¿Intervención humanitaria militar en Libia? > Alternatiba

Mesa de Internacionalismo de Alternatiba
Ilustración: Jared Rodriguez (truthout.org)

La resolución 1973 votada por el Consejo de Seguridad de la ONU, no instituye simplemente la zona de exclusión aérea, sino que da a la comunidad internacional el derecho de usar todos los medios posibles para proteger a la población civil. Alternatiba se opone radicalmente a la perversa lectura bipolar de la realidad, bombardeos o muerte masiva de civiles. La agresión militar responde a la lógica de dominación de las clases y países dominantes, reinterpretan la categoría de soberanía nacional y crean el intervencionismo humanitario como expresión del nuevo orden capitalista.

Lo que menos importa en Libia son sus hombres y mujeres. El viejo principio hipocrático de “lo primero no hacer daño,” se destruye con la agresión militar que está provocando asesinatos de civiles, miles de refugiados y refugiadas, daños ecológicos… los bombardeos no han solucionado nada, lo único que han conseguido es agudizar la crisis. ¿Por qué no se evalúan los resultados de otras agresiones militares en  Afganistán, o Irak?

Las razones reales de la agresión están muy alejadas de la protección de civiles: el petróleo, los intereses de las grandes trasnacionales y el control geoestratégico de la zona, son los verdaderos motivos. Además, denunciamos la hipocresía de los países occidentales que se “escandalizan”  ante la represión en Libia a la vez que ignoran la que practican sus aliados israelíes, saudíes, marroquíes, colombianos… y desprecian las miles de personas que mueren en los conflictos olvidados.

Por otra parte, el dictador de Libia ha sido amigo de quienes de la noche a la mañana deciden atacarle. La represión, las torturas y las masacres son aceptables mientras las dictaduras se muestren eficaces. En el Estado Español, el Rey, Aznar, Zapatero, el alcalde Gallardón que entregó la Llave de Oro de la ciudad a Gadafi y el empresariado, que ha ganado millones de euros, son la expresión más patética de la hipocresía. El doble rasero se refleja tanto en su política exterior como en la debilidad de sus compromisos con un sistema internacional de protección de los derechos humanos y con su reiterada negativa a someterse al escrutinio internacional.

El actual ordenamiento internacional basado en la Carta de Naciones Unidas y las resoluciones del Tribunal Internacional, prohíben la violación de la soberanía nacional de un Estado por la fuerza, salvo que  el Consejo de Seguridad la apruebe. Y aquí, el ataque a Libia vuelve a poner encima de la mesa la necesidad de una profunda reforma democrática de las Naciones Unidas: la pertenencia a la ONU debería implicar la aceptación del Derecho Internacional y la renuncia a la guerra; el sometimiento a un sistema de arreglo pacífico de los conflictos; el establecimiento de un proceso de desarme progresivo de los Estados; un sistema de representación proporcional a la población de los Estados en la Asamblea General; el final del derecho de veto en el Consejo de Seguridad y el fortalecimiento del control judicial de los actos internacionales mediante el carácter impuesto y obligatorio de las sentencias del Tribunal Internacional de La Haya.

Nos preocupa la población civil de Libia y rechazamos las prácticas del dictador Gadafi, pero la intervención militar implica apagar fuego con gasolina. Apostamos por la diplomacia y la negociación, por la intervención de mediadores y observadores internacionales en los momentos de crisis, por la inversión en un proceso de paz de todos los recursos económicos gastados en la intervención, por la prohibición total de la venta de armas, por el impulso firme de procesos democratizadores que pongan fin a las dictaduras y permitan el acceso democrático al poder y por garantías de seguridad para los grupos minoritarios. En definitiva, Alternativa cree más en la prevención de conflictos que en las intervenciones militares humanitarias.

La clave reside en saber quién decide que un gobierno no tiene legitimidad, o que viola sistemáticamente los derechos humanos. En la actual coyuntura internacional este interrogante no queda satisfactoriamente solventado. Resulta evidente que no hay que sacralizar categorías como la soberanía estatal o la no injerencia pero tampoco reinterpretarlas alegremente al calor de la homogenización neoliberal. No podemos obviar que las grandes potencias parten del capitalismo y mercado único que elimina fronteras. El intervencionismo humanitario es un buen instrumento del nuevo orden neoliberal que combina lo militar y lo humanitario.

Los firmantes del Acuerdo de Gernika llaman a la manifestación por la legalización de Sortu

Euskal Herriarentzat normalizazioa: LEGALIZAZIOA ORAIN!

Nos hacemos eco del profundo malestar que ha generado en la sociedad vasca la decisión tomada por el Tribunal Supremo español para no legalizar a Sortu. Esta decisión demuestra el desprecio del Estado español por el respeto de los más elementales derechos civiles y políticos de la ciudadanía vasca. En nuestra opinión, tomando como base los derechos humanos, el respeto a los derechos civiles y políticos es imprescindible para avanzar ahcia un escenario de paz y normalización política.

