Hacia la huelga general, indefinida y revolucionaria > Luis Mª Salgado (Alternatiba)

Que nadie se asuste por este título, no nos hemos vuelto locos, ni vivimos en un sueño, ni nada por el estilo. Este título simplemente refleja una necesidad palpable, tal y como mantenemos en todos los documentos de Alternatiba, la necesidad de confrontar un nuevo modelo económico y social al capitalismo reinante.

A pesar del desprestigio que tanto desde el poder político, como económico se ha hecho de la palabra revolución. En Alternatiba no nos duelen prendas en decir que esta, la revolución, es un bien propio de quienes creemos que otro mundo es posible. Por que creemos que la revolución no es sino; un cambio rápido y profundo en cualquier cosa o situación, como se define en una de las acepciones aceptadas por la R.A.E. Por que esta crisis, y sus consecuencias no hacen más que confirmar algo que ya sabíamos; al capitalismo no se le reforma, se le combate. Y, si ya antes de que esta crisis cayera sobre los hombros de los trabajadores y trabajadoras con la última reforma laboral aprobada por el Partido «Socialista Obrero» Español, partiamos de este convencimiento, ahora que esta reforma se ha convertido en realidad, no podemos sino luchar con más fuerza si cabe contra un sistema que tiene en la exclusión y la desigualdad sus señas identitarias.

Esta cruel reforma, ha de ser contestada con fuerza por todos los sindicatos, por los partidos y movimientos sociales, por los y las trabajadoras vascas. La próxima huelga general del 29 de junio ha de convertirse en uno de los primeros hitos de una larga lucha por nuestros derechos y contra sus privilegios. Es por tanto una oportunidad para iniciar un camino hacia la unidad de las izquierdas en Euskal Herria, unidad que nos demanda a diario la sociedad. Aquí no han de valer medias tintas, ni quedarse en ambagajes sin sentido. Debemos dar una respuesta firme y contundente al ataque recibido. Debemos convertir la próxima huelga general en un clamor, un grito que movilice y despierte a la sociedad al completo.

Es SU crisis, la crisis de los banqueros, de los grandes mercados, de las multinacionales, y deben ser ellos quienes paguen sus consecuencias. El 29 de Junio ha de ser nuestra primera victoria. Tenemos que paralizar toda Euskal Herria, y es responsabilidad de todos que así sea. Pero tampoco hemos de quedarnos ahí, la huelga general no es un fin en si mismo, simplemente ha de ser el pistoletazo de salida para demostrar a quienes nos gobiernan, a los banqueros y a los empresarios, que estamos dispuestos a luchar, que no vamos a renunciar a nuestros derechos, esos que hemos ganado en la calle con grandes sufrimientos. Nuestra oportunidad para gritar, alto y claro, que queremos una sociedad diferente, una sociedad que sea solidaria, feminista, y radicalmente democrática. Por que solo bajo estas premisas podremos crear una sociedad justa.

Es por todo lo anterior que desde Alternatiba mostramos todo nuestro apoyo a la huelga general del próximo 29 de Junio, y es por eso que ese día saldremos a la calle a gritar; NO, a la reforma laboral.

Pacto ¿Social? por la Vivienda

Alternatiba critica la exclusión de organizaciones sociales del llamado Pacto Social por la Vivienda

DONOSTIA, 16 DE JUNIO DE 2010 – Alternatiba ha denunciado hoy que el Pacto Social por la Vivienda impulsado por el Gobierno Vasco es una «cortina de humo con tintes electorales» que excluye a las organizaciones sociales y que no va a frenar la especulación ni acabar con los ciudadanos-rehenes de hipotecas, ya que carece de medidas reales para solucionar el problema de la vivienda.

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha subrayado que, «una vez más, el Gobierno Vasco hace gala de la utilización del calificativo ‘social’ para presentar propuestas redactadas por y para el capital». En esta ocasión, presenta un pacto avalado, entre otros, por bancos, cajas, constructoras y asociaciones de empresarios, y del que han sido excluidas organizaciones sociales que trabajan día a día con quienes tienen dificultades para acceder a un hogar (jóvenes, personas en desempleo…).

«El consejero de Vivienda tampoco ha contado con el consenso de los Ayuntamientos, que realizan la planificación urbanística en los municipios, ni con las Diputaciones, que establecen la política fiscal», ha añadido el dirigente de izquierdas.

Matute ha denunciado que, en este Pacto Anti-social, se hace una apuesta por la rehabilitación de pisos mediante la reducción del IVA, «medida que no sólo no favorece el acceso a la vivienda, sino que tiene como único objetivo mantener el negocio del ladrillo causante de la actual crisis económica». Se trata, por tanto, de «una huida hacia delante que tan solo se explica por la incapacidad de los gobernantes de tomar decisiones que disgusten a las grandes empresas».

