Tod@s somos La Baluga

Mariano Gomez – BIGE Gurasoen Elkartea

Si. Tod@s somos La Baluga, o todos debiéramos así sentirnos. Al menos aquellos que apostamos por la escuela pública. Lo que está pasando en Sopuerta, podría pasar en cualquier otro lugar.

Un grupo de familias está intentando ejercer su derecho a optar por una educación pública para sus hijas e hijos, mientras la administración, aquellos que debieran garantizarlo no quieren, o no se atreven, a proteger ese derecho.

Pero, además, lo están haciendo en unas condiciones dramáticas (casi podríamos decir que es un milagro que estas siete familias sigan manteniendo su posición). Recuerda mucho, demasiado, al clima vivido en Irún o Hondarribia en los primeros años en los que las mujeres empezaron a reivindicar activamente su derecho a participar en igualdad de condiciones en la fiesta de los alardes.

Estas familias se están limitando a reclamar un derecho que debiera ser universal, a optar por una educación pública en su propio pueblo, en su propia localidad. Existiendo, además, un espacio público, construido con dinero público, donde se pudiera hacer.

Pero, y eso es lo triste, se están encontrando con un casi linchamiento social, por parte de aquellas y aquellos que están moviendo a los partidarios de la escuela privada. Éstos no se limitan a ejercer su derecho a seguir optando por la educación privada para sus hijos e hijas (a lo que tienen todo su derecho, faltaría más) sino que arremeten una y otra vez contra los que tienen una opción diferente.

Y esto se hace impunemente, ante la pasividad de la administración. Algo huele mal, muy mal, cuando se da esta inacción. Aunque, cierto es, y hay que resaltarlo, a diferencia de lo que ocurre en Irún y Hondarribia, aquí la corporación, con su alcalde a la cabeza, a pesar del coste electoral que le pudiera suponer, sí se ha puesto al lado del derecho a poder elegir libremente el modelo educativo, apoyando el derecho de éstas familias a optar por la enseñanza pública, alegando que sin coste alguno para las arcas públicas ya se pudiera ejercer, al existir ya el Centro Educativo de propiedad municipal de La Baluga. El Gobierno Vasco no sabe , no contesta.

Nadie va a poner en cuestión el modelo educativo de San Viator, todo lo contrario. Es un proyecto consolidado y con tradición en la zona. ¿Por qué entonces tanto escándalo porque unas pocas familias se atrevan a reivindicar poder ejercer su derecho a tener educación pública en su propio pueblo?. ¿A qué se tiene miedo?. Si la administración actuara como debiera actuar permitiendo que  sean las propias familias las que decidan año a año que modelo educativo quieren para sus hijos, garantizando la oferta pública también, San Viator, ahí, es la parte grande, consolidada, y con tradición. ¿Por qué en lugar de dejar libertad de elección a todas las familias, una parte de los que apuestan por otro modelo, dedican tanto tiempo y con tanta fuerza a evitar que otros puedan elegir una opción diferente?.

De ahí la gran semejanza con lo que ocurre con el derecho de participación de las mujeres en los Alardes. Aquí también hay campaña continua, rozando el acoso, frente al diferente.

Pero hay algo más. Y es lo que deja un tufillo que no gusta. En una época en la que nos hemos estado acostumbrando a ver la proliferación de chanchullos, tratos de favor, y dilapidación de dinero público por parte de la Administración, en este caso vemos como el principal argumento de la Administración es que dice que está atada por una carga en la escritura de propiedad del terreno municipal. Ésta propiedad es producto de una donación de un terreno (curiosa donación) del Obispado al municipio con la condición de que ahí se construya un centro de Educación Infantil. Sin entrar en si tal como está escrita la condición es privativa o no de instaurar educación primaria (algunos defendemos, amparados por un informe pericial, que de ahí no se deduce prohibición absoluta a que exista educación pública de primaria). Sin entrar en ello, digo, ¿cómo es posible que ante esas dudas razonables de la administración, ahora, decidieran en su día aceptar dicha  donación y, además, inyectar alrededor de tres millones de euros en un centro de educación infantil hipotecado en su desarrollo y en su futuro como oferta de escuela pública?, ¿Cómo se permite, y de quien es la responsabilidad política y ¿penal? de que se aceptara construir algo que, aunque público, en la práctica se convertía en un centro complementario y al servicio de la escuela privada que está al lado?.

