¿Cuándo fue tu primera vez? #Aktibatu Noiz izan zen zure lehen aldia?

Axolagabetasunaren aurrean #aktibatu

Bidegabekeriaren aurrean neutral agertzea zapaltzailearen alde egitearen parekoa zela esan omen zuen Desmond Tutu apartheidaren aurkako ekintzaile hegoafrikarrak. Gehitu genezake, apaizaren egia borobila baretze alde, distantziakidetasunak, gutxienez, zapalkuntzaren biktimari bizkarra ematea dakarrela. Eta ideia elizgizon batek bota zuen arren, erantzuna ezin da flagelazioa izan, ezta ondorioa ezkortasuna.

Zalantzarik gabe, pairatzen dugun sistemaren lorpen handienetako bat izan da gizarte apatikoa eraikitzea: beste alde batera begiratzea, ahaleginik ez duela merezi pentsatzea, desorekak onartzea gehiegi kaltetzen ez gaituen bitartean… Krisialditzat saldu ziguten iruzurraren eztandak kontzientzia ugari piztu eta axolagabetasuna gutxitu zituen, baina kapitalismoak bere burua berrasmatu eta berreraikitzeko gaitasun ikaragarria agertu du. Hala, ez dirudi finantza botereak politikoaren gainean duen nagusitasuna apaldu denik, kontrakoa baizik.

Desberdintasun sozialak goraka doaz, aberastasun handiek duela hamarkada bateko irabaziak berreskuratu edo, askotan, gainditu ere egin dituzte. Aldiz, langabezia tasa larriak bizi ditugu. Ereduaren porrota agerikoa da, izan ere, lanean daudenak ere pobreziaren mugaren azpitik bizi dira baldintza eta soldata prekarioak direla medio.

Patriarkatuak ere bere horretan dirau, eremu guztietan gainera. Zaintza ikustarazi eta duin bihurtzearen aldeko borrokak mila oztopo ditu oraindik eta, garaipen apurrek, Bizkaiko erresidentzietako langileena kasu, gatazka luze eta mingarrien ondorio dira. Bitartean, jazarpen sexuala, indarkeria matxistaren biktima izandako emakumeen defentsa-gabezia eta eraildako emakumeen zerrenda amaigabeak egunerokotasunaren parte dira, eta inongo gobernurik ez du horiekin bukatzeko larrialdizko plan edo neurririk ezartzen.

Bidegabekeriaren normalizazioa, eskubide eta askatasunetan emandako atzeraldiak, edota askotariko urraketak pairatzen dituztenen arteko elkartasun falta, aztertu eta gainditzeko moduko kontuak dira. Ezin ditugu 155. artikuluaren moduko erasorik onartu, ezta Mediterraneo itsasoa inoizko hobi komunik handiena bilakatzea; ezin onartu 140 karaktereengatik (280 dagoeneko) inor kartzelan sartzea ezta harrapakari taldeeek herritarren erdiaren askatasuna mugatu ahal izatea.

Zorionez, badira oraindik erresistentzia harresiak eraikitzen jarraitzeko prest daudenak; mundu hobeak eta gizon-emakume askeek ibiliko dituzten zumardiekin amets egiten dutenak. Duintasun ereduak ere baditugu, iragan urriaren 1ean Kataluniako herriak emandakoa kasu, itxaropena piztu zuena. Eta guzti horregatik, gogoratu nahi dugu orain dela urte batzuk egin genuen kanpainaren lema, bi superpotentzia direla gogorarazita: sistema da bat eta, bestea, zu zeu zara. Axolagabetasunaren aurrean, beraz, aktibatu.

 

Frente a la indiferencia #aktibatu

Decía Desmond Tutu, pacifista sudafricano que plantó cara al apartheid, que permanecer neutral ante situaciones de injusticia significa en realidad elegir un bando, el del opresor. Añadiremos, para suavizar lo certero de la cita atribuída al clérigo, que la equidistancia nos hace, cuando menos, dar la espalda a las víctimas de la opresión. Y aunque la idea provenga de un hombre de la iglesia, la respuesta no puede ser flagelarse, y la conclusión no debe ser el desánimo.

