Desde EHBildu estamos condicionando y transformando la forma de hacer política

Bi urte eta astebete igaro dira Bilboko Areatza honetan bide bat ibiltzen hasi ginenetik. Hauteskunde kanpaina bitxia abiatu genuen 2011ko maiatzaren 5eko gau hartan. Epaileen baimena behar omen genuen herritarrek hautatuak izateko. Handik hamabost egunera, baina, argi erakutsi genien, gu milaka eta milaka herritarren borondateari ezker heltzen ginela Euskal Herriko erakundeetara.

Dos años ya del inicio de un camino que algunos se empeñaron en cubrir de obstáculos pero que sorteamos; no con el aval de ningún órgano judicial al servicio de intereses políticos, porque el único aval que necesitábamos para llegar a las instituciones era el de la ciudadanía, y lo obtuvimos con creces, tras un proceso ilusionante en el que pusimos las bases para transformar la política municipal y foral, bien desde las instituciones en las que conformamos mayoría y también desde aquellas en las que ejercemos la oposición.

No vinimos a las instituciones a ocupar asientos moldeados a la usanza de viejas formas de hacer política. Políticas excluyentes y opacas, alejadas de las necesidades de la mayoría. Al contrario, vinimos a llenar de oxígeno el aire viciado de las parcelas de poder de una casta dirigente, atrincherada en gobiernos que dan la espalda a las personas porque se creen por encima de la sociedad. Llegamos para demostrar que existe otra manera de hacer las cosas, comprometida con las clases populares.

Egun, inoiz baino gehiago, langileen eskubideak defendatu behar ditugu, erreforma eta murrizketen aurrean alternatibarik ez dagoela diotenen aurrean, bankarien soldatapeko sasi-adituen aurrean. Badira alternatibak, behetik eta ezkerretik proposatzen ditugunak.

Quienes nos comprometimos en este camino nos enfrentamos día a día con toda clase de trabas para desempeñar nuestra oposición. A menudo ocultan información, maquillan datos y hacen lo posible para esquivar el control sobre sus gobiernos. Cierran las puertas a la participación de la ciudadanía e incluso a nosotras y nosotros; y lo hacen porque en realidad creen que basta con someterse a las urnas una vez cada cuatro años y olvidarse después que se debe gobernar poniendo como eje la vida digna de las personas, y no el privilegio de grandes empresas con vinculaciones políticas muy concretas. Así, décadas de gobierno jeltzale nos hacen pagar en derechos la deuda contraída por macro infraestructuras sin beneficio social, como la Supersur o el BEC. Y no contento con ello, el PNV sigue en su empeño de hipotecar nuestro futuro con trenes que no llevan a ninguna parte y nuestra salud con incineradoras que solo obedecen a los intereses económicos de empresarios afines.

Zailtasunak zailtasun, aurrera egin dugu bi urte hauetan, eta lortu dugu politika anker asko baldintzatu eta aldaraztea. Informazioa eskuratu eta herritarrekin partekatzeko ahaleginak ere fruituak eman ditu. Elkarlanari ateak ireki dizkiogu, herri txiki zein hiri handietan, guztietan dagoelako zer ikasi eta zer aldatu. Gehiegikeriak, iruzurra eta jarrera despotikoak salatu egin ditugu eta salatzen jarraituko dugu. Eta zalantzarik ez izan oposizio eraikitzailea dela gurea, sistema eta egoera bidegabe honetara ekarri gaituen ereduari aurre egitea eraikitzea baita.

Es nuestro compromiso hacer todo lo posible para transformar un modelo injusto y excluyente. Porque tenemos una alternativa integral, y tenemos la fuerza y la legitimidad para ponerla en marcha. Hay por delante otros dos años en los que seguiremos asumiendo el compromiso de condicionar las políticas públicas, con los cuidados como eje de las mismas, impulsando cambios hacia una fiscalidad realmente justa y progresiva, fomentando la participación de la ciudadanía en todas las decisiones y trabajando para que los derechos de las personas sean una realidad no condicionada por los dictados de instituciones ajenas.

