Laura Bugalho sometida a acoso policial y amenazada con cárcel por ayudar a personas migrantes

La militante gallega Laura Bugalho, conocida por su implicación en las más diversas iniciativas populares -de la lucha LGBT al sindicalismo, pasando por la acción política o el auxilio la personas presas-, enfrenta una pena de prisión aún indeterminada a causa de su apoyo a las personas migrantes, muchas de las cuales estaban viviendo en condiciones infra-humanas. La activista es acusada de un delito de falsificación documental continuada.

Laura Bugalho  lleva desde 1993 realizando tareas de asistencia a las personas migrantes. Solo en el año 2008, el Foro Galego de Imigración calcula que la militante acompañó 620 personas migrantes ante el Negociado de Extrangería de la Subdelegación del Gobierno de Coruña. De ese contingente, Laura Bugalho fue denunciada por cuatro migrantes, de los cuales tres se ratificaron finalmente en sus palabras. Estas personas denunciaron a Bugalho por facilitarles documentación falsa que, según los propios migrantes, ellos habrían empleado.

En la siguiente web se recogen firmas solidarias con Laura Bugalho, que posteriormente se presentarán en el Juzgado de Instrucción nº1 de Compostela para exigir su inocencia: 

FIRMA AQUÍ

En Noviembre de 2008, Bugalho denuncia una mafia de robo y extorsión a 57 marroquíes. Sin embargo, en 21 de marzo de 2009, en el curso de una acción de las Panteras Rosa Galiza en Compostela, Bugalho es identificada y perseguida. Es desde ese momento que se comienza a hacer cada vez más persistente el acoso policial a la activista, hasta el punto de su vivienda ser asaltada en 19 de mayo de 2009. Laura denuncia este hecho a la Guardia Civil, la cual tarda unas dos horas en llegar a su casa. El pretexto con que los picoletos justificaron así retraso fue lo de haberse perdido.

En 20 de mayo de 2009, Laura Bugalho realiza una llamada al presidente de un equipo de fútbol gallego para exigirle la regularización de los jugadores migrantes y el pago de tres meses de salario adeudados por el club. El empresario asegura que va a hacerlo, pero la activista queda con sospechas de su voz haber sido grabada, pues el teléfono sonaba con un importante eco. El día 21 de mayo de 2009, Bugalho es avisada por policías nacionales de que la Policía Nacional de la Comisaría de Compostela están a seguir sus pasos por haber denunciado una mafia vinculada a la venta de tarjetas de residencia y a otra mafia vinculada al deporte.

La militante les informa del asalto a su casa, y ellos no desmienten las sospechas de la autoría que ella les traslada, quedando casi confirmada la autoría policial. Los Policías de Coruña le informan que vienen a por ella, que no tienen nada, Laura les dice que esto es toda una <vendeta>.

Ni una semana después, en 26 de mayo, su oficina en la CIG es asaltada por policías de Compostela que secuestran su ordenador. Laura estuvo detenida por 48 horas, sufriendo malos tratos en los calabozo de la Comisaría. El Comisario Jefe se dirige a ella con un «por fin te cogí, Laura». Los policías hecen mofa de la lengua gallega y repiten constantemente la palabra «Teixeiro» (nombre de Centro Penitenciario).

Cuando Laura Bugalho pasa a disposición judicial, tres personas migrantes acuden como testigos. Sin embargo, estas personas entran esposados en las dependencias judiciales, aunque su actitud sea de camaradería con los policías. Uno de los policías les indicaba a los testigos «recordad lo que ayer acordamos, tenéis que denunciar a Laura Bugalho». Esta cita se conoce merced a la presencia en la Sala de Compañeros de Laura que se sorprenden tanto de la camaradería como del desparpajo del Policía indicando lo que los testigos deben decir ante el Juez.

Del ordenador de la militante fueron extraídos los datos de 15 personas migrantes, que fueron citadas sin orden judicial y amenazadas con quedar sin papeles o recibir órdenes de expulsión. Tres de las ocho que asistieron, no les fue permitido leer su propio testimonio y les obligaron a firmarlo.

