Descansa en paz, socialdemocracia

Oskar Matute y Ana Etxarte – Portavoces de Alternatiba

Si tuviéramos que destacar alguno de los hitos que han marcado políticamente la escena internacional en el pasado año, deberíamos situar, junto a la profunda crisis global, el fracaso de la construcción europea o la incapacidad de frenar el cambio climático en Durban, un hecho no tan comentado pero que tiene y tendrá importantes implicaciones políticas: la muerte de la socialdemocracia en Europa.

Así, los últimos cambios de gobierno en Eslovenia, Grecia y en el Reino de España dejan un mapa claramente conservador: la práctica totalidad de la UE están en manos de la derecha, salvo Dinamarca, Rumania, Bélgica y Austria (estos últimos con gobiernos frágiles o en coalición con conservadores); en el parlamento europeo existe una amplísima mayoría conservadora que ha crecido precisamente durante la crisis; la Comisión Europea también está dirigida por un conservador –recordemos que Barroso fue el cuarto personaje de la triste foto de las Azores-. La metástasis de la derecha en Europa nos plantea una tremenda paradoja, ¿Será que preferimos a quienes conculcan derechos, reprimen, impiden el desarrollo de la democracia y desmantelan los servicios públicos, frente a los que defienden derechos y libertades? Obviamente, no es la pregunta que se hace la ciudadanía en un contexto en el que conservadores, liberales y socialdemócratas aplican las mismas medidas y reducen sus diferencias a matices más o menos significativos, insuficientes para enfrentar una crisis como la que vivimos. Así, la socialdemocracia no es una alternativa al statu quo, es tan solo una versión del mismo, una alternancia para aparentar un cambio que en realidad impide.

La crisis no ha hecho sino retratar a esta opción reformista, y 2011 ha significado el entierro definitivo de un espacio político en crisis estructural en las últimas décadas. No se trata de un bache coyuntural, sino de un estado de coma profundo de una socialdemocracia que, aunque en el futuro pueda reaparecer esporádicamente dentro de la dinámica de alternancia –como quizá suceda en Francia-, ha agotado su legitimidad política no sólo por ser incapaz de resolver los acuciantes problemas que sufrimos, sino por ser parte activa en su creación.

Los días de vino y rosas ya pasaron; lejos quedan los 50 y los 60, la época del estado interventor, la regulación de los mercados, del bienestar o de las políticas públicas. Luego llegó la crisis –la de los 70- y los acomodados partidos socialdemócratas se convirtieron en social-liberales (liberales, vaya, como los neoliberales, pero no tan retrógrados en aspectos sociales), tomando parte en todos los procesos de privatización, de desregulación, de financiarización de la economía, de desmantelamiento del sector público. Sí, fueron ellos quienes permitieron y colaboraron en la creación del monstruo que hoy en día nos tiene contra las cuerdas; sí, fueron ellos quienes transfirieron todo el poder a los mercados, esos mercados a los que hoy, cínicamente, en momentos de exaltación de su rebeldía, acusan por su tremendo poder; sí, esos que hablan de un genérico mercado por no decir Botín, Fernández Ordoñez o Mario Fernández, por ejemplo; los mismos que gestionaron la crisis de los 70 nos ofrecen en bandeja la gran crisis del siglo XXI; de crisis en crisis, de oca en oca… pero ya no tiran, porque ya no les toca.

Y no les toca porque el social-liberalismo se muestra incapaz de ofrecer una alternativa. Esto causa gran preocupación en sus propias filas, aunque tienen otro motivo aún mayor de consternación: Ya no hay salida desde sus propios parámetros, ni siquiera la habría si regresaran a las esencias socialdemócratas de los años dorados, debido a que el mundo que han ayudado a crear es muy diferente del de hace tres décadas. Así, ante la crisis civilizatoria actual, ¿Quién devuelve al sistema financiero a la caja de Pandora que ellos abrieron? ¿Quién puede enfrentar los grandes problemas globales, sin medidas profundas y transformaciones radicales en el orden internacional? ¿Quién pretendería devolver a la ciudadanía la soberanía y la autonomía robada con una pseudo-democracia decadente, no participativa y en manos de las transnacionales? ¿Quién, en definitiva, pretendería avanzar en derechos y libertades sin superar el capitalismo, generador directo de pobreza, desigualdad, dictadura y vulnerabilidad? Ya no es momento de reformas ni de cambios graduales; estamos en un momento crítico, y el debate está entre quienes quieren cambiar radicalmente el sistema y quienes lo defienden. Ya no hay espacio para la socialdemocracia, sólo hay oportunidad y urgencia para la izquierda.

La izquierda socialista y alternativa tiene, por tanto, una gran responsabilidad, y mucho camino por recorrer. Debe estar a la altura del momento que vivimos, aprendiendo de los errores de la socialdemocracia: mensaje radical,  alternativo, integrador de luchas; frente al oportunismo, la indefinición y la  unidimensionalidad de las propuestas socialdemócratas; visión estratégica a largo plazo, frente a coyunturalismo y electoralismos; formas horizontales, democráticas, equitativas y amplias de entender la política –que por supuesto no es coto privado de los partidos- frente al verticalismo y la robotización del militante socialdemócrata; claridad en la necesidad de construir hegemonía desde la izquierda, frente a alianzas con derechas y derechillas.

