Jon Albizu: “Ahora más que nunca la administración debe estar al lado de quienes están en peor situación”

Jon Albizu, concejal de Bienestar Social de Donostia, y compañero de Alternatiba, ha destacado que el objetivo principal de estas ayudas, más allá del dinero a repartir, es proteger el trabajo de estas entidades y reconocer la aportación que realizan a la sociedad: “El Gobierno Municipal tiene entre sus prioridades proteger el ámbito social y estas subvenciones se enmarcan dentro de esa idea, ya que en definitiva todas estas asociaciones tienen un marcado carácter social y entre las funciones de la administración pública esta la de ayudar a estas entidades».

Ha asegurado que «ahora más que nunca, la administración debe estar al lado de los más débiles y de quienes están en peor situación, tienen una responsabilidad en eso, y este gobierno tiene eso muy claro, algo que también ha quedado reflejado en los presupuestos”.

Vemos con preocupación que la BBK está desmantelando Obra Social propia como el centro BBK Sarriko

Hoy que se reune la Comisión de la Obra Social de la BBK para tratar las actividades del primer semestre de 2013 y el proyecto BBK Sarriko, desde EHBildu volvemos a reivindicar que la BBK no recorte en Obra Social y que las actividades a las que atienda ésta respondan realmente a necesidades sociales, sobre todo a las de aquellas personas que más sufren las consecuencias de la crisis. Son muchas las necesidades sociales: albergues para personas desahuciadas, comedores sociales…  La Obra Social debe atender a la razón social que le da nombre.

En la última asamblea de la BBK ya denunciamos que el presupuesto de la Obra Social de la BBK había descendido a la mitad. Ahora debemos denunciar, además, que esta menor cantidad de dinero no se está dedicando a cubrir las carencias básicas de las personas, sino que se pretende usar para otras cuestiones muy diferentes. En Bilbao hay un buen número de personas que se ven obligadas a vivir en las calles. Pues bien, ¿Por qué no plantean habilitar un albergue para estas gentes en el edificio BBK Sarriko?

Como hemos sabido, Bilbao BBK Talent Place se trata de una residencia que estará dirigida a investigadores e investigadoras de prestigio que vengan a Bizkaia de fuera de la Comunidad Autónoma Vasca. No ponemos en duda que se necesite una residencia destinada a investigadores, pero ¿debe ser esa una de las acciones de la Obra Social de la BBK? La construcción de una residencia para investigadores no responde a las necesidades de la sociedad.

Además, este proyecto está directamente ligado al futuro del edificio de la BBK situado en Sarriko. Hace ya cinco años que se cerraron las puertas de la residencia Reina de la Paz, cuando todos sus residentes y su plantilla fueron destinados a otras residencias. Los y las residentes y sus familiares, miembros de la asociación Oihanka, tuvieron que afrontar una larga lucha para impedir perder ninguno de los derechos adquiridos hasta el momento. Cinco años después han vuelto al nuevo edificio de la BBK Sarriko, pero no bajo las mismas condiciones.

Los y las trabajadoras de la residencia Reina de la Paz trabajaban directamente para la Obra Social de la BBK, pero ya no volverán al centro BBK Sarriko; no volverán porque la BBK ha dejado su gestión en manos de la empresa privada Vitalitas. Por si fuera poco, a raíz de esto ahora también sufren la caída de la calidad del servicio. Los y las personas que dirigían la residencia Reina de la Paz han perdido sus condiciones en BBK Sarriko, ya que la BBK ha subcontratado la gestión de la residencia. Estas subcontrataciones dejan al descubierto esa desintegración de la Obra Social de la BBK que tantas veces hemos denunciado.

El edificio BBK Sarriko es grande y la mitad se encuentra vacío, pero aún así, la BBK ha decidido no ofrecer nuevas plazas a más mayores. Lo que significa que cuando mueran los residentes venidos de Reina de la Paz, la residencia de ancianos dejará de estar en BBK Sarriko. La propia estructura es diferente, existen más apartamentos tutelados que personas en la residencia. Por lo tanto, una parte de la Obra Social de la BBK, es decir, la residencia de ancianos desaparecerá, destruyendo un poco más la Obra Social. Y es ahí precisamente, donde se sitúa el proyecto Bilbao BBK Talent Place.

