Política agraria común, menos común de lo que parece > Vicent Boix
Vicent Boix
Escritor, autor del libro El parque de las hamacas. Artículo de la serie “Crisis Agroalimentaria”, ver más aquí
En el año 2010, cerca de 900.000 personas y entidades del estado español, se beneficiaron de los más de 5.000 millones de euros en ayudas económicas enmarcadas dentro de la Política Agraria Común (PAC). Sin embargo, estas espectaculares cifras no deben confundir, pues una cosa es repartir y otra muy distinta es hacerlo con justicia y equidad. Según el informe “Una injusticia llamada PAC”, editado recientemente por la organización Veterinarios Sin Fronteras, el 16% de los favorecidos por las subvenciones en el estado español lograron hacerse con el 75% del monto total. Los 58.000 mayores beneficiarios (7% del conjunto) se embolsaron cerca de 2.600 millones de euros, es decir la mitad.
Entre los agraciados se encuentran terratenientes, hacendados y aristócratas, como la familia “Osborne”, que recibió más de un millón de euros. Pero también hay grandes empresas del agronegocio, que suelen adquirir productos de agricultores y ganaderos para manufacturarlos y venderlos después. Por ejemplo, “Azucarera Ebro” -que percibió 61 millones de euros de las ayudas de la PAC- controla la mitad del mercado del azúcar en el estado español y tiene intereses en los agrocombustibles. Según este informe, pertenece a la British Sugar Company, una de las mayores corporaciones a nivel mundial en el sector y que además posee inversiones en África. Esta transnacional ha recibido más capital de la PAC, que la Xunta de Galicia o la Junta de Castilla León para sus programas de desarrollo rural. Dicha cantidad es mucho más elevada que la destinada en 2010 por el Ministerio de de Medio Ambiente, Rural y Marino, a su Plan Integral de actuación para el fomento de la Agricultura ecológica.
Han existido otras compañías españolas relacionadas con la alimentación, beneficiadas por las subvenciones públicas de la PAC. Aunque favorecidas por cantidades menores, no deja de ser llamativo que reciban dinero público ciertas empresas de la alimentación que, al adquirir productos del agricultor y ganadero, se aprovechan de su situación de dominio para pagarles cantidades irrisorias que a veces no permiten cubrir los costos de producción. También es llamativo que reciban ayudas corporaciones como “Mercadona”, “Carrefour” y “Lactalis”, que según este informe de Veterinarios Sin Fronteras, sumaron en 2010 más de 1.000 millones de euros en beneficios.
Esta bonanza económica empresarial dista mucho de la paupérrima situación económica que vive la agricultura y la ganadería en España, donde cientos de miles de personas pasan momentos agónicos para mantener sus trabajos. Frente a las esplendorosas cifras de las grandes empresas, la renta agraria ha descendido un 27% desde 2003. Y tanto en ministerios como en despachos ejecutivos, saben que el problema principal deriva de un mercado libre que ha favorecido que unas pocas empresas del agronegocio monopolicen la transformación, la intermediación y la venta de alimentos, imponiendo sus reglas y precios a agricultores, ganaderos y consumidores.
Por eso es ridículo e indignante que reciban ayudas los que luego asfixian al agricultor y le obligan a dejar el campo para engrosar las listas del paro. Porque con unas ayudas destinadas a promocionar el sector primario se está premiando a los verdugos que lo torturan sin cesar. Y que esto suceda año tras año, huele ya demasiado. También es curioso, muy curioso, que aquellos que claman al cielo por un comercio libre de ataduras y por un estado ausente del mercado, sean los primeros en parar las manos y llenarse los bolsillos.
En otra coyuntura comercial más ecuánime, el campo no requeriría ayudas porque durante mucho tiempo no las recibió y fue rentable y generoso. Más que subvenciones, lo que se necesita urgentemente es legislación y normas que confieran dignidad y un trato justo, sobre todo, en los precios de compra a ganaderos y agricultores.
Palestina 194
La apuesta del presidente de la Autoridad Palestina, Mahmound Abbas, para la obtención del reconocimiento del Estado Palestino por parte de la Organización de Naciones Unidas ha suscitado un intenso debate, tanto en el seno de la sociedad palestina como en el movimiento de solidaridad internacional con este pueblo.
A pesar de que la iniciativa tiene pocos visos de prosperar, sus defensores alegan que el apoyo obtenido en la Asamblea General constituye una importante victoria simbólica y entre sus ventajas citan la necesidad de dar un paso adelante sin depender de la tutela de EEUU, el aumento del apoyo internacional a la causa palestina, la oportunidad de romper el impasse del conflicto, la posibilidad de reactivar el movimiento social palestino y el fundado temor por parte de Israel de las resoluciones de NNUU y el derecho internacional vuelvan a ser las principales referencias para la resolución del conflicto.
