Alarde: Nada nuevo ¿o sí?

<--break->Laura Gómez – Directora General de Igualdad de DFG

Al tiempo, la presencia del alcalde y la consejera de Educación en la inauguración del nuevo local de Alarde Fundazioa refuerza este apoyo, y muestra la desconcertante paradoja de un PNV con posiciones públicas en el Gobierno Vasco en franca contradicción con la posición de su mismo partido en las Juntas Generales de Gipuzkoa y en el Ayuntamiento de Hondarribia. Los comunicados públicos de instituciones como Emakunde, el Ararteko y la Diputación de Gipuzkoa demandando a los Ayuntamientos de Irun y Hondarribia sumarse a la búsqueda de soluciones a un conflicto social que dura ya 20 años desatan, una vez más, la respuesta airada de Alarde Fundazioa contra sus monstruos particulares.

Hasta aquí, se podría pensar que no hay nada nuevo en tanto movimiento. O sí. Intuyo que la novedad está en que estos son los resultados de los nervios que provoca imaginar que las cosas se muevan de sitio para quien querría que nada cambiara. Y tienen razón en estar nerviosos porque, por primera vez, tres instituciones trabajan juntas y demandan, con una sola voz, que los ayuntamientos se sumen. Y porque el reciente estudio sociológico realizado por el Gobierno Vasco demuestra que sus alardeadas mayorías sociales ya no son tales: un 72% del pueblo de Hondarribia demanda soluciones para el conflicto, el 84% señala que la fiesta le genera tristeza, vergüenza, hastío y enfado y el 43% quiere que se encuentre alguna fórmula que permita una participación de las mujeres distinta a la actual.

Frente a este nuevo escenario la respuesta del Ayuntamiento de Hondarribia y Alarde Fundazioa huele a viejo. El primero insiste en mantener un posicionamiento que ha demostrado ser un camino infértil, frustrante y tremendamente doloroso, además de irresponsable: apoyar la privatización de un espacio de encuentro colectivo central, como es el alarde, para eludir el cumplimiento de un derecho fundamental, el de la igualdad, que forma parte de los acuerdos que hemos adoptado como conjunto para no vivir en la barbarie.

Y el segundo, opta por victimizarse hablando de un linchamiento institucional que no es tal, porque el problema central para la Diputación no es la existencia de la organización privada Alarde Fundazioa, sino que el Ayuntamiento haga lo que decimos más arriba. Y, además, elige mentir al eludir cualquier responsabilidad en la estrategia de protesta al paso de la compañía Jaizkibel. Llevan décadas orquestando actividades para debilitar a quienes defienden la participación igualitaria y coaccionar a esa «mayoría social» que, sin participar en ninguno de los alardes, quiere silenciar para atribuirse, después, su «apoyo mayoritario».

Entonces, ¿por dónde transitamos en la búsqueda de soluciones a este conflicto? El trabajo conjunto entre instituciones es imprescindible porque ha colocado en agenda el conflicto del Alarde como un problema de país; porque nos permite extraer aprendizajes institucionales que eviten que otro conflicto social así vuelva a suceder, y porque nos facilita que la búsqueda de soluciones sea el fin único, desautorizando sus usos partidistas. Los Ayuntamientos de Irun y Hondarribia son la clave central.

Solo necesitan tener coraje para reconocer la existencia de un conflicto social, oír todas las voces -porque no se gobierna para las mayorías sociales, sino para el conjunto social- e implicarse en la búsqueda honesta de soluciones. Siempre les hemos dicho que estaríamos a su lado para apoyarlos si eligieran responsabilizarse de lo que legitima nuestra existencia como instituciones públicas: resolver los problemas colectivos.

La búsqueda de soluciones debe poder ser objeto de discusiones colectivas calmadas que permitan sacar el alarde y su cuestionamiento crítico de las catacumbas de los tabúes. Pero, en esas discusiones, no se puede olvidar que las fiestas son rituales que representan nuestra decisión de vivir juntas y juntos y nuestro pacto de hacerlo siguiendo un contrato acordado.

Por eso, las fiestas nunca pueden ser definidas de manera privada por una parte de la ciudadanía y no pueden no respetar lo acordado. Por eso, cualquier posibilidad de solución pasa por que nos sintamos colectivamente responsables de dejar un mundo más vivible, justo, igualitario y emancipador que no se vea frenado por la defensa de unas tradiciones que niegan todo el trabajo ya hecho en Euskal Herria para que nuestra vida en común se rija por el debate, el acuerdo y el consenso, y no por la tiranía de las mayorías o minorías.

