¡Malditos viejos! Sois un riesgo para la economía

Josu Perea – Miembro de Babestu y compañero de Alternatiba

Para el sistema, ser viejo es una carga. Una vez que ya no eres productivo, te conviertes en un estorbo, en un problema para el sistema porque cuestas dinero. Para el sistema, los ancianos apenas son números y una mercancía, son «cosas». Ellos, nuestros mayores, han pasado a ser desamparados y desarrapados. Como decía Robert Castel, «no están conectados a los circuitos de intercambio productivos, han perdido el tren de la modernización y se han quedado en el andén con muy poco equipaje» son en definitiva, normales inútiles, o lo que es lo mismo, inútiles para el mundo.

Decía Taro Aso, Ministro de Finanzas de Japón, de 76 años. Católico de profesión, además de ser un empresario millonario y  Diputado en el parlamento nipón desde el año 1979 «Veo a gente de 67 años o 68 constantemente ir al médico. ¿Por qué tengo que pagar por las personas que sólo comen y beben y no hacen ningún esfuerzo?» Claro que el sistema se preocupa por los mayores, tan claro que la propia  Christine Lagarde (directora del FMI) hizo unas declaraciones en el año 2014 que incendiaron las redes sociales, «Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global», añadiendo «Hay que hacer algo ya» y vaya que lo están haciendo.

El monarca más joven de Europa dice que la gente debe responsabilizarse de su propio futuro y crear sus propias redes sociales y financieras de protección. El rey Guillermo Alejandro comunicó al pueblo holandés un mensaje procedente del Gobierno en un discurso televisado a la nación donde decía “el Estado del bienestar del siglo XX ha llegado a su fin y en su lugar está emergiendo una «sociedad participativa» en la que la gente debe responsabilizarse de su propio futuro y debe crear sus propias redes sociales y financieras de protección, con menor ayuda del gobierno nacional”

El neoliberalismo imperante, la crisis económica y la globalización, han posibilitado el progresivo desmantelamiento del Estado de Bienestar, y han puesto en cuestión todos los paradigmas que han formado parte del período que nos ha precedido, sumiéndonos en una gran crisis civilizatoria. Las políticas sociales están condicionadas por los posicionamientos políticos e ideológicos, venidos de la mano de los marcos normativos, que pretenden situarnos en un presunto escenario de competitividad y crecimiento, a través de la implementación de reformas estructurales, que dejan en la marginalidad los objetivos sociales. El pretexto de aplicar esas medidas para la recuperación y el crecimiento económico, no es más que un señuelo perverso, que pretende, en su versión más realista, una revisión del modelo social y una reintroducción del mercado, como sujeto único de la política económica.

Las transformaciones que en los últimos años se han ido materializando, han supuesto un ataque frontal al núcleo del Estado social y lo han llevado a la aniquilación como forma de Estado. La integración europea, ha supuesto, como indica Gonzalo Maestro,  ir introduciendo normativas que dan clara prevalencia al mercado frente al modelo  del Estado social: desde el Tratado de Lisboa al Tratado de Maastricht, directiva tras directiva van introduciendo, a través de mecanismos técnicos, normas y reglamentos que vacían de contenido los fundamentos del Estado social.

Los sistemas de protección social en los países de la UE son un obstáculo, desde el punto de vista de las élites económicas, que pretenden la búsqueda de una posición hegemónica y competitiva dentro de la economía global. Sostenimiento del déficit presupuestario, contención de la deuda pública, control del gasto, y otras tantas medidas como la derogación en 2011 del artículo 135 de la constitución, (que establece, sin rubor alguno, que el pago de la deuda pública fuese lo primero a pagar frente a cualquier otro gasto del Estado en los presupuestos generales), son los que marcan la agenda de los estados y los que van arrinconando, cada vez más, los sistemas de protección social que a duras penas sobreviven después de más de 30 años de políticas neoliberales.

El mercado y la mercantilización de la política y la vida social, han penetrado y han ido colonizando gran parte de las cultura populares hasta el punto de modificar valores consolidados hasta hace poco en la sociedad. La racionalidad y la eficacia mercantil, se imponen en todos los ámbitos de la vida social, y en ese marco,  la economía y el mercado tienen una gran ventaja. Es la racionalidad, en su concepción más weberiana, la que nos arrastra hacia la más absoluta irracionalidad, achicando cada vez más los espacios para la moral y para la justicia social.

