El origen del 1 de Mayo

Héctor Prieto – Militante de Alternatiba

Recientemente ha sido uno de mayo, en una época convulsa, quizá la antesala de un cambio de conciencia, en una estafa que llaman crisis, duro rival para los trabajadores, para la clase popular en general. Los recortes y reformas de los gobiernos títeres de turno, con políticas que benefician a unos pocos, están vulnerando derechos laborales conseguidos con años y años de luchas. Los mil veces nombrados mercados son los que manejan los hilos de este sistema cada vez más corrupto, los gobiernos de los países europeos del sur pierden su soberanía y las políticas económicas, como hemos dicho, están hechas a medida de los ricos mientras el pueblo se hunde en el lodazal producido por poderes que no han elegido democráticamente.

El panorama en el reino de España es desolador, se ha superado los 6 millones de parados y según señala el gobierno el número de personas desempleadas seguirá subiendo durante el 2014, nos quieren hacer pensar que la única solución es aplicar una reforma laboral a medida de la patronal. Mientras siguen apareciendo tramas y corruptelas en las que los partidos tradicionales de turno, el PP y el PSOE, están implicados y quieren mantener este sistema injusto como sea.

En Euskal Herria se cuentan 164,700 desempleados, el 16% de la población activa y que  lleva una tendencia ascendente, incluso en Navarra se llega al 20% de trabajadores sin empleo. Y encima el PNV pretende imponer las condiciones que se marcan desde Europa, contra la crisis, más recortes, por ejemplo al euskera y a las universidades, y lo más grave,  a la política social, tan importante en una sociedad avanzada, vulnerando los derechos de la ciudadanía.

Por lo tanto no hay nada que celebrar, sino que hay que ponerse a trabajar, a proponer otra alternativa más justa en la que el reparto de la riqueza sea más equitativo, en la que el ser humano respete el medio ambiente, en la que la mujer se vea liberada de este patriarcado que la excluye, en el que los pueblos sean libres de decidir su futuro y que se relacionen entre ellos de forma solidaria y respetuosa. De aquí surgen algunos brotes de la izquierda,  hay  movimientos sociales que se organizan día a día, tenemos los sindicatos que quizás deberían unirse más entre ellos, dejar atrás sus rencillas y trabajar por el bien común.

En esta reconstrucción del paradigma de izquierda, del socialismo del siglo XXI, debe producirse la cohesión de la sociedad para acabar con este capitalismo que sólo conviene a unos pocos. Tenemos que hacerlo, porque nos están menguando unos derechos que han tardado más de un siglo en conseguirse, muchos hombres y mujeres han dado incluso su vida por mejorar las condiciones laborales, sociales y políticas de toda la humanidad, no tenemos que olvidarlo y quisiera reconocer la labor de unos de ellos, este era el objetivo del 1 mayo hace mucho tiempo, como conmemoración a los Mártires de Chicago. No pretendo con ello quedarme en el pasado pero quisiera pensar que la vida de aquellas personas que comenzaron la lucha obrera en el siglo XIX no sirvió para nada.

Los hechos ocurrieron en la segunda mitad del siglo XIX , en los comienzos de la industrialización en Estados Unidos. Todo ello coincidió con el final de la Guerra de Secesión en plena reconstrucción tras la contienda. Asesinado Abraham Lincoln la difícil tarea cayó en manos de Andrew Johnson, uno de los pocos dirigentes sureños que no había abandonado su puesto y que se había convertido en el vicepresidente de Lincoln. En aquella época de reconstrucción  Estados Unidos pasaba por dificultades económicas, los trabajadores tenían que soportar interminables jornadas laborales que incluso superaban las 16 horas diarias en condiciones realmente miserables. El campo también atravesaba dificultades por lo que los ganaderos comenzaron a desplazarse a las ciudades que junto a miles de inmigrantes europeos de Alemania, Italia, Inglaterra, Irlanda comenzaron a formar suburbios en los alrededores de las grandes urbes.

Así, Chicago se convirtió a finales del siglo XIX en la segunda ciudad más grande de Estados Unidos, por detrás de Nueva York. Comenzaron a aparecer las primeras fábricas y el ferrocarril, con ello la cantidad de obreros creció sustancialmente y con ello la importancia y la filiación de los sindicatos, algunos de ellos de tendencia socialista. Desde hacía tiempo, las reivindicaciones obreras se centraban en luchar por la jornada de ocho horas, es decir, «ocho horas para trabajar,  ocho horas para dormir, ocho horas para la casa». El presidente Andrews Johnson debido a la presión de los trabajadores y los sindicatos, decidió a principios de 1886 la creación de la llamada «ley Ingersoll» por la que se establecía la jornada de ocho horas, aún así en el sector privado no se aplicó y tanto hombres, mujeres y niños seguían trabajando 10, 12 y 14 horas, estos últimos cobrando salarios más bajos.

Debido a estos incumplimientos los movimientos sociales y sindicales de Estados Unidos empezaron una campaña en busca de las ocho horas laborales. Chicago se convirtió en uno de los focos de aquellas protestas, especialmente entre el 1 y el 4 de mayo de 1886. El primero de los días se convocó una protesta a las puertas de una fábrica de maquinaria agrícola, la empresa se llamaba McCormick y la mayoría de sus obreros estaban en huelga, porque les querían descontar el sueldo para la construcción de una iglesia. Uno de los portavoces sindicales estaba dando un discurso, la bocina de la fábrica se escuchó y de las puertas salieron los esquiroles, se montó una gran pelea campal en la que la policía cargó, ocasionando un gran número de heridos y seis muertos.

