Caminos, acuerdos y desacuerdos políticos

Representantes de EH Bildu en Juntas Generales de Gipuzkoa – Begoña Vesga, Lohitzune Txarola, Idoia Ormazabal y Maite Sarasua

Una vez más Gipuzkoa camina a contracorriente. En el contexto político insti- tucional de nuestro entorno se prioriza el pago de la deuda y se apuesta por pagarla recortando brutalmente el gasto social. Esto está provocando que cada vez más gente viva vidas precarias y empobrecidas, especialmente las mujeres. Que estas sigan sacando la vida adelante con más trabajos de cuidados y domésticos gratuitos, enfrentando un desempleo mayor o empleos que institucionalizan la pobreza salarial. Que hace impo- sible, para quien no pueda pagarlo, conciliar el sostén de la vida con ir al mercado a trabajar o que hace que muchas recurran a la economía reservada para momentos de crisis: el trabajo sexual o el doméstico. Es decir, que cada vez es más difícil que las mujeres sean autónomas y, por tanto, que cada vez sean más vulnerables a la violencia machista.

En Gipuzkoa se prioriza responder a las urgencias de la gente aquí y ahora y transitar hacia un modelo en el que la vida sea sostenida por el conjunto social, no solo por las mujeres, y que pueda ser vivida dignamente por todo el mundo y no solo por algunos a costa del resto. Queremos colocar aquello que está invisibilizado, feminizado y pre- carizado, los cuidados, como eje reorganizador de nuestra economía, de nuestro modelo de organización social, de nuestro sentido común como sociedad como única manera de alcanzar la igualdad efectiva entre mujeres y hombres.

Por eso ha sido tan importante la aprobación, por unanimidad, de la primera Norma Foral para la Igualdad entre Mujeres y Hombres de la CAE. Una herramienta jurídica al servicio de este fin que establece mandatos normativos concretos en el ámbito de la Administración foral, compromete recursos específicos para cumplirlos y define los mecanismos que permitirán evaluar su cumplimiento.

La Norma ha sido elaborada con la ayuda y el amplio apoyo de los diferentes colectivos feministas y la red de técnicas de Gipuzkoa que consideran este cuerpo «una importante herramien- ta que recoge los principios y objetivos de actuación de la Diputación Foral de Gipuzkoa a favor de la igualdad», así como con las propuestas realizadas por Emakunde, en su mayoría aceptadas. Ha sido significativo, asimismo, el diálogo y el debate llevado a cabo con los grupos políticos que ha resultado imprescindible para compartir análisis, acercar miradas y ser capaces de llegar a acuerdos con todos los grupos políticos desde el reconocimiento de las diferencias.

En relación a los acuerdos adoptados en la aprobación de esta Norma, destacamos, por su especial transcendencia, el acuerdo alcanzado con el PSE que ha supuesto la aprobación del compromiso de destinar el 1% del presupuesto corriente de la Diputación Foral de Gipuzkoa al impulso de las políticas de igualdad en el plazo de 6 años. Se trata de una medida-hito porque no hay ninguna norma legal en materia de igualdad que blinde de tal manera las políticas de igualdad y las proteja de las tentaciones recurrentes de convertir las políticas de igualdad en meros discursos o políticas estéticas.

Sin embargo, ha habido una importante discrepancia entre los grupos políticos respecto a la redacción del artículo 46, concerniente en su origen al deber que tiene la Diputación de Gipuzkoa de «eliminar el apoyo institucional, cualquiera que sea su modalidad, a los modelos excluyentes de ocio, cultura y celebración que, amparándose o no en la tradición, entrañen cualquier tipo de discriminación o exclusión de las mujeres». En este mismo artículo se indicaba que la institución tiene la responsabilidad, en paralelo, de impulsar cambios hacia modelos culturales, festivos y de ocio igualitarios y prevenir los conflictos acompañando a los ayuntamientos, apoyando a los colectivos que defienden la igualdad o interviniendo siempre en términos de resolución en los ya existentes.