Un café escocés (I’m basque)

Luis Salgado – Alternatiba
 
Ahora dice el Sr Urkullu que mira a Escocia, a las highlands, con cierta envidia, y que en tan meditabunda armonía ha podido divisar el futuro, el camino que Euskadi, que no Euskal Herria, recorrerá para ser soberana. Y yo, viéndole tan moreno, de pie, casi de puntillas en el atril, no puedo sino imaginarlo en actitud contemplativa, a las 5 de la tarde, en un chiringuito de la playa gaditana, saboreando esa confluencia de café, whisky, bien cargado, y helado de vainilla para enfriar la euforia, antes de murmurar con esa pasión que le caracteriza; ¡Eureka, lo encontré!
 
No es hombre que abuse del dulce y por lo visto tampoco de la nata, quizá por eso no gusta de mirar a Irlanda, siempre ha sido más “vainilla”, y al igual que su Partido gusta de las tradiciones, y 120 años dan para mucho, aunque no para la independencia, que un siglo no es nada.
 
De Catalunya mejor ni hablar, que no nos une nada, que la crema y la rumba catalana no ligan bien con aurresku y goxua, y London siempre nos ha pillado más cerca, desde que se cantaban alirones en Meatzaldea, que Madrid.
 
Agradecidos hemos de estar que sea hombre de café y no de frankfurt que sino hubiese regresado del descanso estival hablándonos de los Landers, y reconociendo a Euskadi en Sajonia. O vista su innegable querencia neo-liberal y su idolatría hacia los USA por qué no una “Euskadi como California”, que si es por el clima hasta yo mismo lo firmaba. Pero lo único cierto es que la sociedad vasca sigue a la espera, a la espera de una utopía. Y no, la utopía no es la independencia, sino que el PNV apueste decididamente por ella.
 
De Madrid poco o nada se puede esperar en positivo. Menos aún con un PP en mayoría absoluta resuelto a pasarse la democracia por el arco del triunfo a la menor oportunidad, por que los que reparten carnets de demócratas resultan a la postre los menos demócratas de todos. Algo que no sorprende en EH pero, de lo que parece, empiezan a darse cuenta allende el Ebro.
 
Y mientras tanto, en Sabin Etxea disfrutan de su escoces helado, cómodos en sus sillones, gestionando migajas y recortando con la eterna coartada de Madrid. “Nosotros no queríamos, pero Madrid…” Un día al año alzan la Ikurriña, los 364 restantes la del negocio.
 
Puestos a hablar de Escocia, y puestos a mirar hacia allí, ¿Recordáis Braveheart? Allí salían unos cuantos nobles luchando contra Inglaterra. Valerosos ellos, hasta que se interpuso en su camino el negocio, las tierras y el beneplácito de la Corte… No me diréis que no os suena de algo.
 

Jaizkibel, ni un paso atrás

Alba Fatuarte – Alternatiba

Se acerca el 8 de septiembre,  y un año más,  los meses previos al Alarde de Hondarribia nos han dejado una retahíla de despropósitos que desde luego en nada benefician ni a la fiesta ni, lo que es peor, al respeto de los derechos más fundamentales de las mujeres del pueblo.

Así, hemos tenido que ver cómo el Gobierno municipal del jeltzale Aitor Kerejeta, aprobaba en julio, de la mano de PP y la abstención cómplice de PSOE, una moción que pedía reflexión a Jaizkibel para salvar la fiesta.

El Ejecutivo de Urkullu, en manos del mismo partido, también ha hecho su aporte, enviando a Cristina Uriarte, Consejera de Educación y Cultura, a participar en actos de Alarde Fundazioa; una fundación que apuesta abiertamente por la discriminación de las mujeres; una entidad que recordemos, se tuvo que registrar en Nafarroa, al no poderse constituir como fundación en el País Vasco, por los informes negativos que emitieron los departamentos de Cultura y Justicia, dado que sus estatutos contradicen el derecho a la igualdad recogido en la constitución; una fundación que recientemente ha emitido un comunicado donde alega que «el Alarde hay que cuidarlo y mantenerlo».

Y aquí, por una vez, voy a darle la razón a Alarde Fundazioa: El Alarde hay que protegerlo, precisamente de esta especie de mafia, que utiliza un bien cultural de todos y todas las Irundarras y Hondarribitarras en su propio interés; que manipula la historia a su antojo para poder acabar apartando a las mujeres de su legítimo derecho de participar activa e igualitariamente en las fiestas de su pueblo; que nos niegan el derecho de formar parte de un acto simbólico que significa para nosotras, tanto o más, que para los hombres que desfilan en los alardes ilegales; porque a diferencia de ellos, nos ha costado sangre, sudor y lágrimas llegar hasta aquí.