La tensión creció y las protestas continuaron los días 2 y 3 mayo, se decidió preparar una gran manifestación para el día cuatro a las 19: 30 para la que el alcalde dio permiso. La concentración se realizó en la calle Haymarket, en un momento dado una bomba explotó entre los policías que comenzaron a disparar y a cargar, así detuvieron a los cabecillas y líderes de la protesta, muchos de ellos de ideología socialista y anarquista. Durante días se realizaron los juicios en las que fueron sentenciadas ocho personas, cinco de ellas a la horca. Más tarde se supo que las irregularidades que se cometieron en el proceso, se utilizaron testigos falsos, la prensa utilizó todos los argumentos posibles para desprestigiar a los acusados y no se pudo demostrar nada contra ellos, solamente su presencia en el lugar de los hechos, su filiación política o artículos y octavillas que escribían algunos de ellos cuyo oficio era el de periodista.

Y sí, finalmente el 11 noviembre 1887 fueron llevados al cadalso acusados de enemigos de la sociedad. Los alemanes Samuel Fielden y Michael Schwab fueron condenados a cadena perpetua y el estadounidense Oscar Neebe a 15 años de trabajos forzados. Los que no pudieron librarse de la horca fueron los alemanes George Engel (tipógrafo, 50 años), Adolfo Fischer (periodista, 30 años), August Spies (periodista, 31 años), Louis Lingg (carpintero, 22 años) que se suicidó en su propia celda y el estadounidense Albert Parsons (periodista, 39 años).

Aquel juicio marcó un antes y un después en la historia de la izquierda mundial, demostraba hasta qué punto podría llegar el capitalismo para derribar cualquier atisbo de libertad, de resistencia o de contestación a unas condiciones laborales y políticas muy precarias, muchos inmigrantes se dieron cuenta de que la tierra de las oportunidades no era tal, como demuestra que seis de los acusados fueran alemanes.

De esta manera llegamos al año 1889, en París se había reunido la Segunda Internacional Socialista que acordaron celebrar una masiva concentración en honor de los Mártires de Chicago, que habían dado su vida por la causa del socialismo libertario y de la izquierda mundial, aquel día era día 1 de mayo. En un principio no pensaron en realizar dicha concentración cada año, pero finalmente así ocurrió y anualmente se realizó en homenaje a dichos hombres injustamente asesinados por sus ideas políticas.

Ahora nos toca a nosotros continuar la senda de tantos y tantos que han dado su vida por la libertad, por la igualdad y la justicia. Tenemos que tener presente en cada lucha, por difícil que sea, que muchas personas se sacrificaron en la búsqueda de un mundo mejor, y que ahora nos toca luchar por nuestros jóvenes, porque nuestros hijos e hijas tengan una alternativa al neoliberalismo que asola el planeta. Salgamos a la calle con la cabeza bien alta, siendo conscientes de que el camino está lleno de dificultades pero que estamos dispuestos a seguir la lucha, a defender nuestros derechos que ha costado la vida a miles de personas. Lo siento, pero la lucha de clases sigue ahí, tenemos motivos suficientes para enfrentar y construir el camino de la victoria. ¡LA VICTORIA ESTA EN FORTIFICAR Y RESISTIR!

Michael Schawn: «El socialismo, tal como nosotros lo entendemos, significa que la tierra y las máquinas deben ser propiedad común del pueblo. La producción debe ser regulada y organizada por asociaciones de productores que suplan a las demandas del consumo. Bajo tal sistema todos los seres humanos habrán de disponer de medios suficientes para realizar un trabajo útil, y es indudable que nadie dejará de trabajar. Cuatro horas de trabajo cada día serían suficientes para producir todo lo necesario para una vida confortable, con arreglo a las estadísticas. Sobraría, pues, tiempo para dedicarse a las ciencias y al arte».

La demanda de Adegi

Enrique Martínez-Florez, juntero de Bildu en Gipuzkoa y miembro de Alternatiba

He conocido con cierta estupefacción la presentación por parte de la patronal Adegi de un contencioso administrativo contra el Departamento de Política Social de la Diputación Foral de Gipuzkoa, en particular, contra la propuesta para renovar el convenio colectivo del personal de las residencias para mayores.

La Diputación se comprometió el pasado 8 de febrero a destinar 8,2 millones de euros en dos años para financiar mejoras en las condiciones laborales de las 4.800 trabajadoras y trabajadores de las residencias y Centros de Día del Territorio. De este modo, daba un paso al frente y presentaba una solución para superar la situación de bloqueo en las negociaciones existente entre la representación sindical del sector y la patronal. Pero a la responsabilidad y al compromiso públicos, Adegi respondió con una demanda contra por “injerencia en la negociación colectiva” y con la exigencia de una indemnización de 187.000 euros.

No voy a realizar un análisis jurídico, pues corresponde éste a otras personas, y la valoración final a los/as jueces/zas y tribunales; no quiero, por tanto, caer en el mismo error que voy a imputar a Adegi y equivocarme de instancia (no se entienda en términos procesales). Únicamente quiero hacer una aproximación desde el punto de vista político.