Una vez más, se ha puesto de manifiesto que el conflicto existente en torno a los alardes de Irún y Hondarribia ha impedido llegar a acuerdos en el contenido del citado artículo 46. Desde la Dirección de Igualdad de la Diputación se han hecho esfuerzos por modificar la redacción inicial proponiendo lo establecido íntegramente en el artículo 25 de la Ley 4/2005, pero los diferentes grupos políticos se han negado a aceptar esta redacción, pese a que el mandato legal obliga a la DFG aunque este no se haga explícito en la recién aprobada Norma Foral para la Igualdad de Mujeres y Hombres. Pero una vez más, se ha evidenciado que no se dan las condiciones para llegar a acuerdos políticos, pues mientras no resolvamos el conflicto de los alardes todo lo referido a las fiestas, el ocio y las celebraciones se verá empantanado.

Desde EH Bildu sentimos la pérdida, porque sigue existiendo una mayoría política que nos aleja de un escenario en el que contemos con unas fiestas inclusivas que no definan el papel de cada cual en función de su sexo, procedencia o posición socioeconómica. Y de unas fiestas que no se privaticen y aspiren, con el apoyo público, a sustituir y representar a lo público.

Pese al hastío de 20 años de conflicto, que pone en evidencia la falta de diálogo habido hasta la fecha entre agentes sociales, instituciones locales, instituciones supralocales y ciudadanía para resolverlo, creemos que se están poniendo las bases sólidas para una futura solución del mismo con el liderazgo de la DFG y otras instituciones como el Ararteko y Emakunde. Y así lo demanda, además, más del 70% de las y los hondarribitarras y las y los iruneses según las encuestas publicadas por el Gobierno Vasco. Tenemos la responsabilidad de facilitar que se recompongan los dolores y sufrimientos acumulados durante tanto tiempo. No hemos conseguido que la Norma Foral de Igualdad lo recoja pero el camino del cambio emprendido para la solución del conflicto es imparable.

La transparencia y rentabilidad de la ‘Y’

Enrique Martínez Flórez – Alternatiba

Hace unos meses en esta misma tribuna tuve la oportunidad de reflexionar sobre la cuestión que hoy me vuelve a ocupar: el AHT o TAV, como cada uno prefiera.

Ya entonces pretendí huir de cuestiones ya descendidas a debate partidista sin que esto suponga desdoro alguno, cuestiones como la sostenibilidad medioambiental o el propio coste de la obra, cuestión esta que al fin y al cabo es una decisión de gobierno, gobernar es elegir, y todo ello sin que dejen de ser criticables.

Entonces me refería a la adecuación del modelo de la denominada Y vasca al territorio sobre todo de lo que este mismo modelo ferroviario trae de la mano con relación a la ordenación del territorio y de ahí a un modelo de producción y de productividad de jornada laboral, de conciliación familiar y en fin, de desarrollo económico y más importante, de desarrollo humano.

Las recientes declaraciones de la ministra Ana Pastor en su visita a Bergara en cuanto a la finalización de las obras y del responsable de ADIF con relación a los tiempos de viaje así como la rápida respuesta del portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka a propósito de la falta de competitividad en caso de confirmarse tales tiempos han vuelto a poner el AHT en la agenda si es que alguna vez ha dejado de estarlo. A pesar de ello intentare nuevamente huir de posturas partidistas y predeterminadas y acudir a una cuestión que resulta de la lectura de los medios tradicionales y digitales.

Lo primero que se me plantea no es sino la duda y el desconocimiento que comparto con el 70% de la sociedad que afirma conocer poco o nada del proyecto del TAV. En una palabra: la cuestión se llama transparencia. En unos momentos en que gobiernos centrales, autonómicos e incluso forales elaboran y aprueban normas sobre la transparencia, en este proyecto, el más importante en términos monetarios, carece de la claridad, concreción y determinación debidas, al menos para mí y al menos en alguna cuestión como las que siguen.

