No a la privatización: La lucha continúa

El proceso de fusión de las tres cajas de la CAPV ha generado un intenso debate en el seno de Alternatiba. Así, por un lado, en la discusión no se ha podido obviar el contexto de ofensiva capitalista ultraliberal en el que nos hayamos inmersos, que se plasma, en el oscuro y antidemocrático entramado de las cajas y del sistema financiero del Reino de España, en una muy desigual correlación de fuerzas entre los adalides del sistema y los que queremos avanzar hacia una Euskal Herria emancipada. Por otro lado, también hemos tenido en consideración que éste era un proceso opaco, en marcha, muy avanzado – garantizada a todos los efectos ya la fusión de Vital y BBK – e irreal en la representatividad en territorio guipuzcoano.

Ante este contexto, ante esta correlación de fuerzas, Alternatiba ha entendido que BILDU tenía que jugar bien sus cartas para poner diques de contención a los procesos en ciernes de destrucción de la Obra Social y de privatización inmediata del sistema financiero público vasco. En este sentido, Alternatiba ha apoyado el acuerdo, ya que se han introducido medidas que dificultan la entrada de capital privado, así como la venta de la propiedad pública. Estos diques de contención no han existido en ningún otro proceso similar dentro de esta ola de bancarización de las Cajas de Ahorro.

No obstante, la lucha continúa. El acuerdo, como ya hemos dicho, define trincheras que dificultan la privatización, pero aún queda un largo camino por delante. Confiamos en que en los escenarios futuros la presencia de la izquierda soberanista y alternativa altere radicalmente la correlación de fuerzas, cerrando así de manera taxativa la vía de la privatización, y redefiniendo las finanzas públicas hacia un modelo democrático, transparente, con una delimitada función social centrada en criterios ecológicos y contra el cambio climático, en la creación de empleo de calidad, en la defensa de la economía del cuidado, de la soberanía alimentaria, etc.

Sostenemos así que la necesaria decisión de las asambleas de las tres cajas para la entrada de capital privado -a expensas de lo establecido por el Banco de España u otro órgano competente-, o el compromiso de no transmitir los activos a terceros salvo en causas muy específicas, establece un campo de juego diferente, en el que habrá que moverse con toda la determinación del mundo para avanzar en nuestros postulados, en la defensa de una banca pública y social, y en defensa de un Marco Vasco de Relaciones Laborales. La lucha continúa.

 

Ana Etxarte y Oskar Matute

Portavoces nacionales de Alternatiba

Pesadilla en Los Huetos street

Josu Estarrona > Alternatiba Araba

Nada nuevo bajo el sol. A lo largo de la historia de la humanidad solo dos vías han encontrado los poderosos para acallar a un pueblo en momentos de convulsión social, a saber; cediendo en parte a las demandas de los oprimidos, las menos, y en la mayoría de los casos imponiendo un clima de terror que frene y retenga las ansias de cambio. De este último método nos sobran ejemplos; emperadores, reyes, autócratas, pseudo-democracias de diferentes colores e ideologías, todos han utilizado en algún momento el terror como argumento para defender el status quo imperante. Cierto es que, en el imaginario colectivo, al referirnos a la imposición de la paz por medio del terror, rápidamente nos vienen a la cabeza imágenes de violencia extrema ejercidas por el gobierno contra su propio pueblo. Matanzas en el nombre de la paz, la Francia pos-revolucionaria, Casas Viejas, Tian´anmen… o más recientemente Libia y Siria. Sin embargo, el terror no tiene por que ir unido irremediablemente a la violencia. Existen medios más sibilinos de ejercerlo y, como se está demostrando en estos años de crisis, mucho más eficaces.

Como si de grandes directores de cine del género se tratase, los capitalistas y sus siervos gobernantes, están sabiendo explotar un miedo generalizado en la sociedad, el paro y el desempleo, para infundirnos terror ante un horizonte que se avista negro si no satisfacemos las necesidades de «los mercados», esos entes sin rostro pero poseedores de grandes cuentas corrientes en algún paraíso fiscal, sino poseedores de algún club de fútbol, baloncesto o petanca, que de todo hay. Y prestos acuden a socorrernos con sus consejos y antídotos. «Ante todo; no se muevan, no levanten la voz, trabajen y no enfaden a quien tiene el dinero. Apriétense el cinturón y cedan sus derechos, que no están los tiempos para lujos superfluos como lo son los derechos sociales». Y claro está, si a alguien se le ocurre levantar la voz en sentido contrario al marcando rápidamente lo acallamos con una dosis de realidad, de «su» realidad.

De todo lo dicho anteriormente sabemos mucho los que residimos por estos lares. Por si no fuese suficiente la cantidad de sufrimiento que está provocando a nuestro alrededor el cierre de decenas de empresas a los que hemos asistido en estos tres años de crisis por las apreturas económicas, ahora desayunamos con una nueva multinacional dispuesta a deslocalizar su producción sin pestañear siquiera ante las 150 familias a las que abandona a su suerte. Daewoo es además uno de los casos más sangrantes que nos podemos encontrar ya que esta «modélica» empresa ha percibido todas las ayudas posibles, al tiempo que fomentaba como ninguna otra la precariedad laboral. Su historia en Araba es la de un conflicto constante con sus trabajadores, merecedores de nuestro apoyo y solidaridad. Y ahora, decide marcharse sin mirar atrás, sin asumir ninguna responsabilidad para con los alaveses en general y sus trabajadores en particular. Pero como esto no es bastante, recientemente almorzamos viendo a casi un centenar de trabajadores de Esmaltaciones San Ignacio, de pie ante las puertas cerradas de la empresa. Bonita forma de acabar las vacaciones. Sin un aviso, sin ningún tipo de negociación, solo una puerta cerrada. Por que en esta provincia parece que las únicas puertas que se abren son las de la nueva cárcel de Zaballa, lástima que en esas habitaciones el rico nunca entra y el pobre nunca sale.

