Diario Vasco
Oskar Matute (Bilbao, 1972) se define como «un ciudadano más de este país, preocupado y comprometido con la realidad social del momento en el que vivo, y en ese sentido tomo partido. Y como político intento ser lo mismo». El portavoz de Alternatiba se muestra satisfecho porque la coalición electoral Bildu, formada junto a Eusko Alkartasuna e «independientes soberanistas y de izquierda», ya es una realidad y se estrenará en las elecciones del 22 de mayo.
¿Qué les diría a los que sorprende que usted se declare independentista y apoye la coalición?
Yo no he tenido que girar ni asumir postulados que no tenía. Lo que pasa es que antes era una de las caras de Ezker Batua, y esta era una organización, sobre todo en Gipuzkoa, considerada federalista y en algunos sitios hasta española maja. Pero mis posiciones dentro de EB eran las mismas que tengo ahora, lo que pasa es que en Alternatiba se ven con más nitidez. Lo que quiero es que este pueblo pueda decidir libre y democráticamente su futuro y regirse bajo los parámetros que estime oportunos y sin injerencias externas.
¿Por eso defiende la coalición con EA e independientes soberanistas?
Bildu pretende ir mucho más allá de aquellas personas que hacen de su sentimiento independentista su columna vertebral y casi única. La coalición es una aspiración para unir a todos los soberanistas e independentistas que quieren construir Euskal Herria desde abajo y desde la izquierda. Por tanto, es una unidad de acción muy amplia.
¿Y qué aporta Alternatiba?
Aporta lo que es, una organización política que se identifica con las corrientes de izquierda que han existido siempre en este país. No queremos ser la guinda de una tarta para darle color. Nos consideramos herederos y continuadores, en buena medida, de lo que antes se llamaba extrema izquierda o radical, que siempre ha defendido la construcción de Euskal Herria desde la izquierda. Ese es uno de los valores que aportamos. También una reflexión sincera sobre qué izquierda tenemos que construir en Euskal Herria para que podamos sacudirnos esa especie de sambenito que nos han colgado sobre nuestro carácter decimonónico. La izquierda está más vigente que nunca porque el capitalismo y el modelo neoliberal está enseñando con más claridad que nunca su carácter opresor.
Se ha acusado a su formación y a EA de hermetismo sobre la constitución de la coalición Bildu.
Sí, y lo ha sido porque el debate y la toma de decisión política a veces no satisface las necesidades e intereses mediáticos. Es decir, es evidente que en el plano político se ha actuado con cautela, e incluso a veces con una dosificación de la información, pero ha obedecido a la posibilidad de poder informar sobre lo que está ya acordado, no sobre lo que es un futurible. Entiendo las urgencias periodísticas, pero creo que la sociedad también tiene que entender la cautela política, sobre todo porque pasar de una cultura de confrontación y de exaltación de la diferencia, por otra de acuerdo y de apuesta por lo que nos une frente a lo que nos separa no es una tarea fácil.
¿Ha sido también por sentirse vigilados por parte de la Justicia?
Claro que sí, y no se trata de una impresión personal. Más de un ministro y destacados dirigentes del PP y del PSOE han señalado a Alternatiba y a EA. Han instado a los aparatos judiciales, y supongo que también a los policiales, a que mantengan una actitud vigilante hacia nuestros movimientos. Hemos notado sobre nosotros una presión que no se da para con otras fuerzas. Eso nos hace partir en la carrera electoral con una posición de desventaja.
Aseguran que las listas de Bildu estarán formadas por personas que no tienen ninguna relación con formaciones ilegalizadas.
Nuestra coalición tiene necesariamente que ajustarse a la ley. Hay aspectos que no nos gustan, pero nos vemos obligados a cumplir. Por tanto, nuestras listas estarán formadas por militantes de las formaciones legales que la compongan más independientes que asuman el cuerpo político que alimente Bildu. Quiero recalcar que la presencia de independientes se ha dado siempre y en todos los partidos. Sin embargo, la vigilancia sobre los nuestros va a ser infinitamente mayor que la que vayan a soportar el resto de fuerzas.
¿Cree que la izquierda abertzale tendrá finalmente una marca propia en las elecciones de mayo?