Por desgracia, la decisión del Tribunal Supremo vuelve a mostrar la escasa madurez democrática del Estado español. En opinión de los agentes que firmamos el Acuerdo de Gernika, el Estado debe legalizar y normalizar toda actividad política sin exigir ningún tipo de contrapartida política a cambio.

No nos queda ninguna duda de que el Estado con esta nueva decisión ha pretendido hacer fracasar el proceso de paz y normalización plítica abierto en Euskal Herria. No obstante, esta decisión no es, por desgracia, una isla en el océano, ni mucho menos. En los últimos meses el Estado español no ha dejado de realizar acciones de sabotaje al proceso abierto, como las detenciones de militantes de organizaciones independentistas o las torturas que han sufrido muchas y muchos de ellos.

Sabemos que la sociedad vasca quiere un escenario de paz y normalización política. Nos consta que la mayoría social vasca quiere estar ahí. Por eso consideramos que el Estado pretende dejar una pesada carga de escepticismo y resignación sobre esa sociedad para convencerla de que su legítimo deseo es imposible.

Quienes firmamos el Acuerdo de Gernika le queremos hacer saber a la sociedad vasca que ella es el motor de este proceso, que el protagonismo del mismo sólo le corresponde al conjunto de ciudadanos y ciudadanas vascas. Nuestra función es tratar de ofrecer instrumentos a esa sociedad para que pueda hacer efectivo su protagonismo en este proceso. Nos comprometemos a esforzarnos por ampliar nuestra oferta de instrumentos para un camino que prevemos largo. Hoy venciendo toda resignación queremos seguir haciendo camino todas y todos juntos. Esa es nuestra fuerza. Por eso hacemos un llamamiento a toda la sociedad vasca para que participe en la manifestación nacional que el próximo 2 de abril a la 17´30h. partirá desde La Casilla en Bilbo. Las calles de Bilbo serán el altavoz de una mayoría social que bajo el lema “Euskal Herriarentzat normalizazioa. LEGALIZAZIOA ORAIN!” reclama pasos efectivos hacia la normalización de toda actividad política en Euskal Herria.

Las elecciones corren el riesgo de volver a arrastrar un «déficit democrático»

Alternatiba: “Las elecciones en Euskal Herria corren el riesgo de arrastrar un lamentable déficit democrático fruto del auto del Supremo contra Sortu”

DONOSTIA, 24 DE MARZO – Alternatiba ha instado hoy a todos los partidos vascos a dar “una respuesta unitaria ante el lamentable déficit democrático que volverán a arrastrar las elecciones municipales y forales de Euskal Herria, fruto del auto dictado ayer contra Sortu por la Sala 61 del Tribunal Supremo, que vulnera la presunción de inocencia y establece la de culpabilidad en una pirueta jurídica imposible que supone la quiebra definitiva del Estado de Derecho”.

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha señalado que, aun a la espera de conocer el contenido exacto del auto, este contravendrá una serie de principios fundamentales de derecho que lo hacen inasumible: “En primer lugar, se hace una inversión de la carga de la prueba y obliga al sujeto demandado a probar que no incurre en los supuestos de la Ley de Partidos, en vez de ser la Fiscalía y la Abogacía del Estado quienes prueben los supuestos de ilegalidad.

De lo anterior se deriva la vulneración del principio de presunción de inocencia, estableciéndose, por el contrario, el principio de presunción de culpabilidad”.

Matute, así mismo, ha indicado que “el concepto de credibilidad es inaceptable como fundamentación jurídica, aún más cuando la normativa prevé la posibilidad de ilegalizar a posteriori y privar de sus actas a las personas electas”. Todo lo anterior supone, en palabras del portavoz de Alternatiba, “la quiebra del Estado de Derecho que tanto invocan determinados partidos y gobiernos”.

El dirigente de izquierdas, no obstante, ha expresado su confianza en que “a pesar de la injusticia de la que ha sido objeto Sortu, la Izquierda Abertzale seguirá transitando por vías exclusivamente democráticas y pacíficas, rechazando la violencia y dejando en evidencia a aquellas personas que le niegan el derecho a participar en la vida pública”.

Alternatiba califica de «esperpento político-jurídico» el fallo sobre Sortu

Alternatiba califica de «esperpento político-jurídico» el fallo y dice que responde a la «voluntad de PP y PSOE»

Alternatiba ha calificado de «esperpento político-jurídico» el fallo del Tribunal Supremo que impide la legalización de Sortu, ya que «obedece más a las voluntades políticas de PP y PSOE, que a los fundamentos jurídicos».

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha denunciado la «arbitrariedad» de los argumentos ofrecidos en la sentencia y ha recordado que supone «un nuevo intento de secuestrar el derecho a la participación política de miles de ciudadanos vascos».

Matute ha indicado que, pese a las «trabas impuestas» por la parte «más reaccionaria de la política española, no parará la apuesta por el cambio político y social que la sociedad vasca está demandando».

En el mismo sentido, ha añadido que la ciudadanía vasca sabrá valorar en las urnas «las voluntades políticas que unos y otros agentes políticos ponen encima de la mesa». Finalmente, el portavoz de Alternatiba ha lamentado una decisión que devalúa «aún más la calidad de un sistema que se dice democrático».