Sin duda, uno de los mayores logros del sistema que nos ha tocado combatir es la apatía social: mirar hacia otro lado, pensar que no merece la pena, aceptar la desigualdad como mal menor siempre que no nos salpique. El germen de aquella estafa que bautizaron como crisis despertó muchas conciencias y menguó la indiferencia, pero el capitalismo no deja de reinventarse y reconstruirse. Así, no parece que la supremacía del poder financiero sobre el político haya menguado en los últimos años.

Las desigualdades sociales siguen en aumento, los beneficios de las grandes fortunas ya vuelven a igualar, cuando no mejorar, las cifras de hace una década, mientras las tasas desempleo son alarmantes. El modelo hace aguas por doquier, porque incluso las personas que trabajan, en condiciones de creciente precariedad, ven cómo sus ingresos quedan por debajo del umbral de la pobreza.

También persiste el patriarcado en todas sus dimensiones. La lucha por la visibilización y la dignificación de los cuidados sigue contando con mil y un obstáculos, y las pocas victorias como la de las residencias de Bizkaia, han sido fruto de larguísimos y duros conflictos. Entre tanto, en estos meses han salido a la luz situaciones de acoso, de indefensión judicial que penaliza doblemente a las víctimas de violencia machista y un incesante reguero de asesinadas que, sin embargo, no parecen merecer planes de choque ni políticas de emergencia.

La normalización de la injusticia, los retrocesos en las libertades y derechos o la falta de solidaridad entre quienes sufren vulneraciones de derechos, son cuestiones a abordar y superar. No podemos asumir atropellos antidemocráticos como el 155, ni permitir que el Mediterráneo sea la mayor fosa común habida y por haber; no podemos aceptar que 140 caracteres (280 ya) lleven a nadie a la cárcel ni que manadas de depredadores puedan coartar la libertad de la mitad de la población.

Suerte que pese a las dificultades, hay quienes siguen levantando muros de resistencia; quienes sueñan mundos mejores y grandes alamedas a recorrer por mujeres y hombres libres. Hay ejemplos de dignidad, como el del pueblo catalán el pasado 1 de octubre, que son semilla de esperanza. Por todo ello, queremos recordar aquella campaña de hace unos cuantos años en las que recordábamos que existen dos superpotencias, que una es el sistema y la otra eres tú. Frente a la indiferencia, da un paso: aktibatu.

Intervenciones de nuestra compañera Diana Urrea en la tertulia política En Jake de ETB2 15/1/18

Intervenciones de Diana Urrea, compañera de Alternatiba y exparlamentara de Euskal Herria Bildu, del día 15/1/18 en el programa «En Jake» de ETB 2 donde opina sobre la situación en Catalunya tras las elecciones del 21D, la situación de las y los presos vascos tras la manifestación multitudinaria de Bilbao y el anuncio de Francia, entre otros temas de actualidad. Tertulia completa en EITB a la carta.

Vídeo de la charla ‘¿Quién despierta al fascismo? Estrategias contra la ultra-derecha’

Publicamos el vídeo de la charla que Alternatiba organizó el pasado 27 de diciembre en su sede de Bilbo en colaboración con Sare Antifaxista: ‘¿Quién despierta al fascismo? Estrategias contra la ultra-derecha’, para analizar el evidente auge de los grupos ultraderechistas en todo Europa y buscar fórmulas para combatir un problema de siempre pero que últimamente parece haber despertado con más fuerza también en Euskal Herria.

La charla contó con las intervenciones de Elena Martínez, militante feminista y antifascista de Izquierda Castellana y Jordi Borrás, ilustrador y fotoperiodista amenazado en varias ocasiones por grupos ultraderechistas. Ambos nos hablaron de su experiencia dentro de la lucha antifascista. Modelo el coloquio el compañero de Alternatiba, tuitero y escritor Jonathan Martínez, quien también se encuentra en el punto de mira de muchos grupos de extrema derecha por sus opiniones en redes sociales.

