Un país compartido y feminista

Diana Urrea, Jone Goirizelaia y Leire Pinedo

Nos quieren desgajadas, nos quieren individualistas, nos quieren alienadas, pero nosotras nos reconocemos en los rostros y en las manos de las otras; de las migrantes, de las baserritarras, de las obreras, de las trabajadoras del hogar, de las mujeres que se desloman cuidando, de las de allí y de las de aquí, las trabajadoras de esta Bizkaia diversa y plural, que producen y reproducen la vida, la mayoría de las veces de manera gratuita.

«¡Trabajo nos sobra, queremos empleo!» es un lema que resume perfectamente nuestra frustración, agravada aún más al saber que en muchos empleos remunerados las mujeres cobran porcentajes sensiblemente inferiores a los de los hombres.

Nos quieren serviles, acríticas, satisfechas con los cambios que se han producido en las últimas décadas. Una de las labores del feminismo es precisamente hacer conscientes a las mujeres de esta situación de subalternidad, desmontando la falacia de la supuesta igualdad legal ya conseguida.

Se ha convertido en costumbre que todos los 8 de Marzo y los 25 de noviembre los ayuntamientos aprueben mociones a favor de la igualdad entre hombres y mujeres y que se produzcan declaraciones institucionales en contra de la violencia machista tan políticamente correctas como inoperantes.

Es cierto que nos hemos ido dotando de múltiples recursos para luchar contra dicha violencia; legislaciones específicas, distintos programas de sensibilización y prevención (Beldur Barik, etc.), pudiendo parecer que verdaderamente son las instituciones quienes asumen la responsabilidad de luchar contra esta violencia que no cesa. Sin embargo, tras años de supuestos avances, vemos exactamente lo contrario: que la situación no mejora, la violencia no ha disminuido, los recursos no son suficientes, las legislaciones no parecen adaptarse a la realidad y rara vez responden a los problemas de las mujeres, incluso pueden generar en ocasiones mayor vulnerabilidad y más problemas en ellas. La tolerancia social a la violencia machista nos asusta, sobre todo si analizamos los comportamientos de nuestros y nuestras jóvenes.

Es el movimiento feminista quien abandera la pelea por el derecho a una vida libre de violencia, física o psicológica, real o simbólica; quien nos dota de instrumentos para identificar y así poder luchar contra la objetualización de las mujeres y de sus cuerpos, quien lucha por la dignificación y la visibilidad de las mujeres tanto en el presente como a lo largo de la historia, detectando los innumerables vacíos existentes en cuanto a referentes culturales y simbólicos; actividades deportivas, museos, libros de texto, programas de radio y tv, etc.

Porque el feminismo es el único paradigma ideológico que ofrece herramientas políticas para terminar con la violencia, la discriminación, la opresión y la invisibilidad que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo.

Algunas de las mujeres que vamos en las listas de EH Bildu para las elecciones del 25 de septiembre somos militantes (o activistas) feministas, es decir, pertenecemos a organizaciones feministas; otras hacen feminismo desde diversos movimientos sociales, pero todas nos consideramos feministas. Y queremos resaltarlo porque por desgracia, todavía hoy, no resulta tan fácil para algunas mujeres reconocerse en público como feministas. Por eso, ante estas elecciones autonómicas, en EH Bildu reiteramos nuestra apuesta y nuestro compromiso a favor de la creación de un Estado vasco feminista; es decir, un Estado que garantice los mismos derechos, los mismos deberes y las mismas oportunidades a todas las personas sin distinción de género.

Seguiremos trabajando, en la calle y en las instituciones, para convertir la rabia y la indignación en propuestas que garanticen un cambio verdadero que nos lleve a un escenario donde sea inconcebible el maltrato, la desigualdad y la violencia que a día de hoy padecemos las mujeres.

Queremos remarcar una cita especial en el calendario y hacer un llamamiento para que las mujeres de Bizkaia y de Euskal Herria nos acompañen en la misma: mañana, 11 de septiembre, tres mujeres de EH Bildu que encabezan las listas de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa se subirán al escenario para convertirse en nuestra voz. Os esperamos en Durango, en el mitin nacional de EH Bildu, junto a Maddalen, Miren, Jasone y otras muchas mujeres soberanistas de izquierdas que queremos seguir abriendo camino, porque hemos adquirido el compromiso de poner voz a esa realidad silenciada, que asoma, pero que no es sino la punta del iceberg de una sociedad asentada en el patriarcado.

El camino será largo, sin duda, pero nos impulsa una idea clara, no existirá democracia posible que deje fuera a la mitad de la población.

* También firman este artículo Arri Zulaika, Iratxe Arriola, Anabel Sanz, Natalia Gardeazabal, Iratxe Urizar, Arantza Fernandez de Garaialde, Liz Quintana, Itsaso Bengoetxea, Laura Mintegi, Carmen Galdeano y Anparo Ereñaga.

Publicado en Naiz

De listas de espera

Ander Rodriguez
Compañero de Alternatiba y exdiputado de Política Social de Gipuzkoa

Las noticias que hablan de la preocupante situación que atraviesan los Servicios Sociales en Gipuzkoa -“Los guipuzcoanos que esperan plaza para una residencia aumentan un 25 %” “El tiempo para ser valorado como dependiente y recibir la ayuda se duplica”-, han motivado que ayer, Markel Olano, diputado general de Gipuzkoa, compareciera en rueda de prensa para publicitar la apertura de “300 nuevas plazas en centros residenciales y diurnos”. Una vez más, un anuncio más efectista (1. adj. Que busca ante todo producir fuerte efecto o impresión en el ánimo) que efectivo (1. adj. Real y verdadero, en oposición a quimérico, dudoso o nominal).
A continuación trataré de explicar por qué.

Desgranando la noticia podemos leer que esas 300 plazas se abrirán en centros residenciales y diurnos durante los próximos cuatro años. Ahora bien, si tenemos en cuenta que el Mapa de Servicios Sociales de Gipuzkoa 2015-2017 prevé la apertura de 213 plazas durante 2016 y 2017, la novedad se limita a la apertura de solo 87 plazas durante los años 2018 y 2019. ¿A que así no parece que se esté “asumiendo todo un reto”? Y más, si tenemos en cuenta que las previsiones de envejecimiento se están viendo desbordadas.

