Fatuarte: «En limpieza, un 90% de la plantilla son mujeres con gran carga de trabajo y sin convenio desde enero»

Las concejalas de EH Bildu Aitziber Ibaibarriaga, Alba Fatuarte e Izaskun Guarrotxena han denunciado la precariedad existente en las empresas subcontratadas por el Ayuntamiento. Una precariedad que se ceba con las mujeres.

Alba Fatuarte -compañera de Alternatiba- ha indicado que la mayor precariedad se da en el Servicio de Atención Domiciliaria, en el Servicio de Limpieza y en el Servicio de Atención Telefónica 010. «En el Servicio de Atención Domiciliaria, la plantilla la componen al 100% mujeres. La inestabilidad es lo habitual y, además, no les han subido el sueldo desde 2014 a pesar de que la empresa ha aumentado el precio de su factura en un 7%. En el 010 –ha añadido la corporativa- también son todas mujeres. La inestabilidad es evidente y no se les respeta los convenios. En el caso de los servicios de limpieza, un 90% de la plantilla son mujeres con una gran carga de trabajo y sin convenio desde enero».

En el caso de la limpieza, la media de categorización de sus contratos es de limpiadoras, la escala más baja aunque hagan otros trabajos, en cambio el de los pocos hombres que hay es de peones especialistas. Muchas de ellas, han apuntado, no disponen de estabilidad laboral.

«El Ayuntamiento dice que la empresa plantea que son un 71% de personal fijo y 29% eventual. Creemos que este dato es descriptivo, son el 29% de una plantilla de más de 380 personas, muchas mujeres con contratos precarios», ha advertido.

En base a esos datos, EH Bildu considera que hay que tomar medidas en el Ayuntamiento de Bilbo a favor de la igualdad, adoptando compromisos concretos. Las soberanistas instan al Gobierno Aburto a efectuar una reflexión acerca de «las desigualdades sociales de género que se reflejan y se reproducen» en determinados servicios municipales y corregirlas.

La primera iniciativa de la coalición es presentar una moción al pleno de marzo en la que se insta a que la comisión de igualdad inter-áreas existente en el Consistorio realice un diagnóstico anual de los sectores más feminizados de la administración local para conocer cuál es la situación real de estas mujeres y poder proponer posteriormente requisitos en los pliegos de condiciones u otro tipo de medidas correctoras.

Ese trabajo, han apostillado, debiera ser liderado por el Área de Igualdad que dirige la jeltzale Itziar Urtasun. EH Bildu estima que en ese control de las subcontratas en imprescindible la participación sindical «para poder hacer un seguimiento real».

Bilbotarra Naiz

EH Bildu

Alternatiba analizará la realidad de los estibadores con charlas en Donostia y Bilbao

Con el decreto ley que liberaliza el sector de la estiba encima de la mesa y mientras las y los trabajadores ultiman el calendario de movilizaciones y paros, Alternatiba ha organizado sendas charlas abiertas en Donostia y Bilbao para analizar las consecuencias tanto de la nueva regulación comunitaria como de la estatal en los puertos de Bilbao y Pasaia.

El de las y los estibadores es un sector que emplea a cerca de 700 personas (unas 500 en Santurtzi y casi a otras 200 en Pasaia) y que en las últimas semanas está siendo objeto de debate, llegando a tildarlos de privilegiados. Así, las conferencias pretenden también abordar el triunfo de un sistema desigual que ha logrado que las clases populares, que mayoritariamente han perdido buena parte de sus derechos y condiciones laborales, recelen de quien todavía los conserva o de quien está en disposición de pelear por ellos.

La primera de las dos charlas tendrá lugar el jueves 9 de marzo, en la sede de Alternatiba de Donostia (Autonomia 15, bajo) a las 19:00. Intervendrán en la misma el delegado de LAB y presidente del Comité de Empresa de Estiba Pasaia José Ángel Izquierdo, y el portavoz de Alternatiba y diputado de EH Bildu en el Congreso Oskar Matute. Este último repetirá en la conferencia de Bilbao el lunes 20 de marzo (a las 19:00 en la sede de Alternatiba en Bilbao, en el número 6 de la Plaza de la Casilla), en la que hablará junto al miembro del Comité de Bilbo Estiba Alain Olagorta.