Y claro, ante este clima, ante la posibilidad de que las personas que vivimos y trabajamos aquí podamos revolvernos, ante esa hipótesis, se nos adelantan infundiendo el terror. Así, nos cenamos día sí y día también con el peligro que significaría para esta provincia la posibilidad de que Mercedes decidiese deslocalizar. Los medios de comunicación le dedican sus portadas y hasta incluso un especial de varias páginas, recordándonos que la negociación del convenio está enquistada. Aseveran sin cortarse, que el «advenimiento» del nuevo modelo a la planta de Los Huetos depende de que los trabajadores estén dispuestos a seguir recortando sus derechos y salario, y confían en la «responsabilidad» de la plantilla, obviando la responsabilidad de la dirección. Nos hablan de los salarios y condiciones laborales de sus trabajadores, como si de auténticos privilegiados se tratase, olvidándose sin descuido de mencionar los muchos y variados esfuerzos realizados por estos. Nos informan pormenorizadamente de las necesidades que dice tener la multinacional, pero obvian con indisimulado interés, las prebendas y ayudas concedidas a lo largo de su permanencia en el territorio. Los constantes viajes de los diferentes lehendakaris pasados por Ajuria Enea a Alemania para «negociar» diferentes paquetes de ayudas. Y es tan larga la lista de beneficios que para los alaveses tiene que una multinacional como la Mercedes este sita en nuestro territorio, que me pregunto porque aún seguimos honrando a San Prudencio el 28 de Abril, y sino sería más apropiado honrar a Nuestra Señora de las Mercedes cada 24 de Septiembre, siempre y cuando tengan la bondad cristiana de no largarse con los beneficios de lo que han sembrado aquí.

Ideología por imperativo constitucional (Alternatiba)

Exabier Arrieta > Militante de Alternatiba

En vacaciones y con alevosía. El presidente de España, Rodríguez Zapatero, nos ha sorprendido en el fin de la época estival con una propuesta de reforma de la Constitución, nada menos que para establecer un techo máximo de gasto en los Presupuestos del Estado, cargándose así lo poco que queda del Estado de Bienestar. El penúltimo ataque contra la clase trabajadora arrancó el pasado día 29 en el Congreso y fue refrendado ayer en el Senado.

Esta última intentona no es una más; graves han sido las reformas laborales, del sistema de pensiones, la reciente rebaja del IVA para favorecer que bancos y promotoras se liberen de su stock de viviendas a costa de los contribuyentes; pero esto supone un salto monumental en la agresión a la clase trabajadora, una reforma en la Constitución planteada en tiempo record, sin margen para el debate, sin referéndum en lo que de facto tiene como consecuencia que en la Constitución Española se plasme una ideología concreta para cualquier futuro Gobierno, esto es, se marca el neoliberalismo como única opción ante un eventual planteamiento keynesiano que sería inconstitucional.

Si se aprueba la reforma se actuaría contra el gasto público y no a favor de aumentar el ingreso de las arcas del Estado. Los verdaderos poderes, los sacrosantos mercados, Banca y demás especuladores han conseguido convertir su deuda privada en deuda pública, las rentas del trabajo se ven cada vez más castigadas en comparación con las rentas del capital, no se actúa con seriedad contra los paraísos fiscales y las transacciones financieras internacionales, no se apuesta por una Banca verdaderamente pública que potencie las pymes y los sectores estratégicos de nuestra sociedad, por cierto, sectores cada vez más privatizados. No, lo que se nos dice es que el Estado está endeudado y necesita austeridad, no ingresando más de los que más tienen sino recortando derechos básicos.

El objetivo último no es otro que avanzar hacia el modelo estadounidense, con matices, claro. Si usted quiere una sanidad de calidad contrátese un seguro privado. Si quiere tener una jubilación digna hágase un plan de pensiones privado, por cierto, en el Banco, que necesitan liquidez.

La clase trabajadora tenemos que decir al PPSOE que ya basta. Es más necesaria que nunca la movilización en la calle, en los centros de trabajo (el que tenga claro está) y en las urnas. Y en nuestro ámbito más cercano hay que denunciar el comportamiento del PNV, un colaborador necesario de todo lo anterior y que pide acompañar esta reforma con un apunte sobre “el derecho de decidir”. La lucha sobre la autodeterminación territorial de los pueblos no puede ir separada del resto de los derechos que nos corresponden y ese sí es el modelo por el que luchar.

Mentiras en caja (Alternatiba)

El proceso de fusión de las cajas ha llenado tantos titulares de periódico y ha abierto tantos espacios informativos que parece ya inexorable. Así nos han vendido también las reformas laborales más regresivas de Europa, los ataques contra el sistema público de pensiones o los notables retrocesos en la totalidad de los servicios sociales. La crisis provocada por aquellos que se benefician ahora con sus consecuencias se ha convertido en excusa para todo, también en el convulso mercado financiero.

Una vez más, se nos oculta la realidad, se cubren de argumentos opacos las verdaderas razones que subyacen en la fusión fría de las, hasta ahora idealizadamente nuestras, cajas de ahorro. No existe problema alguno de solvencia para BBK, Kutxa y Vital, desde ningún punto de vista, tal y como han demostrado recientemente las pruebas desarrolladas en parte del sistema financiero europeo.

El objeto real, por tanto, no es otro que sustraer dinero público para inyectárselo a los mercados privados, tal y como ya hicieron con los rescates del sistema financiero o, de manera aún más descarada, con la reforma de las pensiones. Que nadie se lleve a engaño, es un asalto más a las arcas públicas para mejorar aún más, si cabe, los resultados y la situación de la banca privada. La clase política ha permitido a los culpables de la debacle erigirse en jueces, en árbitros que han sentenciado que el pueblo pague sus desmanes.

