Bildu anima al PSE a dejar de ser rehén del PP y unirse al esfuerzo reclamado por la sociedad en la búsqueda de la paz y de la normalización

Bildu ha animado al PSE a seguir la senda reivindicada ayer por Patxi López de dejar de “construir este país unos contra otros y caminar unidos” instándole a realizar un esfuerzo por dejar de ser rehén de la derecha representada por el PP y unirse al proceso que mayoritariamente apoya la sociedad vasca y que tuvo un claro reflejo el pasado 22 de mayo.

Bildu

Bildu ha animado al PSE a seguir la senda reivindicada ayer por Patxi López de dejar de “construir este país unos contra otros y caminar unidos” instándole a realizar un esfuerzo por dejar de ser rehén de la derecha representada por el PP y unirse al proceso que mayoritariamente apoya la sociedad vasca y que tuvo un claro reflejo el pasado 22 de mayo.

Después de meses de negar el proceso de cambio político que vive Euskal Herria, “López reconoció que estamos recorriendo el camino hacia la paz definitiva”, ha valorado Bildu, que subraya que “eso no se puede hacer con quienes aún apuestan por la exclusión de una parte importante de la sociedad vasca y siguen negando los derechos políticos de una parte de la ciudadanía”.

La sociedad ha apostado claramente por el cambio político y social que ha propuesto Bildu y éste requiere del trabajo en común de todos los agentes políticos, sociales e institucionales, además de la sociedad. Por ello, la coalición considera “un paso adelante que otras fuerzas políticas reconozcan la validez del proceso en marcha” y anima al lehendakari López a que sea valiente y se sume al camino emprendido por la sociedad vasca en la búsqueda de las soluciones, en la búsqueda de la paz y de la normalización política y le pregunta que hará en este sentido.

Arrebatar el poder a los dioses > Sabino Cuadra Lasarte

Sabino Cuadra Lasarte. Rebelión

La frase que antecede, más o menos textual, fue utilizada por Oskar Matute en el mitin de Bildu, en el BEC de Baracaldo. Su prometeico contenido me hizo recordar la segunda estrofa de la Internacional, ésa que dice que “ni en dioses, reyes, ni tribunos está el supremo salvador; nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor”.

pbb 9446 (FILEminimizer)Hay que arrebatar el poder a los dioses. A los dioses del capital, el petróleo y el cemento; a los de la toga, la sotana y el birrete; a los dioses de la guerra, el orden mundial y la seguridad ciudadana; a la santa trinidad del patriarcado, la familia y la doble jornada; a los dioses imperiales y sus patrias impuestas,… La tarea es ardua, pero todo se andará. ¡Al tiempo!

Hay mucho dios desvergonzado suelto por este mundo predicando amores, pobrezas y humildades y practicando crueles inquisiciones, poderes absolutos y verdades eternas. Lo de los reyes y sus monarquías, esa especie parasitaria y atapuercana, es algo igual de obsceno. ¿Quién no querría conocer sus declaraciones de renta, propiedades inmobiliarias y la lista de sus inversiones en fondos apátridas prestos a ciscarse en sus más sagradas banderas?

Los cientos de concentraciones, acampadas y asambleas que han recorrido de punta a punta la piel de toro, han puesto de manifiesto, en gran medida, su hartazgo por los tribunos. Por toda esa pléyade de políticos, mandatarios, líderes, gobernantes y estadistas que han hecho de lo público un mercado de privilegios e influencias en el que todo vale, empezando por la mentira y el engaño, pasando por el sueldazo y el dietón y terminando en la rica cesantía y la jubilación principesca. Hartazgo de una democracia vacía y de un poder sobredimensionadamente saturado de sátrapas y vividores.

Una vez más, y ya van varias (movidas antiglobalización, foros sociales, manifestaciones anti-guerra, huelgas generales,…) la sociedad, y en primer lugar la juventud, ha demostrado que es posible plantar cara a los dioses del capital, la mentira, el imperio y la guerra. No es la sociedad la que no está a la altura de las circunstancias, sino su casta dirigente. Casi siempre que aquella ha visto la posibilidad de afirmarse y expresar de forma directa su rebeldía e indignación, lo ha hecho. Casi siempre que ha habido espacios y dinámicas que han permitido su participación y protagonismo directo, la gente ha respondido. No sobran razones ni ganas; faltan espacios y llamadas.