Operación Peregrino

En el caso de la Operación Peregrino, en la cual fue imputado El Omari Messaoud -miembro de CITE-CCOO-, hay 57 personas migrantes originarias de Marruecos que habrían sido estafadas y que recurrieron la Laura Bugalho. Estas personas pagaron la cantidad de 10.000 euros -muchas veces resultado de sus familias hayan sido hipotecadas- por lo visto de entrada en el Estado español. Después, acostumbraban ser abandonadas mínimo un mes en Andalucía, hasta que eran reclamadas para trabajar en el sector metalúrgico gallego, acabando por cobrar 500 euros de salario, cuando el Convenio del Metal establece un mínimo de 1100 euros netos, valor que aparecía reflejado en sus nóminas y que ellos tendrían que firmar para no sean, por palabras de los afectados, «castigados».

En muchos casos, las condiciones en que estas personas vivían eran verdaderamente inhumanas, llegando a pasar las noches junto las vacas en la granja del empresario. En la Operación Peregrino, hay cuatro empresarios gallegos y tres personas marroquíes imputadas, una de ellas en paradero desconocido.

Las personas magrebíes que acudían a la CIG a hablar con Laura Bugalho manifestaban, por su parte, el temor a ser vistas por El Omari Messaoud, pues las instalaciones del sindicato gallego están al lado de las de CCOOl. El propio El Omari acudió a la CIG para amenazar la activista. Casi la totalidad de las personas estafadas afirmaron tienen miedo de ser expulsados si denunciaban a  la mafia.

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Todas las luchas del primero de mayo

Oskar Matute y Amaia Agirresarobe – Portavoces de Alternatiba

El primero de mayo de 1886, 200.000 trabajadores y trabajadoras comenzaban una huelga para exigir la jornada laboral de 8 horas. Al año siguiente, ocho anarquistas eran condenados en un juicio sin pruebas. Uno de ellos, Spies, gritó antes de ser ahorcado: «la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora».

126 años después, esa misma voz multitudinaria de la clase trabajadora se va a seguir escuchando este primero de mayo, con más fuerza si cabe, debido a la gravedad de la crisis a la que el sistema nos ha conducido. Así, ya no sólo se trata de conseguir una jornada laboral de 8 horas –utópico aún en muchos ámbitos y en pleno retroceso en el sector público-, sino de revertir los múltiples ataques que estamos sufriendo: la congelación del Salario Mínimo Interprofesional, que afecta directamente a las mujeres empleadas y en especial las trabajadoras del hogar; la rebaja de las pensiones reales,  perjudicando principalmente a las más bajas -donde de nuevo aparecen en mayor proporción las mujeres-; el hachazo al gasto público incluso en sanidad y educación, añadiendo el copago farmacéutico y la saturación de alumnado en las clases, a la vez que se da vía libre a futuras privatizaciones en campos como la universidad, la seguridad social, la construcción en la costa o el abastecimiento del agua; futuros y graves recortes en la Ley de Dependencia; nueva conculcación de los derechos de las mujeres a decidir sobre su cuerpo; la práctica de una justicia que defienda solo a quien la pague; y la aplicación de una reforma laboral que establece el despido libre y ata las manos a los representantes de los trabajadores para que puedan negociar sus condiciones laborales, permitiendo a los empresarios variar las mismas a su antojo.

Todas estas medidas son las que en este primero de mayo queremos denunciar. Y queremos señalar, muy especialmente, a los causantes de tal tropelía. Lo mismo que en 1886, las lógicas que rigen la actuación de los que detentan el poder son similares: priorizar la reproducción del capital, a toda costa, y por encima del bienestar de las mayorías sociales. Son las mismas, sí, pero sus consecuencias son, si cabe, más funestas hoy en día, dado que acumulan tal poder que relegan la democracia y la soberanía popular a lo meramente anecdótico.