EHBildu Araba ha presentado el proyecto Araba Tran

¿QUÉ ES ARABA TRAN?. Es un proyecto a medio camino entre el tren y el tranvía que utilizaría el actual corredor ferroviario que va de Altsasu a Miranda.

En Araba funcionaría como tren de cercanías y en Gasteiz cumpliría las veces de tranvía. Toda la información está en el siguiente enlace

 

¿CUÁLES SON SUS OBJETIVOS?

Se trata de un tren social. Entendemos como tal a aquél capaz de transportar con eficacia y con un coste asumible una parte considerable del tráfico diario de personas y mercancías.
ARABA TRAN contribuiría al desarrollo del herrialde desde una perspectiva social, económica, sostenible, de cohesión del territorio y racional.

¿QUÉ CARACTERÍSTICAS TIENE?

A las ocho paradas actuales del corredor ferroviario (Manzanos, Argantzun, Langraitz, Gasteiz, Oreitia-ahora en desuso-, Dulantzi, Agurain y Albeniz), se le suman, de forma progresiva, otros doce apeaderos a lo largo del ramal.

Cinco de ellos se ubicarían fuera del término municipal de Vitoria-Gasteiz y estarían en:
6. Arasur
7. Armiñon,
8. Subillabide,
9. Polígono industrial de Agurain
10. Polígono de Asparrena-Donemiliaga.

Los siete restantes estarían en el término municipal y se corresponderían con:
1. Jundiz / Ehari-Gobeo: Situada en el puente de la calle Zurrupitieta, daría servicio a los polígonos de Jundiz y Ehari-Gobeo que cuentan entra los dos con más de 10.000 puestos de trabajo.
2. Borinbizkarra: Junto a la futura pasarela peatonal.
3. Ariznabarra / San Martin: Junto al puente de Pedro Asua
4. Aranzabal : En el paseo Carmelo Bernaola
5. Centro: la actual estación de Renfe. En la zona centro se concentrán alrededor de 8.500 puestos de trabajo además de los alrededor de 13.000 estudiantes del Campus de Araba.
6. Santa Lucia / Oreitiasolo: En el puente de Jacinto Benavente. El polígono de Oreitiasolo cuenta con alrededor de 4.000 puestos de trabajo.
7. Salburua: En el puente de Boulevard de Salburua
8. Arkaiate: última parada en Gasteiz, también daría servicio al pueblo de Arkaia.

¿A QUIÉN PRESTARÍA SERVICIO?

En total estamos hablando de 10.000 usuarios diarios
Daría servicio a 18 municipios, nueve polígonos industriales y el Campus Universario de Araba.

¿QUÉ FRECUNCIAS TENDRÍA?

En su tramo de tren de cercanías, podría alcanzar una frecuencia de 20 minutos con la adquisición de seis comboyes. En su tramo de tranvía, tendría una frecuencia de 10 minutos con la adquisición de dos comboys adicionales.

PASOS A DAR

  • Nos comprometemos a impulsar este proyecto en las instituciones
  • Pero, sobre todo, queremos desarrollarlo en colaboración con todos los agentes del herrialde.
  • Vamos a iniciar una ronda con entidades y personas afectadas para explicarles los pormenores del proyecto.
  • Pedimos, en primera instancia, a Gobierno vasco y Diputación Foral de Araba que exijan a Madrid la cesión pública del uso del corredor para que Eusko Trenbide Sarea pueda gestionar esta línea.

La presentación a corrido a cargo de Belen Arrondo (parlamentaria), Patxi Mtz. de Albeniz (procurador) eta Kike Fdez. de Pinedo (portavoz grupo municipal Gasteiz). Junto a ellos han estado Gustavo Fdez. Villate (presidente de la Cuadrilla de Agurain), Diego Castañares (Alcalde de Asparrena), David López de Arbina (Alcalde de Donemiliaga), Igor López de Munain (parlamentario), Gorka Ortiz de Guinea (juntero), Iratxe López de Aberasturi (concejala en Gasteiz) y Iosu Estarrona.

EHBildu Araba

A iniciativa de EH Bildu, el Parlamento pide al Gobierno que regule el ámbito de las radios libres y comunitarias

La coalición considera imprescindible dar respuesta antes de dos meses al problema del concurso público de reparto de licencias. Aprobada una proposición no de ley en la Cámara de Gasteiz.