Por todo ello, Alternatiba ha exigido «políticas y herramientas encaminadas a garantizar el derecho a una vivienda digna», entre las que ha destacado la puesta en valor de los suelos de titularidad pública (Gobierno Vasco, Ayuntamientos y Cajas) para construir pisos protegidos de diferentes tipologías. Al mismo tiempo, ha solicitado que se concedan moratorias en los desahucios a familias con todos sus integrantes en paro o que, por estar alguno de sus miembros en situación de ERE, no alcancen a pagar la hipoteca.

«Las Cajas vascas son las primeras que han inflado el precio de los pisos, con la única intención de tener ciudadanos-rehenes de hipotecas. ¿Van a seguir manteniendo la Ley de Cajas que les permite funcionar con criterios de bancos privados?», ha preguntado Matute.

Los árboles que no dejan ver el bosque > Mariano Gómez (Alternatiba)

Una vez más la socialdemocracia sale al escenario como el más firme defensor del sistema capitalista, del neoliberalismo puro y duro, del recorte progresivo de lo que va quedando de lo que en su día se llamó estado del bienestar. 

Han quedado en el olvido la necesidad de refundar el capitalismo, la de hacer un capitalismo con rostro humano. Frases hechas en el momento álgido de la crisis financiera y especulativa mundial, para aplacar iras y calmar algunas malas conciencias. 

No, ahora sólo llegan ayudas a los que ocasionaron la crisis, y recortes y más recortes a los que más la padecen (trabajadores con sus puestos de trabajo en vilo, pensionistas, parados, dependientes), a la sanidad y a la educación pública, aumento de ratios en alumnos y pacientes, menos sustituciones, más cargas de trabajo con, en el mejor de los casos, el mismo personal o con menos, nueva contrarreforma laboral. 

Y de tapadillo para distraer al personal sólo hablan de la reducción de sueldos a los empleados públicos, que, siendo una medida grave e injusta, es posiblemente la menos grave de todas las que se vienen tomando, y hasta no se vende mal ante una parte de la sociedad. 

Se habla de recortes en la inversión pública y no se aprovecha para replantearse megaproyectos de dudosa rentabilidad económica y social, y con gran coste ecológico, apostando por la mejora de las redes de transporte públicas ya existentes, con una mayor eficiencia. Ni de la lucha contra el fraude fiscal, ni de la desaparición del impuesto del patrimonio, ni de la rebaja del de sociedades. 

Y todo desde una cierta apatía, resignación, por parte de la mayoría social. Debemos romper ese muro, convertir la apatía y resignación en rabia y cabreo no disimulado. Debemos recuperar el discurso de la necesidad de un cambio de modelo económico y social que se ponga al servicio del ser humano, de su desarrollo integral, y no de los beneficios de los de siempre y del desarrollismo depredador. 

Todo esto no pasa lejos de nosotros, ni siquiera pasa sólo en el Reino de España, sino que lo estamos viviendo aquí, en esta parte de este pequeño país, donde el Delegado del Gobierno Central, el lehendakari ilegítimo, aunque legal, ya está poniendo en marcha desde hace tiempo muchas de estas medidas (algunas, no nos engañemos, ya empezadas por el Gobierno anterior) y se ha puesto firme ante su jefe y cicerón. 

La izquierda política, social y sindical vasca tiene que dar una respuesta continua, mantenida en el tiempo, sin quemar naves que nos hagan caer en la desilusión, poniendo el acento en la lucha y en la recuperación de la calle, sí, pero también en la labor pedagógica, en la disputa de la hegemonía a los valores dominantes y al discurso oficial. Y no se está haciendo nada mal. Se empezó con la huelga general de hace ahora un año, y desde entonces, corrigiendo errores, se ha sabido mantener ese mismo discurso, primero en el interno de los sindicatos, con delegadas y delegados, después transmitiéndoselo al conjunto de los trabajadores en los diferentes conflictos, por sectores, por comarcas, contagiándoselo al resto de la izquierda política y social. Pero aún queda mucho por hacer: la avidez del FMI , del banco mundial, de los grandes grupos financieros y especulativos, y de todos sus testaferros, no tiene fin. 

Empieza una nueva época, una nueva etapa, y todos nos vamos a tener que ir retratando, ¿ a qué lado de la balanza nos vamos a situar?. Vamos a apostar por seguir siendo la pata izquierda del sistema, su soporte, o por ir situándose en el lado de los que sufren, ayudando a construir la alternativa al mismo. Si hay una nueva huelga general ¿se va a seguir la lógica que dicten desde Madrid, o se va a estar, cada uno desde su especificidad, con la mayoría sindical vasca?. No nos podríamos permitir una doble convocatoria. 