Frente a esta postura, son numerosas las voces críticas que se han alzado para apuntar los efectos negativos de la petición de reconocimiento: su carácter aislado, sin formar parte de una estrategia global; el temor a que sirva para legitimar el statu quo actual de enclaves territoriales fragmentados, asentamientos ilegales y poblaciones desplazadas; las dudas sobre su utilidad para volver a un esquema de negociación basado en las resoluciones internacionales; el abandono de la “solución de un único” estado y la consagración de la “solución de dos estados”; la inviabilidad del Estado palestino en las actuales circunstancias; el miedo a que la AP renuncie al derecho de retorno de las personas desplazadas a cambio de una entelequia sin efectos prácticos…
En gran medida, la cuestión central del debate radica en saber si la iniciativa permitirá un cambio en el esquema que ha guiado las “negociaciones de paz” desde los Acuerdos de Oslo, cuando las resoluciones de NNUU se sustituyeron por el principio de «territorios a cambio de paz», sin atender a la realidad de un proceso de colonización incesante.
El derecho internacional público es claro respecto al conflicto palestino-israelí: las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU obligan a Israel a retirarse a las fronteras acordadas en el armisticio de 1949 y a desmantelar los más de 140 asentamientos que albergan a medio millón de colonos en territorio palestino. Además, La IV Convención de Ginebra, relativa a la Protección de las Personas Civiles en tiempo de Guerra, aplicada de iure sobre estos territorios está reconocida por todas las partes firmantes así como por la Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, pero el Estado israelí se niega a cumplirla.
El fracaso de las sucesivas «iniciativas de paz» es fruto de haber ignorado los derechos nacionales y la unidad del pueblo palestino, con el objetivo de construir una paz bajo los criterios de la ocupación israelí. Así, hasta la fecha, Israel ha evitado la creación de un Estado Palestino mediante una política de cambios territoriales y demográficos impuestos sobre el terreno en base a su superioridad militar y el apoyo inquebrantable de EEUU. El objetivo último no es otro que arrinconar la legalidad internacional y obligar a los representantes palestinos a aceptar como hechos consumados los asentamientos, la expropiación de tierras, el muro y el desplazamiento de la población palestina.
Por lo tanto, resulta imprescindible que la reclamación de reconocimiento de soberanía no vincule su ejecución al “proceso de paz” y reivindique la vigencia de las resoluciones internacionales. En cualquier caso, el simple recurso a las Naciones Unidas no será suficiente si no se inserta en una estrategia de resistencia pacífica, tanto en los territorios ocupados como a nivel internacional, que es precisamente lo que le parece faltar a la AP.
Es seguro que una hipotética victoria simbólica en la escena internacional no va acabar con la política de apartheid y discriminación racial de Israel. Por otra parte, el reconocimiento del Estado Palestino tampoco puede convertirse en una coartada para que los gobiernos se libren de sus responsabilidades respecto al cumplimiento de la legalidad internacional. En este sentido, conviene recordar que el Estado Español, favorable a este reconocimiento, autorizó en 2009 la venta de armas a Israel por un valor de 2,8 millones de euros.
Frente a la hipocresía de la realpolitik y el desprecio por la legalidad internacional del Estado israelí, uno de los instrumentos más eficaces para apuntalar la lucha del pueblo palestino por sus derechos es la campaña internacional de boicot, desinversión y sanciones (BDS). Esta campaña, siguiendo el modelo de la dirigida contra el apartheid en Sudáfrica, está formada por un conjunto de acciones destinadas a suspender la cooperación económica, académica, cultural y deportiva con Israel por parte tanto de los estados como del sector privado y ya ha cosechado varios éxitos como el procesamiento de israelíes responsables de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad; el boicot de universidades a homólogas israelíes o empresas que han dejado de hacer negocios con fabricantes israelíes por la presión de sus clientes.
Una de las mayores campañas internacionales de boicot de la actualidad está dirigida contra la transnacional francesa Veolia, por su participación en el consorcio que construirá el tren ligero que une Jerusalén Oeste con asentamientos ilegales en Jerusalén Este y Cisjordania, lo que permitirá ampliar la ocupación. Además, Veolia ha obtenido una concesión de 30 años para la explotación de su primera línea y gestiona servicios de autobuses y de recogida de basuras para los colonos de los asentamientos de Cisjordania. Todas estas actividades son consideradas como contribuciones a crímenes de guerra de acuerdo a la IV Convención de Ginebra y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional. Ante las protestas ejercidas en el marco de esta campaña, la transnacional ha sido apartada de un concurso público por el Ayuntamiento de Londres.
Precisamente, Veolia es la compañía adjudicataria del servicio de transporte público en Bilbao, cuyo ayuntamiento, a pesar de tener conocimiento de estos hechos, hasta la fecha ha ignorado las peticiones para la rescisión del contrato y para la inclusión de cláusulas relativas al cumplimiento de los derechos humanos y legalidad internacional por parte de las compañías adjudicatarias en los pliegos de condiciones de las contrataciones públicas.
Por lo tanto, nuestra contribución a la lucha pacífica del pueblo palestino no es una quimera imposible en un nivel ajeno al control de la ciudadanía, sino que es factible en un ámbito tan cercano como es la institución municipal, a la que no se le debe permitir que premie con dinero público a transnacionales con un historial tan lamentable como el de Veolia.