En Euskal Herria también tenemos que tener muy presente este mensaje: la socialdemocracia está en su tumba, y todo empeño en resucitarla correrá su misma suerte. precisamente en esa misma tumba. Aquí no vale con ser menos malo que los malos. Nuestra referencia no son ellos –la derecha- sino la que el momento exige: construir hegemonía desde una alternativa radical. Estamos en un momento ilusionante de generación de espacios y herramientas de articulación de diversas izquierdas –en los que Alternatiba participa-, y debemos tener en cuenta la historia y la coyuntura presente, tener altura de miras, para conducir este proceso, sin prisa pero sin pausa, a una transición post-capitalista,  una transición superadora y radical del sistema.

Por ello, en este 2012, Alternatiba se asoma a la tumba de la socialdemocracia y le dice: “descanse en paz, descanse para siempre”. Volveremos de vez en cuando, y no para honrarla, sino para garantizar que la tumba sigue bien sellada.

Video-entrevista: La reforma de la negociación colectiva (Joseba Villareal – ELA)

Actualización enero de 2011. Los duros recortes anunciados por el Gobierno del PP y las insaciables reivindicaciones de la patronal, nos invitan a rescatar este video sobre la reforma de la negociación colectiva.

Entrevistamos a Joseba Villareal, responsable de negociación colectiva del sindicato ELA, sobre la reforma de la negociación colectiva iniciada por el gobierno español. No explica qué consecuencias tendrá la misma y nos aclara conceptos como el de la ultraactividad o el descuelgue salarial.

Alternatiba alerta de que los primeros recortes de Rajoy atacan a los más débiles

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha alertado hoy del carácter “neoliberal” de los primeros recortes anunciados por el Gobierno de Mariano Rajoy, “que atacan a los más débiles, como los trabajadores que reciben el Salario Mínimo Interprofesional o los perceptores de ayudas para el alquiler”.

Matute ha censurado las medidas que pretende adoptar mañana el consejo de ministros, principalmente la congelación del SMI en su cuantía actual, “ya de por si paupérrima, de 641,4 euros mensuales”. Desde Alternatiba han recordado que el salario mínimo en el Reino de España ya es de los más bajos de Europa, solo por encima del portugués en la UE de los 15 y la mitad del establecido en países como Irlanda, Bélgica o Francia.

Al hilo del momento elegido por Moncloa para anunciar los primeros recortes que el PP llevará al Congreso para su aprobación en enero, el portavoz de la formación de izquierdas ha denunciado la “falta de vergüenza al mostrar el Real sueldo anual de 293.000 euros que cobra el monarca español mientras congelan el salario mensual real de 641 euros sus súbditos”. Igualmente, ha denunciado el fin de la llamada renta básica de emancipación, recordando que “con el presupuesto declarado de la casa real podría pagarse la ayuda al alquiler de casi 7.000 jóvenes vascos durante medio año”.

Para Matute, es “lamentable” que las personas trabajadoras que cobran un sueldo anual inferior a los 9.000 euros vean reducido su poder adquisitivo, ya de por sí tercermundista, por tercer año consecutivo, ya que Zapatero tampoco actualizó el SMI en función del IPC. Desde Alternatiba, han vuelto a demandar una subida del salario mínimo “inmediata y urgente” hasta los 1.000 euros para seguir elevándolo progresivamente en años posteriores, por ser inferior a lo que proponen la Organización Mundial del Trabajo y el Parlamento Europeo.

Finalmente, el portavoz de Alternatiba ha vuelto a apostar por la “alianza de las izquierdas para frenar la ola de recortes reaccionarios que, recién asumido el cargo, empiezan a anunciarse desde Madrid”.

Contrapoder frente a su poder

Llega un momento en el que tan solo se desea que llegue el desenlace para, así, tener claro cual es el peligro al que uno se enfrenta y, si las ganas y las fuerzas acompañan, empezar a poner en pie la resistencia y, si es posible, el contrapoder.

Y de eso se trata. Una vez investido el presidente Rajoy, y nombrado su gobierno, desde Alternatiba no podemos sino proclamar que nos situamos radicalmente frente a él y su gobierno. Sin medias tintas.

Tenemos muy claro que mientras el pueblo, las gentes de Euskal Herria, pide paz, justicia, empleo digno, derechos, respeto e igualdad, el mal gobierno del PP solo ofrece sumisión, españolismo, machismo, injusticia, marginación y exclusión.

No hay duda. La composición de su gobierno deja bien claro hasta que punto nada podemos ni debemos esperar de un presidente que ha optado por seguir vendiendo su país a los mercados, los derechos de los y las trabajadoras a los mercaderes y las ansias de libertad de pueblos como el nuestro a la extrema derecha mediática.

Solo de ese modo puede verse lo que estamos presenciando. Un gobierno formado entre otros, y decimos de forma consciente otros ya que este es el género que predomina de forma insultante, con gentes como Luis de Guindos en la cartera de economía que tiene como aval el haber sido directivo de Lehman Brothers. Premio de cartera ministerial al exdirigente de una de las empresas causantes de la crisis. Evidentemente, esto no es una buena noticia para la clase trabajadora, y menos aún para las cinco millones de personas en paro.

El nuevo presidente, el que fuera tocado por el dedo de Aznar, miente sin reparo al hablar de planes. ¿Alguien se cree que pueden ahorrarse 16.500 millones de euros rebajando impuestos? ¿Algún iluso que piense que disminuyendo aún más el empleo público no seguirá aumentando el paro? Los que a buen seguro aplauden las promesas de Rajoy son la patronal y la banca. La reestructuración del sistema financiero avanzará, y lo hará borrando cualquier atisbo de carácter público en las cajas de ahorro y fomentando la cultura del riesgo financiero.

