Caridad, dulce caridad

Cristina Bereciartua – Miembro de Alternatiba

Ha llegado la Navidad, se nota en el ambiente; hay luces, adornos, papanoeles y olentzeros escalando por las ventanas, gente comprando, sin ton ni son, regalos, comida… Pero junto con la Navidad no solo llega el síndrome consumista sino, también el solidario de postín: apadrinamos negritos del tercer mundo que luego marginamos si osan venir a convivir con nosotros, aumentan las donaciones a las ONGs, organizamos galas benéficas televisadas, o no, para fomentar algún proyecto… Los nichos para desarrollar nuestro espíritu caritativo son múltiples, hay mucha miseria repartida por el mundo y no hace falta irse muy lejos para contemplarla cara a cara.

A mi me molesta terriblemente este alarde de caridad, este lavado de conciencia que hacemos todos los años por estas fechas. Hipócritas. Porque resulta que, si en nuestra comunidad de vecinos detectamos que alguno ha dejado de pagar la comunidad, rápidamente tomamos decisiones jurídicas para efectuar las reclamaciones pertinentes. Bien poco nos importa por qué no puede hacer frente a la deuda. ¿Esta sin empleo? Da igual, ya iremos a alguna concentración de Stop Deshaucios, eso si, el vecino que pague.

Pero de toda esta parafernalia navideña hay una cosa que me preocupa especialmente: los valores que estamos transmitiendo a nuestras hijas e hijos. La semana pasada, al salir de hacer la compra en mi supermercado habitual, me abordó una chica sonriente de no más de 15 años que, muy amablemente, me informó de la campaña que estaban impulsando desde su colegio para recoger comida a fin de entregarla al banco de alimentos. Y hoy, sin ir más lejos, mientras hacía recados me he cruzado con un grupo de adolescentes capitaneados por un profesor, que portaban cajas con comida no perecedera. Por supuesto, he dado por hecho que las entregarán en el banco de alimentos.

Posiblemente, lo que os acabo de relatar, no os parezca tan malo, al fin y al cabo es una forma de enseñar a nuestros jovenes a ser solidarios. Pero no, lo que les estamos enseñando es a ser caritativos, asistencialistas, a dar limosna. No sería más interesante enseñarles a reivindicar derechos. Acercarles a las instituciones públicas, que no les tengan miedo, transmitirles que son herramientas a su servicio y no entes a los que hay que someterse. Que aprendan a detectar cómo y a donde dirigirse cuando quieren cambiar algo que les parece injusto. Demostrarles que se pueden organizar iniciativas reivindicativas. En definitiva, empoderarles. De esta forma, quizás podriamos inculcarles valores de efectiva solidaridad y compromiso social.

Educar personas dispuestas a reaccionar ante injusticias, a reivindicar derechos, a luchar por una sociedad más justa e igualitaria. Infundir en las generaciones futuras valores y cultura efectimante democráticos, dándoles herramientas y habilidades para convertirlos en sujetos politicamente activos, comprometidos y empoderados. Conocedores de sus derechos y de las formas y los medios para reclamar el ejercicio efectivo de los mismos.

Pero estamos en Navidad y es muy feo hablar de las miserias, de la hipocresía y de las incongruencias de nuesta sociedad, lo entiendo, por eso, hablemos de lo importante. No os olvideis de consumir, despilfarrar, gastar, regalar artículos innecesarios, tirar comida a la basura y el que pueda, que disfrute de los langostinos. Y si os sobran, os dare un consejo caritativo para estas Navidades: tiradlos a la basura que seguro que  alguien rebusca en los contenedores buscando algo que poder llevarse a la boca, estoy convencida de que os lo agradecerá.

Petro se queda

Oliver Gómez – Mesa Internacionalista de Alternatiba

Desde hace meses Colombia es escenario de grandes y masivas manifestaciones populares que reclaman soluciones a la grave situación económica, social y política que vive el país. A la hora de la elaboración de esta nota Bogotá vive una de las movilizaciones más grandes que se recuerden en defensa de su alcalde legítimamente elegido, Gustavo Petro.