¿Cómo se puede dilapidar así, para beneficio privado, tanto capital público?. Si eso fuera así, y así fuera la interpretación de esa cláusula por parte de la administración ¿de quién es la responsabilidad de que aún así se aceptara esa donación ¿onerosa?, primero, y, segundo, se decidiera construir ahí, en ese terrero, el edificio?, en lugar de imponer una cláusula de salvaguarda, o construir en cualquier otro terreno municipal.

Ya digo, que aún así, esa claúsula es interpretable todavía, pero, teniendo en cuenta, la lectura que hace de ella la administración, debiera ya estar iniciando una investigación interna buscando responsabilidades de políticos y técnicos responsables de éste presunto trato de favor y dilapidación de dinero público para intereses privados. Al mismo tiempo que decretando la apertura de un aula de educación pública de primero de primaria en La Baluga, sea ésta dependiente del propio centro o cómo aula desplazada.

Mientras tanto, vemos como un puñado de familias, en condiciones muy difíciles y arriesgando en algo tan sensible como es la educación de sus hijos, nos están dando un ejemplo de hacer y actuar, contra viento y marea, que debiera hacer sonrojar a cualquier administración con un mínimo sentido y sensibilidad progresista y democrática.

No estais sólos. Hoy, aquí, en Euskal Herria, La Baluga somos todos. Todos los que apoyamos a la escuela pública, y todos los que, áun optando por otro modelo de educación, defienden la libre opción.

¿Tú también, prensa mía?

Luis Salgado – Alternatiba

En un proceso de metamorfosis cuasi perfecto, lo que parecía nacer como serpiente de verano se está convirtiendo en la “Tormenta perfecta”. Es cierto que las declaraciones xenófobas del Sr. Maroto y del Sr. De Andrés tienen una lectura en clave política nítida; arrancar un puñado de votos sin hacer otras valoraciones sobre los efectos que pudieran tener en un futuro. En post anteriores ya he dado mi opinión sobre esos exabruptos y sobre todo lo que ellos conllevan, sin embargo hoy quiero denunciar a los tontos útiles, o quizá, para ser mas preciso, a quienes bailan el agua a estos líderes políticos.

Estaremos todas de acuerdo en que de El Correo Español poco se puede esperar, y qué más allá de poner en portada cualquier declaración de estos próceres alaveses, ha lanzado su propia campaña de acoso y derribo contra la población migrante. Así, de ese modo, día sí y día también nos ilustra con casos de supuestos fraudes, sin ningún tipo de cortapisa. Sin embargo, menos entendible son las actuaciones de otros medios como pueden ser el Diario de Noticias de Álava o la propia televisión pública vasca.
 
La irresponsabilidad de la televisión pública es notable, efectuando de altavoz de dichas declaraciones pero aún más grave cuando en la última semana han pasado por sus mesas de debate Javier Maroto, Javier de Andrés y la inefable Arantza Quiroga. Altavoz gratuito para seguir vomitando mentiras, medias mentiras y falsedades. Por contra, las voces discordantes, voces mayoritarias en la sociedad, apenas tienen cabida en sus espacios. Lo bizarro vende, no hay mayor interés.
 
El colmo de lo soez es que ayer en las JJGG de Araba se debatió una moción para reprobar esas actitudes xenófobas del Partido Popular y poner en negro sobre blanco la realidad más allá de la manipulación interesada, y, mire usted por donde, coincidimos en el diagnóstico 4 de los 5 partidos presentes en la cámara, 35 de los 51 junteros, pero eso no es noticia. Apenas una reseña en la prensa escrita, y ofreciendo en la misma mayor espacio al Partido Popular.
 
Decía Martin Luther King que, Lo preocupante no es la perversidad de los malvados sino la indiferencia de los buenos.  Y ante este debate no valen medias tintas, porque de los silencios de hoy se alimentan los monstruos del racismo, y del fascismo. No vale la equidistancia, no vale la tibieza, todo lo que no sea enfrentarse a esos planteamientos es aceptar ser cómplice de sus consecuencias, y ahí se han apostado los medios de comunicación, ellos también están sujetando el cuchillo. “¿Tú también Bruto, hijo mío?”
 