Se nos ha querido dibujar una situación, irreal a la par que interesada, donde las cajas aparecen como entidades demasiado politizadas en las que no existen gestores capacitados, un abismo insondable donde los mercados internacionales prefieren los supuestamente más eficaces bancos. Partiendo de la mala pero muy puntual situación de algunas cajas españolas, se han endurecido las condiciones sobre las cajas que, por la nueva Ley de Cajas, se ven abocadas a la búsqueda de capital privado.

En la CAV se tejen aún más cortinas de humo, y es que, aparentemente, ante el ambiente anti-caja y pro-bancarización, se asegura que se mantendrán el control público sobre la nueva Sociedad de Acciones (Kutxa Bank) y la obra social, la siempre malinterpretada caridad de las cajas que sirve tanto a entidades que dejan de pagar impuestos por prestar un servicio del que a su vez, y muy a menudo, el estado se desentiende.

Pero todo esto es tan solo, y siendo magnánimos, una verdad a medias, porque lo que quieren ocultar es un proceso de bancarización similar al desarrollado en Italia en los años 90. Puede resumirse en un banco que separa su actividad de la obra social, convirtiendo a esta en fundación que, a su vez y solo en un principio, controla el banco. Posteriormente se produce la entrada de capital privado que, poco a poco, va reduciendo el peso de la fundación en la toma de decisiones. Finalmente, todo deriva en la separación absoluta de banco y fundación, con la salida de esta del órgano de decisión y liquidando la obra social.

Ante el grave ataque contra el último reducto de las finanzas públicas, muy limitado ya y con grandes contradicciones, Alternatiba defiende un sistema financiero público, transparente y democrático. Apostamos por una Caja de Ahorros única para los tres territorios de la CAV, que se adecúe al tamaño y al tejido empresarial y social del país. Una nueva Caja de Ahorros que defina su función social y que trascienda el rol de banca comercial para ser una banca de inversión que facilite la inversión productiva, en base a criterios ecológicos y sociales.

Queremos una caja que no apueste por la especulación financiera, que rechace la inversión militar, los megaproyectos y la energía fósil. Necesitamos una caja que cumpla con una funciones sociales concretas, que conceda los préstamos e inversión adecuados a las prioridades de una economía del cuidado, que fomente la generación de empleo de calidad y la lucha contra el cambio climático, que apoye la soberanía alimentaria y el consumo de los sectores más vulnerables. Que priorice, en definitiva, la justicia social.

Y para dar forma a esta entidad financiera deberían establecerse un sistema de porcentajes de representación que tendría en cuenta a impositores, sindicatos, trabajadores, instituciones y movimientos sociales contra la exclusión y la pobreza.

Pero la pieza imprescindible de este engranaje cuasi utópico sería la transparencia, que se basa en el control social y la información total abierta a toda la ciudadanía. Un sistema de información aprobado por el Parlamento y las Diputaciones en el que, periódicamente, se informe sobre los créditos concedidos así como de las inversiones realizadas y no solo sobre la evolución general de la Caja.

Lástima que el banco que pretenden levantar de las cenizas de las cajas vascas y, a posteriori, también de su obra social, poco o nada se parezca a la Caja Vasca por la que apostamos. Y perderemos así la oportunidad de contar con una banca pública de carácter nacional y como instrumento de la economía nacional planificada, término que los más reaccionaros aborrecerán pero que se recoge en documentos de tan escasa mácula izquierdista como la constitución española.

Oskar Matute y Ana Etxarte – Portavoces nacionales de Alternatiba

Hipotecados

http://definanzas.com/wp-content/uploads/2960675738_50952cbb1c.jpgJorge Segoviano > Militante de Alternatiba

Una de las mayores paradojas de nuestro mundo capitalista es que mientras que la mayoría de productos que consumimos nos duran cada vez menos – cumpliendo la máxima que se nos inculca desde la cuna de  “comprar, usar, tirar”- tendremos que vivir casi toda nuestra vida preocupándonos por el resultado de una operación monetaria que hicimos en un raro momento de optimismo. Me refiero a las hipotecas, por supuesto.

Las hipotecas, según filosofan algunos, son la cadena del esclavo moderno. Son uno de los mecanismos básicos de dominación capitalista, que permite que el hipotecado – la gran mayoría de nuestra sociedad- sea conformista y tenga miedo de perder sus ingresos antes que su dignidad o su salud. Cuantas personas he conocido que desperdician su vida en trabajos que no les gustan, mal pagados, etc. todo por poder pagar la casa que se compró tiempo atrás. Si malgastas tu vida, por lo menos podrás dejarles la casa a tus hijos, aunque con esa hipoteca que has firmado a 30 años, y tal como van aumentando los tipos de interés, lo mismo tus hijos tienen que terminar de pagarla. O lo mismo la pierdes antes de morirte…

La crisis se está haciendo estragos entre las filas de hipotecados – lumpen que diría Marx-, nos encontramos ante un alubión de embargos por impago de hipoteca. Lo hemos visto mil veces estos meses: familia con ingresos justitos para mantenerse, pagar la hipoteca y ahorrar un poco, ve drásticamente reducida su capacidad por culpa del paro galopante, y ya no puede pagar la hipoteca. Hipoteca que además ha subido de los 900 euros que pagaba en un principio a los 1300 que paga ahora.

