Asier Vega: «En las obras del nuevo San Mamés se trabaja en condiciones de semi-esclavitud»

El portavoz de Alternatiba y juntero de EHBildu en Bizkaia Asier Vega llevó a las Juntas Generales celebradas en Gerediaga el pasado 4 de octubre una propuesta para exigir el cumplimiento del convenio laboral de la construcción de Bizkaia en vista de las condiciones de semi-esclavitud con las que se está trabajando en la construcción del nuevo San Mamés, siendo esta una de las mayores obras públicas en ejecución. La propuesta fue rechazada por los votos del PNV, con el voto favorable del PSOE y la abstención de PP.

San Mames zelai berria gure lurraldean une honetan egiten ari den inbertsio publikorik handienetako bat da. Gogoratu beharra dago, San Mames Barria sozietateak egingo duela futbol zelaia eraikitzeko behar den finantziazioa eta sozietate hau, bost bazkideek osatzen dutela: Kutxabank, Athletic Club, Eusko Jaurlaritza, BFA eta Bilboko Udalak.

La aportación económica de la DFB en calidad de socio es de 50 M€  (33 M€ en aportación económica + 17M€ derivados de la aportación del suelo en el que se sitúa el actual estadio San Mames). En total está obra viene a costar más de 200 M€ y las distintas instituciones públicas han aportado más de 110 M€.

Baina obra hau, hein handi batean, diru publikoarekin ordainduko bada ere, kezka handiarekin ikusi ahal izan dugu zer nolako lan baldintza kaskarrekin ari diren San Mameseko obran ari diren langileak. Egunera 10, 11 eta 12 orduko lanaldiak; astean 6-7 egunez eta Bizkaiko Eraikuntzaren Hitzarmenak ezarritakoa baino %50 txikiagoak diren soldatekin. Sindikatuek eta langileek eurek ere denbora luzez salatu izan duten egoera da hau.

Onartezina da diru publikoarekin ordaindutako obretan lan baldintza prekarioetan aritzea, gehiegizko lanaldiekin eta soldata eskasekin. Esklabutzatik gertu dauden baldintzetan.

Eta esan dudanaren ildotik, ekaineko azkenengo Osoko Bilkuran Ahaldun Nagusiari, Bilbao jaunari zuzenean helarazi genion BFAk ardura hartu behar zuela egoera hau zuzentzeko. Hori egiteko eskumena badaukalako BFAk, baina ez zenuten inolako asmorik erakutsi. Horregatik aurkeztu dogu MOZIO hau.

EH Bildu propone que se incluyan en los pliegos de condiciones de contratación de las obras públicas el requisito de que las empresas adjudicatarias, las contratas y las subcontratas estén OBLIGADAS a aplicar el Convenio Colectivo de Construcción y Obras Públicas de Bizkaia y que incluyan también las clausulas precisas para hacer el seguimiento correspondiente, para velar por el cumplimiento de dicho convenio.

Berriz ere diogu, Bizkaiko Eraikuntzaren Hitzarmena betetzea derrigortu beharrezkoa dela, une honetan modu bakarra baita sektoreko langileen baldintzak betetzen direla bermatzeko.

Es imprescindible que se tomen medidas efectivas de obligado cumplimiento, ya que en el año 2011 el Parlamento Vasco aprobó una iniciativa en la que se SOLICITABA la aplicación de los convenios laborales en las obras públicas, y es evidente que eso no se está cumpliendo.

Gainera, erakunde publikoek sustatutako obrak eredugarriak izan behar dira laneko segurtasuna eta lan baldintzak errespetatzeari dagokionez.

Bizkaiko Erakuntzaren Hitzarmena betetzearen derrigortasuna, langileentzat baldintza duinak bermatu ez ezik, dagoeneko lan ituna betetzen duten eta betetzen jarraituko duten enpresentzat positiboa da. Beraz, Bizkaiko gizarte osoarentzat onuragarria den neurria da.

Horregatik, ez litzateke ulergarria izango etxe honetako talderen batek proposamenaren kontra bozkatzea.