Algunos síntomas de una democracia que apenas existe

Josu Perea – Alternatiba

La democracia liberal, la auténtica, la que tenemos, la consagrada, la homologada, la genuina, la que lucen en la solapa peperos, socialdemócratas y advenedizos de todo pelaje y condición, cada vez responde más y mejor al monopolio del poder y del dinero. Aquel principio, santo y seña del liberalismo, de «gobernar lo menos posible» hoy se ha transformado en ordenar y disponer lo más posible con la «menor democracia posible».

Insistir en la colonización por parte de los mercados de la política, de la democracia, es tan obvio que casi resulta grotesco denunciar esa invasión y ese vaciamiento de la democracia. Que quienes marquen el paso a los políticos, a la política, sean ajenos a las estructuras democráticas está tan interiorizado en la sociedad, que son colocados al frente de gobiernos e instituciones (sin rubor alguno) a organizaciones puramente mercantiles. Pero no se conforman con eso, quieren, también, estar presentes en la batalla ideológica por el alumbramiento de la nueva «moral» apropiándose del término en esa dialéctica de individualismo frente a colectivismo, ricos frente a pobres, potentados frente a necesitados…, que es el terreno donde se dirime el concepto de lo «ético» y lo «moral».

Michael J. Sandel hace una reflexión pormenorizada sobre la incidencia que tiene el mercado en los ámbitos de la moral y la ética. Analiza con rigor las incursiones y los intentos de invasión que realiza el mercado en una sociedad como la nuestra, totalmente mercantilizada, para apropiarse de valores cívicos, de los compromisos morales de la sociedad, y del bien común, a través de mecanismos puramente economicistas. La economía de mercado se nos presenta como garantía para la pervivencia de los valores morales, que aunque puede parecer caricaturesco, lo cierto es que a los economistas y mercantilistas, a sueldo del poder, les sobran argumentos de alto nivel académico, para defender, desde la intelectualidad más erudita, las bondades de una moral y una ética mercantilizadas. Una moral construida desde las entrañas del neoliberalismo, allá, en los laboratorios del lenguaje, pongamos por caso desde Palo Alto.

Estamos observando con gran preocupación cómo la construcción del sentido de lo social se aleja progresivamente de la política, hasta introducirse, cada vez más, en un mundo de ficción. Entramos en un nuevo universo simbólico, decía Baudrillard, en donde no queda sitio para la esperanza política, que cada vez está más denostada y desprestigiada, a la vez que se vislumbra una sociedad fagotizada por las densas y abusivas relaciones mercantiles, que marcan y dirigen nuestra agenda «moral».

Son las jerarquías sociales, las élites financieras quienes se encargan de organizar y armonizar los engranajes sociales para garantizar el «buen» funcionamiento de todo el entramado económico e institucional de una sociedad que es un conflicto regulado, un conjunto estratificado de clases sociales que se distribuye en función del reparto desigual de los recursos, entre quienes sustentan el poder y aquellos que son sometidos por éste. Los gobiernos y los parlamentos nacionales, son meros ejecutantes de decisiones, acordadas en otra parte, y no en el marco de lo que «todavía» se llama soberanía nacional.

Este panorama, este escenario, responde a una realidad que nos muestra cómo no se ha sabido responder a los grandes cambios que han ido forjando todo un mundo nuevo de sujetos, anómicos, asociales, apáticos, acríticos, lo que hace que el «metarrelato» construido sobre el relato marxista de la abolición de la injusticia a través de la socialización de los medios de producción, de alguna forma se reveló como proyecto fallido y perdió credibilidad.

Tampoco hoy, el cuadro ideológico que surge, tras el vacío dejado por las grandes ideologías anteriores, no tiene aspiraciones tan determinantes como las que tenía el marxismo. Son ideologías más abiertas y fluidas que no pretenden constituir una ideología integral. Estas ideologías, como manifiesta Eugenio del Río, que aunque siguen manifestando anhelos de transformación social profunda y a gran escala, están encontrando notables dificultades para abrirse paso.

