sólo para la Aste Nagusia, que tengan como objetivo dotar a las mujeres de los instrumentos necesarios para que puedan hacer frente a las agresiones sexistas. Es necesario que el Ayuntamiento abandone el discurso del miedo, paternalista y victimista, al que nos tiene acostumbradas y que utilizó en los folletos que repartió el año pasado con recomendaciones de seguridad para mujeres. Es necesario que las estrategias que se utilicen para prevenir las agresiones incluyan mensajes para las mujeres que eviten responsabilizarlas de su seguridad a través del miedo, promuevan su empoderamiento y reconozcan el derecho a una sexualidad activa, que no suponga su estigmatización o les haga responsables de tener comportamientos de riesgo”, ha apuntado Etxarte.

Por último, EH Bildu ha hecho llamamiento a acudir a la concentración convocada por la Coordinadora feminista de Bizkaia mañana a las 19 horas en la plaza del Arriaga al objeto de denunciar las últimas agresiones sexistas.

EH Bildu Bilbo

Ley de igualdad. Poco que celebrar

Diana Urrea, Lur Etxeberria y Dani Maeztu – Parlamentarias de EH Bildu 
 
El 18 de febrero del 2005 el Parlamento de Gasteiz aprobó la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres. Su décimo aniversario nos invita a analizarla sosegadamente y a valorar su resultado.

No todas las leyes tienen la misma efectividad ni se aplican con la misma determinación. Existen leyes escritas en mayúsculas que se aplican como norma general; y leyes que, por lo contrario, se convierten en mero papel mojado, como es el caso de la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres de la CAV. Aun reconociendo que ha generado algunos cambios positivos, son muchas más las normas y medidas que se han quedado en papel. Para Lakua, la Ley de Igualdad ha sido y sigue siendo una ley de tercera categoría, más parecida a una guía de consejos y buenas prácticas, que una ley que define derechos y deberes que se tienen que cumplir.

Los avances más destacados se han realizado en el interior de las instituciones, en ayuntamientos, diputaciones y Gobierno Vasco, en la medida en que sí se han desarrollado algunas medidas recogidas en la Ley. Concretamente, se han ido creando departamentos y unidades de igualdad antes casi inexistentes, con personas cada vez mejor preparadas, conórganos de coordinación y redes de colaboración, trabajando de forma planificada. Todo ello es necesario, aunque no suficiente,para empezar a trabajar con perspectiva de género, prestando especial atencióna los problemas, necesidades e intereses específicos de las mujeres y de los hombres, y desarrollar políticas específicas de igualdad.

Sin embargo, los presupuestos para igualdadsiempre demasiadoescasos, impiden poder incidir con la fuerza necesaria. Elobjetivo de la igualdad entre mujeres y hombres se considera, además, un objetivo postergable, no prioritario, más aún en tiempos de crisis. El que no sea prioritario,los limitados recursos y la escasa financiación son ingredientes perfectos para el fracaso, y las inercias se imponen sobre el cambio.

Es verdad que la Ley introduce elementos con un gran potencial, estableciendo, por ejemplo, que las políticas públicas tienen que ir acompañadas por una previa evaluación de impacto de género.Elloposibilitaría conocer la afección de cada políticaen las vidas de mujeres y hombres antes de implementarla, pudiendo introducir medidas correctoras. Una medida con un gran potencial que, sin embargo, no se está desarrollando.

Los medios de comunicación y la publicidad, siendo instrumentos poderosísimos que transmiten valores y estereotipos sexistas, también son interpelados, aunque la mayoría de los medios parecen obviarlo. Se prohíbe presentar a las personas como inferiores o superiores, o como meros objetos sexuales y se establece que los contenidos deben garantizar una presencia equilibrada y una imagen plural de ambos sexos, al margen de cánones de belleza y de estereotipos sexistas. Principios realmente interesantes que siguen siendo más un deseo que realidad, ya quelos medios y la publicidad no se sienten interpelados por la ley ni por Lakua. Lo más grave es que ni siquiera la radio televisión pública vasca, EITB, se rige por estos principios, dejando en evidencia la debilidad de la Ley.