Del blog de Luis Salgado El Mundo Imperfecto

El orgullo del migrante

Luis Salgado – Alternatiba
 
Me llamo Luis María Salgado y soy sobrino, hijo, nieto y biznieto de migrantes, personas todas ellas que escaparon de sus realidades cotidianas de miseria y hambre en pos de una tierra mejor, de una vida mejor. Tengo, o tenía, familia dispersa por Venezuela, Alemania, Francia, Suiza, Portugal y en buena parte del Estado.
 
Recuerdo a fuego, aunque ahora todos parezcan olvidarlo, o simplemente no quieran recordarlo, cuántas veces he tenido que escuchar como se utilizaba el gentilicio de mis raíces paternas de forma despectiva y peyorativa. ¡Gallego! Decían. Y con esa palabra querían definir a una persona mezquina, ruin, que trabajaba por menos dinero que los nativos, cuando no que trabajaba de forma fraudulenta. El popular “chapuzas” tenía, para la mayoría, acento galaico.
 
Viví la crisis de los 80 en Zaramaga, con mis progenitores en paro. 5 años duros, muy duros para un niño que apenas empezaba a comprender el mundo de los adultos. Se abrían entonces teléfonos para chivatos, (¿les suena?) donde uno podía llamar si intuía que su vecino cobraba el paro mientras trabajaba de forma irregular. Cualquier obra en un portal, en una tienda, en un bar, eran inspeccionadas sistemáticamente. El fraude social, esa gran lacra. Mientras la corrupción de guante blanco campaba a sus anchas.
 
Y los gallegos estaban en boca de todos, (también andaluces, extremeños, la etnia gitana… pero entiendan que me centre en lo que me tocó más de cerca) Bajabas a la panadería y siempre escuchabas a alguien criticar, o directamente acusar a fulanito o menganito de estafar y robarnos a todos. A veces, incluso, tenías que escuchar el nombre de tu padre salir en la conversación hasta que alguien se percataba de tu presencia y se hacía el silencio, incómodo, pero sobre todo dolorosamente soez.
 
Ahora todo aquello parece olvidado, y son los propios migrantes de otras épocas los que olvidando su pasado atacan a los migrantes de ahora. Dicen que es diferente, que ellos y ellas vinieron a trabajar, y que los “moros” vienen a vivir de las ayudas sociales, a defraudarnos a todos. Otra vez el fraude social, el temible fraude social, mientras devoramos y callamos casos Bárcenas, Pujol, EREs, etc.
 
Entonces, como ahora, los juzgados populares se basaban en algo que existía, no se puede negar, y lo aumentaba sin rigor. La generalización era el pan de cada día, sin embargo algo fundamental a cambiado en mi ciudad, en Gasteiz, desde aquellos años a estos. En la Gasteiz de los 80 las instituciones Gasteiztarras y Alavesas pusieron medios y recursos para la integración, para la desestigmación de aquellos colectivos. Campañas contra el ataque al diferente, al migrado. Hoy, por contra, tenemos a los pirómanos en el Ayuntamiento y la Diputación echando gasolina a las ascuas con total irresponsabilidad.
 
En 2011, en plena campaña electoral, el Partido Popular desempolvó la xenofobia a raíz de la apertura de una mezquita en Zaramaga, a apenas 50 metros de mi casa, y sentí asco, repugnancia e impotencia, al ver la reacción de mis vecinos, extremeños, andaluces, gallegos… personas migradas en los 60 y 70. Sentí asco, repugnancia e impotencia, al ver como neo-nazis de Nación y Revolución paseaban impugnes en cabeza de las manifestaciones, con sus esvásticas, sus Totenkopf tatuadas junto a un conocido hostelero de Zaramaga de origen gallego. Por suerte todo quedó en unas pintadas y unas vísceras de cerdo derramadas por una lonja vacía.
 
