Juan Puerto pregunta a Arnaldo Otegi sobre la priorización de lo social y lo nacional
Durante los últimos meses, EH Bildu viene manteniendo una serie de encuentros con los agentes sociales, sindicales y económicos de este país, con el objetivo de escuchar las preocupaciones de la sociedad y mejorar su actividad política. También Arnaldo Otegi anunció que se iba a tomar unas semanas para tomar el pulso de la sociedad y reunirse con ciudadanos y ciudadanas y agentes del país.
Con esa idea, EH Bildu ha iniciado el ciclo de actos públicos ‘Escuchar para mejorar’, con el objetivo de conocer de primera mano las opiniones, preocupaciones y propuestas de las gentes de este país. Mediante esos actos públicos, Arnaldo Otegi y los y las representantes de EH Bildu mantendrán una relación directa con las personas intervinientes, y escucharán sus opiniones y responderán a las cuestiones que se les pueda plantear. Se trata, por lo tanto, de un diálogo directo con las personas, una representación del modelo de asambleas del siglo XXI.
Diana Urrea: «Memoria, sin vencedores ni vencidos; para todas las víctimas de vulneraciones»
Intervención de nuestra compañero de Alternatiba y parlamentaria de Euskal Herria Bildu Diana Urrea, exponiendo los principios fundamentales que deben estar presentes en las bases para la resolución del conflicto político, resumiendo los contenidos recogidos en la Bakerako Euskal Bidea, Vía Vasca para la Paz, presentada este año por la coalición:
En el escenario político actual todavía hay cuestiones importantes que siguen pendientes de resolución. Los gobiernos de España y Francia mantienen una evidente actitud de cerrazón y obstruccionismo de cara a la creación de condiciones nuevas y constructivas para una solución integral. En lo relativo a las consecuencias del conflicto político vasco su actitud ha sido especialmente cruel y obstinada, impulsando e intensificando políticas que conllevan graves vulneraciones de derechos humanos.
Pensamos que son cuatro los ámbitos a abordar: víctimas y memoria, política penal y penitenciaria y retorno de las personas huidas, desarme y desmilitarización. Cada una de esas cuestiones necesita un tratamiento propio y concreto; no obstante, dado que las cuatro están directamente relacionadas entre sí, pensamos que se deben tratar en su globalidad, como una única hoja de ruta.
– Todas las víctimas tienen los mismos derechos de reconocimiento, reparación y garantía de no repetición.
-En lo relativo a las presas y presos vascos, es necesario eliminar cuanto antes todas las medidas excepcionales que vulneran sus derechos. Junto con ello, es preciso acabar con el alejamiento y la dispersión, ya que suponen una flagrante vulneración de los derechos de las y los familiares de las personas presas. En lo que respecta a las personas huidas, apostamos por facilitar el proceso de retorno.
-Planteamos como objetivo alcanzar un escenario de desarme mediante la destrucción de los arsenales de ETA. Se debe buscar el apoyo de personas expertas que hayan participado en dinámicas similares a nivel mundial, de cara a crear una Comisión Independiente de Desarme.
– Siendo el objetivo final que la variable de las armas desaparezca definitivamente de la ecuación del conflicto vasco, consideramos necesaria la retirada de las Fuerzas de Seguridad del Estado y la asunción por parte de los Cuerpos de Policía Vascos de las tareas de protección y servicio a la ciudadanía.
Son las líneas de la Bakerako Euskal Bidea, la vía vasca para la paz que hemos planteado desde EHBildu.
Quisiera añadir que si en Colombia, con más de 200.000 personas fallecidas y 5 millones de desplazados, ha sido posible alcanzar unos mínimos para la paz, también va a ser posible la resolución del conflicto.
Entrevista a Matute: «No vamos a Madrid a proponer diálogos imposibles, sino a decirles que no pasarán sobre la voluntad de este pueblo»
Entrevista al compañero de Alternatiba y parlamentario de EH Bildu, Oskar Matute en el programa magazine de ETB «En Jake», de Xavier Lapitz. En dicha entrevista, Oskar habla de los últimos acontecimientos de París, sobre el panorama político de la izquierda, la candidatura de EH Bildu a las próximas elecciones al congreso y al senado o la soberanía de Euskal Herria.
