Alternatiba lamenta la pérdida de un incansable militante internacionalista como Igor Urrutikoetxea

Tras conocerse la muerte en Brasil del secretario de Relaciones Internacionales del sindicato LAB, Igor Urrutikoetxea, desde Alternatiba consideramos que el internacionalismo está hoy de luto por la pérdida de un incansable militante de la lucha por la dignidad de los pueblos y la solidaridad internacionalista. Nos sumamos a ese luto, trasladando nuestro apoyo y solidaridad tanto a los allegados de Igor como a su formación sindical y a todas las personas que han compartido trincheras con Igor en diferentes luchas y lugares del mundo.

No hace mucho de la última pancarta tras la que coincidimos, frente al consulado colombiano de Bilbao para mostrar solidaridad con el campesinado y las clases populares que protestaban en el Paro Agrario. Desde allí nos dejaba estas palabras:

http://youtu.be/07HjNYaslLY?t=2m43s

Agur eta ohore,

Bilbon, 2013ko azaroaren 29an

Luchas silenciadas

Carmen García – Miembro de la Mesa de Feminismo de Alternatiba

El pasado 14 de noviembre las cinco mujeres víctimas de violencia de género de la asociación gallega ‘Ve-la luz’ que se mantenían en huelga de hambre de las diez que la iniciaron el 15 de octubre, decidían abandonar la protesta. Lamentablemente, esta decisión no se tomó debido a un triunfo social, ni siquiera fue por razones médicas. La razón principal fue el frio silencio. Un silencio mediático, político y social que ha dejado un sabor amargo en la boca de muchas asociaciones y mujeres que luchan contra la violencia machista.

Ante este silencio abrumador, desde la mesa de feminismo de Alternatiba queremos mandar un mensaje de apoyo, a vosotras, mujeres que poniendo vuestras vidas en riesgo habéis luchado con el objetivo de garantizar a vuestros hijos e hijas una vida libre de violencia. Hemos seguido vuestra huelga y seguimos y apoyamos hoy vuestro interés en seguir con esta justa reivindicación.

Sabemos que la violencia machista sigue estando muy presente en nuestras vidas de muchas maneras. Más de 700 asesinadas en el estado español durante la última década nos señalan la gravedad de lo que sucede. Sin embargo, es la propia violencia patriarcal la culpable de que esta cifra escalofriante no reciba la importancia que merece, o la que permite que acciones valientes como la que emprendisteis las diez mujeres de ‘Ve-la luz’ no hayan tenido más repercusión.

Es terrible e intolerable que se sigan dando las situaciones que denunciáis y es por ello que consideramos una parte despiadada de la violencia institucional contra las mujeres la existencia de una ley que obliga a entregar a un hijo o hija a un padre maltratador o abusador.

Es vergonzosa la postura tomada por todas las siglas representadas en el Parlamento Gallego. Compartimos vuestra visión de que los ‘discursos de lo políticamente correcto, pusilánimes y confusos’ como vosotras mismas los describís, son una manera de no afrontar lo que realmente está en el centro de la reivindicación: la garantía de la protección de las mujeres y sus hijos e hijas de manera integral. Pero también nos alegramos de que podáis formar parte de esa comisión de investigación con voz y voto y os seguiremos en su desarrollo.

Por eso, desde la mesa de feminismo de Alternatiba mandamos todo nuestro apoyo y nuestra solidaridad a través de esta carta en un intento de visibilizar vuestra causa y acabar con ese silencio sepulcral. Y es que mientras miles de noticias sensacionalistas se pasean por todos los medios y redes sociales a ritmo de charlestón, otras causas, no solo no se alimentan sino que se convierten en ‘luchas silenciadas’ por gobiernos y medios. 

Construyendo Bizkaia desde la precariedad

Ana Etxarte y Asier Vega – Alternatiba

Semanas laborables sin descanso, de lunes a domingo; turnos de hasta 12 horas diarias; salarios ínfimos de 5 o 6 euros la hora, por supuesto sin pagar horas extras. No, no se trata de un libro de Charles Dickens sobre los inicios de la revolución industrial; tampoco se trata de un análisis de la crisis del 29; ni siquiera de una fotografía de las condiciones laborales de las y los esclavos que recolectaban algodón en Estados Unidos. Estamos hablando de algo que ocurre aquí, en la ciudad del mejor alcalde del mundo. Está ocurriendo ahora mismo, en el siglo XXI, gracias a la avaricia empresarial y a la connivencia con las instituciones públicas.

