Aerolíneas Carrero Blanco

Jonathan Martínez

Cassandra Vera tiene veintiún años y la Fiscalía de la Audiencia Nacional le reclama dos años y medio de talego por un puñado de chistes sobre Carrero Blanco. A más de dos meses por chiste. El chiste del programa espacial contra los coches oficiales: dos meses. El del viaje a la luna: dos meses. Carrero Blanco y Spiderman: dos meses. Carrero Blanco y Yuri Gagarin: dos meses. Faltan muchos otros, quizá los más clásicos: el del récord de salto de altura, el del merecido ascenso, el de las aerolíneas, todos ellos forman parte de nuestra memoria colectiva y han circulado durante más de cuarenta años sin mayor escándalo ni perjuicio.

No se plantea, por tanto, un debate sobre los límites del humor sino sobre la interpretación del pasado. Un episodio histórico cualquiera no es más que un galimatías de testimonios contradictorios hasta que los escribanos del poder ordenan y unifican el relato. Hay muchas historias pero solo una disfruta del prestigio de la historia oficial, la permitida, la obligatoria, palabra de Dios (te alabamos, Señor). El problema es que nuestra historia oficial la ha escrito una España aquejada de franquitis y custodiada por aquellos que aún suspiran por los buenos tiempos del NO-DO, de las inauguraciones de pantanos y de los juicios sumarísimos. En esa historia oficial, los combatientes antifranquistas son un escombro indeseable mientras que el ogro aparece perfumado como una respetable víctima del terrorismo, impermeable a las burlas y merecedora de todos los honores institucionales. Esa España oficial quiere imponernos hoy el luto y el duelo por la muerte antigua de un sátrapa. Y no estamos dispuestos a besar ese sapo.

Existen otras historias, muchas de ellas prohibidas, acalladas o sepultadas en las cunetas de la guerra y la dictadura. Esas historias secretas se niegan a olvidar a los muchos jóvenes que se entregaron a la ruleta rusa de la clandestinidad sin saber si terminarían con sus huesos en un torturadero de la Político-Social o en un patíbulo. Cuentan que en 1973, cinco mocetones vascos abrieron un túnel en la calle Claudio Coello de Madrid y pusieron en órbita el Dodge del presidente. Se hacían llamar Wilson, Ezkerra, Atxulo, Kiskur y Argala. Y cuentan también que aquella noche corrió el champán en celebraciones tan íntimas como esperanzadas, y hubo quien se juró que el régimen no merecía morir en la placidez de una cama.

Con el tiempo, aquellos sueños se fueron al carajo. En 1975, la policía del Caudillo apresó a Wilson y a Ezkerra gracias a la intervención del confidente Mikel Lejarza, El Lobo, blanqueado por la historia oficial y condecorado en 2010 por Zapatero en reconocimiento a su servicio como chivato del franquismo. En 1978, un capitán de la Guardia Civil y varios militares y mercenarios de extrema derecha volaron el R-5 de Argala en Angelu. La historia oficial, que nunca lo reconocerá como víctima del terrorismo, ha mandado extirpar de todas las paredes cualquier vestigio de su nombre y ha hecho desfilar por los tribunales a todo aquel que se ha atrevido a honrar su memoria. La memoria de los tiranos, en cambio, ha corrido mejor suerte. Todos los años, Santoña rinde homenaje a Carrero Blanco, hijo predilecto del municipio, entre polluelos rojigualdas, caralsoles y la bendición —cuando no el aplauso— del Partido Popular.

Nuestras historias, censuradas e ilegales, dicen que no existió ninguna transición sino un ejercicio de transformismo gracias al cual los matarifes de Franco, con la constitución debajo del brazo, celebraron su puesta de largo disfrazados de padres de la democracia. Y hasta hoy. La España que nos ha tocado en suerte, eso sí que es un chiste de mal gusto y una condena injusta.