Pacto entre diferentes

Alternatiba apuesta por el encuentro entre diferentes para articular una oferta política de izquierdas que genere ilusión por el cambio en Euskal Herria

Alternatiba ha reiterado hoy su apuesta por que la izquierda vasca confluya “lo más unida posible a las próximas elecciones con el fin de articular un frente común que, desde la diversidad, genere ilusión por el cambio y pueda hacer frente a la derecha hegemónica con legitimidad, firmeza y la contundencia necesarias”.

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha subrayado hoy que “es necesario ver hasta qué punto los partidos de izquierda pueden iniciar un proceso de acumulación de fuerzas desde la diversidad para ser capaces de ofertar a la sociedad un programa unitario” para los próximos comicios.

En este sentido, ha subrayado que Alternatiba está “trabajando en la búsqueda de espacios de encuentro para articular una oferta política de izquierdas que genere ilusión a los muchos sectores de la sociedad que demandan un cambio en Euskal Herria”. De acuerdo con ello, está llevando a cabo con diferentes agentes “un proceso de reconocimiento mutuo e de intercambio de pareceres entre gentes con procedencias diversas”. Sin embargo, ha matizado que “poner nombres y apellidos a estos actores para cualquier hipotética convergencia es anticiparse a los hechos”.

El dirigente de izquierdas ha recordado que, desde su propia gestación, “Alternatiba se ha mantenido fiel a sus principios y a la decisión de sus militantes, perseverando en su apuesta por sellar acuerdos con aquellas fuerzas que desean dar pasos adelante en el fortalecimiento de la izquierda vasca aunando esfuerzos para abordar la construcción nacional y la transformación social”.

“La atomización de la izquierda no es buena para nadie y menos para quienes queremos reconstruir el país desde la izquierda. Por ello, abogamos por la unidad desde la diversidad”, ha concluido Matute.

El Ayuntamiento de Bilbo debe recuperar la gestión pública del servicio de ayuda a domicilio

Izquierda abertzale, EA y Alternatiba piden al Ayuntamiento que recupere la gestión pública del servicio de ayuda a domicilio

Izquierda abertzale, EA y Alternatiba de Bilbo han mostrado hoy su solidaridad hacia las trabajadoras del SAD de Bilbo, que se encuentran desde el pasado 4 de marzo desarrollando huelgas parciales, ante la grave situación del servicio tanto en el plano asistencial como en el laboral.

Las tres formaciones políticas de izquierdas han denunciado la actitud del consistorio bilbaíno ante “un servicio de vital importancia para la ciudadanía, tanto para las personas con dependencia como para las familias que se encargan de su cuidado, trabajo que además recae en las mujeres casi en su totalidad”.

Subrayan que el proceso de alarmante precarización que padece el Servicio de Ayuda a Domicilio, impulsado por PNV e IU y llevado a la práctica por empresas privadas que priman los beneficios empresariales a la calidad y condiciones del servicio que deberían prestar, afecta doblemente a las mujeres, “por un lado como principales demandantes de este servicio en calidad de responsables del cuidado de personas dependientes, y por otro lado como trabajadoras encargadas de prestar esta asistencia”.

Izquierda abertzale, EA y Alternatiba acusan al Ayuntamiento de Bilbo de escudarse en la crisis económica para precipitar los recortes presupuestarios – la partida presupuestaria municipal al respecto ha pasado de 17 millones de euros en 2010 a 15,9 millones en 2011, un 6,47%menos – sin haber estudiado la demanda real del servicio de atención a la dependencia. “No existe ninguna planificación de programas, personas y recursos. Así mismo, denuncian que entra en clara contradicción con un informe de Diputación Foral que señala que el 46% de las personas que manifiestan algún tipo de dependencia en Bizkaia no reciben ningún tipo de servicio externo.

Las tres formaciones de izquierda acusan al gobierno de Azkuna y Madrazo de tratar de justificar la medida argumentando que las familias prefieren las ayudas directas a la asistencia domiciliaria, algo que a juicio de la izquierda abertzale, EA y Alternatiba “es un análisis superficial” y esconde que las prestaciones “sirven muchas veces para generar contrataciones particulares precarias, casi siempre a mujeres, habitualmente extranjeras y sin reconocimiento de derechos laborales, potenciando la economía sumergida y el fraude”.

El desmantelamiento del SAD es, según han alertado las citadas formaciones políticas, “un ataque al precario sistema de cuidados, y por extensión, un ataque contra las mujeres y contra los pilares de un servicio social fundamental”. Por esta razón, izquierda abertzale, EA y Alternatiba han solicitado al gobierno local que recupere la gestión directa de este servicio y demuestre que el sector público puede y debe ser el motor de la economía. “La existencia de prestaciones económicas no puede ser nunca una justificación para la destrucción de servicios esenciales, por lo que las citadas formaciones de izquierda urgen a los poderes públicos a que garanticen la gestión pública de un derecho ciudadano como es la atención a la dependencia”.