Y no negamos que habrá  momentos en los que tengamos que luchar por restañar heridas, por poner parches, por mantener los derechos sociales que nos van recortando poco a poco, pero, si algo ha quedado claro con esta crisis, es que el problema es el propio sistema, el capitalismo, el neoliberalismo. Y hay que hacerlo saber, y no mirar los árboles caídos sino el bosque que los genera. 

Digámoslo claro y escribámoslo en mayúsculas: Si hay alternativa, pero no dentro de este sistema depredador, y entre todos tenemos que luchar por conseguir que se vaya viendo que puede ser posible llevarla a efecto. 

El 25 de Mayo tuvimos una cita importante, una movilización en defensa de lo público, de unos servicios públicos de calidad, de la sanidad, de la educación, por unas pensiones dignas, contra los recortes sociales. Ahí nos hemos vuelto a encontrar, al igual que debemos hacerlo este sábado,12 de Junio en Bilbo, en la manifestación nacional,  y en la más que probable Huelga General tras la nueva contrarreforma. Debiendo ser todo ello un peldaño más en la escalera de ir construyendo esa alternativa tan necesaria para este país.  

La crisis y su gestión es un argumento que no podemos dejar de enarbolar a la hora de construir sociedad, de construir país. Ahí estamos hablando de lo más básico, de los problemas que «de verdad preocupan a la gente» (eso que algunos tanto nos han repetido una y otra vez). 

Y no olvidemos nunca, cuando hablamos de la recomposición de la izquierda, de la creación de ese gran bloque de izquierda soberanista y alternativa, amplio y plural, el que junto con la defensa del derecho a ser, a existir, a decidir como pueblo,  junto a la defensa de todos los derechos, de todas las personas, de todas las ideas debe estar siempre la reivindicación de otro modelo económico y social,  y de otra forma de ver y de entender la política, desde abajo y a la izquierda.

Yo también soy insistencialista > Oskar Matute (Alternatiba)

Proceso de paz

Hace ya algunos años, los amigos y amigas de Elkarri acuñaron un término que les definía a ellos y ellas y su propio papel en el conocido conflicto vasco. Se definían como insistencialistas. Hacían pues de la necesidad de insistir, una y otra vez, caída tras caída uno de los motores necesarios para que algún día fuese posible alcanzar la paz en Euskal Herria.

Yo comparto con ellos esta visión, y si me lo permiten esa denominación. Creo que en momentos como estos, con perspectivas de resolución más claras que en épocas anteriores, sigue siendo necesario insistir.

Insistir en la necesidad de una paz justa. Una paz que pueda ser presentada por todas las partes involucradas en el mismo como un escenario de ventaja sobre el mantenimiento de la actual situación.

Insistir en el valor de la palabra. El diálogo y la negociación son el camino para la resolución de este y cualquier otro conflicto. Es el uso de estas herramientas para desbloquear situaciones enquistadas la que nos confiere hondura democrática. Aun cuando en este país la alusión a la testosterona tenga más adeptos que el empleo de las neuronas.

Insistir en la posibilidad de que esta vez si sea la definitiva. Son muchos los procesos vividos con final amargo. Hacernos los resabiados para negar las potencialidades del momento presente, desatadas de manera importante, y no hay que negarlo, tras los pasos dados por la izquierda abertzale ilegalizada, no ayuda. Tan solo sirve para investirnos con la triste vitola de videntes del caos.

Insistir en la democratización de la toma de decisión. Los amigos y amigas de Lokarri son un claro ejemplo de cómo es necesario articular una respuesta civil que parta de la misma sociedad civil y que permita al pueblo tomar las riendas del proceso y convertirse en protagonista principal. Esto es más importante si cabe si uno ve cómo los anteriores procesos, bastante opacos, han tenido el resultado que han tenido.

Por eso quiero reclamarme como insistencialista. No me importa que alguien pueda pensar que nuestra buena intención es utilizada por terceros para favoreces estrategias que nada tienen que ver con la paz. Yo insisto en la búsqueda de la paz, del diálogo y la negociación, del derecho a decidir de la sociedad vasca. Y si de esta no lo logramos, no será porque hayamos puesto palos en la rueda.

Me consta que también hay insistencialistas de signo contrario. Aquellos que instalados en el poder,niegan la posibilidad de que se puedan dar avances, los sacan de la ley, los obstaculizan o directamente los niegan. Claro que para muchos políticos, que no todos, el cambio de chaqueta es una práctica inoculada en su ADN. Eso sí a la hora de ponerse medallas los primeros.

