» No aceptamos retrocesos»> Janaina Stronzake (Rebelion)

Entrevista publicada en Rebelion

A pocos días de las elecciones presidenciales del 3 de octubre próximo, el movimiento social brasilero reflexiona en “voz alta» sobre la situación del país y sobre la gestión del Partido de los Trabajadores (PT) y del Presidente Luiz Inácio Lula da Silva en estos últimos ocho años de Gobierno. Las críticas no faltan, “sin embargo no queremos el retroceso político y social que representa el programa del candidato de la derecha José Serra», precisa Janaina Stronzake, joven miembro de la Coordinación Nacional del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin tierra (MST) de Brasil. Stronzake, 32 años, realiza tareas en el sector de la formación y la cultura. Acaba de llegar a España para un año en el marco de un mandato de Vía Campesina.

 P: La coyuntura electoral brasilera se da en el marco de un particular contexto internacional. ¿Cómo lo definiría?

R: La crisis impone cortes en los presupuestos sociales y de la cooperación internacional, como medio para compensar el financiamiento de los Estados del Norte a sus sistemas financieros en debacle. En lo político, se siente un nuevo empuje de la derecha en el plano mundial…

P: ¿Y en Brasil mismo?

R: Desde la perspectiva de los movimientos sociales transitamos un camino muy difícil. Es cada vez más activa la presencia de las trasnacionales, del agro-negocio, de la derecha como proyecto ambicioso. Algunas constataciones: la «criminalización» de los movimientos sociales por parte de la justicia y del Congreso Nacional con su Comisión de Encuesta Parlamentaria que quiere forzar el argumento del enriquecimiento ilícito del MST. Se da una ofensiva política-militar de la derecha, de los sectores terratenientes y sus milicias armadas. De la mano de un aparato mediático muy potente que juega ese juego.

Además, en el plano rural, un sistemático proceso de concentración de las tierras. En los últimos 10 años aumentó dicha tendencia y no se implementaron la Reforma Agraria ni la democratización rural. Según diversas estadísticas de toda seriedad, Brasil sigue siendo el campeón mundial de la concentración…Y la distribución no avanza.

El Gobierno Lula, avances y asignaturas pendientes

 P: ¿Este análisis implica un balance significativamente crítico del MST hacia la gestión de Lula?

 R: Los ocho años de Lula se dieron en un contexto histórico particular. Luego de los ocho años previos de gobierno de Fernando Henrique Cardoso y el Partido de la Social Democracia (PSDB) que dejaron a Brasil entre los países socialmente más polarizados del mundo. Profundizó la pobreza; regaló el patrimonio del pueblo brasilero al gran capital, como lo ejemplifica la Minera Vale do Rio Doce, que fue vendida a un 10% de su valor real en una maniobra privatizadora realmente horrenda. La gestión Lula se da en ese marco histórico. Lo que, sin embargo, no justifica todo. El principal aspecto negativo del Gobierno Lula fue la no ejecución de la reforma Agraria, definida por la ley. Y el beneficio que le otorgó al agro-negocio, a los bancos y a las trasnacionales en general.

P: Podría profundizar un poco más el tema de la distribución de la tierra como deuda del Gobierno Lula…

R: El Estatuto de la Tierra, una ley de 1964 y muy actual en términos de democratización del acceso a la tierra y al uso de los recursos naturales, prevé ya la Reforma Agraria y define la función socio-ambiental de la misma.

El Gobierno Lula, sin embargo, privilegió el agro-negocio, es decir la gran producción agrícola. Que concentra el 90% del crédito agrícola; ocupa el 75% de las tierras y produce solamente el 30% de la alimentación para los habitantes del país. Mientras tanto el campesinado sólo tiene el 25% de la tierra; accede a un escaso 10% del crédito agrícola de la banca pública y produce el 70% de todo lo que se come en el país.  Todas cifras oficiales del  Censo Agropecuario 2006, hecho por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), una institución gubernamental.

Ahora se promueve un Código Forestal, que responde a las exigencias de los terratenientes para profundizar la devastación de la Amazonia y otras áreas de reserva natural. Este proyecto está en discusión en el Congreso Nacional y si lo aprueban los diputados va a promover más deforestación, más éxodo rural, más monocultivos y mayor concentración aún de la tierra.

Otro aspecto preocupante ha sido la liberación de los transgénicos (organismos genéticamente modificados). La Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad está contaminada por empresas como Monsanto. Empresas públicas como EMBRAPA (Empresa Brasileña de Investigaciones Agropecuarias) están impulsando alianzas con trasnacionales como la Syngenta para desarrollar nuevos transgénicos , por ejemplo para la caña de azúcar. No podemos olvidar que la Syngenta es la responsable del asesinato del campesino y militante del MST Valmir «Keno» Mota, en el Estado de Paraná, en octubre del 2007. ¡Sólo por ese hecho debería haber sido expulsada de Brasil!

P: ¿Reconoce el MST aspectos positivos de la gestión Lula?

R: Sin duda. El más evidente es la Bolsa Familia, un plan de asistencia de emergencia a familias muy empobrecidas. A partir del mismo, 35 millones de personas cuentan hoy con el alimento básico. Es verdad que es una política coyuntural, pero es innegable el impacto positivo de esta medida.

Por otra parte, el 97% de los niños y niñas van hoy a la escuela. Lo que falta ahora es calificar más la educación pública.

Evaluamos que uno de los aspectos más relevantes del Gobierno Lula ha sido su política externa. Las alianzas y aproximaciones con el Sur, con Latinoamérica, con Medio Oriente y Asia… Son ejemplos de un cambio real de la política exterior. Tomó posiciones muy importantes como oponerse al golpe de Estado en Honduras haciendo frente al rollo compresor promovido desde Washington. Sin embargo, Brasil sigue teniendo tropas en Haití, lo que es una vergüenza.

P: En ese contexto de errores y aciertos… ¿Cuál es la postura electoral del MST?

R: Mi visión. Siento que en el mundo hay dos fuerzas que se confrontan: una de derecha, por momentos casi fascista. La otra que opta por el concepto del «Buen Vivir».

No pienso que tengamos hoy en Latinoamérica todos gobiernos ideales, puros. Pero se corre el riesgo que el cambio político sea para atrás, implique un retroceso a un pasado terrible para la gran mayoría de la gente.

