La policía de Ares > José Luis Agirre (Alternatiba)

Habría  muchas cosas que decir, que comentar sobre la jornada de huelga general celebrada el pasado 29 de Junio. Son muchos los aspectos a destacar, mayoritariamente positivos. Pero en este momento me quiero  detener solamente en uno que podríamos  llamar colateral, aunque sea de una enorme importancia: la actitud mostrada durante toda la jornada por la policía de Ares, y la respuesta dada desde la responsabilidad, tranquilidad, y saber estar por miles y miles de huelguistas.

Teníamos claro, al igual que sucedió en la huelga general del 21 de mayo de 2009, que la orden general iba ser la de ir a provocar, a incitar el comienzo de lo que ellos denominan incidentes, convertir la jornada de huelga en un problema de orden público, de enfrentamientos, y  de detenciones masivas.

Y vaya que si era esa la orden recibida. Decenas de miles de personas, ejerciendo el derecho a la huelga, el de manifestación, o de ser parte de piquetes informativos, vivimos en vivo y en directo como grupos de encapuchados perfectamente organizados y armados, aparecían por todos los lados, bajaban nerviosos de sus furgonetas, insultando, gritando, provocando a diestro  y siniestro (excepciones, como siempre, también las hubo, pero minoritarias). Como se quedaban desarbolados, indecisos, ante la respuesta ejemplar dada por l@s trabajador@s. El no responder a las provocaciones, el mantenerse quietos, el levantar las manos, el  hablarles pausadamente les descoloca (ese no es su guión). Hubo cientos de ejemplos llamativos: polis gritando e insultando, empujando, agarrando del cuello, o dando algún que otro porrazo provocativo, mientras alguno de los ciudadanos agredidos con tranquilidad y parsimonia, le explicaba la reforma, le decía si no tenía hermanos o amigos en paro, en ERE, que  si sabía lo que  iba a suponer para muchos de ellos. También vimos como a alguno de estos, ya de edad avanzada le terminaban apaleando, primero uno de los encapuchados, después ante la actitud de no resistencia, de no respuesta por parte de este veterano obrero, aparecían otros dos o tres uniformados, golpeando en piernas y brazos, como se le llevaban a empujones, entre gritos de solidaridad; como a otra veterana sindicalista, que intentaba dialogar con los imposibilitados para dicha  acción, le venía un nuevo hombre de negro por detrás, y mientras le dedicaba “cariñosos” epítetos, la cogía por el cuello con la porra entre las dos manos y la tiraba al suelo. Este tal vez ha sido uno de los casos más llamativos por estar filmado, pero hubo cientos parecidos. Trabajadores frente a policías encapuchados y armados, frente a frente, estos últimos insultando, provocando, empujando, sin obtener más respuesta que el silencio, las manos en alto, o el dialogo. Se vivieron momentos de auténtica tensión, cuando alguno de los incontrolados uniformados decidía  pasar del empujón, del insulto, o del pequeño toque con la porra en la cara, en  la barriga, al porrazo sin ton ni  son. Reacción ejemplar del agredido, mordiéndose los labios, de sus compañer@s de al lado, con la misma sensación  de rabia e impotencia. Hubo también  alguna pequeña carrera, cuando la agresión era ya masiva, y no se podía pedir a todo el mundo heroicidad y aguante en todo momento.

Era curioso ver como cuando alguno de los encapuchados perplejo ante la actitud del manifestante, sucumbía a la tentación de escuchar, terminaba una vez más nervioso con la misma cantinela: “está haciendo desacato a la autoridad”, ¿qué desacato?, ¿por qué motivo?, ¿que he hecho mal?, respondía el aludido. “Desacato porque lo digo yo y basta”. Cuanta sabiduría, cuanta destreza mental se enconde tras un casco y una capucha. Impresionad@s quedábamos ante los pocos que intentaban  hablar.