Si reparamos al presupuesto publicitado, 4’3 millones de euros hasta 2019, más de lo mismo. Un incremento durante 4 años que se corresponde aproximadamente con un 0,5 % del presupuesto total de la Diputación no parece que sea un gran esfuerzo ¿no? Mucho más si lo comparamos con lo destinado a otros, estos sí, grandes e innecesarios proyectos forales.

La pasada semana, Andoni Ortuzar, con ese gracejo que le caracteriza, soltó una de sus perlas: “prometen el cielo y luego son capaces de llevar al infierno”. Aludía el insigne a la experiencia del gobierno de Martín Garitano. Bueno, no entraré a hacer balances de lo que supuso para lxs guipuzcoanxs la gestión de la pasada legislatura. Lo que sí le diré es que hoy, aquí, son ellxs quienes van camino de convertir en un infierno la vida de las mujeres que sostienen el cuidado que la administración no presta.

P.D. Dejo para otro día valorar el resto de anuncios que hizo la Diputación: los 2 millones que destinarán a cheques servicio y “establecer un marco general de actuación que asegure una estabilidad en el sector a lo largo de este periodo”.

Emergencias de Araba, ni adecuadas ni suficientes

David Pina – Alternatiba

Con relación a las críticas hechas sobre la suficiencia o no de las ambulancias de emergencia en Araba, el Consejero Darpón ha respondido en medios de comunicación y ha criticado duramente la utilización política de las desgracias de menores de edad acaecidas recientemente en Araba.

Desde Alternatiba criticamos duramente al Consejero por mentir y utilizar trucos de trilero para intentar tapar las carencias en Emergencias, intentando engañar a la población en un tema tan serio y nos vemos en la necesidad de exponer los trucos y las mentiras utilizados para justificar lo injustificable.

En primer lugar, ante la necesidad o no de una UCI de Pediatría en Araba el consejero dice que en la CAV los recursos para dar asistencia crítica a los menores son los adecuados. Por otro lado, el sindicato SATSE insiste desde hace tiempo en la necesidad de “una UCI de pediatría en Araba». Si tenemos que elegir entre la opinión de un sindicato de Enfermería que lleva años luchando por la sanidad pública y de calidad, o las declaraciones de un Consejero que ha llegado a Osakidetza mediante puerta giratoria desde la sanidad privada (IMQ), pocas dudas.

Según Darpón, los servicios de emergencias de Araba son los “adecuados y suficientes”. Las cifras, dicen lo contrario. Conocer el ratio de ambulancias por número de habitantes, así como la distribución de los recursos móviles establecidos, es esencial, ya que nos indican si son suficientes para responder a la demanda. La OMS recomienda una ambulancia medicalizada cada 120.000 habitantes. En Araba, Osakidetza tiene dos, una en Gasteiz y otra en Laudio. Con la particularidad de que la de Laudio es gestionada por el Centro Coordinador de Bizkaia, y realiza parte de su trabajo en este territorio.

Siguiendo con los trucos, Darpón dice que en Araba hay una ambulancia de Soporte Vital Avanzado por cada 80.000 habitantes; En Bizkaia, una por cada 114.000 habitantes; y en Gipuzkoa una cada 118.000 habitantes. ¿Cómo se pueden dar estas cifras? Pues haciendo trampa. Cuenta como ambulancias medicalizadas recursos que Osakidetza no utiliza como tal. El Real Decreto 836/2012, de 25 de mayo, por el que se establecen las características técnicas, el equipamiento sanitario y la dotación de personal de los vehículos de transporte sanitario por carretera establece que las Ambulancias de clase C, destinadas a proporcionar soporte vital avanzado, deberán contar con la siguiente dotación de personal: Una persona conductora que esté en posesión del título técnico en emergencias sanitarias y una persona diplomada en Enfermería. Asimismo, cuando la asistencia a prestar lo requiera, deberá contar con una persona licenciada en Medicina.

Es aquí donde el Consejero hace la del trilero, ya que los recursos de Soporte Vital con Enfermería (Técnico Sanitario + Enfermería) que Osakidetza tiene subcontratados no se utilizan, ni son considerados soporte vital avanzado. En la página de Emergencias de Osakidetza podemos leer que entre sus funciones, están la Asistencia primaria que pueda beneficiarse de técnicas de enfermería y el Apoyo a la red de Soporte Vital Avanzado si se precisa. En ningún momento proveer Soporte Vital Avanzado.

De esta forma, el Consejero Darpón le suma, tramposamente, a las dos UVI que Osakidetza tiene en Araba, los dos Soporte Vital con Enfermería. El mismo truco se aplica para las cifras de Bizkaia y Gipuzkoa. Así, la realidad sobre ambulancias medicalizadas que dan Soporte Vital Avanzado en nuestro país, eliminando las mentiras del Consejero, es:

Bizkaia: 4 uvi para 1.144.214, una por cada 280.053 habitantes.
Araba: 2 uvi para 320.032, una por cada 160.016 habitantes.
Gipuzkoa: 4 uvi para 708.631, una por cada 177.157 habitantes.

Como se puede comprobar, datos muy alejados de las recomendaciones de la OMS. El  birlibirloque contable del Consejero evidencia que es consciente de las malas cifras de cobertura de ambulancias en nuestro país. El mismo consejero las considera tan vergonzantes que tiene que hacer trucos contables para presentarlas, maquilladas, a la ciudadanía y que parezcan las de un país con una sanidad avanzada y con estándares de calidad europeos.

Análisis aparte merecerían tanto la distribución de los recursos, teniendo en cuanta la población y la orografía de nuestro país, como las condiciones laborales precarias, penosas y de semi esclavitud de los Soportes Vitales Básicos subcontratados por Osakidetza, sobre las que hace poco hemos podido leer varios artículos en diferentes medios de comunicación.

La delicada situación de las emergencias sanitarias en nuestro país, al límite de sus capacidades, hace necesario, y siempre desde criterios –remarcamos- técnicos, replantearnos seriamente la actual situación. No se puede obviar que existe un grave problema, tanto de déficit de recursos como de estructuración, por lo que hay que realizar un análisis riguroso de la realidad, las necesidades y un debate sosegado sobre las medidas a aplicar.