Pero el perfil neoliberal y reaccionario del nuevo ejecutivo no acaba ahí. Decide nombrar ministra de Sanidad e Igualdad a Ana Mato, reconocida y furibunda antiabortista para mayor escarnio de todas las mujeres, a las que se les cierne como amenaza la privación a la soberanía para decidir sobre su propio cuerpo.

Apuesta como responsable de Defensa por un exdirectivo de la empresa armamentística, quizás para poder atender con el mimo que reclaman a todas las empresas del sector, caracterizadas por contribuir al desarrollo humano a través de la fabricación de bombas de racimo, misiles o minas anti-persona.

También devuelve a la arena política a personajes protohistóricos como Arias Cañete que no son capaces de aparecer en los medios salvo para proclamar y enseñar no solo su perfil predemocrático, sino su machismo recalcitrante y casposo.

Tampoco oculta su talante totalitario el dueño de la cartera de Interior, Jorge Fernández Díez, que para garantizar la paz social no duda en lanzar advertencias encubiertas a cualquier persona que ose mostrar su indignación en la vía pública.

Y podríamos seguir puesto por puesto para llegar a la obvia conclusión para cualquier ciudadano o ciudadana de izquierdas en Euskal Herria: Este gobierno no es el nuestro, no nos gusta y no nos representa.

Por eso, porque no nos representa, solo nos queda una opción, descartando quedarnos de brazos cruzados, que no es sino la de empezar a articular la resistencia y el contrapoder desde aquí, desde la izquierda de Euskal Herria.

Es importante que seamos capaces de seguir generando espacios de colaboración y participación directa entre todos los sectores sociales, sindicales y políticos que aspiramos a una Euskal Herria soberana y construida desde la izquierda. Porque no existe mejor manera de mover a quienes permanecen inmóviles que el empuje de un pueblo que de forma decidida les lleve a abordar un escenario democrático de resolución del conflicto político basado en el dialogo, la no violencia y el respeto a la voluntad libre de la sociedad vasca .

Que demostremos con nuestro funcionamiento democrático radical y nuestra agenda multidimensional que existe alternativa a su despótico ejercicio del poder. De la misma forma que la revolución será mundial o no será, nuestra Euskal Herria se construirá desde abajo y desde la izquierda o no se construirá.

Porque frente a su servilismo a los mercados y sus medidas, reformas y recortes de derechos laborales tenemos nuestra apuesta a favor de la democratización y ecologización de la economía, de la soberanía alimentaria, de la nacionalización de la banca y del aumento salarial y un mejor reparto de la riqueza hoy acumulada en unas pocas manos.

Porque somos capaces de responder a su ejercicio de obediencia a los especuladores con el poder popular que les replique con contundencia que con los derechos no se mercadea, que las personas están por encima de las cuentas de resultados, del dinero, y que una sociedad solo será justa e igualitaria cuando caminemos por la senda de ruptura con el patriarcado que todavía hoy domina las relaciones sociales de dominación en todos los ordenes de la vida.

Y si somos capaces de articular nuestra respuesta, de forma unitaria, plural pero sin perder contundencia, estaremos más cerca de lograr esa Euskal Herria con la que cada vez un mayor numero de personas se atreve a soñar, una Euskal Herria soberana, en todos los niveles, libre, igualitaria y justa. Ese es nuestro reto.

Alternatiba considera bochornoso dejar el gobierno en manos de los que instigaron la crisis

El nuevo equipo de Gobierno de Mariano RajoyEl portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha lamentado hoy que tanto la investidura de Rajoy, como la presentación de su “bochornoso” equipo de gobierno, hayan puesto de manifiesto lo que desde la izquierda de Euskal Herria se temía: “La sumisión y servilismo a la doctrina liberal que nos ha llevado a la actual situación de crisis y una nula voluntad para abordar el proceso de paz y normalización política que la sociedad vasca reclama”.

Desde la formación de izquierdas, integrada en la coalición Amaiur, se ha asegurado que “no seremos una oposición dócil ni silenciosa ante las políticas reaccionarias” del nuevo ejecutivo, “es más, nos encontrará enfrente”, ha añadido Matute: “Nuestro compromiso es hacer frente a sus políticas de recortes, a la enésima reforma laboral en ciernes, a la negación de derechos colectivos e individuales y a la sumisión de los poderes públicos a los dictados que llegan desde instancias financieras internacionales”.

Alternatiba ha apelado a la responsabilidad de la izquierda, para oponerse con claridad a la ola de recortes y al “conservadurismo más rancio” que representan Rajoy y su equipo, que “deja Economía en manos de un ex de Lehman Brothers, instigador directo de la crisis; deja la Sanidad a una persona que niega abiertamente a las mujeres el derecho al aborto y regala Defensa a un empresario de la industria armamentística para seguir aumentando el déficit que acumula un ministerio innecesario”.

Por todo ello, Matute ha hecho un llamamiento expreso a la ciudadanía de Euskal Herria para “dar respuesta conjunta y articular resistencias” frente a los ataques a la dignidad de las mujeres, de los trabajadores y trabajadoras, de las personas inmigrantes, a la naturaleza y al pueblo vasco, “porque si somos capaces de frenarlos hoy estaremos construyendo los cimientos de un contrapoder nacido desde abajo y desde la izquierda”.