Pero más allá de anécdotas que vimos much@s por decenas, sí que tenemos que hacer una reflexión. Vivimos una época convulsa, de crisis  sistémica, en  la que  un dia sí  y otro también se vulneran o agreden algún derecho  social, laboral, político, o nacional. Es claro que  en este pequeño país también  la ola conservadora ha entrado, pero, a diferencia  de otros lugares, tenemos un foco de resistencia nada desdeñable para que  desde la izquierda política, social  y sindical podamos hacerle frente. Tenemos que recuperar la lucha ideológica, la lucha  de valores, tenemos que disputar la hegemonía a la derecha social  y política que todo lo  invade,  hay que recuperar la calle, recuperar la necesidad de la movilización en sentido  amplio, saliendo a la calle, sí, pero también y sobre todo hacer esa necesaria labor pedagógica en el conjunto de la sociedad.  Y para ello no solamente es importante luchar y pelear por conseguirlo, sino  también la forma de lucha que  elegimos para ello. Ahí  está la pedagogía. Luchamos por una sociedad mejor, por una  modelo económico y social  distinto, y cuando lo  hacemos trasladamos nuestra forma de sentirlo. Tenemos que dejar siempre claro, que somos nosotr@s, desde la  izquierda,  los únicos que de verdad apostamos por la  defensa de TODOS los derechos para TODAS las personas.

Me viene a la memoria, viendo estás imágenes de represión, la lucha llevada a cabo desde el movimiento de objetores de conciencia  e insumisos. No sólo tenían  un discurso que les daba la razón, que conectaba con la mayoría social, sino  que  además, cuando realizaban acciones de todo tipo, lo  hacían  siempre desde la NO  violencia. Aquellas imágenes de jóvenes sentados, con las manos  entrelazadas, siendo  apaleados y llevados en volandas por las diferentes policías conseguían mucho más que  las carreras, la respuesta con piedras, o los cócteles molotov. Servían mucho más para llamar la atención sobre el problema, para despertar conciencias, y desarbolaba la permanente intención  del Estado, de convertir también ese problema en uno de orden público, de jóvenes agitadores radicales.

Pues  bien, vamos a tener que salir muchas veces a la calle, por motivos diferentes, sigamos el ejemplo de la actitud de los miles de huelguistas, dejemos una y mil veces meridianamente claro que, si  se produce escenas de violencia, quienes son  los responsables. Algo está cambiando en este  país, y los viejos discurso a algun@s  todavía  les van a servir por algún tiempo, pero tienen fecha  de caducidad. Personajes como Ares,  que tiene el mismo concepto  del orden  público y de la democracia que el que pudiera tener en su época un jefecillo falangista de provincias, son productos del pasado. Aunque ellos aún no lo sepan, o no se lo crean.

Y,  por último, habrá que hacer también un análisis sobre que tipo de policía  queremos. Los sectores democráticos que existan en su interior  tienen también que empezar a analizar los cambios que  se están produciendo, y  que papel quieren jugar. Ser herederos  del recuerdo  colectivo  de grises y tricornios, o apostar por ir construyendo  una policía  verdaderamente democrática,  de  cara descubierta,  que sirva fundamentalmente para el servicio  al ciudadano.

Fotografía: www_ukberri_net

Huelga sí, huelga no > Mariano Gómez (Alternatiba)

La verdad es que tengo que reconocer que somos much@s l@s que estos días nos hemos tenido que morder la lengua en más de una ocasión… Suele pasar siempre que se convoca una huelga general; les pasaba a nuestros bisabuelos, a nuestros abuelos, a nuestros padres y ahora a nosotr@s. Eso sí, cada vez, son más los que, sobre todo dentro de la función pública, dentro de los que tenemos la suerte de tener un empleo estable, se sienten cómodos y a gusto con la situación reinante. Inventan, reinventan, repiten mil motivos para no moverse, para no hacer huelga, para dejar claro que no va con ell@s. Que sí, que ya saben que les han pisado un poquito el callo, que les han quitado algún dinerillo, que va a ver menos contrataciones en la administración (eso quiere decir reducción de gastos en personal), pero que el rollo de los sindicatos no les gusta, que todo es política, que no va a servir para nada, que le vamos a regalar dinero al estado o al empresario, que la reforma y los recortes no van con nosotr@s. Y en algún caso hasta pueden tener razón, pero dejémoslo claro:

Sí, es verdad, toda huelga general es política, y esta no es una excepción, ya que quiere ser un grito de dignidad, un golpe en la mesa desde la solidaridad con los que más están sufriendo esta crisis, un grito casi a la desesperada y en el desierto para despertar conciencias, contra las políticas neoliberales y conservadoras que se están cargando lo que queda de estado de bienestar. Y hablemos claro, no pasa nada. Que no se pongan excusas. Y que se diga que no hacer huelga también es una acción política. Ya que se tiene  toda la legitimidad para decir:

Que se está de acuerdo con el modelo de desarrollo especulativo, generador de inmensas ganancias, sin ningún tipo de control público que se ha llevado durante los últimos años de bonanza económica, sin reparto de riqueza, ni redistribución fiscal.

Que se está de acuerdo con que se hayan dilapidado miles y miles de millones de dinero público, entregándoselo a los bancos, a las grandes financieras, a las constructores, a los grandes especuladores (es decir, a los principales responsables de esta crisis) para que puedan salir de su “mal” momento, sin tener en cuenta lo ganado durante años y años.

Que se está de acuerdo con que, para hacer frente a la ingente cantidad de dinero entregado a los anteriores, se debilite al sector público (incluyendo sectores fundamentales como la educación y la sanidad), que se reduzca y congele el sueldo de sus empleados, que se elimine el subsidio mísero a los parados que ya no cobren desempleo (justo en el momento en el que a decenas de miles de personas se les ha terminado o está a punto de terminar), que se disminuya la cantidad destinada a la ley de Dependencia, que se elimine el impuesto sobre el patrimonio y se reduzca el de sociedades (Esto se hizo, además, en época de bonanza económica), que no se luche contra el gran fraude fiscal, que se niegue la posibilidad de una política fiscal verdaderamente progresiva.

Que se está de acuerdo con la última reforma laboral (¿y van?), que abarata el despido de forma escandalosa, que, además, hace que una parte de la mínima indemnización la paguemos entre todos a través del FOGASA, que se pueda de forma unilateral tomar medidas contrarias al convenio colectivo, flexibilidad laboral máxima.

Que estás de acuerdo con la generalización de la precariedad laboral, de los contratos temporales; ya que con tanto abaratamiento de despidos, con tanta flexibilidad, con tanta posibilidad de incumplimiento unilateral por parte de la empresa del convenio colectivo, lo que en realidad se hace es que dé lo mismo tener un contrato fijo o uno temporal, ya que te pueden poner de patitas en la calle con la misma facilidad.

Que no te importa que estemos ante el más grave atentado a los derechos  de  l@s trabajador@s en los últimos treinta años (aderezados con las sucesivas reformas del PSOE, PP, PSOE otra vez). Ante un ataque en toda regla a nivel mundial a lo que se ha conocido como estado del bienestar, ante un intento de llevarnos al sistema norteamericano, en lugar de  defender el europeo surgido tras las segunda guerra mundial.

Que te da igual que se produzcan recortes de derechos laborales que han costado en este país muchísimo sacrificio conseguir: miles de muertos, encarcelados, apaleados, listas negras. Todo ello durante tres-cuatro generaciones de luchas obreras y sindicales. (Soy de la margen izquierda-zona minera, y este año se cumple cien años de la huelga que empezó aquí, entre los mineros de esta zona, y tras semanas de huelga minera, y cuando parecía que todo se iba a perder la solidaridad obrera se extendió por toda la siderometalurgia, primero, por todos los sectores después, terminando convirtiéndose en huelga de TODO EL ESTADO. Pedían, entre otras cosas mucho más básicas, respeto a los convenios y acuerdos. Enfrente el ejército, la guardia civil, los matones armados a las órdenes de los patronos, encarcelamientos masivos, obreros heridos, y muertos).