Para centrar este ejercicio de opinión es preciso acudir esquemáticamente a la evolución del Constitucionalismo. La primera etapa corresponde a la definición del Estado como Estado de Derecho, es época de los derechos civiles y, en particular, del derecho de propiedad. En aquel momento, la principal tarea del Estado fue facilitar el enriquecimiento sin poner trabas, garantizar  la seguridad jurídica, especialmente para el tráfico y el comercio (no es casual que el Código de Comercio sea anterior al Código civil). Posteriormente, el Estado se hace democrático al abandonar el sufragio censitario, recoger el voto femenino y reconocer la participación como derecho. Por último, después de la Segunda Guerra Mundial, después del pacto Keynesiano de capital y trabajo, el Estado adquiere la potestad de regular e intervenir en la vida económica para garantizar los derechos de los y las más desfavorecidas.

Esta perspectiva, de carácter meramente socialdemócrata, nos permite apreciar cómo el lenguaje y la postura ideológica que subyace en la demanda  de Adegi contra la Diputación corresponden a la primera etapa reseñada. Conceptos como “injerencia del departamento”, repetido hasta la saciedad en la demanda de la patronal para justificar la pretensión, no sirven sino para negar el derecho del Estado, en este caso, la Diputación, para intervenir en la vida económica, siquiera para ejercer un derecho tan básico como la libertad de expresión, formulando una propuesta que se considera justa y que beneficia a ambas partes.

Sí, incluso en procesos de negociación colectiva tiene derecho a participar, haciéndolo como ahora, actuando sin imperium. Basta recordar acuerdos de naturaleza tripartita en las que el Estado ha participado, Pactos de la Moncloa, AES o AMI.   

Lo anterior no es ninguna sorpresa, todos conocemos la postura de la Patronal favorable a los planteamientos neoliberales (aunque la partícula neo, no sea lo más propio, como hemos visto). Lo que más sorprende es su  pasmo ante “una actuación con connotaciones evidentemente políticas”. ¿Qué creen que se hace o se debe hacer desde el Gobierno, sino política?

¿No es una actuación política la promulgación de la Reforma Laboral, que tanto defiende la demanda y, con la que tanto coincide la postura de la Adegi? Pues también la Reforma Laboral es producto de una política de un Gobierno de derechas, y coincide con las pretensiones de una de las partes de la negociación colectiva, le favorece y le proporciona una posición más fuerte en la negociación.  Estos son los argumentos de Adegi, que considera válidos para sí y no para su contraparte.

¿Qué espera Adegi de un gobierno de izquierdas? Si acusa a este Gobierno de defender el interés común, entendido éste como coincidente con un interés de clase; si acusa a este Gobierno de plantear una forma distinta de salida la crisis, más justa, apostando por la igualdad como elemento dinamizador de la economía, pues resulta que acierta.

No puedo terminar sin explicar por qué entiendo que el contencioso se plantea contra el Departamento de Política Social y no contra un acto. Simplemente, porque no existe el acto. El documento 24 de la demanda comienza diciendo que estamos ante una “mera propuesta sin valor y eficacia jurídica”. Por lo tanto, para dejarlo sin eficacia, mejor dicho, para que pase a mejor vida, pues eficacia no tiene, basta con que Adegi diga que no. En su derecho estará, y libremente puede hacerlo. Como en su derecho estarán quienes juzguen política o éticamente, nunca desde la legalidad, tal decisión. Si es esta la preocupación, y parece que no hay otra (así lo justifica la apelación que en la demanda se hace al honor) sus argumentos, que seguro que los tiene, aunque no se compartan, debe dirigirlos a las trabajadoras, a la sociedad en general o a aquellos y aquellas cuya reprobación tema, pero no a los tribunales.

Es inaceptable que Bizkaia regale 5,2 millones de euros a un club privado de baloncesto

Que Jose Luis Bilbao y el PNV son malos gestores, muy en contra de lo que nos quieren vender (no obstante, han hipotecado Bizkaia con algo tan inútil como la Supersur, que pagaremos según reconocieron varias generaciones de bizkaitarra además de ser deficitaria en su gestión). Y es que gobiernan para las grandes fortunas, eso también lo sabíamos. Pero cuando decía hace unos meses que la Diputación debía “adecuar gastos e incentivar la economía” no creíamos que llegaría a semejantes despropósitos…Y es que la Diputación Foral de Bizkaia regale 5,2 millones de euros a un club deportivo privado es inaceptable a todas luces. Recordando la campaña contra el fraude que la misma Diputación ponía recientemente en marcha, que denunciamos por su uso irrespetuoso de la indignación ciudadana contra los recortes, le reconvertimos el lema «No nos defraudes» por un rotundo: «NO NOS TOMES EL PELO».

EHBildu denuncia la voracidad de Adegi y la cobertura del PNV a la denuncia de la patronal en el conflicto de las residencias

La Diputación Foral de Gipuzkoa se comprometió el pasado 8 de febrero a destinar un presupuesto de 8,2 millones de euros en dos años para financiar mejoras en las condiciones laborales de los 4.800 trabajadores y, sobre todo, trabajadoras, de las residencias y Centros de Día del Territorio que disponen de plazas concertadas con la Administración.