El alcalde de Bogotá es el primer mandatario capitalino de izquierda y que ha puesto en marcha medidas que se oponen frontalmente a las políticas neoliberales que se vienen aplicando en el país desde los años 80. La desprivatización de los servicios públicos; la ampliación y mejoramiento de la sanidad pública y de la educación; la reducción de la inseguridad ciudadana; la incorporación al mercado de trabajo formal de miles de familias dedicadas al reciclaje; la atención por parte del gobierno de las personas con drogodependencia; la defensa del medio ambiente, y en general la atención a las personas más necesitadas, son algunas de la políticas que el alcalde ha adelantado y que le han supuesto la oposición de las élites económicas y políticas del país que lo ven como una seria amenaza.

Producto de esta oposición el procurador general de la nación acaba de emitir un fallo destituyendo a Petro e inhabilitándolo por quince años para cualquier cargo de elección popular. El pretexto de la derecha esta vez ha sido el supuesto mal manejo del tema de las basuras por parte del alcalde. Las bases de tal fallo, cuyos alcances legales aún se desconocen ya que el presidente aún debe ratificarlo, y se desconocen también los efectos constitucionales, sí que evidencian que cualquier proyecto político alternativo en Colombia está amenazado, como lo ha estado siempre. Si ayer eran eliminados quienes se opusieran al régimen -fueron asesinados más de tres mil militantes del partido Unión Patriótica- hoy son destituidos con maniobras legales muy sospechosas.

El mensaje que este atentado a la democracia y a la voluntad popular (el alcalde fue elegido por voto democrático y fue destituido sin haber cometido delito alguno, y el pueblo no va a poder votarle en quince años) no sólo transmite el mensaje de que para las próximas elecciones presidenciales se aparta a uno de los más firmes competidores contra la derecha, sino que reafirman la idea de que en Colombia no sería posible hacer oposición desde el juego democrático. Uno de los principales ejes de los diálogos de paz que adelantan en La Habana el gobierno colombiano y las FARC-EP es que la insurgencia tenga espacios para la participación política desarmada, de modo que la destitución de Petro, antiguo guerrillero, daría entender que tal participación no es posible.

Desde Alternatiba exigimos a las autoridades colombianas que respeten la voluntad ciudadana expresada en las urnas y que no permitan este robo de la soberanía popular. Y llamamos a la solidaridad internacional para denunciar este atropello y para acompañar al pueblo que hoy está en las calles reclamando que el alcalde continúe en el cargo para el que ha sido democráticamente elegido. Al pueblo colombiano le enviamos todo nuestro ánimo para que siga defendiendo la democracia y la justicia social, movilización y lucha.

¡Gora Herria!, ¡Venceremos!

Makhno ya no está (ni se le espera)

Luis Salgado – Alternatiba Araba
 
Hay lugares, países, estados que por su situación geográfica, o por sus recursos reciben el adjetivo de geoestratégicos, que en lenguaje llano viene a significar, territorio propicio para las violaciones de derechos, los asesinatos y las guerras de ocupación. Son muchos esos lugares en el mundo y los podréis reconocer por que salen habitualmente en los noticieros con imágenes de guerra y destrucción.
 
No te preguntes quienes son los buenos y quienes los malos, los que se manifiestan o los que gobiernan, todo dependerá de en que bando hayas nacido tú. Los tuyos son los que te digan los periódicos, la tv, y la radio. No hay más preguntas Señoría.
 
Tampoco pienses que eso solo ocurre en lugares alejados, en países del llamado 3er Mundo, en Oriente Próximo, en el Magreb, no, no te vayas tan lejos, en Europa también tenemos esos lugares aunque quizás las guerras sean menos vistosas. En este mismo momento una de esas guerras está dándose en la frontera europea, en Ucrania.
 
Ucrania ha vivido su historia en la frontera entre imperios. Otomanos, Polacos y Austro-Hungaros, la rusia Zarista y la Alemania prusiana, la Alemania Hitleriana y la Unión Soviética, y ahora Alemania y su cohorte frente a Putin y su Rusia. Ucrania es el granero del Este, acceso privilegiado al Mar negro, y uno de los pasos fundamentales a las riquezas de oriente próximo para el centro y el norte europeos. Lo tiene todo para ser deseado, codiciado e invadido desde el tiempo de Gengis Kan.
 