No creemos demasiado en que las elecciones sean la solución de todo. La solución está en profundizar la Reforma Agraria y la transformación social. Esto sólo puede realizarlo la gente, el pueblo, con una activa participación en tanto que principal protagonista y no emitiendo un voto cada cuatro años.

Sin embargo somos conscientes de que José Serra, el candidato de la derecha brasilera, representa a los ricos, al capital trasnacional, al anti-Estado social. Nuestra América Latina ha sufrido mucho en 500 años y no queremos más explotación, esclavitud, miseria. En el Estado de Río Grande donde estos últimos cuatro años ha gobernado el partido de José Serra, el PSDB, tuvimos la muestra de lo que propone para todo el país: cierre de escuelas, fin de los programas sociales, represión abierta y violenta contra campesinos y sindicalistas… 

Los desafíos futuros del MST

P: Una situación política nacional que en todo caso impondrá desafíos de fondo para ustedes como Movimiento Sin Tierra…

R: En efecto. Tal vez es importante recordar que el MST nació en 1984 con la propuesta de luchar por la tierra, por la Reforma Agraria y por las transformaciones sociales.

La lucha por la tierra implica pasos simples. Nos organizamos, identificamos un latifundio improductivo, nos dotamos de algunas pinzas y útiles, cortamos las alambradas y empezamos a producir.

La lucha por la reforma agraria es un paso más complicado. Y lo tercero, es decir mejorar el nivel de vida de todos en el campo y la ciudad, es todavía mucho más complicado. Un aspecto clave para asegurar este proceso es la educación.

P: ¿Puede precisar?

R: Debemos poder caminar con nuestras propias piernas. Para ello es necesario comprender bien, antes, el camino a recorrer. Y por eso organizamos escuelas en cada campamento. Y luchamos por una educación pública y universal.

Mucho más aún, necesitamos contar con campesinos-investigadores. Hace 10.000 años los campesinos cuidaban sus propias semillas, las producían, las conservaban. Ahora vienen trasnacionales como Monsanto y Syngenta y nos dicen que ellos son los únicos garantes de las semillas. ¡Increíble! Por eso necesitamos campesinos-investigadores, que no se dejen arrebatar la ciencia que debe estar al servicio de su propia producción. Que sistematicen conocimientos históricos. Y éste es un reto común para todos los campesinos del planeta.

P: Es significativo en su análisis la estrecha relación que le asigna a las dinámicas de su país y a las internacionales…

R: El capital se globalizó. Es una realidad. Y por lo tanto deben globalizarse nuestras redes, es decir el intercambio solidario. Los problemas son esencialmente los mismos para los campesinos de Brasil, de Europa y África. Aunque a veces quieren hacernos entrar en contradicciones entre unos y otros. La buena solución es aquélla que sea correcta para todos los campesinos y trabajadores en el plano mundial. Y dado que el origen de los problemas es el mismo debemos ser innovadores, creativos para alcanzar soluciones que partan de lo local. Y en este sentido adquiere una importancia notoria el concepto de soberanía alimentaria. Con una acción local pero unidos y coordinados a nivel global. Una unidad de acción común.

En nuestro continente es vital la propuesta del ALBA (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América). Es esencial crear debates y buscar opciones entre Gobiernos y movimientos sociales a partir de una construcción desde abajo. Es muy importante la existencia de Vía Campesina, así como el rol que juegan Evo Morales o Chávez en Venezuela. Pero con la convicción que los movimientos se construyen y consolidan desde la base.

El rol de la solidaridad internacional

P: ¿Cuáles son los retos de la solidaridad internacional en una situación planetaria tan particular?

R: Tenemos retos grandes a nivel de MST. Y, por ejemplo, el apoyo en Suiza de un organismo como E-CHANGER (Intercambiar), es precioso. Reforzando nuestros desafíos en la producción y en la formación. Y consolidando una comunicación alternativa que rompa el bloqueo que sufrimos en ese terreno…

Lo que significa una nueva visión del intercambio y no del que uno da y el otro recibe. Si debiera usar una imagen ilustrativa sería la de las manos entrelazadas, que se estrechan. Muy distinto a una mano que da y otra abierta para recibir. Adicionalmente, fomentando solidaridad desde la base, como lo hace E-CHANGER que impulsa sus Grupos de Apoyo en todo Suiza. Los que acompañan de cerca el trabajo de los voluntarios helvéticos presentes en América latina y África.

El MST lo ve como un ejercicio significativo y muy importante; una práctica esencial. ¿Por qué? Porque el principal y mejor patrimonio, siempre, sea donde sea, son las personas. Esos Grupos de Apoyo no son sólo un actor financiero. Tienen también un impacto cultural, político, ideológico. Y en cada Grupo de Apoyo se refuerza un tipo de compromiso. Cada persona que es miembro responde a ese colectivo y se asume parte del mismo. Lo que posibilita la actuación solidaria de cada uno con la razón y con el corazón. Insisto: no hay mayor riqueza para un movimiento que el ser humano. Esos Grupos son un ejemplo, un gran esfuerzo para globalizar los ideales, la lucha común por la dignidad humana y sobre todo por la esperanza” (Sergio Ferrari)

El MST y el Foro Social Mundial

En algunos meses, en febrero 2011, se realizará en Dakar, Senegal, una nueva edición del Foro Social Mundial (FSM). El MST fue una de las cinco organizaciones brasileras que fundaron el MST en el 2000. ¿Qué reflexión de cara al futuro?, preguntamos.

“Estuvimos activamente como movimiento en la última edición del 2009 en Belén de Pará y en todos los eventos anteriores. Es un espacio importante y nuestro movimiento así como Vía Campesina, se ubican en ese espacio. Apostamos a que el movimiento popular organice su coordinación a partir de la base. Y pensamos que es esencial que el FSM, en tanto que espacio, siga sirviendo a los movimientos sociales. En un momento donde el capital internacional intenta recuperar todo. Individuos, proyectos, propuestas, conceptos. Nosotros, por ejemplo, comenzamos a hablar de sostenibilidad. De inmediato vinieron las trasnacionales y comenzaron a usar esa misma idea. Por eso hay que defender espacios y contenidos. Un punto esencial es tener siempre clara la autonomía de nuestros movimientos sea de los Gobiernos, como de las ONG y otras instancias. Y no perder la perspectiva de clase trabajadora mundial. En una construcción que debe ser colectiva…” (Sergio Ferrari).