Hoy El Correo Español dedica uno o dos artículos diarios a estigmatizar a las personas migrantes, Maroto y De Andrés acusan, señalan y marcan con una diana a esas personas, y yo me repugno, me doy asco por no conseguir enfrentarme con eficacia a estas asquerosas políticas, y me asusto cuando leo que 8 de cada 10 vitorianos están de acuerdo con el discurso de estos dos impresentables. Por eso me hago una promesa cada día en el espejo: No voy a callarme, no me callarán. Yo también soy migrante, y orgulloso.  
 

¿Seguiremos o no con el austericidio?

Enrique Martínez – Alternatiba

Termina agosto, el ferragosto que llamaba Indro Montanelli, al octavo mes en Roma (la de ahora). El calor y las vacaciones hacían tradicionalmente de este mes una pausa casi absoluta de la actividad política y en gran parte del resto de actividades. El impasse daba lugar a un corte abrupto en la agenda política que justificaba iniciar septiembre reflexionando sobre lo nuevo o sobre las previsiones que cuando menos para el último semestre se hacían.

Este año, no sé si porque agosto no ha sido especialmente férreo o porque la crisis ha reducido el número de ciudadanos que salen de vacaciones, la agenda política no se ha visto interrumpida y por tanto la previsión o mejor dicho, la reflexión sobre las previsiones está íntimamente ligada con los temas que han sido portada y argumento informativo en los distintos medios.

Desde luego el terremoto Pujol se extenderá a lo largo del resto del ejercicio y posiblemente en sucesivos ejercicios. Difícilmente se puede discutir que en mayor o menor medida tendrá trascendencia sobre el camino que siga Cataluña. En breves fechas la manifestación o los actos de la Diada tendrán detrás la sombra de los Pujol o los Puig. Próximo está también el 9 de noviembre, fecha fijada para la convocatoria de la consulta en virtud de la flamante Ley catalana de consultas sobre la que pende la espada de Damocles del Tribunal Constitucional. No hay que olvidar que aún antes de lo señalado asistiremos al referéndum escocés cuyo resultado, y sobre todo, cuyas consecuencias en caso afirmativo serán completamente determinantes del proceso catalán. Todo esto no dejará de ser absolutamente trascendental para Euskal Herria.

Por otro lado, se ha debatido largo y tendido este verano a propósito de la alcaldada, nunca mejor dicho, de Rajoy para modificar la Ley electoral en lo que se refiere a la elección de los alcaldes y en la elección de la mayorías en las corporaciones. Pedro J. Ramírez califica a Rajoy como el presidente de la democracia que más ha antepuesto los intereses de su partido a los intereses de su Nación. Esta cacicada no hace sino revelar la debilidad del PP y del miedo que tiene a Podemos, el otro tema de tertulias y debates de este verano y que induce a medios a buscar, bucear y malinterpretar para hacer público cualquier declaración o actuación que pueda hacer daño a esta fuerza.

Digo que el PP tiene miedo a Podemos y así lo afirmo porque quien no creo que le infunda el más mínimo temor es el Partido Socialista. La inconsistencia del ciudadano Pedro Sánchez ha resultado evidente tras comprobar que no ha existido ningún efecto con ese nombre. Pero bueno, en el pecado lleva la penitencia el PSOE porque la operación Sánchez ha consistido en dejar la renovación y regeneración del partido en manos de Pepe Blanco, Pepe Bono y Susana Díez.

Faltan 8 meses para las elecciones municipales y forales aquí y demás autonómicas en el Estado: con la mencionada alcaldada de Rajoy ha traído la cuestión de las elecciones al momento actual. Por lo que a nosotros nos corresponde, el pucherazo tiene menos trascendencia porque nuestro sistema de partidos es diferente pero la manifiesta debilidad, la caída libre del Partido Socialista abre una gran duda sobre cuál será el efecto en el resto de formaciones.

Todo esto será objeto de debate pero para mí lo más trascendente de esta nueva temporada resulta del descenso de tipos de interés hasta el 0.05% y la adquisición de deuda y activos por el BCE por importe de 500.000 millones de Euros. Esta actuación es lo mismo que hicieron en 2009 la Reserva Federal y el Banco de Inglaterra y sus países han campeado un poco mejor el temporal. ¿Frente a esta actuación seguiremos o no con el austericidio? o, sobre todo por lo que aquí concierne, ¿seremos capaces de aprobar presupuestos de crecimiento de estímulo fiscal?