Hoy vivimos un proceso progresivo de desintegración social. Jamás ha existido una sociedad humana en la que haya tantas personas solas y sufriendo soledad como está ocurriendo en la sociedad  actual. El capitalismo quiere individuos compitiendo salvajemente entre sí y con vínculos sociales débiles o incluso inexistentes.

El sistema desarrollado en el marco del Estado de Bienestar garantizaba las necesidades materiales de las personas mayores, mediante el sistema de pensiones y la cobertura sanitaria y asistencial. Pero en momento alguno supuso una solución al problema del aislamiento y de la soledad, que fueron en aumento conforme se desintegraban los vínculos sociales familiares y comunitarios. Nos acostumbramos a «aparcar» y a veces a «esconder» a nuestros viejos, convertidos en una incomodidad que nos impedía disfrutar de la vida que el capitalismo consumista nos ofrecía; la solución fueron las residencias para personas mayores, un suculento negocio revestido de una aureola de encanto. Lo cierto es que, hasta cierto punto, resultó algo inevitable, debido a la forma de vida que acompaña al capitalismo avanzado.

La defensa intransigente por parte de la ciudadanía de la sanidad y del cuidado y la atención de nuestros mayores (considerados paradigmáticos dentro de los programas universales), nos muestra hasta qué punto están legitimados, y como a pesar del individualismo creciente, nadie se cuestiona su desmantelamiento y sostenibilidad como baluartes del sistema de bienestar público, a pesar de la batalla ideológica que determinados poderes económicos y políticos están librando para cuestionar su sostenibilidad económica, y para poner en cuestión la viabilidad del sistema.

El modelo de sociedad que pretendemos, habrá que reinventarla cuantas veces sea necesario y tiene que responder a las necesidades que mayoritariamente demanda la sociedad. El largo conflicto que se está dando en las residencias de Bizkaia no escapa de esta coyuntura social y política que atraviesa Europa de Este a Oeste y de Norte a Sur. Los recortes son el pretexto perfecto para implementar esa tiranía económica y social que viene de la mano de eso que eufemísticamente denominan «libre mercado».

La sociedad no debe permitir que se especule con las vidas de los mayores ni con su dignidad  y por tanto se debe exigir que ni un solo euro de dinero público asignado a una residencia o a un residente se desvíe a la cuenta de resultados de los especuladores. Entre todos tenemos que contribuir para que los ancianos no sean moneda de cambio, mercancía para los negocios.

Estamos viendo cómo las empresas funcionan como  máquinas indispensables para la precarización del trabajo, sumidas, como están, en el antagonismo de la lucha entre capital y trabajo, es decir, entre el empresario y el trabajador, fracasando estrepitosamente en su función integradora.

Tampoco nos puede resultar ajeno el hecho de que el 90% de las trabajadoras del sector son mujeres, en una sociedad donde la precariedad tiene rostro de mujer y esta se presenta casi siempre en forma de desventaja social. La feminización de la pobreza está arraigada en todas las sociedades, sean estas tradicionales o formen parte de los países que estén instaladas en el corazón de las sociedades más ricas y avanzadas, como es la nuestra. Una de las razones que propician la discriminación se encuentra en el mayor número de mujeres que están empleadas en sectores y ramas cuyas condiciones salariales y económicas son menores, como es el caso que nos ocupa. Las auxiliares de geriatría, las gerocultoras, son vistas como las «lavaculos» de las residencias, un estigma que es muy potente que influye en lo moral y en lo psicológico. Ellas sienten que están en el escalón más bajo de la cadena; de una cadena en las que ellas tienen un papel fundamental.

Este escenario  obliga a la sociedad, nos obliga a todos, a asumir la responsabilidad de implicarnos de forma activa y continuada en la defensa de nuestros  mayores, que dicen que no quieren ser viejos, que quieren ser personas y que en demasiadas  ocasiones son utilizados como arietes para la consecución de objetivos de dudosa legitimidad. En la situación actual, defender a nuestros mayores significa exigir la implicación de las instituciones y de la Diputación Foral de Bizkaia en particular, que asuma la responsabilidad que le corresponde en este conflicto, habida cuenta que la gran mayoría de las plazas de las residencias son asignadas por la Diputación, a través de los pliegos de concertación.  

«El civismo lo conforma, no lo gasta una ciudadanía vigorosa. Lo usa o lo pierde» dice Rousseau, y continúa «tan pronto como el servicio público deje de ser el anuncio principal de los ciudadanos, y éstos se valen de su dinero en vez de sus personas, el Estado inicia su declive».