Irudia: Testuarekin batera ageri den irudia ELA sindikatuaren kartel baten zati bat da http://2.bp.blogspot.com/-ulEkulIGbKc/UI2yXX4XayI/AAAAAAAAAM8/uY88bCg3Vtw/s1600/SAN+MAMES+BARRIA.jpg

Nos roban el tiempo, nos quitan la vida

Cristina Bereciartua – Alternatiba

– Nos quiere matar, quizá no literalmente, o tal vez sí, pero ciertamente nos quiere matar-¿Quién? – Os preguntaréis – El trabajo– Carcajada y cada cual a lo suyo.

Lamentablemente, no es un chiste. El trabajo nos mata de muchas formas, a veces fulminantemente, de manera repentina mediante trágicos accidentes que suceden, en muchos casos, por ahorrarse unos pocos euros. En otras ocasiones, lo hace de forma paulatina, mediante alguna enfermedad. Si tenéis suerte os tocará una enfermedad reconocida como laboral, que no atenuará ni el dolor propio ni el de vuestra familia, pero dejará unos cuantos billetes en casa, lo que, a quien no haya sufrido esa situación en carnes propias o cercanas, podrá parecerle justo. Otras veces,  el trabajo os asesinará con mayor sutileza, arrebatándoos las cosas importantes de la vida: el tiempo, la alegría, la posibilidad de tener hijos, la vitalidad, la autoestima…

Quizá, de las tres grandes formas de matarnos que tiene el trabajo sea esta última la más sádica y cruel. ¿Os sorprende? Pensadlo un momento ya que la ejecución es perversa.

Con este método se desarrolla el crimen perfecto; seguiréis respirando con normalidad, vuestro corazón seguirá bombeando, vuestras constantes vitales funcionarán perfectamente… pero algunos y algunas os levantaréis por la mañana sabiendo que cuando regreséis ya será de noche y que solo os quedará tiempo para cenar y dormir. Otras personas os levantaréis con la certeza de que si decidís tener un hijo, os despedirán y que vuestra reinserción laboral será prácticamente imposible. Aunque también habrá quienes, a consecuencia de los productos que utilizan en el trabajo, hayáis quedado estériles (demuestre usted que ésa ha sido la causa). Algunas os levantaréis con el sabor salado de vuestras lágrimas recorriendo las mejillas, a sabiendas de que la tortura comenzará en el momento en que fichéis, cuando algún jefe o compañero continue, como cada día, haciéndoos la vida imposible, bajo la indiferencia, la complicidad o la indiferente complicidad del resto.

También habrá quien llegue todos y cada uno de los días de su vida con tal cansancio que  no tendrá energía para nada más; ni aficiones, ni intereses, ni amigos, ni familia…

¿Existe algo más perverso? Nos roba la vida, poco a poco, día tras día, y encima tenemos que dar las gracias. Por trabajar. Porque la otra opción es no tener para comer ni para vivir y claro, eso también mata. Es perverso porque mientras nos venden la obligatoriedad de la salud, de los cuerpos esbeltos, de los gimnasios, no tienen reparos en envenenarnos, en hundirnos y enajenarnos. Es perverso porque nos dicen que tenemos que darle lo mejor a nuestros hijos y lo mejor son unos estudios cada día más difíciles de costear, ropa de marca, una videoconsola para que no sea menos que los otros niños, una colección sin fin de juguetes para que tenga qué elegir y no se aburra… pero eso sí, que vivan con las sobras de nuestro tiempo, con nuestra ausencia. Es perverso porque tenemos inculcado hasta la médula que hay que trabajar si no queremos ser tachados de vagos.

Tal es la alienación y perversión a la que se nos somete, que a nadie sorprende ya ver cómo competimos por ver quién va a trabajar en peor estado de salud: «Mira esa, se ha cogido la baja por una gripe, yo el año pasado aquí estuve con 39 de fiebre y sin quejarme». Ninguneamos y cuestionamos las enfermedades derivadas de problemas psicosociales, pese a estar demostrado los trastornos que causan en la salud, aunque, eso sí, todos tenemos derecho a prejuzgar y criticar a quien se queje de su mermada salud.