Que te encuentras cómodo y a gusto dentro de este sistema, de esa mayoría silenciosa que, mientras no te toqué a tí, mira para otro lado.

Que cuando pones en la balanza los ataques recibidos y los agravios de los convocantes, tienes muy claro que son mucho peores las conductas sindicales que las de los gobiernos títeres de las multinacionales, del Fondo Monetario Internacional, y del Banco Mundial. Y que por eso te alineas con ellos.

Y, ¿por qué no decirlo?, que me da mucha pena porque estamos en un pequeño país que ha demostrado que tiene un sindicalismo que, no estando exento de las derivas producidas a nivel mundial, está planteando un discurso global correcto, con un grupo importante de compañeras y compañeros militantes de diferentes sindicatos que, aún siendo minoritario, han sabido y saben luchar en condiciones muy difíciles, que han sido capaces de trasladar ese espíritu al conjunto de las organizaciones de la mayoría sindical vasca, de llevar adelante un tipo de huelgas y de luchas que ya nadie sabe ni quiere hacer, sobre todo en el Estado.

Y esta Huelga, es una de esas Huelgas que más gusta hacer, sobre todo a los que tenemos la suerte de tener un trabajo fijo o trabajar en la Administración, porque aunque es verdad que también respondemos a un ataque directo a nuestros intereses (recortes de salarios y contrataciones, congelación), es sobre todo una huelga de solidaridad con el conjunto de la sociedad, una solidaridad ejercida desde aquell@s que nos podemos permitir el lujo de hacer huelga sin ningún miedo a represalias, demostrar que somos una parte más del mundo del trabajo, y no un aparato sumiso al servicio siempre del amo y del poder. Sé, soy consciente, que somos minoría l@ que pensamos esto en este sector, pero en lo que yo conozco, una minoría nada- nada desdeñable. Hagámonos notar.

Así que sin hacernos trampas a nosotr@s mism@s, elijamos y digamos a quien queremos responder (no digo a quien queremos seguir, sino a quien queremos responder). Yo me encuentro en excedencia por cuidado de mis hijas, mi compañera con un contrato de un solo tercio de jornada por cuidado de familiar gran dependiente. Pero tenemos muy claro que aún así tenemos el privilegio de poder elegir, y disminuir aún más nuestros exiguos ingresos actuales, por solidaridad con lo que más lo necesitan (mi compañera hará huelga). Ya, que de momento, voy a tener el privilegio de volver a currar cuando quiera, dentro de cinco, seis, u ocho meses; sin embargo con esta reforma miles y miles de trabajador@s se irán a la calle con una mísera indemnización.

Nos vemos en las movilizaciones de este Martes, día 29. Y, para l@s que todavía no lleguéis al convencimiento, hablarlo, debatirlo, comentarlo. Que, por desgracia, esto va para largo.

Mariano Gómez, empleado público.

Los riesgos de la buena voluntad> Carmen García (Alternatiba)

El pasado 16 de Junio 120 personas voluntarias, casi todas ellas vinculadas a las asociaciones que trabajan contra la exclusión social en Bilbao, respondieron a la llamada del Ayuntamiento de Bilbao para la elaboración de un diagnóstico sobre las personas sin hogar. Sobre este acontecimiento, llaman la atención principalmente dos cuestiones: por una parte, el número significativo de personas con voluntad para mejorar la situación de la gente en situación de grave exclusión, y por otra, el que una tarea fundamental de diagnóstico, competencia del Ayuntamiento de Bilbao, sea cubierta por personas voluntarias y no se haga de manera profesionalizada.

