Diana Urrea, Jone Goirizelaia y Leire Pinedo
Nos quieren desgajadas, nos quieren individualistas, nos quieren alienadas, pero nosotras nos reconocemos en los rostros y en las manos de las otras; de las migrantes, de las baserritarras, de las obreras, de las trabajadoras del hogar, de las mujeres que se desloman cuidando, de las de allí y de las de aquí, las trabajadoras de esta Bizkaia diversa y plural, que producen y reproducen la vida, la mayoría de las veces de manera gratuita.
«¡Trabajo nos sobra, queremos empleo!» es un lema que resume perfectamente nuestra frustración, agravada aún más al saber que en muchos empleos remunerados las mujeres cobran porcentajes sensiblemente inferiores a los de los hombres.
Nos quieren serviles, acríticas, satisfechas con los cambios que se han producido en las últimas décadas. Una de las labores del feminismo es precisamente hacer conscientes a las mujeres de esta situación de subalternidad, desmontando la falacia de la supuesta igualdad legal ya conseguida.
Se ha convertido en costumbre que todos los 8 de Marzo y los 25 de noviembre los ayuntamientos aprueben mociones a favor de la igualdad entre hombres y mujeres y que se produzcan declaraciones institucionales en contra de la violencia machista tan políticamente correctas como inoperantes.
Es cierto que nos hemos ido dotando de múltiples recursos para luchar contra dicha violencia; legislaciones específicas, distintos programas de sensibilización y prevención (Beldur Barik, etc.), pudiendo parecer que verdaderamente son las instituciones quienes asumen la responsabilidad de luchar contra esta violencia que no cesa. Sin embargo, tras años de supuestos avances, vemos exactamente lo contrario: que la situación no mejora, la violencia no ha disminuido, los recursos no son suficientes, las legislaciones no parecen adaptarse a la realidad y rara vez responden a los problemas de las mujeres, incluso pueden generar en ocasiones mayor vulnerabilidad y más problemas en ellas. La tolerancia social a la violencia machista nos asusta, sobre todo si analizamos los comportamientos de nuestros y nuestras jóvenes.
Es el movimiento feminista quien abandera la pelea por el derecho a una vida libre de violencia, física o psicológica, real o simbólica; quien nos dota de instrumentos para identificar y así poder luchar contra la objetualización de las mujeres y de sus cuerpos, quien lucha por la dignificación y la visibilidad de las mujeres tanto en el presente como a lo largo de la historia, detectando los innumerables vacíos existentes en cuanto a referentes culturales y simbólicos; actividades deportivas, museos, libros de texto, programas de radio y tv, etc.
Porque el feminismo es el único paradigma ideológico que ofrece herramientas políticas para terminar con la violencia, la discriminación, la opresión y la invisibilidad que sufren las mujeres por el mero hecho de serlo.
Algunas de las mujeres que vamos en las listas de EH Bildu para las elecciones del 25 de septiembre somos militantes (o activistas) feministas, es decir, pertenecemos a organizaciones feministas; otras hacen feminismo desde diversos movimientos sociales, pero todas nos consideramos feministas. Y queremos resaltarlo porque por desgracia, todavía hoy, no resulta tan fácil para algunas mujeres reconocerse en público como feministas. Por eso, ante estas elecciones autonómicas, en EH Bildu reiteramos nuestra apuesta y nuestro compromiso a favor de la creación de un Estado vasco feminista; es decir, un Estado que garantice los mismos derechos, los mismos deberes y las mismas oportunidades a todas las personas sin distinción de género.
Seguiremos trabajando, en la calle y en las instituciones, para convertir la rabia y la indignación en propuestas que garanticen un cambio verdadero que nos lleve a un escenario donde sea inconcebible el maltrato, la desigualdad y la violencia que a día de hoy padecemos las mujeres.
Queremos remarcar una cita especial en el calendario y hacer un llamamiento para que las mujeres de Bizkaia y de Euskal Herria nos acompañen en la misma: mañana, 11 de septiembre, tres mujeres de EH Bildu que encabezan las listas de Bizkaia, Araba y Gipuzkoa se subirán al escenario para convertirse en nuestra voz. Os esperamos en Durango, en el mitin nacional de EH Bildu, junto a Maddalen, Miren, Jasone y otras muchas mujeres soberanistas de izquierdas que queremos seguir abriendo camino, porque hemos adquirido el compromiso de poner voz a esa realidad silenciada, que asoma, pero que no es sino la punta del iceberg de una sociedad asentada en el patriarcado.
El camino será largo, sin duda, pero nos impulsa una idea clara, no existirá democracia posible que deje fuera a la mitad de la población.
* También firman este artículo Arri Zulaika, Iratxe Arriola, Anabel Sanz, Natalia Gardeazabal, Iratxe Urizar, Arantza Fernandez de Garaialde, Liz Quintana, Itsaso Bengoetxea, Laura Mintegi, Carmen Galdeano y Anparo Ereñaga.