El desamparo del Servicio de Asistencia Domiciliaria en Bilbao
Alternatiba-Bilbao denuncia la actitud del Ayuntamiento de Bilbao ante el ERE en el Servicio de Asistencia Domiciliaria
Alternatiba-Bilbao denuncia la actitud del Ayuntamiento de Bilbao ante el ERE en el Servicio de Asistencia Domiciliaria
Alternatiba alerta del preocupante aumento del paro en Enkarterri y urge a Diputación y Gobierno Vasco a poner en marcha un plan especial de empleo para la comarca
BILBO, 19 DE NOVIEMBRE DE 2010 – El grupo de Alternatiba en las Juntas Generales de Bizkaia ha alertado hoy del preocupante incremento del paro en Enkarterri y ha urgido al Gobierno Vasco y a la Diputación foral a poner en marcha un plan especial de empleo que frene la grave situación de vulnerabilidad que afecta a la comarca, donde la lista de empresas cerradas o en descomposición supera la treintena.
El portavoz de Alternatiba, Jonathan Martínez, ha recordado que «Enkarterri ha sufrido en el último lustro una pérdida de empleos constante e imparable. El número de personas paradas ha crecido un 77,4% y la comarca presenta una tasa de desempleo del 12,5%. Alonsotegi, Güeñes, Balmaseda y Turtzioz se encuentran entre los doce municipios con más paro de toda la CAV». Así mismo, ha subrayado que «esta zona padece un proceso de desertificación industrial que ha repercutido negativamente en el sector servicios. El sector agrícola y ganadero, además, vive sumido en otro peligroso declive».
Por ello, Martínez ha presentado una proposición no de norma para que las Juntas Generales insten tanto al Gobierno Vasco como a la Adminstración foral a poner en marcha un Plan Especial de Empleo para Enkarterri que frene esta alarmante situación.
El portavoz de Alternatiba ha hecho además un repaso de los casos más sangrantes de despidos masivos que han afectado a esta zona. Así, ha apuntado que «en 2006, el Ayuntamiento de Güeñes recalificó los terrenos de la multinacional Reckitt Benckiser a pedir de boca de la Diputación y su plan foral de vivienda. El solar multiplicó por siete su valor, la empresa cobró los seis millones de euros de la constructora, cerró y se trasladó a Polonia. Se destruyeron alrededor de 300 empleos. Para intentar arreglar el desaguisado, la Diputación proclamó la creación de 1.100 puestos directos a través de Afer, pero han pasado cuatro años y sobre ese solar solamente hay escombros. Mientras tanto, continúa el goteo de despidos, y ahora son 160 las personas que se ven en la calle a través del ERE de Pastguren, la misma empresa a la que el Gobierno foral concedió un aval de 2,5 millones de euros hace solamente un año sin exigirle un proyecto viable de papelera integral».
Martínez ha recordado que un proceso similar sufrió en 2006 Virtisú, la otra parte de la antigua papelera, y Mercapital se llevó 15 millones de euros de las arcas de Bizkaia después de amenazar con trasladar su producción. «Además, mientras Iberdrola levanta en Bilbao el icono más alto de su poder, su subcontrata en Güeñes se deshace de 300 trabajadoras», ha denunciado, al tiempo que ha afirmado que, «por si fuera poco, el Gobierno Vasco acaba de aceptar los despidos de Customer Works en contra de la opinión de la Delegación territorial de Trabajo de Bizkaia; hace un año, Intraplas de Alonsotegi enseñó la puerta de la calle a 56 trabajadores; hace cinco meses, Thyssenkrupp anunció un ERE con el que cerraba su planta de Alonsotegi y hay 120 personas afectadas».
Por todo ello, el portavoz de Alternatiba ha considerado que la situación en Enkarterri «se ha vuelto insostenible» y ha exigido al Gobierno Vasco y a la Diputación «que pasen por fin de las promesas a los hechos».
BILBO, 4 DE NOVIEMBRE DE 2010 – El grupo de Alternatiba en las Juntas Generales de Bizkaia ha exigido hoy a la Diputación foral que se implique de inmediato en la búsqueda de una salida digna a la situación de especial dificultad y abandono a la que están siendo sometidos los cincuenta trabajadores de las empresas Pigram-Ugao y Talleres Jaulice, en Ugao Miraballes.