Nación foral
Luis Salgado – Alternatiba
No es novedoso que el PNV aproveche que el Debate de Política General del Parlamento queda cerca de su Alderdi Eguna para lanzar alguna proclama en clave ¿nacionalista? Y así poder justificar el inmenso despliegue de Ikurriña por las campas de Foronda y algunos tímidos gritos de Independentzia surgidos de sus bases. Nuevos status y reformas del Estatuto han sido siempre palabras huecas en el discurso de los JELtzales. Nada nuevo bajo el sol. Si hablamos de la hipocresía del PP cuando ataca el divorcio, el derecho al aborto, o el matrimonio gay mientras se divorcian, abortan o acuden en masa a la boda de Maroto, qué decir del PNV que nos venden un partido social mientras hacen políticas neoliberales, o que incluso nos hablan de laicidad mientras mantienen a Dios en su nombre. Dios y leyes viejas. Los Jeltzales son expertos en vender humo, pero la oferta de ayer del hombre gris de Durango roza el esperpento.
Nuestra decisión, la paz
Hasier Arraiz, Pello Urizar, Rebeka Ubera y Oskar Matute
Quienes firmamos este artículo trabajamos a día de hoy codo con codo en la misma coalición política, pero cada uno de nosotros tiene su propio recorrido político y antes de que se diera esta singular confluencia, cada uno de estos diferentes recorridos ha estado durante muchos años distante del resto. Y en ese tiempo rara vez hemos sido capaces de crear espacios para la colaboración entre nuestras diferentes culturas políticas. La razón principal de nuestros desencuentros era que no estábamos de acuerdo respecto a muchas cuestiones, algunas de ellas fundamentales para cada uno de nosotros. La razón principal que ha cambiado nuestros recorridos y los ha hecho confluir en un momento histórico concreto ha sido nuestro compromiso compartido con uno de los deseos más apremiantes de nuestro pueblo: el deseo de paz.
No vamos a ocultar a nadie la dureza de los tiempos pasados: la incomunicación política, la falta de sensibilidad ante el dolor ajeno, los odios que permitimos que crecieran al calor de las agresiones que unos y otros sentimos. Todas y todos tenemos razones para sentir esas emociones y a todos nos parece que nosotros más que los de enfrente, sean quienes sean. No vamos a engañar a nadie, ni siquiera a nosotros mismos, diciendo que todas esas emociones, que todos esos sentimientos, que ese sufrimiento, ya no existen. Porque ese tipo de heridas tardan muchísimo tiempo en cerrarse del todo y se reabren al mínimo gesto desafortunado, a la mínima palabra inoportuna. Pero si de nosotros mismos hemos de hablar, diremos que estos años de trabajo compartido en la construcción de la paz para nuestro pueblo han sido de lo mejor en nuestras vidas. Hemos sido capaces de llegar a acuerdos entre culturas políticas que en otro tiempo no estuvieron solo distantes, sino que en ocasiones también enfrentadas. Hemos sido capaces de dar pasos conjuntamente en una hoja de ruta cuyos ejes eran el respeto a todos los derechos humanos de todas las personas, la paz y la normalización democrática. Hemos sido capaces de anteponer los deseos de paz de la ciudadanía vasca al punto de vista particular de cada una de las tradiciones políticas de las que nos sentimos parte. Y aunque la paz siempre llega demasiado tarde, estamos convencidos de que el trabajo que hemos hecho para construir un escenario de paz definitiva para nuestro pueblo es demasiado importante como para dejarlo sin acabar.
Desde que nos sentamos a poner negro sobre blanco lo que posteriormente fue el Acuerdo de Gernika hasta la declaración unilateral de alto el fuego de ETA, desde la Conferencia Internacional de Aiete hasta la decisión de abandonar definitivamente la actividad armada por parte de ETA, desde el Foro de Paz de Baiona a los de Iruñea y Bilbo, todos los kilómetros que hemos recorrido unos al lado de los otros por las calles de los pueblos y ciudades de Euskal Herria en defensa de los derechos de los presos políticos vascos, todos los actos propios donde en nuestra memoria no ha faltado ni una sola víctima, ni un solo sufrimiento y todos los actos ajenos de recuerdo y reparación de víctimas, donde siempre que se nos ha dado oportunidad hemos participado, aunque en ocasiones se prefería nuestra ausencia y, por supuesto, todas las veces que, lloviera o hiciese frío, hemos salido a la calle a proteger y reimpulsar este proceso de paz unilateral tantas veces despreciado, repudiado y agredido por las autoridades españolas.