De este modo, daba un paso al frente y presentaba una solución para superar la situación de bloqueo en las negociaciones existente entre la representación sindical del sector y la patronal. Las patronales Adegi y Lares y la representación social llevaban desde octubre negociando sin llegar a un acuerdo y ya se han producido huelgas en el sector. De hecho ya han sido anunciados nuevos paros.

De persistir la situación de bloqueo, la no consecución de un acuerdo que permitiera la firma de un convenio provincial derivaría en la aplicación de la regulación estatal en el sector. Esta circunstancia supondría una merma considerable tanto en las condiciones laborales del personal como en la calidad del servicio.

La Institución foral es responsable de financiar el 87% de las plazas que se ofertan en el Territorio, así como de sufragar los sueldos de 4.800 trabajadoras del sector. Por lo tanto, la Diputación es la responsable última de asegurar la prestación de un servicio de calidad en las plazas públicas concertadas, además de velar por el cumplimiento de los derechos laborales del personal que desarrolla su trabajo en dichos centros, en tanto en cuanto estas condiciones redundan en la calidad del servicio prestado a la ciudadanía.

Por todo ello, y tras haber resultado la Administración interpelada por las partes, el Gobierno foral elevó una propuesta a patronal y sindicatos con el objetivo de desbloquear la mesa.

Pero a la responsabilidad y al compromiso demostrado por el Gobierno foral, Adegi respondió con una demanda contra la Diputación de Gipuzkoa en la que, encima, le reclama una indemnización de 187.000 euros.

Ante esta situación, queremos decir:

* A las 4.800 trabajadoras de las residencias y Centros de Día para personas mayores: No estáis solas. EHBildu comparte vuestra lucha por trabajar en condiciones dignas y por la firma de un convenio provincial que no recorte vuestros derechos. Siempre estaremos en contra de la reforma laboral española. No vamos a hincar la rodilla ante la patronal.

 * A la Diputación Foral de Gipuzkoa: que siga cubriendo las espaldas de la clase trabajadora de este país, máxime cuando de esto depende la calidad de los servicios públicos y la dignidad tanto de trabajadoras como de los y las usuarias de estos servicios.

 * A Adegi: que retire la demanda contra la Diputación, que se siente a negociar y que renuncie a aplicar la reforma laboral española que precariza la vida de los y las trabajadoras guipuzcoanas. La voracidad de la patronal no tiene límites. No sólo quiere quedarse con más y más dinero de las trabajadoras de las residencias, ahora también quiere sacar tajada de las arcas forales pidiendo que la Diputación le pague una indemnización. Es un insulto a todos y todas las usuarias de los servicios públicos del Territorio, les quieren robar 187.000 euros.

 * Al PNV:que deje de actuar en defensa de los intereses de la patronal y defienda los intereses de la ciudadanía de Gipuzkoa en general. Y es que en este tema concreto de la denuncia de Adegi a la Diputación de Gipuzkoa, ha quedado en evidencia que en la práctica el PNV representa o actua como brazo político de Adegi en las instituciones. La denuncia de Adegi se fundamenta principalmente en los datos recogidos en respuesta que la Diputación dio a una pregunta efectuada en Juntas Generales por parte del grupo juntero del PNV. El grupo jeltzale está en todo su derecho de utilizar los mecanismos de control público y realizar las preguntas que considere pertinentes, pero en esta ocasión lo ha hecho con una clara vocación de beneficiar a la patronal y perjudicar los intereses generales de la Diputación y, por lo tanto, de la sociedad de Gipuzkoa. Tendrán que dar muchas explicaciones a las trabajadoras de las residencias y sus usuarios. El PNV trabaja para la patronal, EH Bildu, para el conjunto de la ciudadanía y en defensa de la dignidad de los y las trabajadoras.

Alternatiba acusa a Adegi de querer «hacer rapiña» con el dinero de las trabajadoras de las residencias y la Diputación de Gipuzkoa

El portavoz nacional de Alternatiba, Oskar Matute, ha criticado duramente la demanda presentada por la patronal Adegi contra el Departamento de Política Social de la Diputación de Gipuzkoa tras haberse dado a conocer hoy nuevos detalles de la misma a través de la prensa. «Estamos ante un nuevo y brutal ataque contra la clase trabajadora y contra las mujeres. La patronal de Gipuzkoa quiere sacar más tajada y no le importa arrasar a su paso con un sector especialmente precarizado y feminizado, acrecentando la crisis económica, la crisis social, y la crisis de los cuidados. La inestabilidad y la precariedad que generaría la reforma laboral en los servicios de cuidados y en la vida de las mujeres es inaceptable».

A la ya conocida demanda presentada por Adegi contra la Diputación, por haber cumplido el mandato de las juntas Generales de Gipuzkoa y haber querido garantizar condiciones laborales dignas para las varias miles de personas que desempeñan un trabajo público y socialmente necesario, se suma la exigencia de Adegi a una indemnización por daños y perjuicios por un importe de casi 190.000 euros: «La denuncia es un aviso a navegantes; que ninguna administración mantenga una posición activa contra la reforma laboral, pero ni desde Alternatiba ni desde las instituciones en las que tenemos representación a través de EHBildu vamos a tolerarlo».