Cuanto mejor le iría a este país si todos, repito todos y todas, en todas las facetas de la vida, entendiéramos que la vida y la historia de este país estaba antes de que naciéramos y seguirá después de que nos vayamos. De mientras yo seguiré insistiendo, aunque solo sea por quebrar el pensamiento único.

¿Sobran militantes en la izquierda? > Mariano Gómez (Alternatiba)

Algunos llevamos años, tal vez desde siempre, con esta obsesión. Dicho así parecería una locura. ¿Sobran militantes en la izquierda?. Justo en este momento, en medio de una crisis social y política importante, de una crisis de militancia y de compromiso social que ha ido aumentando año a año, en medio de una crisis de la política, de la forma de hacer y de entender la política, de la propia izquierda.

En medio, no lo olvidemos, de una crisis de sistema que nos podría permitir un mejor y mayor trabajo para agudizar las contradicciones, para disputar la hegemonía social a los valores conservadores que se han instaurado en esta sociedad.

Y es verdad, Euskal Herria no es ajena a la ola conservadora que avanza e impregna cada vez más sectores sociales, no somos ninguna isla, aunque a veces nos lo parezca; aunque sea verdad que partimos de mejores condiciones, de que aquí todavía sería posible plantearse y trabajar por un gran bloque de izquierda que pudiera disputar la hegemonía a las fuerzas de la derecha vasca y española. Pero aquí, en nuestro país, se ve también la crisis y la falta de militancia en cada vez más sectores sociales. Incluso en los propios partidos, cada vez hay menos núcleo militante, cada día hay más decisión por delegación, más toma de decisiones por unos pocos.

Son, han sido, y, desgraciadamente, si no ponemos remedio, serán muchos los partidos de izquierdas que han funcionado como meras máquinas de poder, de marketing electoral, que, en la práctica no se han diferenciado nada en las formas de hacer y de entender la política con las fuerzas de la derecha. Cambia algo, el mensaje, pero la forma de llevarlo a la práctica, es la misma. Incluso en aquellas que han querido mantener un mensaje claro y nítido de izquierdas, lo han hecho desde profesionales que vendían su producto. Han querido ser los altavoces del movimiento, pero sin mezclarse con él. Y, así, de esta forma, es imposible avanzar, es imposible conquistar, disputar parcelas de poder al stablisment . Se acaba cayendo en la profesionalización de la política, en los mismos aparatos de poder, se niega la participación, la democracia radical, la elaboración colectiva.

Terminamos construyendo castas sin control que se retroalimentan así mismas, ya que no tienen otra forma de vida. Y ha habido, hay, y habrá hombres y mujeres íntegras y honestas que se han visto obligados, o les hemos obligado a vivir así. Que en lo personal no han sucumbido. Pero así no construimos sociedad alternativa, así en la mayoría de los casos acabamos pereciendo absorbidos por el poder (y podemos pensar en algunas fuerzas políticas de izquierda que así han terminado en los últimos tiempos). Y vuelta a empezar.

Pero también se corre el otro peligro: el de la organización de hombres y mujeres militantes de partido que van de plataforma en plataforma, de movimiento en movimiento, de reunión en reunión, de manifa en manifa. Que, sin duda son necesarios, pero que no construyen más que hacia dentro, que sólo piensan en engordar sus siglas y no en expandir las ideas, que terminan siendo salseros de mil salsas, de platos diferentes, pero sin terminar de vertebrar ni de dar continuidad a nada. Es muchas veces digna de admiración esa entrega y vocación. Pero, ante todo son militantes de partido, no de la ideas, no del movimiento en sentido amplio.

Y ahí, es donde vemos, desde nuestra humilde opinión, que a pesar de la crisis de militancia, de haberse diezmado la izquierda militante, hay veces que parece que sobran militantes única y exclusivamente de partido. Sabiendo que estos son necesarios, con mecanismos correctores, limitación de cargos, rotaciones. Pero que es lo que más abunda últimamente en la mayoría de las peleas en las que nos encontramos. Y, además, tres, cuatro, o cinco personas de organizaciones diferentes que se disputan el mismo espacio social.

¿Cuántos hombres y mujeres militantes de izquierdas están dedicados a construir movimiento desde la base, movimiento social?. No son pocos, pero cada vez son menos, muchos menos.