Como empresario y como trabajador, voy a votar a Amaiur

Iagoba Itxaso – Militante de Alternatiba

Una autónoma con algún empleado a su cargo, una pareja dueños de una pequeña tienda de barrio en la que trabaja alguien más que ellos mismos, el miembro de una sociedad limitada con pocos trabajadores… todos ellos son empresarios y miembros de la patronal.

Todos ellos, siguiendo teoría escrita ya hace muchos años, parecen miembros de lo que se viene a llamar la pequeña burguesía. Aunque la realidad es que cuando se creó este término la sociedad era distinta a la que tenemos hoy en día. Gracias entre otras cosas a muchos años de lucha obrera, es muy fácil encontrar un trabajador con experiencia y un buen puesto, que tiene unos ingresos muy por encima que uno de esos empresarios y miembros de la patronal. También es fácil imaginar que ese trabajador bien remunerado o con muchos años cotizando, tenga ciertas inversiones que le convertirán de facto en algo que bien podríamos denominar pequeña burguesía -y que algunos denominan aristocracia proletaria-, como acciones de bolsa y otro tipo de bienes. El caso es que a veces para alguien puede ser difícil ver a uno de estos trabajadores, como una cosa distinta a un obrero de toda la vida, y a un empresario como los que comento, como algo que no sea la patronal explotadora, sin duda captando de forma excesivamente literal ciertos discursos de izquierda tradicional.

Pero al igual que en la revolución industrial, cuando el sistema se apoyaba en el esfuerzo del trabajador; actualmente, y también en Euskal Herria, el sistema igualmente se sustenta en el sacrificio de las microempresas, en esos pequeños negocios que incluso suelen llevar el apelativo de “familiares”. Más de la mitad de los trabajadores son contratados por PYMES y gran parte de estas PYMES son microempresas. Microempresas que debido al sistema neoliberal que impera actualmente, se sitúan en clara desventaja respecto a la competencia. No en vano son siempre los primeros afectados por una crisis financiera como la que estamos viviendo. No hay más que darse un paseo por cualquier oficina de una entidad bancaria para consultar como, en los momentos más difíciles, cuando mantener la facturación precisamente requiere nueva inversión, simplemente no hay crédito para las microempresas. Todos sabemos que una parte del índice de paro actual, está formado por esos emprendedores a los que no se ha sabido defender cuando han llegado las vacas flacas. Esos emprendedores no sólo han tenido que despedir a sus trabajadores, sino que ahora están arruinados y ahogados por las deudas. Porque el pequeño empresario, ese emprendedor que se hace autónomo o forma su pequeña empresa, por supuesto firmó el crédito o créditos necesarios para llevar a cabo su actividad con su aval personal, esos créditos que sostienen en un alto porcentaje el sistema financiero.

Este sistema actual que por un lado dice alentar a los emprendedores -y en Euskal Herria de eso no falta-, por el otro pone techo a su crecimiento. Ante dificultades limita las posibilidades de su supervivencia, de existir estas posibilidades, a un esfuerzo continuo, que muchas veces significa pura autoexplotación por parte del autónomo o socio asalariado de la empresa. No hay que ser un parado de larga duración para darse cuenta de que este sistema no funciona. Tengo bien claro que un autónomo que no llega a fin de mes incluso metiendo sesenta horas a la semana y va a tener que despedir a su único compañero para irse ambos también al paro, puede ver que esto de la “libre competencia europea” no es un juego en el que las reglas se hayan realizado pensando en él, y que si se ha hecho, no ha sido como jugador, sino como peón.

Pero si incluso como yo se tiene la suerte de pertenecer a una microempresa solvente, que ha sabido ganarse un hueco en su mercado, que tiene un motor que funciona incluso en el peor terreno imaginable en su sector; incluso con esta perspectiva; puede resultarte fácil mirar a tu alrededor y ver cómo este sistema capitalista neoliberal sólo nos lleva a mayor desigualdad, y a la destrucción de lo que hemos creado.

Hoy tenemos un gobierno español que no merece ni de cerca denominarse socialista que, más allá de haber recibido el legado de unas políticas cortoplacistas destructoras, han reaccionado tarde y mal, atendiendo punto por punto lo que les ordenaban unos neoliberales europeo,s a los que no les importa ampliar la desigualdad hasta lo insostenible en el estado español con tal de persistir en sus feudos. Mañana ese gobierno del PSOE dejará via libre para el que viene, ese Partido Popular neoliberal extremo que “cómicamente” será un gobierno continuísta en lo económico respecto al del PSOE.

Desde Euskal Herria el PNV supone un enemigo de la microempresa allá donde consigue cuota de poder, y es que no hay más que echar un vistazo, por ejemplo, a la crisis comercial bilbaína y sus orígenes, para poder argumentar tal afirmación. Ahora, tras apoyar al PSOE en su suicidio, y teniendo un discurso en lo económico que no dista del clásico del PP, en la nueva legislatura española sólo podrán representar un papel de lucha contra una supuesta recentralización y a favor de un más que supuesto autogobierno.