No digo que no sea yo el responsable pero la verdad es que no acabo de saber con certeza cuál es el importe del proyecto, cuales son los sobrecostes y si estos hasta ahora están justificados y aclarados las irregularidades denunciadas por el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas. Tampoco tengo claro cuál es el trazado y si episodios como el ocurrido en la localidad vizcaína de Zaratamo pueden repetirse: me refiero a la construcción de un puente por valor de 14 millones de euros que no va a ser utilizado. Las posturas de los partidos políticos que apoyan esta obra, los unionistas y el PNV, también son objeto de duda.

En las recientes informaciones publicadas en la prensa aparecen reproches entre las administraciones concernidas por el proyecto o lo que es lo mismo.

El PNV y el PP se acusan mutuamente de no apoyar y hacer todo lo posible por sacar adelante el proyecto. La ultima duda dentro de este grupo es saber en qué va a resultar la Y vasca: si va a ser el modo de unión ferroviaria con España y con Francia o como parece por la actitud de los Gobiernos francés y español, va a convertirse en una isla que únicamente unirá las capitales vascas del Sur y sin ni siquiera unir Euskal Herria.

Por otro lado, hay dos cuestiones de naturaleza estratégica que deberá aclarar el responsable de este proyecto de infraestructuras y de las cuales depende el futuro de la obra.

La primera de ellas es saber por qué apostará el gestor del ferrocarril a partir de su entrada en funcionamiento. De un lado, pretender mantener a ultranza la mayor o menor ventaja competitiva, el tiempo, renunciando a las paradas lo que implica necesariamente la desvertebración del territorio y apostar por un desarrollo alrededor de los tres núcleos desentendiéndose del resto del territorio; por el contrario apostar por vertebrar el territorio, con perjuicio de la velocidad.

La segunda de estas cuestiones que considero estratégicas es saber lo referente a la política de precios y rentabilidad que van a aplicarse en el Tren de Alta Velocidad.

Sabido es que la rentabilidad a precios razonables requeriría de un número de viajeros que difícilmente, por no decir imposible, se alcanzará y, por tanto, el gestor deberá optar por reducir precios subvencionando los mismos con lo que se producirá una transferencia de renta de un grupo social a otro, es decir, de clases menos favorecidas a otras que lo son más que son las que utilizan el AVE. Otra opción es saber si bien el gestor podrá optar por mantener un servicio deficitario económicamente y social que requerirá de una u otra manera un rescate.

Publicado en El País

Ley de igualdad. Poco que celebrar

Diana Urrea, Lur Etxeberria y Dani Maeztu – Parlamentarias de EH Bildu 
 
El 18 de febrero del 2005 el Parlamento de Gasteiz aprobó la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres. Su décimo aniversario nos invita a analizarla sosegadamente y a valorar su resultado.

No todas las leyes tienen la misma efectividad ni se aplican con la misma determinación. Existen leyes escritas en mayúsculas que se aplican como norma general; y leyes que, por lo contrario, se convierten en mero papel mojado, como es el caso de la Ley para la Igualdad de Mujeres y Hombres de la CAV. Aun reconociendo que ha generado algunos cambios positivos, son muchas más las normas y medidas que se han quedado en papel. Para Lakua, la Ley de Igualdad ha sido y sigue siendo una ley de tercera categoría, más parecida a una guía de consejos y buenas prácticas, que una ley que define derechos y deberes que se tienen que cumplir.