Publicada en Naiz y El Periodista Canalla

Cuando les duele oír la verdad

Diana Urrea – Alternatiba / EH Bildu

A principios de junio de 2013 seguíamos conmocionadas por las tres mujeres asesinadas en menos de un mes. Se sucedieron las protestas del Movimiento Feminista, los gestos y los discursos contra las múltiples expresiones de la violencia machista. También, cómo no, los discursos institucionales…

Y así, llegamos a aquel pleno de control de junio de 2013 del parlamento, finalizando ya el primer curso de legislatura, donde EH Bildu dirigió al Lehendakari una pregunta oral para conocer qué medidas tomaría para terminar con las violencias machistas.

«Necesitamos vidas libres de violencias machistas. Si la prioridad de su Gobierno es la igualdad, actúen, pero actúen ya, den un giro a sus políticas de igualdad, sean responsables con la ciudadanía. Entiendan que las políticas actuales no son suficientes para afrontar el terrorismo patriarcal que está vulnerando de manera sistemática nuestros derechos por el simple hecho de ser mujeres. Porque mientras tanto, los hijos sanos del patriarcado seguirán matando».

El Lehendakari se exaltó cuando EH Bildu puso sobre la mesa la realidad de las violencias machistas

Tras esas palabras que dirigí a Urkullu, recuerdo que el Lehendakari se exaltó sobremanera y pidió que retirara las acusaciones. Parece que le dolió una realidad: mientras las vidas de nosotras se precarizan y se privan de libertad de múltiples formas, este gobierno continúa impasible y se queda de brazos cruzados ante la violencia estructural que padecemos con sus diferentes políticas.

La lista de agravios y conculcación de derechos que nos convierten a las mujeres en ciudadanas de segunda es interminable. Sin embargo, gracias a la decidida lucha del movimiento feminista hemos avanzando y recuperado parte de nuestra dignidad.

Si la prioridad de su Gobierno es la igualdad, actúen, pero actúen ya, den un giro a sus políticas de igualdad

Porque la realidad es demasiado preocupante: Según Emakunde, la brecha salarial entre hombres y mujeres en la CAV es de más de 7.000€ anuales, el 85,3% del trabajo a tiempo parcial es desarrollado por mujeres, el 82% del total de las personas que están en riesgo real de pobreza son mujeres, etc. La lista es tan cruda y dura como interminable.

Y sin embargo, el Gobierno Vasco a lo largo de esta legislatura se ha limitado a la autocomplacencia: todo está bien hecho. Pero, las cifras reales sonrojan a cualquiera. Por ejemplo, el presupuesto que tiene Emakunde para políticas de Igualdad es de 6 millones de un presupuesto de 13.000 millones. ¡Lo mismo que cuestan los uniformes de la Ertzaintza!

EH Bildu ha contribuido a que esas reivindicaciones del movimiento feminista lleguen a la arena política e institucional. Hemos pedido insistentemente que la política feminista sea la política sobre la que pivoten todas las demás. Porque, pensamos y defendemos que mientras haya ciudadanas de segunda, esa democracia será una farsa.

EH Bildu

Aprovechamos la entrada para recordar en vídeo algunas de las intervenciones de nuestra compañera Diana Urrea en el parlamento:

La portada del Correo de hoy «se sale»

Iagoba Itxaso – Alternatiba
 
Hoy en la portada del Correo creo que han hecho récord. Bueno, seguramente no, y menos contando con su alineamiento con Paquito durante tantos años, pero sin duda la portada de hoy es tremebunda. De mayor a menor oprobio:
 
«La sucesión de denuncias por agresiones sexuales enrarece el verano vizcaíno». Porque son las denuncias lo que enrarece, no las agresiones. Por si acaso destacan bien que los cinco casos de abuso son supuestos: «En 72 horas se han conocido cinco supuestos casos de abusos en Getxo, Bilbao, Durango y Portugalete»; cuando lo que es necesario es mostrar la presunción en cuanto a autoría. ¡Olé y olé para El Correo!
 
«El Rey Juan Carlos se estrena en la Aste Nagusia». Porque el rey emérito es el rey del Correo, y porque una buena foto de la familia real en Bilbao en portada, es mucha portada para El Correo. Si además es en defensa de la tauromaquia, nadie les podía quitar el gustazo. ¡Y olé para El Correo!
 
«La Junta Electoral pone la primera traba a la candidatura de Otegi». Porque en «Bildu» somos muy victimistas, pero la campaña del Correo de mostrar los dientes a la izquierda soberanista, prediciendo lo que iba a ocurrir esta mañana, no queda clara ni nada… ¡Olé!
 
Maneiro en portada de nuevo, «Maneiro explica la renuncia de UPyD», porque UPyD es vital para la sociedad vasca y para la precampaña de unas elecciones a las que no se presentarán.
 
«Alfonso Alonso pide el apoyo del PNV a Rajoy y C’s le advierte que es «incompatible» con su pacto» porque siempre está bien echar una mano con el quiebro del PNV que a finales de Octubre del año pasado en palabras de Josu Erkoreka no descartaba un gobierno de PP, C’s, PNV, y ahora intentan indicar la mentira de que no hay partido más alejado a Ciudadanos que ellos.
 
Y podría añadir alguna cosa más. Todo eso en una portada. ¡Unos cracks! ¡Olé, olé y olé! ¡Las dos orejas y el rabo para El Correo!
 
 

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Dios y la responsabilidad social corporativa

Luis Salgado – Alternatiba
 
Tiene el título dos partes, a cada cual más grandilocuente, y yo, para variar, empezaré por la segunda por aquello de desconcertarte, o simplemente porque hoy me apetece hacerlo así.
La responsabilidad social corporativa es una definición muchísimo más larga en su título que en su contenido, vacío en la mayor parte de las veces, pero sobre todo es una definición hipócrita en tanto pretende aunar responsabilidad y corporativa en un mismo concepto. No conozco, en mi deambular mundano, corporación alguna que haya asumido responsabilidad en alguna ocasión, salvo que hayan pasado algunas décadas, y tal asunción le permita lavar su imagen y vender más, como Bayer y su relación con el III Reich.
 