Para mí resulta tremendamente sencillo tachar a las políticas neoliberales y la derecha actual, como un atentado contra el obrero, simplemente echando un vistazo a la naturaleza de las medidas que se han impulsado desde Europa. Si estás de acuerdo con esta afirmación podrás ver que de la misma forma, son también un atentado en contra del autónomo, del microempresario e incluso del pequeño empresario. Naturalmente, a la larga, si realmente comprendemos por qué el neoliberalismo y este sistema capitalista no funciona, podremos ver lo siguiente: que la derecha actual y quien le sigue el juego, está en contra de todo aquel que no esté preparado para recoger las ganancias y levantar el vuelo en el momento adecuado, incluso aunque forme parte de ese 1% del que hablan los estadounidenses.

Eres autónomo, tienes tu pequeño negocio o eres socio de una microempresa, sí; y tu hogar es una Euskal Herria gobernada por los neoliberales; pero comprendes que o abrazamos unas alternativas socialistas inteligentes, o no tendremos futuro. Comprendes que la defensa de la clase trabajadora es tu defensa, porque eres un trabajador. No permitas que ideas ancladas en el pasado pasen por tu cabeza y te digan que puedes ser un pequeño burgués, y que tu lugar no es la izquierda. No, no lo permitas, porque la derecha también apoya sobre tu espalda su sistema explotador, porque tú también formas parte del Pueblo Trabajador Vasco y nadie puede decirte lo contrario, porque tú también debes luchar por la defensa de Euskal Herria, y porque no será desde la derecha ni desde España desde donde vendrán las alternativas. La alternativa viene de casa, y desde la izquierda; esa nueva izquierda real que ha conseguido ponerse de acuerdo para formar la mayor alianza de nuestra historia con un claro objetivo. Una izquierda plural que quiere decir desde las instituciones españolas que hay otro modo de gobernar y que, desde una perspectiva completamente internacionalista, necesitamos el derecho a ser pueblo y a decidir como pueblo, para poder llevar adelante esa nueva forma de gobernar igualitaria y socialista. Por eso voy a votar a Amaiur, porque es una coalición que me defenderá en el congreso y senado españoles, porque nos defenderá a todos.

Demasiada gente, muy pocas personas > Igor Navarro

Igor Navarro > Militante de Alternatiba y candidato al congreso por Amaiur

Recientemente hemos sabido que ya somos 7.000 millones de personas las que habitamos en el planeta tierra. Algunas voces, profundamente interesadas, hablan de superpoblación, es decir, que en el mundo hay demasiada gente presionando sobre los recursos existentes, y de qué este ritmo de crecimiento de la población es insostenible económicamente.

Esta afirmación es absolutamente falsa, el problema no reside, ni mucho menos, en la cantidad de habitantes del globo, ni siquiera en el carácter finito de nuestros recursos naturales. La raíz del problema de la falta de recursos con la que tienen que sobrevivir gran parte de la población mundial no se encuentra en los miles de millones de habitantes de China o India… La verdadera causa del problema la debemos buscar mucho más cerca, en los alrededores de casa y en la casa de nuestros vecinos, en los países más avanzados del mundo.

De esos 7.000 millones de personas que compartimos vivienda, es muy posible que más de 6.500 millones no llegue a consumir ni la mitad de los recursos naturales por hectárea y habitante que les pudieran corresponder, en cambio, los otros 500 millones, entre los cuales nos encontramos todas y cada una de las personas que estamos leyendo esto, consumimos tres, cuatro y hasta diez veces más de los recursos que nos corresponden.

La huella ecológica es un indicador del impacto que generamos en los recursos existentes del planeta con lo que consumimos y con nuestros desechos. Evidentemente, la huella ecológica que dejamos no es la misma para todas las personas, ni en todos los lugares.

Se ha calculado que a cada habitante nos correspondería por año utilizar los recursos naturales generados en 1,8 hectáreas de terreno. Actualmente utilizamos de media alrededor de 2,5 hectáreas por persona. La diferencia no parece tan exagerada sino fuera porque los habitantes de países como los Estados Unidos de Norteamérica hacen uso de 9,5 hectáreas por persona y los habitantes de Honduras únicamente de 1,3 hectáreas. Pero si queremos observar los extremos, tenemos que los habitantes de Emiratos Árabes Unidos hacen uso de 11,8 hectáreas y que los habitantes de Afganistán apenas llegan a las 0,5 hectáreas.

Por cierto, la huella ecológica de los habitantes de China e India es de 2,1 ha y 0,9 ha respectivamente; y el impacto de la ciudadanía del Reino de España es de 5,7 hectáreas por persona y año, casi el triple de lo que nos corresponde.

Con todo esto podemos decir que menos de 1.000 millones de personas consumimos el 95% de los recursos naturales del planeta, dejando para esos 6.000 millones restantes únicamente las sobras, o ni siquiera eso, ya que consumimos mucho más de lo que el planeta es capaz de generar y producimos más desechos de los que puede asimilar.

El ritmo que es insostenible no es el del crecimiento de la población mundial, sino el del consumo que tenemos los habitantes y las empresas multinacionales del “el mundo occidental”, que son, somos, realmente quienes estamos esquilmando los recursos del planeta.

El planeta está superpoblado, efectivamente, está superpoblado de empresas multinacionales que agotan los recursos naturales sin que les importe en absoluto las consecuencias ecológicas de sus acciones. Superpoblado de consumo capitalista indiferente al desigual reparto de los recursos. Superpoblado de neocolonialismo y neoliberalismo, de agresiones a la naturaleza y de guerras con el único fin de apoderarse y explotar indiscriminadamente recursos naturales.