Y es que si asumimos que la muerte pone fin a nuestra vida y que vivir es el tiempo para hacer las cosas que consideramos importantes, el trabajo, tal y como lo sufrimos nos convierte en muertos en vida. Decía José Mujica, Presidente de Uruguay: «Cuando tu compras, no lo haces con dinero, compras con tiempo. Tiempo de tu vida que tuviste que gastar para ganar ese dinero. La vida hay que vivirla y para eso hay que tener tiempo, tiempo libre». Cada vez nos roban más tiempo. Ahora está de moda meter horas extras gratis para arrimar el hombro por la empresa, para mostrar implicación. Sin embargo, ese tiempo, no nos lo devolverán esos ladrones; nos harán creer que “es lo que toca».

Y aquí quería llegar, a los ladrones. Al inicio he realizado una pregunta ¿quién nos quiere matar? Pero «el trabajo» no responde al quién sino al qué. El trabajo no es el asesino, sino el arma homicida. Sin embargo, detrás de este homicidio, como en todos los asesinatos hay un quién, alguien que se beneficia, que no tiene que dejar de pasear con sus hijos, que puede disfrutar de sus relaciones humanas, que posee tiempo para gastar, gracias a que vosotras y vosotros ya estáis renunciando a todo eso. Tienen nombres y apellidos, solo hay que pensar y querer saber quiénes se están beneficiando de robarnos la vida.

Publicado en:

Naiz

Rebelion

EHBildu Gasteiz pide expedientar al gerente de TUVISA

David Pina: “es de extrema gravedad que Latorre haga lo contrario de lo que le obliga el consejo de administración”

EHBildu Gasteiz solicita abrir expediente disciplinario al gerente de TUVISA, Javier Latorre, por aplicar exactamente lo contrario a lo decidido por mayoría en el consejo de administración de la sociedad pública de transporte. Latorre ha aplicado la reforma laboral con cerca de una treintena de trabajadores a pesar del mandato expreso del consejo de no llevar a cabo las nuevas directrices laborales de Rajoy. En concreto, TUVISA, en virtud a la reforma laboral del PP, establece que la empresa tiene derecho a modificar el 10% de la jornada anual de cada trabajador. En cambio, el convenio determina que si se modifica, es el trabajador, y no la empresa, el que elige el día a librar.

 La coalición, junto con PNV y PSE ha solicitado la celebración de un consejo de administración extraordinario para tratar este asunto. El concejal y miembro del consejo de administración David Pina argumenta asegura que “es de extrema gravedad que un gerente, que es un empleado, se salte las decisiones de su propio consejo de administración, y acabe haciendo exactamente lo contrario a lo que está obligado”. Pina tilda de provocación deliberada que Latorre se extralimite y desobedezca conscientemente el mandato del consejo del pasado 27 de junio en el que por mayoría se decidió prorrogar el convenio hasta el 31 de diciembre, y prorrogarlo anualmente hasta que no se negocie el nuevo, así como no aplicar la reforma laboral.

De hecho, el consejero defiende que “hay un doble incumplimiento por parte del gerente, porque además de desobedecer al consejo, también se la ha jugado a las y los trabajadores”. “Existe un comprensible y compartido malestar en la plantilla que se ha traducido en una denuncia de la parte social ante la inspección de trabajo por incumplimiento del convenio colectivo. Ya de momento probablemente nos caiga una multa, y los consejeros tenemos la obligación de reclamar responsabilidades por nuestra parte”, apunta. “En la sesión extraordinaria queremos escuchar las explicaciones de Latorre y las opiniones del resto de los grupos, pero la sanción debe ser directamente proporcional a la infracción cometida, que repetimos es extremadamente grave”, explica Pina. “El consejo de administración tiene potestad hasta para cesar al gerente”, recuerda.

EHBildu Gasteiz

Pobrecito mi patrón

Cristina Bereciartua – Alternatiba

Pobres empresas, pobres empresarios. El sistema jurídico está contra ellos y son las verdaderas víctimas de la actual crisis sistémica que padecemos. Esto es lo que se puede concluir después de leer el artículo publicado el 8 de octubre de 2013 en la portada de EL CORREO. En él, se anuncia a bombo y platillo que sólo el 33% de las sentencias dictadas por los tribunales vascos les es favorable.