Según recoge la última memoria del Área de Acción Social del Ayuntamiento, este área se dedica de manera permanente a llevar a cabo esta tarea de “recuento” de personas que  duermen en la calle, información que se ve renovada cada 15 días, como no podía ser de otra manera dada la previsible movilidad e inconstancia de estas personas en base a factores de todo tipo: climatología, salud, movilidad… ¿Por qué era necesario entonces movilizar a gente voluntaria para un diagnóstico que se supone que ya se venía haciendo?

Parece ser que la tarea de los educadores de calle que se encargan del diagnóstico de manera constante no es suficiente, y no por falta de profesionalidad de los mismos, sino más bien por falta de medios adecuados que les permitan recabar toda la información necesaria para poder tener un diagnóstico con datos suficientes para llevar a cabo una planificación de los recursos que atienda a la realidad.

Quizá aquí esté el quid de la cuestión de la paralización del traslado del centro Onartu del barrio de Rekalde al de Txurdinaga. Desde el Ayuntamiento de Bilbao, y en concreto en boca del Alcalde, se permitieron hacer toda una serie de afirmaciones, recordemos como se refirió Azkuna a Bizitegi y de paso a todas las entidades: “Hay algunas ONG’s que quieren aumentar su campo de acción y crean más necesidades, creando más oferta”. Tras esta afirmación y otras más de igual perfil, todos los grupos políticos del Ayuntamiento se pusieron de acuerdo en no permitir mejorar los recursos para personas sin hogar, decían que no era necesario.

La respuesta de los grupos que trabajan en contra de la exclusión social no se hizo esperar. La reacción que obtuvo el Ayuntamiento fue un comunicado a favor de una ciudad más abierta y solidaria que firmaron multitud de grupos y personas. Pocos meses más tarde, es el propio Ayuntamiento quien reconoce la falta de información lo suficientemente precisa y pide personas voluntarias  para obtenerla. Entonces, ¿en base a qué se están planificando los recursos para personas sin hogar? ¿En base a qué se niega la posibilidad de mejora de estos recursos a una entidad sin ánimo de lucro que además colabora con el área de Acción Social de manera estable?

De todos es sabido que las instituciones saben bien por donde van a meter la tijera en estos tiempos de crisis: ya está anunciado y confirmado el cierre de Heldu y ya está hecha la advertencia por parte de Eudel, Diputaciones y Gobierno Vasco de que no se dispone de recursos para dar respuesta a las crecientes necesidades sociales. Mientras tanto, el Ararteko advierte sobre la necesidad de ir en la dirección contraria, recomendando entre otras cosas el establecimiento de una financiación de naturaleza finalista, suficiente y estable para los ayuntamientos destinada a la cobertura de los medios personales y materiales de los servicios sociales. Curiosamente los mismos o parecidos le recibieron con sonrisas en el Parlamento.

En la Asamblea de Bilbao de Alternatiba queremos mandar un mensaje de reflexión a las entidades que trabajan en contra de la exclusión social en Bilbao. Nos ha llamado la atención que ante la falta de un diagnóstico preciso sobre personas sin hogar en Bilbao, se haya accedido a la realización del mismo de manera voluntaria sin haber generado algún tipo de crítica a la carencia de este trabajo.

Nos parece un acto de suprema hipocresía por parte del Ayuntamiento apelar a la buena voluntad para realizar un trabajo que debe ser hecho de manera profesional y continua y para el cual es necesario que se planifique desde los presupuestos. Parece que la pretensión de las distintas instituciones es que las entidades suplan las carencias a las que van a optar por la crisis capitalista, así lo demuestra esta llamada del Ayuntamiento y así lo demuestra también la apelación de la consejera de Asuntos Sociales para que sean las ONG’s las que hagan el trabajo de Heldu. ¿Por qué no se apela a esa misma buena voluntad por parte de las vecinas y vecinos de Txurdinaga para que entiendan que las necesidades de las personas en situación de exclusión social es responsabilidad de todos, también de ellos?