Decía Michael J. Sandel en La justicia y la vida buena «una política basada en el compromiso moral no solo es un ideal que entusiasma más que una política de la elusión. Es también un fundamento más prometedor de una sociedad justa.»

El mercado se ha constituido como sujeto social y político, acaparando en nombre de la competitividad, rentabilidad y racionalidad los espacios que corresponden a las acciones públicas –a la política– que debieran ser los garantes de la tutela, el estímulo y la legitimación social. Decía Bauman que «las lógicas del mercado y la cohesión social son incompatibles. La normativa “moral” ha de prevalecer sobre la racionalidad, no podemos situar en primer orden la eficacia porque quedaría relegada y marginada la moral, la ética, la justicia, en definitiva la cohesión social». Los resultados y las consecuencias de la aplicación sistemática del neoliberalismo económico o fundamentalismo de mercado, están a la vista, y así nos va.

Publicado en NAIZ

Apostamos un año más por una campaña a favor de juguetes no bélicos y no sexistas

Los juegos son herramientas naturales en el crecimiento y educación de los niños y niñas. Se socializan y aprenden a convivir, y se va forjando su carácter a través de los juegos. Para jugar se utilizan juguetes, y estos son imprescindibles para el desarrollo del carácter. Jugando con los juguetes, empiezan a crear su propia identidad, a desarrollar la percepción para con el resto, las formas de relación y trabajando su socialización.

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Por ello la elección de los juguetes es muy importante, y tenemos que tener en cuenta el interés de los niños y niñas, las influencias externas y nuestros deseos. No existen juegos buenos y malos, la utilización de los mismos es los que marca sin buenos o malos. No hay juegos para niños o niñas, acaso, ofrecemos algunos juguetes a los niños y otros a las niñas; y en estos casos potenciamos los roles adjudicados a los géneros.

Por ello, superando los estereotipos y roles, tenemos que criar y educar a los niños y niñas, en valores de igualdad, libertad y solidaridad, y EH Bildu propone que estos criterios se impongan a la hora de regalar juguetes.

Propondremos una reflexión en los pueblos, queremos, también con nuestros niños, impulsar y promover otros modelos de consumo, y para ello es imprescindible un trabajo y colaboración entre los diferentes agentes, asociaciones de padres, colegios, asociaciones de comerciantes, grupos de tiempo libre y otros colectivos, con el objetivo de lograr un diagnostico común.

EH Bildu

Vídeos de la charla ‘Trabajo invisible en lucha. Erresidentziak borrokan’ al hilo del 8º aniversario de Alternatiba

Vídeos de las cuatro intervenciones de las ponentes de la charla ‘Trabajo invisible en lucha. Erresidentziak borrokan’ el pasado 22 de noviembre en Bilbo, dentro del ciclo de charlas organizado por Alternatiba al hilo de su 8º aniversario.

Dentro de este primer coloquio tratamos el conflicto de residencias para analizar la precaria realidad del trabajo de cuidados, feminizado y permanentemente invisibilizado, que vuelve a salir a la luz pública a través de la huelga de las trabajadoras de residencias y centros de día de Bizkaia.

A continuación la ponencia de María del Río, exdirectora de Política Social de Gipuzkoa en el gobierno de Bildu, que aporta dentro del marco de conflicto el punto de vista desde una institución pública que se posicionó a favor de las trabajadoras de residencias haciendo frente a la patronal gipuzkoana. Del Río habla sobre la capacidad de incisión y el nivel de responsabilidad de la Diputación en situacines de concesiones públicas a empresas privadas. 

Intervención de Blanca Mardones, trabajadora de residencias y representante de ELA que nos aporta el punto de vista más convativo desde su militancia en la lucha sindical, al mismo tiempo que aporta una visión más humana desde su esperiencia como gerocultura. 

Turno de palabra de Inma Prego, trabajadora de residencias y representante de ELA, que como su compañera de lucha Mardones, nos habla de la dura y frágil situación del colectivo que conforman las trabajadoras de residencias, pero también aporta las vivencias de las personas usuarias, las últimas víctimas de la codicia de los empresarios. 

Por último, la intervención de Josu Perea, miembro de la recientemente fundada BABESTU (Asociación de Familiares de Usuarios/as de Residencias de Bizkaia), que en un intento que abrir un nuevo frente de la Diputación, apoya la lucha de las trabajadoras para a través de una mejora de la condiciones laborales, asegurar unas condiciones dignas de cuidados para sus familiares.