Alternatiba analizará la realidad de los estibadores con charlas en Donostia y Bilbao

A pocas semanas del decreto que ley que ha reformado el sector de la estiba y mientras las y los trabajadores ultiman el calendario de movilizaciones y paros, Alternatiba ha organizado sendas charlas en Donostia y Bilbao para analizar las consecuencias tanto de la nueva regulación comunitaria como de la estatal en los puertos de Bilbao y Pasaia.

El de las y los estibadores, es un sector que emplea a más de 700 personas (unas 500 en Santurtzi y otras 200 en Pasaia) y que en las últimas semanas está siendo objeto de debate, llegando a tildarlos de privilegiados. Así, las conferencias pretenden también abordar el triunfo de un sistema desigual que ha logrado que las clases populares, que mayoritariamente han perdido buena parte de sus derechos y condiciones laborales, recelen de quien todavía los conserva o de quien está en disposición de pelear por ellos.

La primera de las dos charlas tendrá lugar el jueves 9 de marzo, en la sede de Alternatiba de Donostia (Autonomia 15, bajo) a las 19:00. Intervendrán en la misma el delegado de LAB y presidente del Comité de Empresa de Estiba Pasaia José Ángel Izquierdo, y el portavoz de Alternatiba y diputado de EH Bildu en el Congreso Oskar Matute. Este último repetirá en la conferencia de Bilbao el lunes 20 de marzo (a las 19:00 en la sede de Alternatiba en Bilbao, en el número 6 de la Plaza de la Casilla), en la que hablará junto a un representante de los estibadores del Puerto de Bilbao.

Lectura recomendable: Malditos estibadores

Matute: «A los hombres lo que se nos pide es que acompañemos las políticas feministas para erradicar las desigualdades»

Hoy se proponen nuevas medidas para erradicar la brecha salarial y no está mal proponer porque se dice que lo que abunda no daña, pero lo que realmente hace falta es voluntad, compromiso real y políticas feministas. Sé que esto puede escandalizar e incluso asustar a una parte de esta Cámara, pero a los hombres lo que se nos pide es únicamente que acompañemos las políticas feministas para erradicar una de las desigualdades más evidentes, la dominación más antigua que soporta la humanidad, que es la de los hombres sobre las mujeres.

La brecha salarial no es el único problema, es un indicador de la dominación estructural que sufren las mujeres en una sociedad pensada y dirigida por hombres, una sociedad que se basa en la división sexual del trabajo bajo la lógica del sistema capitalista heteropatriarcal que deja los cuidados y la reproducción para las mujeres y que las relega de los espacios de representatividad y de los espacios de importancia en la sociedad.

Por eso la brecha salarial tendría que elevarse en un 33,6 % en nuestro país para poder equiparar los salarios de las mujeres y los hombres, por eso el 78,3 % de las jornadas parciales las desempeñan mujeres y por eso el 26,7 % de la temporalidad afecta a las mujeres frente al 21 % de los hombres. Mientras tanto, no se produce la corresponsabilidad y las mujeres siguen subordinadas, siguen sometidas a un sistema que las relega al cuidado y a la sostenibilidad de la vida, a la tarea reproductiva y al trabajo. Lo que hace falta son políticas feministas, por mucho que a algunos pueda asustarles por su incomprensión, porque lo que hace falta, como decía al principio de mi intervención, es únicamente acompañar.

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Aitor Miguel: “Pedimos al equipo de gobierno que exija a FCC la readmisión de las y los trabajadores despedidos»

EH Bildu Gasteiz ha denunciado el despido de otros 3 trabajadores pertenecientes a la UTE formada por FCC y GMSM, empresas encargadas de la limpieza de la ciudad. A día de hoy son 8 las y los empleados que se han quedado sin su puesto de trabajo.

“Desde EH Bildu Gasteiz consideramos que es inaceptable que FCC se haya negado  a comparecer hoy ante el Ayuntamiento tras la cascada de despidos de las ultimas semanas. Se trata del contrato más caro que firma el Ayuntamiento, 20 millones de euros al año, pero sus máximos responsables no son capaces de dar la cara ante los representantes de los ciudadanos”, ha señalado el compañero de Alternatiba y concejal de EH Bildu Gasteiz, Aitor Miguel.