Y no estaría nada mal que ahora, en este preciso momento, en el que se puede estar labrando, sin prisa pero sin pausa, la semilla de lo que algún día pudiera llegar a ser ese gran bloque de izquierdas que este país necesita, seamos capaces de reflexionar sobre ello. No podemos caer en la normalización institucionalista, no podemos perder el pulso a la calle. Necesitamos revitalizar, poner a trabajar a hombres y mujeres en movimientos sociales plurales y amplios. Tenemos que tener como tarea fundamental construir sociedad alternativa, potenciar no sólo los movimientos más ideologizados (sindical, ecologista, feminista, internacionalista, antimilitarista), sino también y sobre todo el conjunto del asociacionismo que nos hace llegar a la mayoría de la sociedad (asociaciones de mujeres, de tiempo libre, o.n.g, de jubilados, culturales, deportivas, euskaltzales, de madres y padres, de defensa de derechos y libertades).

Tejer una red de asociacionismo, de complicidades, en el que cada uno a la vez que va poniendo su máximo empeño en ir cumpliendo sus objetivos, desde parámetros totalmente distintos a los dominantes, lo vaya haciendo desde lo particular contribuyendo a construir la alternativa global. Sabiendo que esta es una apuesta lenta, complicada, pero que es la única que nos permite construir desde la base una sociedad diferente.

Y el partido, ese bloque de izquierdas, debe ser el reflejo de ese sentir popular que se va construyendo desde abajo y a la izquierda. Debe ser el reflejo de todo ese quehacer político, debe estar compuesto por hombres y mujeres profundamente implicados en los diferentes movimientos. Debe tener como seña de identidad la elaboración colectiva, la democracia radical, la rotación de cargos, y la implicación social de la inmensa mayoría de sus militantes… Debe ser una red de redes: SAREA…. La voz global, la representación institucional, la carrocería de todo el entramado, del motor social construido, desde la pluralidad, y desde la ilusión por una Euskal Herria diferente, porque, aunque sea difícil debiera ser posible, porque es necesario.

Habrá que seguir hablando.

Señor Ares: somos culpables

? «SIEMPRE HEMOS EXIGIDO QUE SE INVESTIGUE Y PERSIGA CUALQUIER POSIBLE VULNERACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS, INCLUIDA LA TORTURA POLICIAL»

DONOSTIA, 26 DE MAYO DE 2010 – Los representantes de Alternatiba en las Juntas Generales de Gipuzkoa y Bizkaia han presentado hoy ante el juzgado de instrucción número 3 de Bilbao un escrito de autoinculpación en la causa abierta por el consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, contra el abogado Alfonso Zenon, quien denunció torturas de la Ertzaintza a los últimos arrestados en Ondarroa por su presunta vinculación a ETA.

A través de esta autoinculpación, los junteros Jon Lasa, Ander Rodríguez y Jonathan Martínez han querido mostrar su rechazo ante la falta de compromiso de Ares en el esclarecimiento de las denuncias de malos tratos, al tiempo que han subrayado: «

Desde Alternatiba siempre hemos exigido que se investigue y persiga cualquier posible vulneración de los derechos humanos, incluida la tortura policial. Esta seguirá siendo nuestra manera de proceder de aquí en adelante, especialmente mientras exista la incomunicación, así que si Ares considera que la defensa de los derechos de los detenidos es un delito, que actúe también contra nosotros».

En este sentido, los tres parlamentarios forales han informado al juzgado de que, «como miembros de las JJGG, han reclamado el esclarecimiento y la eventual depuración de responsabilidades por los eventuales malos tratos, vejaciones y torturas perpetrados, en su caso, por los cuerpos y fuerzas de seguridad contra los encausados en el procedimiento de Egunkaria, que la sentencia que los absuelve declara creíbles».

A juicio de los representantes de Alternatiba, esta conducta «es equivalente» a la del abogado Alfonso Zenon, ya que «va dirigida a la denuncia y esclarecimiento de eventuales prácticas de tortura, vejaciones y conculcación de derechos fundamentales y, en ambos casos, en ejercicio de las funciones que a uno y a los otros corresponden».

Por ello, han puesto en conocimiento del juez «los hechos que se relatan y, apreciando la semejanza entre las actuaciones, le han solicitado que «amplíe las diligencias» e incluya en ellas a los tres representantes de Alternatiba.