En Euskal Herria, a la par que se realizaban las acampadas, miles de personas luchaban en un frente paralelo por recortar el poder de los tribunos vendedores de paces huecas, torturas reales y democracias de excepción. La explosión de Bildu ha supuesto, en buena medida, la recuperación de un espacio del que una buena parte de la sociedad había sido excluida con malas artes legales y tahuradas jurisprudenciales. Con diferencia, el mayor fraude electoral existente en Euskal Herria era la expulsión del mapa político de esas más de trescientas mil voluntades expresadas en torno a Bildu.

pbb 9453 (FILEminimizer)Aún con todo, su legalización in extremis no debe confundirse, ni mucho menos, con la conquista de una situación de normalidad democrática. Queda mucho aún por desbrozar: ilegalizaciones, malos tratos y torturas, inhumana política carcelaria,.. O sea, la actual violencia realmente existente. Por otro lado, si bien Bildu ha permitido devolver a sus legítimos propietarios el poder de voto arrebatado por gobiernos policiales, la democracia, tal como se ha planteado en muchas asambleas y acampadas, va bastante más allá del mero poder votar y tiene también que ver con la lucha contra la partitocracia, la defensa de las listas abiertas, la práctica democrática de la consulta y el referéndum, la activación de la participación popular en el funcionamiento institucional, etc…

Al monopolio tramposo del poder se une hoy la apropiación individual y partidaria de sus prebendas. La extensión generalizada de la corrupción por las instituciones, el amiguismo en las adjudicaciones, la explosión burocrático-administrativa a fin de dar nombramiento, sueldo y dietas a afines y allegados, los sueldos de infarto de electos y designados, la pompa y el boato de los actos oficiales…, son algo vivido como un insulto por la ciudadanía. En la medida en que el Estado se hace cada vez más fuerte y la clase política se convierte en una casta, la democracia se hace cada vez más débil, las libertades y derechos son de peor calidad y la decencia es expulsada del ámbito institucional.

Las pasadas elecciones han supuesto la posibilidad de oxigenar el funcionamiento buena parte de las instituciones (sobre todo los ayuntamientos) y recortar drásticamente la galáctica distancia existente entre éstas y las gentes a las que dicen representar. Frente al mandar mandando de burócratas y tribunos hay que reivindicar el mandar obedeciendo defendido por los zapatistas. La democratización profunda institucional, la participación popular (plenos, comisiones, derechos de consulta y referendum,..) y la regeneración política interna (sueldos, dietas, asignaciones a grupos,..) deberían estar hoy en los primeros lugares de las prioridades políticas. Y es que, si pensamos que es posible llevar a la práctica un programa realmente popular sin meter a fondo el bisturí en el status y modus vivendi de los cargos electos y partidos y en el funcionamiento institucional, cometeremos un grave error, porque, al final, tal como muestran cientos de historias, la inercia y corruptelas intrínsecas al sistema terminan devorando programas y buenas intenciones.

Durante las pasadas elecciones dos bocanadas de aire fresco han irrumpido en el panorama político. La primera ha sido la recuperación de un espacio político soberanista y de izquierdas antes secuestrado, expresado en la irrupción de Bildu. La segunda, manifestada a través de las acampadas y asambleas, ha evidenciado el hastío de buena parte de la población –sobre todo juvenil- por el sistema político-social existente. La profundización de ambos fenómenos es el reto de los próximos meses. Temerosos de ello, los dioses recelan, los reyes se inquietan, los tribunos tiemblan.

El país que queremos construir (Alternatiba)

Imagen: Iñigo Arsuaga
Este domingo 24 de abril se celebra el Aberri Eguna, día en el que Alternatiba quiere reivindicar una vez más la necesidad de un derecho efectivo y real a la autodeterminación. La necesidad de construir de una Euskal Herria que supere todos los sistemas de dominación vigentes: el capitalismo insaciable, la injusticia del patriarcado, el voraz productivismo, el racismo inhumano, la democracia de apariencias y el asimilacionismo cultural.

Todas estas luchas deben estar presentes en el Aberri Eguna, así lo entienden los hombres y mujeres que formamos Alternatiba, que solo consideraremos como un país verdaderamente democrático y justo aquel que confronte y avance en todas ellas.

Este día debe trascender lo folclórico, rechazamos la visión nacional que permanece ciega y sorda ante los conflictos sociales, políticos y ambientales que existen en nuestro territorio. No queremos su nación, porque no hay nación sin igualdad y sin el firme respeto a los derechos, a todos los derechos, de todas las personas. No nos conformamos con la defensa de los símbolos, reivindicamos la ampliación de los derechos y las libertades que la construcción de una Euskal Herria más justa debe generar a la ciudadanía.