Tenía que haberlo tenido ya. Solo no va a ser posible por la politización de la Justicia y por el sometimiento de los aparatos judiciales al cálculo político-electoral de los dirigentes del Estado español. Por eso, hay que exigir que todas las opciones políticas sean legales y que se restituyan los derechos civiles y políticos para el conjunto de la población. Frente a esa demanda nos hemos encontrado, una vez más, un portazo de un Estado que cada vez es menos de derecho, al igual que de bienestar.
¿Considera que el Tribunal Constitucional se pronunciará a tiempo sobre Sortu para que pueda estar en las elecciones?
El PSOE y el PP han hecho un cálculo político y electoral que les ha llevado a planificar un calendario que imposibilite la presentación de Sortu en pleno ejercicio de sus capacidades para conformar listas, programas y demás. Pero tengo el convencimiento de que más pronto o más tarde Sortu será legal.
¿El programa electoral de Bildu estará basado en el acuerdo Euskal Herria Ezkerretik?
Ese es un acuerdo político de corte estratégico que firmamos Alternatiba, EA y la sensibilidad que representa a la izquierda abertzale. Evidentemente, en ese documento hacemos un análisis y un número de propuestas ante lo que entendemos que es una realidad que tiene que mutar, por eso se hace una apuesta por el cambio político y social en Euskal Herria, y que sea desde la izquierda. Pero no es la idea que vertebra el conjunto del programa electoral, ya que sabemos que la mejor manera de apostar por dinámicas de cambio profundo como las que apostamos, es convencer a la ciudadanía de que somos capaces de cambiar en el día a día sus condiciones de vida para mejorarlas. Por tanto, los programas en los que estamos trabajando son pegados al terreno o a la calle, y con un buen número de propuestas y de respuestas a los problemas cotidianos de la gente.
¿Ve posible integrar a Aralar en la nueva coalición en un futuro?
Ojalá fuera posible. Aunque la realidad no parece que vaya por ese sendero. Pero Aralar no es el enemigo de Bildu, sino el PNV, el PSE y el PP.
¿Está de acuerdo con EA que acusa a Aralar de «sembrar la discordia» en el Acuerdo de Gernika?
Al Acuerdo de Gernika no le favorece el cruce de declaraciones entre las organizaciones firmantes sobre cuál es el grado de cumplimiento del documento. Goza de buena salud, y aunque pese a algunos, cada vez va a tener más sentido, validez, necesidad y capacidad.
¿La coalición es un frente contra el PNV y el PSE?
Los frentes los crean los que están en el poder. Nosotros sólo queremos levantar una opción político-electoral capaz de aglutinar a muchísima gente y que tenga una visión unitaria sobre qué modelo de país y de sociedad queremos.
¿Bildu suponía la única salida que tenía Alternatiba para no desaparecer, como señalan algunos?
Eso lo dicen los enemigos y los falsos amigos. Alternatiba seguirá con independencia de esto, y la potencia y la fortaleza con la que exista dependerá del apoyo en los comicios de mayo. Algunos, ante unos resultados electorales no tan positivos para ellos y mucho más de los que les gustaría para nosotros, están tratando de lanzar un mensaje que a modo balsámico les vaya a posibilitar relamerse sus heridas.
Subraya que ya ningún partido apoya a ETA, ¿ve cada vez más cerca el fin de la violencia?
Estamos más cerca que nunca, aunque todavía quedan muchos pasos por dar.
¿Considera que el alto el fuego de ETA es irreversible, y no cree posible una escisión?
Yo creo que sí, que estamos avanzando de un modo irreversible. Y también que hay quien desea una escisión dentro de la organización. No aceptan el trabajo que hemos hecho este último año y medio los que nos hemos puesto el buzo por la paz y temen un escenario sin ETA.
¿Y qué opina de los mediadores internacionales?
Creo que son necesarios, y el Gobierno también lo consideró en tiempos no tan pretéritos, en periodos de negociación. La labor de Currin y el Grupo Internacional de Contacto lejos de mermar la posibilidad de un proceso de paz, lo refuerza.
¿Apoya la constitución de una mesa de partidos para resolver lo que se denomina conflicto vasco?
Estoy convencido de que tendrá que existir o habilitar un espacio de discusión política, no sé si tiene que ser estrictamente en el Parlamento Vasco o de Navarra, o una mesa de partidos. Nosotros siempre hemos dicho que a ETA no le corresponde una negociación política con el Estado, sino a los partidos. La organización debería mirarse en el espejo del IRA y seguir su ejemplo. Además, la ciudadanía tiene que ser el motor de todo este proceso y estar informada puntualmente, no como pasó en otras negociaciones.