El Parlamento ha tomado en consideración una proposición no de ley de EH Bildu y, por medio de un acuerdo transaccional de la coalición con el PNV, ha solicitado al Gobierno vasco que regule el ámbito de las radios libres y comunitarias de cara a garantizar la actividad de dichas emisoras. Tal y como subraya Unai Urruzuno, «esos medios de comunicación han logrado una referencialidad y una estabilidad, y a esa realidad hay que darle respuesta». Asimismo, el parlamentario abertzale recuerda que las radios libres y comunitarias quedaron fuera del proceso abierto en su día por el Ejecutivo autonómico para el reparto de licencias, un déficit evidente a solucionar.

Dado que el concurso público de reparto de licencias puesto en marcha por el Gobierno de Patxi López ha quedado en suspenso, EH Bildu cree imprescindible que el Ejecutivo actual dé respuesta a ese problema en el plazo máximo de dos meses, y así lo ha aprobado hoy el Pleno del Parlamento. Urruzuno indica al respecto que «las condiciones establecidas en aquel concurso no tenían en cuenta la realidad vasca, ya que venían a consolidar el monopolio de los grupos empresariales de Madrid. Por lo tanto, al gobierno actual le toca corregir los errores cometidos y, más allá del concurso público, poner en marcha un plan de acción dirigido a todo el sector». En ese sentido, y como criterio básico a aplicar, la Cámara de Gasteiz ha pedido al Ejecutivo, a instancias de EH Bildu, que garantice la presencia del euskara en el ámbito de las radios.

«El TAV es un tren para ricos construido con el dinero de una población cada vez más empobrecida»

Los parlamentarios de EHBildu Oskar Matute y Marian Beitialarrangoitia han comparecido en rueda de prensa para volver a exigir al Gobierno de Iñigo Urkullu y a la consejera Ana Oregi que cesen en su empeño de continuar con el despilfarro que supone el tren de alta velocidad para la CAV, máxime en esta coyuntura de crisis. El también portavoz de Alternatiba, ha asegurado que la Y Vasca es un tren para ricos construido con el dinero de una población cada vez más empobrecida. También ha subrayado que el actual trazado no llevará a ninguna parte, por no estar garantizado si quiera las conexiones inicialmente previstas.

Alternatiba pide a Azkuna que se retire del juicio de Kukutza y deje de trabajar en defensa de intereses privados

El portavoz de Alternatiba Bilbo, Jorge Segoviano, ha pedido al alcalde de Bilbao Iñaki Azkuna, que se retire del proceso que juzga los altercados de la desocupación del gaztetxe Kukutza, después de que la empresa dueña del solar, Cabisa, haya renunciado a ejercer una acusación personal contra las tres personas imputadas y las otras 23 arrestadas durante el desalojo del edificio en 2011.

Segoviano ha acusado a Azkuna de “ser un alcalde servil que trabaja en defensa de las entidades privadas, aun cuando ni siquiera tienen interés en defenderse. ¿Acaso tiene sentido que Azkuna insista en perseguir a este colectivo cuando la propia parte interesada ha decidido no implicarse?” A su vez, el portavoz de la formación de izquierdas ha denunciado la lamentable situación actual del solar ya que “se encuentra en estado total de abandono, sin ningún proyecto de construcción ni uso, tal y como se temían los vecinos de Rekalde desde un principio”.

Tal y como ha valorado el grupo en solidaridad con Kukutza, “la acusación carece de sentido, tanto desde el punto de vista legal como del punto de vista social, ya que pretende condenar por usurpación de inmueble a 23 personas de las miles que acudieron en defensa de Kukutza”. Además, Segoviano ha subrayado que se trata de “un nuevo intento por dar voz y poder a aquellos que se autoproclaman demócratas y pretenden dar lecciones a los demás, a base de violencia policial”.

Por todo ello, desde Alternatiba han llamado a secundar la manifestación convocada por el colectivo “Bilbo x Kukutza” para hoy a las 20:00 frente al Ayuntamiento de Bilbao para transmitir su solidaridad a los imputados, y sumar fuerzas a la causa por defender el derecho de autogestión y ocupación en pro de otro modelo social.