Euskal Herria vive un nuevo momento, una nuevo escenario político que atendiendo a lo que reclama la ciudadanía apuesta por el trabajo común. Alternatiba siempre ha apostado por la unidad de las fuerzas soberanistas y de izquierdas y esta vez ha sido posible dar los pasos necesarios para avanzar hacia un futuro en común. Somos conscientes de las dificultades, y no hablamos solo de las piedras que pretenden arrojar al camino de la paz y de la construcción nacional. Porque hay muchos otros obstáculos: las desigualdades, la pobreza, la conculcación de derechos de todo tipo o las lógicas imperantes de represión.

Seguramente, tal y como suele decirse, no están todos los que son, pero podemos estar seguros de lo que somos todos los que estamos. Seguros de la necesidad de garantizar todos los derechos individuales y colectivos de todas las personas de Euskal Herria, de la urgencia de dar los pasos que nos lleven a un país en paz, que deje atrás todas las formas de violencia, amenaza o represión por parte de cualquier organización, institución o agente implicado en el conflicto que muchos se empeñan en negar pero que todos los ciudadanos y ciudadanas de este país queremos superar.

Estamos igualmente convencidos de la legitimidad de las aspiraciones de soberanía existentes en Euskal Herria. Y denunciamos lo abominable de un estado que se dice de derecho mientras pretende negar esta legitimidad violando flagrantemente el derecho a la participación política de miles y miles de personas, de más de 50.000 de modo directo y de más de dos millones de modo indirecto. Ante semejante atropeyo a la democracía, no dejaremos de exigir al Estado español, con la misma firmeza que le exigíamos a ETA el cese unilateral de sus acciones violentas, el restablecimiento de todos los derechos conculcados por los sucesivos gobiernos españoles: del derecho de asociación, la libertad de expresión y manifestación y la derogación de una Ley de Partidos que secuestra el voto de la ciudadanía.

Debemos ser capaces de responder con alternativas al servilismo y seguidismo de las políticas neoliberales de los gobiernos de Iruñea y Gasteiz, de construir un país socialista, ecologista y feminista. Y debemos hacerlo confrontando politicamente con quienes deconstruyen, nacional y socialmente, Euskal Herria.

Esta es la reivindicación que desde Alternatiba hacemos en este Aberri Eguna, con el convencimiento de que los pasos en común que hemos venido dando los últimos meses pronto abrirán un escenario aún más ilusionante para la construcción de este país, un país en el que creemos, una Euskal Herria de izquierdas.

Euskal Herria, 24 de abril de 2011

Oskar Matute: «La coalición debe ajustarse a la ley aunque haya cosas que no gusten»

Diario Vasco

 

Oskar Matute (Bilbao, 1972) se define como «un ciudadano más de este país, preocupado y comprometido con la realidad social del momento en el que vivo, y en ese sentido tomo partido. Y como político intento ser lo mismo». El portavoz de Alternatiba se muestra satisfecho porque la coalición electoral Bildu, formada junto a Eusko Alkartasuna e «independientes soberanistas y de izquierda», ya es una realidad y se estrenará en las elecciones del 22 de mayo.

 

¿Qué les diría a los que sorprende que usted se declare independentista y apoye la coalición?

Yo no he tenido que girar ni asumir postulados que no tenía. Lo que pasa es que antes era una de las caras de Ezker Batua, y esta era una organización, sobre todo en Gipuzkoa, considerada federalista y en algunos sitios hasta española maja. Pero mis posiciones dentro de EB eran las mismas que tengo ahora, lo que pasa es que en Alternatiba se ven con más nitidez. Lo que quiero es que este pueblo pueda decidir libre y democráticamente su futuro y regirse bajo los parámetros que estime oportunos y sin injerencias externas.

 

¿Por eso defiende la coalición con EA e independientes soberanistas?

Bildu pretende ir mucho más allá de aquellas personas que hacen de su sentimiento independentista su columna vertebral y casi única. La coalición es una aspiración para unir a todos los soberanistas e independentistas que quieren construir Euskal Herria desde abajo y desde la izquierda. Por tanto, es una unidad de acción muy amplia.

 

¿Y qué aporta Alternatiba?