Es una necesidad que nos han recordado las calles, exigiendo el fin de los desahucios, defendiendo un sistema público y universal de políticas sociales y reclamando que no exista una sola agresión más contra las mujeres. ¡Basta ya de violencia machista! ¡Basta ya de precarización en los trabajos de cuidados! ¡Basta ya de cercenar la participación política de las mujeres! Son solo algunas de las luchas, también recogidas por paredes como aquella que decía que ‘en la ciudad del mejor alcalde del mundo la gente se suicida por no tener vivienda’.

Asko da aldatu beharrekoa, eta asko da ere, orain arte eginiko urratsetan aldatutakoa. Bada, ordea, bi urteren buruan aldatu egin ez den gauza bat: gure ilusioa, gure konpromisoa eta lanerako gogoa, elkarlanetik eta herritarren eskutik.

Ekitaldiko gainerako esku-hartzeak:

www.youtube.com/watch?v=crm8DZQ2eRk

EHBildu reclama un plan integral contra la violencia machista y advierte de que los recortes agudizan la desprotección de las mujeres

Los últimos sucesos de violencia contra mujeres, en Laudio hace menos de dos semanas y en Bilbo ayer mismo, ponen de manifiesto, a juicio de EH Bildu, la necesidad de un plan de emergencia integral contra la violencia machista que impulse políticas de prevención, determine las competencias de cada institución y garantice su respuesta coordinada en atención a las víctimas de lo que es una lacra social.

Así se lo reclamará la coalición el viernes en el Pleno de Control del Parlamento al lehendakari, según explican Diana Urrea y Arri Zulaika, quienes demandan «una respuesta contundente del Gobierno ante unos hechos tan dramáticos» y advierten de que «las políticas de recortes (en prestaciones sociales, en condiciones laborales…), además de desproteger a las clases populares, contribuyen a agudizar la violencia estructural contra las mujeres».

Frente a esa situación, EH Bildu propone un plan de emergencia integral que contemple, como uno de sus elementos clave, el control y vigilancia permanente de los agresores, «que sean ellos los que estén siempre bajo control en vez de vigilar a las víctimas, y si para ello hace falta modificar la Ley de Igualdad, cambiémosla».

Urrea y Zulaika proponen asimismo «la creación de una mesa de trabajo que posibilite la participación estable y efectiva de personas expertas y del movimiento feminista para evaluar las políticas aplicadas hasta ahora y elaborar propuestas nuevas de cara a la erradicación definitiva de la violencia machista».

EHBildu: http://ehbildu.net/es/noticias/parlamento-vasco/2494-eh-bildu-reclama-un-plan-integral-contra-la-violencia-machista-y-advierte-de-que-los-recortes-agudizan-la-desproteccion-de-las-mujeres

www.youtube.com/watch?v=4GmlvsttKmc

El PNV le da la espalda a lograr un amplio acuerdo con la sociedad vasca

El inminente acuerdo que puede producirse entre PNV y PSE no va a sorprender a nadie. Y es que el PNV ha reiterado desde el principio donde sitúa sus prioridades, y tras ganar tiempo en devaneos con el PP, al final parece esclarecerse su verdadero objetivo.

En estos meses nos han querido hacer partícipes de una escenificación que aún perdura. Al fin y al cabo, PNV y PSE comparten el mismo modelo y mediante este posible acuerdo, el PNV quiere cubrir su debilidad mientras que PSE quiere hacer lo propio con su necesidad; las mismas que tenían tras las elecciones pero que en su momento no fueron capaces de solventar.

El PNV, sumido en su deriva, requiere estabilidad; y el PSE, tras perder el poder institucional estaba necesitado de presencia política, de modo que lo que no pudo conseguir con los votos intentará conseguirlo de la mano del PNV. Ahora falta saber a cambio de qué va a dárselo el PNV, cuál será el premio a conceder al PSE para cerrar el acuerdo.

Pero además de las necesidades de ambos partidos, lo que es evidente es que no pretenden hablar de modelos ni de las necesidades de la ciudadanía; por el contrario, solo plantean acuerdos para sostener el modelo actual. Así, su prioridad será consensuar soluciones a la medida de sus intereses, y no en función de lo que la sociedad reclama.