Es un país fronterizo y la vida en la frontera es dura, tan dura que crea gentes especiales, diferentes. La historia de Ucrania es la historia de sus gentes, victimas de cientos de conflictos, de gobiernos y desgobiernos, de un sentimiento de moneda de cambio que a nadie importa. Y en ese contexto entraron en el siglo XX, ocupados por Alemania y abandonados por la Rusia revolucionaria aún en pañales, con una sociedad dividida entre un pueblo abandonado por quienes le prometieron un mundo socialista, y una burguesía dispuesta a venderse al Imperio Prusiano para evitar ser fagocitados por los bolcheviques, y en eso estaban cuando una figura surgió del pueblo, cuando un pueblo se levantó de las cenizas para construir un mundo nuevo.
 
Makhno y sus cohortes de desheredados soñaron y se contrapusieron a una historia marcada, a la guerra de los Imperios. Lucharon y perdieron, aplastados por el incipiente Imperio Soviético. Apenas un renglón en la historia porque los perdedores no tienen espacio en el relato oficial.
 
La Segunda Guerra Mundial fue la secuela de una mala película, pero ahí ya no había cabida para un tercer actor, y el pueblo ucraniano solo tuvo dos vías, fascismo o comunismo, élite contra proletarios. Jugar a perder.
 
Y llegó la caída del Muro de Berlin, la desintegración de la URRS, y con ella,  la independencia y la soberanía, ¿O era decir mucho? Al menos eso podemos deducir si vemos como se están desarrollando los acontecimientos. Tercera parte de la saga, Alemania vs Rusia, Merkel frente a Putin, y Ucrania… Ucrania como moneda de cambio. Polarizada la ciudadanía, jugando con odios y miedos pasados, y poco de futuro.
 
Ucrania es una prueba más de que la tan manoseada Independencia no garantiza la soberanía de un pueblo. Es el ejemplo último de como juegan a los dados con la ciudadanía los Imperios y el Capital, y en ese caldo de cultivo a nadie importa generar una nueva guerra fratricida en Ucrania, al contrario, soplan las ascuas, fomentan viejos miedos, y se posicionan en el tablero. Revoluciones naranjas, posiciones pro-rusas, no son sino los primeros movimientos de peones, los tanteos, y en esta situación volveremos a echar en falta a Makhno. Volveremos a echar en falta una verdadera lucha por la soberanía del pueblo ucraniano, poder decidir, poder vivir sin injerencias externas. Sacudirse el apellido geoestratégico para ser dueños de su destino. 
 

Honduras: luchas y esperanzas

Ana Etxarte – Concejal de EHBildu y miembro de la Misión de Observación en Honduras

Hace unas semanas una delegación compuesta por diferentes organizaciones europeas, entre las que se encontraba EH Bildu, viajamos a Honduras con el objetivo de visibilizar la situación de violación sistemática de los derechos humanos en el país, así como realizar una verificación de la propia jornada electoral actuando en el marco de la Misión de Observación organizada por el  Centro de Estudios para la Democracia (CESPAD). Nuestra delegación, junto con otras, respondía al llamado de La Vía Campesina para acompañar a las personas  candidatas provenientes del movimiento campesino, que demandaban el desarrollo de unas elecciones transparentes y democráticas.

Durante una semana nos reunimos con organizaciones campesinas, indígenas, de mujeres, de defensa de los derechos humanos, y muchas más, que nos hicieron un relato estremecedor de la situación que viven desde el golpe de estado de 2009: amenazas, detenciones ilegales, torturas, agresiones sexuales y asesinatos. Todo bajo la égida del gobierno del Partido Nacional y las fuerzas de seguridad del estado, siempre al servicio de la oligarquía y de los intereses de las empresas transnacionales. Estuvimos con hombres y mujeres que reclaman justicia para sus familiares asesinados; con campesinos y campesinas que exigen la recuperación de las tierras que les han sido usurpadas; con indígenas que defienden los bienes naturales frente a las transnacionales; con mujeres feministas, que denuncian el carácter patriarcal de una Honduras neoliberal y dictatorial; con maestros y maestras, con periodistas, etc. En definitiva, con todo tipo de personas y organizaciones perseguidas y asesinadas por denunciar a un gobierno sin escrúpulos fruto del golpe de estado.