Aporta lo que es, una organización política que se identifica con las corrientes de izquierda que han existido siempre en este país. No queremos ser la guinda de una tarta para darle color. Nos consideramos herederos y continuadores, en buena medida, de lo que antes se llamaba extrema izquierda o radical, que siempre ha defendido la construcción de Euskal Herria desde la izquierda. Ese es uno de los valores que aportamos. También una reflexión sincera sobre qué izquierda tenemos que construir en Euskal Herria para que podamos sacudirnos esa especie de sambenito que nos han colgado sobre nuestro carácter decimonónico. La izquierda está más vigente que nunca porque el capitalismo y el modelo neoliberal está enseñando con más claridad que nunca su carácter opresor.

 

Se ha acusado a su formación y a EA de hermetismo sobre la constitución de la coalición Bildu.

Sí, y lo ha sido porque el debate y la toma de decisión política a veces no satisface las necesidades e intereses mediáticos. Es decir, es evidente que en el plano político se ha actuado con cautela, e incluso a veces con una dosificación de la información, pero ha obedecido a la posibilidad de poder informar sobre lo que está ya acordado, no sobre lo que es un futurible. Entiendo las urgencias periodísticas, pero creo que la sociedad también tiene que entender la cautela política, sobre todo porque pasar de una cultura de confrontación y de exaltación de la diferencia, por otra de acuerdo y de apuesta por lo que nos une frente a lo que nos separa no es una tarea fácil.

 

¿Ha sido también por sentirse vigilados por parte de la Justicia?

Claro que sí, y no se trata de una impresión personal. Más de un ministro y destacados dirigentes del PP y del PSOE han señalado a Alternatiba y a EA. Han instado a los aparatos judiciales, y supongo que también a los policiales, a que mantengan una actitud vigilante hacia nuestros movimientos. Hemos notado sobre nosotros una presión que no se da para con otras fuerzas. Eso nos hace partir en la carrera electoral con una posición de desventaja.

 

Aseguran que las listas de Bildu estarán formadas por personas que no tienen ninguna relación con formaciones ilegalizadas.

Nuestra coalición tiene necesariamente que ajustarse a la ley. Hay aspectos que no nos gustan, pero nos vemos obligados a cumplir. Por tanto, nuestras listas estarán formadas por militantes de las formaciones legales que la compongan más independientes que asuman el cuerpo político que alimente Bildu. Quiero recalcar que la presencia de independientes se ha dado siempre y en todos los partidos. Sin embargo, la vigilancia sobre los nuestros va a ser infinitamente mayor que la que vayan a soportar el resto de fuerzas.

 

¿Cree que la izquierda abertzale tendrá finalmente una marca propia en las elecciones de mayo?

Tenía que haberlo tenido ya. Solo no va a ser posible por la politización de la Justicia y por el sometimiento de los aparatos judiciales al cálculo político-electoral de los dirigentes del Estado español. Por eso, hay que exigir que todas las opciones políticas sean legales y que se restituyan los derechos civiles y políticos para el conjunto de la población. Frente a esa demanda nos hemos encontrado, una vez más, un portazo de un Estado que cada vez es menos de derecho, al igual que de bienestar.

 

¿Considera que el Tribunal Constitucional se pronunciará a tiempo sobre Sortu para que pueda estar en las elecciones?

El PSOE y el PP han hecho un cálculo político y electoral que les ha llevado a planificar un calendario que imposibilite la presentación de Sortu en pleno ejercicio de sus capacidades para conformar listas, programas y demás. Pero tengo el convencimiento de que más pronto o más tarde Sortu será legal.

 

¿El programa electoral de Bildu estará basado en el acuerdo Euskal Herria Ezkerretik?

Ese es un acuerdo político de corte estratégico que firmamos Alternatiba, EA y la sensibilidad que representa a la izquierda abertzale. Evidentemente, en ese documento hacemos un análisis y un número de propuestas ante lo que entendemos que es una realidad que tiene que mutar, por eso se hace una apuesta por el cambio político y social en Euskal Herria, y que sea desde la izquierda. Pero no es la idea que vertebra el conjunto del programa electoral, ya que sabemos que la mejor manera de apostar por dinámicas de cambio profundo como las que apostamos, es convencer a la ciudadanía de que somos capaces de cambiar en el día a día sus condiciones de vida para mejorarlas. Por tanto, los programas en los que estamos trabajando son pegados al terreno o a la calle, y con un buen número de propuestas y de respuestas a los problemas cotidianos de la gente.

 

¿Ve posible integrar a Aralar en la nueva coalición en un futuro?

Ojalá fuera posible. Aunque la realidad no parece que vaya por ese sendero. Pero Aralar no es el enemigo de Bildu, sino el PNV, el PSE y el PP.