¿Y ahora qué? Dejas de pagar y el juzgado te embarga, tu casa sale a subasta pública, nadie la compra – esta muy mal ahora para comprar, conseguir una hipoteca es cada vez más difícil- y el banco que te concedió la hipoteca amparándose en una ley hipotecaría que ha hecho de nuestro sistema bancario uno de los más solventes del mundo, se queda tu casa por el 50 % de su precio tasado. El resto de la deuda, intereses incluidos tendrás que seguir pagándola. No sería raro que, debido a los intereses y las subidas de los tipos de interés, el monto de tu nueva deuda sea similar al precio de la casa que has perdido. No te apures que el banco refinanciará tu deuda subiéndote los intereses a niveles de usura, y embargándote tu sueldo hasta que la pagues. Te encuentras con una deuda tipo “king size” y sin casa; y ahora vete y alquila un piso para vivir.

Esta situación no es nueva, lo que es nuevo es la cantidad de embargos que están afectando cada vez más a los ciudadanos debido a la crisis. Tantas casas se embargan que algunos bancos parecen sociedades inmobiliarias intentando colocar su parque de viviendas en el mercado, entras a la sucursal y te ofrecen un chalet o un piso amueblado. Pero yo no caigo, esta la cosa muy mal para comprar casas, los bancos han cerrado el grifo de los créditos hipotecarios.

Cada vez más voces alzan la voz contra esta medida injusta, demandando que se cambie la ley hipotecaria para que se establezca la denominada “dación en pago”, lo que viene a significar que cuando te embargan la casa, tu deuda se finiquita. Últimamente, además de las plataformas y asociaciones que trabajan en el tema, algunos partidos políticos (ERC, IU, ICV, CIU y BNG) han intentado impulsar esta medida desde el Congreso, encontrándose con la oposición frontal de grupos como el PSOE, el PP, CIU o CC. Su argumento es que en momentos delicados como este, no cabe arrojar cargas sobre el sistema financiero español (no vaya a ser que no den préstamos ni a los partidos políticos).

Esta situación preocupa al gobierno del reino de España, que se siente atosigado por la creciente movilización social que, gracias a la participación del movimiento de los “Indignados”, ha hecho que se paralicen unos cuantos desalojos, con gran repercusión mediática. Ya en Mayo el Congreso impulsó una subcomisión parlamentaria dependiente de Vivienda para el “análisis y posible reforma del sistema hipotecario español”. Ante diversas preguntas sobre el tema, el gobierno respondía con el soniquete de “estamos esperando las conclusiones de la subcomisión” que parece ser que está evaluando el coste que supondría la implantación de la “dación en pago”. Estas conclusiones tienen previsto presentarse allá por diciembre del 2011 o enero del 2012; como no se den prisa les pillan las elecciones generales, con todo lo que ello significa si es que no se hace realidad ela posibilidad de que los comicios se adelanten a noviembre.

Hoy mismo se ha aprobado un decreto en el Congreso para efectuar una de las medidas “paliativas” que anunció hace unos días Zapatero, ahora cuando te embargan tu sueldo mensual para pagar la deuda hipotecaria que tienes en vez de dejarte 641 euros sin tocar, te dejarán 961 euros. Bueno, subiéndolo un 30 % por cada miembro adicional en la familia. Esta medida, según el presidente de la asociación ADICAE (Asociación de Bancos, Cajas y Seguros), Manuel Pardos “solo sirve a la Banca para que te siga cobrando toda la vida y se alargue más el plazo de la deuda después de haberte expulsado de la vivienda”. Para el consejero delegado del BBVA Ángel Cano se trata de una medida “populista” y en cuanto al tema de la “dación en pago” dicha práctica “complicaría mucho la concesión de hipotecas”. Esta declaración ilustra la opinión que comparten todas las entidades bancarias así como la Asociación Hipotecaria Española.

En una situación en la que los bancos han cerrado el grifo del crédito, tanto a las familias como a los empresarios, esta amenaza hace surgir en mi interior una especie de furia nacionalizadora. El cuerpo me pide el establecimiento de un sistema público de crédito que sea eficaz y que haga lo que los bancos y cajas no hacen: inyectar dinero en prestamos e hipotecas en condiciones dignas. Pero este es otro tema.

Otras medidas que se están debatiendo en el congreso para paliar esta situación son la de elevar más allá del 50% actual el precio al que pueden comprar los bancos las casas que no se venden en subasta, o impulsar un sistema de subasta por Internet para que no haya tantas casas subastadas que no se vendan. Eso y una “redefinición” de la línea ICO (¿Inútil, Cara y Obsoleta?) para moratorias de hipotecas.

Entre tanto parche, ADICAE pide la simple y llana “dación en pago”, así como una paralización general de los embargos de tres años, pagando el gobierno los intereses a  las entidades, de forma negociada. Esta medida ha sido adoptada en el pasado por varios países, de hecho Obama realizó una operación similar en Estados Unidos tras el escándalo de las “subprime”. Según sus estudios “entre 300 y 500 millones de euros pararían todos los embargos hipotecarios”.

Hay que ver la guerra que da tener las cadenas bien saneadas para que no nos haga ni rozaduras ni llagas.

Macro cárcel de Zaballa: Los siete pecados capitales

David Pina, militante de Alternatiba y concejal de Bildu en el ayto. de Gasteiz

 

Lujuria

Practicada por parte de un estado central en manos del Partido Socialista Obrero Español, con un líder llamado José Luis Rodríguez Zapatero a su cabeza y con un comandante en jefe llamado Alfredo Pérez Rubalcaba, que desde la imposición ejecutan un acto considerado «de interés general»  que desemboca en la violación de uno de los enclaves naturales mejor preservado de la CAPV. ¡Que repulsivo!