Este país necesita acuerdos sí, y no farsas que solo persiguen el objetivo de perpetuar la difícil situación que vivimos. Son necesarios acuerdos para instaurar otro modelo: que garantice el reparto de la riqueza y crear empleo estable, que reconozca los derechos sociales y laborales de las personas; y que permita desarrollar una vida digna… Pero lo que PNV y PSE van a escenificar no irá por ese camino, porque ha sido el modelo y las políticas que han defendido las que nos han sumergido en este abismo. Su propuesta son el cemento, la precariedad y el recorte de derechos; EHBildu, por el contrario, sitúa la dignidad de las personas en el centro de su actividad política. Por eso no nos quieren al lado.

Tal y como lo hicieron en la huelga general del pasado jueves, les siguen dando la espalda a las personas desempleadas, a aquellas en riesgo de exclusión, a quienes sufren la precariedad laboral… y lo hacen para garantizar sus negocios. Se atrincheran en el parlamento para no dar la cara ante la ciudadanía. La política debe hacerse en contacto con las personas, las decisiones deben adoptarse con y para la sociedad, y no en función de determinados intereses de las élites económicas y políticas.

Ya hemos señalado con anterioridad que el PNV debía de aclarar qué modelo de país quiere construir y con quién quiere hacerlo. Es evidente que está tomando la decisión, y lamentablemente, va a pactar con un partido que ni siquiera reconoce ni respeta la identidad de este país. Pactan para seguir imponiéndonos las decisiones de Madrid y la Troika, evitando a toda costa el debate sobre la legalidad y la legitimidad de las mismas.

Euskal Herria debe tener derecho a decidir su futuro, pero el PNV niega una y otra vez la posibilidad de abordar ese camino junto con EHBildu. Es difícilmente comprensible que la primera fuerza política del parlamento de Gasteiz no solo no traslade ofertas para llegar a acuerdos a la segunda, sino que además renuncie a toda oportunidad de trabajo conjunto. Con sus decisiones, el PNV sigue concediéndoles a PSE y PP la llave para gobernar este país.

¿Cuál es la razón para esta falta de voluntad y este miedo a debatir las propuestas de EHBildu? Nosotras y nosotros hemos dejado claro en estos meses dónde situábamos las necesidades para salir de esta situación: una fiscalidad basada en la justicia social y una auténtica lucha contra el fraude fiscal; terminar con los recortes, proteger los servicios públicos, adoptar soluciones con los agentes sociales, fomentar nuevas políticas de empleo frente a la reforma laboral… ¿Qué problema tiene el PNV en hablar de todo esto con EHBildu?

Que le pregunte a sus votantes si realmente quieren que llegue a acuerdos con quienes niegan toda clase de derechos a la ciudadanía vasca, desde el derecho a decidir hasta el de tener una vivienda y un trabajo dignos. Le están dando la espalda a la mayoría de la sociedad. Existe, por tanto, o una clara intención de arrinconar a EHBildu, o bien, tal y como creemos, un esfuerzo por dulcificar el modelo neoliberal imperante para mantenerse en el mimo.

Euskal Herria necesita auténticos acuerdos de país, con todos los agentes sociales y políticos para superar este modelo regresivo y construir uno nuevo, basado en la justicia social, desde abajo y desde la izquierda.

M-30, del Parlamento a la calle

Artículo de opinión de Oskar Matute, Belen Arrondo, Arri Zulaika y Dani Maeztu, parlamentarios y parlamentarias de EH Bildu