El PNV le da la espalda a lograr un amplio acuerdo con la sociedad vasca

El inminente acuerdo que puede producirse entre PNV y PSE no va a sorprender a nadie. Y es que el PNV ha reiterado desde el principio donde sitúa sus prioridades, y tras ganar tiempo en devaneos con el PP, al final parece esclarecerse su verdadero objetivo.

En estos meses nos han querido hacer partícipes de una escenificación que aún perdura. Al fin y al cabo, PNV y PSE comparten el mismo modelo y mediante este posible acuerdo, el PNV quiere cubrir su debilidad mientras que PSE quiere hacer lo propio con su necesidad; las mismas que tenían tras las elecciones pero que en su momento no fueron capaces de solventar.

El PNV, sumido en su deriva, requiere estabilidad; y el PSE, tras perder el poder institucional estaba necesitado de presencia política, de modo que lo que no pudo conseguir con los votos intentará conseguirlo de la mano del PNV. Ahora falta saber a cambio de qué va a dárselo el PNV, cuál será el premio a conceder al PSE para cerrar el acuerdo.

Pero además de las necesidades de ambos partidos, lo que es evidente es que no pretenden hablar de modelos ni de las necesidades de la ciudadanía; por el contrario, solo plantean acuerdos para sostener el modelo actual. Así, su prioridad será consensuar soluciones a la medida de sus intereses, y no en función de lo que la sociedad reclama.

Este país necesita acuerdos sí, y no farsas que solo persiguen el objetivo de perpetuar la difícil situación que vivimos. Son necesarios acuerdos para instaurar otro modelo: que garantice el reparto de la riqueza y crear empleo estable, que reconozca los derechos sociales y laborales de las personas; y que permita desarrollar una vida digna… Pero lo que PNV y PSE van a escenificar no irá por ese camino, porque ha sido el modelo y las políticas que han defendido las que nos han sumergido en este abismo. Su propuesta son el cemento, la precariedad y el recorte de derechos; EHBildu, por el contrario, sitúa la dignidad de las personas en el centro de su actividad política. Por eso no nos quieren al lado.

Tal y como lo hicieron en la huelga general del pasado jueves, les siguen dando la espalda a las personas desempleadas, a aquellas en riesgo de exclusión, a quienes sufren la precariedad laboral… y lo hacen para garantizar sus negocios. Se atrincheran en el parlamento para no dar la cara ante la ciudadanía. La política debe hacerse en contacto con las personas, las decisiones deben adoptarse con y para la sociedad, y no en función de determinados intereses de las élites económicas y políticas.

Ya hemos señalado con anterioridad que el PNV debía de aclarar qué modelo de país quiere construir y con quién quiere hacerlo. Es evidente que está tomando la decisión, y lamentablemente, va a pactar con un partido que ni siquiera reconoce ni respeta la identidad de este país. Pactan para seguir imponiéndonos las decisiones de Madrid y la Troika, evitando a toda costa el debate sobre la legalidad y la legitimidad de las mismas.

Euskal Herria debe tener derecho a decidir su futuro, pero el PNV niega una y otra vez la posibilidad de abordar ese camino junto con EHBildu. Es difícilmente comprensible que la primera fuerza política del parlamento de Gasteiz no solo no traslade ofertas para llegar a acuerdos a la segunda, sino que además renuncie a toda oportunidad de trabajo conjunto. Con sus decisiones, el PNV sigue concediéndoles a PSE y PP la llave para gobernar este país.

¿Cuál es la razón para esta falta de voluntad y este miedo a debatir las propuestas de EHBildu? Nosotras y nosotros hemos dejado claro en estos meses dónde situábamos las necesidades para salir de esta situación: una fiscalidad basada en la justicia social y una auténtica lucha contra el fraude fiscal; terminar con los recortes, proteger los servicios públicos, adoptar soluciones con los agentes sociales, fomentar nuevas políticas de empleo frente a la reforma laboral… ¿Qué problema tiene el PNV en hablar de todo esto con EHBildu?

Que le pregunte a sus votantes si realmente quieren que llegue a acuerdos con quienes niegan toda clase de derechos a la ciudadanía vasca, desde el derecho a decidir hasta el de tener una vivienda y un trabajo dignos. Le están dando la espalda a la mayoría de la sociedad. Existe, por tanto, o una clara intención de arrinconar a EHBildu, o bien, tal y como creemos, un esfuerzo por dulcificar el modelo neoliberal imperante para mantenerse en el mimo.