Y si por un momento piensan que en este punto, ahora que tenemos cada vez más legitimidad ante la ciudadanía; ahora que hemos conseguido el respeto de la mayoría de vecinos y vecinas; ahora que somos cada vez más entre nuestras filas; ahora que somos imparables; si creen que ahora vamos a dar un solo paso atrás, están muy equivocados. Este año no podré estar el día 8 apoyando a mis compañeras en la calle mayor de Hondarribia, pero mi corazón y mi aliento estarán con Jaizkibel.

Sé que este año la única compañía digna de Hondarribia volverá a subir esa calle, y con más fuerza que nunca. Gora Jaizkibel Konpainia!!

Hurtando urnas

Luis Salgado – Alternatiba

En estos días inciertos en que vivir es un arte y sobrevivir una realidad, días en los que las utopías parecen alejarse y en los que la mínima rebeldía es, en sí misma, un acto revolucionario, días en los que el miedo nos atenaza a nuestro sillón, al mismo que antes lo hiciera la falsa comodidad del Estado del Bienestar, ahora, en estos días es cuando a los poderes económicos, financieros y políticos se les ve mejor las costuras.

El Capitalismo, ese sistema infame, genocida y asesino que dirige nuestros destinos, es un monstruo de pies de barro, endeble, y que vive sus días al borde infinito de la autodestrucción, y quienes “hiperviven” con sus cuentas en las Caimán, en Suiza o en Luxemburgo son conscientes de esa realidad. Sin embargo a ellos no les atenaza el miedo ni les tiembla el pulso a la hora de poner en marcha todas y cada una de las medidas que consideren necesarias para salvaguardar la desigualdad que les permite sentarse sobre nuestros vacíos cráneos.
 
Cuento a veces la parábola del diplodocus: el animal más fuerte y menos atacable de la tierra crecía y crecía, y tenía que alimentarse de las hierbas y los árboles; la fauna herbívora se fue agotando. Y el diplodocus ya tenía que comer las 24 horas del día, incluso dormido; hubo un momento en que necesitaba más y más horas para alimentarse, pero ya no había más en el día. El que más se comía todo, lo suyo y lo de los demás, murió de hambre por falta de tiempo para comer más. Y en esas estamos.
 
Retiradas las máscaras quedan al descubierto los putrefactos rostros de los asesinos, y las guerras imperialistas copan el mapamundi, llamando a las puertas de la vieja y decrépita Europa. 
 
Mapa de Guerras y Conflictos en el Mundo, del Programa de Datos sobre conflictos de la Universidad de Uppsala
 
La burguesía, tal y como decía Durruti a principios del siglo XX, desempolva el fascismo para defender sus posiciones, y la ya de por sí decadente Timocracia occidental se convierte en un estorbo para los planes expansionistas y controladores del Imperio Económico, de forma que de unos años a esta parte se han ido creando organismos que actúan fuera de cualquier lógica electoral (FMI, Banco Mundial… etc) y que son en realidad los directores de toda esta sinfonía desafinada.
 
Las urnas, tantas veces vilipendiadas por quien escribe y firma este artículo, de pronto se han convertido en un estorbo para quienes parecían controlarlas, y así, día tras día son hurtadas a la ciudadanía sin ningún complejo, de forma que parecieran reconvertirse en bombas. La Democracia formal, insuficiente, e incontrolada por el pueblo, ahora es también una molestia en tanto en cuanto se permite ser altavoz del descontento popular. Así, sin empacho se considera ilegal pulsar la voz del pueblo para decidir como en Catalunya, o se reforma la Ley Electoral para facilitar la alternancia como en tiempos de Cánovas y Sagasta.
 
No es la primera vez que lo digo y que hago mías las palabras de Rosa Luxemburgo, Socialismo o Barbarie, pero es que hoy esta simple dicotomía es una realidad palpable y palmaria. Democracia, poder al pueblo, o esclavitud, pobreza y desigualdad. No hay término medio. No valen templanzas ni equidistancias. Hemos de recuperar las urnas aunque ese no sea nuestro destino, sino, simplemente el inicio de un cambio estructural mucho más amplio. Recuperar las urnas para la ruptura. Recuperar las urnas como armamento para reconocer y reconocernos en una mayoría dispuesta a revolucionar la vida, a seguir avanzando. Porque las urnas, si algo han de tener de bueno es la posibilidad, no de gobernar, sino de sentirnos parte, de saber que no estamos solos, que somos miles, millones, que somos Océano, que somos mayoría y que vamos ¡A por ellos, que son pocos y cobardes!
 