25N, parad la guerra contra nosotras

La violencia contra las mujeres se ha convertido en natural. Asumimos como normal un sistema que nos asesina, nos viola, nos agrede, nos paga menos por igual trabajo y nos impone la esclavitud doméstica. Consideramos que vivimos “en paz”, porque los hombres no se matan entre ellos, pero hemos asumido como parte de esa paz el hecho de que nos opriman, nos acosen, violen nuestra libertad sexual y nos asesinen de manera sistemática.

La violencia contra las mujeres se ha convertido en natural. Asumimos como normal un sistema que nos asesina, nos viola, nos agrede, nos paga menos por igual trabajo y nos impone la esclavitud doméstica. Consideramos que vivimos “en paz”, porque los hombres no se matan entre ellos, pero hemos asumido como parte de esa paz el hecho de que nos opriman, nos acosen, violen nuestra libertad sexual y nos asesinen de manera sistemática.

El 25 de noviembre es el día para visibilizar la lucha feminista de todos los días, contra un sistema que ejerce la violencia contra nosotras porque nos quiere sumisas y obedientes, porque nos necesita cuidadoras y sirvientas.

Vamos a acabar con la opresión y la violencia patriarcal, porque si tocan a una, respondemos todas.

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Lo que no es sí, es no

Diana Urrea, Ainhoa Beola, Oihana Etxebarrieta

La primera razón de muerte entre mujeres de 15 a 44 años en el mundo es por la violencia machista, y en el Estado cada 7 horas violan a una mujer.

Una manada de depredadores sexuales se jacta en las redes sociales de estar violando a una joven. Y pese al ayuntamiento que sale junto con la ciudadanía a expresar su repulsa ante la agresión y el apoyo hacia la joven agredida, hay quien defiende la inocencia de unos muchachos supuestamente ejemplares.

Futbolistas graban y difunden ante su negativa, el encuentro sexual mantenido con una mujer, y la muchedumbre no deja de reproducir el vídeo de la infamia. Y hasta un futbolista con condena firme por maltrato es vitoreado mientras insultan a las mujeres que denuncian dicha situación. Mientras ellas reclaman terminar con los espacios de impunidad.

Diariamente decenas de mujeres sufren agresiones verbales y tocamientos no deseados; pero hay quien lo interpreta como piropos galantes, nada más lejos de las denuncias sobre microagresiones diarias.

El joven que revisa el móvil de su pareja, le pide amablemente que no salga tanto con sus amigas y le exige menos amablemente decoro en el vestir, dice que es porque la quiere sólo para él. Frente a quienes ven que eso de amor y querencia tiene poco y mucho de control y posesión.

Profesoras son insultadas, desprovistas de autoridad y hasta golpeadas en las clases; y las niñas son sacadas de los patios y las canchas hacia los márgenes de los bancos, mientras algunos centros tienden a restar importancia a estos hechos, «cosas de niños» según dicen, desamparando a las profesoras agredidas y a las niñas excluídas y promoviendo espacios de impunidad en esos lugares que debieran de ser seguros y formar ciudadanías equitativas.

Una joven les cuenta a sus amigas que tuvo sexo consentido con un chico pero que nunca quiso que la penetrara, por lo que duda si ha sido agredida y decide no denunciar, no vaya a acusarla de provocadora su entorno y el juez de turno. Y así una nueva agresión quedará silenciada, otra joven será doblemente agredida.

La mujer migrante dice que no quiere hacerle masajito feliz al señor que cuida, como le exige que haga quien la contrata. Y no sabe dónde denunciar semejante violencia laboral.

Hay quien se extraña al no ver una sola mujer en los consejos de administración de grandes empresas, entidades financieras y federación de empresarios, sin pensar que la responsabilidad de los cuidados recae en las mujeres, el trabajo precarizado tiene nombre de mujer, y el famoso techo de cristal sigue intacto, puesto que la división sexual del trabajo apenas ha variado.

Hasta en la prensa escrita cuesta encontrar una noticia o foto donde salga una mujer, y ya lo de las tertulias de opinión es como la flor en el desierto, apenas hay mujeres creando opinión. Y la rueda sigue generando valor simbólico en el colectivo social, quién está dónde y en qué posición.