Resistencias feministas> Justa Montero (Diagonal)

Artículo de Justa Montero, activista de la Asamblea de Mujeres de Madrid, publicado en el periódico Diagonal.

Entre las variadas expresiones que adopta el sexismo y las resistencias feministas que provoca, nos encontramos con las mujeres que se rebelan contra la violencia de quienes decían amarlas, enfrentándose así al poder de los hombres; mujeres que cuidan y son cuidadas y apuntan la imposibilidad de ajustar cuentas con el sistema y sus crisis sin abordar la reorganización social de los cuidados; mujeres que exigen ser reconocidas como trabajadoras, en este caso, del sexo, y cuestionan ‘la protección’ de quienes les niegan la palabra y sus derechos; las que con la decisión de cubrirse la cabeza con un pañuelo, desvelan el etnocentrismo de la sociedad que ‘las acoge’; quienes reclaman la despatologización de la transexualidad y cuestionan la tranquilizadora división binaria de mujeres y hombres.

Todas ellas y muchas más de la extensa lista que se podría elaborar afirman su capacidad y derecho a expresar con voz propia sus experiencias y exigencias, su agencia, y así lo vienen haciendo públicamente.

Sin embargo, en muchos casos estas voces no encuentran un lugar en los discursos y agendas del feminismo oficial e institucional, el que se sitúa próximo al poder. No sólo no encuentran lugar sino que las invisibiliza, puesto que dichos planteamientos se basan, o bien en una representación de las mujeres como colectivo homogéneo presuponiendo la uniformidad de sus necesidades, o bien en privilegiar el punto de vista y experiencias de algunas mujeres que a continuación hacen extensivas al resto.

De una u otra forma, en la práctica supone que se dejan fuera, se relegan a los márgenes, las propuestas de quienes no encajan en esas representaciones cerradas o sesgadas de las mujeres. La forma en que se elaboran y expresan las representaciones de las mujeres da lugar a distintas teorías, estrategias y políticas feministas. Y hace ya tiempo que desde el feminismo crítico o radical, como prefiramos llamarlo, se ha planteado que el hecho de vivir en una sociedad donde la opresión patriarcal es sistémica no significa que todas las mujeres experimentemos las mismas manifestaciones sexistas, ni sintamos los límites de la autonomía y libertad de la misma manera, así como que también sean muy diversas las formas en que nos enfrentamos a las múltiples formas de subordinación.

Pluralidad de contextos

Las resistencias feministas no dejan lugar a duda, reflejan que las identidades son diversas y complejas porque todas interactuamos en una pluralidad de contextos sociales: nadie es sólo mujer por más que serlo pueda determinar gran parte de nuestra vida. ¿Quién construye su identidad, sus deseos y percepción de la realidad sólo a partir del hecho de nacer mujer? No resulta verosímil que en la subjetividad, las experiencias y vivencias no reflejan las implicaciones que tiene la pertenencia a las categorías sociales establecidas por el color de la piel, la clase, la sexualidad, el cuerpo, la edad y muchas otras.

Nada es tan sencillo como parece, y dar significación política a las diferencias y a las similitudes entre las mujeres es una tensión en la que nos movemos, evitando caer en el efecto pendular que lleva del esencialismo al relativismo, extremos que dificultan la expresión de las luchas feministas.

La pertenencia de las mujeres a un género, asignado socialmente, se ve atravesada e interpelada por todas ellas, determinando la forma y el alcance del sexismo. El interés por tanto se centra ahora en visibilizar las intersecciones de los distintos sistemas de poder: patriarcal, heterosexista, racista y clasista. Se manifiesta por ejemplo, en la lucha de las empleadas de hogar, donde el género, la clase y la condición de inmigrantes explica las condiciones extremas de ese ‘nicho’ laboral y su reivindicación de integración en el régimen general de la Seguridad Social.

También lo hace en la intersección entre género y sexo, en la lucha contra las sexualidades normativas. No es nuevo, en la genealogía feminista encontramos antecedentes en la articulación entre clase y género, allá por los ‘70, y que derivó en el desarrollo de las teorías de los sistemas duales de opresión; y a inicios de los ‘80 la articulación entre género y sexualidad, de la mano de las feministas lesbianas. Ahora el impulso ha venido de los activismos antirracistas, anticapitalistas, queer y de los feminismos disidentes protagonizados por mujeres del ‘Sur’.

Se reclama la descolonización del feminismo occidental, de su etnocentrismo que lleva a representaciones victimizantes de ‘las otras’, que les priva de la palabra y por lo tanto hacen imposible el necesario diálogo. El tratamiento que desde algunos ámbitos se da al uso del hiyab por parte de algunas mujeres resulta un buen ejemplo, pues a estas mujeres no se le aplica lo que es un criterio común a la propuesta emancipadora que representa el feminismo: el reconocimiento de la autonomía.

Por otro lado, las feministas antirracistas llaman la atención sobre el racismo del feminismo blanco y reivindican sus identidades fronterizas. Y por último, el neoliberalismo galopante y la crisis económica, ecológica, de cuidados y ética, resitúa el componente anticapitalista de la lucha feminista que, en su articulación con el patriarcado, también amenaza con la reprivatización de las necesidades y la renaturalización de las mujeres –un análisis de lo que sucede con la ley de dependencia resultaría muy ilustrativo en este sentido–.

Recuperar las categorías de “raza”, etnia, clase, sexualidad y sexo para el análisis y práctica política resulta fundamental para un feminismo inclusivo y radical, porque no hay forma de abrir puertas de igualdad, libertad y autonomía para las mujeres y tratar de poner patas arriba las estructuras sociales y económicas, los sistemas culturales y simbólicos si se prescinde de la forma en que interactúa el sistema patriarcal, con el racismo, heterosexismo, o las diferencias de clase en la vida de las mujeres.

