Ander Rodriguez
Compañero de Alternatiba y exdiputado de Política Social de Gipuzkoa
Las noticias que hablan de la preocupante situación que atraviesan los Servicios Sociales en Gipuzkoa -“Los guipuzcoanos que esperan plaza para una residencia aumentan un 25 %” “El tiempo para ser valorado como dependiente y recibir la ayuda se duplica”-, han motivado que ayer, Markel Olano, diputado general de Gipuzkoa, compareciera en rueda de prensa para publicitar la apertura de “300 nuevas plazas en centros residenciales y diurnos”. Una vez más, un anuncio más efectista (1. adj. Que busca ante todo producir fuerte efecto o impresión en el ánimo) que efectivo (1. adj. Real y verdadero, en oposición a quimérico, dudoso o nominal).
A continuación trataré de explicar por qué.
Desgranando la noticia podemos leer que esas 300 plazas se abrirán en centros residenciales y diurnos durante los próximos cuatro años. Ahora bien, si tenemos en cuenta que el Mapa de Servicios Sociales de Gipuzkoa 2015-2017 prevé la apertura de 213 plazas durante 2016 y 2017, la novedad se limita a la apertura de solo 87 plazas durante los años 2018 y 2019. ¿A que así no parece que se esté “asumiendo todo un reto”? Y más, si tenemos en cuenta que las previsiones de envejecimiento se están viendo desbordadas.
Si reparamos al presupuesto publicitado, 4’3 millones de euros hasta 2019, más de lo mismo. Un incremento durante 4 años que se corresponde aproximadamente con un 0,5 % del presupuesto total de la Diputación no parece que sea un gran esfuerzo ¿no? Mucho más si lo comparamos con lo destinado a otros, estos sí, grandes e innecesarios proyectos forales.
La pasada semana, Andoni Ortuzar, con ese gracejo que le caracteriza, soltó una de sus perlas: “prometen el cielo y luego son capaces de llevar al infierno”. Aludía el insigne a la experiencia del gobierno de Martín Garitano. Bueno, no entraré a hacer balances de lo que supuso para lxs guipuzcoanxs la gestión de la pasada legislatura. Lo que sí le diré es que hoy, aquí, son ellxs quienes van camino de convertir en un infierno la vida de las mujeres que sostienen el cuidado que la administración no presta.
P.D. Dejo para otro día valorar el resto de anuncios que hizo la Diputación: los 2 millones que destinarán a cheques servicio y “establecer un marco general de actuación que asegure una estabilidad en el sector a lo largo de este periodo”.