El portavoz de la formación de izquierdas ha querido recordar las palabras del presidente de Confebask, Miguel Ángel Lujua, en las que aludía a la lucha de clases como algo antiguo y obsoleto «que concibe las posiciones e intereses de empresarios y trabajadores como connaturalmente antagónicos y donde lo que es bueno para uno se percibe necesariamente malo para el otro». La diferencia, ha asegurado Matute, estriba en que «por primera vez, la patronal no ha encontrado un aliado en el Gobierno Foral de Gipuzkoa. Por primera vez, un Gobierno se pone del lado de las trabajadoras en este país y pone pié en pared contra los abusos de la clase empresarial».

Desde Alternatiba han recordado que ninguna política es neutra, «beneficia a una clase en detrimento de otra. En el caso de Adegi, sus propuestas quieren extraer dinero de los bolsillos de las trabajadoras para ponerlo en los de la clase empresarial. Pero no seremos compañeros de viaje de aquellos que quieran aplicar la reforma laboral y perjudicar tanto a las trabajadoras como a las personas a las que estas atienden».

En palabras del parlamentario, «Adegi se comporta como un ave de rapiña, tiene la desvergüenza de querer apropiarse del salario de las trabajadoras y, encima, pedir en los juzgados que la Diputación le pague una indemnización con el dinero de todos y todas las guipuzcoanas». Pero Adegi, ha continuado, «debe de saber que el tiempo  en que disponía a su antojo del presupuesto de la Diputación tocó a su fin».

Finalmente, Matute ha denunciado la actitud del PNV, «como siempre, demuestra que está con la patronal, con la clase empresarial y en contra de la clase trabajadora. Y es que ha demostrado una total falta de principios al hacer uso de su derecho a pedir información en las Juntas Generales únicamente para proporcionárselo a Adegi. Ha nutrido de datos a Adegi para que los utilice como excusa en su ataque contra las trabajadoras de las residencias y la Diputación de Gipuzkoa».

Razones para rebelarse, también desde Agurain

Toni Ramos – Alternatiba Araba

Hablar de la crisis en términos generalistas resulta ya tedioso y hasta repetitivo. Hoy en día, todas las mujeres y hombres de izquierdas coincidimos en que no se trata de una crisis económica al uso, no es una de esas crisis cíclicas que nos han intentado inculcar los defensores del capitalismo, que acaban pasando y que terminan por regular los mercados de forma casi automática. Se trata, en realidad, de una crisis del propio sistema capitalista que ha derivado en crisis económica, ecológica, energética, etc., en la que los perjudicados son los y las de siempre, sobre todo las de siempre.

Más interesante puede resultarnos conocer casos concretos, de aquellos que nos hacen reflexionar y compadecernos de las personas que los sufren, de aquellos que pueden llegar a conmover a los que en mayor o menor medida no se han visto tan afectados por toda esta barbarie y que, en un momento dado, se animan a salir a la calle para apoyar alguna que otra movilización. Esto puede resultar más efectivo para despertar conciencias, sí, pero hasta esos casos concretos son cada vez más cotidianos, con el peligro de convertirse en rutina y, por ende, de caer en el sensacionalismo.

No hace falta más que mirar alrededor, escuchar a los y las vecinas, acudir a las asambleas municipales (allí donde se convocan, claro), echar un vistazo a los carteles que cuelgan en la calle y mirarse al espejo. Con eso basta para hacerse una idea de la que nos está cayendo. Se trata, pues, de realizar un análisis superficial de lo que ocurre a nuestro alrededor.  A través de esta práctica nos damos cuenta de que no hace falta buscar una explicación global porque la explicación nos viene dada, y tampoco hace falta buscar un ejemplo dramático porque lo tenemos delante de las narices.

Yo he puesto en práctica este ejercicio en mi pueblo, Agurain. Me he dado cuenta de la colosal deuda que arrastra al Ayuntamiento gracias a la nefasta gestión del anterior gobierno municipal, movido por el boom inmobiliario y otras sandeces; he visto el peligro que corremos todas y todos por la pretendida creación de una incineradora encubierta en una filial del poderoso grupo FCC en Olazti; he sido testigo del paro, que se ha incrementado en un 10% en el último año llegando a la insostenible tasa del 19% de desempleo en Agurain; y he visto la macabra sombra de los desahucios y a los inseparables buitres que la acompañan acechando a una familia aguraindarra. Así, sin la necesidad de indagar en casos concretos y sin la necesidad de buscar explicaciones globales, me he dado cuenta de que la situación es inadmisible y de que hay razones más que suficientes para salir a la calle y rebelarse contra todas y cada una de estas injusticias; rebelarse contra el sistema capitalista.

Pero el caso de Agurain no es único, no es una excepción, no es un acontecimiento. En todos y cada uno de nuestros pueblos y ciudades, si realizamos este mismo análisis superficial de lo que ocurre a nuestro alrededor, nos encontraremos con los mismos y diferentes argumentos para salir a la calle y rebelarnos contra el monstruo que nos oprime y contra las consecuencias de esta opresión.