Y mientras, las mujeres asesinadas se acumulan sin que sus nombres consten en el listado de víctimas a recordar, homenajear y reparar, resultado de valoraciones de riesgo fallidos, situaciones no detectadas por el entorno ni por la administración pública, u órdenes de alejamiento que se rompieron. Pero nadie dimite ni es cesado de su cargo.

Y con este panorama hay quien pregunta qué pasa y qué debe de hacer para solucionar este problema, como lo preguntó en su día el acalde de Bilbao señor Aburto. La respuesta es fácil:

Activen las medidas correctoras y hagan cumplir la ley 4/2005 de Igualdad junto al movimiento feminista y de mujeres, dotándola de recursos normativos, técnicos y económicos para su total desarrollo.

Eliminen la labor meramente hacedora de recomendaciones e informes que nunca llegan a ejecutarse de Emakunde y creen una Consejería de Feminismo en presidencia.

Elaboren una Ley Integral de obligado cumplimiento contra la violencia machista, dotada de recursos técnicos y económicos suficientes, creando además un Observatorio de la Violencia Machista.

Desarrollen el Servicio Público de Cuidados.

Definan un Plan Integral de Coeducación junto con las instituciones y agentes implicados, creando un protocolo de prevención, concienciación y formación en contra de la violencia sexista. E integren en el currículum la diversidad sexual y familiar, generando material pedagógico y didáctico.

Revisen los protocolos de las policías autonómicas y municipales, porque hace tiempo quedaron obsoletas. Doten de recursos los juzgados de violencia. Y sobre todo, formen a todo el personal administrativo, desde Osakidetza a Interior.

Y por supuesto, elimine de las propuestas presupuestarias las reducciones generalizadas que pretende ejecutar en las áreas de igualdad, dotándolas de personal y presupuesto suficiente para gestionar una políticas transversales y de cambio real.

Y todo esto, no lo olviden, háganlo en colaboración con el movimiento feminista y asociativo de mujeres.

Porque ya no sirve estar a las 12 en la concentración y aplicar recortes presupuestarios a las 6 de la tarde.

Porque no es no, también para las administraciones públicas.

Publicado en NAIZ

Alternatiba aborda la precariedad del sector de cuidados desde la huelga de las residencias de Bizkaia

Alternatiba organiza una charla abierta el próximo martes, 22 de noviembre, a las 18:30 en su sede de Bilbao (Plaza de la Casilla 6, bajo) para analizar la precaria realidad del trabajo de cuidados, feminizado y permanentemente invisibilizado, que vuelve a salir a la luz pública a través de la huelga de las trabajadoras de residencias y centros de día de Bizkaia.

Con la certeza de que es necesario poner en relevancia todo lo que hay detrás de este conflicto, que trasciende lo laboral, la conferencia con el título “Trabajo invisible en lucha, residencias en huelga”, abordará esta huelga desde tres puntos de vista: Las trabajadoras de residencias en huelga y sus condiciones laborales; la situación y la dignidad de las personas usuarias y, finalmente, el papel de las administraciones públicas en un servicio que debería ser público para garantizar la calidad de los cuidados y, por tanto, la dignidad de las trabajadoras que proporcionan los mismos.

El primero de los prismas lo ofrecerán dos trabajadoras del sector, delegadas del sindicato ELA que representa a la mayoría de plantilla y que secunda la huelga. Explicarán en qué condiciones precarias se ven obligadas a trabajar y cuáles son sus reivindicaciones. El segundo, el enfoque de las personas usuarias, correrá a cargo de Josu Perea, del colectivo de familiares de usuarios y usuarias de residencias y centros de día, grupo en proceso de constitución formal.

Finalmente, intervendrá María Del Río, exdirectora de planificación del departamento de Política Social de Gipuzkoa y miembro de la Coordinadora Nacional de Alternatiba. Expondrá la capacidad de una institución pública para defender los derechos de las trabajadoras y las usuarias de un servicio, a pesar de tratarse de servicios subcontratados o privatizados. Se recordará cómo durante 2013, el gobierno de Bildu en Gipuzkoa se posicionó con las trabajadoras en una huelga similar del mismo sector, en contraposición con el actual gobierno del PNV en Bizkaia que declina toda responsabilidad en el conflicto.