Así, la banca que generó el estallido financiero, tras ser rescatada con el dinero de todos y todas, relanza su ofensiva agónica contra lo público con el objetivo de robar espacios de ganancia para sostener un sistema que hace aguas; los capitalistas de la economía productiva se afanan en recuperar inversión, empleo y consumo, sin caer en la cuenta de que los años dorados del estado del bienestar no volverán, y de que no hay salida sin solución definitiva a la crisis ecológica, ambiental, de los cuidados y de reproducción social; la clase política pro-sistema, que ha permitido y alentado durante décadas el saqueo democrático por parte de lobbys, transnacionales, y entidades dictatoriales y tecnocráticas como bancos centrales, FMI, OMC, Comisión Europea, etc., y que ahora se muestra incapaz de medidas audaces que nos conduzcan a una democracia real, directa y participativa. Todos ellos, al defender el actual sistema, son culpables de la situación, y nos quieren conducir, en defensa de ese sistema de la exclusión, la ganancia y la desigualdad, al colapso absoluto de la capacidad de reproducir nuestras vidas.

No lo podemos permitir, o la reproducción de su capital o la reproducción de nuestra vida. O vivimos esclavos del fluir del capital o transformamos radicalmente la economía para que nos posibilite vivir mejor. Por eso, es necesario convertir este primero de mayo en la reivindicación de toda la clase trabajadora en defensa de un nuevo modelo de sociedad, de una nueva civilización. Porque la clase trabajadora está compuesta de personas empleadas y de personas que trabajan mucho, pero que no ingresan nada; está compuesta de obreros y obreras, pero también de campesinos y campesinas, en igualdad de condiciones; está compuesta de feministas y de ecologistas, porque sólo estas miradas garantizan una respuesta real y efectiva al deseo de la sostenibilidad de la vida. Sólo recogiendo todas estas luchas en una agenda común, podremos enfrentar esta gravísima situación.

Toda esta serie de agresiones a todos los niveles requiere una respuesta proporcional y articulada. Una articulación de sujetos, luchas e imaginarios con una agenda incluyente anticapitalista, feminista, ecologista, soberanista y antirracista. Desde Alternatiba volvemos a apostar, con más motivos que nunca, a una convergencia de las izquierdas en Euskal Herria -de partidos, de sindicatos, de movimientos sociales- en una lógica de combate y confrontación. Nadie puede quedar fuera para darle la vuelta a este sistema, este es el mensaje que Alternatiba quiere destacar en este primero de mayo. No podemos ni debemos priorizar unas luchas sobre otras, todas son necesarias para defender la vida. Queremos un mundo en el que todos los mundos tengan cabida.

Así, es necesario consolidar la unidad de acción para confrontar con el capital, trabajando desde ya en la transición a una alternativa socialista que asegure la sostenibilidad de la vida. Unidad, sí, en la diversidad. Es necesaria, es urgente.

Por un primero de mayo inclusivo, confrontativo y antisistema. Gora Maiatzaren Lehena! Gora Euskal langileria!

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Soberanía alimentaria en EH: Necesidad y urgencia

Ana Etxarte y Asier Vega – Portavoces de Alternatiba

La crisis civilizatoria a la que nos ha empujado el capitalismo y todo el entramado político, social y cultural que le da cobertura, nos obliga a las gentes y a las organizaciones de izquierda a emplearnos a fondo en la construcción, propuesta y aplicación de alternativas. Alternativas que sean, en primer lugar, ambiciosas y radicales, que nos permitan así avanzar en la transición hacia modelos sociales justos y equitativos, frente a un sistema inhumano y en descomposición; alternativas integradoras, que aúnen múltiples iniciativas emancipadoras en agendas compartidas, y que posibiliten el encuentro de personas feministas, ecologistas, socialistas, campesinas y urbanas; alternativas, además, que sean viables, que se puedan empezar a implementar, ahora y ya, demostrando que otro mundo es necesario, urgente, y posible.

