Fatuarte: «No contarán con nuestro voto para lavarle la cara a Iberdrola»

Intervención en el pleno municipal de nuestra compañera de Alternatiba y concejala de EH Bildu en Bilbao Alba Fatuarte en torno a una moción sobre la pobreza energética. En la misma, crítica duramente la actitud de un equipo de gobierno (PNV-PSE) que junto con el PP le lavan permanentemente la cara a multinacionales como Iberdrola.

Estos días de invierno tenemos más presente que nunca el concepto de pobreza energética: Un fenómeno multidimensional, que trae un descenso de la calidad de vida de muchas personas, especialmente de las mujeres, por ser como siempre las más pobres entre los pobres. Esta cuestión ha sido abordada en el Pleno de hoy a raíz de una propuesta de Udalberri. La moción de Udalberri, además de proponer una actuación de ámbito municipal, pone, a nuestro entender, el acento sobre todo en instar al Gobierno español a que apruebe o modifique varias leyes del ámbito estatal.

Desde Euskal Herria Bildu creemos que esa vía no tiene mucho recorrido y en cambio hacemos una apuesta clara por la soberanía energética. Euskal Herria tiene capacidad para ello, o sí al menos para ser mucho más autosuficientes energéticamente que lo que lo somos en la actualidad. Para ello, debemos desarrollar nuestro modelo propio, convirtiendo a la ciudadanía en pieza central de la transformación y poniendo todas nuestras herramientas políticas y sociales a su servicio.

Debemos volver a conseguir que la energía sea un derecho y un patrimonio de la ciudadanía, recuperar el control popular sobre la energía, para poner en marcha una transición energética que nos lleve de un modelo que destruye el entorno y empobrece a la ciudadanía, a un modelo energético verde, distribuido, popular y soberano. No queremos vivir sometidas a este modelo energético caduco y destructivo que explota desenfrenadamente los recursos naturales que las multinacionales del oligopolio energético utilizan en su propio beneficio, convertido la energía en negocio, valiéndose de la pobreza de la mayoría de la sociedad y utilizándola como arma para acrecentar su riqueza.

Oligopolio formado por empresas como Endesa o Iberdrola, indigna multinacional de ostentar el título de Ilustre de Bilbao, cuyo presidente bromeaba hace pocos días ante una subida histórica del precio de la luz en plena ola de frío. Y esto me lleva a la enmienda presentada por PNV y PSOE, ante la cual nos preguntamos si cuando se refiere a “mantener sus políticas encaminadas a evitar las consecuencias de la pobreza energética” significa seguir refrendando convenios como el que firmaron con Iberdrola en octubre de 2015, el que desde entonces apenas se le ha aplicado a una veintena de personas, y que encima deriva dinero público de las AES a una multinacional que gana miles de millones de euros al año, para que no les corte la luz a personas que no pueden asumir el pago del recibo.

Porque si significa eso, seguir lavando la cara a Iberdrola y compañía, hacerles propaganda pedaleando en un bici estática en la plaza elíptica, desde luego no van a contar ni con nosotras ni con las personas que por ejemplo se han manifestado esta mañana frente al Gobierno Vasco en Bilbao exigiendo el cierre de una central nuclear obsoleta que representa un modelo energético desfasado, que carga impuestos al sol para beneficio de algunas multinacionacionales en cuyos consejos de administración tienen poltronas varias compañeros de partido de algunos de ustedes, señores del PP, del PNV y del PSOE.

Y por eso tampoco contarán hoy con nuestros votos para aprobar la enmienda que han presentado. Un texto que propone  “mantener el sistema de protección social de que se ha dotado Euskadi”. Bien, permítanme que les lea algunas conclusiones del informe anual del sindicato ELA sobre protección social en la CAV presentado anteayer: La parte de riqueza destinada a protección social en la CAV está en el grupo de cola europeo, por debajo de estados como Portugal, Grecia o el Estado Español. Para alcanzar la media Europea los recursos económicos destinados a protección social en la CAPV tendrían que aumentar al año en 3.000 millones de euros, aunque los datos indican que el nivel de protección social está recortándose. Es posible aumentar notablemente el nivel de protección social, pero ello requiere voluntad política.

