Declaración de la Marcha Mundial de las Mujeres Día Internacional de las Mujeres 2012
En el Mundo, 8 de marzo de 2012
En el Mundo, 8 de marzo de 2012
La portavoz de Alternatiba, Ana Etxarte, ha valorado positivamente la suspensión del anteproyecto de ley contra la violencia machista que «a pesar del rechazo frontal que suscitaba entre el personal técnico del Gobierno Vasco y las organizaciones feministas» el Departamento de Interior venia tramitando hasta el anuncio realizado hoy por Lakua, argumentando la retirada por falta de consenso y de clima político para su aprobación.
Etxarte ha subrayado que las críticas contra la norma se derivaban de lo «innecesario» de la misma, tal y como se argumentó en las alegaciones formuladas por grupos feministas y organizaciones de mujeres, que en todo momento han priorizado el desarrollo reglamentario de la ley existente, “el anteproyecto nunca ha gozado de consenso porque solo era fruto del deseo del departamento de Ares por hacer políticamente rentables a las víctimas de la violencia machista». Para ello, “pretendía convertir la violencia contras las mujeres en un asunto de seguridad pública cuya solución pasa exclusivamente por la vía policial, desligándolo de las políticas de igualdad”.
La portavoz de Alternatiba ha recordado que la violencia machista es la “expresión más brutal, pero no la única” de la desigualdad entre hombres y mujeres, “por lo que desvincularla de la discriminación y la explotación de las mujeres supondría un grave retroceso”. Por ello, ha exigido al Gobierno Vasco “que no solo aparque sino que retire definitivamente” el anteproyecto y que, en su lugar, “dote de recursos suficientes las políticas destinadas a identificar las causas y los síntomas de la violencia machista, y al desarrollo e implementación de políticas de igualdad”.
Desde la Mesa de Feminismo de Alternatiba felicitamos a Bilgune en su décimo aniversario. Felicitamos sus años de lucha para lograr una Euskal Herria feminista; felicitamos su apuesta por entender la lucha feminista como el camino necesario hacia la construcción de un nuevo modelo de sociedad y no como la suma de reivindicaciones aisladas para la mejora de las condiciones de las mujeres. La reivindicación del movimiento feminista de que la transformación social será feminista o no será, es la que ha hecho posible entender que las dimensiones de lucha no pueden jerarquizarse y que el camino está en avanzar hacia la emancipación frente a los distintos modelos de dominación que el binomio inseparable patriarcado-capitalismo hoy nos imponen.
En definitiva, no hay revolución con patriarcado, ni equidad de género con capitalismo; no hay revolución con modelos productivistas, ni sostenibilidad ecológica sin cambiar las bases del modelo
vigente; no hay revolución con uniformidad cultural y nacional, ni construcción nacional sin internacionalismo o con clases antagónicas.
En este sentido, nos alegra mucho poder participar en este encuentro de Bilgune, y nos parece especialmente enriquecedor encontrarnos y debatir sobre ese nuevo modelo económico y social que queremos construir desde el feminismo. Creemos que en el contexto actual de crisis del sistema es imprescindible seguir profundizando en la idea de que este nuevo modelo deberá tener en cuenta la economía del cuidado como parte consustancial a la praxis económica y que desde el punto de vista social debe pasar por un nuevo contrato social entre hombres y mujeres basado en la corresponsabilidad y no en la auxiliaridad de unas en relación a los otros. Esta invitación de Bilgune nos permitirá compartir y ampliar reflexiones que refuercen el trabajo que desde la Mesa de Feminismo de Alternatiba estamos haciendo en torno al Eje de economía y trabajo.
Además, compartimos con Bilgune la necesidad de fortalecer el sujeto político feminista a través de la generación de alianzas de las mujeres feministas que desde distintos lugares entendemos que el fin del patriarcado debe estar vinculado al fin del resto de formas de dominación. Consideramos de suma importancia seguir construyendo un sujeto feminista fuerte que se articule dentro del sujeto político de izquierdas que debe ser múltiple: junto con las mujeres feministas, la clase trabajadora entendiendo esta desde parámetros de la economía feminista, el campesinado y el movimiento ecologista.