Los avances más destacados se han realizado en el interior de las instituciones, en ayuntamientos, diputaciones y Gobierno Vasco, en la medida en que sí se han desarrollado algunas medidas recogidas en la Ley. Concretamente, se han ido creando departamentos y unidades de igualdad antes casi inexistentes, con personas cada vez mejor preparadas, conórganos de coordinación y redes de colaboración, trabajando de forma planificada. Todo ello es necesario, aunque no suficiente,para empezar a trabajar con perspectiva de género, prestando especial atencióna los problemas, necesidades e intereses específicos de las mujeres y de los hombres, y desarrollar políticas específicas de igualdad.

Sin embargo, los presupuestos para igualdadsiempre demasiadoescasos, impiden poder incidir con la fuerza necesaria. Elobjetivo de la igualdad entre mujeres y hombres se considera, además, un objetivo postergable, no prioritario, más aún en tiempos de crisis. El que no sea prioritario,los limitados recursos y la escasa financiación son ingredientes perfectos para el fracaso, y las inercias se imponen sobre el cambio.

Es verdad que la Ley introduce elementos con un gran potencial, estableciendo, por ejemplo, que las políticas públicas tienen que ir acompañadas por una previa evaluación de impacto de género.Elloposibilitaría conocer la afección de cada políticaen las vidas de mujeres y hombres antes de implementarla, pudiendo introducir medidas correctoras. Una medida con un gran potencial que, sin embargo, no se está desarrollando.

Los medios de comunicación y la publicidad, siendo instrumentos poderosísimos que transmiten valores y estereotipos sexistas, también son interpelados, aunque la mayoría de los medios parecen obviarlo. Se prohíbe presentar a las personas como inferiores o superiores, o como meros objetos sexuales y se establece que los contenidos deben garantizar una presencia equilibrada y una imagen plural de ambos sexos, al margen de cánones de belleza y de estereotipos sexistas. Principios realmente interesantes que siguen siendo más un deseo que realidad, ya quelos medios y la publicidad no se sienten interpelados por la ley ni por Lakua. Lo más grave es que ni siquiera la radio televisión pública vasca, EITB, se rige por estos principios, dejando en evidencia la debilidad de la Ley.

Respecto a la participación de las mujeres en los órganos de decisión y poder, la Ley de Igualdad establece que la presencia de mujeres y hombres debe ser equitativa.Sin embargo, las mujeres siguen siendo marginadas de estos espacios, perpetuando una situación deapartheid.Enpuestos de responsabilidad política, la situaciónse acerca bastante a la paridad en los cargos más visibles (consejeros/as de Lakua y diputados/as en diputaciones). Pero la situación es enormemente desigual en viceconsejerías, secretarías y direcciones. Las mujeres alcaldes son, igualmente, una minoría. Las instituciones deberían fomentar que las direcciones de otros órganos sean paritarias, tanto en sindicatos, patronales y consejos de administración de empresas, entre otros;  ámbitos que hoy por hoy son casi coto reservado para hombres.

No es menos alarmante la poca o nula incidencia de la Ley en las condiciones de vida de las mujeres, algo fundamental para que la igualdad no sea pura ficción. Poco, nada se ha hecho desde Lakua para implicar a los hombres y a las instituciones públicas en el trabajo del cuidado de las personas, dejando que impere la inercia y el sálvese quien pueda, dejando la mochila pesada de los cuidados sobre los hombros de las mujeres. Y poco o nada se ha hecho para mejorar las condiciones laborales de las mujeres en el mercado de trabajo. Todo lo contrario. El propio Gobierno Vasco está destruyendo empleo público ocupado mayoritariamente por mujeres (en Osakidetzay Educación, p.e.). Resultado: las mujeres siguen perdiendo, siguen sufriendo un desigual reparto del trabajo, siguen siendo empleadas de segunda categoría en el mercado de trabajo y son las cuidadoras principales a tiempo completo, doblemente explotadas. Resulta paradójico que las mujeres, las principales encargadas de sostener la vida y el bienestar, no tengan derecho a disfrutarla.