Si se acepta la multiplicidad de sistemas de opresión, no como una suma lineal de elementos sino en su articulación, el urgente y apasionante desafío que representa, lo es sin duda para el movimiento feminista, pero creo que también para todas las teorías y movimientos de resistencia, ¿cómo si no establecer las alianzas y relaciones? La búsqueda de alianzas entre las distintas expresiones feministas resulta imprescindible para, a partir de las prácticas políticas concretas, articular los discursos y agendas, ir forjando esa confluencia de resistencias tan necesaria para dar una proyección política a las exigencias y lograr cambios en nuestras vidas y un cambio radical de la sociedad.

No al golpe de estado > Asamblea de Mujeres Populares y Diversas del Ecuador

Las mujeres agrupadas en la Asamblea de Mujeres Populares y Diversas del Ecuador rechazamos cualquier intento de golpe de Estado venga de donde venga. Después de que en América Latina pasamos por décadas de dictaduras crueles que significaron el desaparecimiento, tortura y asesinato de generaciones enteras, y que dejaron como saldo pueblos sin derechos, silenciados y dieron paso al avance del neoliberalismo en el continente, no podemos permitir que se vuelvan a instaurar golpes de estrado y dictaduras, NUNCA MÁS UNA HONDURAS en AMERICA LATINA, NO A LAS PRETENCIONES DE GOLPE DE ESTADO EN ECUADOR, NO A LA INJERENCIA DE LA CIA EN NUESTROS PAISES. Nosotras no estamos dispuestas a permitir que se produzcan golpes de Estado que vayan en contra de los mandatos populares y se instauren regimenes de terror, persecución y amedrentamiento. La constitución de Montecristi del 2008 es la expresión de muchas de nuestras luchas, apuestas y sueños y EXIGIMOS QUE SE CUMPLA EL MANDATO CONSTITUCIONAL Y SE RESPETE A LA DEMOCRACIA Y LA GARANTIA DE NUESTROS DERECHOS.

Demandamos coherencia política con el pueblo a todos los sectores sociales, movimientos y organizaciones.

Asamblea de Mujeres Populares y Diversas del Ecuador

Casa Feminista de Rosa

La reforma laboral, un nuevo ataque a los derechos de las trabajadoras del hogar

Comunicado pubilcado en la web de la Asociación de Trabajadoras del Hogar de Bizkaia

En la reforma laboral que se aprueba el día 9 de septiembre en el Congreso, hay un cambio que se ha presentado como progresista y favorable a las trabajadoras domésticas.

A continuación, la valoración de la ATH:  

No llegan al 9% las trabajadoras de hogar que se verán beneficiadas por la reforma del art. 26 del Estatuto de los Trabajadores.

La reforma sigue sin reconocer a las trabajadoras de hogar el derecho al salario mínimo ANUAL, como al resto de trabajadoras-es.

La reforma consiste en:

–    establecer en un 30% el máximo del salario a percibir en especie (actualmente es un 45% para las trabajadoras de hogar, para el resto de sectores ya era un 30%)

–    establecer que aunque una parte del salario salario vaya en especie, no se puede cobrar en metálico un salario inferior al mínimo interprofesional.

Consideramos que la reforma no puede presentarse como un avance en la situación de las trabajadoras domésticas, por las siguientes razones:

A)    Mientras que el salario mínimo anual para el conjunto de los trabajadores y trabajadoras es de catorce pagas (en 2010, 633,3 € x14), el Decreto 1425/1985, que regula el régimen especial del servicio doméstico, reconoce sólo dos pagas extraordinarias de 15 días cada una.
La mayoría de los Tribunales consideran que el salario mínimo interprofesional anual no es aplicable a las trabajadoras domésticas, al establecer su norma especial las pagas de quince días, así que su salario anual mínimo estaría por debajo del mínimo del resto de los sectores (en 2010, 633,3 x 13).
EN LA REFORMA, EL GOBIERNO NO HABLA DE GARANTIZAR EL SALARIO MÍNIMO “ANUAL”, POR LO QUE ES ROTUNDAMENTE FALSO QUE LA REFORMA RECONOZCA A LAS TRABAJADORAS DE HOGAR EL SALARIO MÍNIMO INTERPROFESIONAL.

B)    De los datos de las asesorías de Barakaldo, Basauri y Bilbao, sobre las 208 consultas presenciales de septiembre de 2009 a agosto de 2010 (las consultas telefónicas son más, pero no entran en la estadística), se concluye:

–    LAS TRABAJADORAS INTERNAS. Ninguna de las trabajadoras internas se hubiera visto beneficiada por esta reforma. El salario más bajo que hemos visto era de 654 €, por lo que excedería los 633,3 € del s.m.i.
Casi ninguna interna recibe el salario que corresponde a su jornada, porque aunque reciban por encima del s.m.i., todas trabajan más de 10 horas diarias, y muchas no tienen ningún otro descanso diario que el nocturno. Esto es posible y legal porque el Decreto 1425/1985 reconoce el llamado “tiempo de presencia”, que puede no retribuirse, con lo que la jornada puede legalmente llegar a las 14 horas diarias y pagarse a razón de 8 horas.  Además, muchas no libran ni festivos ni fines de semana.
Como la reforma no reconoce el derecho a recibir en metálico el “salario mínimo en relación con la jornada”, en la práctica no hay ninguna mejora para este sector.

–    DE LAS EXTERNAS, el 8,65% se verá beneficiada por la reforma. Son las que trabajan 40 y más horas y no llegan a las 633,30 € al mes.

Pero de estas, una parte trabaja más de 40 horas, y sólo se les reconocerá el salario mínimo, no el sm.i. en relación con la jornada, porque para ellas también es legal el tiempo de presencia y los descuentos de manutención, que en adelante sólo podrán llegar al 30% del salario (el progreso es que antes eran del 45%).  Pero sigue sin establecerse la cantidad concreta que puede descontarse por cada comida, lo que seguirá dando lugar a descuentos abusivos, que serán legales.

La reforma legalizará las agencias privadas de colocación, por lo que la intermediación en el empleo será legal. La ATH ha denunciado a bastantes por sus abusos (fomento de la contratación por debajo de las condiciones legales, sin seguridad social, cobro de porcentajes mensuales sobre las horas trabajadas, discriminación en la selección…) y hemos comprobado el nulo interés de la Inspección de Trabajo y del Gobierno Vasco en perseguirlas.