Respecto a la participación de las mujeres en los órganos de decisión y poder, la Ley de Igualdad establece que la presencia de mujeres y hombres debe ser equitativa.Sin embargo, las mujeres siguen siendo marginadas de estos espacios, perpetuando una situación deapartheid.Enpuestos de responsabilidad política, la situaciónse acerca bastante a la paridad en los cargos más visibles (consejeros/as de Lakua y diputados/as en diputaciones). Pero la situación es enormemente desigual en viceconsejerías, secretarías y direcciones. Las mujeres alcaldes son, igualmente, una minoría. Las instituciones deberían fomentar que las direcciones de otros órganos sean paritarias, tanto en sindicatos, patronales y consejos de administración de empresas, entre otros;  ámbitos que hoy por hoy son casi coto reservado para hombres.

No es menos alarmante la poca o nula incidencia de la Ley en las condiciones de vida de las mujeres, algo fundamental para que la igualdad no sea pura ficción. Poco, nada se ha hecho desde Lakua para implicar a los hombres y a las instituciones públicas en el trabajo del cuidado de las personas, dejando que impere la inercia y el sálvese quien pueda, dejando la mochila pesada de los cuidados sobre los hombros de las mujeres. Y poco o nada se ha hecho para mejorar las condiciones laborales de las mujeres en el mercado de trabajo. Todo lo contrario. El propio Gobierno Vasco está destruyendo empleo público ocupado mayoritariamente por mujeres (en Osakidetzay Educación, p.e.). Resultado: las mujeres siguen perdiendo, siguen sufriendo un desigual reparto del trabajo, siguen siendo empleadas de segunda categoría en el mercado de trabajo y son las cuidadoras principales a tiempo completo, doblemente explotadas. Resulta paradójico que las mujeres, las principales encargadas de sostener la vida y el bienestar, no tengan derecho a disfrutarla.

La Ley de Igualdad establece normas y medidas necesarias para transitar de una situación de desigualdad entre hombres y mujeres a un escenario de mayor igualdad, para transitar de la igualdad formal a la igualdad efectiva;pero no está siendo un instrumento efectivo por falta de voluntad política. Sin embargo, más vale tarde que nunca. Durante años se ha dejado para mañana esta labor, pero mañana ha llegado, mañana es ahora.

Proponemos crear la Casa de las Mujeres en Bilbao, un espacio para fortalecer la participación social y política

La miembro de Alternatiba y edil de EHBildu en el Ayutnamiento de Bilbo, Ana Etxarte, ha subrayado que la Casa de las Mujeres será “un lugar de encuentro, reflexión y debate para el movimiento feminista, los grupos de mujeres y mujeres que a título individual muestren interés en participar”. Además, la edil propone que la Casa de las Mujeres acoja la Escuela de Empoderamiento de las mujeres de Bilbao, un instrumento para la formación y concienciación, en donde se impulsarán procesos de toma de conciencia a través de las actividades y cursos que se organicen.

El grupo municipal de EHBildu ha propuesto crear en Bilbao una Casa de las Mujeres, un espacio para fortalecer la participación social y política de las mujeres en la ciudad. La coalición soberanista propone en esta propuesta, que se debatirá el 29 de enero en el pleno ordinario, que la propia Casa de las Mujeres acoja la Escuela de Empoderamiento de las mujeres de Bilbao.

“Este proyecto deberá acordarse entre el Ayuntamiento, el movimiento feminista y los grupos de mujeres, y es imprescindible que cuente con una dotación presupuestaria propia para así garantizar su funcionamiento”, ha indicado Etxarte.

Con la creación de esta casa el Ayuntamiento de Bilbao cumplirá con una de las propuestas recogidas en el IV Plan de Emakunde y pasará a formar parte de una red de municipios que inicialmente contaba con Basauri, Getxo, Ermua y Ondarroa, a los que posteriormente se unieron Abadiño, Durango, Elorrio, Sestao, Erandio, Donostia, Arrasate, Eibar, Zarautz, Errenteria, etc.

Según Etxarte, el hecho de que numerosos municipios tengan Casas de Mujeres o Escuelas de Empoderamiento “es una prueba del éxito de este tipo de iniciativas” y Bilbao “no puede quedarse atrás”.