 

¿Está de acuerdo con EA que acusa a Aralar de «sembrar la discordia» en el Acuerdo de Gernika?

Al Acuerdo de Gernika no le favorece el cruce de declaraciones entre las organizaciones firmantes sobre cuál es el grado de cumplimiento del documento. Goza de buena salud, y aunque pese a algunos, cada vez va a tener más sentido, validez, necesidad y capacidad.

 

¿La coalición es un frente contra el PNV y el PSE?

Los frentes los crean los que están en el poder. Nosotros sólo queremos levantar una opción político-electoral capaz de aglutinar a muchísima gente y que tenga una visión unitaria sobre qué modelo de país y de sociedad queremos.

 

¿Bildu suponía la única salida que tenía Alternatiba para no desaparecer, como señalan algunos?

Eso lo dicen los enemigos y los falsos amigos. Alternatiba seguirá con independencia de esto, y la potencia y la fortaleza con la que exista dependerá del apoyo en los comicios de mayo. Algunos, ante unos resultados electorales no tan positivos para ellos y mucho más de los que les gustaría para nosotros, están tratando de lanzar un mensaje que a modo balsámico les vaya a posibilitar relamerse sus heridas.

 

Subraya que ya ningún partido apoya a ETA, ¿ve cada vez más cerca el fin de la violencia?

Estamos más cerca que nunca, aunque todavía quedan muchos pasos por dar.

 

¿Considera que el alto el fuego de ETA es irreversible, y no cree posible una escisión?

Yo creo que sí, que estamos avanzando de un modo irreversible. Y también que hay quien desea una escisión dentro de la organización. No aceptan el trabajo que hemos hecho este último año y medio los que nos hemos puesto el buzo por la paz y temen un escenario sin ETA.

 

¿Y qué opina de los mediadores internacionales?

Creo que son necesarios, y el Gobierno también lo consideró en tiempos no tan pretéritos, en periodos de negociación. La labor de Currin y el Grupo Internacional de Contacto lejos de mermar la posibilidad de un proceso de paz, lo refuerza.

 

¿Apoya la constitución de una mesa de partidos para resolver lo que se denomina conflicto vasco?

Estoy convencido de que tendrá que existir o habilitar un espacio de discusión política, no sé si tiene que ser estrictamente en el Parlamento Vasco o de Navarra, o una mesa de partidos. Nosotros siempre hemos dicho que a ETA no le corresponde una negociación política con el Estado, sino a los partidos. La organización debería mirarse en el espejo del IRA y seguir su ejemplo. Además, la ciudadanía tiene que ser el motor de todo este proceso y estar informada puntualmente, no como pasó en otras negociaciones.

Pacto entre diferentes

Alternatiba apuesta por el encuentro entre diferentes para articular una oferta política de izquierdas que genere ilusión por el cambio en Euskal Herria

Alternatiba ha reiterado hoy su apuesta por que la izquierda vasca confluya “lo más unida posible a las próximas elecciones con el fin de articular un frente común que, desde la diversidad, genere ilusión por el cambio y pueda hacer frente a la derecha hegemónica con legitimidad, firmeza y la contundencia necesarias”.

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha subrayado hoy que “es necesario ver hasta qué punto los partidos de izquierda pueden iniciar un proceso de acumulación de fuerzas desde la diversidad para ser capaces de ofertar a la sociedad un programa unitario” para los próximos comicios.

En este sentido, ha subrayado que Alternatiba está “trabajando en la búsqueda de espacios de encuentro para articular una oferta política de izquierdas que genere ilusión a los muchos sectores de la sociedad que demandan un cambio en Euskal Herria”. De acuerdo con ello, está llevando a cabo con diferentes agentes “un proceso de reconocimiento mutuo e de intercambio de pareceres entre gentes con procedencias diversas”. Sin embargo, ha matizado que “poner nombres y apellidos a estos actores para cualquier hipotética convergencia es anticiparse a los hechos”.

El dirigente de izquierdas ha recordado que, desde su propia gestación, “Alternatiba se ha mantenido fiel a sus principios y a la decisión de sus militantes, perseverando en su apuesta por sellar acuerdos con aquellas fuerzas que desean dar pasos adelante en el fortalecimiento de la izquierda vasca aunando esfuerzos para abordar la construcción nacional y la transformación social”.

“La atomización de la izquierda no es buena para nadie y menos para quienes queremos reconstruir el país desde la izquierda. Por ello, abogamos por la unidad desde la diversidad”, ha concluido Matute.

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