La última experiencia la hemos tenido hace una semana: el jefe de la Inspección de Bizkaia nos comunica que una agencia que habíamos denunciado (ABANDO de Servicio Doméstico) no va a ser investigada ni sancionada porque ha “desaparecido”, al cambiar su razón social. Actualmente sigue utilizando igual o parecido nombre comercial, y continúa funcionando en el mismo domicilio y con el mismo teléfono.

Seguimos exigiendo servicios públicos de empleo también para las trabajadoras domésticas.

Hace falta un reforma que además de reconocer a las trabajadoras domésticas el derecho a un salario digno, al descanso y a una protección de seguridad social como la del resto de los sectores, PONGA LOS MEDIOS (INFRAESTRUCTURAS, REORGANIZACIÓN DE HORARIOS LABORALES, SERVICIOS,…) PARA QUE EL CUIDADO DE LAS PERSONAS SE LLEVE A CABO SIN LA EXPLOTACIÓN DE NADIE: NI LAS MUJERES NI LAS TRABAJADORAS DE HOGAR.

Fdo. Asociación de Trabajadoras de Hogar de Bizkaia
Septiembre de 2010

Intervención de Alternatiba en el pleno de política general de las Juntas Generales de Bizkaia

Hace unos meses, el gobierno alemán decidió intervenir contra la especulación financiera y recuperar el dinero público inyectado a los bancos durante la crisis. Los afectados por las reformas, que continuaban acumulando beneficios, se sintieron agraviados y empezaron a renegar de las medidas alemanas con sesudas argumentaciones y aspavientos de enfado. Cuando le preguntaron al ministro de Hacienda por qué había ignorado las quejas de los bancos, respondió: “si quieres drenar un pantano, no le pides opinión a las ranas”.

Ese es dilema al que se enfrenta hoy nuestra clase gobernante: mercados o democracia. Ranas o democracia.

¿Qué opiniones se escuchan en el pantano del Reino de España?

Según Emilio Botín, los impuestos al sector financiero son “discriminatorios” y “no resuelven ninguna de la causas que originaron la crisis ni ayuda a prevenirlas”.

A su vez, lo bancos exigen que el sector empresarial multiplique sus beneficios para recuperar así su deuda. Y el camino más rápido para garantizar el beneficio empresarial y la devolución del capital a los bancos es el ahorro en mano de obra: la reforma laboral. Los bancos aprietan, la patronal exige, los sindicatos conceden, el PSOE ejecuta y el PNV consiente mientras hace cuentas sobre el engrose de la bonificación empresarial en el racaneo de competencias de un estatuto muerto de incumplimiento.

¿Qué más exigen los mercados financieros? Fomentar la bancarrota del sistema público de pensiones para engordarse a través de los fondos privados, que a día de hoy se encuentran sumidos en una crisis profunda y no tienen liquidez para hacer frente a sus pagos.

¿Qué más necesitan? La progresiva privatización de las cajas de ahorros.

Los mercados quieren gobernar desde la sombra. Hacer que los políticos asuman sumisamente sus consignas. Obligarles a convertir los fondos públicos en cómodos colchones para el riesgo descerebrado de la inversión privada. Conseguir que los partidos gobernantes ejecuten recortes sociales inaceptables, traicionando los programas electorales bajo los que fueron elegidos. En otras palabras, lo que ha hecho en el FMI mediante sus recomendaciones al gobierno de Zapatero.

Quienes hoy nos gobiernan pasarán a la historia como los gestores más nefastos ante una crisis sistémica que ellos mismos han alimentado. Son quienes apoyan, con su aceptación entusiasta o con su silencio, todo clase de medidas de excepción contra las clases populares y trabajadoras.

A pesar de todo, sigo convencido, señor Bilbao, de que algún día podré llamarle camarada.

El año pasado eligió unas palabras de Albert Einstein sobre la crisis. “La creatividad nace de la angustia como el día nace de la noche.”

Yo quiero rescatar otras palabras más precisas de Albert Einstein, de su artículo ¿Por qué el socialismo?:

“La anarquía económica de la sociedad capitalista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal. (…) Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males, el establecimiento de una economía socialista (…). En una economía así, los medios de producción son poseídos por la sociedad y utilizados de una forma planificada. Una economía planificada que ajuste la producción a las necesidades de la comunidad, distribuiría el trabajo a realizar entre todos los capacitados para trabajar y garantizaría un sustento a cada hombre, mujer, y niño.”

Señor Bilbao, si su intención era proporcionar salidas creativas ante la crisis, hemos de decirle, como Einstein, que sus recetas son caducas y demostradamente contraproducentes.

Por nuestra parte, creemos que la creatividad se encuentra en el hecho mismo de crear una economía distinta, una economía social y de solidaridad, diseñada para satisfacer las necesidades de todas las personas y no para contentar las ansias de lucro privado.

Creatividad para que la democracia se apodere de la economía y la gestión del capital sea fruto de la regulación pública y la participación ciudadana.

Para ecologizar la economía, para promover el ahorro energético en contra del productivismo y la improvisación. Conseguir que las energías limpias sean sustitutivas, y no complementarias de una línea de consumo al alza constante. Detener el despliegue indecente de hormigón y asfalto en nuestro territorio. Invertir la actual gestión privada de residuos. Promover las tasas ecológicas.

Creatividad es hablar de soberanía alimentaria en el sector primario, tener conciencia de que las subvenciones son incapaces de frenar el desmoronamiento estructural de nuestro agro ante la deslocalización alimentaria.

Creatividad para repartir el trabajo, rebajar la edad de jubilación, aumentar el salario mínimo.

Para que la banca y las cajas de ahorro sean públicas y sometidas a control social.

Para un sistema público de cuidados que reconozca una economía invisible sostenida mayoritariamente por mujeres.

Creatividad para promocionar la vivienda de alquiler y dar vida a las viviendas vacías. Todo ello, lejos de los zarzales de Bizkailur.

Creatividad para que la fiscalidad sea realmente progresiva, Para romper los privilegios de las rentas especulativas de capital sobre las rentas de trabajo. Para un Impuesto de Patrimonio que controle las grandes fortunas, un IRPF al servicio de la redistribución de la riqueza, un Impuesto de Sociedades consecuente.