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Un país compartido y feminista

Diana Urrea, Jone Goirizelaia y Leire Pinedo

Nos quieren desgajadas, nos quieren individualistas, nos quieren alienadas, pero nosotras nos reconocemos en los rostros y en las manos de las otras; de las migrantes, de las baserritarras, de las obreras, de las trabajadoras del hogar, de las mujeres que se desloman cuidando, de las de allí y de las de aquí, las trabajadoras de esta Bizkaia diversa y plural, que producen y reproducen la vida, la mayoría de las veces de manera gratuita.

«¡Trabajo nos sobra, queremos empleo!» es un lema que resume perfectamente nuestra frustración, agravada aún más al saber que en muchos empleos remunerados las mujeres cobran porcentajes sensiblemente inferiores a los de los hombres.

Nos quieren serviles, acríticas, satisfechas con los cambios que se han producido en las últimas décadas. Una de las labores del feminismo es precisamente hacer conscientes a las mujeres de esta situación de subalternidad, desmontando la falacia de la supuesta igualdad legal ya conseguida.

Se ha convertido en costumbre que todos los 8 de Marzo y los 25 de noviembre los ayuntamientos aprueben mociones a favor de la igualdad entre hombres y mujeres y que se produzcan declaraciones institucionales en contra de la violencia machista tan políticamente correctas como inoperantes.

Es cierto que nos hemos ido dotando de múltiples recursos para luchar contra dicha violencia; legislaciones específicas, distintos programas de sensibilización y prevención (Beldur Barik, etc.), pudiendo parecer que verdaderamente son las instituciones quienes asumen la responsabilidad de luchar contra esta violencia que no cesa. Sin embargo, tras años de supuestos avances, vemos exactamente lo contrario: que la situación no mejora, la violencia no ha disminuido, los recursos no son suficientes, las legislaciones no parecen adaptarse a la realidad y rara vez responden a los problemas de las mujeres, incluso pueden generar en ocasiones mayor vulnerabilidad y más problemas en ellas. La tolerancia social a la violencia machista nos asusta, sobre todo si analizamos los comportamientos de nuestros y nuestras jóvenes.

Es el movimiento feminista quien abandera la pelea por el derecho a una vida libre de violencia, física o psicológica, real o simbólica; quien nos dota de instrumentos para identificar y así poder luchar contra la objetualización de las mujeres y de sus cuerpos, quien lucha por la dignificación y la visibilidad de las mujeres tanto en el presente como a lo largo de la historia, detectando los innumerables vacíos existentes en cuanto a referentes culturales y simbólicos; actividades deportivas, museos, libros de texto, programas de radio y tv, etc.

Porque el feminismo es el único paradigma ideológico que ofrece herramientas políticas para terminar con la violencia, la discriminación, la opresión y la invisibilidad que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo.

Algunas de las mujeres que vamos en las listas de EH Bildu para las elecciones del 25 de septiembre somos militantes (o activistas) feministas, es decir, pertenecemos a organizaciones feministas; otras hacen feminismo desde diversos movimientos sociales, pero todas nos consideramos feministas. Y queremos resaltarlo porque por desgracia, todavía hoy, no resulta tan fácil para algunas mujeres reconocerse en público como feministas. Por eso, ante estas elecciones autonómicas, en EH Bildu reiteramos nuestra apuesta y nuestro compromiso a favor de la creación de un Estado vasco feminista; es decir, un Estado que garantice los mismos derechos, los mismos deberes y las mismas oportunidades a todas las personas sin distinción de género.

Seguiremos trabajando, en la calle y en las instituciones, para convertir la rabia y la indignación en propuestas que garanticen un cambio verdadero que nos lleve a un escenario donde sea inconcebible el maltrato, la desigualdad y la violencia que a día de hoy padecemos las mujeres.

Queremos remarcar una cita especial en el calendario y hacer un llamamiento para que las mujeres de Bizkaia y de Euskal Herria nos acompañen en la misma: mañana, 11 de septiembre, tres mujeres de EH Bildu que encabezan las listas de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa se subirán al escenario para convertirse en nuestra voz. Os esperamos en Durango, en el mitin nacional de EH Bildu, junto a Maddalen, Miren, Jasone y otras muchas mujeres soberanistas de izquierdas que queremos seguir abriendo camino, porque hemos adquirido el compromiso de poner voz a esa realidad silenciada, que asoma, pero que no es sino la punta del iceberg de una sociedad asentada en el patriarcado.

El camino será largo, sin duda, pero nos impulsa una idea clara, no existirá democracia posible que deje fuera a la mitad de la población.