Y nosotras ante esta realidad preguntamos: ¿Esta es esa maravilla que ustedes proponen mantener? Nosotras desde luego no apoyaremos mantener un sistema que tiene mucho de propaganda pero poco de compromiso real con el bienestar y la dignidad de las personas de este país, Gracias.

EH Bildu Bilbo

Matute: «Si de cada empleo digno se generan 3 empleos indignos la estadística crece pero la miseria se multiplica»

Nuestro compañero de Alternatiba y diputado de EH Bildu en Madrid, Oskar Matute, interviene en el pleno del Congreso en torno a la Proposición no de Ley relativa a la derogación de la reforma laboral y a la elaboración de un nuevo Estatuto de los Trabajadores. Vídeo y transcripción de la intervención:

Subimos nuevamente a esta tribuna para decir que no a la reforma laboral que lleva a cabo el Gobierno del Partido Popular, pero para decir también que no a la anterior reforma laboral que llevó a cabo el Gobierno en ese caso o en ese momento el Partido Socialista Obrero Español porque siempre, y podríamos echar la vista todavía más atrás y ver todas las reformas laborales que ha habido en el Estado español, lo que nos hemos encontrado ha sido más inestabilidad laboral, más precariedad y peores condiciones en el puesto de trabajo. Esa ha sido la tónica desde que arrancaron las reformas laborales para con los y las trabajadoras. Pero la última reforma laboral al menos sí nos enseña tres aspectos: el primero es que se puede tener empleo y ser pobre de solemnidad, que se puede cronificar la pobreza, que se puede condenar a la cadena perpetua de la pobreza a millones y millones de personas, haciendo el trabajo compatible con la necesidad de tener ayudas sociales para poder tener una vida siquiera mínimamente digna; el segundo es que las mujeres vuelven a ser expulsadas del mercado laboral o relegadas a los puestos de peor categoría para volver así a agilizar el mercado laboral sobre la base de la exclusión de un sector que pelea con justicia por su igualdad de derechos; y el tercero es que condena a los jóvenes al exilio o a la semiesclavitud o directamente a la esclavitud.

Nos hablan de que ha creado empleo, pero habría que decir qué tipo de empleo. Si de cada empleo digno se generan tres empleos indignos, la estadística crece, pero la miseria se multiplica. Y nosotros, diciendo todo esto, vamos a señalar que apoyaremos la propuesta, pero también decimos con claridad que no nos parece que la solución venga por la generación de un nuevo estatuto del trabajador. Creemos que existen espacios autónomos de lucha, que el marco vasco de relaciones laborales es un magnífico espacio autónomo de lucha de clases, porque precisamente, frente a las necesidades que impulsa el FMI cuando dice que recomienda otra reforma laboral que haga contratos indefinidos atractivos para el empresario, mayor seguridad jurídica a las empresas en el despido y mayor flexibilidad en las condiciones de trabajo, nosotros queremos seguir reivindicando las treinta y cinco horas, las cláusulas sociales y las condiciones de trabajo digno para los y las vascas.

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Matute: «Si el CETA es tan importante, ¿por qué no se somete a referéndum?»

Intervención del compañero de Alternatiba y diputado de Euskal Herria Bildu Oskar Matute en el Congreso de Madrid en torno a la proposición no de Ley sobre el Acuerdo Económico y Comercial Global (AECG-CETA). Vídeo y texto de las palabras de Matute:

En primer lugar, quiero destacar la pertinencia de este debate porque aunque mucha gente pueda pensar que el CETA ya está aprobado, seguramente gracias a la labor de algunos medios de comunicación y determinados poderes como el Gobierno, que por la puerta de atrás, en funciones, decidió validar el CETA, el debate todavía no está ni mucho menos cerrado, tan solo ha pasado uno de los tres pasos necesarios; le queda el segundo, que es la Eurocámara, donde probablemente la familia socialista europea, la de los liberales y la de los conservadores, unirán sus votos y harán que también se pase ese segundo trámite de validación del CETA; pero les queda el tercero, que es la aprobación en cuarenta escenarios diferentes -algunos van más allá del escenario nacional- que profundizan más en la democracia, bajándola más hacia abajo a través de un proceso federalizante, como en Valonia.