La organización de estos encuentros y la invitación amplia cursada por Bilgune a las mujeres feministas que trabajamos en distintos espacios, también en los espacios de militancia política mixta, creemos que es una puesta en práctica de la suma de fuerzas por la que apostamos. Para las mujeres feministas de Alternatiba, es también una estrategia imprescindible seguir tejiendo alianzas con las mujeres feministas y muy especialmente con las mujeres militantes en el movimiento feminista. Queremos seguir compartiendo agendas y articulando luchas comunes y es por este motivo que esperamos compartir con otras muchas mujeres feministas espacios de debate y reflexión. Nos vemos los días 2, 3 y 4 de Marzo en Leitza.
Zorionak Bilgune! Urte askotarako!
La portavoz de Alternatiba, Amaia Agirresarobe, ha denunciado las declaraciones que Ministro de Justicia Alberto Ruiz Gallardón ha realizado hoy defendiendo la reforma de la Ley del Aborto que planea el PP, tachando de “vergonzoso llamar progresista a una clara vulneración del derecho de las mujeres a decidir sobre su propio cuerpo”. Gallardón ha expresado su intención de recuperar la ley de 1985, eliminando los “tibios y escasos” avances introducidos en la anterior legislatura, como la no obligatoriedad de consentimiento materno-paterno para abortar entre los 16 y 17 años, o el establecimiento de 14 semanas para abortar libremente.
Desde Alternatiba, que ya tildó la anterior reforma del PSOE de “totalmente insuficiente”, porque no establecía medidas que garantizaran el aborto en el sistema público ni despenalizaba el aborto, se considera “insultante” que el ministro presente estas medidas como “defensa de la vida” cuando “representan otra fórmula de violencia patriarcal”.
Ante las intenciones del Gobierno de Rajoy, Agirresarobe ha reclamado un “aborto libre y gratuito, libre de las tutelas que quieren imponer a las mujeres sobre su capacidad de decidir cuándo y cómo ser madres, además de una regulación que respete los derechos de las mujeres, su sexualidad y su maternidad”.
La portavoz de la Mesa de Feminismo de Alternatiba, Amaia Agirresarobe, ha denunciado el carácter propagandístico del programa de Bilbao Kirolak denominado “Amatxus con sus carritos”, del que se hace hoy eco en sus páginas el diario El Correo y que ofrece sesiones deportivas para madres con sus bebés. Para Agirresarobe, se trata de una actividad que “disfraza de conciliación la idea de que el cuidado de menores es tarea exclusiva e intransferible de las mujeres, atándolas una vez más a la maternidad como único objetivo vital”.
Desde Alternatiba han solicitado al Ayuntamiento de Bilbao que oriente sus iniciativas institucionales a “fomentar la corresponsabilidad del cuidado, desvinculándolo de la figura de madre cuidadora y ofreciendo espacios para niños y niñas que permitan a sus personas cuidadoras atender el resto de ámbitos de su vida que coexisten, también en las mujeres, con la crianza”.
Asimismo, Agirresarobe ha denunciado la “exaltación de la maternidad como epicentro de la vida de las mujeres, que dificulta el acceso y la participación de las mismas en el espacio público, en la vida social, cultural, política, y también en actividades relacionadas con el ocio, la salud y el bienestar personal como las deportivas”.
La portavoz de Alternatiba, Ana Etxarte, se ha sumado hoy a las críticas vertidas desde el movimiento feminista y el propio personal técnico de Lakua contra el anteproyecto de ley contra la violencia machista que “el departamento de Ares se empeña en tramitar a pesar del rechazo generalizado que ha suscitado dentro y fuera del Gobierno Vasco”. Etxarte ha tildado de “innecesaria” una nueva norma y ha abogado por un desarrollo reglamentario de la ley actual, tal y como han solicitado en sus alegaciones las organizaciones de mujeres y feministas: “Se trata de una ley que no responde más que al afán protagonista de Interior que, no conforme con su papel en la atención a las víctimas de la violencia machista, ahora pretende hacerlas políticamente rentables”.
Desde Alternatiba han tachado de “lamentable error” la intención de convertir la violencia contra las mujeres en un asunto de seguridad pública cuya solución pasa exclusivamente por la vía policial. Etxarte ha recordado que la violencia machista es la “expresión más brutal, pero no la única” de la desigualdad entre hombres y mujeres, “por lo que desvincularla de la discriminación y la explotación de las mujeres supone un grave retroceso, un agravio a todas aquellas personas que han luchado durante años para situar las políticas de igualdad en el centralidad que Interior pretende usurpar”.