Leer desde la página ehbildu.eus

Diana Urrea «Apelo a esta cámara a pasar de las palabras a los hechos para erradicar de verdad la violencia machista de nuestra sociedad»

La miembro de Alternatiba y parlamentaria de EHBildu, Diana Urrea, interviene en pleno al hilo del 25 de noviembre pra exigir medidas que de verdad luchen para erradicar la violencia machista contra las mujeres de nuestra sociedad.
 
Queremos que tanto responsables políticos supuestamente contrarios a la violencia machista, nos explican cómo conjugan pronunciamientos a favor de la igualdad, mientras con sus políticas aumentan las desigualdades sociales y de género frente a las que garantizan que las mujeres puedan tener condiciones materiales que les permitan empezar a llevar unas vidas libres y menos vulnerables. Somos conscientes que la mejora de las condiciones materiales, aún suponiendo un gran avance, no acaba con la violencia machista.

Sabemos que existen mecanismos de socialización poderosos como las instituciones educativas, los medios de comunicación, la familia, las religiones y también una la ideología del amor romántico que funciona como rodillo de diferenciación y desigualdad, que empuja a las mujeres a la abnegación, fomenta que entablen o permanezcan en relaciones insatisfactorias, se sientan diferenciación y desigualdad que empuja a las mujeres a la abnegación, fomenta que entablen o permanezcan en relaciones insatisfactorias, se sientan menos si no tienen pareja u opten por la idea de que es mejor tener una aunque sea nocivo pero es mejor a no tenerla. 
 
Si realmente los responsables políticos e institucionales se comprometieran de forma real y estructural en la lucha contra la desigualdad, no se seguiría entendiendo, pese a los discursos que la violencia machista se explica principalmente por causa personales y no por causas sociales. Este enfoque integral nos obliga a abrir un debate urgente sobre cómo nombrar la violencia machista, quiénes la enfrentan, sus formas, analizar los diversos espacios en los que se manifiesten.
 
Las mujeres enfrentamos violencia machista en casa, en la calle, en el trabajo, por parte de los hombres que a veces son parejas, padres, jefes, profesores o simples compañeros de trabajo o meros desconocidos. Pero también la sufren los cuerpos que desafían con su estructura biológica y su comportamiento sexual: transexuales, lesbianas, homosexuales, el orden de las cosas. La violencia en nuestra sociedad se ejerce como sanción para quien se atreve a redefinir qué es ser hombre o qué es ser mujer y por tanto desafiar el orden que legitima la dominación masculina.
 
Cuando hablamos de violencia no nos referimos a un único tipo de violencia. Hablamos de tres tipos de violencia. La violencia directa, que es la forma más fácilmente reconocible que acarrea daños físicos y emocionales, podemos ver en las diferentes mujeres que han denunciado malos tratos o quienes han perdido la vida. La violencia estructural que se refleja en la injusticia y en la desigualdad como consecuencia de la propia estructura social. En este sentido la precariedad económica y la feminización de la pobreza, en general, se constituye como uno de los principales obstáculos para que muchas mujeres puedan salir de la situación de violencia machista que padecen, estableciéndose un claro caso de violencia estructural.
 
En Euskal Herria han disminuido el número de denuncias por violencia machista considerablemente en los últimos dos años. Y en tercer lugar la violencia simbólica o cultural, que es aquella que justifica, legitima y hace posible que existan la violencia directa y la estructural, en la medida que hace que sean interpretadas consciente o inconscientemente como justas, necesarias o inevitables. Como hemos dicho antes, la religión, el lenguaje, los medios de comunicación, la familia, etcétera. 
 
Por todo lo mencionado anteriormente, vuelvo a apelar a la responsabilidad política como institución que tenemos y os invito a apoyar esta propuesta, incluyéndola en la enmienda de transacción que hay pactada, porque supone situar a la violencia machista como lo que tenemos que hacer, situarla en primera línea de la política, como un problema de primer orden que no puede esperar. No sólo los días 25 de noviembre u 8 de marzo tienen que estar encima de la mesa. Tienen que ser parte de nuestro quehacer diario, porque supone además para los grupos parlamentarios presentes un compromiso real y firme de trabajar para erradicar la violencia machista de nuestra sociedad. Supone pasar de los hechos a las palabras en el Parlamento Vasco.
 