 

Gula

Del Partido Popular que, aunque en la oposición durante todo este despropósito, no ha hecho más que engordar sin esforzarse lo más mínimo con el trabajo sucio que le estaba haciendo el PSOE. Cómo se les llena la boca con tan exquisitos asuntos como el parque natural de Montes de Vitoria, el anillo verde y otros interesantes proyectos y han dado hasta la fecha el silencio por callada ante esta tropelía. ¡Que os aproveche!

 

Avaricia

Del anterior equipo de Gobierno del municipio de Vitoria-Gasteiz, en manos de un partido socialista liderado por un señor llamado Patxi Lazcoz que, con una herramienta como el Centro de Estudios Ambientales, hasta su llegada útil y necesaria, defenestrada durante su mandato, se deja sobornar como digno acólito de Madrid y no denuncia que las repercusiones que genera la macrocárcel afectan al municipio. Que este espacio es parte indisoluble de un futuro Parque Natural del cual la mayor parte se encuentra en el municipio de Vitoria-Gasteiz. Cómo explicar su oposición a los proyectos del parque eólico que se pretende ubicar en el cordal de Montes de Vitoria en un espacio perteneciente a la Comunidad de la Junta de Castilla y León y no hacer lo mismo con Zaballa, porque pertenece al Municipio de Iruña de Oca. ¡Que vergüenza!

 

Pereza

De un Partido Nacionalista Vasco que primero comete la ¿torpeza? por parte de quien ostentaba el cargo de Diputada Foral de Agricultura dando el permiso de tala de pinos silvestres y encinas en agosto de 2008 y posteriormente, con un PNV en  funciones dentro de la Diputación Foral de Álava, no recurre el fallo del tribunal supremo aduciendo la carestía del recurso después de que un sinfín de técnicos asalariados y altruistas, desde el convencimiento, se hayan dejado una parte de sus vidas defendiendo dicha causa. Qué diferencia con los llamados  Mikel Mintegui que jamás se hubieran dado por vencidos llegando si era el caso no solo a llevar el asunto al Tribunal Constitucional sino también al Tribunal de Estrasburgo. ¡Que desidia!

 

Ira

Por parte de la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios que han ejecutado la obra con un desmesurado  ensañamiento para que cuanto antes se haga, antes quede hecho y ya no habrá nada que hacer. ¡Que vileza!

 

Envidia

De algún político del  PSE  del Municipio de Iruña de Oca, alcalde del mismo, que en contra de lo que le pedía el pleno de su ayuntamiento se siente satisfecho, a costa del mal ajeno, de la construcción de la macrocárcel en Zaballa para así poder recuperar el espacio de la antigua cárcel y gestionarlo en beneficio del ¿pueblo? ¡Que pobreza!

 

Soberbia

Soberbia sí. Que seguros estabais de vuestro fallo, Señorías del Tribunal Supremo, que habéis permitido que se construya una macrocárcel, cuando tuvisteis la oportunidad de ser creíbles paralizando la obra. Aunque hubiera sido una pantomima al menos hubiera quedado el beneficio de la duda. Cómo fallar, con una macrocárcel ya construida, a favor del demandante, hubiera sido para echaros  a un circo romano por permitir tamaño despilfarro, ¿verdad? Tenéis que justificar que las cosas aun no siendo lo razonable en procedimientos estaban bien hechas, vaya que si lo hacéis. A lo mejor os debemos dar las gracias por no afectar al Zadorra, ni al Gorbeia ni a la sierra de Cantabria o a los montes de Izquiz a pesar de que semejante despropósito, no siendo necesario en ningún lugar, hayáis permitido que se haga en medio de Montes de Vitoria. ¡Que fracasados!

 

Foto: Noticias de Álava

Kukutza, ven y cuéntalo

Igor Ahedo Gurrutxaga (Profesor de Ciencia Política de la UPV/EHU) > DEIA

IMAGÍNATE un barrio sin equipamientos, sin centro cívico, con una plaza que los y las vecinas diseñaron y arrancaron a base de esfuerzo, aunque no pudieron evitar que una autopista de seis carriles la sobrevolase, amenazando a los niños y niñas que juegan bajo miles de camiones, coches y vehículos. Imagínate un barrio que solo es noticia cuando ocurre un accidente, cuando un pirómano prende fuego contenedores, cuando se inunda.

Imagínate, también, un barrio que como consecuencia de sus condiciones, de su abandono, luchó para dejar de ser «la costa del barro», que luchó por las escuelas, por la salud, por el deporte. Imagínate un barrio en el que los y las vecinas ocuparon viviendas de protección oficial abandonadas para sus vecinos damnificados por las riadas. Imagínate un barrio que tuvo que secuestrar autobuses para conectarse con Bilbao, un barrio que creó una biblioteca popular de 17.000 volúmenes, una universidad popular, un módulo psicosocial…

Imagínate un barrio que se le pagó el coraje en la defensa de la democracia -como cuando se enfrentó a la alcaldesa franquista Pilar Careaga- con el olvido, castigándolo a seguir siendo periferia, sin equipamientos culturales, sin programación cultural, sin medios de comunicación como el metro o el tranvía, con zonas degradadas que nadie cuida, con gravísimos problemas urbanos.

Imagínate unos jóvenes que recogieron el testigo de sus amas y aitas. Que decidieron continuar la lucha de quienes consiguieron semáforos, escuelas, cultura. Imagínate un edificio industrial abandonado, en el que las ratas campan a sus anchas como siniestra compañía de decenas de muertos vivientes enganchados a la heroína. Imagínate que esos jóvenes ocupan esos 6.300 m2 abandonados y comienzan a sacar las txutas y toneladas de escombros. Imagínate que poco a poco, durante 13 años, llenan ese edificio abandonado de vida. Imagínate que crean la única escuela de circo de Bizkaia, el rocódromo de escalada más grande de nuestro territorio. Imagínate que hacen un comedor vegetariano, que ceden su espacio a minusválidos para que hagan deporte, a amatxus para que hagan manualidades, a niños y niñas para que aprendan a ser trapecistas. Imagínate que ese centro ocupado organiza actividades. Miles de actividades. 500 veces más actividades que las programadas en trece años por el Ayuntamiento, la Diputación y el Gobierno vasco juntos. Imagínate que esos jóvenes, conscientes de la desconfianza iniciales de los y las vecinas, organizan visitas guiadas, fiestas en verano para los y las chavalas de la zona, que deciden que todos los actos acaben a las doce de la noche para no molestar el sueño de quien quiere descansar.