Euskal Herria necesita auténticos acuerdos de país, con todos los agentes sociales y políticos para superar este modelo regresivo y construir uno nuevo, basado en la justicia social, desde abajo y desde la izquierda.

El mito de la buena gestión de Bilbao se resquebraja

Aitziber Ibaibarriaga, Asier Gómez, Carmen Garcia, Unai Delgado – Bilboko EH Bildu

Los mitos forman parte del sistema de creencias de una cultura o de una comunidad, la cual los considera historias verdaderas, a pesar de no haber sucedido nunca. Así lo recoge Wikipedia. Si bien, desde sus orígenes el mito se ha venido a relacionar con proezas supuestamente ocurridas en tiempos primigenios, en la actualidad múltiples autores lo asocian a realidades artificiales, creadas de forma interesada tras el hábil manejo de los medios de comunicación e ingentes inversiones de dinero público.

Bilbo, como tal, no es ajena a esta dinámica. En los últimos años el nombre del botxo ha estado ligado de sobremanera a la idea de buena gestión, hasta el punto de que su máximo mandatario ha sido calificado de ‘Mejor Alcalde del Mundo’.

La creación de este nuevo mito del siglo XXI, ‘Bilbo = buena gestión’, ha sido posible fundamentalmente gracias a la conjunción de varios factores fundamentales: años de bonanza económica, coincidentes con el boom de la especulación y la venta indiscriminada de espacio y patrimonio público, y una hábil y acertada propaganda política que ha sabido invertir en la creación, obtención y, mucho nos tememos que en algunos casos también en la compra, de un sinfín de premios, nominaciones y medallas, cuyo punto culmen ha sido el conceder rango de oficialidad a un premio atrevidamente llamado ‘mejor alcalde del mundo’, organizado por una elitista fundación privada.

Sin embargo, tal y como ha sucedido con otros mitos recientes como la fortaleza económica de España o el papel de su monarquía, el mito de la buena gestión asociado a la actuación del gobierno municipal de Bilbao, con Azkuna al frente, ha quedado finalmente de manifiesto lo que es y siempre ha sido: un gigante de pies de barro.

Los datos que hemos ido conociendo en las últimas fechas, gracias a la labor investigadora del grupo municipal de EH Bildu, han dejado en evidencia la falacia que se escondía tras el tan cacareado ‘déficit 0’.

Estamos oólo ante el principio y la deuda acumulada del Ayuntamiento de Bilbo alcanza ya los 84,5 millones de euros. Una elevada cantidad que, en su totalidad, se deriva de una gestión económica deficiente. Algunos casos, como el de Iberdrola, cuyo beneficio en 2012 se elevó hasta 2.841 millones de euros, en el cual el ayuntamiento asume como deuda municipal 25 millones de euros que corresponden pagar a la multinacional, son a pesar de ser legales, éticamente reprobables. Y no son sino la consecuencia directa de un modelo de gestión, una forma de hacer política, muy parecida a la desarrollada por el PP en diferentes lugares del Estado, basada casi en exclusiva en el ladrillazo y la especulación, generador de la actual grave crisis que padecemos, y que hace aguas por todos los lados.

25,5 millones de euros que, tal y como citábamos previamente, se derivan de una operación urbanística que el Ayuntamiento gestionó, mano a mano con Iberdrola, donde la sede de la citada multinacional de la calle Gardoki pasaba a convertirse en un solar donde se podían edificar viviendas de lujo. Un cambio de cromos donde «tú me construyes la torre y yo te regalo 20 millones», y que 8 años después se han convertido en 25,5 millones, derivado de la actualización del IPC (23,2% desde 2005).

84,5 millones de deuda que también proceden de la incierta liquidación de Bilbao Ría 2000, buque insignia de la transformación de la ciudad que se ha demostrado una pesada losa para la ciudadanía, ya que tendrá que repartir entre sus socios una deuda de ni más ni menos que 195 millones de euros. El %15 de estos 195 millones corresponden al Ayuntamiento de Bilbao. Es decir, 29 millones más a los que tendrá que hacer frente la ciudadanía bilbaina.