La Ley de Igualdad establece normas y medidas necesarias para transitar de una situación de desigualdad entre hombres y mujeres a un escenario de mayor igualdad, para transitar de la igualdad formal a la igualdad efectiva;pero no está siendo un instrumento efectivo por falta de voluntad política. Sin embargo, más vale tarde que nunca. Durante años se ha dejado para mañana esta labor, pero mañana ha llegado, mañana es ahora.

Sobre monederos y billeteros

Luis Salgado – Alternatiba

La corrupción es generalizada, sí, no es un problema de manzanas podridas sino de la necesidad de mover todo el árbol, también, y en todas las casas cuecen habas y en la mía a calderadas. Obviedades para empezar y creo que también utilizaré obviedades al finalizar, es lo que tiene cuando la realidad es tan visible, tan patente que nadie la ve.

En los últimos tiempos la alfombra que cubre la mierda que han ido barriendo debajo ya no provoca montículos en el salón sino que rebosa por los bordes y no hay día que no desayunemos un titular sobre el tema. EREs, Gurtel, Barcenas, Pujol, ITV, Kutxabank… Ante esta situación la sociedad mayoritariamente está mostrando su hartazgo y, en buena medida, de hay surge el auge de nuevas fuerzas políticas o de otras que siempre se han percibido cómo diferentes, como es el caso de EH Bildu en Euskal Herria.

La corrupción ha estado siempre en el “candelabro”, pero de una forma controlada y utilizada como arma arrojadiza entre los partidos hegemónicos, sin embargo en estos últimos tiempos ya no queda títere con cabeza y hasta la gran mentira de la castidad jeltzale va quedando al descubierto. Mafia, eso es lo que son. Tal es el hedor que esos mafiosos son conscientes de que ninguna colonia lo cubrirá de forma que han optado por otra opción, colocar el ventilador y esparcir la mierda de manera que no veamos otra opción que la corrupción. Todos son iguales y ahora añadan ese refrán tan castizo de “más vale lo malo conocido…” y ustedes ya sabrán cual es el objetivo final de ese ventilador. En esa campaña se enmarca el acoso y derribo al que están siendo sometidos los líderes de Podemos, buscando, no desmentir la corrupción propia del PP, PsoE y demás, sino equiparar a todos en el mismo fangal.

No seré yo quien defienda al inefable Monedero, quien por cierto es el líder que menos aprecio me provoca en la nueva formación, quizá por su irremediable parecido con Alfonso Guerra, el poder en la sombra. La actuación del líder de Podemos es éticamente reprobable y es una clara incoherencia entre la acción y la retórica. Utilizar fórmulas de elusión que tanto criticamos desde la izquierda y que algunos tanto hemos trabajado en los últimos años para intentar reducirlas y/o eliminarlas puede que no sea delito, pero desde luego no es justificable. “La pareja de Iglesias no ha de ser solo honrada sino parecerlo” ¿Pero es éste caso por sí mismo merecedor del número de portadas que acapara? ¿Requiere este caso la intervención directa de la Inspección de Hacienda? ¿Es el único caso de utilización de esta fórmula de elusión?
 
Por ir por partes y respondiendo a mis propias preguntas en orden inverso, la fórmula utilizada para eludir impuestos por el Sr. Monedero es algo que utilizan no cientos, sino miles de profesionales de esos empleos que llamamos liberales, abogados, arquitectos, asesores… etc. y lo que pone de manifiesto esa fórmula de tributación es el injusto modelo fiscal actual que se mantiene por el peso tributario del IRPF y el IVA frente a un Impuesto de Sociedades que tributa en virtud a los BENEFICIOS y cuya tributación es muy inferior al de los réditos del trabajo. Eso demuestra el caso Monedero, que tributando por la misma cantidad, si se hace como empresa se paga casi 200.000 € menos que si se hace al IRPF. Ahora bien, no leo en ningún medio que se critique eso, sino que se quedan en la crítica al Sr. Monedero por utilizar esas fórmulas existentes.
 