Imagínate ahora que la constructora propietaria del solar lograse que ese suelo industrial se recalifique como urbanizable. Imagínate que el Ayuntamiento hace oídos sordos a una petición de la asociación de vecinos de 1995 para que el suelo fuera para equipamientos. Imagínate a esa constructora frotándose las manos, viendo cómo se revaloriza el suelo. Imagínate que 20 años después, cuando el Ayuntamiento pide a la empresa que arregle la fachada, esa decide que «para qué gastar un duro». Imagínate que decide demoler el edificio. Imagínate cómo se sentirán esos cientos de jóvenes que se han dejado la piel para hacer realidad sus sueños.

Ese barrio se llama Rekalde. Y ese sueño es Kukutza.

Estos días, Kukutza ha sido visitado por centenares de personas, políticos, urbanistas, profesores de universidad, responsables culturales de diversas instituciones vascas. Centenares de personas han visto que los sueños de esos jóvenes se hicieron realidad. Pronto serán varias decenas de miles las personas que se han emocionado viendo el vídeo que hicimos 500 vecinos y vecinas para enseñar al mundo nuestro sueño (lo puedes ver en YouTube buscando Kukutza III lipdub). Centenares de personas han recorrido estos días sus instalaciones y se han sorprendido del dinamismo, del apoyo a Kukutza. Se han convertido en embajadores de nuestros sueños. Kukutza ha pasado a ocupar un lugar en su corazón.

Dice el ayuntamiento que ellos no pueden entorpecer la petición de licencia de demolición. Dicen que es propiedad privada y que el dueño puede hacer lo que quiera con el edificio. No dicen, sin embargo, que el edificio está catalogado como patrimonio industrial. No dicen, tampoco, que hay soluciones políticas. Pueden comprar el terreno. Se lo pueden permutar al propietario por otro. En sus manos está salvar una iniciativa que ha llenado de vida a Rekalde, que se entronca con su historia, que es un referente cultural internacional.

Todo lo que te he contado no es imaginación. Es realidad. Es un sueño hecho realidad que se puede convertir en una pesadilla ante la falta de coraje de una clase política que no hace nada por defender el patrimonio público frente a la rapiña de una minoría.

Kukutza es real. Está vivo. Lo puedes comprobar. Lo puedes ver con tus ojos. Lo puedes sentir en tu corazón. Ven, acércate, mira la escuela de circo, mira el camerino del teatro, el tatami para artes marciales. Ven y acércate a ver su biblioteca, su comedor popular. Ven y cuéntalo. Los sueños se hacen realidad. Y las pesadillas se pueden evitar.

No tenemos tiempo. Las excavadoras rugen y los despachos municipales miran a otro lado. No podemos permitir que se laven las manos. No podemos permitir que una vez más, el lucro privado acabe con nuestro derecho a una vida mejor. Ven y cuéntalo. Acércate a Kukutza antes de que sea tarde. Atraviesa la puerta y prepárate a soñar. Ven y cuéntalo. Indígnate. Que no se laven las manos. Indígnate. La política no es la gestión de los intereses privados sino la defensa de los intereses públicos. Indígnate. Que hagan política. Que defiendan nuestros sueños. Que nos defiendan. Indígnate. Ven y cuéntalo. Kukutza no tiene nada que ocultar.

Que no conviertan nuestros sueños en escombros. El 16 de julio hay una cita con la esperanza. Miles de personas exigiremos respeto, reconocimiento, y sobre todo, que nos dejen seguir soñando.

La enfermedad de Chávez genera grandes incertidumbres en el país

Luismi Uharte (Sociólogo) > GARA

Hace aproximadamente dos años, el foro que organizó el Centro Internacional Miranda en Caracas para evaluar la primera década de Revolución Bolivariana destacó, entre otras cuestiones a debate, la debilidad del proceso en cuanto al modelo de liderazgo instaurado, ya que la dependencia respecto al máximo líder -Hugo Chávez- era más que evidente.

La necesidad de impulsar un tipo de liderazgo más colectivo fue señalada por la gran mayoría de los pensadores participantes. Sin embargo, la reciente y grave enfermedad del presidente vuelve a demostrar la fragilidad de la continuidad del proceso de cambio si hipotéticamente Chávez desapareciera del escenario político.

La fragilidad es aún mayor si tenemos en cuenta el actual empate técnico entre el chavismo y la oposición, evidenciado en las elecciones legislativas del año pasado y la relativa cercanía de las próximas presidenciales en diciembre de 2012.

Liderazgo unipersonal

La presencia o no de Chávez, en el corto y medio plazo, resulta por tanto fundamental para vislumbrar las opciones de permanencia del gobierno bolivariano tras los comicios del próximo año. La derecha opositora, articulada a través de la autodenominada Mesa de la Unidad `Democrática (MUD), mantiene su matrimonio de conveniencia debido a un único leit motiv: el antichavismo. En consecuencia, una contienda sin Chávez probablemente provocaría una fragmentación de los partidos conservadores.