Sin embargo, y pese a toda la violencia que nos relataban, siempre se nos trasladaba un mensaje cargado de esperanza. La celebración de elecciones y la más que probable victoria del partido LIBRE (Libertad y Refundación, partido nacido de la resistencia al golpe), les acercaba a un futuro en el que fuera posible tener un gobierno al servicio de las mayorías populares, y no de la oligarquía. Esta esperanza no se desvaneció durante toda la campaña, a pesar de que pocas horas antes del inicio de los comicios la campaña sistemática de violencia y represión contra miembros de LIBRE se fuera agudizando. En esta ocasión fueron dos líderes campesinos de la Central Nacional de Trabajadores del Campo, Amparo Pineda y Julio Romero, brutalmente asesinados cuando regresaban de una capacitación electoral. 

Desgraciadamente, el 24 de noviembre se convirtió en un día de rabia e indignación para el pueblo hondureño y para cientos de observadores que vimos  como literalmente se robó el triunfo a LIBRE en unas elecciones plagadas de irregularidades: tráfico de credenciales que hicieron que la composición de las Mesas electorales (MER) estuvieran en manos principalmente del Partido Nacional; militarización en todo el proceso electoral incluso en los mismos centros de votación, produciéndose detenciones de votantes por la Policía o las Fuerzas Armadas; y las más graves, que fueron todas las  irregularidades que se produjeron en el registro y transmisión de actas favoreciendo al Partido Nacional en detrimento de LIBRE. Así, se registraron numerosos casos en los que no coincidían los resultados de las actas registradas por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y las actas originales firmadas por las MER;  casos en los que no  pudo realizarse la transmisión de las actas por escáner, o casos en los que las actas no se enviaron en sobres sellados. 

Todas estas irregularidades, y muchas más, hacen que de ninguna manera  pueda decirse que estas elecciones han sido transparentes, tal y como se apresuraron en afirmar la embajada de EEUU, la OEA y la UE. Estos organismos mienten, y tal y como ha dicho un periodista austriaco miembro de la Misión de Observación de la UE, hablar de transparencia ante todo lo ocurrido es un chiste, reconociendo que han prevalecido cálculos políticos e intereses comerciales. Y es que para estos organismos, Honduras únicamente representa un lugar donde seguir enriqueciéndose a costa de la pobreza y explotación, y para ello se hará lo que sea necesario, golpe de estado y fraude electoral incluidos.

Estas declaraciones y el anuncio por parte del TSE de que el ganador de las elecciones es el candidato del Partido Nacional Juan Orlando Hernández sin ni siquiera haberse finalizado el recuento de los votos y rechazando todas las irregularidades denunciadas, hicieron crecer la indignación del pueblo hondureño que estaba viendo como el triunfo de las elecciones les estaba siendo robado. A partir del día siguiente miles de personas, militantes y simpatizantes de LIBRE y del Frente Nacional de Resistencia Popular (FNRP), salieron a la calle para denunciar este fraude, exigiendo que se realice un nuevo recuento de votos. De igual manera lo ha reclamado LIBRE y el PAC (Partido Anticorrupción), quienes no dan por válidos los resultados emitidos por el TSE. Y una vez más, el gobierno golpista ha respondido con violencia. Manifestaciones duramente reprimidas por la policía con gases lacrimógenos y golpes, personas heridas y detenidas, y el asesinato del miembro de la Resistencia José Antonio Ardón. Esto es lo que se puede ver estos días en Honduras.

Pese a esta represión sin límites el pueblo hondureño no se rinde, que le quede claro a la oligarquía hondureña. Y estoy segura de esto porque nunca había conocido a hombres y mujeres con este coraje, con esta valentía y sobre todo con tanta razón. Su lucha es una lucha por la vida, por la dignidad, contra un gobierno que le está desposeyendo de todo y le está obligando a vivir en la miseria.

A partir de ahora, y pese a las dificultades, hay un camino esperanzador que recorrer. Los movimientos sociales en las instituciones a través de LIBRE, aunque no esté en la presidencia a pesar de ser el vencedor legítimo, y un Frente Nacional de Resistencia Popular fuerte en las calles; es un buen escenario para empezar a revertir el poder de la oligarquía a las clases populares. Porque son éstas la esperanza de Honduras y de toda América Latina. Porque sus luchas son nuestras luchas, porque el pueblo unido nunca será vencido.