Bildu considera imprescindible el equilibrio entre los intereses de la hostelería y el derecho del vecindario al descanso

Las concejalas Ana Etxarte y Aitziber Ibaibarriaga han presentado esta mañana las aportaciones realizadas por el grupo municipal de Bildu a la propuesta de modificación de la Ordenanza de Hostelería. Bildu ha lamentado la falta de un diagnóstico previosobre la situación actual de la hostelería, para, a continuación, demandar una actuación integral que recoja medidas en ámbitos como hostelería, espacio público y terrazas, medio ambiente y ruido con el fin de dar una solución global y, de esta manera, conseguir compatibilizar los intereses de la hostelería, el derecho al ocio, así como el derecho al descanso. Etxarte ha anunciado que llevarán al próximo Pleno de abril la necesidad de elaborar un Mapa del Ruido del Ocio para determinar la exposición al ruido producido por estas actividades.

Etxarte e Ibaibarriaga han calificado de “parche” la propuesta del Gobierno municipal de modificación de la Ordenanza sobre Hostelería. “Creemos que esta modificación no va a resolver la problemática existente en torno a este tema”, ha subrayado Etxarte, quien también ha denunciado que ésta se ha llevado a cabo sin la elaboración de un diagnóstico previo y sin contar con la participación del movimiento vecinal que “ya se ha mostrado en contra de la modificación  planteada por el Ayuntamiento”.

Las concejalas de Bildu consideran imprescindible buscar un equilibrio entre los intereses específicos de la hostelería, como sector económico importante de la promoción económica de la ciudad y generador de empleo, y los derechos del vecindario al descanso,  a la protección del medio ambiente y al uso del espacio público.

“Y ese equilibrio necesario sólo se garantiza mediante la elaboración de un diagnóstico de la situación actual de la hostelería. Sobre todo si tenemos en cuenta los cambios que desde hace unos años se están generando en el modelo de ocio de la ciudad: mayor concentración de personas fuera de los locales provocada por la llamada ley antitabaco, aumento del número de terrazas en la vía pública y la concentración de establecimientos hosteleros debido a la eliminación por parte de la normativa desde el año 2010 de distancias mínimas entre para algunas licencias -establecimientos diurnos y restaurantes sin barra-“, ha subrayado Etxarte.

Bildu cree que la propuesta de Ordenanza del equipo de Gobierno “no conseguirá resolver los conflictos que se generan alrededor de esta cuestión, saturación de establecimientos, molestias, etc”.

Etxarte ha pedido al Ayuntamiento que realice una actuación integral que dé una respuesta global a un tema tan complejo como es el ocio y la hostelería. “Además de garantizar el derecho al descanso, es necesario fomentar una hostelería de calidad, basada en la realidad diaria y no sólo en las expectativas que se tiene en el turismo. La buena clientela, y sobre la que se sostiene la hostelería es la de todos los días”.

Para paliar las deficiencias detectadas, el grupo municipal soberanista ha presentado una batería de enmiendas que acompañarán con la presentación, en el Pleno de abril, de una moción en la que se demanda la elaboración de Mapa del Ruido del Ocio en el que se determine la exposición a éste producido por las citadas actividades. Bildu busca la activación de Plan de Acción que establezca Zonas de Protección Acústica Especial  en aquellos lugares en donde los niveles de exposición pueden tener efectos nocivos en la salud y en la calidad de vida del vecindario, y donde sean necesarias actuaciones específicas para  prevenir y reducir la contaminación acústica y así garantizar el bienestar de la ciudadanía.

Contenido de las enmiendas

  1. La concesión de nuevas licencias para establecimiento del Grupo II se pospondrá hasta la elaboración del Mapa de Ruido del Ocio  en aquellas calles o plazas calificadas como Zonas de Protección Acústica Especial.
    1. La determinación de las Zonas de Protección Acústica Especial se establecerán con carácter provisional, y hasta que se realice el Mapa de Ruido del Ocio, en un Decreto el  cual tendrá en cuenta al menos la morfología y dimensiones de la calle o plaza, y el porcentaje de los  establecimientos del Grupo II en relación al resto de establecimientos de otra tipología.
  2. Con lo que respecto al cambio de tipología, no pueda efectuarse ningún cambio del Grupo I al Grupo II en las Zonas de Protección Acústica Especial que se establecerán en el  Mapa de Ruido  del Ocio.
  3. Así mismo, se prohibirá la instalación de nuevas actividades hosteleras en  una o varias zonas del término municipal, cuando, tras la elaboración del consiguiente Mapa del Ruido del Ocio, sean declaradas Zonas de Protección Acústica Especial. En las zonas declaradas como Zona de Protección Acústica Especial, en lo que  refiere a las distancias mínimas previstas en el artículo 7, se aplicará lo recogido en el Plan de acción correspondiente.
  4. Para garantizar una mayor información por parte de la ciudadanía, propones que en todos los establecimientos sea necesaria la colocación en la fachada, fácilmente visible desde la vía pública, de un distintivo que recoja el tipo de categoría y los horarios de apertura y cierre.