Solo es el resumen de lo que viene sucediendo en la construcción de San Mamés Barria, en la que ciertas empresas han establecido este tipo de condiciones indignas de trabajo, y que los sindicatos llevan meses denunciando. Tampoco son hechos aislados, ya que los incumplimientos de los Convenios de la Construcción por parte de las empresas, tanto en la obra privada como en la pública, son continuos y constatan que las grandes constructoras hacen lo que sea necesario, incluido vulnerar los derechos laborales, para aumentar sus beneficios.

La situación es lamentable. Pero aún más vergonzoso es que se permita en obras financiadas con dinero público, cuando las obras promovidas por las instituciones públicas deberían ser modélicas en cuanto a seguridad y condiciones laborales.

Pero la realidad es bien distinta; precariedad y condiciones de semi-esclavitud. Como si los ataques contra la clase trabajadora que suponen todas las reformas laborales de los últimos años –aplaudidas y avaladas por PP, PNV y PSE- no fueran suficientes. Ahora también pretenden saltarse la propia legalidad desde la inacción institucional, amparando la injusticia que supone.

De esta manera, y aunque las obras de San Mamés se iniciaron en junio de 2010, no ha sido hasta septiembre de este año, más de 3 años después, cuando se ha realizado una inspección. Y es ahora cuando se ha constatado una realidad denunciada durante meses: que hay empresas que están actuando de manera irregular, y que no están aplicando el Convenio de la construcción y obra pública de Bizkaia, sino otros que rebajan las condiciones laborales.

¿Pasará lo mismo con las obras de apertura del Canal de Deusto? ¿Tomará medidas el   Ayuntamiento de Bilbao para evitarlo? Parece poco probable, ya que por ahora no ha hecho nada. Es más, aun teniendo como precedente lo que ha sucedido en San Mamés, el consistorio sigue haciendo dejadez de sus obligaciones como institución garante de los derechos de los y las trabajadoras. Perdió la oportunidad de incorporar cláusulas sociales en los pliegos de condiciones para la licitación de la apertura del Canal, cláusulas por las cuales las empresas adjudicatarias, contratas y subcontratas estarían obligadas a cumplir el Convenio de la Construcción de Bizkaia. Y es que el PNV se opone frontalmente en el Ayuntamiento a incorporar éstas u otras cláusulas sociales, y afirma que no es posible obligar a cumplir dicho convenio ya que no tiene encaje en el marco legal, tal y como confirmó el concejal de Urbanismo en el último pleno.

Siempre consecuente a la hora de negar y vulnerar derechos, el PNV también ha rechazado en las Juntas Generales de Bizkaia una moción de EHBildu que exigía incluir en los pliegos de condiciones de contratación de las obras públicas la obligatoriedad de cumplir por las adjudicatarias este mismo convenio, incluyendo cláusulas para velar por su cumplimiento. Para los jeltzales, nunca procede ponerse al lado de las clases populares.

Es falso que las instituciones carezcan de competencias en esta materia, tal y como lo demostraron las Juntas Generales de Gipuzkoa al aprobar la Norma Foral 4/2013 de 17 de julio, que posibilita la incorporación de cláusulas sobre condiciones laborales y salariales o aplicación de convenios en las obras públicas. Lo que demuestra que se puede hacer y que es completamente legal.

Y si no lo hacen es porque no quieren. No quieren poner fin a la avaricia empresarial de algunas empresas. Y mientras tanto aumenta el número de personas que mueren a causa del aumento de la precariedad,  la subcontratación,  la temporalidad y la falta de medidas de seguridad. En definitiva, mueren porque lo permiten.

Publicado en: Naiz y Astekari Digitala

El silencio gallardoniano

Luis M. Salgado – Alternatiba Araba
 
Hoy, que todos hablan de la nueva reforma del código penal del ilustre Fachardón, a mi me apetece hablaros de mi padre. Porque eso es lo que tiene la asociación de ideas. Y porque para mí, esta reforma me recuerda a mi familia, que le vamos a hacer.
 