Iremos de frente. A nosotros no nos gusta el CETA ni el TTIP. Para nosotros y nosotras, para las gentes de Euskal Herria Bildu, y no solo para las gentes de Euskal Herria Bildu, estos son acuerdos o megatratados de última generación fundamentales y fundamentados en la defensa de los intereses de las clases dominantes y en la consolidación de la fase actual del capitalismo, que no es otra que la de otorgar todo el poder a las transnacionales y sustituir la democracia por una ‘corpocracia’. Hemos visto cómo todo vale para imponer el CETA y todo valdrá para imponer el TTIP. Lo hemos visto en Valonia, hemos visto cómo han tenido que soportar presiones y coacciones, y no lo decimos nosotros y nosotras, lo han dicho aquellos que han tenido que sucumbir incluso a esas presiones y coacciones calificadas como intolerables. Pero a la vez hemos visto cómo en Hungría no se hacía nada cuando Hungría decidía no cumplir con la cuota de admisión de refugiados; ahí hemos visto la verdadera cara del proceso de construcción europea, del proceso de consolidación económica en el que estamos, que es aquella que prioriza el capital por encima de las personas. Es una etapa en la que los derechos humanos están por debajo en orden de prelación de los derechos comerciales o de los derechos de las transnacionales. Aunque solo sea por solidaridad con un Parlamento como el valón, habría que estar en contra del CETA.

Se habla mucho del autogobierno de la Comunidad autónoma vasca, se dice que tenemos cotas de soberanía inimaginables, pero hemos visto cómo Valonia puede hacer lo que a nosotros y a nosotras, a los vascos y a las vascas no nos dejan, que es intentar frenar el CETA.

Como decía el Che Guevara, parafraseándole, ojalá igual que él decía uno, dos y muchos Vietnam, haya una, dos y muchas valonias. Pero si el asunto es tan importante, y en eso coincidiremos todos y todas, ¿por qué no se somete a referéndum si además todos y todas aceptaremos que nuestros ciudadanos y nuestras ciudadanas están formados y tienen capacidad crítica?

Termino diciendo que apoyaremos la iniciativa porque hoy igual que hace cuarenta y tres años nos seguimos haciendo la misma pregunta: ¿por qué han de ser míseramente pobres para que otros sean exageradamente ricos? Fidel Castro

Resto de intervenciones del debate

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Matute al PP-PSOE: ¿Alguno de ustedes aceptaría para sí o sus hijos-hijas salarios de 650 euros?

Intervención de nuestro compañero Oskar Matute ayer en el Congreso de los Diputados de Madrid, en torno a la proposición de Ley sobre fijación de la cuantía del salario mínimo interprofesional.

En primer lugar, en nombre de Euskal Herria Bildu, quiero agradecer al grupo proponente que haya traído esta iniciativa a debate en esta Cámara. Creemos que es un tema de vital urgencia o de urgencia vital, como cada uno lo quiera entender, porque se dirige a preservar la vida y la dignidad de las personas; en definitiva, de vidas dignas de ser vividas, algo que conecta con la acción política y con los propósitos fundamentales de Euskal Herria Bildu en nuestro país, en Euskal Herria.
 
 
Hoy, en el año 2016, tenemos que asistir al entierro del mal llamado Estado del bienestar y a la certificación de un Estado que se contenta con, mediante la caridad, repartir la miseria, porque no hay otra forma de llamar al salario mínimo interprofesional que actualmente rige en todo el Estado español que esa, la de miseria. Siendo esto así, señorías del Gobierno y partidos políticos que lo sostienen, ¿no les da vergüenza ofrecer a sus ciudadanos y ciudadanas, a aquellos que ustedes han empobrecido con recortes, con su política de sumisión a la troika, con salarios mínimos interprofesionales como el que aquí nos trae a debate, un salario de 650 euros al mes? ¿Alguno de ustedes cree que se puede sobrevivir mes tras mes con 650 euros? ¿Alguno de ustedes aceptaría para sí o para sus hijos e hijas un salario de este tipo?
 
Porque no se engañen, ustedes, nosotros y nosotras sabemos que, por desgracia, para la gente que se incorpora al mercado laboral esos salarios se convierten en su suelo y su techo. Salarios de 650 euros al mes mientras vemos cómo grandes empresas y sus directivos se embolsan millones mensualmente; así es como se enriquecen las empresas, con una cobertura política que les permite legalmente robar a los trabajadores para el enriquecimiento de unos pocos. Así ha sido mientras han gobernado tanto unos como otros durante muchos años. En esto tampoco ha habido grandes diferencias.
 