Para terminar, quiero dedicar unas palabras a la nueva oportunidad que se ha abierto para la paz en este país, y también a ese nuevo movimiento por los derechos humanos, civiles y políticos que ha echado a andar depués de que un tribunal especial liquidara de un plumazo el derecho de asociación y manifestación en Euskal Herria.

Traigo unas palabras que pronunció Mahatma Gandhi en el congreso de su país el 7 de Agosto de 1942: “No queremos permanecer como ranas en una charca. (…) El desarme es posible sólo si ustedes utilizan la incomparable arma de la no-violencia.”

Muchas gracias.

Foto de Jaume Meneses

Venezuela: lecciones del 26-S > Atilio Borón

El pasado domingo hubo en Venezuela varias elecciones. Una fue de carácter  nacional, realizada a distrito único, y que eligió los diputados venezolanos que se integrarán al  Parlamento Latinoamericano (Parlatino). Otra, la de los diputados de la Asamblea Nacional, fue la caprichosa sumatoria de un conjunto de situaciones estaduales y en las cuales factores tales como las desafortunadas –a veces impopulares- designaciones de algunos candidatos chavistas y el desprestigio o la indiferencia de las autoridades locales jugaron decisivamente en contra de las expectativas oficiales. A nadie se le escapa, además, que las elecciones legislativas invariablemente arrojan resultados distintos de las presidenciales porque en éstas la gravitación de un líder de masas  -¡y nada menos que de un líder de la talla de Chávez!- queda mediatizada por las cualidades de sus representantes locales, las más de las veces para su desgracia. Analizar estas dos elecciones, convocadas en simultáneo, nos ofrece un cuadro cuasi experimental que permite calibrar algunos datos de importancia para la caracterización del escenario político que se abre en Venezuela a partir del 26-S.
 
En las elecciones para el  Parlatino el voto popular, expresado al margen de aquellos condicionantes locales,  arrojó los siguientes resultados: 5.268.939  para la alianza PSUV-PCV contra 5.077.043 de sus adversarios, o sea 46.71 % de los votos contra el 45.01 del heteróclito conglomerado opositor. En el referéndum del 2007 el chavismo había obtenido 4.404.626  votos, contra 4.521.494 de los partidarios de rechazar la nueva constitución socialista. De lo anterior se deduce que en la elección del 26-S el gobierno aumentó su gravitación electoral en casi 900.000 votos mientras que la oposición lo hizo en algo menos de 500.000. En las presidenciales de Diciembre del 2006 Chávez había sido re-electo con 7.309.080 votos, en contra de la coalición derechista liderada por Manuel Rosales, que se alzó con 4.292.466 sufragios. Obviamente que cualquier comparación de estas cifras debe hacerse muy cautelosamente pero indican algo interesante, al menos como una tendencia: (a) que el gobierno se debilita, y mucho, en elecciones en las cuales Chávez no es candidato. Entre el 2006 y el 2010 hay unos dos millones de votos que se alejaron de las filas bolivarianas, si bien sería un grueso error inferir, a juzgar por lo que ha venido ocurriendo desde 1998, que ese alejamiento sea definitivo. Lo más  probable es que los desilusionados con los candidatos locales retornen, inclusive con creces, para votar por Chávez en las presidenciales del 2012 a condición, claro está, de que éste sea el candidato; (b)  si bien la derecha crece cuando Chávez no compite su crecimiento parece tener un techo relativamente bajo. En  condiciones muy favorables para ella, que es harto improbable vuelvan a repetirse en el futuro, apenas araña los cinco millones de votos. En otras palabras, no hay migración del voto chavista hacia la derecha, que era lo que esperaba la reacción. Lo que si hay es un (comprensible) desencanto o enojo de la base bolivariana con algunas ofertas electorales propuestas por el PSUV y un (también comprensible) malestar ante los problemas que afectan la vida cotidiana de los sectores populares, como veremos más abajo. Pero lo que no hay, y esto es una gran victoria ideológica del gobierno de Chávez, es una fascistización o derechización de los sectores populares, lo cual no es poca cosa. El pueblo sabe que, más allá de las limitaciones de la acción gubernamental, de su corrupción o su ineficiencia, lo cierto es que fue la revolución bolivariana quien le confirió la dignidad y los derechos fundamentales de una ciudadanía que no es sólo política y jurídica, limitada al sufragio, sino también económica y social. Y esa revolución operada en el plano de la conciencia resiste los más diversos avatares,  las penurias económicas, o los inconvenientes e incomodidades derivadas, por ejemplo de situaciones como la crisis energética. Allí, en el plano de la conciencia, se encuentra una formidable muralla que la propaganda de la derecha no ha podido derribar. 
 
Hay que tener en cuenta que fueron varios los factores que incidieron negativamente sobre el gobierno en estas elecciones y que generaron el malhumor social en contra de no pocos candidatos oficialistas: la crisis energética, la inflación, el desabastecimiento, la inseguridad, la ineficiencia en el funcionamiento del aparato estatal, el influjo desmoralizante de la ostentosa “boliburguesía” y sus corruptelas, fenómenos objetivos pero que fueron agigantados extraordinariamente por la oligarquía mediática venezolana e internacional en una extensa y costosísima campaña sin precedentes en la región: ¡la CNN produciendo un insólito documental claramente orientado a aterrorizar a la población en vísperas de las elecciones!, y la “prensa seria” de América Latina, Estados Unidos y Europa –que de seria no tiene nada- fustigando a diario a Chávez y descargando una fenomenal catarata de mentiras que, pese a sus afanes, no surtió el efecto deseado que, por cierto, era mucho más que obtener el 40 % de los escaños en la Asamblea Nacional. Iban por más, por mucho más: querían recrear en Venezuela las condiciones parlamentarias que en Honduras hicieron posible el golpe de estado en contra de Mel Zelaya, pero la jugada no les salió bien y seguramente volverán a la carga.  Esta descarada  campaña mediática fue acompañada por un verdadero diluvio de más de 80 millones de dólares que tan sólo en este año fueron canalizados -a través de “inocentes e independientes” ONGs europeas y estadounidenses, pérfidos instrumentos del intervencionismo norteamericano-  hacia el conglomerado de fuerzas políticas opositoras bajo el pretexto del “empoderamiento de la sociedad civil”, “educación ciudadana” y otras argucias por el estilo.
 