Lo dicho, demasiada gente y muy pocas personas.

Oskar Matute en Anoeta: «No quieren que cambie nada porque tienen miedo a perderlo todo»

Arratsalde on hona hurbildu zareten ezkertiar, ekologista, feminista, sindikalista, abertzale eta subiranista guztiei. Zoriondu behar zaituztet, Belodromoa bete egin dugunok argazki historiko baten parte garelako, zutik dagoen herriaren irudia osatzen dugulako, herritar guztientzako askatasuna eta duintasunaren bila dagoen herriaren oihartzuna garelako. Gora Amaiur! Gora zuek!

Vivimos tiempos decisivos, tiempos intensos para nuestro país. Tiempos de movilización social, de luchas populares y también tiempos de esperanza de paz y solución para un conflicto político que no puede prolongarse ni un minuto más. Y quienes estamos hoy aquí, somos y representamos parte de esa esperanza, de esa ilusión por dar la vuelta a un sistema político, social y económico profundamente injusto y antidemocrático para Euskal Herria.

Y lo cierto es que en el actual momento de crisis que padecemos; económica, de valores, de sistema, el PP, el PSOE y el PNV solo son capaces de ofrecernos sumisión al capital, paro, destrucción de nuestro medio ambiente, precariedad, desigualdad e injusticia, hasta convertirnos en esclavos sometidos a la dictadura de los mercados.

Eta merkatuen aurrean burua aspaldi makurtu dutelako jendearen haserrea eta indignazioa eragin dute. Hemen haserre horrek badu izena, Amaiur!

Amaiur ha llegado para decirles que ha llegado el momento de romper las cadenas y gritarles con fuerza que este pueblo, sus gentes, están en pie y que está dispuesto a pelear por todos sus derechos, que va a conquistar su libertad!

Libertad para construir una Euskal Herria donde la igualdad de mujeres y hombres sea una realidad y no un deseo y el patriarcado un vestigio del pasado, donde cada persona tenga el derecho a amar a quien desee tenga el sexo que tenga, donde la preservación de nuestra amalurra sea obligada y destierre de nuestras tierras los macro proyectos, donde el ejercicio de la soberanía alimentaria sea la forma más justa de preservar nuestro agro y a nuestros baserritarras. Una Euskal Herria donde la cultura nazca del pueblo y para el pueblo, no con uno, sino con mil kukutzas!

Guztion artean eta guztiontzat eraikitako Euskal Herria, behetik eta ezkerretik, erabat demokratikoa, bere langileen borroka amaitezinarekin harro dagoena, haien eskubideen eta duintasunaren defentsan grebara atera direlako. Jakin dezazuen: zuen borroka gure borroka da.

Vamos a conseguir tener una nación soberana capaz de participar de la lucha otros pueblos. Aquella frase del Che nos recordaba que “la solidaridad es la ternura de los pueblos”. Y al igual que él pudo hacer, llegará un día en que un ciudadano vasco se suba al estrado de las Naciones Unidas en su condición de representante del estado 195, porque el 194 será Palestina, para proclamar al mundo que existimos!

Y para la consecución de este objetivo tendemos un puente a todas aquellas personas que en Euskal Herria aspiren a que la igualdad, la democracia, la justicia social y la solidaridad sean una realidad.

Gure helburua lortzeko iraultza demokratikoa behar dugu, herri honek ahots burujabea izan dezan, aldaketarik nahi ez duten elite politiko eta ekonomikoen gainetik. Ez dute aldaketarik nahi dena galduko duten beldur direlako.

No quieren que cambie nada porque tienen miedo a perderlo todo.

Y tal vez, algunos, probablemente los del PP, se embriaguen de éxito el día 20. Pero que tengan muy clara una cosa: Que su victoria será muy amarga porque su resaca y su dolor de cabeza tienen un nombre, Amaiur, y que no cesarán hasta que este pueblo y sus gentes sean dueñas de su futuro.
Etorkizuna gurea da, elkarrekin eraiki dezagun zubia

GORA EMAKUMEEN BORROKA!
GORA EUSKAL HERRIA SOZIALISTA!
GORA EUSKAL HERRIA ASKATUTA!

Gas en Araba: Oportunidades, precipitación y fracaso

Mikel Oseguera – Alternatiba Araba

El 14 de Octubre, el Lehendakari Patxi López junto al consejero de Industria Bernabé Unda anunció, con motivo de su visita a un campo de extracción de gas en Dallas (EEUU), la existencia en Araba de recursos de gas no convencional. Se estima que el volumen del yacimiento sea suficiente para garantizar el suministro de gas a Euskadi durante 60 años. No es de menor relevancia que la extracción de este recurso se hace a través de técnicas no convencionales de fractura hidráulica. Técnicas pioneras cuyo desarrollo, fundamentalmente en EEUU, está evidenciando el potencial destructivo para el medio ambiente de las mismas. Por una parte conlleva la antropización de las áreas vírgenes para convertirlas en instalaciones de explotación; y por otra la intervención en el subsuelo con la alteración de los niveles freáticos y la contaminación de las aguas.