Debemos señalar que Euskal Herria Bildu no comparte la literalidad de la propuesta presentada, porque no creemos que fijar un salario mínimo interprofesional para el conjunto del Estado uniforme y lineal sea la mejor manera de abordar las diferencias que en la actualidad existen en el Estado español. Echamos nuevamente en falta que no tomen en consideración las realidades nacionales diferenciadas del actual Estado español, también en términos económicos, porque la carestía de la vida seguramente no es la misma en un lugar que en otro; probablemente vivir en un sitio o vivir en otro requiera de más o menos
recursos económicos. Reclaman ustedes un salario mínimo interprofesional de 800 euros mensuales.
 
Desde nuestro punto de vista, es claramente insuficiente para cualquier ciudadano o ciudadana del Estado español, pero aún más para los ciudadanos y ciudadanas vascas en su conjunto. Usando su cálculo, basado en la Carta Social Europea, el salario mínimo interprofesional en Euskadi tendría que ser 1.288 euros y en Nafarroa de 1.234 euros. Es nuestra voluntad cambiarlo todo para poder cambiar también en nuestro país este tipo de medidas. Siempre hemos sido y seremos solidarios con la clase trabajadora del Estado español. Como decía alguien hace más de tres décadas, lo que nos une a las y los trabajadores vascos con las y los trabajadores españoles y franceses no es pertenecer a una misma nación, sino pertenecer a una misma clase. Por eso, y a pesar de las diferencias, apoyaremos la iniciativa.

No eres clase media, iluso

Luis Salgado – Alternatiba

No es la primera vez que escribo sobre este tema y, aún a riesgo de ser pesado, estoy convencido de que no será la última. Y es que la primera razón revolucionaria es no doblegarse ante lo “asentado” y defender la verdad por encima de cualquier convencionalismo. No podemos permitirnos desfallecer ante una mentira repetida mil veces. No podemos permitir que se apropien del lenguaje. Esos son los primeros pasos para dar carta de dogma a una mentira. Mentira que distorsionará después cualquier discurso que de ahí parta.

En las últimas fechas, a raíz del BREXIT y de los resultados de las elecciones generales estoy teniendo que soportar el clasismo de los desclasados por encima de mis posibilidades, y aunque mi capacidad de incidencia es sumamente limitada, no por ello voy a darme por vencido. Me parece de estupidez insidiosa que alguien pueda juzgar la capacidad de decisión de otra persona en función de su situación social y/o edad, y hacerlo además desde una supuesta superioridad moral del “conocimiento académico” al tiempo que se empeñan en demostrarnos que asumen los posicionamientos ideológicos del Sistema al que dicen querer combatir. Y lo asumen sin despeinarse, y así, mientras nos dicen que no hay clases, que no hay izquierda ni derecha, sin despeinarse atacan “lo rural”, atacan a las clases populares, atacan a las personas mayores, diciendo que no están preparadas para entender su mensaje. Incluso he llegado a leer quien pone en cuestión que una persona sin un nivel académico tal o cual deba tener derecho a poder ejercer el voto, o que pasada una edad no deberían poder decidir sobre ámbitos que afectan al futuro de la sociedad y a la juventud. (Esto último ha sido un mantra muy utilizado tras el referéndum británico incluso en algunos medios de información) Y sin darse cuenta, asumen el discurso oficial del Sistema y nos lo venden como si fuera pólvora nueva.
 
Aún más penoso, si cabe, es que alguien que diga combatir este Sistema asuma, sin atisbo de duda, el discurso neoliberal de la Clase Media. Esa entelequia sin Orcos. Y aquí me voy a permitir unas definiciones básicas que cualquier persona tendría que tener claras, y más si esa persona pretende darnos clases a los demás.
 
Nobleza;  Aquella persona que, en base a unos privilegios, normalmente de corte dinástico, es poseedor de patrimonio y prebendas que le permitan vivir sin trabajar.
Burguesía; Aquella persona  que vive de las plusvalías generadas por un tercero.
Clase Media; Aquella persona que puede vivir de las rentas generadas por su patrimonio.
Proletario; Aquella persona que depende, de forma directa o indirecta, de la venta de su trabajo a un tercero.
 