Precisamente este 17 de abril, día internacional de las luchas campesinas, día de conmemoración de la matanza de campesinos y campesinas brasileñas en Carajás en 1996, desde Alternatiba queremos exigir y hacer una apuesta clara en defensa de una propuesta ambiciosa, radical,  integradora, y viable, como es la soberanía alimentaria. La soberanía alimentaria se opone al modelo agroindustrial capitalista que impera en la alimentación mundial, y también en Euskal Herria. Este modelo es, en última instancia, culpable de la actual crisis alimentaria mundial, de la exclusión y marginación de miles de campesinos y campesinas, de ahondar en el cambio climático, de impactar en la salud de los y las consumidoras a través de los transgénicos y productos químicos, y, en definitiva, de situar al agro vasco en peligro de extinción. 

La soberanía alimentaria, así, se opone al modelo vigente, basado en la conformación de grandes cadenas globales de producción y distribución, controladas por empresas transnacionales; en la producción intensiva en sistema de monocultivo en grandes extensiones; en la intensificación de la productividad a corto plazo a través de tecnologías diversas derivadas de la revolución verde, incluyendo los organismos genéticamente modificados; en la patentización internacional del conocimiento; y en la creación de un mercado financiero específico –commodities– en los que se deciden los precios internacionales de muchos productos básicos alimentarios.

Frente a ello, la soberanía alimentaria pone el acento, en primer lugar, en la capacidad de los pueblos para decidir sobre su sistema alimentario, así como en su facultad para desarrollar las políticas que democráticamente estimen oportunas para establecer qué y cómo se produce, qué y cómo se distribuye, y qué y cómo se consume, frente al modelo globalizador y hegemónico de la OMC, de la UE y su Política Agraria Común, y de las empresas transnacionales; en segundo lugar, plantea un modelo socio-económico alternativo, centrado en la agroecología y las economías campesinas, defendiendo así sistemas alimentarios que sean culturalmente adecuados; que sean ecológicos y de producción extensiva, en función del mantenimiento y del control público y/o social de los bienes naturales -tierra, biodiversidad, agua, semillas-; que sean energéticamente eficientes; que garanticen un ingreso económico justo para las y los productores; que se desarrollen en condiciones óptimas de reproducción social; que se basen en un sistema de distribución que garantice dichos criterios ecológicos, sociales, económicos; que prioricen las economías campesinas y los circuitos locales, y que se sostengan sobre el derecho humano básico a la alimentación sana y segura del conjunto de la población, frente a la consideración capitalista actual de la alimentación como una mercancía.

Es precisamente en la defensa de los derechos de los y las campesinas -quienes realmente alimentan al mundo- y en defensa de los derechos que los y las consumidoras, por lo que debemos aunar esfuerzos en pos de la soberanía alimentaria. Es la soberanía alimentaria una condición necesaria de un mundo justo, equitativo, sano y seguro, frente a la vulnerabilidad y desigualdad que nos ofrece el modelo hegemónico. Y además, como hemos repetido en este artículo, es una apuesta viable, posible.

En esta suma de esfuerzos, debemos hacer un llamado específico a las instituciones públicas de Euskal Herria para que pongan freno a la agroindustria y para que generen las condiciones para la puesta en marcha de estrategias de soberanía alimentaria. Gobiernos, diputaciones y ayuntamientos deben apostar ya por esta agenda, siguiendo el ejemplo de Orduña, que ha sido el primer municipio vasco en aprobar una Declaración Institucional a favor de la soberanía alimentaria, con toda una serie de compromisos claros y concretos.

Por ello, y siguiendo su estela, apliquemos ya la soberanía alimentaria en las políticas públicas: en primer lugar, favorezcamos un modelo productivo que priorice lo agroecológico: con asesoría pública y apoyo a la producción, no a los terratenientes; eliminando todos los requisitos fitosanitarios que sólo benefician a las grandes empresas; estableciendo políticas de ordenamiento territorial que garanticen el derecho a la tierra; garantizando el control y la gestión pública de los bienes naturales; posibilitando el intercambio de semillas y priorizando el conocimiento campesino frente al industrial; en segundo lugar, creemos un modelo de distribución basado en lo local: que impida la reproducción de las grandes superficies; que permita en lo local el encuentro directo entre personas productoras y consumidoras en mercados y ferias municipales -sin banca de por medio-, basados en la solidaridad y en precios justos; que vincule directamente los servicios de alimentación públicos y colectivos -escuelas, comedores, etc.- al consumo agroecológico local; en tercer lugar, avancemos en modelos sociales en los que impere la justicia en las condiciones laborales, la seguridad en la salud de las personas consumidoras, y la sostenibilidad ecológica, frente a la avaricia capitalista.