Mi padre es un hombre nacido en el declive del IIIReich, cuando en estos lares el exterminador de las patas cortas todavía no había comenzado a inaugurar pantanos inmerso  como estaba en llenar fosas. En un pueblo perdido de la arcaica Galiza rural, a caballo entre Portugal y España, con la única industria del estraperlo. Con pocos años vio como su hermana se casaba con un Guarda Fronterizo de la PIDE y se iba a vivir a Porto. Al tiempo que él, con su madre se trasladaba a Ourense.
 
Fue mi padre trabajador de temprana edad, transportando masa y ladrillos con 11 años, viviendo o malviviendo en el extrarradio. Acostumbrándose a la vida en color sepia del franquismo.  A bajar por las cuestas de O´cumial con su cuadrilla en grupos de 3  para evitar ser detenidos aunque su único delito fuera ser joven y querer disfrutar de la vida, unas películas de vaqueros en la sesión continua desde el gallinero mientras escupían pipas a los “adinerados” sentados abajo en la platea y comer un bocadillo de orella antes de volver a su casa por carreteras empinadas y vacías. Conoció el silencio obligatorio.
 
Emigró a Suiza y de allí a Gasteiz para ser testigo de los asesinatos del 3 de marzo. Y  con ese bagaje entró en la “democracia”. Callado y reservado. El silencio es virtud cuando el miedo lo inunda todo, cuando has vivido que todo es ilegal o pecado. Evitando el posicionamiento político. Esquivando las preguntas incómodas que su hijo le hacía al pasar por fábricas con muñecos colgados en las paredes durante la crisis de los 80. 5 años de paro, pobreza y miseria en una Zaramaga decadente, Bronx vitoriano.
 
Vio y vivió, no sin temor, como su hijo se formaba políticamente. Y lo vigiló de lejos. Ni un reproche, pero sí miedo. “Ten cuidado donde te metes”. Instinto de protección.
 
Estrenamos el Mercado Común y la libre circulación de personas haciendo un viaje a Porto, a Leça da Palmeira a ver a mis tíos. Habían pasado años de la Revolución de los Claveles, el PIDE había sido sustituido por la Guardia Nacional Republicana, y mi tío había sido trasladado a funciones de cuartel. Allí, al cuartel de la GNR en Porto fuimos a visitarle y al bajar del coche, ya en el interior mi padre se volvió hacia mí con una amplía sonrisa; “Hijo, aquí puedes gritarlo sin miedo ¡Viva la República!” No sé si mi padre es republicano, sinceramente no lo creo, pero en ese momento pude ver en sus ojos el brillo de un niño que hace por primera vez una travesura, y entender un poco más que han supuesto 40 años de obscuridad para toda una generación.
 
Hoy mi padre es un hombre más libre, aunque comparta o no sus ideas, se ha ido liberando poco a poco de las cadenas impuestas. Porque al contrario de lo que nos han querido enseñar, nadie se acuesta monárquico y se levanta republicano, ni se pasa del fascismo a la democracia en una transición tramposa y falseada. Las ideas como las frutas maduran con el sol, y en el Estado fallido que es el Reino de España el sol ha sido ocultado mucho tiempo por gentes que cantaban y cantan frente al mismo con el brazo en alto. Por eso, para mí, ahora que miles de mentes sesudas analizan el despropósito Gallardoniano, me resultan mucho más sabias y enriquecedoras las palabras que mi padre utilizó ayer durante la comida para describirlo; “no se puede esperar que los que nunca se han ido hagan otra cosa, nunca les ha gustado la libertad”
 
Publicado en : El Mundo Imperfecto

BBK y Kutxabank, con ‘B’ de Batzoki

Asier Vega – Juntero de EHBildu y coordinador de Alternatiba Bizkaia

Para que no se note que el PNV considera de su propiedad las principales instituciones y empresas públicas del país, ha decido poner al frente de BBK a su tesorero en Bizkaia. En un alarde de honradez, Xabier Sagredo ha dejado el cargo en la dirección jelkide y ha renunciado a su sueldo en BBK. Seguramente se apañará con los emolumentos que recibe por su presencia en el Consejo de administración de Iberdrola Generación, cargo, este sí, que ha compatibilizado con la presencia en la dirección de su partido. No había conflicto de intereses entre dirigir el PNV y dirigir Iberdrola. Recuérdalo la próxima vez que te llegue la confis- catoria factura de la luz. Tampoco había problemas en compatibilizar la gestión de los asuntos económicos del PNV en Bizkaia con las relaciones de Sagredo con otras varias empresas. Si el que lleva las finanzas del partido está también en las empresas las cosas se agilizan; PNV style.