Ana Etxarte – Portavoz de Alternatiba
Escenario positivo para Guatemala, ¿Para quién?
Mesa de Internacionalismo de Alternatiba
El Grupo PRISA no pierde oportunidad para mostrarnos su visión progresista sobre la coyuntura actual de América Latina. Por un lado, no ceja en atacar de manera sistemática a Cuba y al resto de gobiernos que defienden un cambio profundo para el continente -Venezuela, Ecuador, Bolivia-, siempre, por supuesto, con el loable motivo de la supuesta defensa de los derechos humanos; por el otro, establece una política de comprensión y de apoyo a los países alineados con el neoliberalismo que raya en lo indigno.
Así, y en el marco de las elecciones guatemaltecas del pasado domingo, 11 de septiembre, El PAIS nos lleva trasladando en diferentes artículos una imagen del candidato principal, el genocida militar Otto Pérez Molina, como el de un simple general retirado que, pobrecito él, busca atajar el gran problema de delincuencia y seguridad que azota al país. En ningún momento a lo largo de los artículos que han sido publicados alude al hecho de que este hombre está acusado de actos de tortura y asesinato durante el conflicto armado interno en Guatemala; no nos dice que él durante los ochenta estaba al mando de las operaciones militares en el llamado triángulo ixil (Quiché), donde se puso en marcha la estrategia de exterminio y masacre indígena; no nos dice que este hombre era llamado Capitán Fosforito, por estar especializado en arrasar comunidades rurales y ejecutar la política de tierra arrasada diseñada por la CIA en el occidente de Guatemala; nada dice del uso sistemático de la tortura durante el período que ocupó el cargo de Director Nacional de la división de inteligencia en 1992; no nos cuenta, en definitiva, que él es historia y parte activa de la violencia actual.
El periódico de más vendido en el Reino de España olvida todo esto, pareciera que sufre amnesia, pareciera que eso no es importante. ¿Pero no se trata de criticar toda conculcación de derechos humanos? ¿No se trata de desenmascarar a autoritarios, de defender la democracia y la libertad? Parece que no. Si bien no se pierde ocasión de atacar a gobiernos que sistemáticamente ganan elecciones celebradas en situación de normalidad –acusándolos de dictatoriales-, se mira para otro lado, se falta a la verdad en lo referente a los países neoliberales. Y esto es especialmente llamativo en un estado fallido como Guatemala, donde las estructuras represivas de los 80 son ahora un sector muy relevante de poder político y económico (robo de coches, tráfico de personas, tránsito de drogas, etc.), y en las que Pérez Molina participa activamente.
Será entonces que no son los derechos humanos los que importan, sino la defensa de un modelo económico que priorice a las transnacionales –como lo es ya PRISA, propietaria del periódico, con grandes intereses y negocios en el continente-. En su caso concreto, será que, por encima de todo, está la defensa de los países que mantienen el monopolio de la información en grandes grupos empresariales. El rigor informativo pasa a un segundo lugar cuando lo que está en juego son los beneficios de unas cuantas empresas españolas, así como los suyos propios.
Una vez más El PAÍS se ha retratado. Un periódico que presume de ser un medio de información veraz, serio, con fuentes fidedignas, no sólo está teniendo memoria selectiva, sino que también se está posicionando a favor de un genocida, recogiendo testimonios en los que se afirma que “el nuevo escenario es positivo para Guatemala, en la medida en que obligará a los contendientes a buscar consensos”. Pero lo que no nos dice es que esos consensos serán los que beneficiarán a unos pocos y excluirán a la mayoría, y en palabras de Andrés Cabanas, dará lugar “a un nuevo consenso de carácter neoautoritario, concebido como pacto de élites, renovadamente violento y desconocedor del espíritu mínimamente articulador de los Acuerdos de Paz”1.
Y sobre todo este gran periódico no nos dice que con el triunfo de Otto Pérez Molina, Guatemala volverá a tener entre sus representantes institucionales, tal y como sucedió con Ríos Montt, a un hombre que debería ser juzgado por crímenes de guerra.
1 “Elecciones 2011: continuidad y fin de ciclo” , Andrés Cabanas. Memorial de Guatemala.
No a la privatización: La lucha continúa
El proceso de fusión de las tres cajas de la CAPV ha generado un intenso debate en el seno de Alternatiba. Así, por un lado, en la discusión no se ha podido obviar el contexto de ofensiva capitalista ultraliberal en el que nos hayamos inmersos, que se plasma, en el oscuro y antidemocrático entramado de las cajas y del sistema financiero del Reino de España, en una muy desigual correlación de fuerzas entre los adalides del sistema y los que queremos avanzar hacia una Euskal Herria emancipada. Por otro lado, también hemos tenido en consideración que éste era un proceso opaco, en marcha, muy avanzado – garantizada a todos los efectos ya la fusión de Vital y BBK – e irreal en la representatividad en territorio guipuzcoano.