En Alternatiba entendemos que la preservación y el respeto al medio ambiente está muy por encima de los intereses energéticos y económicos. La experiencia demuestra que construir modelos insostenibles con beneficios económicos a corto plazo supone la ruina a medio y largo plazo. Según la Ley 34/1998 sobre el Sector de los Hidrocarburos, las empresas solicitantes de los permisos de investigación y exploración son las responsables de proponer las medidas de protección medio ambiental y planes de restauración. Actualmente, en actividades con amplia tradición en nuestro territorio como las obras civiles (túneles, movimientos de tierras, etc…), las medidas de protección medio ambiental no están a la altura de las circunstancias y no hay más que visitar algunas obras para constatar que no funcionan.

¿Cómo se puede garantizar el éxito de la protección medio ambiental en técnicas de fractura hidráulica si no existe experiencia en el estado?, ¿Cómo puede la administración dar por buenas esas medidas si no tienen ninguna experiencia en este sector? A nivel internacional la experiencia también es escasa, y ya están empezando a destaparse escándalos medio ambientales en Estados Unidos y Francia. ¿Nos vamos a fiar del buen hacer medio ambiental de las únicas empresas con algo de experiencia en la fractura hidráulica? ¿Empresas cuyo único objetivo es el beneficio económico? ¿Cuales son las medidas de protección presentadas? ¿Existen estudios pormenorizados de la hidrogeología de la zona?

En todo caso, solicitamos que se haga pública toda esta información para que sea evaluada por expertos independientes. De lo contrario, estaríamos afrontando desnudos un tremendo reto medioambiental; así lo creemos en Alternatiba. Consideramos una temeridad comenzar a explotar nuestro subsuelo inmersos en un estado de absoluta ceguera medioambiental. No podemos olvidar que Araba representa el último paraíso natural medianamente virgen dentro de la CAPV, lo que lo convierte en nuestro pulmón natural y que debemos tratarla con responsabilidad para no transformarla de una manera irreversible en aras de un efímero y volátil desarrollo. Por ello exigimos que ante la falta de certeza científica sobre las consecuencias de la fractura hidráulica en Araba se cumpla el principio de precaución recogido por la legislación europea.

Por otra parte, no podemos olvidar que el gas natural no deja de ser un combustible fósil. A pesar de que su uso genere en menor medida gases con efecto invernadero en relación al carbón y al petróleo, el método de extracción por fractura hidráulica puede liberar cantidades ingentes de metano convirtiendo el uso del gas no convencional en algo tan contaminante como el resto de combustibles fósiles. Por lo tanto, encaminar la estrategia energética al gas no convencional nos aleja del horizonte de basar la estrategia energética vasca en energías renovables.

No podemos dar la espalda a la importancia que tiene la independencia energética para la soberanía de Euskal Herria. En esa línea, recientemente, el Lehendakari puso en valor éste proyecto como un paso fundamental para que Euskadi sea autosuficiente en materia de gas. ¿Es esto cierto? Todo este proceso es competencia y viene gobernado por el Ministerio de Industria español. ¿Va a dirigir dicho ministerio la explotación del “Gran Enara” hacia la emancipación energética de la CAPV? ¿O la va a integrar en la política energética española?

Todo este proceso se está planteando como el principio para convertir a Euskadi en una potencia europea de gas no convencional. Alternatiba no lo ve así, el consorcio con empresas norteamericanas con cerca de un 60% de participación desprende un apestoso hedor a colonialismo de explotación energética. ¿Está garantizado que el proceso tecnológico vaya a enraizarse en el tejido de nuestra ingeniería o resultará que Araba pone terreno y gas y las empresas norteamericanas lo explotan? ¿Cual va a ser el posicionamiento concreto de nuestra ingeniería en el proceso? En el contexto de crisis endémica actual del sistema y una vez que se ha demostrado el agotamiento del modelo económico español basado en la especulación y el ladrillo, queda patente la relevancia de la inversión en conocimiento e I+D. ¿Vamos a dejar pasar la oportunidad de generar tecnología en Euskal Herria importándola desde EEUU teniendo la materia prima en nuestro subsuelo? No podemos cerrar los ojos y está claro que se requiere de la participación de empresas con experiencia en el sector. Pero éstas nunca pueden liderar con más del 50% de participación una actividad que gira entorno a un recurso que no les pertenece. Entre otras cosas porque no podemos dejar en manos de empresas extranjeras actividades tan íntimamente ligadas a nuestro territorio. Y porque los beneficios de nuestros recursos no pueden irse en un 60 % ni a EEUU ni a capitales privados.

Por todo lo expuesto, desde Alternatiba solicitamos a todas las instituciones implicadas que se aborde el tema de los yacimientos de gas no convencional con la cautela y responsabilidad necesarias, alejándonos de actuaciones precipitadas promovidas por intereses económicos y cortoplacistas que nos puedan conducir a un nuevo atropello contra la naturaleza. Solicitamos que no se avance en la intervención en el medio hasta que las consecuencias ambientales estén claras y que, llegado el caso, se garantice que cualquier proceso de explotación del “Gran Enara” redunde mayoritariamente en los intereses energéticos de Euskal Herria.

Exigimos que, en caso de garantizarse la sostenibilidad del proyecto, se aproveche para generar una auténtica potencia tecnológica en nuestro territorio, cuyos beneficios se destinen al desarrollo de las energías renovables en Euskal Herria y a desarrollar políticas de concienciación ciudadana orientadas a la reducción del consumo energético. Así mismo, desde Alternatiba pedimos un debate amplio que abarque agentes políticos y sociales, al tratarse de algo tan estratégico como la política energética de Euskadi para los próximos 60 años.