Mal deben ver las cosas en Sabin Etxea cuando ya ni se preocupan en disimular. Los manejos del PNV en las cajas vascas, al igual que los trapicheos de Barcina, Sanz y compañía en la CAN, se hacen más irritantes al suceder en un contexto de franco deterioro de los intereses de las instituciones administradas. No es solo que tengan morro, es que además lo están haciendo rematadamente mal. El tema de Kutxabank está tomando dimensiones preocupantes. A día de hoy todo el sentido social de la entidad está siendo sistemáticamente demolido por la gestión diseñada, principalmente, entre PP y PNV. La obra social se liquida por la falta de beneficios, el carácter público queda en entredicho por las normativas cada vez más abiertamente privatizadoras, el crédito no llega a las pymes, en la cuestión de los desahucios cuesta diferenciar la actitud de Kutxabank de la de cualquier banco. La ligazón con el país se diluye a través de una expansión desmesurada y de la injustificable adquisición de CajaSur. Las inversiones industriales estratégicas se malvenden para ganar liquidez a corto plazo.

Las malas noticias se suceden en el entorno de Kutxabank. El convenio firmado esta semana supone un duro golpe al marco vasco de relaciones laborales y a las condiciones de la plantilla. CCOO ejerce como aliado de Sabin Etxea en Kutxabank, garantizando tanto el entreguismo sindical como ayudas en el control de la entidad (no hay más que recordar la colaboración de CCOO en el complot mafioso que arrebató a Bildu la dirección de Kutxa el noviembre pasado). Más desapercibido ha pasado otro grave revés: la justificada anulación judicial de las abusivas clausulas suelo de CajaSur, que supondrá una importante pérdida para Kutxabank. Esta última noticia nos lleva a preguntarnos si la adquisición, decidida en Sabin Etxea, de CajaSur por BBK puede calificarse ya como una de las peores inversiónes de la historia de Euskal Herria. Hasta ahora la mala gestión (es cierto que otros lo han hecho peor pero eso no justifica hacerlo mal) ha llevado a reducir los beneficios hasta el punto de estrangular la obra social y limitar el margen de acción crediticio. Pronto puede que estemos hablando de pérdidas…

Las cajas deben ser gestionadas con criterios políticos, claro que sí, pero no criterios partidistas. Los criterios políticos de gestión deben ser el mantenimiento de estas como entidades con una función social, determinada no solo por su importante labor a través de la obra social sino también por una acción en el terreno financiero distinta a la de los tiburones de la banca privada. Una acción financiera en la que el beneficio no se mida únicamente por la cuenta de resultados sino que venga determinado por la realización de una labor eficiente de apoyo al tejido productivo más cercano y por la capacidad de realizar una prestación de servicios financieros a la población en condiciones no abusivas.

En estos momentos de crisis una acción decidida de Kutxabank para usar sus recursos (el ahorro de los y las vascas) en apoyo al sistema productivo sería vital. Sin embargo los juegos de poder, las ambiciones personales y la ideología conservadora y españolista que subyace en el acuerdo PP-PNV para la gestión de la entidad apuntan en dirección contraria, hacia la plena bancarización y progresiva privatización de Kutxabank. Un alejamiento de la verdadera razón de ser de una caja de ahorros. Tenemos que exigir nuevamente a los responsables de Kutxabank un giro radical en la orientación de su entidad para recuperar su naturaleza original de servicio social y carácter público.

Bidegi, Supersur, Kutxabank, TAV… la factura de las chapuzas del PNV crece hasta convertirse en una hipoteca para la economía vasca. Los recursos dilapidados por la mala gestión jeltzale podrían haber servido, si se hubieran utilizado bien, para aminorar en un primer momento el impacto de la crisis y poner más tarde las bases para una recuperación económica con derechos sociales. Pero Sabin Etxea va a lo suyo. La simbiosis entre el PNV y el mundo de la gran empresa va camino de convertirse en fusión. Realmente a estas alturas no sabemos si es Sabin Etxea la que pone a sus representantes en los consejos de administración o son los consejos de administración los que eligen los cargos directivos del PNV.

Publicado en Naiz

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