La cuestión es de todo menos nueva. La historia está plagada de ejemplos de cómo las “corporaciones”, la “burguesía”, la “clase alta”, ponle el nombre que más te agrade, asume los éxitos y socializa los fracasos, o directamente carga la responsabilidad en un tercero para, cual Pilatos, poder lavarse las manos con tranquilidad. Es fácil conocer una construcción por el nombre del arquitecto, sin embargo, no lo olvides, el culpable del accidente de Angrois fue el maquinista del tren. La banca hispana era la más rentable del planeta, y todos conocíamos el nombre de sus grandes próceres pero cuando se descubrió el agujero, ninguno de ellos fue responsable y fuimos los demás quienes, de forma voluntariamente obligada, la rescatamos con nuestros impuestos. Autopistas, Prestige, Proyecto Castor, Museo de las Ciencias de Calatrava en Valencia… y la lista sería eterna.
 
Sin embargo, aquí entra la primera parte del título, todo lo anterior no es más que la traslación de una cultura generada alrededor de una mentalidad judeocristiana. Decía Voltaire que “si Dios no existe habría que inventarlo” y no le faltaba razón al ingenioso francés, y es que en este caso no cabe la paradoja del huevo y la gallina. Es el hombre el que crea a Dios a su imagen y semejanza, y modifica su imagen en función de la necesidad del momento. Y así es fácil darse cuenta de que las Corporaciones no hacen sino imitar a Dios, sus acciones no se alejan del dogma, al contrario, encajan como mano de doncella en guante de seda. Porque cualquier buen creyente sabe que ante una enfermedad grave, la oración y la plegaria conseguirán que el enfermo se cure, pero si muere, no olvidará nunca culpar al médico, a la cirujana, o al Sistema Sanitario en su conjunto. De ese modo será muy difícil encontrar el nombre de los 600 trabajadores que pusieron en pie el Puente de Brooklyn, omnipresente en la cinematografía yankee, ni el de los 27 que perdieron sus vidas en la construcción, pero bastará un par de clics para descubrir que su diseñador fue John Augustus Roebling. Y no lo olviden, para terminar, las grandes batallas se vencieron con el apoyo de Dios y se perdieron por la falta de pericia militar o incapacidad de los combatientes.
Sea como fuere, Dios y las corporaciones jamás serán responsables de sus actos, porque sencillamente, ni el uno, ni las otras, ensucian sus manos con la sangre, el cemento o la acción, eso lo hacemos otros, quienes nunca veremos los beneficios pero que en muchos casos, en demasiados, dejaremos todo cuanto tenemos, la vida incluso, en sus Obras, y de ellas seremos responsables últimas. Y así, entre Dios y la Corporación, escriben la historia con la sangre de los nadie.
 
¿Alguien sabe quién construyó las pirámides de Egipto?
¿Acaso fueron los faraones los que arrastraron las piedras?
Y los enladrilladores de la gran muralla china
¿A dónde fueron aquella tarde en que se terminó?
Cuentan que boabdil lloró cuando entregó granada.
¿Pensáis acaso que esa noche solo él lloró?
Y colón ¿viajó sin cocinero al nuevo mundo?
¿Quién apretó todos los tornillos de la torre Eiffel?
Una victoria en cada página, pero ¿sobre quién?
Una revolución en cada siglo, y ¿con quién?
Mil avances de la ciencia, pero ¿para quién?
 
Una historia escrita con sangre, ¿la sangre de quién?
 

 

Con la ventana en las narices

Iagoba Itxaso – Alternatiba

La política, el cómo nos organizamos los seres humanos, siempre es una cuestión en primera persona. Y es así seas consciente de ello o no, aunque paradójicamente es dicha consciencia la que forma el sujeto. El sujeto es el “yo”, el “nosotros/as». He juntado unas frases que tal vez puedan sonar rimbombantes, pero no deja de ser un hecho que la sociedad vive en una continua crisis de identidad, y nos movemos en base a sus bandazos.

Yo, como sin duda hacemos la mayoría, veo el tiempo político de forma completamente subjetiva. Soy consciente de ello y de que la mayor parte de quienes están a mi alrededor, ven el tiempo político de forma distinta, incluso quienes coinciden, por ejemplo, con mi opción de voto. Personalmente me sitúo en un ciclo que abrió “Zutik Euskal Herria”. Y no como proceso, sino como documento final trasladado al público. En dicho documento la izquierda abertzale trazaba un camino en el que el “nosotros/as” debía situarse en el punto adecuado para crecer y empujar una ventana bien cerrada, hasta romper uno de sus cristales y colarse dentro. Aquí comienza la metáfora que da título a mi artículo. Meses antes de que el Tribunal Constitucional tirara el Estatuto de Autonomía de Cataluña y más de un año antes de que surgiera el 15M, este documento de la Izquierda Abertzale hablaba de trabajar en base al agotamiento del sistema, a la crisis del régimen del 78. En el momento de hacer público el documento final, varios de quienes impulsaron este proceso de debate que deseaba poner en jaque al régimen, entre quienes destacaba públicamente Arnaldo Otegi, estaban en la cárcel debido al mismo.

La presentación del acuerdo de Gernika, de Lortu Arte y de Euskal Herria Ezkerretik rompía desde Hego Euskal Herria el enroque del Estado español. Se mostraba más claramente la cara del régimen del 78. Se creaba Bildu, que independientemente de su situación legal, golpeaba el tablero poniendo en jaque al régimen. En ese mismo momento se creó un “nosotros/as” formado en gran parte por quienes deseaban romper con el régimen, a los que se sumaban también gente que al menos deseaban abofetearlo y podía seducirles la idea de romper. El golpe en el tablero fue suficiente como para afectar a capas populares de todo el Estado, que se situaron en el debate, y mostraron ansias de cambio.

Este sujeto no se quedó mirando como las vacas al tren al 15M, como he podido leer en varios artículos, sino que era parte y uno de los orígenes del mismo. No hay más que ver los resultados electorales de Amaiur para comprobarlo. Ese “nosotros/as” era una expresión de las ansias de cambio.

Cuando tanta gente empuja una ventana y ves cómo cede, cómo las grietas en el cristal se amplían, es fácil que tengas la idea de que, cogiendo impulso, tal vez puedas abrirla con un buen golpe en el centro, en el mismo cierre. En las últimas elecciones europeas surgió entre un grupo de madrileños abanderados por Pablo Iglesias la teoría de “tomar el cielo por asalto” o “la ventana de oportunidad”. Se presentó de forma modesta, pero ya formaba parte del subconsciente de la gente. De hecho, la propia teoría jugaba con ello, con ese subconsciente e ilusión, que en la misma liga que pueda jugar el amor romántico, atrajera la suficiente masa crítica en un “nosotros/as” que rompiera el cierre de la ventana con un golpe decisivo en las elecciones generales. Todo ello culminaba, tras varias citas electorales y varios hitos, con “Unidos Podemos” presentándose en las elecciones españolas del 26J.