Éstas, las principales autoridades del Estado español, nunca vieron con buenos ojos esta vía vasca a la paz. Nunca les gustó la unilateralidad, ni para conseguir la paz. Desde el primer momento se dedicaron a zancadillear nuestros pasos y no negaremos que han conseguido derribarnos varias veces. Cada vez que hemos caído, nos ha costado, pero nos hemos vuelto a levantar y nuestra rabia -sí, seguimos sintiendo rabia ante cada injusticia- no hemos dejado que se transformara en odio, sino en más ansia de paz para este pueblo y sus gentes, que ya han sufrido demasiado. Por eso, echando la mirada atrás y deteniéndonos en las complicaciones del camino recorrido, no nos duelen prendas afirmar que EH Bildu es actualmente uno de los mayores activos para la paz en Euskal Herria. Y queremos seguir siéndolo, a poder ser, junto a otras fuerzas políticas y sociales de este país.
Por eso, seguiremos avanzando en este largo camino a la paz hasta que los derechos humanos de todas y todos los ciudadanos vascos, también los de aquellos que están dispersados en cárceles españolas y francesas a cientos de kilómetros de sus familias, sean respetados. Seguiremos trabajando hasta el día que el último represaliado político regrese a casa. Seguiremos esforzándonos para que todas las víctimas -sin exclusiones- sean reconocidas y su dolor sea reparado. Seguiremos dialogando y acordando para que la memoria sea inclusiva y cuente todo lo que ocurrió tal y como ocurrió. La paz es demasiado importante para reducirla a un relato de vencedores y vencidos.
Y por supuesto, vamos a continuar trabajando, por encima de todos los obstáculos y dificultades, para conseguir el final definitivo de este ciclo de violencias que hemos padecido. No queremos dejar a nuestros hijos e hijas ninguna de aquellas situaciones que nosotros no querríamos haber vivido nunca y sí, les contaremos que la violencia es siempre el peor camino, incluso cuando uno piensa que no hay ninguna otra vía, la violencia es siempre el peor camino. Nos gustaría que las generaciones que nos sucedan no hereden ninguna de nuestras heridas y que, en todo caso, sean capaces de gestionar el dolor mejor de lo que nosotros lo hemos hecho.
Ahí andamos, muchas veces más despacio de lo que quisiéramos, pero siempre sin salirnos del camino de la paz y la libertad para nuestro pueblo. Todo esfuerzo es pequeño para que nuestras hijas e hijos no sufran todo aquello que nosotras y nosotros hemos sufrido. Por ellas y por ellos. Y también por nosotras y nosotros, que también nos merecemos un futuro en paz. Por favor, aprendamos de los errores del pasado, pero no nos quedemos encadenados al mismo. Sigamos avanzando, porque este pueblo quiere y nos pide seguir adelante.
Desde nuestra humilde experiencia, el esfuerzo compartido merece la pena. Os invitamos a seguir avanzando con nosotras y nosotros en el camino de la paz, este sábado desde la iglesia del Buen Pastor en San Sebastián. Porque la paz es demasiado importante para que nadie se quede en casa.
En denuncia de los últimos acontecimientos se convoca una manifestación en Donostia el 3 de octubre con el lema «Bakea, Erabakia»
Euskal Herria no ha conocido en los últimos 175 años ninguna generación que no haya vivido un conflicto. Este pueblo conoce, de una manera o de otra, las consecuencias de vivir en conflicto permanente. Hace casi cuatro años, en la Conferencia Internacional de Aiete, se le abrió a Euskal Herria la oportunidad y la esperanza para la resolución definitiva del conflicto.
Los pasos dados entonces ante la mirada internacional y de modo unilateral abrieron el camino para la paz definitiva. Se inició el camino para la paz que tanto ha deseado y desea Euskal Herria.
Esos tiempos de esperanza, en cambio, han conocido numerosas dificultades: por desgracia, en contra de la decisión adoptada por este pueblo de vivir en paz, los Estados español y francés han decidido que quieren arruinar ese camino. No quieren la paz, porque con el conflicto se sienten más cómodos que con la paz.