Pese a todo lo anterior, Chávez obtuvo una cómoda mayoría en la Asamblea Nacional y la derecha tiene ahora 20 escaños menos que los que, por ejemplo, tenía en el 2000; y si bien aquél no podrá obtener de ese cuerpo facultades extraordinarias tiene una mayoría suficientemente amplia como para seguir avanzando en el proceso de transformaciones en el cual se halla inmersa Venezuela. No tiene sentido alguno, por esto mismo, hablar del inicio de una fase Termidoriana como consecuencia del reciente resultado electoral. Siempre y cuando, claro está, se haga una correcta lectura del mensaje enviado por el pueblo bolivariano evitándose las actitudes negadoras de quienes creen que los problemas se solucionan ignorándolos; se tome adecuada nota de los errores cometidos y los grandes desafíos con que se enfrenta el gobierno y, se recuerde, sobre todo, que no habrá de ser la mecánica parlamentaria la que le irá a insuflar nueva vida a la Revolución Bolivariana sino la eficaz tarea de organizar, movilizar y concientizar a las propias bases del chavismo, procesos que o bien se encuentran largamente demorados o fueron realizados muy defectuosamente. La tarea por delante es enorme, pero no imposible. Hay que revisar y rectificar muchas cosas, desde la calidad de la gestión pública hasta el funcionamiento del PSUV y sus procesos de selección de dirigentes, que en algunos casos falló miserablemente. 
 
Pese a lo que dicen los publicistas del imperio, admiradores por ejemplo de la democracia uribista en Colombia, Chávez tiene un record democrático extraordinario, inigualado a nivel mundial: en elecciones rigurosamente vigiladas  triunfó en 15 de las 16 convocadas desde 1998. A diferencia de lo ocurrido en tantos países –desde el robo de las elecciones del 2000 en Estados Unidos, cuando Al Gore derrotó a George Bush Jr. por medio millón de votos y el Tribunal Superior del Estado de Florida, casualmente gobernado por Jebb Bush, “corrigió” en las cortes esta “equivocación” del electorado, hasta los fenomenales robos perpetrados en México primero por el PRI, en 1988, contra Cuauhtémoc Cárdenas, y luego por el PAN, en el 2006,  contra Andrés Manuel López Obrador- en la Venezuela bolivariana jamás hubo fraude. Este excepcional desempeño de Chávez, fundado en la profunda identificación que existe entre el pueblo y su líder, permite pronosticar que si corrige lo que debe ser corregido y relanza el proceso revolucionario el pueblo lo plebiscitaría una vez más a la presidencia en el 2012. No sólo Venezuela sino América Latina y el Caribe necesitan que así sea.

No a la criminalización de la solidaridad entre los pueblos> Komite Internazionalistak

Comunicado publicado por Komite Internazionalistak

Hoy nos hemos despertado con la noticia de la detención de siete personas de la organización internacionalista Askapena. Esto supone un nuevo ataque contra la mayor expresión de solidaridad entre los pueblos, el internacionalismo.

Dentro de una lógica represiva, perversa y desbocada a la que desgraciadamente nos estamos acostumbrando, ahora le ha tocado el turno al internacionalismo. Unas personas cuyo delito es «sentir como propia cualquier injusticia cometida contra cualquiera en cualquier parte del mundo», como dijera el Che, se encuentran incomunicadas y detenidas en alguna comisaria.

Frente a los rápidos cambios que se están dando en este país en las úlitmas semanas, el gobierno español se encuentra perdido y sin saber que respuesta articular. De momento lo único que se les ocurrre es aumentar la represión de una manera ilógica y cómo no, injusta.

La solidaridad entre los pueblos es una característica intrínseca de cualquier lucha por un mundo mejor. Como en una ocasión dijera nuestro querido Alfonso Sastre, una izquierda sin internacionalismo sería una impostura y nosotros no seríamos nada.

¡Cómo no apoyar las luchas de otros pueblos por sus derechos! ¡Cómo ignorar la lucha contra la injusticia en otros lugares!

Desde Komite Internazionalistak, organización de solidaridad con los pueblos, expresamos un apoyo total a nuestra organización hermana Askapena. Todo lo que hayan hecho, nosotros también lo hacemos y nos reafirmamos en ello.

Porque imposible lograr un mundo más justo y porque no es viable construir un país sin tener en cuenta las luchas del resto de los pueblos, Askapena aurrera, Internazionalismoa aurrera!

Democracia, ¿en todas partes, en ninguna parte? > Immanuel Wallerstein (Rebelión)

Artículo de Immanuel Wallerstein publicado en Rebelión

La palabra democracia es muy popular en estos días. Hoy, virtualmente no hay país en el mundo cuyo gobierno no reivindique ser el gobierno de una democracia. Pero al mismo tiempo, virtualmente no hay país del mundo hoy del que otros –dentro del país y en otros países– no denuncien al gobierno por ser antidemocrático.

Parece haber muy poco acuerdo acerca de lo que queremos decir cuando decimos que un país es democrático. El problema es muy claro en la misma etimología del término. Democracia viene de dos raíces griegas –demos, o pueblo, y kratia, dominio, la autoridad para decidir-. Pero ¿qué queremos decir con dominio? ¿Y qué queremos decir con pueblo?

Lucien Febvre nos mostró que siempre es importante mirar la historia de una palabra. La palabra democracia no fue siempre tan popular universalmente. La palabra arribó a su uso común político moderno durante la primera mitad del siglo 19, sobre todo en Europa occidental. En ese entonces, tenía las tonalidades que hoy tiene el terrorismo.

La idea de que el pueblo pudiera de hecho mandar era considerada por las personas respetables como una pesadilla política, soñada por radicales irresponsables. De hecho, el objetivo principal de las personas respetables era asegurarse de que no sería la mayoría de la gente quien tuviera la autoridad de decidir. La autoridad tenía que dejarse en manos de personas que tenían intereses en conservar el mundo como era, o como debería ser. Éstas eran personas con propiedades y sabiduría, que eran consideradas competentes para tomar decisiones.