La situación es cada día más insostenible y es probable que siga habiendo despidos. “Por eso pedimos al equipo de gobierno que exija a FCC la readmisión de las y los trabajadores despedidos. En caso contrario, proponemos que el gabinete Urtaran ponga a disposición de esas personas que se van a la calle los servicios jurídicos del Ayuntamiento. Las y los empleados no pueden pagar los platos rotos del chantaje que FCC está haciendo al Ayuntamiento”, ha reclamado Aitor Miguel.

Para EH Bildu Gasteiz es hora de tomar medidas y por eso pedimos al gobierno municipal que deje su tibieza ante una empresa como FCC que está poniendo contra las cuerdas al Ayuntamiento. “Es necesario iniciar los trámites necesarios para estudiar la posibilidad de que sea el propio Ayuntamiento el que gestione de forma directa el servicio de limpieza”, ha concluido Miguel.

EH Bildu Gasteiz

Malditos estibadores

Jonathan Martínez

Malditos estibadores, linaje de privilegiados, aristócratas de casco y uniforme reflectante. Yo os maldigo porque habéis venido a incordiar con vuestras huelgas y vuestro ruido sindicalista, vuestros puños al aire y vuestros cánticos marxistoides. Quieren crujiros un 60% del salario y echaros a patadas de los puertos con un ERE encubierto y todavía cometéis la insolencia de sublevaros, manada de ingratos, horda de sanguijuelas. ¿Qué os habéis creído?

Malditos estibadores. Hasta ayer no sabía de vuestra existencia pero me ha bastado un vistazo a Wikipedia y dos telediarios y ya estoy listo para cantaros las cuarenta, vagos, arrogantes protestones.

Dicen los más ilustres tertulianos que cobráis como marqueses. ¿Cómo tenéis el descaro de permitir que vuestros patronos levanten una pasta gansa en lugar de una pasta gansísima a vuestra costa? ¿Es que no habéis sentido ni un minuto de piedad por los pobres bancos y multinacionales que suplican sollozando la reforma del sector? ¿Es que no tenéis corazón?

Dicen plumíferos y todólogos que disfrutáis de derechos laborales. ¿No os hacen sonrojar vuestras conquistas? ¿No os avergüenza haber luchado por lo que es vuestro mientras los demás agachábamos la cerviz, decíamos amén al jefe y nos lamentábamos en el bar de Paco envalentonados con el tercer solisombra?

Malditos estibadores. Aprovechad mientras podáis vuestro trabajo de alto riesgo, vuestro escandaloso cupo de accidentes laborales, vuestra disponibilidad absoluta, vuestros cambios constantes de horario, vuestra inestabilidad, vuestra incertidumbre. Aprovechad, porque el día que liberalicen la estiba os vais a enterar de lo que vale un peine. Ese día, por fin seréis precarios con todas las letras, carne de despido y ETT. Ese día, por fin cobraréis el sudor en calderilla como todo hijo de vecino.

Malditos estibadores. Odio vuestras soflamas, vuestro alboroto y vuestras asambleas al grito de «ni un paso atrás». Bajaos de una vez los pantalones y aceptad las condiciones que os impone el gobierno. Estáis dando un pésimo ejemplo a la clase trabajadora, que solamente quiere meter horas a destajo sin complicarse la vida ni ganar demasiado. Aprended a deslomaros por cuatro duros y poneos al servicio de los banqueros, los grandes empresarios y su longeva estirpe de explotadores sacacuartos. Obedeced a esos señores tan relamidos que os hablan de trabajo sin haber dado jamás un palo al agua. Enriquecedlos. Sed sumisos. Sed cobardes. No permitáis que cunda vuestro ejemplo, estibadores del demonio.

Del blog de nuestro compañero en Naiz Zona especial Norte

Juan Puerto: «Con Idigoras comprendí que se podía ser comunista y abertzale»

Juan Puerto Morcillo era comunista en el siglo XX y lo sigue siendo en el siglo XXI. «Comunista hasta la muerte», dice. Con el tiempo, este militante veterano nacido en Extremadura también se ha llegado a sentir abertzale. Después de formar parte del PCE y otros partidos, desde hace 8 años es miembro de Alternatiba. Está a favor de aglutinar a toda la izquierda vasca.