Por último, mostramos nuestro apoyo a las acciones emprendidas y convocadas por el comité de empresa.

A nacionalizar por narices > Alberto Montero Soler

Hace unos días escribía que el plan del gobierno para la capitalización de las cajas de ahorro, más que salvarlas, las ponía a los pies de los «fondos buitre». Estos, conscientes de la necesidad imperiosa de capital por parte de las cajas, no dudarían en tratar de hacerse con ellas a precios irrisorios para, a continuación, comenzar a desguazarlas y salir en cuanto hubieran rentabilizado sobradamente la inversión. No había que ser un mago de las finanzas para anticiparlo, bastaba con ponerle un poco de sentido común y tener cuatro nociones básicas de cómo funciona el mundo financiero.

Pues bien, los hechos han venido rápidamente a confirmar la predicción. Estos días podíamos leer en la prensa que «los fondos buitre» piden descuentos del 70% para inyectar capital a las cajas. Así, tras conocer los resultados sobre la situación de solvencia de las cajas publicado por el Banco de España y desconfiando de ellos, están lanzando unas ofertas que a todas luces son excesivamente agresivas pero que, dada la opacidad con la que se ha gestionado la crisis del sector financiero en nuestro país, no dejan de ser razonables. ¿O es que alguien pensaba que ahora iban a creerse los resultados publicados por la misma institución que, en un clara dejación de sus funciones, ha hecho todo lo posible por camuflar la gravedad de la crisis de la situación de esas instituciones financieras?

Y, ante esa situación, qué hacen las cajas. Pues algunas de ellas ya han anunciado lo que era previsible: que prefieren que las nacionalicen temporalmente a malvenderse, es decir, que están dispuestas a permitir que entre el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) antes de entregarse en bandeja de plata a los especuladores financieros internacionales como, por otra parte, este gobierno pretendía que hicieran.

Con lo cual asistimos, nuevamente, a que la reforma de las cajas de ahorro impuesta desde el gobierno sitúa a éste ante un escenario frente al que no se quería encontrar; síntoma de que quien diseña las estrategias en Moncloa y sus aledaños no es que sea, precisamente, un discípulo aventajado de Sun Tzu.

Así, por un lado, el gobierno compelía a las cajas a capitalizarse en los mercados financieros buscando inversores institucionales que estuvieran dispuestos a aportar el capital que les era necesario para llegar a los niveles de “core capital” impuestos desde el Ministerio de Economía. Esa era la línea preferida de acción del Ministerio, reforzada por la amenaza de la nacionalización para aquellas instituciones que no lograran acceder al capital necesario en los mercados.

No es que el gobierno no tuviera otras opciones. Las tenía y casi al mismo precio. Así, por ejemplo, podía haber optado por nacionalizar aquellas cajas de ahorro que no pudieran capitalizarse en los mercados (no digamos ya, por nacionalizarlas todas) para, una vez saneadas, convertirlas en un músculo financiero de naturaleza pública que permitiera al gobierno tener un margen de soberanía sobre la política crediticia del país especialmente necesario en un contexto en el que se ha cedido toda la soberanía en materia de política monetaria.

Sin embargo, el gobierno decidió apostar por la vía más neoliberal: forzar a la absoluta bancarización de las cajas de ahorro y asumir, como un mal menor y temporalmente, que tal vez tendría que nacionalizar algunas de ellas.

La opción frente a la que no se esperaba encontrar es, precisamente, aquélla frente a la que ha acabado encontrándose: unos fondos depredadores que quieren hacerse con las cajas a precio de saldo para desmembrarlas y unas cajas que, conscientes de lo que eso supondría, prefieren ser nacionalizadas y saneadas con dinero público para, posteriormente, retornar a la esfera privada previsiblemente dirigidas por sus actuales gestores.

La nacionalización, que era el recurso de última instancia que tenía el gobierno en mente, acabará convirtiéndose así en la regla general. Y eso tiene repercusiones que todos debemos conocer.

En primer lugar, que será ahora el gobierno el que deba buscar la financiación necesaria para sanear las cajas de ahorro. O, lo que es lo mismo, dado que los mercados financieros han decidido penalizar la mala gestión de esas instituciones no concediéndoles capital, ahora el gobierno ha decidido que corresponde al Estado asumir como propios los riesgos que aquéllas tomaron en exceso en su momento y socializarlos entre toda la población. La vieja historia que se repite: privatización de beneficios y socialización de pérdidas, ¿les suena?

En segundo lugar, que ese ejercicio de nacionalización exigirá, evidentemente, nuevas emisiones de deuda pública por parte del Estado. Nuevas emisiones que pueden provocar un incremento del ratio deuda/PIB en dos puntos, como ha llegado a reconocer la propia ministra. En qué se traduce eso: en que, previsiblemente, se encarecerá el precio de las emisiones de deuda y, con ello, los pagos por el servicio de la misma. Y eso, a su vez, se traduce en que o bien aumenta el déficit público (cosa altamente improbable en un contexto en el que su reducción se ha convertido en el principal objetivo de la política económica de este gobierno) o bien se reducen otras partidas de gasto público para compensar el incremento de la de gastos financieros. La resultante, en uno u otro caso, es clara: aumentará el trasvase de riqueza hacia los propietarios de activos financieros mientras se retrasa el recurso a los estímulos fiscales para impulsar la economía real.