Ante este contexto, ante esta correlación de fuerzas, Alternatiba ha entendido que BILDU tenía que jugar bien sus cartas para poner diques de contención a los procesos en ciernes de destrucción de la Obra Social y de privatización inmediata del sistema financiero público vasco. En este sentido, Alternatiba ha apoyado el acuerdo, ya que se han introducido medidas que dificultan la entrada de capital privado, así como la venta de la propiedad pública. Estos diques de contención no han existido en ningún otro proceso similar dentro de esta ola de bancarización de las Cajas de Ahorro.
No obstante, la lucha continúa. El acuerdo, como ya hemos dicho, define trincheras que dificultan la privatización, pero aún queda un largo camino por delante. Confiamos en que en los escenarios futuros la presencia de la izquierda soberanista y alternativa altere radicalmente la correlación de fuerzas, cerrando así de manera taxativa la vía de la privatización, y redefiniendo las finanzas públicas hacia un modelo democrático, transparente, con una delimitada función social centrada en criterios ecológicos y contra el cambio climático, en la creación de empleo de calidad, en la defensa de la economía del cuidado, de la soberanía alimentaria, etc.
Sostenemos así que la necesaria decisión de las asambleas de las tres cajas para la entrada de capital privado -a expensas de lo establecido por el Banco de España u otro órgano competente-, o el compromiso de no transmitir los activos a terceros salvo en causas muy específicas, establece un campo de juego diferente, en el que habrá que moverse con toda la determinación del mundo para avanzar en nuestros postulados, en la defensa de una banca pública y social, y en defensa de un Marco Vasco de Relaciones Laborales. La lucha continúa.
Ana Etxarte y Oskar Matute
Portavoces nacionales de Alternatiba
Pesadilla en Los Huetos street
Josu Estarrona > Alternatiba Araba
Nada nuevo bajo el sol. A lo largo de la historia de la humanidad solo dos vías han encontrado los poderosos para acallar a un pueblo en momentos de convulsión social, a saber; cediendo en parte a las demandas de los oprimidos, las menos, y en la mayoría de los casos imponiendo un clima de terror que frene y retenga las ansias de cambio. De este último método nos sobran ejemplos; emperadores, reyes, autócratas, pseudo-democracias de diferentes colores e ideologías, todos han utilizado en algún momento el terror como argumento para defender el status quo imperante. Cierto es que, en el imaginario colectivo, al referirnos a la imposición de la paz por medio del terror, rápidamente nos vienen a la cabeza imágenes de violencia extrema ejercidas por el gobierno contra su propio pueblo. Matanzas en el nombre de la paz, la Francia pos-revolucionaria, Casas Viejas, Tian´anmen… o más recientemente Libia y Siria. Sin embargo, el terror no tiene por que ir unido irremediablemente a la violencia. Existen medios más sibilinos de ejercerlo y, como se está demostrando en estos años de crisis, mucho más eficaces.
Como si de grandes directores de cine del género se tratase, los capitalistas y sus siervos gobernantes, están sabiendo explotar un miedo generalizado en la sociedad, el paro y el desempleo, para infundirnos terror ante un horizonte que se avista negro si no satisfacemos las necesidades de «los mercados», esos entes sin rostro pero poseedores de grandes cuentas corrientes en algún paraíso fiscal, sino poseedores de algún club de fútbol, baloncesto o petanca, que de todo hay. Y prestos acuden a socorrernos con sus consejos y antídotos. «Ante todo; no se muevan, no levanten la voz, trabajen y no enfaden a quien tiene el dinero. Apriétense el cinturón y cedan sus derechos, que no están los tiempos para lujos superfluos como lo son los derechos sociales». Y claro está, si a alguien se le ocurre levantar la voz en sentido contrario al marcando rápidamente lo acallamos con una dosis de realidad, de «su» realidad.
De todo lo dicho anteriormente sabemos mucho los que residimos por estos lares. Por si no fuese suficiente la cantidad de sufrimiento que está provocando a nuestro alrededor el cierre de decenas de empresas a los que hemos asistido en estos tres años de crisis por las apreturas económicas, ahora desayunamos con una nueva multinacional dispuesta a deslocalizar su producción sin pestañear siquiera ante las 150 familias a las que abandona a su suerte. Daewoo es además uno de los casos más sangrantes que nos podemos encontrar ya que esta «modélica» empresa ha percibido todas las ayudas posibles, al tiempo que fomentaba como ninguna otra la precariedad laboral. Su historia en Araba es la de un conflicto constante con sus trabajadores, merecedores de nuestro apoyo y solidaridad. Y ahora, decide marcharse sin mirar atrás, sin asumir ninguna responsabilidad para con los alaveses en general y sus trabajadores en particular. Pero como esto no es bastante, recientemente almorzamos viendo a casi un centenar de trabajadores de Esmaltaciones San Ignacio, de pie ante las puertas cerradas de la empresa. Bonita forma de acabar las vacaciones. Sin un aviso, sin ningún tipo de negociación, solo una puerta cerrada. Por que en esta provincia parece que las únicas puertas que se abren son las de la nueva cárcel de Zaballa, lástima que en esas habitaciones el rico nunca entra y el pobre nunca sale.