El partido político Alternatiba ha realizado un documental sobre la vida del militante comunista Juan Puerto Morcillo, y ha organizado proyecciones en diferentes localidades, la primera será el 13 de diciembre en Gasteiz. Puerto (Calamonte, Extremadura; 78 años) vive en Bilbao desde que tiene 22 años.

Eres de Extremadura, y naciste durante la guerra del 36. ¿Qué recuerdos tienes de la infancia? Buenos y malos. Mis padres eran republicanos, pero no estuvieron metidos en política. Mi padre tan solo conoció el trabajo; es lo único que sabía hacer. Una vez pegaron a mi madre, porque estaba ayudando a un republicano agarrando su escalera mientras pegaba un cartel. El Franquismo se ensañó en Extremadura contra la gente partidaria de la República. Pero en cualquier caso tuvimos momentos funestos en la familia. Mi hermano mayor se rompió un brazo cuando tenía 9 años, el médico se lo escayoló, pero tenía el brazo infectado y jamás se lo miraron. Murió por la gangrena. Yo todavía no había nacido. Después, cuando tenía 4 años, mi padre se ahogó cuando trabajaba en una presa. Por aquel entonces mi madre estaba embarazada de mi hermana. Ella tuvo que trabajar muy duro para sacar la familia adelante. Trabajó como costurera en casa de varios ricos.

¿Cuándo y cómo fuiste adquiriendo conciencia política? Los chavales a los 12-13 años ya éramos adultos. Trabajábamos, y fue así como me fui concienciando a favor del comunismo. Recuerdo algo que me dijo un señor mayor llamado Antonio: que nunca me arrimara a los capitalistas, porque me explotarían por completo. En nuestro pueblo tenían a mucha gente en la miseria y la esclavitud. Pero de algún modo, aguantábamos. Luego en casa de la que acabaría siendo mi mujer, se escuchaba siempre la radio Pirenáica [oficialmente, era la Radio España Independiente irratia zen, creada por el PCE].

¿Hubo fusilamientos franquistas en tu pueblo, en Calamonte? Sí, a 62 personas. Solo en mi calle, a cuatro. En esa época vivían unas 5.000 personas en Calamonte. Trataban fatal a las familias de los fusilados. Por ejemplo, hacían firmar a las viudas que sus maridos habían muerto de forma natural a cambio de no llevarse a sus hijos para ser soldados y pudieran ayudar en casa. Todo esto me generó en mí ganas de luchar.

¿Tú conociste el hambre? Yo no, pero conocí a niños que pasaban hambre. Con tener pan y aceite, salvábamos el día, pero no era el caso de todos.

En 1960, con 22 años, vienes a Bilbao. ¿Por qué? Tuve tambíen oportunidad de viajar a Alemania y a Catalunya, pero Bilbao era la opción que más me tiraba. En mi pueblo había una barbería a la que llabaman la barbería del Athletic, donde se reunián muchos aficionados; yo entre ellos. Tenía ganas de venir a Bilbao, y me animé a hacerlo junto con unos amigos.

¿Dejando a la familia en Calamonte? Sí. Me costó mucho dejar allí a mi madre. Pero cuando dos años despúes murió mi abuelo, vinieron ella y mi hermana.

¿En Bilbao, a dónde viniste? Al barrio de Arangoiti, que por aquel entonces estaba en construcción. De cada diez, nueve éramos extremeños.

¿Cómo era el Bilbao que encontraste? Veía mucha pobreza, muchas chabolas. Yo empecé a trabajar en una cantera en 1960, y con lo que ganaba me pagaba el alquiler de una habitación. En 1962 empecé a trabajar en la fábrica de Etxebarria.

Antes has mencionado al Athletic. ¿Solías ir a San Mamés? Enseguida me aboné al Athletic, e iba a San Mamés con muchísima ilusión. Yo creo que todos los que vinimos de Extremadura éramos del Athletic. Una vez, antes de un partido del Athletic contra el Real Madrid, fuera del campo alguien me ofreció 60 pesetas por mi entrada. Por aquel entonces costaría unas 15, pero aún así, no le acepté el dinero y me quedé con la entrada. Faltaría más.

