Diagonal – «Muchos cargos públicos de la Administración hacen ‘méritos’ entre las grandes empresas para intentar que éstas, agradecidas, los contraten cuando han terminado su periplo. Las grandes multinacionales pagan mucho mejor que la Administración y cada vez más personas sueñan con ser lo suficientemente complacientes con ellas como para que éstas las premien contratándolas. La cantidad de cargos políticos provenientes del campo privado que benefician los intereses que antes representaban es realmente llamativa, pero también lo son los casos de quienes formados en ‘lo público’ fichan luego por empresas privadas que aprecian sus contactos e influencia para que les abran puertas y representen sus intereses en las instituciones en las que trabajaban o en sus adyacentes. Cuando no, se trata simplemente de una ‘contraprestación’ por los servicios realizados previamente.»