Luis Salgado – Alternatiba
He de agradecer haber nacido en una familia trabajadora pues está visto que es muy dura y desgraciada la vida del “emprendedor”. Y me toca… la moral. Y lo siento, que tienen razón y no he vivido en la pobreza, aunque por tiempos viví cercano a la indigencia gracias a “mi patrón”. Sí, hoy que los periódicos se hacen eco, en grandes titulares, de las pataletas del SEA (Empresarios Alaveses) y de CONFEBASK (Patronal Vasca) yo voy a contar una bonita historia real, de esas que llenan la parrilla de A3.
Consumí 10 años de mi vida en una empresa de esas que según el SEA son maltratadas obligándoles a pagar el IAE a pesar de no tener beneficios. De hecho, aquella empresa no tuvo beneficios en aquellos 10 años ni en los 10 anteriores. ¡20 años con pérdidas! Y ahí sigue, facturando más de 12 millones anuales. Por lo tanto, supongo que abonará el IAE, aunque me consta que mantiene deudas considerables con todas las instituciones, de forma que ¡Vaya usted a saber! Lo que es seguro e indudable es que no abona Impuesto de Sociedades desde los 90 y que con el modelo fiscal actual, aunque tenga beneficios seguirá sin abonar impuesto otros 15 años más.
“Mi patrón” no poseía sólo aquella empresa, y aunque a raíz del último Concurso de Acreedores le obligaron a aunar varias del grupo en una, aún mantiene (con diferentes socios) varias empresas más. Curiosamente, sólo una de esas empresas tenía beneficios (hablo en pasado pues hace varios años que no tengo relación contractual alguna y le he perdido la pista) Una empresa que no tiene producción alguna y que se dedica a alquilar los pabellones y las maquinarias a las demás, pero que por lo visto no tiene relación con ellas. “Cosas que hacen cosas” que diría el filósofo.
Hete aquí, que claro, que parece que mantener deudas perpetuas es complicado, así que de vez en cuando hay que hacer “ajustes”. Despidos, reducciones salariales, o directamente traspasar la deuda de la empresa a los trabajadores dejando de pagar las nóminas. Porque al fin y al cabo, agradecidos hemos de estar de mantener el empleo. De manera que en mis últimos 18 meses llegó a adeudarme casi 12 nóminas. Pero yo no tenía que pagar el IAE, sí un préstamo por un piso por el que al cuarto retraso la Vital amablemente me avisó de mi futuro embargo, sí una comida diaria que agradezco a quienes me apoyaron, familia y amigos, sí los gastos de comunidad que mis vecinos me recordaban a diario con misivas, y notas varias. Pero no tenía que pagar el IAE. Tampoco Patrimonio.
Aquella empresa era un ejemplo, incluso un Lehendakari fue de visita a celebrar su onomástica. ¿Y “el Patrón”? ¡Un Santo! ¿Cómo sino denominar a alguien que mantiene una empresa sin beneficios SÓLO para el mantenimiento de los puestos de trabajo? Bueno, y un pequeño pellizco de 8.000 € mensuales para él y algunos familiares más. Migajas. Con eso no te haces rico. Pero acumulas un patrimonio modesto. Un par de edificios en el centro, algún chalet en la playa. Vamos, lo normal. ¿Con 8000 al mes? ¡Difamas! Sí, yo también me pregunto cómo es posible.
Pero me desvío de lo importante. No todos los empresarios son así, menos mal, aunque aún los hay peores. Y el IAE es un impuesto injusto. Por supuesto, tienen razón el SEA y sus acólitos. También lo es el Impuesto de Patrimonio, así, por separado. Claro. Y el IVA, claro que sí, el IVA está en el primer cajón de la injusticia. Pero “Señores Patronos” recuerden que ésta fiscalidad la diseñaron ustedes a finales de los 80 para “pagar menos” Y eso es lo único que se esconde tras sus pataletas, que ya no se conforman con pagar menos, ahora directamente les gustaría no pagar, ni impuestos, ni salarios, ni ná. Y lo sé, generalizar está mal pero que quieren que les diga, los buenos empresarios que he conocido hace tiempo que abandonaron esas patronales.
Y es que, si el problema radica en la “injusticia” del IAE y otros impuestos como el Patrimonio, y aceptan que pagar tributos es JUSTO, que no se trata sólo de pagar una “cuota” para mantener “los servicios básicos del Estado”, sino que se trata de la única herramienta válida para redistribuir la riqueza y reducir la acumulación, si aceptan eso, seguro que podríamos hablar de eliminar esos impuestos injustos y volver a tributaciones simples. Que vuelva a tributar el Patrimonio en el IRPF, que el Impuesto de Sociedades se convierta en un verdadero impuesto sobre beneficios sin 15000 bonificaciones diferentes que permiten la elusión y logran hacer que, sobre un nominal del 28, se pague de media un 6.
Para finalizar, si no les gusta que éste o aquel Sindicato de Trabajadores les saque de forma peyorativa en sus carteles, o gentuza como yo escriba estos Post, lo tienen fácil, vigilen a sus pares, y demuestren a la sociedad que ustedes, los empresarios, son los primeros interesados en acabar con los depredadores, insolidarios, mezquinos, etc. que existen en sus filas. Si no lo hacen. Si además permiten que los más mezquinos lleguen a dirigir sus Asociaciones (Arturo Fernández in memoriam) no se sorprendan que les identifiquemos con ellos.