Y claro, ante este clima, ante la posibilidad de que las personas que vivimos y trabajamos aquí podamos revolvernos, ante esa hipótesis, se nos adelantan infundiendo el terror. Así, nos cenamos día sí y día también con el peligro que significaría para esta provincia la posibilidad de que Mercedes decidiese deslocalizar. Los medios de comunicación le dedican sus portadas y hasta incluso un especial de varias páginas, recordándonos que la negociación del convenio está enquistada. Aseveran sin cortarse, que el «advenimiento» del nuevo modelo a la planta de Los Huetos depende de que los trabajadores estén dispuestos a seguir recortando sus derechos y salario, y confían en la «responsabilidad» de la plantilla, obviando la responsabilidad de la dirección. Nos hablan de los salarios y condiciones laborales de sus trabajadores, como si de auténticos privilegiados se tratase, olvidándose sin descuido de mencionar los muchos y variados esfuerzos realizados por estos. Nos informan pormenorizadamente de las necesidades que dice tener la multinacional, pero obvian con indisimulado interés, las prebendas y ayudas concedidas a lo largo de su permanencia en el territorio. Los constantes viajes de los diferentes lehendakaris pasados por Ajuria Enea a Alemania para «negociar» diferentes paquetes de ayudas. Y es tan larga la lista de beneficios que para los alaveses tiene que una multinacional como la Mercedes este sita en nuestro territorio, que me pregunto porque aún seguimos honrando a San Prudencio el 28 de Abril, y sino sería más apropiado honrar a Nuestra Señora de las Mercedes cada 24 de Septiembre, siempre y cuando tengan la bondad cristiana de no largarse con los beneficios de lo que han sembrado aquí.
Ideología por imperativo constitucional (Alternatiba)
Exabier Arrieta > Militante de Alternatiba
En vacaciones y con alevosía. El presidente de España, Rodríguez Zapatero, nos ha sorprendido en el fin de la época estival con una propuesta de reforma de la Constitución, nada menos que para establecer un techo máximo de gasto en los Presupuestos del Estado, cargándose así lo poco que queda del Estado de Bienestar. El penúltimo ataque contra la clase trabajadora arrancó el pasado día 29 en el Congreso y fue refrendado ayer en el Senado.
Esta última intentona no es una más; graves han sido las reformas laborales, del sistema de pensiones, la reciente rebaja del IVA para favorecer que bancos y promotoras se liberen de su stock de viviendas a costa de los contribuyentes; pero esto supone un salto monumental en la agresión a la clase trabajadora, una reforma en la Constitución planteada en tiempo record, sin margen para el debate, sin referéndum en lo que de facto tiene como consecuencia que en la Constitución Española se plasme una ideología concreta para cualquier futuro Gobierno, esto es, se marca el neoliberalismo como única opción ante un eventual planteamiento keynesiano que sería inconstitucional.
Si se aprueba la reforma se actuaría contra el gasto público y no a favor de aumentar el ingreso de las arcas del Estado. Los verdaderos poderes, los sacrosantos mercados, Banca y demás especuladores han conseguido convertir su deuda privada en deuda pública, las rentas del trabajo se ven cada vez más castigadas en comparación con las rentas del capital, no se actúa con seriedad contra los paraísos fiscales y las transacciones financieras internacionales, no se apuesta por una Banca verdaderamente pública que potencie las pymes y los sectores estratégicos de nuestra sociedad, por cierto, sectores cada vez más privatizados. No, lo que se nos dice es que el Estado está endeudado y necesita austeridad, no ingresando más de los que más tienen sino recortando derechos básicos.
El objetivo último no es otro que avanzar hacia el modelo estadounidense, con matices, claro. Si usted quiere una sanidad de calidad contrátese un seguro privado. Si quiere tener una jubilación digna hágase un plan de pensiones privado, por cierto, en el Banco, que necesitan liquidez.
La clase trabajadora tenemos que decir al PPSOE que ya basta. Es más necesaria que nunca la movilización en la calle, en los centros de trabajo (el que tenga claro está) y en las urnas. Y en nuestro ámbito más cercano hay que denunciar el comportamiento del PNV, un colaborador necesario de todo lo anterior y que pide acompañar esta reforma con un apunte sobre “el derecho de decidir”. La lucha sobre la autodeterminación territorial de los pueblos no puede ir separada del resto de los derechos que nos corresponden y ese sí es el modelo por el que luchar.
Mentiras en caja (Alternatiba)
El proceso de fusión de las cajas ha llenado tantos titulares de periódico y ha abierto tantos espacios informativos que parece ya inexorable. Así nos han vendido también las reformas laborales más regresivas de Europa, los ataques contra el sistema público de pensiones o los notables retrocesos en la totalidad de los servicios sociales. La crisis provocada por aquellos que se benefician ahora con sus consecuencias se ha convertido en excusa para todo, también en el convulso mercado financiero.
Una vez más, se nos oculta la realidad, se cubren de argumentos opacos las verdaderas razones que subyacen en la fusión fría de las, hasta ahora idealizadamente nuestras, cajas de ahorro. No existe problema alguno de solvencia para BBK, Kutxa y Vital, desde ningún punto de vista, tal y como han demostrado recientemente las pruebas desarrolladas en parte del sistema financiero europeo.