Una de las frases dignas de enmarcar que aparecen en el artículo es la siguiente:»las estadísticas oficiales parecen confirmar la impresión generalizada de los empresarios vascos de sentirse abandonados por la justicia». Ante tal afirmación,alguien podría preguntarse ¿abandonados por la justicia? O ¿incumplidores sistemáticos?  La lectura alternativa que se puede desgranar del titular es que el 67% de los empresarios inclumplen las normas de ámbito social. Con la excusa de la crisis económica se vulneran los derechos de las y los trabajadores tanto en materia laboral propiamente dicha, como en cuestiones de seguridad y salud. Esta seguramente, sea la impresión generalizada de la clase obrera, aunque queda claro que no es la linea editorial de EL CORREO.

Se echa en falta en el artículo un análisis sobre la capacidad de trabajo que tienentanto la Inspección de Trabajo como Osalan. Si en el caso de los primeros es flagrante la falta de personal y medios con losque cuentan, en el segundo caso, es alarmante la ausencia de competencias para sancionar a las empresas incumplidoras. Lo cual nos lleva a decir que si la conflictividad actual les parece alarmante, qué sería de la misma si el cuerpo de inspecciónde trabajo contara con un número de efectivos adecuado al tejido empresarial de la CAPV. Quizá no colapsasen los juzgados pero aumentarían significativamente las sanciones.

Otro de los argumentos que utilizan es el siguiente; «Ven como sus decisiones de gestión se estrellan con gran frecuencia con la opinión de los magistrados aunque esten respaldados por la letra de la ley e incluso por la exposición de motivos».Con esta afirmación ponen en tela de juicio la labor y la imparcialidad de la judicaturade lo social. Ahora resulta que la labor judicial es la de opinar, como quien sale al parque una tarde de verano con una bolsa de pipas a opinar sobre quien pase por delante.

Una de las cuestiones a tener en cuenta a la hora de analizar la litigiosidad sobrevenida por la reforma laboral, es que está a la espera de que se pronuncia el Tribunal Constitucional sobre su compatibilidad con la sacrosanta Constitución. En este caso, lo que se debería haber hecho es paralizar la vigencia de la misma hasta que haya una resolución, puesto que es más importante garantizar los derechos derivados de la Carta Magna, que los derechos que adquieren en este caso los empresarios, mediante una norma de menor rango.

Si finalmente el Constitucional declara la norma anticonstitucional, ¿cómo se van a resarcir los derechos que se han vulnerado desde la entrada en vigor de la misma?,¿se declarará la nulidad de los despidosylos EREs?, ¿se abonarán todos los salarios de tramitación devengados hasta la reincorporación al puesto de trabajo?, ¿cómo y con qué porcentaje de interés se devolveran las diferencias de salario a quien se lo hayan recortado?, ¿el aumento de jornadapadecido durante este años se abonarácon efecto retroactivo y como horas extras?

Todo hace sospechar que el Tribunal Constitucional no revocará esta norma, aunque esperemos estar equivocadas, pero, artículos como el de EL CORREO hacen que la presión de la opinión pública que ellos crean y manipulan, influyan en las decisiones que puedan tomar desde lamagistratura.

Por cierto, también en portada, junto a las mayúsculas letras que denuncian la injusticia que padecen los empresarios, aparecía una noticia mucho más modesta, que decía que trescolegios serán sancionados por no dar de alta en la seguridad social a algunos de sus trabajadores. Juzguen ustedes mismos.

El comportamiento que se espera de un diputado

Ander Rodriguez – Diputado de Política Social de Gipuzkoa y miembro de Alternatiba

«La actuación personal de señor Ander Rodríguez excede del comportamiento que se espera de un diputado». Así lo afirma el señor José Miguel Ayerza, en nombre y representación de la patronal Adegi, en la demanda presentada en mi contra ante la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. Se refiere con esas declaraciones al compromiso de la Diputación de Gipuzkoa de destinar 8,2 millones de euros en dos años a financiar mejoras en las condiciones laborales de las 4.800 trabajadoras de residencias y centros de día del Territorio, a cambio de que la patronal no aplicara la reforma laboral española. El objetivo de esta propuesta era poner fin a una huelga que afectaba a más de 6.000 usuarios/as de estos servicios, además de garantizar a las cuidadoras unas condiciones de trabajo dignas, para que pudieran también ofrecer unos cuidados dignos en la red pública.

