Luis Mª Salgado – Alternatiba Araba
A finales del año 2009 escribíamos un artículo sobre la situación de la Clínica Álava. En aquel momento, la clínica privada se hallaba inmersa en un proceso concursal, y había incoado un Expediente de Extinción de Empleo. La situación era dramática para pacientes, familiares y personal trabajador. El Instituto Foral de Bienestar Social negociaba en aquel momento la prórroga del contrato de concertación con dicha empresa privada, y desde Alternatiba exigíamos una solución al conflicto perenne que históricamente ha representado esa clínica. Exigíamos una solución, no un parche que alargase apenas unos meses o años el problema. Tanto en aquel momento como en el actual nuestra apuesta es la publificación de un recurso necesario y muy valioso. Sin embargo, la apuesta del IFBS en aquel momento fue buscar otro comprador privado para que gestionase el despropósito en el que se había convertido la Clínica Álava, al tiempo que la Hacienda Foral aprobaba una quita del 50% en la deuda contraída por la empresa con el ente público.
Ya no estamos en el año 2009 sino en marzo de 2012, pero la situación es la misma que entonces. La Clínica ha presentado nuevamente un Expediente de Extinción, vuelve a utilizar a las y los enfermos como moneda de cambio, y ha entrado nuevamente en concurso. Mismo problema, misma piedra, solo que esta vez la diputada responsable, Sra. Alaña, con menor conciencia social si cabe ha decidido no entrar a “negociar” con la dirección al considerar que las exigencias de la misma son desorbitadas. 140€ por cama y día parece ser la “exigua” petición de la gerencia. No le preocupa a la ínclita mantener un recurso de la valía de la Clínica Álava, ni preservar los puestos de trabajo, simplemente desea quitarse una patata caliente que su partido y el PNV han alimentado a lo largo de los años. No llegará a un acuerdo con la dirección de la Clínica porque tiene en mente dar esa gestión por “concurso digital” (o “a dedo”, como se prefiera) a la nueva residencia privada Albertia Etxea de Miñano Mayor. La plantilla irá a la calle, los familiares tendrán que desplazarse en su vehículo particular para ver a sus seres queridos – ¿Existe transporte público en Araba?- y los y las gasteiztarras disfrutaremos de un maravilloso edificio vacío en el corazón de la ciudad.
Estamos convencidos de que la diputada nos hablará en los próximos días de la imperiosa necesidad de dar una solución definitiva al problema. A buen seguro, nos hablará de las bondades de la nueva residencia, de lo importante que es para su buen funcionamiento la gestión mixta público-privada. Sin embargo, esta no es la solución, simplemente se trata de un nuevo parche que traslada un problema a otro lugar. La experiencia de la Clínica Álava nos debería servir de aprendizaje para no volver a caer en los mismos errores. Entregar la gestión pública a manos privadas es un riesgo social inasumible que destruye empleo digno, que empeora la calidad del servicio y que, a la larga como ya hemos podido comprobar, el interés especulativo de los empresarios privados puede llegar a salir mucho más caro de lo que la derecha neo-liberal asevera. A esto hay que unir la dificultad que entraña para un organismo público recuperar la gestión de un servicio una vez privatizado.
Nosotros lo tenemos claro, igual que lo teníamos claro en diciembre de 2009, la solución definitiva pasa irremediablemente por la recuperación para la gestión pública y directa del servicio, y la subrogación de la plantilla como personal laboral del IFBS. Este es el mejor momento para poder hacerlo con el menor coste posible para las arcas públicas. Diputación no puede dejar pasar la oportunidad de gestionar uno de los recursos socialmente más valiosos que tenemos en esta ciudad. La diputada de Servicios Sociales tiene que hacer una apuesta valiente por este recurso, y no caer en los errores del pasado favoreciendo el beneficio privado con la salud y el bienestar de los y las alavesas.