El objeto real, por tanto, no es otro que sustraer dinero público para inyectárselo a los mercados privados, tal y como ya hicieron con los rescates del sistema financiero o, de manera aún más descarada, con la reforma de las pensiones. Que nadie se lleve a engaño, es un asalto más a las arcas públicas para mejorar aún más, si cabe, los resultados y la situación de la banca privada. La clase política ha permitido a los culpables de la debacle erigirse en jueces, en árbitros que han sentenciado que el pueblo pague sus desmanes.
Se nos ha querido dibujar una situación, irreal a la par que interesada, donde las cajas aparecen como entidades demasiado politizadas en las que no existen gestores capacitados, un abismo insondable donde los mercados internacionales prefieren los supuestamente más eficaces bancos. Partiendo de la mala pero muy puntual situación de algunas cajas españolas, se han endurecido las condiciones sobre las cajas que, por la nueva Ley de Cajas, se ven abocadas a la búsqueda de capital privado.
En la CAV se tejen aún más cortinas de humo, y es que, aparentemente, ante el ambiente anti-caja y pro-bancarización, se asegura que se mantendrán el control público sobre la nueva Sociedad de Acciones (Kutxa Bank) y la obra social, la siempre malinterpretada caridad de las cajas que sirve tanto a entidades que dejan de pagar impuestos por prestar un servicio del que a su vez, y muy a menudo, el estado se desentiende.
Pero todo esto es tan solo, y siendo magnánimos, una verdad a medias, porque lo que quieren ocultar es un proceso de bancarización similar al desarrollado en Italia en los años 90. Puede resumirse en un banco que separa su actividad de la obra social, convirtiendo a esta en fundación que, a su vez y solo en un principio, controla el banco. Posteriormente se produce la entrada de capital privado que, poco a poco, va reduciendo el peso de la fundación en la toma de decisiones. Finalmente, todo deriva en la separación absoluta de banco y fundación, con la salida de esta del órgano de decisión y liquidando la obra social.
Ante el grave ataque contra el último reducto de las finanzas públicas, muy limitado ya y con grandes contradicciones, Alternatiba defiende un sistema financiero público, transparente y democrático. Apostamos por una Caja de Ahorros única para los tres territorios de la CAV, que se adecúe al tamaño y al tejido empresarial y social del país. Una nueva Caja de Ahorros que defina su función social y que trascienda el rol de banca comercial para ser una banca de inversión que facilite la inversión productiva, en base a criterios ecológicos y sociales.
Queremos una caja que no apueste por la especulación financiera, que rechace la inversión militar, los megaproyectos y la energía fósil. Necesitamos una caja que cumpla con una funciones sociales concretas, que conceda los préstamos e inversión adecuados a las prioridades de una economía del cuidado, que fomente la generación de empleo de calidad y la lucha contra el cambio climático, que apoye la soberanía alimentaria y el consumo de los sectores más vulnerables. Que priorice, en definitiva, la justicia social.
Y para dar forma a esta entidad financiera deberían establecerse un sistema de porcentajes de representación que tendría en cuenta a impositores, sindicatos, trabajadores, instituciones y movimientos sociales contra la exclusión y la pobreza.
Pero la pieza imprescindible de este engranaje cuasi utópico sería la transparencia, que se basa en el control social y la información total abierta a toda la ciudadanía. Un sistema de información aprobado por el Parlamento y las Diputaciones en el que, periódicamente, se informe sobre los créditos concedidos así como de las inversiones realizadas y no solo sobre la evolución general de la Caja.
Lástima que el banco que pretenden levantar de las cenizas de las cajas vascas y, a posteriori, también de su obra social, poco o nada se parezca a la Caja Vasca por la que apostamos. Y perderemos así la oportunidad de contar con una banca pública de carácter nacional y como instrumento de la economía nacional planificada, término que los más reaccionaros aborrecerán pero que se recoge en documentos de tan escasa mácula izquierdista como la constitución española.
Oskar Matute y Ana Etxarte – Portavoces nacionales de Alternatiba
Hipotecados
Jorge Segoviano > Militante de Alternatiba
Una de las mayores paradojas de nuestro mundo capitalista es que mientras que la mayoría de productos que consumimos nos duran cada vez menos – cumpliendo la máxima que se nos inculca desde la cuna de “comprar, usar, tirar”- tendremos que vivir casi toda nuestra vida preocupándonos por el resultado de una operación monetaria que hicimos en un raro momento de optimismo. Me refiero a las hipotecas, por supuesto.