Además, nos da la posibilidad de profundizar en el conocimiento de esta realidad, cómo funciona, toda su dimensión y valorar lo que se está haciendo, y también nos permite conocer políticas que se están desarrollando en otros países con importantes impactos positivos en la materia. También permite poner en valor el trabajo interinstitucional que se está realizando. Proponemos, por ellos, sumar esfuerzos, sumarnos al compromiso y al trabajo. Que tenga un foco mediático. Es fundamental que tenga un tema de tal magnitud un foco mediático, algo que en este caso desde el Partido Nacionalista Vasco no lo veían como muy acertado y consideramos, al contrario, que somos conscientes de la posición privilegiada del Parlamento para proyectar y difundir todo este trabajo que se debería de hacer con las puertas abiertas, con luz y taquígrafos para que impregne todos los estamentos, para que llegue al conjunto de la sociedad, para mostrar nuestra responsabilidad política con la violencia machista, para atajarla. Fundamental además, para dar pasos en el reconocimiento del movimiento feminista de una vez por todas como sujeto político de pleno derecho.
 
En relación a la enmienda de transacción que plantean, voy a dejarla mejor para el siguiente turno. Sí que me gustaría hacer una referencia y es que el Gobierno Vasco con sus políticas está dejando unas cifras verdaderamente alucinantes que se lo manifestamos al señor Urkullu en pasadas semanas. Del total de personas que están en riesgo real de pobreza, el 82 % son mujeres. El 72 % del trabajo reproductivo y de cuidados, no remunerado ni contabilizado, pero que es indispensable para sostener la vida es realizado por mujeres, ojo, supone el 29 % del Producto Interior Bruto, el 83 % del trabajo a tiempo parcial es realizado por mujeres. La brecha salarial entre hombres y mujeres es de 7.000 euros, por no hablar del irrisorio presupuesto de Emakunde, 6 millones de euros, equivalente al precio de los uniformes de la Ertzaintza. Si verdaderamente queremos poner las políticas de igualdad en primera línea, nos parece que como mínimo tiene que contar con todos los recursos necesarios para atajar no sólo la violencia machista, sino transitar hacia una sociedad verdaderamente igualitaria. 
 
Los sectores de servicios, sectores completamente feminizados, como la sanidad, han sido los más azotados por sus políticas. Las trabajadoras del hogar, quienes viven esclavizadas, mujeres migrantes responsabilidad también del Gobierno Vasco por hacer caso omiso a las demandas de la Asociación de Trabajadoras del Hogar en relación a la inspección de trabajo. Es absolutamente contradictorio hablar de género y a su vez acometer brutales recortes que nos condenan a la miseria y a la precariedad. Ustedes con sus políticas nos están manifestando abiertamente que las
mujeres no estamos entre sus prioridades, los recortes presupuestarios recaen directamente en nosotras y nos abonan el terreno para vivir una vida precaria y esto es violencia machista, esto es la violencia estructural de la que hablábamos y sino la atajamos los hijos sanos del patriarcado seguirán acabando con nuestras vidas y seguirán matándonos. 

EH Bildu propone crear una ponencia sobre la violencia machista para dar centralidad política al problema

Siendo hoy el Día Internacional contra la Violencia Machista, EH Bildu ha propuesto que el Parlamento de Gasteiz constituya una ponencia sobre la violencia contra las mujeres para situar esa realidad en el centro del debate político como lo que es, un problema político de primer orden. La iniciativa se debatirá en el Pleno del jueves, tal y como han indicado Lur Etxeberria y Diana Urrea -parlamentaria y compañera de Alternatiba-, que han confirmado además la participación de representantes de EH Bildu en las movilizaciones convocadas por el movimiento feminista para esta tarde.