El nuestro es un pueblo pacífico que quiere construir la paz. Que ha decidido vivir en paz. Que desea tener voz y decidir, ante quienes no desean la resolución, ante quienes han decidido vivir en conflicto permanente. Que desea decidir y que desea la paz.
No es tiempo de jugar a pequeña, sino de llevar hasta el final la decisión tomada como pueblo de vivir en paz y libertad. En este momento histórico, tenemos una vez más la responsabilidad y obligación de actuar como pueblo. No podemos defraudar a esos miles de ciudadanos y ciudadanas que han trabajado por convertir en realidad el sueño de la consecución de la paz.
Por todo ello, desde la sinceridad y la firmeza queremos hacer un doble llamamiento a Euskal Herria y a nosotras mismas. El primero, que sigamos dando pasos en el camino de la paz, siendo ejemplo en materia de convivencia y pacificación. No podemos renunciar al sueño de vivir en paz. Sigamos demostrando que es posible. Sigamos poniendo cada una de nuestro parte para seguir construyendo la paz como pueblo.
El segundo llamamiento es para la manifestación que convocamos para el próximo 3 de octubre en las calles de Donostia, a las 17:00 horas, bajo el lema ‘Bakea, Erabakia’. Llenemos las calles de Donostia de sed de paz y libertad. Convirtamos las calles de Donostia en el camino que nos llevará a la paz definitiva. Convirtamos los caminos en pasos y los pasos en camino para que Euskal Herria, por fin, pueda dar la bienvenida a nuevas generaciones que no conocerán el conflicto.
Matute: «Queremos decidir nuestras relaciones con otros territorios, pero también cómo queremos vivir»
El compañero de Alternatiba y portavoz de EH Bildu Oskar Matute, junto con la parlamentaria Rebeka Ubera, han presentado esta mañana, en Donostia, los primeros esbozos de la que será la Ley de Empoderamiento de la Ciudadanía de la CAV. Los portavoces de EH Bildu han subrayado que pretenden que la sociedad vasca se apropie de la nueva ley y que la hagan suya. Asimismo, han explicado que la Ley de Empoderamiento de la Ciudadanía será registrada en el Parlamento Vasco el próximo 4 de noviembre. “Esta nueva herramienta que pondremos en manos de la sociedad vasca permitirá a vascos y vascas de la CAV decidir su futuro social y político; y, además, posibilitará que eso empiece a suceder en 2016”.
Matute y Ubera han considerado que la CAV vive una etapa de parálisis. “Mientras en Nafarroa se consolida un cambio político ilusionante y se traza un camino sin retorno; mientras en Ipar Euskal Herria, un amplio movimiento transversal político, social e institucional avanza hacia una configuración institucional propia; en la CAV vivimos una etapa caracterizada por la parálisis”. En opinión de EH Bildu esta parálisis “viene de lejos y es estructural, porque es una parálisis de modelo: estamos ante la constatación de un fracaso, el de esperar decisiones que vengan de otros ámbitos que no son los de la sociedad vasca”
“Mientras se siga pretendiendo usar viejas recetas para tiempos nuevos, seguirá la parálisis, y seguirá el fracaso”, han advertido.” Se trata de invertir la lógica, y empezar a andar. Se trata de apoderarnos de nuestro futuro a través de las decisiones que tomemos en el presente. Y sí, tenemos que decidir”. En ese sentido, los portavoces de EH Bildu han remarcado que el 2016 va a ser el año de las decisiones. “En EH Bildu estamos empeñados y empeñadas que el próximo año sea el año de las decisiones; el año de la ciudadanía, el año en el que rompamos la parálisis”.
Para ello, EH Bildu cree necesarias herramientas para que las y los vascos puedan decidir. “Necesitamos instrumentos para un tiempo político y social nuevo. Hablamos de posibilitar nuevos escenarios, ilusionantes, para la sociedad vasca. Por ello, la Ley para el Empoderamiento de la Ciudadanía de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa que EH Bildu registrará el 4 de noviembre, permitirá a vascos y vascas de la CAV decidir su futuro social y político; y, además, posibilitará que eso empiece a suceder en 2016”.
“El derecho a decidir es una herramienta en manos de la gente para vivir mejor. Para dar solución a los problemas que tenemos las clases populares de este país, y de aprovechar todo nuestro potencial”, han explicado. “Queremos decidir nuestras relaciones con otros territorios, pero también cómo queremos vivir: qué modelo social es el mejor, qué política de infraestructuras queremos tener, cuáles son los símbolos que como sociedad queremos compartir”.