Alternatiba acusa al Gobierno de Jose Luis Bilbao de apropiarse de la indignación social y ridiculizarla en sus campañas publicitarias

El portavoz de Alternatiba en Bizkaia, Asier Vega, ha denunciado hoy la campaña publicitaria presentada esta semana por la Diputación Foral de Bizkaia con la intención, “de más que discutible efectividad” de compartir con la ciudadanía la necesidad de combatir el fraude fiscal. Los anuncios de esta campaña muestran a personas de diferente sexo y edad manifestándose tras una pancarta que reza “No nos defraudes”, y en la que aparece la característica señal de Stop –al fraude en este caso-, “se apropia por tanto de lemas y símbolos de las crecientes protestas que cada vez más asiduamente toman las calles para denunciar la corrupción política, los desahucios, la sumisión a entes no sometidos al voto ni a la supervisión de la ciudadanía o las reformas laborales que destruyen empleo y derechos laborales”.

En palabras de Vega, es “lamentable que una institución pública que da la espalda a las clases populares de Bizkaia para gobernar por y para los más pudientes, usurpe la simbología de la indignación ciudadana y lo haga hasta el punto de ridiculizarla. Porque es insultante que imiten lemas y pancartas con las que se sale a diario a la calle para protestar contra políticas como las del tándem Bilbao-Iruarrizaga”. Del mismo modo, ha censurado publicitar la lucha contra el fraude fiscal cuando el montante detectado por la Hacienda Foral ha descendido el pasado ejercicio un 19%.

Con todo, el portavoz de la formación de izquierdas ha señalado como “más grave aún el fraude legalizado que posibilita la política fiscal de la Diputación en manos del PNV y que impide lograr una recaudación que garantice los servicios sociales y que sirva para transformar la sociedad”. En este sentido, y por poner tan solo un ejemplo de lo “falaz” de esta publicidad, ha denunciado el uso de uno de los colectivos que figura en el anuncio, el de la diversidad funcional representada por un niño en silla de ruedas, cuando en Bizkaia las personas que reciben las Prestaciones Económicas para Asistente Personal (PEAP) “pueden contarse con los dedos de las manos, mientras que por ejemplo en Gipuzkoa son más de 1.100”.

Lamentablemente, ha proseguido, existen más ejemplos: “El anuncio se cuida de mostrar más mujeres que hombres tras la pancarta, pero si estudiamos el presupuesto de la DFB descubriremos que la partida de igualdad se reduce al 0,09% del gasto total”. También aparecen personas mayores, “que precisamente están sufriendo recortes en centros socio-sanitarios”.

Por todo esto, desde Alternatiba han exigido responsabilidad tanto a la Diputación como a la Hacienda Foral, así como la “retirada de una campaña que ofende a gran parte de la sociedad; sobre todo a las personas que más sufren los recortes en políticas sociales como los que aplica el señor Bilbao y a todas las personas que en solidaridad con quién los padece se echan a la calle”.

Bildu denuncia el nulo impacto del Plan Comunitario de Bilbao la Vieja, San Francisco y Zabala

<--break->El Grupo Municipal de Bildu en el Ayuntamiento de Bilbao ha denunciado esta mañana el nulo impacto que ha tenido el Plan Comunitario de Bilbao la Vieja, San Francisco y Zabala en los barrios tras haber transcurrido un año de su puesta en marcha.

La edil Ana Etxarte ha señalado que pese a haberse elaborado ya 13 planes para la zona y haber transcurrido 13 años desde la elaboración del primer plan, todavía el ayuntamiento “no ha realizado una intervención seria, coherente e integral; al contrario, sigue recortando en ayudas sociales, en recursos a entidades que trabajan en intervención social y en formación que garantice el empleo”.

La edil de Bildu ha mostrado su disconformidad con el enfoque del plan por marcar como objetivo principal solucionar los problemas de convivencia y no la pobreza, la exclusión social y el desempleo, que son a su juicio los principales problemas que afectan a estos barrios.

Etxarte ha puesto el foco en la elevada tasa de desempleo que sufren estos barrios. Mientras que en 2011 la tasa de desempleo en Bilbao era del 11,4% en Bilbao la Vieja, San Francisco y Zabala este porcentaje se disparaba hasta el 35,5%. Además, ha señalado que el desempleo juvenil y los parados de largo duración son los principales afectados ya que el desempleo alcanza el 56,8% entre la población de 16 a 24 años y más del 40% de los desempleados llevan más de dos años buscando empleo.

Desde Bildu, la edil ha propuesto realizar de manera urgente una planificación consensuada con el movimiento asociativo y vecinal que recoja intervenciones que garanticen el bienestar personal y colectivo de las personas que viven en el barrio a través de propuestas que partan de la realidad y de las oportunidades del propio barrio.

En este sentido, ha estimado necesario garantizar mediante los servicios y ayudas sociales que se cubran las necesidades básicas de todas las personas, apoyar las actividades económicas generadoras de empleo, considerar la vivienda como un derecho y garantizar a todas las personas un lugar digno donde vivir, una oferta pública de calidad que convierta la escuela en un espacio multicultural de integración, intensificar la lucha contra la violencia machista de manera integral y generar equipamientos comunitarios y espacios de encuentro en donde se impulses actividades de ocio y culturales que promuevan la interculturalidad, la igualdad y la convivencia.

3 de marzo: Ni olvidamos ni olvidaremos

En unos pocos días, el próximo domingo 3 de marzo, Gasteiz volverá a mirar al pasado, a aquel 3 de marzo de hace 37 años que tiñó de sangre las calles de Zaramaga. Lo hará con rabia e indignación pero, sobre todo, con orgullo.