Ni una mujer, ni un hombre, ni un euro para la guerra

NI UNA MUJER, NI UN HOMBRE, NI UN EURO PARA LA GUERRA

En plena expansión militar de guerras y ocupación de territorios las administraciones siguen aumentando las partidas presupuestarias destinadas al Militarismo y continúan sin dar solución y respuestas concretas a las situaciones y problemas más graves que las mujeres, como colectivo e individualmente, padecen- agresiones y malos tratos, separaciones y divorcios, discriminación laboral y feminización de la pobreza, carencia de servicios socio-comunitarios: guarderías, residencias de la tercera edad,…-. Por ello invitamos a la ciudadanía a poner en práctica la Objeción Fiscal al Gasto Militar. Proponemos objetar una determinada cantidad de dinero, en la próxima declaración de la renta, para los proyectos impulsados por los siguientes colectivos de mujeres de Bizkaia:

Centro Asesor de la Mujer «ARGITAN» de Barakaldo.
Centro Asesor de la Mujer «NEBA-NEBA» de Sestao.
Posada de los ABRAS.O.S. Bilbao.

Para socializar esta iniciativa, los diferentes grupos implicados en esta campaña, editaremos 75.000 hojas informativas y se realizarán varias concentraciones para denunciar el alarmante y desorbitado gasto militar que existe en nuestra sociedad mientras muchas necesidades sociales se encuentran aun sin cubrir.

http://www.nodo50.org/informacion-objecion/

El 25 de mayo, ¡huelga!

«Una vez más, el poder político se somete al capital y sus instituciones y se presta a una estrategia que lejos de sacarnos de la crisis la agrava aún más.»

Frente al desmantelamiento de los servicios públicos y el ataque que esto supone para la sociedad vasca, la mayoría sindical de Euskal Herria convoca huelga del sector público

Los recortes planteados por el Gobierno español, asumidos por el Gobierno de Navarra y el Gobierno Vasco, atacan de modo gravísimo al conjunto de la sociedad y afectan de modo especial a los servicios públicos de Euskal Herria y a los empleados y empleadas del sector. Servicios y labor más necesaria que nunca para la sociedad en esta coyuntura de crisis. En respuesta a ello, la mayoría sindical convoca a la huelga al conjunto de los trabajadores y trabajadoras de este sector y llama a toda la sociedad a participar en las movilizaciones.

Más allá de los recortes a las y los empleados públicos, el paquete de medidas y su orientación es un ataque frontal a la sociedad, ya que tiene como objeto el deterioro de lo público, de los servicios que presta, de su calidad y de las condiciones laborales de las personas que garantizan ese servicio. Las medidas planteadas suponen, entre otras, por vez primera la reducción salarial a partir de junio y su congelación para el año 2011, y una seria amenaza para los servicios y el empleo público. Se trata de la estrategia de desmantelación y privatización de lo público que el poder económico trata de llevar a cabo en todos los ámbitos, también en Euskal Herria.

Una vez más, el poder político se somete al capital y sus instituciones y se presta a una estrategia que lejos de sacarnos de la crisis la agrava aún más. Precisamente, en el sentido contrario, el fortalecimiento y desarrollo de los servicios públicos, la mejora de su cobertura y calidad y la creación de empleo público, es el mejor garante para afrontar la crisis y salir de ella. Creamos suficiente riqueza para ello, sólo hace falta un reparto más justo y voluntad política para poder llevarlo a cabo.

Son medidas que la mayoría sindical viene reclamando desde el inicio de la crisis y que los diferentes gobiernos se niegan a ponerlas en práctica con las sabidas nefastas consecuencias. Los sindicatos que formamos la mayoría sindical de Euskal Herria no estamos dispuestos a aceptar que mientras se dan miles de millones de euros a los bancos, nos quieran someter a estas graves medidas, se recorten nuestros derechos y nos hagan pagar las consecuencias que ello va a tener para las empleadas y empleados públicos y los servicios ofrecidos, y, como consecuencia, para los trabajadores y trabajadoras de Euskal Herria.
Es hora ya de que se atiendan las reivindicaciones expresadas por la mayoría sindical y los trabajadores y trabajadoras de Euskal Herria, y que las decisiones sobre el modelo económico y social que queremos construir se tomen aquí.

Por ello, convocamos a todos los trabajadores y trabajadoras del ámbito público a secundar la huelga y llamamos a toda la sociedad a que haga frente a estas medidas y participe en las movilizaciones.
Así mismo, exigimos a las diferentes administraciones del país que se desvinculen y hagan frente a las medidas de recorte impuestas por el Gobierno español, tomen las medidas pertinentes para garantizar nuestros derechos sociales, desarrollen el sector y los servicios públicos y destinen la riqueza que creamos a las necesidades sociales.

ELA-LAB-STEE/EILAS

http://alternatiba.net/old-files/M25cast.pdf

http://alternatiba.net/old-files/KARTELA_0.pdf

Matute: “En un año de legislatura, López no ha hecho nada mínimamente de izquierdas”

Alternatiba ha realizado hoy un balance “muy negativo” del primer año de legislatura del gobierno del tándem PSE-PP, con Patxi López como lehendakari, ya que no ha llevado a cabo “ni una sola propuesta que pueda ser considerada siquiera como tímidamente de izquierdas”.