Las hipotecas, según filosofan algunos, son la cadena del esclavo moderno. Son uno de los mecanismos básicos de dominación capitalista, que permite que el hipotecado – la gran mayoría de nuestra sociedad- sea conformista y tenga miedo de perder sus ingresos antes que su dignidad o su salud. Cuantas personas he conocido que desperdician su vida en trabajos que no les gustan, mal pagados, etc. todo por poder pagar la casa que se compró tiempo atrás. Si malgastas tu vida, por lo menos podrás dejarles la casa a tus hijos, aunque con esa hipoteca que has firmado a 30 años, y tal como van aumentando los tipos de interés, lo mismo tus hijos tienen que terminar de pagarla. O lo mismo la pierdes antes de morirte…
La crisis se está haciendo estragos entre las filas de hipotecados – lumpen que diría Marx-, nos encontramos ante un alubión de embargos por impago de hipoteca. Lo hemos visto mil veces estos meses: familia con ingresos justitos para mantenerse, pagar la hipoteca y ahorrar un poco, ve drásticamente reducida su capacidad por culpa del paro galopante, y ya no puede pagar la hipoteca. Hipoteca que además ha subido de los 900 euros que pagaba en un principio a los 1300 que paga ahora.
¿Y ahora qué? Dejas de pagar y el juzgado te embarga, tu casa sale a subasta pública, nadie la compra – esta muy mal ahora para comprar, conseguir una hipoteca es cada vez más difícil- y el banco que te concedió la hipoteca amparándose en una ley hipotecaría que ha hecho de nuestro sistema bancario uno de los más solventes del mundo, se queda tu casa por el 50 % de su precio tasado. El resto de la deuda, intereses incluidos tendrás que seguir pagándola. No sería raro que, debido a los intereses y las subidas de los tipos de interés, el monto de tu nueva deuda sea similar al precio de la casa que has perdido. No te apures que el banco refinanciará tu deuda subiéndote los intereses a niveles de usura, y embargándote tu sueldo hasta que la pagues. Te encuentras con una deuda tipo “king size” y sin casa; y ahora vete y alquila un piso para vivir.
Esta situación no es nueva, lo que es nuevo es la cantidad de embargos que están afectando cada vez más a los ciudadanos debido a la crisis. Tantas casas se embargan que algunos bancos parecen sociedades inmobiliarias intentando colocar su parque de viviendas en el mercado, entras a la sucursal y te ofrecen un chalet o un piso amueblado. Pero yo no caigo, esta la cosa muy mal para comprar casas, los bancos han cerrado el grifo de los créditos hipotecarios.
Cada vez más voces alzan la voz contra esta medida injusta, demandando que se cambie la ley hipotecaria para que se establezca la denominada “dación en pago”, lo que viene a significar que cuando te embargan la casa, tu deuda se finiquita. Últimamente, además de las plataformas y asociaciones que trabajan en el tema, algunos partidos políticos (ERC, IU, ICV, CIU y BNG) han intentado impulsar esta medida desde el Congreso, encontrándose con la oposición frontal de grupos como el PSOE, el PP, CIU o CC. Su argumento es que en momentos delicados como este, no cabe arrojar cargas sobre el sistema financiero español (no vaya a ser que no den préstamos ni a los partidos políticos).
Esta situación preocupa al gobierno del reino de España, que se siente atosigado por la creciente movilización social que, gracias a la participación del movimiento de los “Indignados”, ha hecho que se paralicen unos cuantos desalojos, con gran repercusión mediática. Ya en Mayo el Congreso impulsó una subcomisión parlamentaria dependiente de Vivienda para el “análisis y posible reforma del sistema hipotecario español”. Ante diversas preguntas sobre el tema, el gobierno respondía con el soniquete de “estamos esperando las conclusiones de la subcomisión” que parece ser que está evaluando el coste que supondría la implantación de la “dación en pago”. Estas conclusiones tienen previsto presentarse allá por diciembre del 2011 o enero del 2012; como no se den prisa les pillan las elecciones generales, con todo lo que ello significa si es que no se hace realidad ela posibilidad de que los comicios se adelanten a noviembre.
Hoy mismo se ha aprobado un decreto en el Congreso para efectuar una de las medidas “paliativas” que anunció hace unos días Zapatero, ahora cuando te embargan tu sueldo mensual para pagar la deuda hipotecaria que tienes en vez de dejarte 641 euros sin tocar, te dejarán 961 euros. Bueno, subiéndolo un 30 % por cada miembro adicional en la familia. Esta medida, según el presidente de la asociación ADICAE (Asociación de Bancos, Cajas y Seguros), Manuel Pardos “solo sirve a la Banca para que te siga cobrando toda la vida y se alargue más el plazo de la deuda después de haberte expulsado de la vivienda”. Para el consejero delegado del BBVA Ángel Cano se trata de una medida “populista” y en cuanto al tema de la “dación en pago” dicha práctica “complicaría mucho la concesión de hipotecas”. Esta declaración ilustra la opinión que comparten todas las entidades bancarias así como la Asociación Hipotecaria Española.
En una situación en la que los bancos han cerrado el grifo del crédito, tanto a las familias como a los empresarios, esta amenaza hace surgir en mi interior una especie de furia nacionalizadora. El cuerpo me pide el establecimiento de un sistema público de crédito que sea eficaz y que haga lo que los bancos y cajas no hacen: inyectar dinero en prestamos e hipotecas en condiciones dignas. Pero este es otro tema.
