CAF: El ERE que nadie entiende
Xabier Soto – Coordinador de Alternatiba en Gipuzkoa
La empresa CAF se ha caracterizado siempre por el alto volumen de personas trabajadoras que ha tenido en sus plantas, pero también por las duras condiciones laborales que estas tenían en la producción, mayoritariamente, de vagones de mercancía. Es en la década de los 50 cuando la empresa realiza la modernización de sus plantas y, adquiriendo otras (Irún y Zaragoza), entra de lleno a fortalecer el mercado ferroviario del Reino de España. Durante los 70, la empresa invierte en desarrollo y apuesta por la modernización. Lo que no evitó que los años 80 fueran duros y la compañía peligrara. Es cuando se decide dar un paso más y apostar por la empresa, animando a los trabajadores a sentirse parte de ella y comprar acciones. Nace Cartera Social. En los 90 empieza un período de expansión internacional que nos lleva hasta nuestros días.
Aquellos años de lucha nos han llevado a una situación de bonanza en la que la empresa conseguía pedidos y mantenía altos sus beneficios. Pero la codicia ha llevado a una decisión inmoral e incomprensible. En un año como este 2012 que la propia compañía califica de “histórico”, se pretende presentar un ERE en la planta de Beasain que afectará a más del 40% de su plantilla.
Y todo esto tras largos años de lucha, huelgas, y sufrimiento para conseguir mejoras en la calidad de vida de las y los trabajadores, conseguir una política de empleo envidiable, eliminar horas extras, y mejorar las condiciones sociales en las negociaciones (incluso cediendo en actualizaciones salariales) para un reparto más justo y posibilitar la creación de empleo. Un ejemplo activo en solidaridad con las empresas del entorno en otras luchas colectivas y de éstas hacia CAF, sin olvidar el papel tractor de CAF para tantas Pymes de la comarca.
¿Qué se le puede decir a toda la gente que ha participado con su esfuerzo y sudor en conseguir que CAF sea lo que es hoy? Por ejemplo que van a ganar más de 100 millones de euros este ejercicio pero que no quieren gastar menos del 2% de esa cantidad para evitar un ERE que supone la sobreexplotación de la plantilla, pérdida de poder adquisitivo (a pesar de aumentar los beneficios de la empresa) y las consecuencias económicas negativas para el Goierri y toda Gipuzkoa. Esta es la encrucijada en la que ha situado la dirección de la empresa a sus trabajadores y trabajadoras, a la industria auxiliar y a toda la comarca en general. ¿Qué credibilidad puede tener esta contradicción?, ¿Dónde está su famosa Responsabilidad Social Corporativa?
Debemos recordar, además, que CAF es una sociedad anónima muy peculiar. ¿Cuántas ayudas públicas ha recibido? ¿Y la famosa Cartera Social? Porque a pesar de que sus dos accionistas de referencia son Kutxabank y la Cartera Social, no es cierto que esté controlada libremente por los trabajadores. Aquí es donde aparece la figura del PNV. Casualmente, los presidentes de esta cartera son miembros reconocidos de ese partido. Los trabajadores nunca han tenido voz ni voto en estos nombramientos, ni en su gestión diaria. Y si esta sociedad no se pronuncia decididamente en contra del ERE, convocando una Junta de CAF si es necesario, tal vez haya llegado el momento de cambiar a sus gestores.
Y qué decir de Kutxabank. Las cajas vascas ayudaron a salvar la compañía, pero a la postre ha sido una de las empresas que más beneficios les ha dado. Ahora, Kutxabank tiene un porcentaje de participación importante y, si quisiese, podría parar el ERE junto con Cartera Social. Esta codicia por un 2% más de beneficios parece ser otra muestra de en qué se está convirtiendo y hacia dónde nos lleva Kutxabank. Sólo así se entiende el pacto PNV-PP-PSE, y otros, para evitar determinada representación dentro de su consejo de administración.
A pesar de todos los planes viables presentados por el comité de empresa para evitar el ERE, la dirección los rechaza y reafirma con prepotencia que no hay marcha atrás. ¿Cómo explicárselo a la mayoría de la sociedad de Gipuzkoa que ven a CAF con un montón de beneficios? Esta misma sociedad va a tener que aportar su propio dinero para ahorrarle a la empresa los 6 meses de falta de trabajo en una división, mientras ésta no propone ninguna alternativa a cambio. ¿La sociedad vasca va a permitir darle al que tiene cuando apenas hay fondos públicos para ayudar al que menos tiene? ¿Qué pensará de todo esto un desempleado de larga duración?
Nadie en Gipuzkoa se explica que teniendo tantos beneficios pueda plantearse un ERE. Pero también temen la situación otras empresas más pequeñas que trabajan para CAF y que corren el riesgo de desaparecer, empresas a las que han obligado a endeudarse en maquinaria que ahora no podrán pagar. Además, se abre la caja de Pandora para que otras empresas saneadas soliciten EREs, porque si con su solvencia económica se le permite a CAF, cualquiera podrá presentar uno.
Reflexionando sobre este incierto panorama, ¿Qué dejaremos a los que están por llegar? ¿Habrá clase trabajadora en condiciones dignas en el futuro? ¿Habrá sociedad próspera con oportunidades para todos y todas, y posibilidades de trabajo y realización personal? ¿O habrá solo jauntxos que atenderán a la tiranía de los mercados y nos esclavizarán bajo su lógica del beneficio y las desigualdades sociales?