Para llevar adelante esa teoría, en Euskal Herria y Catalunya pedían que la gente dejara de presionar el cristal, que se fueran a golpear el cierre de la ventana. Hubo quienes pensaron, e incluso dijeron claramente, que la ventana no cedería. Incluso indicaron que era mucho más sencillo e inteligente romper un cristal. Una expresión concreta de cierto “nosotros/as” denominada EH Bildu, entre otros en boca de Arnaldo Otegi, dijo que la ventana no cedería golpeando el cierre, pero que podían contar con ellos y ellas para abrir la ventana como fuera posible. Lo dijeron por un lado muy conscientes de que un buen golpe ya era inevitable; y por el otro conscientes también de que muchos dejarían de empujar el cristal para intentar ese golpe al cierre de la ventana.

Mucha gente pensó que dejar de empujar el cristal un momento y sumarse a intentar golpear el cierre podría ser buena idea. Hubo quien lo hizo con ilusión, y quienes lo hicieron sin ella. Y finalmente pudimos ver que hubo golpe, pero sin duda no fue suficiente, como muchos y muchas adelantaron. La ventana no cede.

Ese es el momento del ciclo que yo contemplo: tras marcarse como factible el objetivo de romper el cristal desde Euskal Herria, han pasado los años y lo que ha ocurrido es que se han abierto amplias grietas desde Catalunya y se ha pegado un fuerte golpe en el cierre, que se ha demostrado totalmente insuficiente a pesar de haber retirado cierta presión en los cristales en Catalunya y Euskal Herria.

Hay una secuencia que personalmente marco como de gran importancia para la correcta lectura del momento actual: Arnaldo Otegi tendiendo la mano a la izquierda española en su bienvenida tras salir de la cárcel, el acompañamiento de EH Bildu en el gesto y la carta abierta de Oskar Matute a Pablo Iglesias situando de nuevo en un proceso constituyente en Euskal Herria la posibilidad de acabar con el régimen del 78.

La ponencia de Pablo Iglesias junto a compañeros y compañeras en la Universidad Complutense de Madrid el día 4 de Julio sin duda es una clara respuesta a esa secuencia. En su locución niegan la crisis del régimen del 78: si existió, si hubo oportunidad, no lo conseguimos. Bajan los brazos, y sitúan como posibilidad que con el tiempo “Unidos Podemos” derivando en una fuerza socialdemócrata y alejándose de su imágen y propuestas “outsiders”, que generan miedo a la sociedad española, consiga cuota de poder al mismo tiempo que consiga mantener como objetivo acabar con el régimen. Viendo la grabación (que realmente recomiendo ver al menos las dos primeras intervenciones), no hay que ser ningún psicólogo erudito para poder ver en sus caras la poca confianza que pueden tener en esa posibilidad. Sus bases comienzan a responder y recogen la negación de la crisis del régimen, aunque una parte preferiría volver a un discurso menos socialdemócrata y más “15M” que no pierda el objetivo y otra, aparentemente mayoritaria, acepta esa posibilidad de ser el recambio del PSOE. El debate continúa, pero es fácil ver el bloqueo en el que se sitúan. Hay quienes incluso se hacen trampas al solitario retorciendo algunas palabras de Iglesias: al mismo tiempo que niegan la crisis del régimen sitúan como causa de que no se abriera la ventana el millón de votos perdidos respecto a las anteriores elecciones.

Hace un par de años dije que Podemos en la CAV o terminaba convirtiéndose en una fuerza soberanista vasca o terminaría siendo poco más de lo que era por entonces el “quinto espacio”. Ahora se han sumado en “Unidos Podemos” esas fuerzas que entonces conformaban el “quinto espacio”, siendo Podemos totalmente mayoritaria. Desde Madrid «Podemos» niega hoy la crisis del régimen y el “consejo autonómico de Euskadi”, que es considerado “oficialista”, sin duda coinciden con el diagnóstico. Ahora son «Podemos» quienes dicen “no se puede”. Ante la propuesta de romper con el régimen del 78 a través de un proceso constituyente en Euskal Herria, la respuesta de «Podemos» es que no, que prefieren esperar a tiempos mejores. Tras situarse en un “nosotros” muy concreto hasta las últimas elecciones españolas (el “nosotros/as” de quienes desean romper hoy y ahora con el régimen del 78), bajan los brazos, no desean intentarlo desde la Comunidad Autónoma Vasca. Debido a ello se sitúan en las próximas elecciones como formación que no busca la soberanía social, que no desea ser una expresión popular, sino simplemente entrar en el parlamento vasco para fortalecer su proyecto como fuerza socialdemócrata española.

Hay otro importante agente que he evitado nombrar hasta ahora, el PNV. Sinceramente, no creo que sea necesario decir mucho sobre el mismo más allá de que respecto a este partido, la distancia entre apariencia hacia la sociedad y hechos es un debate más apasionante que cualquiera que tenga que ver con metáforas de ventanas. Unidos Podemos se plantearon una campaña basada en la confrontación con el PNV, pero comprendieron que se encontrarían con un frente doble e irregular. La verdad es que no sé si podría darle un nombre adecuado a eso que se encontrarían, tal vez “reacción y vasquismo” podría serlo. Y aunque esto podría llegar a afianzar su tercera posición de cara a las siguientes elecciones, el refuerzo que obtendría el PNV es previsible que se complicaría desbancarlo, y sería fácil prever que, sin cambios de calado en el proyecto, con el tiempo acabarían cayendo a su posición proyectada desde el resto del Estado, y que vendría a ser la quinta posición en la CAV, por detrás del PP y PSOE. Debido a ello, es previsible que hagan una campaña que intente otorgarles su propio espacio como fuerza socialdemócrata española, con todo el apoyo de unos medios, que aunque les están dejando de lado en muchos aspectos, continúa siendo su gran fuerte. La elección de su candidata, Pili Zabala, es en parte muestra de ello, aunque preocupa cómo pueda desenvolverse con personas como Idoia Mendia en frente, que sin duda pugnará en parte por dicho espacio.