* También firman este artículo Arri Zulaika, Iratxe Arriola, Anabel Sanz, Natalia Gardeazabal, Iratxe Urizar, Arantza Fernandez de Garaialde, Liz Quintana, Itsaso Bengoetxea, Laura Mintegi, Carmen Galdeano y Anparo Ereñaga.

Publicado en Naiz

Fatuarte: «Es lamentable la ausencia del alcalde en dos de las principales concentraciones en repudia de la violencia machista»

Comparecencia de nuestra compañera de Alternatiba y concejala de EH Bildu Bilbo Alba Fatuarte sobre la Aste Nagusia. Ha señalado que “la masiva participación de la ciudadanía en Aste Nagusia responde a un modelo festivo exitoso que, tras cuatro décadas, sigue más vivo que nunca. A pesar de todo, aún hay áreas que mejorar”

EH Bildu valora positivamente esta Aste Nagusia. “Está claro que este modelo, cuyos ejes son la participación popular y la gratuidad, es exitoso y referencial. Por lo tanto, no podemos más que alegrarnos por ello”, ha subrayado la concejal Alba Fatuarte.

Un año más debemos felicitar a Bilboko Konpartsak por su carácter de potente motor de las fiestas y porque son las comparsas las que hacen de Aste Nagusia una fiesta única en el mundo. De este modo, se pone en evidencia el acierto el modelo de comisión mixta de fiesta, donde el Ayuntamiento apuesta por una Aste Nagusia en colaboración con Bilboko Konpartsak.

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Sin embargo, no todo ha sido positivo:

  • Las agresiones machistas han vuelto a estar presentes. También la respuesta, y por ello queremos felicitar a la ciudadanía y a Bilboko Konpartsak por sus respuestas inmediatas y, en particular, al movimiento feminista de Bilbao por su capacidad para visibilizar, desde el primer día, la importancia de la autodefensa feminista ante cualquier tipo de agresión, organizando brigadas de mujeres, manifestaciones y realizando un parón de una hora la noche del viernes como respuesta a las agresiones machistas. Porque las fiestas no son excepción al machismo estructural instalado en la sociedad que, al igual que el resto del año, nos muestra la cara más cruel, en forma de agresiones, de las múltiples expresiones de violencia que sufren las mujeres día tras día. No obstante, EH Bildu considera lamentable la ausencia del alcalde de la villa en dos de las tres principales concentraciones en repudia de la violencia machista convocadas conforme al Protocolo ante agresiones acordado en la comisión mixta de fiestas. “El señor Aburto, debería explicar a la ciudadanía bilbaína por qué prefería la compañía de Juan Carlos de Borbón en la plaza de toros, a la de las cientos de personas que se concentraban en la plaza del Arriaga a la misma hora en defensa del derecho de la mitad de la población de Bilbao, las mujeres, a disfrutar de sus fiestas en pie de igualdad y libres de agresiones”, ha dicho Fatuarte. Recordar, asimismo, que más allá de una rápida respuesta, este Ayuntamiento, como el resto de instituciones, debe de hacer una apuesta seria por las políticas de igualdad que permitan transformar la desigualdad imperante, para así no limitarse a lamentar sus consecuencias. Así, los próximos presupuestos, brindarán una oportunidad de oro para demostrar con hechos el compromiso que el equipo de gobierno dice tener con las mujeres de Bilbao.
  • El Ayuntamiento sigue impulsando la celebración de corridas de toros en infraestructuras públicas municipales. A pesar de la creciente demanda social, un año más Aste Nagusia ha contado con 9 corridas de toros, impulsadas, apoyadas y subvencionadas de forma indirecta con dinero público en forma de compra de entradas desde el Ayuntamiento (40.000 euros en entradas para los y las concejales de PNV, PSOE y PP y asociaciones de personas jubiladas). Juan Mari Aburto sigue escondiendo la cabeza ante una demanda cada vez mayor de que se acabe con ese espectáculo degradante y ante una realidad que ya no se puede esconder y que no es otra que la escasísima asistencia a Vista Alegre. Los datos avanzados hoy avisan de que la entrada a la plaza sigue en caída libre. Con estos datos es evidente que un año más la Plaza de Toros, cuya propiedad es de al menos un 50% del Ayuntamiento cerrará con números rojos y con un déficit superior al año pasado que ya fue de más de 150.000 euros. Nos vamos a encontrar ante un escenario de pérdidas por tercer ejercicio consecutivo. La realidad de los toros es Bilbao es que la mayoría de la ciudadanía no los quiere y la imagen de apenas un tercio de entrada durante más de la mitad de los días es elocuente. Y si después de ver por tercer año consecutivo el estado lamentable de la grada el Alcalde dice seguir teniendo dudas del respaldo que tienen las corridas de toros, le emplazamos a que el 25 de septiembre añada una urna a las mesas electorales y pregunte a la ciudadanía si quiere corridas de toros en Bilbao. El debate sí está en la calle.