El portavoz de la formación de izquierdas, Jonathan Martinez, ha expresado su solidaridad con los empleados de Talleres Jaulice (calderería) y Pigran Ugao (pintura industrial), que llevan ocho meses sin cobrar y han perdido sus puestos debido a la quiebra de ambas empresas. «En Ugao hay 50 familias que están sufriendo la impunidad empresarial y la barra libre para la patronal. Cada día son más los empresarios sin escrúpulos que pisotean los derechos de los trabajadores escudándose en la crisis y agarrándose a la nueva legalidad, que les garantiza una impunidad vergonzosa”, ha denunciado Martínez.
Por ello, el juntero de Alternatiba ha exigido a la Diputación y al Gobierno Vasco «que se mojen y se impliquen, porque no pueden dejar tirada a tanta gente también desde las Administraciones. No pueden seguir escondiendo la cabeza como avestruces y hablar con una mano de creación de empleo mientras con la otra secuestran derechos laborales”. El portavoz de la formación de izquierdas ha apelado a PSE y PNV y ha recordado que «quienes sustentan el Gobierno Vasco y la Diputación son, precisamente, quienes han tramado una reforma laboral que deja el despido a precio de saldo. Ante esto, los empresarios están respondiendo con más despidos, más deslocalizaciones y más cierres encubiertos».
Alternatiba critica a la Diputación por «volver a atacar al eslabón más débil» con el ERE planteado en Lantik
BILBAO, 15 DE SEPTIEMBRE DE 2010 – El grupo de Alternatiba en las Juntas Generales de Bizkaia se ha mostrado hoy contrario al ERE planteado en la empresa pública Lantik y ha denunciado que «la Diputación, campeona del mundo de la subcontratación, que marea la perdiz con fusiones y refundiciones de empresas públicas y departamentos, vuelve a atacar al eslabón más débil de la cadena».
El juntero de Alternatiba Jonathan Martínez se ha referido así a la intención de la Administración foral de iniciar un proceso de reajuste interno para adelgazar la nómina de funcionarios y reducir gastos a través de la empresa pública Lantik, donde pretende rescindir -mediante bajas incentivadas- 76 de los más de 260 contratos de la firma especializada en informática.
Martínez ha subrayado que la Diputación quiere llevar a cabo este ERE «después de haberse negado a abaratar costes implantando progresivamente software libre, después de un vergonzoso despilfarro de 45 millones de euros de las arcas públicas en un contrato con Microsoft para la implementación del infame plan BiscayTIK y la construcción de un centro tecnológico a medida de la multinacional estadounidense».
Por todo ello, Alternatiba ha exigido a la Administración foral que reduzca gastos innecesarios sin atacar al eslabón más débil de la cadena. «Habría que hacer un ERE en los propios altos cargos de la Diputación, ya que no solamente se han demostrado ineficientes, sino que, además, nos salen muy caros», ha concluido Martínez.
El Pais– No soy partidario de teorías conspiratorias; eso se queda para otras cabeceras y para otras catástrofes. No creo en la existencia de logias en la sombra intrínsecamente malvadas que gobiernen el mundo y que persigan el empobrecimiento de grandes sectores de la población, pero sí se constata la existencia de leyes inexorables que gobiernan los mercados, que con su actual estructura es sinónimo de neoliberalismo o capitalismo, que llevan a lo mismo.
Para el capitalismo, los mercados o el neoliberalismo, de cualquier manera que lo llamemos, las situaciones de catástrofe, sea real o percibida, tenga su origen en causas naturales, financieras o políticas, se conciben como grandes oportunidades para implantar su programa básico: bancos centrales independientes, gasto social reducido, fuerza laboral flexible, reducción de impuestos, servicios básicos privatizados y, obviamente, liberalización del mercado.