Fascistas de libro

Asier Vega – Alternatiba

El fascismo, a principios de siglo, buscaba instaurar un corporativismo estatal totalitario y una economía dirigista.En estos tiempos, las corporaciones transnacionales buscan instaurar estados totalitarios para dirigir la economía hacia la maximización de su beneficio. Estado y oligarquía económico-financiera son una misma cosa; presidentes y ministros saltan del gobierno a las multinacionales y viceversa. Bien pudiera sustituirse el término ministro o consejero por el más honesto de delegado ejecutivo de tal o cual holding empresarial.

La banca paga al partido y el partido devuelve el favor multiplicado hasta 40.000 millones con cargo a los presupuestos generales. Las empresas entregan sobres, el gobierno adjudica, a cambio no se recibe ni impuestos ya que el holding de turno tiene domicilio fiscal en Delaware. Se legisla ad hoc para reabrir nucleares, se tolera la concertación de precios de los hidrocarburos, se monopoliza la energía usando como excusa la mentira del déficit tarifario y se reforma la legislación para que la patronal más ladrona de Europa ensanche sus bolsillos. Para el logro de estos objetivos, el fascismo se sirve de un nacionalismo fuertemente identitario con componentes victimistas o revanchistas que conducen a la violenciacontra los que el Estado define como enemigos por medio de un eficaz aparato de propaganda. Sirva de ejemplo el uso permanente de ciertas víctimas para forjar una identidad colectiva española negadora de cualquier otro referente nacional.

Quienes manejan los hilos del Estado agitan el espectro del terrorismo hasta el esperpento mientras saquean lo público; España está agraviada por los terroristas que se han infiltrado en los tribunales europeos y en el sistema educativo y que instiga a vascos y a catalanes a romper la patria común e indivisible.

Sin embargo, el desfalco es tan enorme que la eficacia de la propaganda es limitada. No estamos solo ante un recorte en empleo, salarios y derechos laborales, sino ante un proceso sin precedentes de liquidación de la protección social. Se arroja a buena parte de la ciudadanía al abismo de la precariedad y se les quita además la red; se depaupera la educación, se cierra el acceso a la justicia, se privatiza la sanidad… La insaciable oligarquía quiere acceder a esferas de la economía hasta ahora vetadas a su negocio. Para ello no cabe sino liquidar servicios públicos, poco importa dejar en la indigencia a millones de personas, para eso están Cáritas y la Conferencia Episcopal. Aflora así otro rasgo distintivo del fascismo meridional; el nacional catolicismo.

Crucifijo y religión en las escuelas, manuales para formar mujeres sumisas, reforma del aborto para castigar a las descarriadas, inmatriculaciones, chanchullos inmobiliarios y exenciones a discreción. No es de extrañar que Rouco acuda a los púlpitos en auxilio de sus hermanos de cruzada llamando a preservar la unidad de España y la Constitución, más sagradas que los evangelios. Concluyeron hace tiempo que el tal Jesús era un perro flauta.

Pero ni dios ni patria son suficientes para enmascarar al régimen y lo de montar un autogolpe para tirar del comodín monárquico ya no cuela. Empiezan a fallar incluso los grandes medios de comunicación que, con voces distintas, lanzan un único mensaje idiotizante y criminalizador de las protestas. Es el mensaje de sus propietarios; esos con domicilio fiscal en Delaware. Aun así, el régimen se descompone y, cuando empieza a oler a muerto, es tradición fascista tirar de pena de muerte o de sucedáneos compatibles con los tratados internacionales. Ha llegado el momento del terror penal.

Herederos de Torquemada, Gallardón y Fernández Díaz compiten elevando el ritmo y los planes de castigo. El uno propone la cadena perpetua «hasta que a mí me dé la gana» –permanente revisable dicen los entendidos– y el otro la muerte en vida. ¡Sanciones! –proclama el ministro–. Son la repanocha; hasta 30.000 euros por pancartas y actos que «ultrajen u ofendan» a España, y amagan con multas similares por insultar a un servidor armado del régimen, y hasta 600.000 euros por importunar a sus señorías frente al Congreso. El pringao al que le toque está arruinado para siete reencarnaciones. Confían en el poder paralizante del miedo y, sin embargo, desde hace más de dos siglos, se sabe que el terror penal no tiene efectos disuasorios.

Por si acaso se ensancharán las plantillas policiales, contratarán controladores y escuchas, y subvencionarán las ETTs especializadas en antidisturbios. Con camisa azul, o con cuello blanco, no se puede negar que al final van a crear empleo.

Publicado en:

Rebelion

Naiz

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