Y a la espera de que el jueves, tras más de diez días de silencio, Ibon Areso dé las oportunas explicaciones (el convenio firmado entre el Ayuntamiento e Iberdrola está firmado por el alcalde Iñaki Azkuna) adelantamos la principal duda que se nos plantea y que esperemos nos responda: ¿No podía haber consentido la recalificación del solar de Gardoki y al mismo tiempo comprometer al propietario (Iberdrola) vía convenio a renunciar al superávit de aprovechamiento como se ha hecho en otros casos como el recientemente aprobado en el Consejo Asesor de la calle Pablo Alzola? ¿Y entonces por qué no lo hizo?

Suma y sigue. A las ya mencionadas cantidades tenemos que sumarle el endeudamiento previsto para este ejercicio de 30 millones de euros para la apertura del Canal de Deustu, el pistoletazo de salida del enésimo megaproyecto especulativo en la ciudad. Una operación, esta última, que va a suponer una gran hipoteca para los planes de inversión de Viviendas Municipales, ya que cinco millones de euros se detraen del organismo autónomo para financiar la apertura del Canal.

Pero el mito de la buena gestión no sólo se resquebraja por su vertiente económica. Durante todos estos años se ha creado y profundizado en un Bilbao de dos velocidades. La brecha que separa el conjunto formado por el centro de la ciudad y las grandes empresas de los barrios y la ciudadanía es cada vez mayor. La última encuesta encargada por el Ayuntamiento sobre gestión de calidad de la población en general, llevada a cabo por Ikerfel y dada a conocer esta misma semana, no deja lugar a dudas: solo el 32% considera que el Ayuntamiento atiende las necesidades de los barrios o distritos equitativamente, seis puntos por debajo de los niveles de aceptación que se recogían en 2009. Preguntados por la percepción acerca de la crisis en Bilbo la conclusión mayoritaria entre las personas de 40 a 55 años también es significativa: «aquí en el centro apenas se ha notado la crisis, el Ayuntamiento ha mantenido los servicios».

La brecha social también es importante. El paro alcanza sus máximos históricos: 32.559 personas, un 117% más que en 2007. Del mismo modo se han disparado el número de personas y sectores en situación de exclusión y desamparo, sólo en 2012 se formalizaron un total de 5.451 solicitudes de Ayuda de Emergencia Social en el municipio.

Es evidente que el mito de la buena gestión contruido en torno al equipo de gobierno del PNV se viene abajo. Las últimas informaciones apuntan que la gestión del equipo de Azkuna no ha sido tan eficiente como nos han repetido hasta la saciedad, y mucho menos transparente. Es por ello, por lo que a todas aquellas personas que consideramos que otro modelo de ciudad es posible y necesario se nos presenta un gran reto: la oportunidad de un cambio de modelo. Estamos convencidas y convencidos de que en Bilbo somos mayoría las personas que queremos construir una ciudad para las personas, cuyo objetivo y punto de partida sean éstas, y que si se endeuda lo haga para garantizar unos servicios sociales de calidad para el conjunto de la ciudadanía.

Podemos y queremos cambiar las cosas. Para ello ponemos a vuestra disposición herramientas de trabajo: unas jornadas que desde el 23 hasta el 25 de mayo celebraremos en la Bolsa y en el Arenal. Queremos generar un espacio formativo y crítico sobre el modelo de ciudad impuesto en Bilbo en la última década. Pretendemos, del mismo modo, que estas jornadas sean un punto de encuentro para todas aquellas personas que creemos que otro modelo de ciudad es posible, fomentando el trabajo en común entre diferentes y tendiendo puentes entre distintas experiencias. Otro modelo de gestión para Bilbo es necesario y entre todos y todas  lo vamos a lograr. Porque otro Bilbo es posible y urgentemente necesario.

El trabajo invisible en lucha

Amaia Agirresarobe y Xabier Soto – Alternatiba

Hay trabajos inútiles. Hay trabajos que lejos de dignificar, pervierten a las personas que los realizan. Hay muchos, demasiados, trabajos prescindibles porque no aportan nada, porque son insostenibles o porque solo son posibles gracias a la explotación de otras personas. Y también hay trabajos imprescindibles, pero que no dejan huella. Son los trabajos invisibles, aquellos que no vemos a pesar de que se realicen delante de nuestros ojos, a pesar de que sean fundamentales para garantizar las necesidades de nuestras vidas. Su máximo exponente es el trabajo de cuidados.