Todas estas medidas se pueden aplicar con voluntad política, pongámonos a ello. Exijamos su aplicación, no hay excusa. La alimentación no es cosa de campesinos y campesinas, es cosa que incumbe a todos y todas, a la humanidad y al planeta. En defensa de la vida, de tú vida, de nuestra vida colectiva, grita, manifiéstate, exige, aplica… ¡Euskal Herria soberanía alimentaria ya!

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Nuestras vidas o su capital, hay que elegir

Amaia Agirresarobe y Ana Etxarte – Portavoces de Alternatiba

Los hombres y las mujeres trabajadoras de Euskal Herria vamos a salir masivamente a la calle el próximo 29 de marzo porque queremos gritar, alto y claro, ¡Basta ya¡ a la gravísima conculcación de derechos que supone la reforma laboral impuesta por la extrema derecha del Reino de España.

Dicha reforma, que sólo persigue aumentar las ganancias y mantener el flujo incesante del capital, ni mucho menos va a reducir la tasa de paro, y además supone un ataque directo a los derechos de todas las personas empleadas: agudiza la esclavitud laboral de las personas jóvenes –y no tan jóvenes-; otorga a la clase empresarial la potestad absoluta para el despido, sin control político ni judicial, y a coste de saldo; amputa las capacidades de nuestros sindicatos al cercenar la potencialidad de la negociación colectiva; impide, una vez más, la capacidad del pueblo vasco para dotarse de un marco propio de relaciones laborales que nos permita avanzar en la transición hacia una sociedad justa, equitativa, socialista.

Pero, además, queremos que este ¡Basta ya¡ no sólo se limite a esta reforma laboral sin precedentes. Queremos también denunciar y parar la creciente marea de recortes y ataques que la clase trabajadora llevamos sufriendo en los últimos tiempos, y que nos están limitando nuestra capacidad para desarrollar y reproducir nuestras vidas: reformas laborales, de las pensiones, recortes en servicios sociales, amenazas de cambios en leyes como el aborto, prolongaciones de la vida de las centrales nucleares, etc. ¡Basta ya de priorizar vuestros privilegios y jugar con nuestros derechos¡.

No obstante, saldremos a la calle no sólo para parar ataques. Ya no es sólo momento para la resistencia, para la defensa. La crisis civilizatoria en la que nos encontramos –mucho antes del estallido financiero-  nos obliga a ensayar y a poner en práctica nuevos horizontes emancipatorios. Así, nuestro ¡Basta ya¡ más grande es para gritar ¡Basta ya de capitalismo¡ Basta ya de no enfrentar que el sistema nos está conduciendo a la superación de los límites físicos del planeta a partir de un cambio climático de funestas consecuencias ya en el corto plazo -¿Quién puede entender que este problema fundamental es secundario o periférico?-; basta ya de defender un sistema que genera pobreza y exclusión y que impide la reproducción de la vida de grandes mayorías -¿Vivimos para mantener al capital, o la economía sirve para asegurar nuestro bienestar?-; basta ya de afirmar que sólo el empleo está en crisis, cuando es el trabajo quien  lleva décadas en crisis. Así, la mayor parte de los trabajos necesarios para vivir son trabajos no monetarizados, son trabajos de cuidados, son trabajos relacionados con la reproducción social, y son mayoritariamente realizados por mujeres en situación de precariedad y esclavitud -¿Quién se va a  atrever a decirnos a las mujeres que la crisis surgió en 2007, cuando desde siempre estamos en crisis, y que esta gravísima crisis de los cuidados no precisa de alternativas urgentes?-; basta ya de llenarse la boca con democracia cuando los mercados y los políticos nos birlan la mayoría de decisiones estratégicas, en manos de agencias privadas, transnacionales y tecnócratas -¿Cómo defender nuestras vidas sin autonomía para decidir, elegir, querer?-