Cuando llegaste a Euskal Herria, ¿cuánto ganabas? Unas 450 pesetas a la semana. De ahí, 250 se iban para pagar las dos habitaciones que tenía alquiladas para mí, mi madre y mi hermana, además de la comida.

¿Cuál era el clima laboral? Al poco de entrar a Etxebarria, se convocó una huelga de dos meses. Había una gran represión, pero los trabajadores demostraban mucho valor.

¿Qué lograsteis con la huelga? Nada. Yo acababa de entrar, pero había gente que llevaba trabajando años y, al acabar la huelga, entraron como nuevos; tuvieron que empezar de cero. Por necesidad, tuve que empezar a hacer otros trabajos fuera del horario laboral, como por ejemplo cargar camiones en Otxarkoaga. Conseguí llegar a ganar mil pesetas a la semana, que nos permitía vivir con algo más de dignidad. Hasta que llegué a poder comprar una casa en el mismo Arangoiti, creo que en 1968, a los ocho años de llegar a Bilbao. Me costó 80.000 pesetas. Tres años antes me había casado, en Calamonte, tras lo que vino tanto mi mujer como toda su familia.

¿Cuándo empezaste a militar? Al entrar a trabajar a Etxebarria, en 1962. Me afilié a CCOO, pero tambíen empecé en el PCE. Eran tiempos de clandestinidad, había muchas reuniones. Entonces CCOO era el sndicato más combativo.

¿Alguna vez estuviste en cargos de dirección? Estuve en el PCEP pero no por ganas. Yo siempre he preferido trabajar en las bases.

En la época en que llegaste a Bilbao, ETA acababa de nacer, y algunos fundadores vivían en Bilbao. ¿Había alguna relación con ellos? Relación no. Conocía a un militante abertzale llamado Etxabe, porque vino a nuestro barrio, pero yo no sabía que era de ETA; lo supe después.

¿Estuviste preso alguna vez? No, aunque me detuvieron dos veces. Estábamos fichados. Yo no recibí torturas; psicológicas sí, y malos traros. Mucha gente pareció torturas físicas, pues la policía torturaba mucho. Además, tenían métodos concretos para controlar a la gente: si estaban siguiendo a un grupo de ocho, metían a siete en la cárcel y al octavo lo dejaban libre para después seguirle la pista. Como a mi no me metieron preso tras esas dos detenciones, tenía la preocupación de que me seguían.

¿Había en Euskal Herria un movimiento anti-franquista mayor que en España? Sí, mucho mayor, sin duda. En Extremadura había mucho miedo, y por eso mucha gente tenía una actitud servil. Aquí me sentía más agusto, a mi salsa. Había que pelear por la libertad, y el objetivo era quitarse a Franco de en medio. Había una nacionalismo nuevo estructurado –ETA-, y eso benefició al movimiento anti-franquista. Los del PNV también eran abertzales, pero no eran de luchar hasta el final.

¿Qué te pareció el camino emprendido por el PCE tras la muerte de Franco? El PCE era el partido organizado en la clandestinidad. Tenía gente con una gran conciencia de lucha. Pero luego llegó la mal llamada democracia y yo no fui partidario de ese tipo de transición. Escuchaba en el PCE que había que aceptar algunas cosas por los militares, pero yo siempre estuve en contra. Mira qué constitución se hizo, ¡una que no cumplen! ¿Dónde están el derecho a la vivienda y al trabajo digno…? Además, siguieron la misma policia y el mismo ejército, sin pedirles cuentas por los asesinados durante el franquismo. Dejé el PCE y creamos el EPK Partido Comunista de Euskadi. Tuvimos la ayuda de la URSS.

¿Qué tipo de ayuda? Teniamos contacto, nos decían que tenían un gran interés en fortalecer partidos comunistas vascos. Pero lo dejaré ahí, porque no quiero comprometer a cierta gente.

El PCE defendía el derecho de autodeterminación… Solo sobre el papel. Había poca actitud. Estando en el EPK tuvimos una mayor relación con gentes de la izquierda abertzale; sobre todo de HASI [Herri Alderdi Sozialista Iraultzailea]. En HASI estaba Txomin Ziluaga, que me gustaba mucho como político.