A juicio del portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, lo único que ha hecho el Gobierno ha sido “tratar de adoctrinar a los vascos” y “profundizar en un modelo desarrollista del capitalismo con una gestión totalmente continuista” que, en temas sociales y económicos, no le diferencia en nada del anterior Ejecutivo del PNV. “Extraña manera de reivindicarse de izquierdas”, ha subrayado Matute.

“En la Euskadi social que preconizan desde el Gobierno Vasco, el paro sigue creciendo, el endeudamiento público se ha disparado, los empresarios y los bancos siguen campando a sus anchas entre prebendas fiscales y ayudas directas y los EREs no paran”, ha afirmado el representante de Alternatiba. Ante esta situación, a Patxi López, “únicamente se le ocurre la apuesta por las grandes infraestructuras, por devastar nuestro territorio y situar en estado crítico su sostenibilidad ambiental a cambio de multimillonarios beneficios para las constructoras”.

En cuanto a la sanidad, Matute ha recordado que, pese a las promesas de los socialistas, “las listas de espera siguen colapsadas, las oposiciones siguen sin publicarse y los servicios sociales siguen sin encontrar ni un desarrollo normativo claro”.

En materia de educación, “a la guerra contra el euskera desatada al inicio de la legislatura de Patxi López, le ha seguido su inacción en la definición del nuevo plan de superación de los modelos lingüísticos”. Además, ha agregado el portavoz de Alternatiba, “entre tanta persecución de símbolos, carteles, fotos y personas, lo único que se les ocurre es sustituir símbolo por símbolo. Donde había una ikurriña, ahora una española, donde había un día de Euskadi se pone otro. Y así suma y sigue”

Todos estos argumentos y muchos más son, en palabras de Matute, los que le llevan a hacer “un triste balance del primer año de Patxi López”, una opinión que “no se sostiene únicamente en su apuesta por el adoctrinamiento social para generar una nueva idea colectiva de país que permita su reelección, aunque sea con trampas, sino que se apuntala con el hecho innegable de que, en el terreno de la Euskadi social, no ha hecho nada”.