Nos parece muy complicado el debate de donde está la separación entre militancia, voluntarismo, caridad, reivindicación y profesionalización, pero también nos parece que  se ha perdido una oportunidad para hacer patente la dejación del Ayuntamiento de Bilbao en sus tareas y para forzar que en los próximos presupuestos municipales se recojan las necesidades reales sobre diagnóstico y planificación en materia de acción social en Bilbao y no se pongan trabas mentirosas al buen trabajo de las entidades, como sucedió recientemente con el centro Onartu.

 

Argazkia: Unai Pascual

Santos: un problema dentro y fuera de Colombia> Decio Machado

Kaosenlared: Santos: un problema dentro y fuera de Colombia> Decio Machado

«Mockus no comprendió que para ganar al oficialismo debía convertirse en una alternativa clara al uribismo. Mockus, quien se disputaba una franja importante de votos en el electorado uribista, fue reacio a la confrontación total con el oficialismo y se mantuvo tibio en sus críticas tanto al modelo económico como al modelo militar y de seguridad interna desarrollado por Álvaro Uribe»

Hacia la huelga general, indefinida y revolucionaria > Luis Mª Salgado (Alternatiba)

Que nadie se asuste por este título, no nos hemos vuelto locos, ni vivimos en un sueño, ni nada por el estilo. Este título simplemente refleja una necesidad palpable, tal y como mantenemos en todos los documentos de Alternatiba, la necesidad de confrontar un nuevo modelo económico y social al capitalismo reinante.

A pesar del desprestigio que tanto desde el poder político, como económico se ha hecho de la palabra revolución. En Alternatiba no nos duelen prendas en decir que esta, la revolución, es un bien propio de quienes creemos que otro mundo es posible. Por que creemos que la revolución no es sino; un cambio rápido y profundo en cualquier cosa o situación, como se define en una de las acepciones aceptadas por la R.A.E. Por que esta crisis, y sus consecuencias no hacen más que confirmar algo que ya sabíamos; al capitalismo no se le reforma, se le combate. Y, si ya antes de que esta crisis cayera sobre los hombros de los trabajadores y trabajadoras con la última reforma laboral aprobada por el Partido «Socialista Obrero» Español, partiamos de este convencimiento, ahora que esta reforma se ha convertido en realidad, no podemos sino luchar con más fuerza si cabe contra un sistema que tiene en la exclusión y la desigualdad sus señas identitarias.

Esta cruel reforma, ha de ser contestada con fuerza por todos los sindicatos, por los partidos y movimientos sociales, por los y las trabajadoras vascas. La próxima huelga general del 29 de junio ha de convertirse en uno de los primeros hitos de una larga lucha por nuestros derechos y contra sus privilegios. Es por tanto una oportunidad para iniciar un camino hacia la unidad de las izquierdas en Euskal Herria, unidad que nos demanda a diario la sociedad. Aquí no han de valer medias tintas, ni quedarse en ambagajes sin sentido. Debemos dar una respuesta firme y contundente al ataque recibido. Debemos convertir la próxima huelga general en un clamor, un grito que movilice y despierte a la sociedad al completo.

Es SU crisis, la crisis de los banqueros, de los grandes mercados, de las multinacionales, y deben ser ellos quienes paguen sus consecuencias. El 29 de Junio ha de ser nuestra primera victoria. Tenemos que paralizar toda Euskal Herria, y es responsabilidad de todos que así sea. Pero tampoco hemos de quedarnos ahí, la huelga general no es un fin en si mismo, simplemente ha de ser el pistoletazo de salida para demostrar a quienes nos gobiernan, a los banqueros y a los empresarios, que estamos dispuestos a luchar, que no vamos a renunciar a nuestros derechos, esos que hemos ganado en la calle con grandes sufrimientos. Nuestra oportunidad para gritar, alto y claro, que queremos una sociedad diferente, una sociedad que sea solidaria, feminista, y radicalmente democrática. Por que solo bajo estas premisas podremos crear una sociedad justa.