Leer en El País

Bebé pobre, bebé rico (las injustas deducciones fiscales)

Luis Salgado – Alternatiba

Cualquier sociedad que ansíe alcanzar un estatus elevado de justicia social deberá comprender, defender e impulsar un sencillo axioma recogido como artículo 1 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos que dice; Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”. Sin embargo, entre el quiero y no puedo, o simplemente el no quiero, los DDHH son anulados e ignorados incluso por aquellos que en su día los firmaron. Y es que, en este inhumano Sistema en el que vivimos el cumplimiento de estos derechos es, sencillamente, inasumible.
 
Para ejemplarizar lo anterior voy a utilizar en este post un asunto que podrán llamar menor, e incluso habrá quien diga que poco tiene que ver con los DDHH; la fiscalidad, y más concretamente, las medidas fiscales para el apoyo a las familias (1). Medidas que tienen como finalidad ayudar a las familias con hij@s mediante desgravaciones fiscales. Y utilizo este ejemplo en concreto sencillamente para mostrar cómo, ya desde el momento en que nacemos, nuestros derechos estarán marcados por la cuna y no por el hecho de ser persona.
 
Si bien estas medidas fiscales nacen con la vitola de Universales, y por tanto, se presuponen accesibles a toda la población que tenga hijos a su cargo, el mero hecho de que se traten de deducciones en el IRPF ya deja fuera de este derecho a todas aquellas personas que sobreviven con pensiones no contributivas, a quienes no tienen ingresos, o a quienes se encuentran en exclusión social. Hablamos por tanto de más de 10.000 personas en Araba que no se pueden beneficiar de dichas deducciones.
 
Por otro lado, estas deducciones que sobre el papel son iguales para todas las personas beneficiarias, al tratarse de un porcentaje deducible por hij@, se convierte en realidad en una forma de baremar el valor que el mercado otorga a un/a niño/a en virtud a la cuna en la que nace. Algo que podemos comprobar fácilmente con las siguientes tablas, la primera está calculada con las deducciones actuales, la segunda con las modificaciones propuestas por Javier de Andrés para Araba;
 
1hijo   
2hijos
3hijos
4hijos
5hijos
13.000€
-390€
  -390€
  -390€
   -390€
   -390€
68.500€
-585€
-1309€
-2535€
-3980€
-5868€

 

 
1 hijo
2hijos
3hijos
4hijos
5hijos
13.000€
-390€
   -390€
   -390€
   -390€
   -390€
68.500€
-626€
-1400€
-2788€
-4457€
-6572€
Cómo podemos observar, el primer caso, el de una familia cuyos ingresos son de 13.000 € anuales, unos 900€ al mes, la deducción por hijos es siempre la misma, 390€. Esto se debe a que nunca se puede desgravar mayor cantidad que la retenida, y en su caso, la retención correspondiente a ese salario es del 3%. Sin embargo, por contra, en el segundo caso, que sería aplicable por ejemplo a Arantza Quiroga, ya que esos 68.500€ son el salario de un parlamentario vasco, la cantidad varía de los 585€ del primer hijo, a los 5868€ del quinto. Estas cantidades se ven aumentadas por la reforma propuesta por el Sr. De Andrés, mientras en el primer caso no sufren variación.
 
Con estos datos (totalmente contrastables) podemos llegar a una sencilla conclusión; en el caso de una familia que sobreviva con 13.000€ anuales y con 5 hij@s a su cargo, el valor que esta Diputación otorga a sus hij@s es de 78€ frente a los hij@s de Arantza Quiroga que estarían valorados en 1315€. ¿Dónde queda por tanto el Art. 1 de la Declaración de los DDHH? ¿Dónde la tan cacareada igualdad?
 
¿Ayudas a la familia? Sí, pero desde luego no con este modelo.
 
(1) Hay que aclarar que para la elaboración de este artículo hemos tomado la definición de familia que se utiliza como normativa, (padre, madre e hijos) aunque no compartamos dicha definición única y granítica.
 
Del blog de Luis Salgado El Mundo Imperfecto
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