Cierto que ninguna frontera es inamovible, estanca y fija, pero la norma existe, y esa norma dice que tú, asalariado, autónomo, NO eres Clase Media, por muchos títulos que tengas, por muy alto que sea tu salario, ese siempre dependerá de un Burgués que te de trabajo y pague tu nómina, y si no encuentras a ese Burgués vendrás a trabajar de camarero, albañil o minero para subsistir. Por cierto que son profesiones tan honorables como cualquier otra, sino mucho más honorables que algunas con alta remuneración. Y es la incomprensión de esto lo que nos lleva a adoptar posturas elitistas inconcebiblemente estúpidas. Porque es cierto que ésta democracia no está pensada para los proletarios, por eso algunos la llamamos Democracia Burguesa. Pero el motivo no es la cultura o incultura de no sé qué sector social medida en títulos y carreras, sino la dependencia y el miedo que provoca este reparto social.
 
Para ejercer la Democracia Real lo básico es que el individuo sea libre y no se encuentre chantajeado por un tercero. Y eso excluye a todo el proletariado que sabe que no tiene garantizada de forma alguna sus más básicas necesidades de manera autónoma. (Del efecto terrorífico del heteropatriarcado mejor hablar en un post exclusivo.) Si escuchásemos a la calle nos daríamos cuenta que no son una ni dos las personas que argumentan su voto a la derecha por el miedo a que el Empresario huya ante cualquier cambio. Discurso que tan bien explotan los partidos de derecha desde el PP hasta el PSOE pasando por los regionalistas jeltzales.
Esa es, o debería ser la lucha fundamental de quien busca democratizar la sociedad, liberar a quien está oprimida, eliminar toda barrera social, de clase, de género, de diversidad, para generar personas libres que decidan libremente. Y aquí se ven las costuras de algunos. El problema no es tanto una cuestión de cultura o edad, el problema es el clasismo que destila esta sociedad desclasada y aquellas personas que, incluso desde la izquierda, tienen miedo a que la libertad sea sinónimo de pérdida de privilegios. De esa forma es fácil entender que una propuesta revolucionariamente libertadora como sería la generación de una Renta Básica de Ciudadanía se tope con tantos recelos, incluso de quienes dicen querer cambiar el Sistema pero que a la postre están demostrando ser parte del mismo.
 

Un debate real sobre la pasante de metro

Jon Albizu – Alternatiba

Llevamos unos años en los que, desde algunas instituciones y partidos políticos. se viene dando un debate sobre lo que viene a denominarse «Metro de Donostialdea». Desde EH Bildu venimos trabajando un plan que afronte todos los aspectos relacionados con la movilidad, incluido el desarrollo ferroviario.

El uso inteligente aunque torticero que se ha hecho de esa palabra «metro» es un ejemplo de la falta de profundidad que se ha dado en este debate, que ha apelado más a emociones y tópicos que a un debate real sobre las necesidades de movilidad de las y los donostiarras y guipuzcoanos.

Lo cierto es que antes de este supuesto debate sobre el metro, Donostia contaba –y sigue contando– con dos servicios ferroviarios que atravesaban la ciudad y no sólo conectaban a Donostia con localidades a medio o largo recorrido, sino que también ponía en relación a barrios de la ciudad y localidades muy cercanas entre si. Se trata de la línea Renfe que, entrando desde Pasaia Antxo, recorre Donostia hasta Hernani, y la línea Euskotren que, con una entrada similar, continúa hacia Lasarte-Oria. Es decir, Donostia ya tenía dos líneas de tren que interconectaban varios barrios, y dicha red ferroviaria se podría conocer como «metro», siempre y cuando se actualice y mejore como es debido.

Así pues, Donostia cuenta con dos infraestructuras importantes, que precisan modernización y ampliación, pero que ya dotaban a la ciudad de una conexión ferroviaria interesante. Retos como la estación intermodal de Riberas que combine los servicios de Renfe y Euskotren (no digamos ya con una estación de autobuses realmente intermodal) y el desdoblamiento de líneas para mejorar frecuencias, sin embargo, estaban y están aún en el limbo de los sueños.