Etxarte ha finalizado exigiendo a la Dirección de Atención a las Víctimas de la Violencia de Género – dependiente de Interior- que retire su anteproyecto y, asimismo, ha pedido al Gobierno Vasco que dote de recursos las políticas destinadas a identificar las causas y los síntomas de la violencia machista, y al desarrollo e implementación de políticas de igualdad, “lo cual difícilmente puede fomentarse desde una actuación exclusivamente policial”.
AlternaTB entrevista a Isabel Otxoa, miembro de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bizkaia y profesora de la EHU-UPV, que nos habla de la situación, las graves carencias de derechos laborales y las dificultades de este colectivo asi como de los cambios legislativos que le afectan.
Actualizado: En Enero del 2012 acaban de entrar en vigor algunos de los cambios de los que Isabel nos hablaba. Merece la pena ver cuales han sido y que graves deficiencias tiene aún este colectivo en lo que respecta a sus derechos.
Laura Gomez > Directora de Igualdad de la Diputación de Gipuzkoa
Este artículo tiene como objetivo aproximarnos a la reflexión sobre algunos de los elementos que deben permitirnos re-conceptualizar la violencia machista contra las mujeres, con el objetivo de visibilizar otros discursos y verdades sobre ésta invisibilizadas. No es posible hacer un análisis exhaustivo de todo ello en este artículo pero sí abordar algunas cuestiones como: las condiciones estructurales que permiten la producción y reproducción de esta violencia; dejar de confundir, conscientemente, la parte por el todo. Esto es, que la expresión de algunas violencias, por graves e intensas que éstas sean, como los malos tratos, sean entendidas como toda o casi toda la violencia contra las mujeres existente; o la visibilización permanente de las mujeres como víctimas y no como sujetos activos, protagonistas de su propia vida y de su propia liberación.
Esta re-conceptualización de la violencia se convierte en prioritaria porque en este juego de “luces y sombras”, lo que queda en la sombra deja de existir y la realidad parcial iluminada se transforma en única verdad y por tanto, única realidad objeto de intervención.
Por tanto, la asunción de los desafíos que implica esta nueva perspectiva, obliga a considerar otros elementos de intervención desde las políticas públicas para erradicarla. Más adelante, nos atrevemos a apuntar algunos de éstos.
Entendemos que la construcción de otros imaginarios y narrativas sobre la violencia contra las mujeres pasa por:
Afirmar que la violencia machista contra las mujeres tiene carácter estructural, esto es, que hunde sus raíces en una organización social construida sobre la base de la opresión, explotación y dominación histórica de los hombres sobre las mujeres. Si esto es así, no podemos hablar de la violencia que sufren las mujeres en tanto víctimas de agresiones y no hablar de la estructura profundamente machista de la sociedad que es en última instancia quien genera, reproduce y tolera dichas violencias. Esto es, ¿podemos hablar del drama de la inmigración victimizando a las mujeres inmigrantes, pero no criticar unas leyes de extranjería que conscientemente niegan los derechos de ciudadanía plena y colocan a las mujeres en una situación del vulnerabilidad aun mayor?; ¿podemos hablar de la trata de mujeres, mafias, redes de proxenetas, pero no de los derechos de las trabajadoras del sexo que podrían garantizar su autonomía?; ¿podemos decir que ahora las mujeres también pueden trabajar en el mercado laboral pero no hablar de quién están ocupando esos lugares vacíos que se dejan en los hogares y de las condiciones de explotación legalizadas en el empleo doméstico?. ¿Acaso no son todas éstas condiciones estructurales óptimas para la existencia y ejercicio permanente de la violencia contra las mujeres?
Ampliar la mirada sobre sus diversas y múltiples manifestaciones y los espacios en las que esta opera. Desde esta perspectiva, la violencia contra las mujeres va más allá de los malos tratos y las agresiones sexuales en el marco de una relación de pareja o expareja (supuestos que contempla la Ley Orgánica de Violencia de género), también es violencia aquella que opera en el espacio público, el denominado “baboseo de baja intensidad” o la socialización en el miedo como elemento de control de las mujeres que naturaliza que las mujeres seamos instadas a ir “escoltadas”, preferiblemente por hombres de la misma familia, para transitar por algunos lugares a determinadas horas.