Santi Brouard tambíen era de HASI. Cuando lo asesinaron [1984], estuve en el homenaje que le hicieron en Bilbao. Fue increible, impresionante. Año y medio después, estuve en un pueblo de Sevilla, Badalatosa, en la inauguración de la barriada Santi Brouard. Fue un acto organizado por revolucionarios andaluces, la gente de Comisiones Obreras del Campo. Allí estuvieron Jon Idigoras yTxomin Ziluaga, junto con la viuda de Brouard y su hija. Recuerdo las palabras de la viuda [Teresa Aldamiz]; un discurso revolucionario, increible. Aparecieron pintadas contra Idigoras, pero nos reimos con ello. Fue en esa época cuando comprendí que se podía ser comunista y abertzale. Hasta entonces creía que era una contradicción. Yo era comunista -y lo seré hasta la muerte-, y defendía el derecho de autodoterminación, pero no me sentía abertzale. Con Idigoras y Ziluaga entendí que ambas cosas eran compatibles.

Después de estar en IU, hace ocho años participaste de la creación de Alterantiba. ¿Apoyaste la entrada en Bildu en el 2011? Sí, lo defendí. La izquierda abertzale ha podido tener un carácter sectario; yo mismo lo he conocido y sufrido, en Arangoiti, cuando estaba en Ezker Batua, nos llamaban cosas como fascistas. Pero siempre dije a mis compañeros que la izquierda vasca tenía que unir fuerzas. Han pasado muchas cosas, de todo tipo, pero aquí tiene que darse la confluencia de toda la izquierda. Cuando en 2010 Alternatiba empezó a tener conversaciones con la izquierda abertzale, me mostré partidario de la unidad de acción. Y creo que todavía debe de darse una mayor confluencia dentro de la izquierda vasca; por ejemplo, debemos colaborar también con Podemos-Ahal Dugu, o con Ezker Anitza. De todos modos, veremos qué vía sigue Podemos; creo que van por el camino del PSOE, hacia la socialdemocracia, con una actitud más progresista que los socialistas.

¿Estás a gusto con el trabajo que se hace desde EH Bildu? Sí, mucho. Arnaldo Otegi ha cohesionado a la izquierda abertzale, y eso le ha beneficiado también a EH Bildu. Es una persona íntegra, y creo en él. EH Bildu ha conseguido unos buenos resultados en las últimas elecciones autonómicas, el escaño número 18 es muy importante.

¿Sueles ir a tu tierra natal? Hace dos años desde la última vez.

¿Les dices a tus paisanos que estás en EH Bildu? Sí, no tengo problema en decirlo. Algunos me dicen que los de EH Bildu son asesinos y otras cosas. Son los medios de comunicación y los políticos los que les meten esas informaciones en la cabeza… Yo les explico qué es EH Bildu y cómo está Euskadi…

¿Será Euskal Herria un país independiente? Todavía falta mucho para eso, va para largo. Pero si la ciudadanía así lo quiere, lo acabará siendo.

¿Cómo ves el proceso de paz? En Extremadura se sufrió mucho con la Guardia Civil. Nos humillaban. Una vez me pillaron cogiendo bellotas y me obligaron a dárselas a los cerdos. Siempre le he tenido mucha rabia a la Guardia Civil, y no me duelen prendas en decir que cuando ETA asesinaba a algún agente a veces no me daba demasiada pena. Pero comprendí que de eso no podía venir nada bueno. Asi que hago autocrítica al respecto. En esto últimos años hay una nueva situación, y es impresncindible aprovecharla para construir la paz y la convivencia.

 
Traducido de la entrevista publicada en BERRIA y realizada por el periodista Enekoitz Esnaola. 