En este contexto es en el que nace eso que astutamente se ha llamado «Metro de Donostialdea». Lo cierto es que Donostia contaba con un recorrido ferroviario urbano de mayor implantación que el de la capital vizcaina, pero le faltaba uno de los elementos más clásicos que definen un metro. ¿Ser subterráneo? No: lo que realmente diferencia un servicio de metro son unas frecuencias que lo hagan atractivo, normalmente por debajo de 10 minutos.

Al hablar de Metro de Donostialdea se habla de realizar unas obras ya previstas, como la de Intxaurrondo, y de nuevas obras de gran interés como la nueva de Altza, que desgraciadamente nacerá coja a la espera de acabar su conexión con Galtzaraborda. Pero se plantea, sobre todo, un trazado subterranéo por la Concha para acabar con el fondo de saco de Easo. Y eso, en lugar de llamarlo «pasante» y analizarse en conjunto frente a otras necesidades, se viene a llamar «Metro de Donostialdea» apelando claramente a la contraposición con otros lugares.

Una de las primeras y más importantes necesidades que se dieron para justificar esta obra es que los trenes pudieran pasar cada 7,5 minutos, en lugar de los 15 actuales en la línea conocida como «Topo» (Hendaia/Lasarte-Oria). Basta acudir a la hemeroteca para encontrar como se justificaba esta obra en la necesidad de mejorar las frecuencias. Pues hete aquí que sin haber realizado la pasante de marras, a pocos meses de las elecciones autonómicas, el Gobierno Vasco ha anunciado mejoras de frecuencia en esa línea a 7,5 minutos.

Que los trenes podían circular por Donostia cada 7,5 minutos, sin necesidad de ninguna pasante en la Concha –aunque nos vendieran lo contrario–, ya lo sabíamos. El anterior Gobierno Vasco –casualmente también antes de elecciones autonómicas– ya había puesto algunos servicios dentro de Donostia cada 7,5 minutos (primera hora de la mañana, por ejemplo; se puede comprobar en la propia web). Es una de las pocas partes positivas de las elecciones, que ha traído mejoras en las frecuencias de Euskotren; aunque desgraciadamente parece que son de mejor venta mediática las grandes obras faraónicas, que, junto con las pequeñas mejoras a las y los usuarios, nos cuelan las grandes inversiones que pagamos de nuestro bolsillo… y servicio. Cabe recordar que esa Diputación Foral que tanto dice apostar por esta obra está recortando servicios en Lurraldebus, y no precisamente en las zonas que «taparían» las mejoras de Euskotren.

Podríamos decir, por tanto, que uno de los principales argumentos (sino el principal) para hacer un agujero de cientos de millones de euros por la Concha era que el fondo de saco de Easo impedía mejorar frecuencias. Pues, mire: era tan sencillo como poner más dinero o que llegarán unas elecciones autonómicas.

Claro que cuando algunos han estado vendiendo a la ciudadanía la necesidad de esta obra, y posiblemente haya amigos o conocidos interesados en que esa obra se lleve a cabo, lo último que harán es reconocer que esa obra no es tan prioritaria. Es cierto que esa obra tiene algunas ventajas, especialmentre acercar la parada de Euskotren a las universidades, pero es algo que se puede mejorar con la intermodalidad tren+bus. Y, desde luego, es menos prioritario que otras actuaciones de seguridad y rapidez como el desdoblamiento de vías, la intermodalidad de Renfe y Euskotren en Riberas o finalizar con dignidad la estación de Altza conectándola con Galtzaraborda.

La estación de Altza, que pretenden dejar como fondo de saco absolutamente aislado, es el mejor ejemplo de la finalidad política (y económica) de quienes promueven este proyecto que puede hipotecar otras inversiones que mejorarían nuestra movilidad diaria.

Por ello, sería conveniente que desde las instituciones se promoviera un debate real sobre las prioridades en infraestructuras y servicios y que la ciudadanía sea tenida en cuenta a la hora de ejecutarlas. No sería la primera vez que deciden sobre el transporte público personas que jamás lo usan; personas que, cuanto más hablan de él como el transporte de los trabajadores y trabajadoras, sólo demuestran intereses ajenos a los de la movilidad sostenible y a los de la clase trabajadora.