Ya entonces Gasteiz demostró que era capaz de organizarse, de comprometerse, de mostrar dignidad. Esos valores siguen vigentes a día de hoy, cuando quieren borrar de un plumazo los derechos de trabajadoras y trabajadores.

Pero entonces, como ahora, no sólo eran las trabajadoras y trabajadores quienes luchaban por sus derechos. Se empezaron a generar las condiciones para el verdadero cambio social, económico y político, y se organizaron comités de solidaridad, donde las mujeres, como en otras tantas ocasiones, jugaron un papel fundamental, como también lo jugaron activamente entre jóvenes y estudiantes que también salieron a la calle.

Desgraciadamente, entonces, como ahora, nos quieren arrebatar nuestros derechos:

– En Araba son ya casi 28.000 las personas desempleadas

– Durante el pasado año, se aprobaron también en Araba cerca de 400 EREs. Un 124% más que el año anterior. Y todo ello, gracias a la reforma laboral que el gobierno del PP ha hecho a medida de la patronal.

– Laminaciones Arregui, Guardian, Gamesa… la lista de empresas es larga. Tan larga que sería imposible enumerarlas todas.

– Pero además, las oficinas de Lanbide se desbordan de personas que intentan acceder a un derecho como es el de recibir una prestación social que les aleje del riesgo de exclusión social, un riesgo presente, por desgracia, cada vez para más personas.

– Por si esto fuera poco, los planes para privatizar la sanidad siguen adelante, y los recortes en educación afectan ya a nuestras hijas e hijos. Todo ello, sin olvidar la reforma educativa del señor Wert que pretende convertir la escuela del siglo XXI en la escuela franquista. Frente a esa pretensión, la juventud tiene una cita para tomar las calles este viernes, y el sábado todas y todos saldremos también por el mismo motivo.

– Y no sólo se vulneran derechos básicos como la educación o la sanidad. La vivienda ha pasado de ser un derecho a convertirse en un lujo que cada vez menos personas se pueden permitir, mientras corren el riesgo de quedarse en la calle y seguir pagando deudas durante décadas, víctimas de una legislación anticuada e injusta que se resisten a modificar a pesar del clamor popular. Nos referimos, claro está, a los desahucios.

Todo esto ocurre mientras quienes deberían defendernos miran para otro lado. Hablamos del señor “De Andrés” que aplica, sin miramientos, los dictados de Madrid. Sin su inestimable ayuda y colaboración no sería posible sacar adelante todas las reformas hechas a medida de la patronal, de la banca, del capital.

Frente a esta situación, EH BILDU apuesta una vez más por la soberanía y por el cambio social. Porque hay salida. Detrás del debate sobre los recortes se esconde el debate sobre las competencias, la soberanía o la voluntad política para tomar decisiones. Los agentes políticos, sociales, sindicales e institucionales debemos mostrar una posición clara ante todo esto y ante sus consecuencias, porque Euskal Herria necesita un nuevo marco.

Y para explicar y profundizar en esa salida, y en la apuesta de EH BILDU, queremos presentar una charla que los diputados de Amaiur en Madrid Sabino Cuadra y Rafa Larreina ofrecerán la semana que viene en Gasteiz, en concreto el próximo jueves, 7 de marzo, a las 19.00 horas en el Palacio Villasuso.

El 3 de marzo no es sólo un símbolo de lucha, es también sinónimo de matanza. El resultado de aquella brutal intervención policial es de sobra conocido: cinco muertos y centenares de personas heridas.

37 años después, seguimos reclamando otro modelo policial. Lo ocurrido hace casi un año con Iñigo Cabacas o Xuban Nafarrate es la trágica punta del iceberg. Hoy como ayer, los agentes policiales no pueden creer que tienen total impunidad y utilizar la fuerza de manera injustificada. La violencia injustificada debe desaparecer del modelo policial, eliminando cualquier excusa que ampare la violencia.

El 3 de marzo también es sinónimo de represión, y por desgracia también de injusticia e impunidad. Porque han pasado ya 37 años, y el Estado todavía no ha reconocido su responsabilidad en aquella matanza que arrancó cinco claveles rojos del corazón del pueblo trabajador de Gasteiz. El domingo, por tanto, también  recordaremos a los cinco trabajadores asesinados por la policía. Su memoria sigue viva y su lucha también.

Pedro Maria Martinez Ocio, Romualdo Barroso, Francisco Aznar, Jose Castillo  y Bienvenido Pereda. A ellos y a todas las trabajadoras y trabajadores que antes y ahora han luchado y continúnan luchando por su dignidad, rendiremos un sencillo homenaje el domingo junto al monolito del 3 de marzo en Zaramaga. Será a las 11 de la mañana, antes de la tradicional manifestación que recorrerá las calles de Gasteiz. Desde aquí hacemos un llamamiento a participar en los actos convocados.

No olvidamos. Este 3 de marzo, renovaremos una vez más nuestro compromiso para mantener vivos el compromiso y la lucha de aquellos 5 trabajadores y de tantas personas como ellos. Reivindicamos su imagen, hoy ejemplo de compromiso, sacrificio y valentía que nos anima a continuar la lucha por los valores que defendieron y seguir avanzando en el camino del cambio político y social.

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