El trabajo de cuidar la vida es invisible porque no genera prestaciones sociales, tan invisible que siempre está penalizado en términos de condiciones salariales y laborales, invisible porque está oculto dentro de los hogares, invisible porque ni siquiera merece el nombre de trabajo, invisible por el nulo reconocimiento otorgado como una tarea esencial para sostener la vida, invisible porque lo realizan las mujeres. Así, se da por hecho que nadie debe protegerlos, financiarlos o reivindicarlos porque el cuidado de las personas no es un derecho, no es una responsabilidad colectiva y porque, de todas formas, y gracias a las mujeres, siempre van a estar ahí, infinitamente inflexibles, sumamente precarios pero en una cantidad suficiente para que nuestras vidas continúen.

La injusta organización social de los cuidados, privatizada en los hogares, en manos del trabajo precario y no remunerado de las mujeres y con una protección ínfima de la administración pública, casi nunca salta al terreno del debate público y, cuando lo hace, es porque los cuidados faltan y porque las mujeres no hacen todo lo que se espera de ellas. La discusión, en definitiva, se realiza en términos de culpabilización de las mujeres y nunca desde una óptica de derechos. ¿Son los cuidados recibidos suficientes en cantidad y calidad para todas las personas o solo para unas pocas personas, las que puedan pagarlos, y a costa de la precariedad de una mayoría de mujeres? Estas preguntas no ocupan la agenda ni la preocupación de la mayoría de los partidos políticos valedores de un modelo que hace aguas y que requiere de la subordinación y explotación de las mujeres para subsistir.

Excepcionalmente, el  menosprecio de esta realidad, permanentemente invisibilizada, ha salido a la luz través del conflicto desatado entre el Departamento de Política Social de la Diputación de Gipuzkoa y Adegi. A diferencia del resto de administraciones, la Diputación de Gipuzkoa ha dado el paso de defender una mejora de las condiciones laborales para el sector, partiendo de que la responsabilidad de cuidar la vida es una responsabilidad colectiva y no sólo un nuevo nicho de negocio para las empresas privadas. En esta ocasión, los derechos de las personas cuidadoras, relegadas al olvido y a una lucha desigual dentro de los muros de una empresa privada, son parte de la preocupación de una institución pública. Así, el conflicto entre la Diputación y la patronal es un enfrentamiento contra la avaricia de las empresas, interesadas en primar sus beneficios a costa de las condiciones laborales de las trabajadoras y la calidad de los servicios de los cuidados. Pero, sobre todo, este conflicto supone también la reivindicación de la responsabilidad pública en la cobertura de los cuidados frente a la extensión impune de la lógica privada en el cuidado de la vida de la ciudadanía. Un paso en la necesaria apuesta por situar el mantenimiento de la vida y no los intereses del capital en el centro de las políticas públicas.

Así, en el trasfondo de este conflicto está la tensión sobre quién y cómo asume la responsabilidad de cuidar y cuál debe ser el papel de las instituciones públicas en la superación de un modelo, marcado por la creciente privatización de los servicios, y que en ningún caso garantiza el derecho al cuidado de todos y todas ni unas condiciones laborales dignas para el sector. Lo que está en juego son los derechos de todos y todas y el cuestionamiento de un modelo injusto y excluyente donde las empresas han hecho y deshecho con la plácida connivencia de la administración pública.

Por lo tanto, no nos equivoquemos, la lucha de las mujeres que hoy en Gipuzkoa han decidido estar en la calle defendiendo sus derechos supone todo un desafío al modelo actual, y esto duele a sus valedores, interesados en mantener los cuidados invisibles, fuera de la intervención pública, lejos de los focos del debate público, allí donde el negocio y el lucro prevalecen sobre los derechos de todas las personas. La lucha de estas mujeres es también una lucha feminista, una lucha por unos cuidados dignospara todas las personas. Y su visibilización y defensa, ¡nos concierne a todos y todas!