Del blog de nuestro compañero en Naiz Zona especial Norte

Intervenciones de nuestro compañero Iagoba Itxaso en la tertulia La Kapital de Telebilbao 17/1/17

Resumen de las principales intervenciones de nuestro compañero Iagoba Itxaso en la tertulia política La Kapital de Telebilbao del 17/1/17, sobre el análisis de la manifestación celebrada el pasado sábado en las calles de Bilbao en favor de los derechos humanos de las y los presos vascos, la cumbre de presidentes autonómicos o la petición de perdón por las víctimas del accidente del Yak-42, entre otros asuntos de actualidad.

Matute: «Ha sido el Gobierno el que ha desarmado la apuesta por las energías renovables y ha creado el impuesto al sol»

Oskar Matute ha afirmado que ante la segunda subida más cara de la historia del precio de la electricidad, las declaraciones del ministro de energía son «una muestra de su incapacidad y nula voluntad para erradicar la pobreza energética que afecta a miles de hogares en el Estado español».

Matute opina que «no es de recibo que el ministro de Energía de un Gobierno que se ha caracterizado por ceder una y otra vez a las pretensiones de las grandes eléctricas eche balones fuera aduciendo la falta de lluvia, viento o factores de países terceros».

En ese sentido, el diputado vasco ha recordado que «ha sido el Gobierno el que ha desarmado la apuesta por las energías renovables, el que ha creado el impuesto al sol, el que ha incidido en la dependencia de los combustibles fósiles como fuente principal de abastecimiento energético».

De esta forma, ha insistido en la necesidad de construir un país soberano «en todas las facetas, también en lo energético», a lo que ha añadido que «EHBildu defiende una Euskal Herria que decida por sí misma cómo quiere abastecerse energéticamente». «Estamos hartos de ver cómo se condena a la gente a elegir entre comer o tener calefacción», ha añadido.

Cuatro

Vulvas, penes y seres aneuronales

Luis Salgado – Alternatiba
 
En las últimas semanas hemos asistido a una exitosa campaña llevada a cabo por Chrysallis Euskal Herria que ha levantado ampollas como hace tiempo no se recordaba. La campaña nos cuestiona sobre si transexual se nace o se hace, sobre si el género se construye o no. Por supuesto, yo no tengo la respuesta. Soy consciente de que simplemente intentar dar mi opinión sobre el tema sería meterme en un fangal del que difícilmente pueda salir con mis escasos recursos sobre el asunto. Sin embargo, sobre lo que no puedo callarme es acerca de la respuesta que está obteniendo la campaña por la parte más reaccionaria de la sociedad.
 
Sorprende que aquellos que se convierten en los únicos garantes de la paz y la democracia cuando aparece una simple pintada en una sede de algún partido, y los llaman ataques terroristas, ahora callen como lo que son. Mobiliario público destrozado, motivo por el que algunos y algunas están pasando décadas en prisión, y aquí nadie dice nada. Ni se sabe que esté habiendo investigación alguna, y por supuesto, jamás nos enteraremos de que haya algún detenido. “Ladran, Sancho, señal de que cabalgamos” aunque Cervantes no lo dijera.
 
Ésta campaña de Chrysallis no sólo abre un debate muy interesante, profundo e importante, sino que se está demostrando fundamental para desenmascarar la realidad reaccionaria en la que vivimos. La respuesta vandálica que está recibiendo es una prueba de que cuando algo, sea lo que sea, ataca los privilegios de esa parte de la sociedad tradicionalista que pervive y gobierna, la respuesta no se hace esperar.
 