Creo que es verdad aquello que decía Aníbal Quijano de que fuimos derrotados mundialmente. Entre mediados de los setenta y finales de los ochenta todo aquello que era antagónico, incluso meramente rival de los núcleos de poder en el mundo, fue acabado. No solo eso: las esperanzas fueron derrotadas.

Esta nueva era de la modernidad ha producido y está produciendo profundos cambios en la forma de vida con el surgimiento de nuevos sujetos sociales. La sociedad de masas se ha convertido en un fenómeno trascendente que se ha instalado en la vida social, cultural y política, a lo largo y ancho de las sociedades occidentales. Este proceso de transformación ha pasado a formar parte de la constitución social del individuo (individuo – ciudadano), de la mercantilización de la economía y del orden político y democrático, que ha invadido todos los ámbitos de la vida social.

Durante los últimos cuarenta años, el neoliberalismo se ha convertido en un chantaje permanente, un chantaje que se cierne constantemente sobre los conflictos políticos, donde las instituciones, presuntamente democráticas, han actuado siempre a los dictados de los poderosos y donde el neoliberalismo se nos presenta como única forma posible de organizar la convivencia humana en un momento donde no aparecen alternativas plausibles a la vista.

Vivimos un mundo globalizado que es irreversible y que en algunos aspectos actúa independientemente de lo que hagan los gobiernos. Ahora bien, como apunta Eric Hobsbawm, otra cosa bien diferente es la ideología basada en la globalización, la ideología del free market,  eso que se ha llamado también «fundamentalismo del libre mercado». El carácter neoliberal de la globalización, es decir, el sometimiento del proceso de producción, distribución circulación y consumo, ese «fundamentalismo del libre mercado», así como de la vida social y los valores del individualismo, se impone mediante un proceso político dirigido por las élites.

El neoliberalismo ha lanzado una auténtica cruzada de intenso adoctrinamiento ideológico con el pretexto de hacer frente a la crisis económica, a la vez que ha emprendido un ataque en toda regla contra las conquistas sociales de varias décadas. Es inexcusable construir «acciones fuerza» contra los dogmas conservadores, contra la propaganda del capitalismo. Xenofobias, homofobias y fundamentalismos religiosos de todo pelaje están cada vez más presentes en una sociedad que precisa de soluciones fáciles para problemas mundanos. Necesitamos salir de este laberinto liberal y recuperar la política, o lo que es lo mismo, la democracia.

Nos han prometido un mundo pletórico de bienes materiales para colmar las ansias infinitas de voracidad de una humanidad cada vez más numerosa y cada vez más proclive a consumir, a devorarnos a nosotros mismos. Democracia y neoliberalismo no conjugan igual. La democracia del mercado se ha construido, de alguna forma, con la complacencia de los consumidores atrapados en la lógica de expectativas, ideológicamente adquiridas, que han permitido la prevalencia de las teorías más conservadoras. Así, el catecismo del neoliberalismo campea a sus anchas por las instituciones y las ideologías dominantes no encuentran las resistencias necesarias, y el capitalismo lo sabe.

La realidad más cercana, la que vemos día a día, nos muestra una democracia devaluada, que no se ve (quizás porque apenas existe). La batalla contra los dogmas conservadores es inexcusable y precisa una acción ideológica contra la propaganda de este neoliberalismo atiborrado de dogmas, el cual es muy consciente de la trascendencia que tienen las victorias ideológicas. Es imprescindible tomar la iniciativa y plantar cara a un modelo atrapado en su propia utopía frenética.

Publicado en Naiz

Intervenciones de nuestra compañera Diana Urrea en la tertulia política En Jake de ETB2 26/12/17

Intervenciones de Diana Urrea, compañera de Alternatiba y exparlamentara de Euskal Herria Bildu, del día 26/12/17 en el programa «En Jake» de ETB 2 donde opina sobre la situación en Catalunya tras el 21D, los presupuesto del estado y la aprobación de los presupuestos de la CAV, entre otros temas. Tertulia completa en ETB a la carta http://www.eitb.tv/es/video/en-jake/5328/135535/26-12-2017/

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