Adoptadas ya en España las medidas de recorte del gasto, asistiremos ahora a la reforma del mercado laboral en un contexto de efecto demostración de la rebaja de los sueldos de los funcionarios. Ya existen propuestas académicas que apuestan por la suspensión durante dos años de los derechos de los trabajadores. Se reanudan las proclamas por la privatización de los pocos activos del Estado que sobrevivieron a los procesos iniciados por Felipe González y continuados por los gobiernos Aznar que, por citar un ejemplo, han dejado al Reino sin una banca pública con la que hacer frente a la crisis de crédito. En cuanto a los servicios básicos, basta con mirar los procesos de privatización de la Sanidad en Madrid o Valencia, con el consiguiente deterioro de la atención, o la aproximación del sistema educativo al cheque escolar que supone la aplicación en estas comunidades del régimen de conciertos.
Me dirán que el pronóstico no es real, que únicamente se ha recortado el gasto público, que sólo se ha actuado para procurar la consolidación fiscal que nos exigían los mercados. Pues bien, no es así; lo que los mercados nos exigen no es la reducción del déficit, es lo que llaman credibilidad y esto no es sino un eufemismo del programa básico del neoliberalismo. Una prueba: para reducir el déficit fiscal se puede actuar por vía de aumentar los ingresos, recuperar los impuestos sobre Patrimonio y Sucesiones y Donaciones, actuar sobre el Impuesto sobre la Renta y el de Sociedades y, sobre todo, luchar contra el fraude fiscal. Se puede actuar sobre el gasto, reduciendo el gasto militar y las inversiones en armamento, eliminando las exenciones fiscales a los premios de la lotería, eliminando la subvención a la Iglesia, suprimiendo el FROB de saneamiento bancario. Todo ello no es imposible, sino una mera decisión política, pero estas medidas, que son suficientes para procurar el equilibrio presupuestario, no lo son para la «credibilidad» que nos exigen los mercados. Por eso, no las ha adoptado el presunto Gobierno de izquierda que podía haber evitado el recorte de derechos y el recorte en inversión con el consiguiente recorte en el crecimiento.
Otra prueba. La reforma laboral que también se nos impone va dirigida a la flexibilización, en particular a generalizar las cláusulas de descuelgue o, lo que es lo mismo, a la desnormativización de los convenios colectivos, que es la mayor conquista del movimiento obrero desde el siglo XIX. El efecto demostración de la rebaja de los sueldos de los funcionarios públicos llevará a la pérdida de derechos de los trabajadores y a ahondar en la política de competir reduciendo costes sociales y no aumentando la productividad por la vía de asegurar un empleo de calidad.
Otra. Las grandes crisis de este siglo se han resuelto mediante el crecimiento del sector público y el pago de la deuda en periodos largos, incluso durante 30 años, en el caso de EE UU en la crisis de los años treinta, no mediante un ajuste fiscal repentino.
Esta situación no responde a una conspiración; sólo es producto de un sistema en el que los mercados en manos privadas, liberados del poder político público, buscan el beneficio de las empresas de cuyo accionariado son titulares a través de los fondos de inversión o directamente de los propios fondos, con apuestas a la baja a corto plazo, sin tener en cuenta el sufrimiento que imponen a muchísima gente.
Si algún político ha comprendido la magnitud de la crisis ha sido Rodríguez Zapatero, que asistió a las reuniones de hace un par de años del G-20. Allí asistió a las decisiones de los estados de endeudarse para salvar a los grandes bancos, compañías de seguros y fondos de inversión, causantes de la recesión. Allí asistió a la inoperancia de los estados para prevenir otra situación como la actual, inoperancia para reestructurar el sector financiero. Ahora asiste a que aquellos que se salvaron con el dinero de los contribuyentes acusen a los estados de derrochadores y les impongan penas y tasas. Zapatero ha comprendido que la socialdemocracia es inútil para defendernos de la fiera. Ha comprendido que jugar en el campo marcado por el neoliberalismo o por la derecha lleva a aceptar las leyes inexorables del capitalismo. Ha comprendido que esta crisis se va a llevar por delante a la socialdemocracia europea, que, renunciando a sus señas de identidad, se ha quedado colgando de la brocha.
Mientras tanto, Rajoy propone eliminar las subvenciones a los partidos políticos; claro, ellos tienen la Gürtel.
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