De cualquier manera, en un escenario con Chávez como candidato del bloque bolivariano, la unidad opositora parece que se materializará, en gran medida por la presión que Estados Unidos ejerce permanentemente y además, por el aumento del apoyo ciudadano al Ejecutivo de Chávez según las últimas encuestas, como muestran los datos de la empresa demoscópica GIS XXI. Según este grupo, Chávez acumula un 49,5% de apoyo, frente a los momentos más críticos a principios de 2010, cuando se redujo a un 37%.

Lógicamente, la evolución de estos porcentajes va a depender de las políticas que aplique el Ejecutivo en una serie de áreas estratégicas, fundamentalmente en el ámbito interno, aunque sin infravalorar los efectos de la política exterior.

América Latina

A pesar de que no es el frente decisivo en términos de incidencia electoral, la política exterior, fundamentalmente a nivel regional, será un área a tener en cuenta en los próximos meses.

El tema más conflictivo en estos tiempos son las consecuencias derivadas del Pacto con el gobierno colombiano, principalmente por la firma de un acuerdo de «seguridad». La deseable recuperación de las relaciones diplomáticas y económicas bilaterales ha venido de la mano de un cambio radical en materia de seguridad, que ha traído como consecuencia la entrega -que no extradición- de militantes de la insurgencia colombiana e incluso hemos asistido a un salto cualitativo con la entrega del periodista sueco-colombiano Joaquín Pérez Becerra.

Probablemente, el desgaste interno no ha sido notable pero sí el internacional, por la crítica generalizada de numerosos grupos de izquierda extranjeros que apoyan la Revolución Bolivariana. Algunos analistas han achacado a la realpolitik este giro en relación al conflicto colombiano. Por su parte, dirigentes gubernamentales han reconocido en privado que el Ejecutivo de Chávez ha hecho una apuesta por intentar acabar con toda sospecha internacional de connivencia con grupos armados.

Un elemento estratégico en política regional será la puesta en marcha de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), que inicialmente iba a materializarse el 5 y 6 de julio de este año en Venezuela. La enfermedad del presidente ha pospuesto la cita, pero indudablemente en un breve plazo se oficializará, con un protagonismo fuerte por parte venezolana y del propio Chávez. La creación de una institución que pretende de facto sustituir a la OEA, controlada históricamente por Washington, será un paso de gigante en materia de integración regional soberana.

Política interna

Pero donde el gobierno y Chávez van a afrontar un reto decisivo será en asuntos de orden nacional y más concretamente en relación al impacto de los nuevos programas sociales, como la Gran Misión Vivienda Venezuela.

Las esperanzas generadas por el gobierno en millones de personas con el lanzamiento del nuevo programa habitacional deberán ser satisfechas por lo menos parcialmente, si se quiere mantener e incluso mejorar el apoyo ciudadano. Los resultados en política de vivienda han sido de los más decepcionantes, en comparación con el éxito de los impactos educativos y sanitarios, tras 12 años de gobierno bolivariano.

Desde 1999, el Ejecutivo ha lanzado numerosos programas habitacionales que no han revertido el déficit habitacional de la IV República, que hoy día se calcula en cerca de dos millones de viviendas. Las promesas constantes de construir más de 100.000 viviendas por año no se han visto acompañadas por las cifras reales. Por ello, la percepción de un avance en este terreno a lo largo de los próximos meses será fundamental.

Giro ideológico o eficiencia

El empate técnico ha sido utilizado como excusa por la «derecha endógena» bolivariana para justificar un giro ideológico hacia posiciones más moderadas. Vladimir Acosta, uno de los pensadores venezolanos más perspicaces, ha alertado sobre un viraje del Ejecutivo hacia posturas de centro-izquierda.

Es difícil prever si finalmente los sectores más conservadores impondrán su línea. Lo que resulta más evidente es que la recuperación de un porcentaje de apoyo más masivo no vendrá de la mano de una derechización del proceso, sino de una mejora sustancial de la eficiencia, no en clave neoliberal-empresarial sino en términos sociales, es decir, de los servicios básicos (electricidad, agua…), vivienda, inflación…

 

Foto de cabecera: Logotipo del MVR, autor Tomatejc

Video entrevista: Ariznabarra, 34 meses en huelga

Hace casi tres años, 90 mujeres trabajadoras de la  Residencia “Ariznabarra” para la tercera edad decidieron iniciar una huelga en defensa de sus derechos laborales. La huelga terminó 34 meses después. Este video es una breve crónica de un conflicto que ilustra la injusticia del actual modelo de cuidados, la responsabilidad de las instituciones públicas y la fuerza de lucha colectiva. 

El enmascarado proceso de privatización de los servicios de cuidados

Foto: Natalia IniguizAsistimos, en la actualidad, a un fuerte proceso de desmantelamiento del estado de bienestar que pasa, en parte, por la privatización de lo público. Entre el carácter público de un servicio y su privatización no hay un abismo insondable, sino una línea de continuidad en la que la mercantilización se va justificando a medida que se redefine la propia noción de lo público. Se dice, por ejemplo, que el Sistema Vasco de Servicios Sociales (SVSS) garantiza los derechos de la ciudadanía aunque estos servicios se proporcionen por entidades privadas concertadas – con o sin ánimo de lucro – porque, en última instancia, hay un control de calidad y una financiación pública.  Este proceso, más o menos sutil, oculta las verdaderas intenciones de las instituciones públicas vascas de crear nuevos espacios para la obtención de beneficios privados, adelgazando la responsabilidad pública en la satisfacción de las necesidades de cuidados y reforzando el desigual acceso a un derecho tan básico como el cuidado a personas en situación de dependencia. La actuales políticas públicas en relación a la provisión de cuidados podría simplificarse en un lema que no nos encontraremos en las marquesinas de los autobuses: “derechos sí, siempre que puedas pagarlos”.