Según han explicado las parlamentarias abertzales, la ponencia permitiría realizar un diagnóstico de la realidad de la violencia machista, su dimensión, causas y consecuencias, así como analizar las políticas públicas en ese ámbito y formular y debatir propuestas para mejorar la respuesta institucional en contra de esa violencia. En la ponencia, sostiene EH Bildu, debería participar el movimiento feminista, así como personas expertas en la materia, Emakunde y otras instituciones públicas.

A juicio de Etxeberria y Urrea, las cifras hablan por sí solas y demuestran que «los ataques machistas no pueden ser abordados como si fueran actos aislados o excepcionales», ya que «en Euskal Herria hay 11 denuncias diarias y una investigación realizada en el conjunto de Europa concluye que una de cada tres mujeres sufrimos algún tipo de violencia y que más de la mitad sufrimos acoso sexual».

A la vista de los datos, EH Bildu reclama del Parlamento una respuesta que esté a la altura de la gravedad de esa realidad «para dotar a las mujeres de las herramientas necesarias para esa lucha diaria por una vida libre de violencia machista». Al respecto Etxeberria y Urrea destacan que «la violencia machista es una expresión del sistema patriarcal, su consecuencia o representación más grave; esa violencia es estructural porque en su base está el mismo orden social; es decir, todo un sistema que apoya, protege, sostiene y posibilita este tipo de violencia. Por tanto, es un medio poderoso para mantener las relaciones de poder entre hombres y mujeres».

EHBildu

La sangre caliente de mis manos

Luis Salgado – Alternatiba

Dicen los medios que nadie podía esperar un comportamiento así, que era un tío normal, que incluso hay quien afirma que iba a Misa todos los domingos. Un buen trabajador, una buena persona afirman, pero de sus manos cae aún un hilo de sangre caliente, porque la sangre vende en prime-time.

Una vez al año colocamos puntitos lilas en nuestras ventanas y dormimos con tapones de algodón en los oídos para no escuchar a los vecinos. Nos concentramos ante las instituciones y en la calle, porque las concentraciones limpian nuestra conciencia, y de nuestras manos cae aún un hilo de sangre caliente.
 
Hoy hablamos de acabar con una “lacra” que siega la vida de centenares de madres, compañeras, amigas, y mañana cuestionamos los datos y equiparamos balanzas, y desestimamos realidades, porque “ellos” también son víctimas. Curiosa balanza desequilibrada, donde las excepciones son portada y el problema una nota a pie de página. Y de las manos de los editores cae aún un hilo de sangre caliente. Porque el hombre que muerde al perro bien merece un titular.

Y mientras todo esto ocurre, miles de asesinos recorren nuestras calles, nuestros paseos, nuestros bares, impunes, mientras de sus manos cae aún un hilo de sangre caliente, y compran gafas de sol en invierno para sus amantes-esposas.

La prevención no existe, y seguimos por la senda de la superioridad de Genero. Estereotipamos comportamientos androcentristas. Reproducimos la cultura del masculino singular. Escondidos en cifras, porcentajes, desigualdades, encasillamientos, y especializaciones. La sociedad es la culpable que yo no soy así, que la quiero, pero se empeña en llevar esas faldas tan cortas, y provocan, y me seducen, y me violan, y uno no es de piedra, y de mis manos cae aún un hilo de sangre caliente.

Y cuando la amenaza deja de ser verbo, entonces victimizamos a la victima, la señalamos, la apartamos, le damos una nueva vida porque la suya la perdió por libre elección. Ellas son las culpables, culpables de si mismas y las protegemos como protegemos a los corderos de los lobos, entre alambradas, con perros guardianes. Las desarraigamos de la sociedad y las obligamos a renacer, mientras el asesino sigue yendo tranquilo de la casa al trabajo, paseo por el bar, y gritos de acera a acera. PUTA. Y lo vemos mientras de nuestras manos cae aún un hilo de sangre caliente.

Y el lobo es conocido, sabemos donde vive, pero él no tiene seguimiento, ni es señalado, ni acusado, ni sufre desarraigo, ni pierde su pasado, y sino empuña un arma y olvida la orden de alejamiento, todo quedará para él en un mal trance que olvidará mientras busca una nueva oveja. Un separado más, un divorciado con rencor. Y la ruleta girará nuevamente mientras de sus manos cae aún un hilo de sangre caliente.
 