Matute: «Falta actitud cuando no hay más jueces que sigan el camino de Garbiñe Biurrun al equiparar indemnizaciones entre personal temporal y fijo»

Intervención de nuestro compañero de Alternatiba y diputado de Euskal Herria Bildu en el Congreso de Madrid, Oskar Matute, en torno a la Proposición de Ley de modificación del artículo 42.1 del Estatuto de los Trabajadores para garantizar la igualdad en las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados. Vídeo y texto de la intervención:

Comenzaré señalando algo que ya hemos dicho desde esta tribuna en nombre de Euskal Herria Bildu, y es que para nosotros el mejor marco posible para las y los trabajadores vascos es el marco vasco de relaciones laborales inserto en una realidad nacional soberana y propia, la de Euskal Herria. Pero en la medida en que eso todavía no es una realidad y en la medida en que las leyes que aquí se aprueban son leyes que afectan a las y los trabajadores de nuestro país, señalaremos algo muy obvio y que va a marcar toda nuestra intervención: que la subcontratación genera precariedad y pobreza. ¿Por qué? Porque la subcontratación se está utilizando para reducir costes salariales, destruyendo empleo propio y sustituyéndolo por empleo precario. Digo empleo precario porque tiene condiciones laborales y salariales mucho peores que las del empleo propio, y porque tiene condiciones de seguridad en el trabajo también mucho peores. Baste recordar a modo de inciso cómo en el año 2015 en la Comunidad Autónoma vasca un tercio de los trabajadores y trabajadoras fallecidas era personal subcontratado. Sobra decir que el peso porcentual de los subcontratados dentro del conjunto de la economía vasca no llega ni de lejos a un tercio.

¿Y dónde se está produciendo esa subcontratación? Como se ha señalado por parte de la proponente, en la hostelería y en los servicios sí, pero no solo en esos sectores, también en la industria, en la energía y en las telecomunicaciones. Así nos lo hizo ver con mayor claridad que otros sectores -por su nivel de movilización- la Marea Azul, la marea de los trabajadores y trabajadoras de Movistar. Ellos y ellas nos preguntaban -creo que también en esta Cámara lo señalaron- cómo era posible que en una empresa, desarrollando el mismo trabajo, unos trabajadores cobraran 1.000 euros y otros 2.000 euros, dependiendo de si eran subcontratados o personal de la empresa; cómo era posible que unos trabajadores trabajaran diez horas al día mientras otros lo hacían siete horas al día, dependiendo de si eran subcontratados o trabajadores de la empresa, y cómo era posible que, desempeñando el mismo puesto de trabajo, tuvieran condiciones de seguridad y salud en el trabajo diferentes, también en función de si eran subcontratados o personal de la empresa. Sobra decir que quienes gozaban de las peores condiciones eran los subcontratados.

Apoyaremos la proposición de ley porque siquiera en el papel puede ayudar a conseguir que a igual trabajo haya igual salario y porque puede frenar la destrucción de empleo digno en las grandes empresas, pero sinceramente creemos que más que leyes lo que falta es actitud y compromiso. Falta actitud cuando no se triplica el número de inspectores fiscales por ejemplo y a la vez se hace gala de músculo económico para los gastos de defensa. Falta actitud cuando no hay más jueces que sigan el camino de la jueza Garbiñe Biurrun, del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que equipara las indemnizaciones por despido entre personal temporal y personal fijo. Falta actitud cuando las instituciones públicas, en lo que pueden hacer, deciden seguir echando mano de la subcontratación tanto para las grandes obras, como podrían ser -lo que yo conozco- el tren de alta velocidad, la Supersur o San Mamés Barria, como para otro tipo de trabajos, como las residencias, el reciclaje de residuos en Bizkaia o la asistencia domiciliaria. Y falta actitud cuando esta iniciativa hace alusión al artículo 38 de la Constitución, el que blinda los derechos de las empresas, cuando podía haberlo hecho al artículo 35 de la Constitución, que es el que habla del derecho al trabajo digno y a una remuneración del mismo. Pero probablemente también la Constitución ha quedado en papel mojado.

