La historia de amor de Bernat Soria y la industria farmacéutica > Miguel Jara (Diagonal)

Diagonal – «Muchos cargos públicos de la Administración hacen ‘méritos’ entre las grandes empresas para intentar que éstas, agradecidas, los contraten cuando han terminado su periplo. Las grandes multinacionales pagan mucho mejor que la Administración y cada vez más personas sueñan con ser lo suficientemente complacientes con ellas como para que éstas las premien contratándolas. La cantidad de cargos políticos provenientes del campo privado que benefician los intereses que antes representaban es realmente llamativa, pero también lo son los casos de quienes formados en ‘lo público’ fichan luego por empresas privadas que aprecian sus contactos e influencia para que les abran puertas y representen sus intereses en las instituciones en las que trabajaban o en sus adyacentes. Cuando no, se trata simplemente de una ‘contraprestación’ por los servicios realizados previamente.»

 

Matute: “En un año de legislatura, López no ha hecho nada mínimamente de izquierdas”

Alternatiba ha realizado hoy un balance “muy negativo” del primer año de legislatura del gobierno del tándem PSE-PP, con Patxi López como lehendakari, ya que no ha llevado a cabo “ni una sola propuesta que pueda ser considerada siquiera como tímidamente de izquierdas”.

A juicio del portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, lo único que ha hecho el Gobierno ha sido “tratar de adoctrinar a los vascos” y “profundizar en un modelo desarrollista del capitalismo con una gestión totalmente continuista” que, en temas sociales y económicos, no le diferencia en nada del anterior Ejecutivo del PNV. “Extraña manera de reivindicarse de izquierdas”, ha subrayado Matute.

“En la Euskadi social que preconizan desde el Gobierno Vasco, el paro sigue creciendo, el endeudamiento público se ha disparado, los empresarios y los bancos siguen campando a sus anchas entre prebendas fiscales y ayudas directas y los EREs no paran”, ha afirmado el representante de Alternatiba. Ante esta situación, a Patxi López, “únicamente se le ocurre la apuesta por las grandes infraestructuras, por devastar nuestro territorio y situar en estado crítico su sostenibilidad ambiental a cambio de multimillonarios beneficios para las constructoras”.

En cuanto a la sanidad, Matute ha recordado que, pese a las promesas de los socialistas, “las listas de espera siguen colapsadas, las oposiciones siguen sin publicarse y los servicios sociales siguen sin encontrar ni un desarrollo normativo claro”.

En materia de educación, “a la guerra contra el euskera desatada al inicio de la legislatura de Patxi López, le ha seguido su inacción en la definición del nuevo plan de superación de los modelos lingüísticos”. Además, ha agregado el portavoz de Alternatiba, “entre tanta persecución de símbolos, carteles, fotos y personas, lo único que se les ocurre es sustituir símbolo por símbolo. Donde había una ikurriña, ahora una española, donde había un día de Euskadi se pone otro. Y así suma y sigue”

Todos estos argumentos y muchos más son, en palabras de Matute, los que le llevan a hacer “un triste balance del primer año de Patxi López”, una opinión que “no se sostiene únicamente en su apuesta por el adoctrinamiento social para generar una nueva idea colectiva de país que permita su reelección, aunque sea con trampas, sino que se apuntala con el hecho innegable de que, en el terreno de la Euskadi social, no ha hecho nada”.

Clínica Alava> Johnny Salgado (Alternatiba)

Luis Salgado

Alternatiba

El final del año siempre es una época frenética en todos los organismos públicos, es tiempo de debatir los presupuestos para el siguiente año, y es en este momento cuando desde Alternatiba queremos hacer un llamamiento sobre la imperiosa necesidad de humanizar dichos presupuestos. Porque actualmente no se atiende, ni entiende de personas, vidas y circunstancias ciudadanas, tan sólo se tratan frías cuentas de resultados. Baste para ejemplarizar esta idea la situación sangrante que se está viviendo en Araba con la Clínica Álava.

Desde los diferentes organismos oficiales, (Diputaciones, Gobierno Vasco, Gobierno Español) y sin que importe para ello el color del partido liberal que los gobierne, se nos vende a la sociedad, una y otra vez, la necesidad casi obligada de mantener un modelo de sanidad concertada (empresas privadas gestionando heraldo público para ofrecer servicios sanitarios públicos) ya que, un servicio sanitario íntegramente público sería -dicen- inasumible presupuestariamente. Y son mentiras como esta, reiteradas hasta la saciedad, las que nos llevan a situaciones como la que nos ocupa.

La Clínica Álava es uno de esos centros concertados. Dicha clínica se beneficia desde hace años de un acuerdo con Bienestar Social (dependiente de la Diputación Foral de Álava) y Osakidetza, por el cual se hace cargo de los pacientes que requieren cuidados paliativos.

Pues bien, la nefasta gestión de un mal gerente, ha llevado la clínica al borde de la quiebra. En estos momentos se encuentra sumergida en Concurso de Acreedores, y los Administradores Concursales no parecen ver viabilidad al negocio. Sin menospreciar lo que un hipotético cierre podría suponer para las trabajadoras/es, esta situación crea otro drama humano aún más doloroso, el de los pacientes y sus familiares. Tanto Bienestar Social como Osakidetza han dicho que trasladarán sus pacientes de no haber una solución rápida a la situación. (Bienestar Social ha puesto fecha a dicho traslado, el próximo 12 de diciembre) Sin pensar en los pacientes tememos, ya que, para personas, muchas de ellas en estado terminal, un traslado puede resultar un suplicio demasiado grave. Y sin tener una solución real, ya que en todo el servicio público no existen camas suficientes para albergar a todos los pacientes, y por ende, tampoco existen en la actualidad los medios humanos y materiales para llevar a cabo dichos tratamientos. Al tiempo, ninguna empresa privada está dispuesta a asumir en tan breve espacio de tiempo el acondicionamiento necesario.

Mientras, ni Osakidetza, ni Diputación, oyen los llamamientos para que se hagan cargo de la gestión del centro, y sobre todo de un servicio social que debiera ser público, alegando que supondría un gran desequilibrio presupuestario. Al tiempo, el gerente de la clínica, negocia, con los pacientes a modo de rehenes, los términos de un acuerdo que le libere de cualquier responsabilidad y le permita llenar aún más sus bolsillos. Y este es el sistema concertado de sanidad, donde un gerente sin escrúpulos puede enriquecerse con el heraldo público y a costa de los enfermos, sin que estos parezcan importar a nadie. Y es contra estas situaciones contra las que desde Alternatiba nos posicionamos. Queremos una sanidad pública y gratuita, porque estamos convencidos de que esa es la única sanidad que puede garantizar un servicio humano y de calidad, donde el beneficio no sea el objetivo a seguir, sino el bienestar ciudadano.

Casos como el de la Clínica Álava, no pueden volver a repetirse.

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