Dadas las circunstancias, creemos que lo más sensato es seguir invirtiendo en el conocimiento del alcance medio ambiental de esta técnica y en generar un sustrato tecnológico en Euskadi antes de comenzar los trabajos, mientras observamos activamente el desarrollo de la fractura hidráulica a nivel internacional. Exigimos la paralización del proceso del gas no convencional en Araba.

Cuando hablamos de economía, déjense por favor de democracias

Ana Etxarte y Asier Vega –  Portavoces de Alternatiba

No es ni mucho menos el ánimo del presente artículo defender al primer ministro griego por convocar un referéndum para validar el acuerdo de rescate con la UE. Muy al contrario, pensamos que éste ha aplicado en su propio país, y sin la mínima piedad, la cada vez más hegemónica doctrina del shock. Así, rechazamos frontalmente su ortodoxa política de recortes sociales draconianos aprobados con un fuerte rechazo social, de privatización, de desregulación y de fuerte represión de la protesta. “Buen trabajo, Yorgos” diría sin tapujos Milton Friedman, padre del neoliberalismo salvaje, valga la redundancia.

Tampoco se trata de valorar si este anuncio llega o no en el momento oportuno; si hubiera sido más eficaz o no celebrarlo cuando los recortes no se habían producido; si no debe tener el pueblo griego siempre –antes, ahora y en el futuro- la capacidad para decidir cuál debe ser su política económica y sobre quién debe recaer la responsabilidad de la situación generada. Por supuesto que sí, siempre y en todo momento los pueblos deben tener la capacidad de decidir, así debería ocurrir en todo sistema democrático –muy lejos de la realidad actual-.

No obstante, ¿La idoneidad, pertinencia y viabilidad de la celebración de un referéndum en estos momentos, tal y como se ha anunciado, depende de si es el momento oportuno? ¿Oportuno para quién? ¿No tienen los y las griegas el derecho a rechazar o a validar -ayer, hoy y mañana- lo que unas camarillas, en alianza con los mercados, han decidido previamente? Nuestra respuesta es clara, el pueblo siempre tiene la soberanía para decidir, independientemente del contexto y situación. Antes, mejor, pero ahora, también.

Y ahí está el asunto. Lo que pretendemos denunciar es precisamente las grandes carencias democráticas en las que vivimos que, además, son jaleadas por todo el statu quo. Lamentablemente estamos viviendo una deriva absoluta de la democracia liberal, donde los y las ciudadanas cada vez tenemos menos capacidad para tomar las decisiones que inciden en nuestras vidas. Si esto es así en términos generales, ya, en términos económicos, podemos hablar directamente de dictadura. “De economía, mejor hablamos las personas mayores, que sabemos de esto…” parecen decir a una supuestamente infantilizada ciudadanía las castas dirigentes.

Así, nosotros y nosotras no podemos dejar de alegrarnos por el anuncio de referéndum -independientemente de su justificación, e independientemente de que pensemos que hubiera sido más eficaz antes-, y queremos a su vez denunciar el carácter amenazante, mafioso, camorrista y dictatorial del conjunto de instituciones y partidos políticos, bien de la derecha socialdemócrata (con perdón) o de la derecha-derecha. No es nada nuevo, ya ocurrió en el Reino de España el pasado verano con la oscura aprobación de la reforma constitucional del límite de déficit (para esto sí vale cambiar la constitución). En definitiva, el mensaje del sistema es claro: la economía, para los mercados; la democracia, para validar cada cuatro años lo que dictan los mercados.

Frente a esta lógica verticalista y privatizadora de la toma de decisiones debemos hacer una apuesta por la democracia radical, y apoyamos la convocatoria de un referéndum en Grecia, esperando que el resultado sea NO, un rechazo frontal a los preacuerdos alcanzados. Decimos SÍ al referéndum y NO al preacuerdo, y lo hacemos con argumentos muy concretos.

En primer lugar, por pedagogía política, por necesidad de que la economía se sienta bajo la soberanía de los pueblos, y no al revés, como ocurre ahora.

Decimos SÍ al referéndum porque entendemos que la lógica aplicada en Grecia –y de la que este preacuerdo no es más que un nuevo eslabón- es errónea, incoherente, y antipopular. La dinámica de rescate permanente y de recortes sociales condena a Grecia a un callejón sin salida, y únicamente intenta salvaguardar los intereses de la banca y de los grandes agentes financieros, que sufrirían grandes pérdidas en los mercados de deuda y CDS. No es el interés griego el que prima, sino la voracidad de los mercados.

Decimos NO al preacuerdo porque creemos que la bancarrota griega es la única estrategia viable en estos momentos. Ésta puede permitir una renegociación general del conjunto de su deuda –incluyendo la revisión e impago de aquélla que se considere ilegítima-, de cara a iniciar realmente una nueva senda de transformación social, sin la dependencia permanente del yugo del sistema financiero.

Y decimos SI al referéndum y NO al preacuerdo porque creemos que, si queremos solucionar de verdad los problemas actuales, vayamos a la raíz de la cuestión: regular el mercado financiero; impedir la especulación; impedir legalmente los superávits estructurales de Alemania sin mejoras sociales ni políticas expansivas; construir una Europa, con una política presupuestaria y fiscal armonizada, en base a los derechos y no a los intereses.

¡Democracia en la economía y en todas partes, frente a los mercados, poder popular!

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