EH Bildu se propuso escuchar a la gente y llevarlo a la práctica, y creo que lo que ha percibido son las ansias de romper con ese régimen del 78 en crisis; que lo que ha visto es que este “nosotros/as” que deseamos el fin del régimen del 78, lejos de haber disminuido, es mayor que nunca; que ha confirmado que el deseo de la gente realmente es construir un país digno, hacer presión en el cristal de la ventana hasta que se rompa, y seguir un camino en libertad. Desgraciadamente ninguna fuerza política parece un gran aliado para ello. Por ello considero que EH Bildu necesita ganar en las siguientes elecciones, sin mirar sondeos que indiquen hasta dónde se puede o no llegar; obtener los resultados que fuercen a otras formaciones a permitir que este país, con todos sus agentes sociales, avance como desea hacia la dignidad, hacia una sociedad más justa.

Termino con unas palabras de un reciente artículo de Arnaldo Otegi:

“Quiero hacerme eco de los sentimientos de decepción que he observado en nuestro pueblo por la impotencia y la frustración generada tras los resultados electorales en el Estado español. La evidencia de que el cambio no es posible se ha abierto paso y lo ha hecho, además, de manera transversal. A todos esos conciudadanos y conciudadanas me dirijo, para decirles que hay esperanza, que el cambio es posible, que el cambio es necesario y que ese cambio puede empezar a materializarse en las próximas elecciones de otoño. Porque aquí, en Euskal Herria, sí se puede, desde el soberanismo y la izquierda.”

Aquí sí se puede.

Del blog Ignominia por fascículos

¿Es el momento de los pueblos?

 
Luis Salgado – Alternatiba
 
Que el ser humano es un animal social no creo que lo ponga en duda nadie. El individuo en soledad no garantiza su supervivencia y por tanto necesita de lo colectivo para sobrevivir, por ello son aún más absurdas las teorías económicas individualistas imperantes, sobre todo si tenemos en cuenta que el dinero no se come, y calienta más bien poco. Esta realidad, la de la manada reconvertida en sociedad para diferenciarnos del resto de animales, sigue marcando el desarrollo del ser humano. De manera que, a veces, es más sencillo entender algunas reacciones humanas si nos alejamos de la complejidad moderna y las pensamos en términos mucho más intuitivos, mucho más primitivos, mucho más instintivos.
 
De un tiempo a esta parte, para zozobra del neoliberalismo imperante y del unionismo radical español, los sentimientos nacionalistas, secesionistas, soberanistas… etc., están aumentando a marchas forzadas en el corazón de Europa. Diversas son sus credenciales, sus ideologías, y sus raíces, desde el movimiento más identitario y sectario de la ultraderecha ideológica que avanza cual mancha de aceite; hasta los movimientos más enraizados en el pueblo, en lo común, como podría ser ejemplo buena parte del movimiento independentista catalán con las CUP como mejor ejemplo de ese sentimiento arraigado y plural. Aunque las consecuencias de este crecimiento aún no se han visto reflejado en el nacimiento de nuevos estados, el BREXIT y el referéndum escoces son buena muestra de ello. No es difícil encontrar menciones a la “espiral nacionalista” en los diferentes análisis que se han realizado a raíz del abandono británico de la UE. Pero lo que parecen querernos vender como una nueva tormenta de verano, que surge de la nada, no es más que una reacción lógica de autodefensa social.
 
Como decía, el ser humano, como ser social recurre a la seguridad de la “manada” cuando se ve en peligro. Es una reacción instintiva. Familia, amigos, la tribu en definitiva. La primavera, el aumento de los pastos, del alimento, facilita la colonización de nuevas tierras, nuevos proyectos, pero cuando el invierno se acerca y los ataques de los depredadores bajan de las montañas con las primeras nevadas y se hacen más y más constantes la manada se replegará sobre sí misma, buscando la seguridad de lo conocido, del grupo.
Esa misma lectura puede hacerse del comportamiento humano. Mientras cuando la economía crecía, el individualismo, los proyectos fuera del grupo, el abandono de las causas comunes se hacían norma, sin que nadie, o pocos, fueran conscientes de peligro alguno. La llegada de la crisis y los ataques constantes que estamos sufriendo por parte de los grandes depredadores, los especuladores, las multinacionales, los poderes económicos, nos están haciendo ver que no podemos sobrevivir en soledad, que las grandes instituciones alejadas del pueblo no pueden dar respuesta a nuestra necesidad de control, de seguridad, de futuro, y volvemos a lo nuestro, a lo cercano, a nuestra familia, a nuestros amigos, a nuestras vecinas. Lo llamarán espiral nacionalista, pero no es sino un regreso a la manada, y los lobos tiemblan. Porque a los lobos les da miedo la soberanía popular, les da miedo perder el control, y saben que es más fácil controlarnos desde instituciones lejanas, ajenas al día a día que tener que hacer frente a centenares de pueblos soberanos. Cómo escribí recientemente; ¡Abajo el Estado! Pero si tengo que elegir, mejor cientos pequeños que uno solo, todopoderoso y alejado de todo control. 
 

No eres clase media, iluso

Luis Salgado – Alternatiba

No es la primera vez que escribo sobre este tema y, aún a riesgo de ser pesado, estoy convencido de que no será la última. Y es que la primera razón revolucionaria es no doblegarse ante lo “asentado” y defender la verdad por encima de cualquier convencionalismo. No podemos permitirnos desfallecer ante una mentira repetida mil veces. No podemos permitir que se apropien del lenguaje. Esos son los primeros pasos para dar carta de dogma a una mentira. Mentira que distorsionará después cualquier discurso que de ahí parta.