¡Ay de nosotros, sociedad enferma! 39 denuncias acumulaba el agresor, ¿Cómo íbamos a saber que se atrevería a saltarse una orden de alejamiento? Caerá la Justicia con todo su peso sobre él, pero ella está muerta, hoy lo lamentamos tras una pancarta, bajo la lluvia para mayor teatralidad, y de la pancarta, hoy también, cae aún un hilo de sangre caliente.
 
Del blog de Luis Salgado El Mundo Imperfecto

Cinismo, condenas y funerales frente a la violencia machista

Ainhoa Beola, Amaia Agirresarobe, Arri Zulaika eta Lur Etxeberria – Grupo Feminista de EH Bildu

Desde que el feminismo nos enseñara que lo personal es político y que nombrar una realidad nos permite hacerla visible se ha conseguido que las agresiones y asesinatos de las mujeres por parte de los hombres no queden en el anonimato, no se entiendan como  crímenes pasionales, como consecuencias naturales de dinámicas de pareja insanas, o como el fruto de mentes masculinas enfermas. La lucha de las mujeres ha conseguido también interpelar a la sociedad en su conjunto sobre la gravedad de la violencia machista y sobre la cómplice inacción de muchos responsables políticos, colocando la lucha contra la violencia machista como uno de los grandes retos que las instituciones públicas tienen que resolver. Y se ha hecho, además, partiendo de la premisa, tan sencilla como revolucionaria, de que el origen de esta violencia se encuentra en las desigualdades estructurales entre mujeres y hombres.

Sin embargo, existe una evidente ausencia de voluntad política para actuar de forma consecuente con esta premisa y reconocer que, mientras no se cambie el sistema que origina las desigualdades entre mujeres y hombres, la violencia no terminará. Inmersas como estamos en una crisis sistémica, comprobamos todos los días cómo la vida de la mayor parte de la población se está precarizando y empobreciendo, especialmente la de las mujeres. En definitiva, cada vez es más difícil que las mujeres sean autónomas y, por tanto, son más vulnerables a la violencia machista.

En este contexto, queremos que tantos responsables políticos supuestamente contrarios a la violencia machista nos expliquen cómo conjugan sus pronunciamientos a favor de la igualdad mientras priman las políticas que aumentan las desigualdades sociales y de género frente a las que garantizan que las mujeres puedan tener condiciones materiales que les permitan empezar a ser libres y menos vulnerables.

Somos conscientes que la mejora de las condiciones materiales, aun suponiendo un gran avance, no acaba con la violencia machista. Sabemos que existen mecanismos de socialización poderosos como las instituciones educativas, los medios de comunicación, la familia, las religiones y, también, una cultura amorosa que funciona como un rodillo de diferenciación y desigualdad, que empuja a las mujeres a la abnegación, fomenta que entablen o permanezcan en relaciones insatisfactorias, se sientan menos si no tienen pareja u opten por la idea de que es mejor tener una, aunque sea nociva, que no tenerla.

De nuevo, queremos que nos expliquen por qué, estando en su mano, no toman medidas para incorporar en el currículum escolar y universitario materias que permitan construir las identidades de mujeres y hombres desde concepciones críticas, conscientes y corresponsables en la no reproducción de la desigualdad y la violencia contra las mujeres. Queremos que nos expliquen por qué no tenemos medios de comunicación públicos que hagan pedagogía y eduquen desde un marco cultural que nos ayude a ser mejores. Queremos que nos expliquen por qué la Iglesia católica sigue siendo un agente económico privilegiado y con capacidad de incidir en la agenda pública de manera misógina en un marco institucional que se dice laico. Y queremos que nos expliquen por qué se recortan de manera tan brutal los recursos destinados a las políticas públicas de igualdad y de lucha contra la violencia machista.