Alejen su moral y su fe de mi sexualidad

Luis Salgado – Alternatiba
 
Hace unos días leí en un diario digital que en la provincia de Castellón, más concretamente en la localidad de Villafranca del Cid, el Ayuntamiento de dicho municipio denegaba los permisos de apertura a un hotel en cuyo interior se iba a construir una mazmorra para prácticas sadomasoquistas. El motivo de dicha prohibición; no haber aportado toda la documentación requerida para hacer el cambio de propietario. Sin embargo, en un comunicado del Ayuntamiento se deja entrever las verdaderas razones que motivaron dicha denegación; «(El ayuntamiento)… no cree adecuada la existencia de un local de estas características, próxima al municipio y al Santuario de La Mare de Déu del Llosar…»
 Castillo de Roissy. El Hotel de la polémica
 
¡Con la Iglesia hemos topado! ¡Acabáramos! No voy a decir que me sorprenda que una sarta de frustrados y meapilas actúen de este modo, aunque muchos de ellos sean clientes potenciales de este tipo de establecimientos, y sino os invito a ir a eventos de este tipo que se celebran en clubs liberales, y asociaciones BDSM y observar la cantidad de crucifijos y estampitas virginales cuelgan de cuellos de hombres y mujeres. (Al menos antes de empezar a jugar, que después son un estorbo y un peligro) Pero de lo que sí estoy harto es de su maldita estupidez e infinita hipocresía. 
 
El BDSM es una práctica sexual consensuada y consentida por las partes, personas adultas que gustan de esas experiencias, y al igual que ocurre con cualquier otra actividad humana es normal que haya gente a la que no le guste, como a mi no me gusta el monte por muy vasco que sea, empero, a mí no se me ocurre prohibir el montañismo. 
 
 
Seguro, sensato y consensuado es el lema de quienes practican BDSM
 
Las personas del Ayuntamiento de Villafranca del Cid utilizan nuevamente la moralidad religiosa para imponer su pensamiento, y se refugian en la protección de no se sabe bien quién para coartar la libertad de otros y otras que no piensan como ellos y ellas. Y estoy cansado. Por ese camino, donde se encuentra situado el hotel, parece ser que pasan muchos peregrinos camino al Santuario, y dicen que entre esos peregrinos hay niños a los que hay que proteger. ¿Proteger de qué? acaso iban a entrar al hotel de peregrinación. De ellos, de la cultura Católica es de lo que debiéramos proteger a nuestros niños y niñas, sin embargo los católicos pasan por allí cada 8 de septiembre en procesión con imágenes de santos y vírgenes dolorosas y torturadas. Todo eso está al alcance de las mentes maleables y en formación de niños y niñas sin que por ello nadie ponga el grito en el cielo.

Y es que, que alguien practique esto en privado, en un hotel;


 
Karada sencilla de Shibari

Es sin duda mucho más pecaminoso e inmoral que practicar esto públicamente bajo la atenta mirada de hombres, mujeres y niños;


 
Crucifixiones de Semana Santa (Filipinas)
 
Por supuesto, que alguien acepte voluntariamente ser azotado, nalgueado, o cualquiera de las vertientes del spanking;
 
 

 Es sin duda una depravación que hay que perseguir, mientras estos otros Señores, son venerados en sus respectivos pueblos;


 
Los Picaos, Semana Santa, (San Vicente de la Sonsierra)
 

Y así podríamos seguir hasta el infinito, hablando de las practicas Opusianas, cilicios incluidos, de las imágenes presentes en los templos católicos,


 
San Sebastian Mártir
 
sin embargo eso está dentro de su derecho al culto, y yo me tengo que aguantar. Tengo que esquivar sus procesiones en Semana Santa, soportar que corten el tráfico para que pasen los «arrodillados», huir del centro en las fiestas patronales para no ver la procesión de los faroles. En todas las esquinas acecha una cruz con un hombre sufriendo y sangrando, pero lo peligroso para la moral, lo peligroso para las gentes de bien es lo que unas personas adultas deciden hacer en privado con su sexualidad. 
 
El hotel parece que ya no abrirá sus puertas, y tras ellas, cerradas, tampoco podrán los castellonenses dar rienda suelta a sus deseos, otra victoria para la moralidad cristiana, para la reserva espiritual de occidente, para la España de Rouco y Munilla, de Gallardón y de Fernández Díaz.  Una nueva victoria para la hipocresía. 
 
VIVIMOS EN UN MUNDO DONDE NOS ESCONDEMOS PARA HACER EL AMOR, PERO LA VIOLENCIA ES PRACTICADA A PLENA LUZ DEL DIA. John Lennon.
 
Del blog de Luis Salgado El Mundo Imperfecto

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