Y justificarán estos ataques por el bien de los niños. Incluso nos hablan ya de querellas por “corrupción de menores”. Porque así funcionan. Porque es su forma de actuar, atacar diciendo que nos defienden. Es por nuestro bien, pero no nos engañan, es por el suyo, por sus privilegios, por su estatus, por su poder. Esta campaña pone en cuestión, como he dicho al principio, si se nace o se hace. La querella, además va más allá y pretende trasladar la idea de que la transexualidad es una elección, seguramente pensarán lo mismo de lesbianas y homosexuales, pero hoy no tocan, y que por tanto, como los menores no son considerados por la Ley personas que se puedan gobernar por sí mismos, son los padres quienes toman esa hipotética decisión.
Estas personas, a las cuales el mero hecho del reconocimiento de la existencia de la transexualidad ya les producía acidez de estómago y vomitan bilis cuando se plantean derechos, o simplemente se exige la despatologización (No considerar la transexualidad como una enfermedad), esas personas no pueden aceptar otra verdad que no sea la suya. U eso es lo que ha logrado Chrysallis, demostrar que la transfobia es una enfermedad que goza de buena salud y que hay que erradicar.
 
Leer en su blog El mundo imperfecto

Hay niñas que tienen pene y niños que tienen bulba. Así de sencillo!

En los últimos días en lugar de la habitual publicidad sexista que suele ocupar las marquesinas hemos podido ver la campaña impulsada por la asociación Chrysallis Euskal Herria. “Hay niñas que tienen pene y niños que tienen bulba. Así de sencillo!”. “La mayoría sufre porque una gran parte de la sociedad no es consciente de esa realidad. Es necesario hablar. Su felicidad también está en tus manos” dice la campaña.

De hecho, la citada campaña ha dado mucho que hablar, pero por desgracia no en el sentido que se pretendía. Para empezar, nada más hacerse pública la campaña Facebook censuró la imagen, aunque gracias a la reacción de la gente se consiguió que volvierá a publicarla. Sin embargo, también la publicidad de las marquesinas ha sido atacada. Así, a los pocos días de ponerse en marcha, Iruñea se despertó con mensajes transfobos, en Gasteiz hemos visto marquesinas rotas y carteles arrancados, y los ataques se han sucedido también en Bilbao.

Queremos denunciar públicamente todos estos ataques y censuras, y las actitudes beligerantes y violentas contra esta campaña que no hacen más que incrementar y multiplicar el sufrimiento de las personas transexuales. Pretender poner por encima del bienestar y la felicidad de las personas los dogmas e ideologías trasnochados de cada cual merece el mayor desprecio, y frente a quienes profundizar en el sufrimiento de historias vitales ya de por si duras y difíciles, reafirmamos con firmeza la reivindicación de la pluralidad. En sus testimonios, las personas transexuales adultas hablan de la infancia perdida. Y es terrible saber que la tasa de intentos de suicidio entre personas adultas transexuales a quienes se negó su identidad en la infancia alcanza el 41% (siendo un 1,6% de la población).

Por contra, nos han llenado de esperanza las conclusiones de una reciente investigación realizada entre jóvenes transexuales; en este caso, las familias respetaron su identidad, permanecieron a su lado y les apoyaron, y en la adolescencia les dieron la posibilidad de acceder a un tratamiento de bloqueo. A través de esta investigación se han constatado que tanto los índices de calidad vital como de felicidad, o las tasas de ansiedad y la preocupación por la apariencia física son similares o mejores a las de la población no transexual de la misma edad.

Por eso, la labor que la asociación Chrysallis realiza por el bienestar de las personas, menores o adultas, transexuales y de su entorno es fundamental. Hemos aprendido mucho en estos años gracias a ese trabajo y nos han ayudado a dar un salto para el desarrollo de nuestra intervención. Por eso queremos seguir aprendiendo de su experiencia y reafirmamos públicamente nuestro agradecimiento y nuestro apoyo.

A la vez que mostramos todo nuestro apoyo a la campaña, EH Bildu anuncia que actuará en consecuencia en todos los ámbitos en los que está presente para impulsar y apoyar el trabajo de la asociación Chrysallis. En el desarrollo de la ley de transexualidad, en la profundización de los programas escolares, en los talleres locales,… y en cualquier iniciativa con el mismo objetivo nos tendrán trabajando codo con codo.

Por encima de cualquier obstáculo. Apreciamos y aplaudimos su labor. Eskerrik asko Chrysallis!

EH Bildu

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