En tercer lugar, que este contexto de incertidumbre genera un efecto claramente contractivo sobre el crédito. Las cajas están restringiendo la concesión de créditos porque cada nueva operación de activo implica el consumo de unas reservas que le son necesarias para alcanzar el nivel mínimo exigido desde el gobierno y esa restricción es mayor cuanto más elevado es el gado de incertidumbre sobre su futuro. En tanto que no se clarifique la situación y pasen a ser nacionalizadas, difícilmente podrá desmantelarse la restricción crediticia que está ahogando a la economía.

Y finalmente hay que resaltar que si la estrategia hubiera estado diseñada para nacionalizar, por una vía indirecta, a la gran mayoría de las cajas de ahorro estaríamos ante un éxito absoluto de sus promotores; pero como se diseñó precisamente para lo contrario se trata de un fracaso rotundo del que, como siempre, nadie asumirá la responsabilidad: pagaremos entre todos el coste de la nacionalización y saneamiento de las cajas, podremos seguir sacando pecho porque en este país ningún banco o caja ha quebrado y seguiremos cantando bajito no vayamos a molestar a los poderosos y sus títeres.

Alberto Montero Soler (amontero@uma.es) es profesor de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga y puedes leer otros textos suyos en su blog La otra economía.

Fuente: Rebelión

La ambientalista Sandra Viviana Cuellar desaparece en Colombia

Desaparecida la ambientalista Sandra Viviana Cuellar por aquellos que quieren hacer desaparecer la reivindicación social, ecológica y política en Colombia

 

La ambientalista Sandra Viviana Cuellar, mujer comprometida con la naturaleza y la cultura, fue desaparecida por aquellos que “desaparecen” a los que reivindican por los derechos humanos, sociales y ambientales.

Sus familiares han expresado: “Sandra Viviana aún no ha sido retornada a su hogar y a su vida social. Sandra Viviana es una joven de 26 años, ingeniera ambiental, que destaca por sus valores espirituales, artísticos, culturales y profesionales. Sandra Viviana ha sido una mujer con una profunda actitud solidaria y un gran compromiso con la justicia ambiental y social. Ha impulsado la protección de los humedales del Río Cauca, promovido prácticas agroecológicas y mercados campesinos, impulsado procesos culturales, jurídico! s y de educación ambiental para la protección del agua como bien público y de las selvas como espacio biológico y cultural vital.”

Desaparecida Sandra, la sociedad fue privada de su vitalidad y de sus aportes: desaparecida la defensora de los derechos humanos, desaparecida su constante reivindicación ambiental, desaparecidas sus denuncias del saqueo multinacional y de la destrucción de humedales, cuencas, páramos y bosques, desaparecido su ejemplo comprometido… la práctica sistemática de la desaparición forzada es parte de un genocidio contra la oposición política.

Eurodiputados envían una carta al presidente Santos por la desaparición de la ambientalista Sandra Viviana Cuellar

En la carta los Eurodiputados expresan:

«Hemos sabido con enorme preocupación que el día jueves 17 de febrero de 2011, Sandra Viviana Cuellar Gallego fue víctima de una desaparición forzada en la vía que conduce de Cali a Palmira. Sandra Viviana Cuellar Gallego, de 26 años, es una defensora de los derechos humanos y del medio ambiente de reconocida trayectoria y sensibilidad social.  

La desaparición forzada está tipificada por Naciones Unidas como un Crimen de Lesa Humanidad.  

La historia de los últimos 20 años de Colombia confirma que miembros de los cuerpos de seguridad del Estado han estado involucrados de alguna u otra forma en la mayoría de casos similares a la desaparición forzada de Sandra Viviana Cuellar Gallego, ya sea cometiéndolos directamente, o tolerando que sean llevados a cabo por grupos paramilitares. 

Esto ha sido el caso en particular cuando ocurre en zona bajo control de las autoridades, como es la vía de Cali a Palmira.  

Por esta razón por la cual le pedimos, Señor Presidente, que use de todo su autoridad para que cuanto antes aparezca con vida Sandra Viviana Cuellar Gallego.  

Observamos que bajo su Gobierno siguen las graves violaciones de los derechos humanos, y estimamos particularmente inapropiado considerar la rúbrica o la ratificación de un tratado de libre-comercio entre la Unión europea y Colombia, -tratado que sin dudas va a aumentar todavía la presión sobre las tierras, el agua, el medio ambiente, los recursos naturales en general-, mientras quienes cuestionan de forma pacífica y democrática las políticas gubernamentales siguen siendo víctimas de crímenes de forma tan sistemática. » 

El crimen de Estado de la desaparición forzada perpetrado por la «democracia» en Colombia ha rebasado las dramáticas cifras de la dictadura argentina: sólo en los últimos 3 años el Terrorismo de Estado ha desaparecido a 38.255 personas (informe Medicina Legal 2010). Se estiman en más de 250.000 las personas desaparecidas en los últimos 20 años. La desaparición forzada es un Crimen de Estado que persigue la parálisis de la reivindicación social: es un crimen de lesa humanidad que vulnera a la sociedad en su conjunto al truncar procesos sociales de manera sistemática.