¿Cuál es el comportamiento que se espera de un diputado? Llevo semanas planteándome esta pregunta y no creo que tenga fácil respuesta. Lo que empiezo a comprender es qué es lo que Adegi no espera de un diputado. Un portavoz de la patronal guipuzcoana nos daba alguna pista: «Que se dedique a los suyo, que es legislar, controlar la calidad del servicio y poner el dinero». Es decir, «pagar y callar». A juicio de Adegi, este es «el comportamiento que se espera de un diputado».

Lo que la patronal parece no querer asumir es que la función que sí parecen reconocerme, «el control de la calidad del servicio», está intrínsecamente relacionada con las condiciones laborales que se desarrollan en el mismo, y mostrar una posición en relación a esto es uno de los comportamientos que, a mi juicio, sí cabría esperar de cualquier representante público con un mínimo de responsabilidad.

Durante los primeros meses de negociación del Convenio Provincial de Residencias y Centros de Día en Gipuzkoa, la única propuesta que realizó Adegi consistía en aplicar la reforma laboral española, congelar los salarios e incrementar la jornada hasta las 1.630 horas anuales. De haber prosperado semejante propuesta, se habrían destruido 90 empleos en Gipuzkoa y casi 3 millones de euros de dinero público habrían pasado de los salarios de las trabajadoras a engordar los beneficios empresariales, con el consiguiente retroceso en la calidad de la atención a las personas con dependencia en los servicios públicos. ¿‘Pagar y callar’ hubiera sido el comportamiento que se espera de un diputado?

Mi actuación, considera Adegi, a la par que excesiva, ha vulnerado derechos fundamentales como el de negociación. Lo que la patronal no quiere entender es que nos encontramos ante una relación entre cliente y proveedor. Y que esta vez, se han encontrado con que el cliente, la Administración Foral, no está dispuesta solo a «poner el dinero», sino que lo condiciona a una serie de requisitos en las condiciones laborales, porque entiende que si estas se degradan, la conflictividad aumenta, el servicio empeora y las personas residentes sufren las consecuencias.

Estas y otras opiniones son, a juicio de Adegi, «actitudes ilícitas», es decir «no permitidas legal ni moralmente». Tengo la certeza de no compartir código moral con Adegi, es por ello que no me siento ofendido por tal afirmación. Mi moral me empuja a considerar legítimo que si debemos incrementar la tarifa que abonamos a las empresas, tenemos derecho a decir en qué condiciones queremos que nos presten el servicio.

»No incluiremos cláusulas antirreforma ni con cien días de huelga», decía un portavoz patronal el pasado 26 de febrero (haciendo gala, como ven, de una gran sensibilidad por la calidad en la atención a las personas). Afortunadamente no han tenido que pasar 100 días para que el 93% de las trabajadoras del sector gocen de las garantías necesarias para desarrollar el trabajo de cuidados en condiciones dignas. Y este es el fondo de esta estéril polémica. Es esta realidad la que provoca la pataleta de Adegi.

¿Por qué la patronal elige ahora la vía penal, cuando había calificado los hechos meses antes como posibles ilícitos administrativos y los había recurrido ante la jurisdicción contencioso-administrativa? Porque por la vía penal, con la demanda presentada ante la Fiscalía, puede apuntar contra mí, pretendiendo atemorizarme personalmente, cosa que en la contencioso-administrativa no puede, pues a quien se demanda es a la Diputación.

No sé si su denuncia ante la Fiscalía prosperará, aunque, sinceramente, tendrá que ser la ciudadanía con su voto quien decida si la actitud de la Diputación de Gipuzkoa debe volver a su situación anterior. A pagar y a callar. Termino adaptando a mi realidad las palabras de Trotsky: Si hubiera de comenzar otra vez, trataría de evitar tal o cual error, pero el curso general de mi «comportamiento» permanecería inalterado. Queda escrito.

X