El reconocimiento de la iniciativa privada en la provisión de cuidados recibió un gran espaldarazo después de la aprobación de la Ley de Dependencia y la Ley de Igualdad. A partir de estas dos leyes se fortalece la expansión de las empresas privadas, muy interesadas en obtener una parte de los beneficios que generan los cuidados. De esta manera, los cuidados siguen recayendo en manos femeninas pero no sólo dentro de la institución familiar sino también en el mercado laboral.

Así, el erroneamente denominado cuarto pilar del estado de bienestar nace más privatizado que ninguno de los otros tres (sistema de salud, educación y pensiones) al prever desde el inicio la existencia de prestaciones económicas asociadas a la compra de servicios en el mercado. En otras palabras, se da por hecho que la red pública será insuficiente, y no de manera temporal ni excepcional, sino generalizada y sostenida en el tiempo. Además, la figura del copago alcanza unas proporciones desconocidas en comparación con otros servicios públicos. De acuerdo con la memoria económica de la ley de dependencia se calcula que el copago financiará el 35% del coste total, fomentando la transferencia de recursos de las personas en situación de dependencia hacia el capital privado. No es el conjunto social quien, en base a un principio de solidaridad, se hace cargo del coste de un servicio que debería ser público, sino que se responsabiliza a las propias personas en situación de dependencia de sus diferencias.

Por otro lado, la privatización no ha servido para visibilizar socialmente el trabajo de cuidados en la medida que entendemos que ésta tendría que ver con: remuneraciones decentes, reconocimiento de saberes y derechos laborales asociados. Muy al contrario, al hablar de cuidados profesionales, nos encontramos ante un sector feminizado muy basado en el empleo precario, tanto en el ámbito de lo público (donde todas las Diputaciones vascas, sin excepción, han promovido procesos de subcontratación, precarizando así el empleo en el sector público), como en el de lo privado con y sin ánimo de lucro. Así, después de la última reforma laboral y sin mecanismos expresos de exigencia por parte de las instituciones públicas, todo apunta a la consolidación de un sector con alarmantes índices de precariedad, tal y como demuestran la proliferación de conflictos laborales en el sector a lo largo y ancho de Euskal Herria.

A pesar de la creciente precariedad del sector, las instituciones y un discurso neoliberal cada vez más extendido defienden la privatización de los cuidados en la medida que crea un nuevo espacio de expansión empresarial y permite aumentar la tasa de ocupación femenina. De acuerdo con este discurso, estaríamos matando no sólo dos sino tres pájaros de un tiro: mayor tasa de empleo femenina,  mejor cobertura en la satisfacción del trabajo de cuidados introduciendo mayor flexibilidad en la gestión y una mejora de los supuestos indicadores de bienestar: a saber, el incremento del PIB y tasa de empleo. El último estudio elaborado por el PSOE en el País Vasco, siguiendo a pie juntillas lo dictado por el PNV, lo expresa muy claramente en su lista de recomendaciones “a las administraciones públicas con competencias en materia de servicios sociales se les recomienda que integren el potencial de empleo y crecimiento económico en la evaluación del coste/beneficio del despliegue del sistema de servicios sociales y en la reflexión sobre su sostenibilidad”.

Este discurso que se extiende bajo la falsa promesa de más empleo para las mujeres silencia el impacto del proceso de privatización sobre la garantía de derechos de toda la ciudadanía y, en especial, de los de las mujeres. Por un lado, ignora la dificultad de garantizar unos cuidados de calidad cuando están sujetos a una lógica productivista ya que las empresas privadas establecerán estándares de calidad sumamente diferenciados según el precio que se puede pagar, provocando un crecimiento muy fuerte de las desigualdades sociales. En otras palabras, cada persona recibirá los cuidados precisados en intensidad, contenido y calidad desigual según el poder adquisitivo.

Por otro lado, se fortalece un sector caracterizado por el recorte de los costes laborales, siendo ésta la vía fundamental de reducción de costes en un sector intensivo de trabajo. Esto supone la imposición de una fuerte presión a las trabajadoras, que intentan proporcionar un buen servicio aún cuando padecen condiciones de alta precariedad. Como consecuencia, este se reafirma como el sector laboral en el que se concentren las mujeres migrantes, dificultando sus posibilidades de movilidad laboral hacia otros sectores.

Por último, se consolida un modelo dual de sociedad. Por una parte, se sitúan aquellos segmentos de población con suficiente poder adquisitivo que satisfacen la mayor parte de las necesidades con la compra de servicios privados, principalmente empleadas del hogar, máximas exponentes de la precariedad y con una creciente representación de población migrante. Por otra parte, se sitúan aquellos segmentos de la población que no tienen nivel de consumo y sustituyen compra en el mercado por provisión gratuita de servicios, siendo aquí absolutamente principal la figura de la cuidadora que, por supuesto, ejercerá este trabajo bajo unas condiciones paupérrimas.

En definitiva, los servicios públicos de cuidados que se han creado no son tales, sino que nacen privatizados- o se están privatizando- generando la proliferación de empleos sumamente precarios y de cuidados de dudosa calidad sometidos a las exigencias de la rentabilidad capitalista. Así, se multiplican las desigualdades sociales en la medida que puedan o no comprase cuidados de mayor calidad. Si queremos revertir este proceso y apostar por un modelo que satisfaga los derechos de todas las personas deberíamos de convertir en temas centrales de nuestras reivindicaciones la férrea defensa de los servicios públicos de calidad y gestión directa por parte de las instituciones públicas, el cuestionamiento de la ley de extranjería o la modificación de la regulación de las trabajadoras del hogar. No podemos justificar políticas que no resuelven los problemas, sino que los trasladan a las “otras” (sean quienes sean las otras).

 

Foto: Natalia Iñiguiz, de la exposición «Dependencias Mutuas».

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