En enero 2011 la Fiscalía publicó un estremecedor informe: revela tener documentados 173.183 asesinatos; 1.597 masacres; 34.467 desapariciones forzadas, y al menos 74.990 desplazamientos forzados, crímenes cometidos entre junio de 2005 y el 31 de diciembre de 2010 por el paramilitarismo, una herramienta de terror financiada y coordinada por el latifundio, multinacionales y Estado colombiano, que cumple la función de eliminar la reivindicación social, y desplazar poblaciones de manera masiva. Los propios jefes paramilitares denuncian que “El paramilitarismo de estado sigue vigente” (Jefe de las AUC Salvatore Mancuso). 

Del informe de Medicina legal y del de la Fiscalía se deduce un promedio de 13.000 desaparecidos al año, perpetrados entre fuerza pública y herramienta paramilitar. Al menos 250.000 personas desaparecidas en dos décadas, como lo denunció Piedad Córdoba.  Las cifras oficiales de desaparición forzada están siempre por debajo de la realidad, pero aún así permiten confirmar el drama: el estado colombiano ha desaparecido a más personas que las dictaduras de Chile y Argentina reunidas.

La sociedad tiene el deber ético de ponerle rostro a los desaparecidos, y de enarbolar sus ideas, para que no los logren desaparecer totalmente. Son seres humanos con sus seres queridos, sus ilusiones, y sobre todo su corazón humanista, su sensibilidad hacia la naturaleza, hacia la justicia.

Urge solidaridad internacional. Difunda la noticia con la imagen.

Los padres, amigos y familiares piden solidaridad: 

Las tres apuestas estratégicas de Alternatiba

Alternatiba se ha propuesto constituir, desde su creación en diciembre de 2008, un espacio político que aúne una izquierda de lucha, de acción, militante, de calle,  con una izquierda de reflexión, de análisis, profundamente autocrítica y permanentemente inacaba en la definición de su proyecto.

Así, hoy planteamos, como resumen de todos los debates, reflexiones y acciones que hemos tenido hasta el momento, y como camino por el cual centrar nuestros esfuerzos en el corto y medio plazo, tres apuestas estratégicas, que definen la identidad de Alternatiba:

       I.      Apuesta estratégica por un socialismo multidimensional para Euskal Herria. Abogamos por un socialismo que plantee desde ya alternativas al conjunto de los sistemas actuales de dominación –patriarcado, capitalismo, desarrollismo, democracia formal, racismo, colonialismo, homogeneización cultural- integrando las diferentes luchas en una agenda que concede igual importancia a todas ellas, sin priorizaciones ni etapas consecutivas -que no hacen sino amputar los cambios estructurales, a la vez que dividen a los movimientos políticos y populares-. De la misma manera, esta agenda será definida por los diferentes sujetos políticos comprometidos con la misma: personas trabajadoras, feministas, ecologistas, referentes culturales, internacionalistas, paradas, inmigrantes, etc.

    II.      Apuesta estratégica por la unidad en la diversidad de la izquierda  soberanista en Euskal Herria. Alternatiba no pretende ser la única izquierda vasca, ni hegemonizar este espacio, ni sumar una sigla más para competir con otras fuerzas. Muy al contrario, defendemos la articulación de las izquierdas soberanistas vascas, diversas en sus propuestas y concepciones, pero unidas por parámetros básicos: defensa de todos los derechos para todas las personas y pueblos; defensa del derecho de autodeterminación y soberanía de Euskal Herria; defensa de un socialismo multidimensional que supere el sistema múltiple de dominación; búsqueda de nuevas formas políticas que permitan el trabajo en red y la acumulación de fuerzas políticas y sociales. Por supuesto, esta apuesta debe construirse sobre alianzas estratégicas en el medio y largo plazo, superando los enfoques coyunturalistas.

 III.      Apuesta estratégica por una revolución en la izquierda. Planteamosque las dos apuestas previas son inalcanzables sin una profunda revisión de las lógicas organizativas que han imperado en buena parte de las izquierdas. Revolucionar la izquierda es necesario para revolucionar el mundo, y debemos construir nuevos modelos que permitan la articulación de partidos y movimientos sociales; que posibiliten la conformación de plataformas, redes, alianzas estratégicas horizontales y democráticas; y que faciliten el ejercicio de la militancia y de la participación activa y de calidad. De esta manera, la organización política no es un instrumento, sino un ejemplo de la propuesta de sociedad que defendemos.