Publicada en Naiz

Matute: «Pongamos hora, día y lugar para aplicar el pase foral ante las agresiones y ataques a los derechos sociales y laborales a este país»

Entrevistado en Euskadi Hoy de Onda Vasca, el candidato de EH Bildu por Bizkaia, considera imprescindible lograr una amplia representación en Madrid porque son muchas las cuestiones que se deciden a nivel estatal. Oskar Matute ha alertado de que las cuatro formaciones españolas tienen el mismo modelo de Estado. Escucha aquí la entrevista de Javier Vizcaíno íntegra.

Nota de Europa Press sobre la entrevista:

El cabeza de lista de EH Bildu al Congreso por Bizkaia, Oskar Matute, ha instado al PNV a poner «hora, día y lugar» para aplicar el ‘pase foral’ ante «las agresiones y ataques a los derechos sociales y laborales a este país que se producen día a día».

En una entrevista concedida a Onda Vasca, recogida por Europa Press, el candidato de la coalición soberanista se ha referido al hecho de que el presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, apelara este domingo durante un mitin al pase foral para reclamar a los electores el voto vasco.

En este sentido, Matute ha asegurado que «estaría bien» que se empezara en Euskadi a «plantear una línea de conflicto democrático en clave al pase foral que sostuviera que queremos hacer las cosas de otra manera y tener el derecho a equivocarnos».

Tras afirmar que se está viviendo un «tiempo interesante» en el Estado español, ha incidido en que EH Bildu entiende las elecciones generales como «parte de un proceso que nos permita construir mayorías democráticas que puedan llevar hacia delante las propuestas que en este país surgen».

«Nuestro foco de atención está en Euskal Herria, pero eso no invalida que nuestra capacidad de actuación, y denuncia se dé en todos los lugares donde se toman decisiones que nos afectan a los vascos», ha indicado, para añadir que, en la actualidad, se toman todavía muchas decisiones en el Estado español que tienen que ver con cuestiones «que nos afectan en lo laboral, la educación, la vivienda, lo medioambiental».

«GUILLOTINA DEL AUTOGOBIERNO»

Asimismo, ha subrayado que, cuando desde Madrid todo lo que te viene es «una especie de guillotina a la capacidad de autogobierno propia» es necesario «estar allí para denunciarlo, aunque, sobre todo, la fuerza hay que hacerla aquí». «Vamos a Madrid a denunciar y en Euskal Herria queremos construir», ha expresado.

Preguntado por si la coalición soberanista está dispuesta a apoyar a alguna formación en el Estado que favorezca un cambio en el gobierno, Matute ha advertido que «nadie puede dudar del antagonismo que EH Bildu sostiene con PP».

«Fuimos parte importante del cambio en Iruña, Nafarroa y en Gazteiz. Creemos que el PP y el PSOE son partidos que sostienen un régimen que, a la vez sostiene un estado de las cosas que no nos deja poder desarrollar con plenitud todas nuestras capacidades», ha criticado.

No obstante, ha indicado que las cuatro principales formaciones «comparten una lectura de Estado». «Tienen un marco conceptual que es España, el marco es el mismo y todo lo que plantean lo plantean para todo el territorio como si fuera igual. Incluso las medidas que plantean para hacer frente a la degradación de las condiciones de vida de la gente son iguales para Euskadi que para Ceuta», ha lamentado.

Asimismo, ha reconocido que si hay formaciones, «como en el caso de Unidos Podemos» que defienden el derecho a decidir y «lo incluyen en la agenda será un avance, pero ello será consecuencia de que «ha habido una realidad que lo ha puesto encima de la mesa; en este caso una sociedad muy movilizada como la catalana».

Por todo ello, ha insistido que «hay que ir a Madrid a denunciar, a ser dique de contención de las políticas que agreden nuestras condiciones de vida» y ha asegurado que «está muy bien» apelar al pase foral «como hace el PNV en campaña para señalar la diferencia, pero estaría mucho mejor que pusiéramos hora, día y hora para hacerlo». «Las agresiones y ataques a los derechos sociales y laborales a este país se producen día a día», ha advertido.

Por último, ha considerado que, si en Euskadi hay «una mayoría democrática que está en contra de la reforma laboral o se nos imponga un modelo educativo, estaría bien que empezáramos a plantear una línea de conflicto democrático en clave al pase foral que sostuviera que aquí queremos hacer las cosas de otra manera y tener el derecho a equivocarnos».

Onda vasca

ElDiarioNorte

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