10 propuestas contra la crisis

10 PROPUESTAS POSIBLES PARA SALIR DE LA CRISIS:

MÁS DERECHOS, MÁS CONTROL SOCIAL

MENOS DESIGUALDAD, MENOS PRIVILEGIOS 
 

  1. Prioridad por la economía social y solidaria. Debemos avanzar hacia un modelo de economía basada en la participación activa, la solidaridad, la equidad, la inclusión y el feminismo, cuyo fin sea estrictamente satisfacer las necesidades de todas las personas.
  1. Democracia en la economía. No habrá democracia real si la dimensión económica no tiene un control social que garantice su objetivo último: generar unas condiciones de vida dignas para todos y todas. Proponemos la obligatoriedad de la planificación, de los presupuestos participativos en las Administraciones, así como mejores sistemas de control de éstas y de las grandes empresas.
  1. Ecologizar la economía. Prioridad por el ahorro energético y uso de fuentes renovables ecológicas a partir de un sistema exclusivamente público de energía. Desmantelar las centrales térmicas, cerrar Garoña y acabar con la construcción de centrales de ciclo combinado. Para poder cerrar todas las centrales que destruyen el medio ambiente no vale solo con aumentar la producción de energías renovables, es fundamental reducir el consumo energético y la nacionalización del sector energético. Fin del transporte destructivo: Exigimos una moratoria a las carreteras, paralizar la construcción del TAV y un fuerte apoyo tanto al transporte público como al tren social. Gestión sostenible de los residuos. Es posible gestionar los residuos sin incineración, si reducimos los envases y tomamos conciencia del problema. Apoyo al sistema puerta a puerta de recogida de residuos. 
  1. Apoyo a la soberanía alimentaria: Políticas activas de defensa de la soberanía alimentaria, sustituyendo el actual modelo agroindustrial: apoyo a los procesos de producción agroecológicos, a las economías campesinas,  a los circuitos cortos de encuentro productor/a – vendedor/a, y a los mercados locales. Gestión planificada, colectiva y social de los bienes naturales: agua, tierra, semillas, etc. Impedir el uso de transgénicos y luchar contra con las trasnacionales en el sector.
  1. Aumentar la cantidad y la calidad del empleo como prioridad: reparto del trabajo y adelanto de la jubilación a los 60 años. Ante el paro estructural, y después de las últimas décadas en las que la masa salarial se ha reducido notablemente respecto a las rentas de capital, son necesarias medidas audaces para revertir esta situación. Proponemos reducir el tiempo de trabajo para repartir  el trabajo, sin reducción salarial. De esta manera, además, se posibilitaría el aumento de bienestar de la sociedad en su conjunto, pudiendo dedicar más tiempo a la acción política y social, el ocio, etc. En este sentido, también proponemos adelantar la pensión de jubilación a los 60 años, financiada desde el sistema impositivo si fuera necesario. En una situación como la del Estado Español, que lidera la tasa de paro juvenil en Europa, lo más oportuno pasa por adelantar –nunca retrasar- la edad de jubilación, posibilitando la incorporación de los y las jóvenes al mundo laboral en condiciones dignas. Además, las pensiones, al ser un derecho de los y las trabajadoras, se podrá financiar por la vía más oportuna, incluido el sistema impositivo, sin que a nadie se le caigan los anillos si así fuera necesario. Por último, es necesario alterar los sistemas de cómputo para las mismas –años mínimos de cotización, prioridad dado a los últimos años- para que se adapte mejor a la realidad de cada persona. 
  1. Salario Mínimo Interprofesional de 1.200€. Es necesario elevar esta cifra a los niveles europeos para que pueda convertirse en un escudo que realmente proteja a las personas trabajadoras de menor salario.
  1. Nacionalización de la banca bajo control social. Queremos un estado fuerte en la defensa de los derechos y la equidad, y un estado débil en términos represivos. En este sentido, necesitamos un sistema financiero que cumpla su objetivo natural: prestar dinero para la promoción de iniciativas económicas y sociales de las clases populares. Por el contrario, el actual sistema, privado y des-regulado, persigue de manera obsesiva el lucro individual, jugando con los recursos de toda la ciudadanía. Fuera de todo control público se ha construido un sistema financiero opaco que se pone en peligro a sí mismo, atando de por vida a los y las hipotecadas. Es hora de que las instituciones públicas dejen de quejarse de que el dinero que se da a los bancos no llega a las empresas y a las familias. La solución está en recuperar esta herramienta para la transformación social.
  1. Política activa pública en torno a los cuidados. Desde Alternatiba entendemos el trabajo como un concepto amplio, que incluye no sólo el empleo remunerado, sino también toda actividad necesaria para el sostenimiento de la vida social. En este sentido, los cuidados, mayoritariamente bajo la responsabilidad de las mujeres,  son un elemento fundamental de lo que consideramos trabajo. Se debe reconocer este trabajo invisibilizado y no remunerado, e incluirlo en las estadísticas generales. Las instituciones deben garantizar el derecho al cuidado de toda la ciudadanía, dejando de asumir que las familias (las mujeres) son las garantes últimas del cuidado de sus miembros y poniendo en marcha políticas públicas de atención a la dependencia, acompañadas de todos los recursos necesarios para su implementación. Se debe revisar el impacto que está teniendo la actual Ley de Dependencia, sobre todo en la situación de las mujeres cuidadoras, y realizar los cambios en la Ley necesarios, como por ejemplo incorporar dentro de las situaciones de dependencia que se recogen el cuidado de niños y  niñas. Además se deben potenciar todo tipo de medidas que promuevan la corresponsabilidad de los hombres en las tareas de cuidado.
  1. Aumentar el gasto público en servicios sociales, invirtiendo en la mejora de los servicios públicos, revirtiendo así el proceso de privatización actual: apostar por un impulso a la vivienda de alquiler –siempre manteniendo la propiedad pública-, empezando por incorporar al mercado público las viviendas vacías; apostar por servicios que garanticen un sistema público de cuidados eficaz; apostar por una educación pública, laica, emancipadora u equitativa para mujeres y hombres; apostar por la investigación pública de conocimiento a largo plazo.
  1. Revisar el sistema impositivo desde la progresividad: que pague menos quien menos tiene, menos gana, menos contamina y menos despilfarra. Para poder afrontar todas las políticas públicas necesarias, es necesario un sistema fiscal fuerte que impida los regalos en forma de reducción de impuestos que se han hecho a los ricos, y que sea capaz de recaudar los recursos necesarios para hacer políticas públicas. Para ello, proponemos restaurar el Impuesto del Patrimonio u otro impuesto sobre la riqueza; no a la subida del IVA; crear impuestos ecológicos; subir el tipo marginal del IRPF al 50% y el tipo de las rentas del capital al menos al 27%;  la lucha contra el fraude fiscal y el endurecimiento de penas en este sentido.
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