Por supuesto, las tres apuestas son complementarias, indivisibles, simbióticas, y esto se convierte en máxima para Alternatiba. No se abogará por un socialismo multidimensional si no aspiramos a la articulación con las otras izquierdas, ni a ensayar nuevas fórmulas de trabajo; no avanzaremos en la articulación si nuestra agenda no es realmente multidimensional y equitativa; y de nada servirá generar una nueva cultura organizativa, si ello no se pone al servicio de incluir a las mayorías sociales.

En este punto, pasamos a continuación a exponer los 11 compromisos que asumimos como organización –ordenados en función de las tres apuestas estratégicas-, y que marcarán el rumbo político de Alternatiba en el corto y medio plazo.

http://alternatiba.net/old-files/Documento completo.pdf

Ahora más que nunca: No a la energía nuclear > Kaos en la Red

Un sistema energético insostenible

El actual modelo energético está basado en el consumo ineficiente de energía y en su producción ilimitada y siempre creciente, principalmente a partir de fuentes de energía contaminantes, peligrosas y no renovables, como son la energía nuclear y los combustibles fósiles, produciéndose una gran variedad de impactos negativos sobre el medio ambiente.
 
Ante una demanda de energía creciente, el actual sistema responde siempre aumentando su producción (es decir, instalando más centrales), con el objetivo de generar más y más unidades de energía, obviando el hecho de que gran parte de esta energía se está despilfarrando, y sin importar el alto coste que ello tiene para el medio ambiente y la salud pública. Esta forma de actuar se llama “Enfoque Oferta”.

Los impactos medioambientales y de salud pública de este tipo de planificación energética tienen un enorme coste socio-económico, el cual, invariablemente, es traspasado al conjunto de la sociedad, siendo los ciudadanos quienes finalmente sufragan, vía impuestos o a través de la tarifa de la luz, los “platos rotos” por este sistema energético.

Pero existe otro tipo de planificación energética, que puede proporcionar a la sociedad el conjunto de servicios energéticos que hacen posible nuestro bienestar y la realización de nuestras actividades utilizando la mínima cantidad de energía posible, es decir con la máxima eficiencia energética. Es lo que se denomina “Enfoque Demanda”.

Con este tipo de planificación es posible producir los mismos bienes y servicios utilizando mucha menos energía, evitando así despilfarros inútiles, y de esta manera, al reducir el consumo de energía, disminuir también notablemente los daños al medio ambiente y a la salud pública.

Obviamente, aún con una planificación basada en el “enfoque Demanda” seguirá siendo necesario generar cierta cantidad de energía, aunque por lógica, lo será en mucha menor proporción. Esto puede y debe hacerse con fuentes renovables. Afortunadamente, existen y están tecnológicamente maduras, fuentes energéticas renovables que permiten una generación de energía más limpia, más segura y menos costosa que la energía nuclear y los combustibles fósiles, tales como la solar termoeléctrica, la solar fotovoltaica, la eólica terrestre, la eólica marina, la geotérmica, la procedente de la biomasa, etc.

Estos recursos energéticos renovables, además de su mucho menor impacto ambiental y a la salud, permiten una generación distribuida, descentralizada, cercana al consumidor y, por tanto, más eficaz.

Por ello es importante que se establezcan urgentemente las medidas necesarias para poner en marcha una planificación energética sostenible, que ponga fin al crecimiento ilimitado en el consumo de energía y al actual despilfarro energético, y cuyos ejes fundamentales sean el ahorro y la eficiencia energética y la generación distribuida con energías renovables. De tal manera que podamos alcanzar un modelo energético libre por completo del peligro que supone la energía nuclear y de la dependencia actual de los combustibles fósiles.

 

El ciclo nuclear

Desde que el uranio es extraído del suelo produce en cada etapa enormes cantidades de residuos radiactivos con los que no se sabe qué hacer con ellos. La secuencia de operaciones encaminadas a la producción de armas nucleares o combustible para el funcionamiento de reactores nucleares, se denomina ciclo del combustible.

En muy pocos lugares del mundo hay uranio lo suficientemente concentrado como para que su extracción resulte económicamente rentable. Aún así en estos lugares hay que remover ingentes cantidades de tierra para conseguir cantidades apreciables de mineral útil.

El uranio después de ser aplastado, molido y bañado en ácido, es secado y empaquetado como concentrado de uranio o torta amarilla. Aunque ésta es sólo ligeramente radiactiva, la extracción y el proceso de molido del uranio expone a los trabajadores a la inhalación de polvo y del gas radón causando altos porcentajes de cáncer de pulmón en los mineros.

Más del 99% del mineral extraído se convierte en residuo radiactivo (estériles). Para conseguir una sola tonelada de torta amarilla se generan varios centenares de toneladas de estériles.

Para concentrar el uranio suficientemente para su uso, la torta amarilla debe ser primero convertida en un gas llamado hexafluoruro de uranio y posteriormente envasado y enviado a una planta de enriquecimiento.

El enriquecimiento es un complejo y costosísimo proceso por el que se incrementa artificialmente el porcentaje del isótopo U-235, que es capaz de fisionarse. Este proceso genera el cuádruple de residuos radiactivos que el uranio útil.