Por ello, las mujeres y los hombres de Euskal Herria saldremos a la calle. Para defendernos de la reforma, sí. Para parar los ataques de los últimos años, sí. Pero, sobre todo, para decir que hasta aquí hemos llegado, que no queremos más capitalismo, que nuestras vidas, que la vida, es incompatible con el capital, con sus lógicas inhumanas, y que lo queremos enterrar.

Queremos vivir vidas que merezcan la pena ser vividas; queremos vivir colectivamente, interdependientemente, en armonía ecológica; queremos vivir sin que nos obliguen a pensar que nuestro bienestar se acaba en el consumo y en la búsqueda de empleo; queremos compartir el trabajo, y decidir en qué es óptimo trabajar; queremos decidir sobre lo que nos afecta, sobre lo que queremos. Queremos, en definitiva, vidas plenas, frente a vidas amputadas por el capital.

Por eso, nos toca elegir, es el momento. Ya no hay lugar para medias tintas. El debate no es ya entre el estado del bienestar o el liberalismo, entre Dinamarca o Grecia. El debate es entre nuestras vidas y el capital, entre la vida y la maximización del beneficio. Nos atacan por todos lados, respondamos en todos los frentes: enterremos el capitalismo. Coge tu pala, y empecemos a cavar este 29 de marzo.

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El 29M ¡ESTA CASA EN HUELGA!

La feminización de la pobreza es un hecho. Los ataques a nuestros derechos laborales y socialesplasmados en reformas y recortes, no hacen más que agudizar y precarizar esta realidad. No se nos tieneen cuenta a la hora de dar soluciones reales pero sí para pagar las consecuencias derivadas de estaofensiva capitalista y patriarcal.Ante la convocatoria de huelga del 29 de marzo del 2012, todas las mujeres y feministas, asalariadas o no,queremos salir a la calle, reivindicando:

 
1.QUE EL TRABAJO DOMÉSTICO Y DE CUIDADOS, NO RECONOCIDO, INVISIBLE Y CARENTE DEDERECHOS Y GARANTÍAS, TAMBIÉN ES UN TRABAJO.
 
2.QUE ESTE SISTEMA ECONOMICO Y SOCIAL SE SOSTIENE A COSTA DEL TRABAJO INVISIBILIZADOQUE ESTAMOS OBLIGADAS A REALIZAR LAS MUJERES.
 
3.QUE A PESAR DE NO APARECER EN LAS ESTADÍSTICAS NI EN LOS MEDIOS OFICIALES, APORTA YGENERA RIQUEZA Y BIENESTAR.
 
4.QUE LA VIDA Y LAS PERSONAS HAN DE SER EL CENTRO DEL SISTEMA Y NO LOS MERCADOS.
 
5.¡QUE YA ES HORA DE HACER UNA HUELGA EN EL ÁMBITO PRIVADO!
 
Por todo ello, desde la Marcha Mundial de Mujeres de Euskal Herria y en especial desde los colectivosfeministas y asociaciones de mujeres de Donostia llamamos a la sociedad en general y, a las mujeres enparticular, a secundar la Huelga General del 29 de marzo junto con el resto de la clase trabajadora. Yanimamos a manifestar nuestra indignación pegando el cartel-comunicado en cada uno de nuestrosportales simbolizando el paro en el trabajo doméstico y de cuidados: Ni limpiezas, ni compras, mipreparar comidas…
 
EL 29M ESTA CASA EN HUELGA!  TODAS LAS MUJERES A LA CALLE!
 
MARCHA MUNDIAL DE MUJERES DE EUSKAL HERRIA Y
COLECTIVOS FEMINISTAS Y ASOCIACIONES DE MUJERES DE DONOSTIA

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