En las últimas fechas, a raíz del BREXIT y de los resultados de las elecciones generales estoy teniendo que soportar el clasismo de los desclasados por encima de mis posibilidades, y aunque mi capacidad de incidencia es sumamente limitada, no por ello voy a darme por vencido. Me parece de estupidez insidiosa que alguien pueda juzgar la capacidad de decisión de otra persona en función de su situación social y/o edad, y hacerlo además desde una supuesta superioridad moral del “conocimiento académico” al tiempo que se empeñan en demostrarnos que asumen los posicionamientos ideológicos del Sistema al que dicen querer combatir. Y lo asumen sin despeinarse, y así, mientras nos dicen que no hay clases, que no hay izquierda ni derecha, sin despeinarse atacan “lo rural”, atacan a las clases populares, atacan a las personas mayores, diciendo que no están preparadas para entender su mensaje. Incluso he llegado a leer quien pone en cuestión que una persona sin un nivel académico tal o cual deba tener derecho a poder ejercer el voto, o que pasada una edad no deberían poder decidir sobre ámbitos que afectan al futuro de la sociedad y a la juventud. (Esto último ha sido un mantra muy utilizado tras el referéndum británico incluso en algunos medios de información) Y sin darse cuenta, asumen el discurso oficial del Sistema y nos lo venden como si fuera pólvora nueva.
 
Aún más penoso, si cabe, es que alguien que diga combatir este Sistema asuma, sin atisbo de duda, el discurso neoliberal de la Clase Media. Esa entelequia sin Orcos. Y aquí me voy a permitir unas definiciones básicas que cualquier persona tendría que tener claras, y más si esa persona pretende darnos clases a los demás.
 
Nobleza;  Aquella persona que, en base a unos privilegios, normalmente de corte dinástico, es poseedor de patrimonio y prebendas que le permitan vivir sin trabajar.
Burguesía; Aquella persona  que vive de las plusvalías generadas por un tercero.
Clase Media; Aquella persona que puede vivir de las rentas generadas por su patrimonio.
Proletario; Aquella persona que depende, de forma directa o indirecta, de la venta de su trabajo a un tercero.
 
Cierto que ninguna frontera es inamovible, estanca y fija, pero la norma existe, y esa norma dice que tú, asalariado, autónomo, NO eres Clase Media, por muchos títulos que tengas, por muy alto que sea tu salario, ese siempre dependerá de un Burgués que te de trabajo y pague tu nómina, y si no encuentras a ese Burgués vendrás a trabajar de camarero, albañil o minero para subsistir. Por cierto que son profesiones tan honorables como cualquier otra, sino mucho más honorables que algunas con alta remuneración. Y es la incomprensión de esto lo que nos lleva a adoptar posturas elitistas inconcebiblemente estúpidas. Porque es cierto que ésta democracia no está pensada para los proletarios, por eso algunos la llamamos Democracia Burguesa. Pero el motivo no es la cultura o incultura de no sé qué sector social medida en títulos y carreras, sino la dependencia y el miedo que provoca este reparto social.
 
Para ejercer la Democracia Real lo básico es que el individuo sea libre y no se encuentre chantajeado por un tercero. Y eso excluye a todo el proletariado que sabe que no tiene garantizada de forma alguna sus más básicas necesidades de manera autónoma. (Del efecto terrorífico del heteropatriarcado mejor hablar en un post exclusivo.) Si escuchásemos a la calle nos daríamos cuenta que no son una ni dos las personas que argumentan su voto a la derecha por el miedo a que el Empresario huya ante cualquier cambio. Discurso que tan bien explotan los partidos de derecha desde el PP hasta el PSOE pasando por los regionalistas jeltzales.
Esa es, o debería ser la lucha fundamental de quien busca democratizar la sociedad, liberar a quien está oprimida, eliminar toda barrera social, de clase, de género, de diversidad, para generar personas libres que decidan libremente. Y aquí se ven las costuras de algunos. El problema no es tanto una cuestión de cultura o edad, el problema es el clasismo que destila esta sociedad desclasada y aquellas personas que, incluso desde la izquierda, tienen miedo a que la libertad sea sinónimo de pérdida de privilegios. De esa forma es fácil entender que una propuesta revolucionariamente libertadora como sería la generación de una Renta Básica de Ciudadanía se tope con tantos recelos, incluso de quienes dicen querer cambiar el Sistema pero que a la postre están demostrando ser parte del mismo.
 

La Real Compañía Guipuzcoana de Caracas y el PNV

Joseba Barriola – Alternatiba

Cuanto más trata uno de reconstruir la memoria de los matxinos de 1766 (hace 250 años) y se dibuja el panorama de los varios conflictos que se expresaron violentamente en la Matxinada de aquel año, en la Gipuzkoa Foral de entonces, más llama la atención la similitud entre el actuar de los jauntxos y handikis de entonces y el actuar de los jauntxos y handikis de ahora, es decir, el PNV.

Toda la ambición de la Compañía Guipuzcoana de Caracas era sacar tajada del Imperio Español. Partía de un control absoluto de las instituciones forales, de una acumulación originaria de capital proveniente de la primera hornada de indianos-conquistadores- expoliadores, de un servicio multisecular servil hacia la Monarquía imperial española. Con todo ello, consiguió unos privilegios de monopolio para el expolio de Venezuela y a cambio, aceptó (nueva fuente de enriquecimiento), ser además de compañía comercial, también compañía militar. Los barcos de la Compañía llevaban mercancías de Europa y llevaban marinería de guerra para enfrentarse a los barcos de guerra de Holanda. Todo ello, en servicio, a la par, de la monarquía española y del enriquecimiento de los nobles guipuzcoanos.

No había servicio militar obligatorio (esto vino tras las guerras carlistas), pero de hecho el sistema foral aceptaba la leva forzosa para la marina de guerra del Imperio Español en la zona de la costa y los barcos de la compañía eran barcos de guerra y algunos exclusivamente de guerra (los barcos corsarios).

La Compañía Guipuzcoana de Caracas tenía como primer socio al ¨Rey Felipe V, y como segundo socio institucional la propia Diputación de Gipuzkoa, y les seguían la flor y nata de los ricachones guipuzcoanos, alaveses, vizcaínos y luego, más tarde, navarros, madrileños y colonos venezolanos.

La Diputación y el Comandante de las “milicias de los ricachos guipuzcoanos”, el señor alcalde de San Sebastián, señor Arriola (todos ellos en franca armonía con la Compañía Giupzkoana de Caracas) respondió a la Matxinada con una represión total y unas ganas absolutas de ejecutar por orden sumarial a unos cuantos machinos para escarmiento del que llamaban “monstruo indómito”. Porque esos machinos indignos de ser llamados hijos de la Provincia, eran un monstruo que tuvieron la osadía de levantarse y hacerlo con armas, contra el hambre, contra la austeridad exigida por el mercado libre, contra la corrupción, contra la especulación, contra la dictadura de las élites. Pues así era la situación. Tanto en la “democracia foral” (en ´Donostia, de 10.000 habitantes sólo había 200 concejales—personas con derechos a voto y a ser elegidos–; y el amiguismo en las decisiones de las autoridades de ayuntamientos y diputación, el apaño de negocios, los fraudes, el control político de la libre expresión…) como en la Compañía de Caracas (desde un contrabando enorme, una exhibición de nuevos ricos escandalosa, trata de negros, fraudes en impuestos a las mercancías, compra de administradores del estado…).