Es por todo lo anterior que desde Alternatiba mostramos todo nuestro apoyo a la huelga general del próximo 29 de Junio, y es por eso que ese día saldremos a la calle a gritar; NO, a la reforma laboral.

En recuerdo de Bety Cariño

Discurso en la 5ª Plataforma de Defensores y Defensoras de Derechos Humanos de Front Line (Dublin, febrero de 2010)

Las piernas bien firmes sobre el suelo, la cabeza erguida, digna, la mente fría y el corazón ardiente, hermanas y hermanos:

Por mi voz, habla la voz de las hermanas y hermanos de mi pueblo mixteco, haya en la Oaxaca rebelde de ese gran país que se llama México. Y en estas líneas no puedo hablas de mí, sin hablar de el otro y la otra, por que yo soy solo si ellos y ellas son. Entonces somos nosotros y nosotras.

Hermanas y hermanos estas mujeres que soy: hija, hermana, madre, compañera, maestra, india, mixteca, oaxaqueña, mexicana, representa a mujeres que vamos liderando nuestros pueblos contra los saqueos de nuestra madre tierra, en beneficio de las grandes corporaciones transnacionales y del capital financiero. Hoy en nuestras voces, en nuestras luchas, en nuestras manos siguen vigentes los legítimos anhelos de justicia social de la Revolución mexicana, nuestra lucha es la misma que abanderaron Morelos, los Magon, el gran Zapata y en el México actual el EZLN, lucha que ha costado la visa a miles y miles de mexicanos y mexicanas todos ellos y ellas gente pobre de abajo que hizo las luchas y el lugar que le dejo la historia sigue siendo la exclusión y el olvido. Hoy los jóvenes y jovenas, los pueblos originarios y las mujeres estamos a la cabeza de esta catástrofe.

Nuestros campos hoy son el escenario de ruina y desastre, víctima de la apertura comercial indiscriminada, cultivos transgénicos ambición de las transnacionales; lo que trae como consecuencia la migración forzosa de millones de hermanas y hermanos nuestros, que como decía mi abuelo; “tiene que irse para poder quedarse”. En México se sigue negando a los pueblos originarios el derecho a la autonomía, el derecho a existir y nosotras hoy queremos vivir otra historia: nos rebelamos y decimos basta, hoy aquí queremos decirles que nos tienen miedo por que no les tenemos miedo, por que a pesar de sus amenazas, de sus calumnias, de sus hostigamientos, seguimos caminando hacia un sol que pensamos brilla con fuerza, pensamos que se acerca el tiempo de los pueblos, el tiempo de las mujeres insumisas, el tiempo del pueblo de abajo.

Hoy en día a lo largo y ancho del territorio nacional corre el descontento, por lo tanto se hace impostergable la presencia y participación de nosotras las mujeres que defendemos en el día a día los derechos humanos; queremos construir un mundo con justica y dignidad; sin ningún tipo de discriminación; hoy nosotras empujamos y profundo y extenso proceso de organización, movilización, análisis, discusión y consensos que nos ayude a construir un mundo donde quepan muchos mundos. Nosotras somos el resultado de muchas luchas, llevamos en la sangre la herencia de las abuelas, nuestras raíces nos exigen y nuestras hijas se rebelan.

Entrevista con Noam Chomsky > David Tresilian

Rebelión – Dialogando sobre la verdad y el poder

«En el caso de Gaza, se trata de una situación de tortura bestial. Están manteniendo a la población apenas con vida porque no quieren que les acusen de genocidio, pero eso es lo que es, un genocidio. Se limitan a sobrevivir. No es la peor atrocidad en el mundo pero es una de las más salvajes. Egipto está cooperando con todo eso al construir un muro y negarse a permitir que entre cemento y cosas así, por eso se trata de una operación conjunta israelí-egipcia que está literalmente torturando al pueblo de Gaza de una forma que no creo que tenga precedentes y que cada vez va a peor.»

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