Un enfoque integral nos obliga a abrir un debate urgente sobre cómo nombrar la violencia machista, quiénes la enfrentan, sus formas y analizar los diversos espacios en los que se manifiesta. La mujeres enfrentan violencia en casa, en la calle y en su trabajo por parte de hombres que a veces son sus parejas, sus padres, sus jefes, sus profesores, sus compañeros de trabajo o meros desconocidos, pero también la sufren los cuerpos que desafían con su estructura biológica y su comportamiento sexual (transexuales, lesbianas, homosexuales) el orden de cosas. La violencia en nuestra sociedad se ejerce como sanción para quien se atreve a redefinir qué es ser hombre o mujer y por tanto, desafiar el orden que legitima la dominación masculina.

Y todo ello, a su vez, nos obliga a revisar  el modelo de atención y el enfoque desde el que  intervenir para acompañar y reparar tanto daño y tanto dolor. En la actualidad, el modelo de atención mayoritario atiende mejor la violencia de pareja o expareja, responde mejor a la emergencia, considera la denuncia menos como medio que como objetivo de intervención y los recursos están más orientados a las atención individual de ayuda a las mujeres, sin vincular la violencia que sufren con la realidad social que la genera. En definitiva, se sigue sin acompañar y reparar desde lo público a buena parte de las mujeres y cuerpos que enfrentan tanta violencia machista y, cuando se interviene es desde un modelo y un enfoque que exige ser revisado.

El gobierno del PP pretendió ganar votos regresando 35 años atrás respecto al derecho al aborto. Pretendió volver a silenciarnos, volver a hacernos sospechosas y subordinadas. Y con ello, desconectarnos de las luchas por los derechos sociales, contra los recortes, contra los privilegios de unos pocos. Hemos sido nosotras, prácticamente solas, quienes nos hemos negado a perder este derecho, las que hemos recordado el camino a las calles y hemos actualizado la certeza de que sin lucha no hay ciudadanía. En conclusión, no nos resignamos, exigimos más coraje, más honestidad y menos cinismo, retórica de condena autocomplaciente o funerales de Estado para enfrentar la violencia machista. Mientras, seguiremos en las lucha.

EHBildu

LLamamos a combatir tanto la violencia machista como la desigualdad estructural que la sustenta

Estos días se cumplirán 15 años desde que la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 25 de Noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Esta jornada recordamos a las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), mujeres militantes contra la dictadura de Trujillo en la República Dominicana que fueron encarceladas, torturadas y finalmente asesinadas el 25 de noviembre de 1960.

Hace más de medio siglo de aquello, pero todavía, millones de mujeres en todo el mundo sufren a diario diferentes clases de violencia. La física es una de esas formas de violencia, quizá la más evidente y visible, pero ni mucho menos la única. No tenemos que irnos lejos para tener testimonio de esta. Solo en el estado español, al menos 685 mujeres han sido asesinadas en los últimos diez años. Estos días hemos sabido como en la CAV, son cerca de 5.000 las mujeres que cuentan con alguna medida de protección por parte de la Ertzaintza.

Sin embargo, todas estos tipos de violencia cuentan con un mismo origen, consistente en la desigualdad estructural entre hombres y mujeres. Sin superar esa profunda desigualdad será del todo imposible construir una sociedad libre de violencia machista. Pero lo cierto es que en lugar de avanzar, observamos con preocupación graves retrocesos en esta lucha, ya que la crisis golpea más y con más dureza  a las mujeres, que sufren mayor tasa de pobreza y vuelven a ser condenadas a trabajo invisible como el de los cuidados tanto por la sociedad como por las instituciones.

Debemos, asimismo,  visibilizar, prevenir y responder de forma urgente a otras formas de violencia machista como la transfobia, lesbofobia, o la homofobia que sufren quienes transgreden las normas sociales que imponen cómo deben ser las mujeres y los hombres.

Por lo tanto, las razones sobran para, uno año más, salir a la calle y reivindicar la lucha tanto contra la violencia machista que sufren las mujeres como contra la desigualdad que la origina. Por ello, desde EH Bildu hacemos un llamamiento a toda la sociedad para que mañana, 25 de noviembre, se una a las manifestaciones convocadas por los diferentes movimientos feministas de Euskal Herria.

http://ehbildu.eus/images/Kartela_indarkeria_ehbildu%202014.jpg

Un nuevo Órgano Foral para la Igualdad vigilará que no se discrimine a las mujeres en contratos, subvenciones y políticas públicas

La Diputación de Gipuzkoa prevé crear un Órgano Foral para la Igualdad encargado de supervisar que no se discrimine a las mujeres en ningún contrato, subvención, política pública u oferta de empleo desarrollada por la Administración territorial. La creación de este órgano, de rango superior, está prevista en la nueva Norma Foral de Igualdad, una herramienta jurídica propuesta por la Diputación para avanzar hacia un nuevo modelo social más igualitario.