Tras las revoluciones de 1848, en la cual el pueblo se levantó en revoluciones sociales y nacionales, los hombres con propiedades y competencia se fueron atemorizando. Respondieron primero con la represión, y luego con concesiones calculadas. Las concesiones eran admitir a gente, lentamente y paso a paso, a que votaran. Pensaron que el voto podría satisfacer las demandas del pueblo y en efecto lo cooptaría a que mantuviera el sistema existente.

Durante los siguientes 150 años, esta concesión (y otras) funcionaron hasta cierto punto. El radicalismo fue acallado. Y después de 1945, la propia palabra, democracia, fue cooptada. Ahora todos alegan estar a favor de la democracia, que es donde estamos hoy.

El problema, sin embargo, es que no todo el mundo está convencido de que todos vivimos en países verdaderamente democráticos, en los cuales la gente –todo el pueblo– sean quienes en verdad mandan, es decir, toman las decisiones.

Una vez que se escoge a los representantes, con mucha frecuencia no cumplen las demandas de la mayoría, u oprimen a importantes minorías. La gente reacciona con frecuencia, protestando, con huelgas, con levantamientos violentos. ¿Es democrático que se ignoren las manifestaciones? ¿O lo democrático es que el gobierno se pliegue y se someta a la voluntad del pueblo?

¿Y quiénes son el pueblo? ¿Son la mayoría numérica? ¿O hay grupos principales cuyos derechos deben garantizarse? ¿Deben grupos importantes contar con una autonomía relativa? ¿Y qué clase de compromisos entre la mayoría y las minorías importantes constituyen resultados democráticos?

Finalmente, no debemos olvidar los modos en que la retórica en torno a la democracia se utiliza como instrumento geopolítico. Regularmente, denunciar a otro país de antidemocráticos se usa como justificación para entrometerse en países políticamente más débiles. Tales intromisiones no necesariamente tienen por resultado que lleguen al poder gobiernos más democráticos; son sólo diferentes o tal vez con política exteriores diferentes.

Quizá debamos pensar que la democracia es una reivindicación y una aspiración que no se ha concretado aún. Algunos países parecen ser más antidemocráticos que otros. Pero, ¿acaso hay países que puedan demostrar ser más democráticos que otros?

Traducción: Ramón Vera Herrera

Fuente: http://www.jornada.unam.mx/2010/09/25/index.php?section=opinion&article=024a1mun

Ante el dilema de la huelga general > Exabier Arrieta (Alternatiba)

 

En su última visita a EEUU, Zapatero buceó en el Antiguo Testamento para convencernos que el socialismo todavía corre por sus venas. “No explotarás al jornalero pobre y necesitado, ya sea uno de tus compañeros o un extranjero que vive en alguna de tus ciudades de tu país”. Este desacomplejado ejercicio de cinismo, difícilmente puede ocultar la identidad de un gobierno que a lo largo de este año ha reproducido paso a paso el ideario político de la derecha más recalcitrante y orgullosa. Las diferencias son sólo cuestión de estilo.

 

El primer zarpazo del Gobierno de Zapatero llegó en Mayo con un paquete de medidas destinadas a reducir la deuda pública. En lugar de aumentar la progresividad fiscal o regular la actividad de los sectores culpables de la crisis, el gobierno de Zapatero arremetió contra el gasto social reduciendo, entre otras cosas, las pensiones, el gasto en dependencia y el salario de los funcionarios del estado. La deriva neoliberal y las amenazas contra nuestro menguante “Estado de bienestar” no terminaron aquí. Hace dos semanas se aprobó una reforma laboral que fomenta la precariedad dando carta blanca al encadenamiento infinito de contratos temporales, permitiendo el despido gratis (el libre hace tiempo que existe) y propiciando la vía del “descuelgue” ante los Convenios colectivos ya pactados.

 

La ofensiva continuará en noviembre, el mes en que el Gobierno anunciará su nueva versión del sistema de pensiones. Las consecuencias, si no lo remediamos, suponen el aumento de los años de vida laboral exigidos para obtener derecho a la prestación íntegra, ampliación de la base de cálculo a los 20 años últimos y aumento de la de la edad de jubilación a los 67 años.

 

Este desmantelamiento de las conquistas logradas mediante años de lucha no puede comprenderse sin la complicidad de los sindicatos mayoritarios del Reino de España, sin la cual no estaríamos en esta tesitura, o por lo menos, no de forma tan sencilla para los poderes fácticos.  Los sindicatos mayoritarios del estado han practicado una actividad sindical desmovilizadora, institucional, tecnócrata y de despacho durante muchos años, desatendiendo las problemáticas específicas de los colectivos más desfavorecidos. En sindicalismo oficial se ha centrado en un único modelo de trabajador/a, vinculado mayoritariamente a las grandes empresas y con un contrato más o menos estable, una categoría en extinción atendiendo a  la evolución del mercado de trabajo. Frente a un sindicalismo de clase y combativo que se confronta con los gobiernos actuales y con las patronales ha triunfado la comodidad y la servidumbre al dinero público. 

 

Las razones para el descontento son muchas, pero la jornada de la Huelga General no es un día de juicio o protesta contra la complacencia del sindicalismo oficial sino una nueva oportunidad para articular una propuesta contra el gobierno por haber capitaneado un bloque neoliberal en el que se integra como socio protector, el nacionalismo conservador del PNV, que no duda, por una parte, jurar defender eternamente al pueblo vasco y, por otra, apoyar el aumento de las desigualdades y la eliminación de derechos de ese mismo pueblo. Ante este brutal ataque de la democracia sobre los derechos de los trabajadores/as, la ciudadanía debe generar una revuelta contra esta injusticia y luchar por más democracia, mayor “estado de bienestar” y mejores relaciones laborales.

 

Para ello debemos dejar de pensar que no hay soluciones. Dejar de pensar que puede haber soluciones pero que no dependen de nosotros/as. Sí, hoy más que nunca, necesitamos un pensamiento crítico, radical y antisistema que abra nuevos espacios y permita unir fuerzas, aglutinar esfuerzos y lograr los cambios que la mayoría necesitamos.

 

Por estos motivos, apoyamos la huelga general. Por ello, queremos una convocatoria en el que se sumen todas las organizaciones sindicales para la acción del 29 de Septiembre.

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