Otras medidas que se están debatiendo en el congreso para paliar esta situación son la de elevar más allá del 50% actual el precio al que pueden comprar los bancos las casas que no se venden en subasta, o impulsar un sistema de subasta por Internet para que no haya tantas casas subastadas que no se vendan. Eso y una “redefinición” de la línea ICO (¿Inútil, Cara y Obsoleta?) para moratorias de hipotecas.
Entre tanto parche, ADICAE pide la simple y llana “dación en pago”, así como una paralización general de los embargos de tres años, pagando el gobierno los intereses a las entidades, de forma negociada. Esta medida ha sido adoptada en el pasado por varios países, de hecho Obama realizó una operación similar en Estados Unidos tras el escándalo de las “subprime”. Según sus estudios “entre 300 y 500 millones de euros pararían todos los embargos hipotecarios”.
Hay que ver la guerra que da tener las cadenas bien saneadas para que no nos haga ni rozaduras ni llagas.
Macro cárcel de Zaballa: Los siete pecados capitales
David Pina, militante de Alternatiba y concejal de Bildu en el ayto. de Gasteiz
Lujuria
Practicada por parte de un estado central en manos del Partido Socialista Obrero Español, con un líder llamado José Luis Rodríguez Zapatero a su cabeza y con un comandante en jefe llamado Alfredo Pérez Rubalcaba, que desde la imposición ejecutan un acto considerado «de interés general» que desemboca en la violación de uno de los enclaves naturales mejor preservado de la CAPV. ¡Que repulsivo!
Gula
Del Partido Popular que, aunque en la oposición durante todo este despropósito, no ha hecho más que engordar sin esforzarse lo más mínimo con el trabajo sucio que le estaba haciendo el PSOE. Cómo se les llena la boca con tan exquisitos asuntos como el parque natural de Montes de Vitoria, el anillo verde y otros interesantes proyectos y han dado hasta la fecha el silencio por callada ante esta tropelía. ¡Que os aproveche!
Avaricia
Del anterior equipo de Gobierno del municipio de Vitoria-Gasteiz, en manos de un partido socialista liderado por un señor llamado Patxi Lazcoz que, con una herramienta como el Centro de Estudios Ambientales, hasta su llegada útil y necesaria, defenestrada durante su mandato, se deja sobornar como digno acólito de Madrid y no denuncia que las repercusiones que genera la macrocárcel afectan al municipio. Que este espacio es parte indisoluble de un futuro Parque Natural del cual la mayor parte se encuentra en el municipio de Vitoria-Gasteiz. Cómo explicar su oposición a los proyectos del parque eólico que se pretende ubicar en el cordal de Montes de Vitoria en un espacio perteneciente a la Comunidad de la Junta de Castilla y León y no hacer lo mismo con Zaballa, porque pertenece al Municipio de Iruña de Oca. ¡Que vergüenza!
Pereza
De un Partido Nacionalista Vasco que primero comete la ¿torpeza? por parte de quien ostentaba el cargo de Diputada Foral de Agricultura dando el permiso de tala de pinos silvestres y encinas en agosto de 2008 y posteriormente, con un PNV en funciones dentro de la Diputación Foral de Álava, no recurre el fallo del tribunal supremo aduciendo la carestía del recurso después de que un sinfín de técnicos asalariados y altruistas, desde el convencimiento, se hayan dejado una parte de sus vidas defendiendo dicha causa. Qué diferencia con los llamados Mikel Mintegui que jamás se hubieran dado por vencidos llegando si era el caso no solo a llevar el asunto al Tribunal Constitucional sino también al Tribunal de Estrasburgo. ¡Que desidia!
Ira
Por parte de la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios que han ejecutado la obra con un desmesurado ensañamiento para que cuanto antes se haga, antes quede hecho y ya no habrá nada que hacer. ¡Que vileza!
Envidia
De algún político del PSE del Municipio de Iruña de Oca, alcalde del mismo, que en contra de lo que le pedía el pleno de su ayuntamiento se siente satisfecho, a costa del mal ajeno, de la construcción de la macrocárcel en Zaballa para así poder recuperar el espacio de la antigua cárcel y gestionarlo en beneficio del ¿pueblo? ¡Que pobreza!
Soberbia
Soberbia sí. Que seguros estabais de vuestro fallo, Señorías del Tribunal Supremo, que habéis permitido que se construya una macrocárcel, cuando tuvisteis la oportunidad de ser creíbles paralizando la obra. Aunque hubiera sido una pantomima al menos hubiera quedado el beneficio de la duda. Cómo fallar, con una macrocárcel ya construida, a favor del demandante, hubiera sido para echaros a un circo romano por permitir tamaño despilfarro, ¿verdad? Tenéis que justificar que las cosas aun no siendo lo razonable en procedimientos estaban bien hechas, vaya que si lo hacéis. A lo mejor os debemos dar las gracias por no afectar al Zadorra, ni al Gorbeia ni a la sierra de Cantabria o a los montes de Izquiz a pesar de que semejante despropósito, no siendo necesario en ningún lugar, hayáis permitido que se haga en medio de Montes de Vitoria. ¡Que fracasados!
Foto: Noticias de Álava