Una vez que el uranio ha sido enriquecido, se envía a una planta de fabricación de combustible donde se convierte en óxido de uranio, pasando a tener forma de polvo negro. Este polvo es comprimido en pequeñas pastillas que se introducen en largos tubos de metal llamados barras de combustible, que son cerradas herméticamente e insertadas en unos cartuchos, denominados elementos combustibles, y así el uranio ya está listo para ser utilizado en un reactor nuclear.

Dentro de un reactor nuclear tienen lugar una serie de reacciones nucleares que provocan que parte del combustible de uranio original se transforme en elementos extremadamente radiactivos, lo que convierte al combustible gastado en material sumamente peligroso, que emitirá una gran cantidad de radiactividad a lo largo de decenas de miles de años.

En algunos casos el combustible gastado no sufre más transformaciones y se considera ya residuo de alta actividad. En otros casos, los elementos gastados se mandan a una planta de reprocesamiento de combustible nuclear. Es un proceso que produce un volumen final de residuos radiactivos entre 160 y 189 veces mayor que el que entra inicialmente en el proceso.

Las barras de combustible gastado, después de cortadas, son disueltas en soluciones de ácido. Después de diversos tratamientos químicos, se separan algunos de los productos radiactivos. De este proceso surgen tres productos:

Residuos de alta radiactividad, uranio que puede ser reintroducido en el ciclo de fabricación del combustible y plutonio, el material utilizado para la fabricación de bombas atómica. 

Tipos de reactores nucleares

A principios de 2005 había 441 reactores nucleares operativos en un total de 31 países.

La antigüedad, tamaño y diseño de estos reactores varían considerablemente: algunos son aún diseños de ‘primera’ generación, construidos entre los años 50 y 60 a partir de usos militares (producción de plutonio o propulsión submarina), pero la mayoría de ellos son de segunda generación, desarrollados a partir de los 70.

La gran mayoría son reactores de agua ligera (LWR), que se clasifican según tres categorías: los reactores de agua a presión (PWR) de los que hay 215 operativos, los reactores de agua en ebullición (BWR), 90 operativos, y los reactores con agua a presión de diseño soviético (VVER), 53 operativos.

En España tenemos 7 reactores de agua a presión (PWR), 2 reactores de agua en ebullición (BWR) y un reactor del tipo GCR- grafito/gas en Vandellós I, el cual ya no está en funcionamiento tras sufrir un accidente 1989.

Reactores de agua a presión

Reactores de agua en ebullición

Reactores de alta temperatura enfriado por gas

Reactores de agua en ebullición moderado por grafito

Reactores tipo CANDU

Instalaciones nucleares en España

En el pasado hubo planes para construir en España hasta 39 centrales nucleares, afortunadamente varios factores políticos y económicos dieron al traste con ellos, aunque no completamente.

Así, a pesar de que en 1984 el Gobierno socialista implantó una moratoria nuclear, en España se llegaron finalmente a construir 10 reactores: La central nuclear José Cabrera (Guadalajara), inaugurada por Franco en 1968, forma, junto con las de Santa María de Garoña (Burgos, 1971) y Vandellós I (Tarragona, 1972), el grupo de las centrales llamadas de primera generación.

A estas siguieron las de segunda generación: Almaraz I y Almaraz II (Cáceres, 1981 y 1983), Ascó I y Ascó II (Tarragona, 1983 y 1985) y Cofrentes (Valencia, 1984). Y, las de tercera generación, Vandellós II (Tarragona, 1987) y Trillo (Guadalajara, 1988).

De esas diez actualmente hay 8 en funcionamiento porque la central nuclear de Vandellós I, tras sufrir un grave accidente en 1989, fue cerrada definitivamente en 1990. Y  la central nuclear Zorita fue clausurada el 30 de abril de 2006 debido a la peligrosidad de su funcionamiento,  a sus defectos de diseño, sus numerosos problemas técnicos y la falta de cultura de seguridad de la compañía propietaria, Unión Fenosa.

La moratoria nuclear aprobada por el Gobierno socialista en 1984, canceló un gran número de proyectos de centrales nucleares – Trillo II, Valdecaballeros I y II y los dos grupos de Lemóniz -. La decisión fue adoptada por motivos económicos, el elevadísimo coste de la energía nuclear; y energéticos, el exceso de potencia instalada. Esto ha costado a los consumidores más de 10.000 millones de euros. El negocio siempre fue la construcción de las centrales nucleares, aunque nunca llegasen a funcionar. En resumen, el canon por la moratoria nuclear consiste en un aumento de las tarifas, para devolver a las eléctricas su inversión en centrales nucleares que no llegaron a funcionar.

La entrada en vigor de la Ley de ordenación del Sistema Eléctrico Nacional (LOSEN), a principios de 1995, zanjó la polémica. Así pues, en España, desde entonces, no hay ninguna central nuclear en construcción ni proyectada.

Hoy la industria nuclear está sumida en una profunda crisis. Hay en el mundo 440 reactores nucleares comerciales en operación que apenas representan el 6% de la energía primaria consumida a nivel mundial y el 16% de la energía eléctrica.

Fuente: Kaos en la Red

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