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  • Afán protagonista del alcalde. Es una pena que al señor Aburto le siga costando admitir que no es él el protagonista de la fiesta, sino la ciudadanía, las comparsas y los iconos de Aste Nagusia: Mari Jaia, Pregonera o Pregonero y Txupinera. Su afán de acaparar protagonismo, quizás por la cercanía de un proceso electoral, se ha visto acompañado de la exclusión del resto de grupos políticos municipales en actos de repercusión popular como la entrega de los premios de las bilbainadas, o la inauguración de las barracas.
  • Misas católicas institucionales: El cinco de agosto la Alcaldía envío a todos los grupos municipales un avance de los actos institucionales de Aste Nagusia, encabezado por tres misas católicas el 15 y el 16 de agosto, como si avisar de la llegada de Mari Jaia tuviera algo que ver con el adviento. Un año más debemos rechazar el alineamiento católico que se intenta imponer desde la Alcaldía al Ayuntamiento.
  • Recepciones: Las recepciones institucionales constituyen uno de los puntos menos abiertos a la ciudadanía y, la que el Alcalde celebra el jueves está francamente trasnochada. En cuanto a la recepción del Arriaga, la propuesta de EH BILDU es que se reserve un número de invitaciones para poder ser sorteadas entre la ciudadanía. Y además, preguntamos públicamente, ¿en concepto de qué ha sorteado, como ha ocurrido este año, una compañía telefónica como Euskaltel invitaciones para esa recepción?

No queremos acabar sin agradecer el papel que han desarrollado tanto la Txupinera Gisèle Felli como el Pregonero Patxo Tellería. Han cumplido con creces las expectativas que se depositan en ambas figuras. Son parte de la historia de la Aste Nagusia de Bilbao, algo de lo que estamos encantadas.

EH Bildu Bilbo

La portada del Correo de hoy «se sale»

Iagoba Itxaso – Alternatiba
 
Hoy en la portada del Correo creo que han hecho récord. Bueno, seguramente no, y menos contando con su alineamiento con Paquito durante tantos años, pero sin duda la portada de hoy es tremebunda. De mayor a menor oprobio:
 
«La sucesión de denuncias por agresiones sexuales enrarece el verano vizcaíno». Porque son las denuncias lo que enrarece, no las agresiones. Por si acaso destacan bien que los cinco casos de abuso son supuestos: «En 72 horas se han conocido cinco supuestos casos de abusos en Getxo, Bilbao, Durango y Portugalete»; cuando lo que es necesario es mostrar la presunción en cuanto a autoría. ¡Olé y olé para El Correo!
 
«El Rey Juan Carlos se estrena en la Aste Nagusia». Porque el rey emérito es el rey del Correo, y porque una buena foto de la familia real en Bilbao en portada, es mucha portada para El Correo. Si además es en defensa de la tauromaquia, nadie les podía quitar el gustazo. ¡Y olé para El Correo!
 
«La Junta Electoral pone la primera traba a la candidatura de Otegi». Porque en «Bildu» somos muy victimistas, pero la campaña del Correo de mostrar los dientes a la izquierda soberanista, prediciendo lo que iba a ocurrir esta mañana, no queda clara ni nada… ¡Olé!
 
Maneiro en portada de nuevo, «Maneiro explica la renuncia de UPyD», porque UPyD es vital para la sociedad vasca y para la precampaña de unas elecciones a las que no se presentarán.
 
«Alfonso Alonso pide el apoyo del PNV a Rajoy y C’s le advierte que es «incompatible» con su pacto» porque siempre está bien echar una mano con el quiebro del PNV que a finales de Octubre del año pasado en palabras de Josu Erkoreka no descartaba un gobierno de PP, C’s, PNV, y ahora intentan indicar la mentira de que no hay partido más alejado a Ciudadanos que ellos.
 
Y podría añadir alguna cosa más. Todo eso en una portada. ¡Unos cracks! ¡Olé, olé y olé! ¡Las dos orejas y el rabo para El Correo!
 
 

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