Bilbao, ciudad santa

Ana Etxarte y Carmen Garcia – Alternatiba Bilbo

Parece evidente que la sociedad está cada vez más alejada de las religiones, y muy especialmente de la Iglesia católica, como consecuencia de no representar en absoluto los valores y creencias de la mayoría social. Sin embargo, hay instituciones como el Ayuntamiento de Bilbao, que siguen empeñadas en mantener esa estrecha relación Estado-Iglesia, muy alejada de la aconfesionalidad que deberían ejercer.

Esta estrecha relación, este trato de favor del Ayuntamiento para con la Iglesia Católica lo hemos podido ver en el último Pleno, al presenciar el apoyo del PNV a una propuesta del PP por la cual se declarará la Semana Santa de Bilbao Bien Cultural Calificado, por serel cristianismo, dicen los populares, el credo religioso mayoritario en Bizkaia.

Cabe preguntarse, cuando menos, si está suposición es cierta. Así, a bote pronto, negamos la mayor; solo hay que acercarse a la puerta de una iglesia tras la misa de turno para constatar que, a día de hoy, no son precisamente multitud las personas que acuden a practicar su fe, presuntamente mayoritaria, a los templos cristianos.

Pero es que además, los datos confirman nuestras sospechas. Un reciente estudio del Gobierno Vasco refleja que el 54% de la juventud vasca se declara atea, agnóstica o indiferente. Este porcentaje, que año tras año va en aumento, se contrapone al 34% que se declara católica, aunque sólo un 4% es  practicante.

Esta es la realidad actual, frente a oscuros tiempos donde la religión hegemónica invadía todos los espacios públicos, la sociedad está cada vez más alejada de ésta y no profesa credo alguno.

Pero parece que el PP obvia estos datos, y prefiere centrarse en los de la propia Iglesia Católica, que cuenta como feligrés a toda persona bautizada. Da igual que dicha persona no practique, no crea, e incluso que quiera apostatar. Para la Iglesia, con un claro fin económico y negociador para con el Estado, para toda la vida se es feligrés. Como en toda secta que se precie, se  entra pero no se sale.

Lo más grave de la decisión del PNV al nombrar la Semana Santa de Bilbao Bien Cultural es que atenta directamente contra la aconfesionalidad y el laicismo de nuestra sociedad. Hoy en día, existe una ingente la cantidad de actos, festividades y realidades públicas que están definidas en función de la religión católica. Esta decisión ahondará aún más en esta lógica injusta, ajena a una sociedad en la cual las tradiciones católicas y su seguimiento por parte de la ciudadanía es cada vez menor; en la que la variedad de confesiones es muy amplia; y en la que éstas deberían estar circunscritas al ámbito privado.

Necesitamos más laicismo, y es en esa dirección en la que debemos avanzar. Éste es el único marco que asegura una mejor convivencia de personas que tienen diferentes creencias. Y no cumplir este principio supone discriminar, imponer los valores de unas personas sobre los de otras y, en definitiva, vulnerar un derecho fundamental como la libertad de conciencia.

Separar la administración pública de las diferentes confesiones religiosas supone dejar de recoger en la publicidad municipal las procesiones de la Semana Santa como parte de nuestro patrimonio y personalidad, ya que muchas personas no nos sentimos identificadas con la religión católica. Pero también supone, y esto sí que es importante en tiempos de recortes, dejar de financiar con dinero público -este año han sido 9.000 euros-, este tipo de actividades. Mejor sería invertir este dinero en otras actividades culturales más respetuosas con las creencias de todas personas, como las fiestas de los barrios.

Desgraciadamente, a la vez que el PNV dice no a una moción de Bildu que permitiría celebrar funerales civiles en lugares públicos y locales municipales, dice sí a esta propuesta que recoge la esencia de las derechas bilbaínas PP y PNV: conservadurismo religioso aunado con una obsesión por convertir Bilbao en una ciudad escaparate y enfocada al turismo. Todo esto a costa de los barrios, del pequeño comercio y de los derechos laborales.

Queremos decirle a Azkuna y a su equipo que la ciudadanía de Bilbao prefiere que sean otro tipo de actividades las que sean declaradas Bien Cultural. Actividades respetuosas con las creencias y derechos de todas las personas, y que no estén relacionadas con el sufrimiento, la culpa, la sangre y la marcialidad, características que definen a la Semana Santa. Para sufrimiento, tenemos más que suficiente con las reformas y los recortes que las derechas están poniendo en marcha.

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