Cuestionar el imaginario transmitido y construido de las mujeres como “víctimas”, “incapaces” o “dependientes”. Un imaginario que, además, lo exige como único modo de dar credibilidad a las diversas violencias sufridas por las mujeres. Se transcribe una cita de Virginia Despentes en “Teoría King Kong” que lo explica a la perfección: “Estoy furiosa contra una sociedad que me ha educado sin enseñarme nunca a golpear a un hombre si me abre las piernas a la fuerza, mientras que esa misma sociedad me ha inculcado la idea de que la violación es un crimen horrible del que no debería reponerme”. Señala, además, “ Post-violación: la única actitud que se tolera es volver la violencia contra una misma, engordar veinte kilos, por ejemplo”. Asumir, en última instancia, que ser mujer es una condición de riesgo siempre, en casa o en la calle, no nos convierte en víctimas sin posibilidad de defensa. Es un sistema perverso aquél que pregona que es intolerable la violencia contra las mujeres pero no permite que éstas la identifiquen y menos que se defiendan frente a ella.
Un fenómeno de semejante complejidad y consecuencia de un modelo de organización social patriarcal no puede basarse, únicamente, en respuestas policiales, judiciales o asistenciales. Debe tener respuestas colectivas que faciliten el agenciamiento de las mujeres, su organización social y con ello, se posibilite un cambio real sobre las relaciones de poder entre mujeres y hombres, y por tanto, en las formas de organización social.
Desde esta perspectiva, las políticas públicas dirigidas a luchar contra la violencia machista debieran ser pensadas, diseñadas y puestas en marcha atendiendo a los siguientes elementos:
Ser lideradas desde los organismos de igualdad porque la mejor forma de luchar contra ella es hacer políticas de igualdad transformadoras que cambien el orden estructural de las cosas y por tanto, las relaciones de poder entre mujeres y hombres, en estrecha coordinación con el resto de políticas públicas -servicios sociales, educación, ordenación urbana, seguridad, etc.-
Que la lucha contra la violencia machista sea una apuesta política real de primer orden. Estamos demasiado acostumbradas a discursos de compromiso político que se transforman, finalmente, en gestión de la miseria, en coartadas electorales y en la expresión del populismo más rancio. No hay credibilidad política sin dotar a las políticas públicas de igualdad y por tanto, de lucha contra la violencia machista, de recursos económicos y humanos suficientes para ello.
Crear espacios de interlocución política con el movimiento feminista y asociativo de mujeres que permita construir instituciones más democráticas que huyan de cualquier tentación de instrumentalización política de los sujetos implicados en los cambios sociales y asuman que no lo es formular en solitario “cuáles son los problemas” y “cómo” hacerles frente. Desde esta perspectiva están obligadas a abrirse a otros discursos, a otras narraciones acerca de la violencia contra las mujeres, visibilizando que ésta no puede abordarse desde una óptica únicamente formal y legalista, y que necesita de la creatividad, el saber y la crítica de los sujetos feministas.
Diseñar y poner en marcha políticas:
De sensibilización y prevención en materia de violencia machista, que aborde la construcción socio-cultural de los géneros y su relación con la violencia contra las mujeres. En ese sentido, la lectura de género de la violencia machista debiera visibilizar otras violencias como la homofobia, la transfobia o la lesbofobia y diseñar políticas dirigidas, también, a su erradicación.
Que aborden la mejora de la atención e intervención que se presta a las mujeres, diseñando y desarrollando servicios y recursos que:
No victimicen a las mujeres, sino que permita su empoderamiento individual y colectivo, dotándolas de herramientas para identificar y hacer frente a las múltiples violencias machistas y que permitan crear otros instrumentos y espacios de protección (más allá de la denuncia, la orden de alejamiento, etc.) como las redes sociales de apoyo, las escuelas de empoderamiento, las casas de las mujeres, etc.