Y es justamente estas cuatro características centrales de los poderosos de aquellos años los que se repiten 250 años después, por parte del PNV. Los mismos ejes de actuación.

1.- “Monstruo Indómito” sigue siendo todo aquel que proteste y se atreva a hacer frente a los dueños del “cortijo a la vasca”. Los que se levantan contra Lemoniz, los que luchas contra la reconversión industrial, los que se oponen a la Incineradora y a la AHT, los que no acepten la privatización de Kutxabank, los que se opongan el Superpuerto, los que critiquen el TTIP, las que se atrevan a hablar contra una instituciones machistas… todos ellos son monstruos indómitos, indignos de ser vascos. Su expresión refinada la da Ortuzar cuando dice: “Hay que elegir: abertzales o de izquierdas”. Porque el PNV, al igual que la Compañía de Caracas, se cree con el poder divino de decidir el nombre de las cosas.  La Diputación Foral de la Compañía decía: “monstruo indómito!”; Ortuzar del PNV dice “de izquierdas!” y Egibar balbucea: “chavistas!” Si algo no soporta el PNV es un pueblo autoconstituído y rebelde.

2.-El PNV, tiene un eje central en toda su actividad: la defensa de la parte del pastel que le pueda corresponder a los ricos vascos, y por lo mismo la defensa del pastel (defendamos la OTAN, la Troika, El Reino de España del Régimen del 78… porque a través de ellos pueden los ricos vascos tener parte en el botín del expolio de los pobres aquí y en todo el planeta; pero defendamos en todo ello nuestra parte, nuestra autonomía, nuestra parcela del imperio reservada para nuestros ricos). Este es el modelo económico del que habla Ortuzar. Tener una parcela (el territorio autonómico, porque el navarro queda ya descartado) en la que el capital autóctono pueda desarrollarse, teniendo para ello vía abierta en la selva de la criminal competencia del neoliberalismo capitalista. Dice: “Seremos parte en el expolio de los proletarios autóctonos, de los emigrantes, participaremos en el expolio globalizado de los trabajadores, sostendremos en nuestra tierra el sometimiento de la capacidad reproductiva de la mujer a los intereses de la acumulación de capital. Apoyaremos la política antiterrorista –dispersión, tortura, apología de la “democracia española”–junto a los más terroristas que en esta tierra hayan sido en los últimos 35 años: Juan Carlos (23 F), (González: OTAN y GAL), Aznar (Irak). Todo es necesario para que “nuestra nación” prospere (la nación del PNV se llama Kutxabank, Adegi, Confebask, Petronor, Iberdrola, BBVA… añadiendo aquellos vascos que sean sumisos a las élites dirigentes, sea lo que sea que hagan).

3.- En función de ese eje central, hace el plan de relaciones con los estados francés y español. Así, parece que es un “fuerista” enérgico, un defensor de lo más importante, que es Euskadi! Y señala, para el futuro, el horizonte de la independencia, un estado más en Europa! Pero no nos confundamos: en la Europa Neoliberal!!! Pero ni eso. Señala un horizonte los días de fiesta,  y los días entre semana se dedica a poner obstáculos y trabas y muros contra esa misma independencia. El ejemplo más clamoroso es su posición en el referéndum de la OTAN y su posición ante el TTIP. Soberanía sí, pero a renglón seguido, opta por la negación total de soberanía para cualquier país, incluido, claro está, el País Vasco.

4.- Ese eje central vertebra todas las medidas que propone el PNV en su política en todos los ámbitos.

La combinación publico privado para mayor gloria de los intereses privados, de los ricos hombres. Exactamente igual que la Compañía de Caracas.

La utilización de las fuerzas represivas (antes milicias provinciales de los ricos, ahora Ertzaintza) para asegurar que se cumple la legalidad del poder español (antes Monarquía Imperial ahora poderes constitucionales), para dominar a los indómitos y para blanquear o disimular todo tipo de corrupciones.

La conversión de la cultura en un espectáculo cuyo termómetro de calidad superior es la cantidad de beneficio económico proporciona. La Companía de Caracas organizaba lujosas y espectaculares fiestas de San Ignacio, para exhibir las grandes fortunas labradas en el expolio de Venezuela. Llarramendi da clara cuenta de esas fiestas obscenas, mientras miles de jóvenes guipuzcoanos morían en esa aventura, y se forjaba una cadena de censura para que esa noticia no se divulgase.

5.- Y si hace falta, si la gente tiene mucho enfado, para no quedar demasiado en evidencia…. Hace malabarismo. Lo mismo hizo el alcalde Arriola y la Diputación en la matxinada de 1766. Salió en Donostia a la calle de kalejira con txistus, barricas de vino y un bando bajando el precio del trigo, para aplacar a los donostiarras. A la semana montaba sus milicias de nobles gipuzkoanos para apresar y juzgar a los gipuzkoanos sin derechos. Semejante es la actitud general del PNV.

¿Presos? PNV es el juez de la balanza de la justicia, él es la ética, y juzga: arrepentíos! (El, impoluto, no se arrepiente de la dispersión); condenad la violencia! (El, inquisidor, vota por la OTAN y arma a la Ertzaintza y la utiliza)… Pero así y todo, si prohíben la mani de presos de enero en Bilbao, hará el gesto de apoyar, pero dejando claro que nada de defender derechos de los presos, sino exclusivamente derecho de manifestación. Para el PNV, tan ético, tan universal… ¿tienen derechos los presos?

¿Y Gure esku dago? Tomemos parte, porque muchos votantes lo desean… pero hagamos de modo que no se desmadre exigiendo derecho a decidir sobre Kutxabank, sobre AHT, sobre Kukutza, sobre la ley Wert, sobre los derechos de los migrantes, sobre la incineradora.

Es curiosa la transmisión de los “genes” de la opresión, de generación en generación hasta nuestros días.

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