EH Bildu abrirá un proceso de socialización de la nueva ley. “EH Bildu abre una nueva fase en la que se abordará la democratización de este país poniendo a disposición de la gente una nueva herramienta. Buscaremos los consensos más amplios para ello: no queremos una Ley de EH Bildu, sino de todo el pueblo vasco”, han afirmado Matute y Ubera.
“Planteamos la Ley Para el Empoderamiento de la Ciudadanía como una herramienta de pueblo, de país”, han asegurado. “Por eso, es importante que sea apropiada por la propia ciudadanía, que la haga suya; es fundamental que salga de las cuatro paredes del Parlamento”.
La Ley Para el Empoderamiento de la Ciudadanía será presentada en Plaza Pública el 10 de octubre, para que todos los agentes sociales de este país la conozcan de primera mano. “Se trata de poner en práctica el espíritu que esta Ley nos propone, desde la propia elaboración de la Ley: se abrirá una etapa en la que los agentes sociales y ciudadanía puedan realizar sus aportaciones”, han concluido los portavoces de EH Bildu.
Española sí, Ikurriña ez
Luis Salgado – Alternatiba
En fechas recientes tuve el infortunio de leer un artículo de opinión en un periódico del grupo Vocento, en el cual, Javier Tajadura Tejada, bajo el título Guerra de Banderas defendía que “…las banderas no siempre cumplen una función inclusiva…”. Tal afirmación la utilizaba para analizar el hecho de que el pasado 6 de julio la recién elegida corporación municipal del Ayuntamiento de Iruña colocase una ikurriña en el balcón junto a las enseñas europea, española, navarra y pamplonesa. Por supuesto de todas las banderas presentes en dicho balcón la única que a su parecer era excluyente era el pendón sabiniano.
He de reconocer que no es nada nuevo que existan en el Estado voces que día tras día nos hablen de lo excluyente del nacionalismo, de todos los nacionalismos, salvo, claro está, del nacionalismo español del que no tenemos constancia de su existencia. Un español no es nacionalista, es patriota, (¿diferencias?) o al menos eso deberíamos deducir de las expresiones utilizadas por todos estos no-nacionalistas pero que mentan la patria a la menor oportunidad. Estos mismos señores, tan incluyentes ellos niegan la existencia de otras naciones (o patrias) en el seno de su roji-gualda, pero eso no es excluir, no señor, eso es algo más grande (¿y libre?), eso es absorber, diluir, anular, eliminar… y paro que me disperso, volvamos a la idea germinal de este post, eso de que no todas las banderas son incluyentes.
Quienes me siguen y me conocen saben de sobra que no soy un enamorado de los pendones tal y cómo escribo en un post anterior, y quizás sea esa alergia la que me impulsa a dedicar cinco minutos de mi vida a dar una somera explicación de por qué dicha afirmación no tiene ni lógica ni sentido y el Sr. Profesor de Derecho Constitucional de la UPV vende una moto que no anda.
No existe en el mundo, ni en las relaciones humanas un símbolo que refleje mejor la exclusión que una bandera. La bandera es excluyente por definición, sea esta roji-gualda, azul con estrellitas, contenga cruces, florecitas o una hoz y un martillo. Con ese fin se crean, para cubrir con su manto a quienes son “iguales” frente al resto, para designar y diferenciar el Nosotros del Ellos. Decir que la bandera española es incluyente es obviar que excluye de su seno a una pequeña parte de la población mundial, digamos que así a bote pronto a unas siete mil millones de almas, y eso lo saben mejor que nadie todas esas personas que mueren ahogadas en Mediterráneo o intentan saltar las vallas que rodean Ceuta y Melilla.