Flexibles y adaptables al contexto, a la diversidad de las violencias machistas y a la diversidad de las mujeres (mujeres con enfermedades mentales, diversidad funcional, migrantes, jóvenes, drogodependientes, etc.).
Descentralizados que garanticen su uso igualitario para todas las mujeres al margen del lugar en el que residan, poniendo especial atención a las mujeres de las zonas rurales.
Recogemos las palabras de Juana Aranguren (Plazandreok). Le hemos preguntado sobre el posicionamiento político e ideológico desde el cual están abordando la violencia contra las mujeres; sobre cuáles considera que son las estrategias de actuación prioritarias; y cuáles identifica como cuestiones a trabajar en un futuro inmediato. Queremos agradece la riqueza de sus respuestas y la disposición que ha mostrado ante nuestra llamada. Para llegar a entender de qué estamos hablando cuando hablamos de violencia contras las mujeres resulta imprescindible conocer las reflexiones y propuestas del movimiento feminista, de aquí y de allá, y aprender de sus diversas prácticas y experiencias.
1. Los medios de comunicación y la sociedad en general, maneja conceptos e ideas muchas veces confusas de lo que es y supone la violencia contra las mujeres. Por eso en esta primera pregunta nos gustaría conocer ¿qué entendéis como violencia contra las mujeres? ¿desde qué posicionamiento político e ideológico estáis abordando esta cuestión?
Los medios de comunicación tratan las agresiones a las mujeres de una manera que desde mi punto de vista no anima a salir de estas situaciones a las mujeres que reciben la información ni disuade a los agresores.
Tampoco hablan de las causas de la violencia, nunca la vinculan a la discriminación de las mujeres ni a la lucha por la igualdad entre los sexos.
En el caso de los asesinatos de mujeres nunca nos hablan de las víctimas, sólo las enumeran, otra más para el recuento anual. Se desprende de la información que suelen dar, que el agresor era un hombre de lo más normal incluso agradable y que nadie en el vecindario se explica su acción, por lo que habría que “pensar en una arrebato” o quizá “en una provocación de la víctima”.
Para nosotras o para mí (me da igual hablar como Juana Aranguren o como Plazandreok), la violencia es la expresión más brutal de la desigualdad entre mujeres y hombres, y una herramienta fundamental para mantener una sociedad patriarcal basada en la supremacía de los hombres sobre las mujeres.
2. Siguiendo con la estrategias puestas en marcha para enfrentar la violencia contra las mujeres, ¿cuáles identificáis como prioritarias desde vuestro ámbito de actuación?
Además de ser necesario el desarrollo de las actuales leyes, tanto de violencia como de igualdad, que están muy lejos de completar su aplicación, sería necesario una mayor voluntad política por impulsar las políticas de igualdad y los organismos de igualdad.
Justo lo contrario de la actual tendencia: eliminación del Ministerio de Igualdad en el Estado y ninguneo de Emakunde en nuestra Comunidad.
Eso en el terreno institucional, por otro lado sería importante que el Movimiento Feminista retomara el protagonismo en la lucha contra la violencia, protagonismo que ha perdido en parte, al ser asumido por las instituciones parte del discurso e implementadas muchas medidas reclamadas por el MF.
3. Y por último, sobre los retos y lo que demandáis a partidos políticos y otras organizaciones sociales, ¿cuáles creéis que son las cuestiones más prioritarias a trabajar en este próximo año?
Como cuestiones prioritarias creo que habría que amparar más a las víctimas para que pudieran dar el paso de denunciar, no sólo animarles a denunciar, convirtiendo la denuncia en un objetivo, en vez de considerarlo un primer paso, que es lo que es, realmente.
Y amparar a las víctimas no es ponerles escoltas, aunque esto puede ser necesario en algún caso, sino acompañarles a lo largo del proceso, cubrir sus necesidades de todo tipo, para lo que tiene que cambiar el concepto de piso de acogida-garage por casas de acogida donde puedan llevar a cabo el trabajo necesario para poder salir de su situación, con otras mujeres que hayan salido de esas situaciones, con feministas que les hablen de las causas etc.
Además se tendrían que impulsar e implementar las políticas contra la discriminación.
Que todas las políticas incorporen esa lucha contra la discriminación (la llamada perspectiva de género), lo que está muy lejos de la voluntad de nuestra clase política.
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