Luis Salgado – Alternatiba
La ya extinta Unidad Alavesa utilizaba a menudo un mantra para definir sus objetivos políticos; “Álava como Navarra” Pretendían, según ellos, un estatus de especificidad Foral similar al Navarro basándose en la realidad vivida en este Herrialde durante la dictadura fascista/tradicionalista del General Franco, quien, como premio a su “lealtad” al alzamiento, permitió gozar de los Fueros tanto a Navarra como a Álava. De esa forma, Unidad Alavesa centraba su debate en un hipotético sentimiento localista alavés en clara contraposición al nacionalismo vasco pero que, sin embargo, rendían pleitesía al Reino de España. Álava como Navarra, cuestión de Estado.
Aquella Unidad Alavesa, cual estrella fugaz murió de éxito y su espacio fue fagocitado por el Partido Popular. Populismo, alavesismo y por supuesto Nacional Catolicismo Español. Y en estas llegamos a 2011 donde el PP logra hacerse nuevamente con el Ayuntamiento de Gasteiz y la Diputación de Araba (anteriormente ya lo había logrado en 1999 con Alfonso Alonso y Ramón Rabanera) Aupados en buena medida por la lógica ascendente del PP en el Reino y cargados con unos discursos netamente populistas (inmigración, delincuencia, Foronda, victimismo frente a la vecina Bizkaia…) que nos retrotraían a la primigenia Unidad Alavesa. Y en ello seguimos.
Tenemos un Gobierno Foral que se debate entre la inacción total (Medioambiente, Agricultura, Promoción Económica…) o el desastre absoluto (Servicios Sociales, Administración Local o Cultura). Un Gobierno Foral sabedor de su incapacidad y que se aferra a ese tan manoseado alavesismo para presentarse a la menor oportunidad como víctima del complot judeo-masónico de Bizkaia y Gobierno Vasco, (Ley de Aportaciones) alavesismo que le lleva a más de una incoherencia flagrante al decir defender Foronda cuando es su propio Partido quien firma su defunción desde Madrid, claro que para eso también puede utilizar el victimismo y decir que la culpa es de Loiu, alavesismo que le permite criticar que el Puerto de Bilbao apueste por el puerto seco de Pancorbo mientras Diputación dilapida millones en Arasur… suma y sigue.
Llevamos dos años y medio de legislatura y ya podemos catalogarla, sin temor a equivocarnos, como la más dañina jamás sufrida por alaveses y alavesas. Nunca, en la historia reciente, los Servicios Sociales habían visto unos recortes tan brutales y tan cargados de xenofóbia y marginación al diferente, y tampoco se había visto un conflicto tan enconado en el IFBS como los que se están viviendo en las últimas fechas. Jamás ha existido una unimidad mayor entre los alcaldes del Herrialde para censurar la labor de un Diputado de Administración Foral, prepotente, incapaz, y opaco en su actividad. Sin embargo, y esto es quizás lo más sorprendente, quizás ningún Gobierno Foral ha contado con un primer grupo de la oposición, PNV, tan sumiso, tan callado, y que preste tanto apoyo a su gestión.
Javier de Andrés nunca tuvo que ser Diputado General, pero lo fue con el apoyo del PSE y la abstención de EB. Tras ver su política, con un solo año de gestión, se daban ya las condiciones necesarias para sustituirlo, pero al PNV le entró el vértigo, y entre unos y otros colocan a Araba en una situación de crisis general. Ahora la cuestión es, ¿cómo vamos a articularnos socialmente, cómo vamos a responder alavesas y alaveses a este órdago destructor?. Y es que Araba no puede ser cuestión de Estado, Araba tiene que ser lo que construyamos alaveses y alavesas con nuestra ilusión, nuestro compromiso y nuestro trabajo.