Regresando al texto, el reputado profesor universitario asevera en varias ocasiones, utilizando como ejemplos la bandera confederada y la ikurriña frente a las de la Unión y la navarra, que mientras las segundas acogen en su seno a la totalidad de la población, las primeras solo son referentes para una minoría (a la cual aprovecha para descalificar en base a los tópicos más raídos que ha encontrado). En primer lugar hemos de darnos cuenta del error matemático de dicha afirmación. Si la bandera de la Unión y la de Navarra son asumidas por TODA la población, ¿cómo es posible que exista una minoría que defienda las otras banderas? Ah, claro, la respuesta es muy sencilla, porque si esas personas son minoría y no aceptan estar dentro del Nosotros automáticamente dejan de existir. Pero en segundo lugar, si el razonamiento para considerar que una bandera es inclusiva es el número de seguidores de la misma, entonces deberíamos asumir que, por ejemplo, la esvástica sobre fondo rojo fue un ejemplo de inclusión Alemana.
Aunque claro, lo mejor de todo el artículo viene justo al final, el último párrafo que voy a transcribir casi en su totalidad porque es tal la estupidez y memez en él escrita que no me puedo resistir; “…Mientras no lo hagan (desaparecer), (las banderas) hay que procurar ponerlas al servicio de la convivencia e integración de las personas –función para la que teóricamente fueron concebidas- e impedir su utilización para crear conflictos y divisiones en la sociedad” ¿En serio? ¿Todo un profesor de la UPV puede permitirse decir tal sarta de tonterías? Realmente el sistema educativo está hecho unos zorros.
Obviando la primera frase que no deja de ser expresar un anhelo o deseo, lo mejor llega en la frase enmarcada entre guiones. Mire señor Tajadura, las banderas fueron creadas principalmente para diferenciar las tropas propias de las ajenas en el campo de batalla, en el caso de España para diferenciar el blanco castellano del blanco inglés en las batallas navales. Esa era su función principal y para eso se crearon, no para la convivencia e integración de las personas, salvo que consideremos las guerras e invasiones formulas de integración, como con Nabarra, Aragón, o Granada, por ejemplo, y por esa misma lógica mucho me temo que su última frase no tenga como sustentarse, ¿cómo evitar que una bandera cree divisiones en la sociedad si su fin es diferenciar a los miembros de esa sociedad del resto? A no ser, claro está, que usted sea tan nacionalista que crea que bajo una bandera no puede existir la disidencia, pero claro, eso no será así porque en España no hay nacionalismo, solo patriotismo sano. ¡Anda y que les den!
Del blog de Luis Salgado El mundo imperfecto
Oskar Matute: «A través del derecho a decidir y la soberanía encontramos la manera más eficaz para garantizar la vida digna del conjunto de la sociedad»
Esta mañana Oskar Matute, mienbro de Alternatiba y parlamentario de EH Bildu, ha sido entrevistado en Info7. En sus microfonos, Oskar ha repasado la actualidad más inmediata: la posibilidad de que Arnaldo Otegi pudiera ser candidato a Lehendakari, la sentencia que permite el expolio de las herrikos y su apelación a la izquierda española, un análisis de las pasadas elecciones, la reorganización de EH Bildu en el llamado»Frente amplio», la situación en Grecia o el derecho a decidir tras la gran movilización convocada por Gure Esku Dago el pasado fin de semana.
Al hilo de esto, Oskar Matute ha declarado que el reto está en «pasar de la oportunidad que la activación de Gure Esku Dago ha logrado se convierta en una necesidad para el conjunto de la sociedad» así mismo está convencido de que a través «del derecho decidir, de la vía de la recuperación de nuestra soberanía, de toda la capacidad para decidir como queremos vivir, como queremos organizarnos, como queremos que sea nuestro modelo económico, como queremos que se distribuyan los recursos en nuestro país, como queremos que sean las políticas públicas o nuestro modelo de bienestar» se encuentra «la vía la más eficaz para garantizar la vida digna del conjunto de los ciudadanos y ciudadanas».
Repasando la actualidad griega Oskar ha subrayado que Grecia y Syriza han puesto de manifiesto que «esa via de la austeridad o del austericidio que esa vía de la obligación a los países del sur de empeorar la calidad de vida de sus ciudadanos y ciudadanas si o si es falsa. Que existen otras posibilidades que no sea la de pagar una deuda que cuando no es injusta es ilegítima y cuando no es odiosa» Ante cualquier acuerdo «pueda haber en esta ocasión retrocesos o no» Matute cree que merece la pena confiar en lo que está haciendo Grecia porque «es confiar en la resistencia frente al capital y en que se puede construir una realidad más digna que no pase por saciar los intereses del mercado».
Aquí tenéis el audio de la entrevista completo, tambíen podéis descargarlo aquí.