Pero entonces llega Hacienda, o su Ministro, y dicen que van a investigar de donde ha salido su dinero, aproximadamente 700.000 €. Y a mí me sorprende, me sorprende que un medio de comunicación pueda tener acceso a mis movimientos bancarios, que se pongan a disposición pública, y sin embargo, cada vez que desde mi grupo juntero hemos solicitado los datos de los defraudadores se nos han negado una y otra vez en pos de la confidencialidad y la Ley de protección de datos. Curioso, aunque quizá no sorprendente ya que lo que uno puede leer entre líneas es el interés estratégico, político y de amiguismos que dirigen esas inspecciones y posiciones.
 
Y Monedero es el centro de la corrupción en Españistan, sus 700.000 € superan en portadas a los 3 Millones desaparecidos en Gipuzkoa con la gestión de la AP-1, al robo de Kutxabank, de la CAN, a los sobres B, las remodelaciones de sedes, los EREs y tantos otros. El objetivo es obvio, todos somos iguales, pero yo me niego a esa visión simplista porque es una posición totalmente irresponsable e insultante para con toda una mayoría social que creemos que las cosas pueden funcionar de otra forma, con mayor transparencia, con participación, abriendo puertas y ventanas. Y no, no caeremos en esa trampa de hacernos creer que el mayor fraude reside en los parados, en la RGI, o en los Servicios Sociales. ¡Para fraude, el vuestro!
 
Del blog El Mundo Imperfecto de nuestro compañero Luis Salgado

Tiempos decisivos

Joxe Iriarte ‘Bikila’ – Alternatiba

Vivimos “tiempos interesantes”, apasionantes, dadas las brechas que se están abriendo en las estructuras de dominación. Pero también llenos de incertidumbre ante la abrumadora tarea de superar los inmensos obstáculos que nos irán poniendo, sin excluir la despiadada represión. Por ejemplo la Ley Mordaza. 

Por ello, además de las oportunidades que se nos abren (Grecia es el primer eslabón) debemos tener en cuenta nuestras debilidades, para así poder superarlas. Y es que como dijo Marx, “en general, las reformas sociales no suelen llevarse a cabo por la debilidad de los fuertes; sino por la fuerza de los débiles”.

En épocas anteriores éramos más fuertes en la calle que en las instituciones. Por ello mi insistencia en aquellos tiempos en esclarecer (Gara, 17-10-12) que salvo en situaciones de cataclismo social, definidas como situaciones revolucionarias, en cuya vorágine las viejas instituciones se tambalean, a la vez que de las entrañas de la sociedad insurrecta surgen organismos de contraponer con aspiraciones a sustituir al poder existente, la lucha social, por potente que sea, necesita proyectarse en el terreno político institucional.

En el presente la balanza se nos inclina hacia el otro lado. Hay un bajón de las movilizaciones en toda Europa, pero paradójicamente, surgen opciones de izquierda con posibilidades de  gestionar gobiernos estatales.

Algo parecido se dio con la victoria electoral del PT brasileño, que durante mucho tiempo intentó llegar al poder a rebufo de potentes movilizaciones y no lo consiguió; lográndolo sin embargo, cuando las movilizaciones se encontraban en sus cotas más bajas. Analizar el porqué de todo ello está fuera de este artículo, pero sacar algunas conclusiones, sobre como afectó posteriormente la falta de la presión popular en la derechización del PT, sí tiene interés. Pues un partido no gira a la derecha por la mera corrupción de sus élites. Tiene que ver sobre todo con la debilidad de los movimientos sociales, particularmente del movimiento obrero, incapaces de poner a un gobierno que se supone de izquierdas en su sitio.