La directora general de Igualdad, Laura Gómez, y el diputado de Política Social y mimebro de Alternatiba, Ander Rodríguez, han dado a conocer hoy el anteproyecto de Norma Foral para la Igualdad de Mujeres y Hombres de Gipuzkoa, la primera que se presenta en el Territorio y también en la Comunidad Autónoma Vasca. El borrador inicial de esta Norma se puso a exposición pública el 15 de octubre y durante 20 días hábiles se recogerán las aportaciones y propuestas de la ciudadanía. Después, se iniciará su tramitación en Juntas Generales.

El diputado ha explicado que esta Norma Foral es una herramienta más, esta vez jurídica, para avanzar hacia un nuevo modelo social: “En el modelo social y económico que nos han construido, el cuidado de la vida de las personas está feminizado, invisibilizado, no valorado. Cuando se mercantiliza, lo hace en condiciones de mucha precariedad. Queremos un nuevo modelo social en el que el cuidado de la vida sea sostenido por el conjunto social, no sólo por las mujeres, en condiciones de dignidad”.

A través de esta Norma, se establecen mecanismos de control y supervisión sobre todas y cada una de las decisiones de esta Diputación, y se incluye la creación de Unidades de Igualdad en cada uno de los departamentos forales, con el fin de garantizar que no se tomen decisiones que perpetúen o promuevan situaciones de discriminación entre hombres y mujeres. Afecta a todos los departamentos: Desde Deportes hasta Hacienda, pasando por Política Social, Movilidad o Memoria histórica, entre otros. Y, además, verificará todo tipo de políticas públicas: la elaboración de los presupuestos generales; la concesión de subvenciones a empresas o entidades sociales; la contratación de servicios en el mercado privado; la convocatoria de ofertas públicas de empleo, etc. En palabras del diputado, “se trata de extender los tentáculos de igualdad a todos los departamentos y todas las esferas de la Diputación, pero, además, ampliar esas exigencias de no discriminación también a cualquier empresa o entidad que quiera contratar con la Administración pública o recibir algún tipo de subvención de cualquier departamento. De esta manera, incidimos en el sector público y también en el privado”.

Y para asegurar que la Diputación lleva a cabo todas estas medidas, la propia Norma Foral establece que se constituirá una comisión de seguimiento y evaluación formada en un 50% por representantes del movimiento feminista y asociativo de Gipuzkoa, que deberán, además, elaborar un informe cada cinco años.

La directora de Igualdad, por su parte, ha detallado algunas de las medidas sectoriales que incluye esta Norma, en relación con las áreas sobre las que tiene competencias la Diputación:

  • Se regula lo referido al uso no sexista del lenguaje e imágenes en la comunicación.
  • En Política Social, se articulan medidas para garantizar el cuidado de todas las personas en condiciones dignas y universales.
  • Se incorporan criterios de género a la política fiscal progresiva y la economía social
  • Destaca la obligación de eliminar el apoyo institucional a los modelos excluyentes de ocio y celebración que, amparándose o no en la tradición, entrañen cualquier tipo de discriminación.
  • En materia de memoria histórica, la Diputación deberá impulsar el reconocimiento y visibilización de las mujeres específicamente en los años de la guerra civil española y posterior dictadura franquista.
  • En Deportes, deberá garantizar una práctica deportiva realmente igualitaria entre mujeres y hombres, en términos de reconocimientos, ruptura de estereotipos, etc.
  • Se amplia, además, el concepto de violencia machista, que se entiende no sólo como la que afecta a las mujeres, sino también a aquellas personas que transgreden las normas del sistema sexo-género-heterosexualidad, véase la transfobia, homofobia o lesbofobia.

Gipuzkoa Política Social

X