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Matute: «Si de cada empleo digno se generan 3 empleos indignos la estadística crece pero la miseria se multiplica»

Nuestro compañero de Alternatiba y diputado de EH Bildu en Madrid, Oskar Matute, interviene en el pleno del Congreso en torno a la Proposición no de Ley relativa a la derogación de la reforma laboral y a la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Vídeo y transcripción de la intervención:

Subimos nuevamente a esta tribuna para decir que no a la reforma laboral que lleva a cabo el Gobierno del Partido Popular, pero para decir también que no a la anterior reforma laboral que llevó a cabo el Gobierno en ese caso o en ese momento el Partido Socialista Obrero Español porque siempre, y podríamos echar la vista todavía más atrás y ver todas las reformas laborales que ha habido en el Estado español, lo que nos hemos encontrado ha sido más inestabilidad laboral, más precariedad y peores condiciones en el puesto de trabajo. Esa ha sido la tónica desde que arrancaron las reformas laborales para con los y las trabajadoras. Pero la última reforma laboral al menos sí nos enseña tres aspectos: el primero es que se puede tener empleo y ser pobre de solemnidad, que se puede cronificar la pobreza, que se puede condenar a la cadena perpetua de la pobreza a millones y millones de personas, haciendo el trabajo compatible con la necesidad de tener ayudas sociales para poder tener una vida siquiera mínimamente digna; el segundo es que las mujeres vuelven a ser expulsadas del mercado laboral o relegadas a los puestos de peor categoría para volver así a agilizar el mercado laboral sobre la base de la exclusión de un sector que pelea con justicia por su igualdad de derechos; y el tercero es que condena a los jóvenes al exilio o a la semiesclavitud o directamente a la esclavitud.

Nos hablan de que ha creado empleo, pero habría que decir qué tipo de empleo. Si de cada empleo digno se generan tres empleos indignos, la estadística crece, pero la miseria se multiplica. Y nosotros, diciendo todo esto, vamos a señalar que apoyaremos la propuesta, pero también decimos con claridad que no nos parece que la solución venga por la generación de un nuevo estatuto del trabajador. Creemos que existen espacios autónomos de lucha, que el marco vasco de relaciones laborales es un magnífico espacio autónomo de lucha de clases, porque precisamente, frente a las necesidades que impulsa el FMI cuando dice que recomienda otra reforma laboral que haga contratos indefinidos atractivos para el empresario, mayor seguridad jurídica a las empresas en el despido y mayor flexibilidad en las condiciones de trabajo, nosotros queremos seguir reivindicando las treinta y cinco horas, las cláusulas sociales y las condiciones de trabajo digno para los y las vascas.

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Vídeos de la charla ‘Trabajo invisible en lucha. Erresidentziak borrokan’ al hilo del 8º aniversario de Alternatiba

Vídeos de las cuatro intervenciones de las ponentes de la charla ‘Trabajo invisible en lucha. Erresidentziak borrokan’ el pasado 22 de noviembre en Bilbo, dentro del ciclo de charlas organizado por Alternatiba al hilo de su 8º aniversario.

Dentro de este primer coloquio tratamos el conflicto de residencias para analizar la precaria realidad del trabajo de cuidados, feminizado y permanentemente invisibilizado, que vuelve a salir a la luz pública a través de la huelga de las trabajadoras de residencias y centros de día de Bizkaia.

A continuación la ponencia de María del Río, exdirectora de Política Social de Gipuzkoa en el gobierno de Bildu, que aporta dentro del marco de conflicto el punto de vista desde una institución pública que se posicionó a favor de las trabajadoras de residencias haciendo frente a la patronal gipuzkoana. Del Río habla sobre la capacidad de incisión y el nivel de responsabilidad de la Diputación en situacines de concesiones públicas a empresas privadas. 

Intervención de Blanca Mardones, trabajadora de residencias y representante de ELA que nos aporta el punto de vista más convativo desde su militancia en la lucha sindical, al mismo tiempo que aporta una visión más humana desde su esperiencia como gerocultura. 

Turno de palabra de Inma Prego, trabajadora de residencias y representante de ELA, que como su compañera de lucha Mardones, nos habla de la dura y frágil situación del colectivo que conforman las trabajadoras de residencias, pero también aporta las vivencias de las personas usuarias, las últimas víctimas de la codicia de los empresarios. 

Por último, la intervención de Josu Perea, miembro de la recientemente fundada BABESTU (Asociación de Familiares de Usuarios/as de Residencias de Bizkaia), que en un intento que abrir un nuevo frente de la Diputación, apoya la lucha de las trabajadoras para a través de una mejora de la condiciones laborales, asegurar unas condiciones dignas de cuidados para sus familiares.

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