Coincido con Jaime Pastor cuando afirma como elemento positivo el que en el Estado español, el “efecto Podemos” está contribuyendo a extender la convicción que “sí se puede echar a la casta», a la vez que denuncia lo negativo de un discurso que aboga porque la mayoría social indignada llegue a ser mayoría electoral en el nuevo ciclo de 2015, sin poner el énfasis en la previa movilización, autoorganización y empoderamiento en torno a un imaginario rupturista. Y que esa tarea no puede ser dejada para “el día después” sino que ha de prepararse desde ahora evitando convertir al conjunto de “seguidores” en espectadores y meros “clickactivistas” alrededor de un liderazgo cada vez más expuesto a las presiones mediáticas para adaptarse a un interesado “realismo político”.

En consecuencia. Paralelo a la elaboración de estrategias y programas de gobierno, hay que ir perfilando objetivos, como el rechazo a la deuda ilegítima, la defensa de lo público, la derogación de todos los recortes y contrarreformas, la redistribución de la riqueza y los trabajos, la creación de una banca pública al servicio de una economía eco-social, el poder decidir como pueblos, profundizando en ese empeño la democracia de la ciudadanía; poniendo en práctica al mismo tiempo nuevos repertorios de lucha como la desobediencia civil, la toma de las calles, además de mejorar y profundizar en las más clásicas como las huelgas generales, etc.

En relación al espacio europeo, en el cual se toman medidas que nos afectan de verdad, creo sinceramente en la necesidad de afianzar, desde Euskal Herria, una amplia alianza trasversal entre los distintos pueblos y sus clases trabajadoras, basada en el mutuo interés, que no es otro que el de acabar con unos estados capitalistas oligárquicos y antidemocráticos, así como con el actual modelo de UE construido para la defensa del capital internacional. En esa dirección advertía Tsipras: “aunque ganáramos en Grecia y consiguiéramos establecer un gobierno de izquierdas, si no experimentamos cambios graduales en la distribución de poderes o en las relaciones entre fuerzas, al menos a nivel europeo, tal gobierno quedará simplemente como una aldea gala, aislado”.

Sobre lo nacional y lo estatal. Ni supeditación al marco estatal (por ejemplo, cuando se afirma que Catalunya será libre cuando lo sea España), conclusión derivada de la respuesta de Podemos a la CUP; ni ignorarnos o darnos la espalda frente al mismo enemigo, el poder oligárquico del capital y su estado. Sinceramente, no hay independencia posible (sea de forma negociada o proclamada unilateralmente) sin una mayoría organizada y movilizada por tal objetivo. Pero las dificultades serán mucho mayores, (lo mismo en relación al proceso de paz, o el tema de los presos) si no se logra un apoyo popular en el resto del Estado español o, al menos, una real oposición a los intentos del Estado por impedirlos y reprimirlos. Hay que lograr una coincidencia de intereses contra el régimen actual entre quienes reivindican la Tercera República Española y quienes reivindicamos la Primera República Vasca.

¿Es compatible este enfoque con la Euskal Bidea? Se trata de compaginar el impulso constituyente propio, iniciado con el Euskal Bidea, con las oportunidades que se abren con los cambios en el Estado español. No podemos limitarnos a saludar el acontecimiento griego y las esperanzas que suscita, y mostrarnos indiferentes y ajenos a los cambios que se están dando a escala estatal, (las movilizaciones andaluzas, las diferentes mareas, etc.) Y sobre todo, al giro copernicano que puede suponer una hipotética victoria de Podemos.

Este enfoque aúna abertzalismo de pueblo oprimido e internacionalismo socialista, entendido, según Atilio Borón y Santiago Alba Rico, como principio y como práctica que presupone un doble reconocimiento: el de que no podemos defendernos de la globalización capitalista sino desde el territorio, definido como conjunto de bienes materiales e inmateriales que pertenecen a una población; y el de que no podemos defender el territorio sin recibir y prestar apoyo a todos aquellos que luchan, en cualquier lugar del mundo, contra las clases y las naciones dominantes.

Publicado en Naiz

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