Los enemigos del cambio de modelo político, económico y social ¡qué tenaces son! ¡Qué obcecados son, en su defensa del obsoleto sistema representativo, que les encierra en un parlamento y les separa de la reivindicación ciudadana! Así, tenaces y obcecados en la defensa de su régimen político, se quedarán mañana, jueves, dentro del Parlamento los partidos que han impuesto otro pleno ordinario, más ordinario que nunca, para el 30 de mayo. Los 21 parlamentarios y parlamentarias de EH Bildu no participaremos en ese pleno del próximo jueves, porque coincide con la huelga general que ha convocado la mayoría sindical y social vasca. Nuestro deseo era que este jueves se respetara por igual el derecho al trabajo y el derecho a la huelga. Y por ello, presentamos una solicitud en la Mesa del Parlamento para que el pleno se celebrara cualquier otro día del calendario parlamentario y, así, los parlamentarios pudieran elegir: trabajar como cualquier otro día o sumarse a la huelga general. El reconocimiento a los parlamentarios y parlamentarias del derecho a hacer huelga también se debe extender a los trabajadores y trabajadoras de la Cámara.

Los votos de PNV, PSE y PP impidieron que nuestra propuesta prosperara. Fueron cómplices de quienes desean, como la patronal o los dictadores del capital, que la movilización ciudadana ante los ataques a la clase trabajadora quede en nada. Cómplices en su mensaje: «la huelga general sirve de poco o no sirve de nada», y cómplices en su praxis política: «no sucede nada extraordinario para posponer el pleno ordinario».

Pero les traiciona la historia de los pasillos de la Cámara. Si la convocatoria de huelga general de la mayoría sindical vasca no es suficiente para modificar la agenda de 54 de los 75 parlamentarios, sí lo fueron convenciones o congresos de ciertos partidos políticos; o sí hubo modificaciones en el calendario por ausencias de algunos representantes públicos, trasladando la convocatoria a algún miércoles. Por lo tanto, lo lógico, lo justo, lo digno sería modificar la fecha del pleno ordinario en Gasteiz. De hecho, en el Parlamento de Iruñea sus colegas de Geroa Bai y PSN ya votaron a favor de que la actividad parlamentaria fuera pospuesta. ¿Por qué en Iruñea sí y en Gasteiz no?

Pese a los precedentes, pese al ejemplo de Nafarroa, la fecha del pleno no se moverá. Y pese a ello, los 21 parlamentarios y parlamentarias de EH Bildu cambiaremos el Parlamento por la calle. Porque defendemos que esta institución es una extensión de la ciudadanía y al servicio de la ciudadanía. Nuestras reivindicaciones institucionales en base a una determinada política no servirían de nada si fuera de estas cuatro paredes no hubiera nadie que las apoyara. En ese sentido, sabemos que el jueves nos toca invertir el orden de nuestra actividad política.

En efecto, durante los últimos meses, hemos trasladado al Parlamento Vasco algunas de las cuestiones que consideramos claves y que están en el corazón de las reivindicaciones y peticiones que se van a hacer nuevamente, a través, en este caso, de una nueva convocatoria de huelga general. Hemos redactado y defendido varias iniciativas sobre las siguientes cuestiones: la efectiva construcción de un marco vasco de relaciones laborales que, además de rechazar la reforma laboral, blinde un ámbito propio de negociación colectiva, el mantenimiento de la ultraactividad de los convenios en las condiciones actuales o el rechazo y el compromiso de dejar sin efecto el arbitraje obligatorio que puede abocar, si no lo impedimos, a una situación crítica el modelo de negociación colectiva que hasta hora hemos conocido.

Sin embargo, nos hemos topado con el rechazo, más o menos previsible, de esa mayoría parlamentaria actual. Una mayoría encabezada por el PNV, que pone trabas a nuestras reivindicaciones sociales y soberanistas pero, sin embargo, no pone ninguna objeción a pactar una y otra vez con la patronal, o a poner en marcha una llamada mesa de diálogo social que, rechazada en sus actuales planteamientos por la mayoría sindical, solo se va a limitar a legitimar recortes y un modelo profundamente injusto. Y mientras eso suceda, se repartirán jugosos fondos entre sus miembros.

Pero no vamos a cejar en nuestro empeño. Nuestra razón de existir es recoger lo que siente, opina, reivindica la ciudadanía para traerlo al Parlamento. El jueves, nos toca vaciar el Parlamento para salir a la calle. Así, saldremos a apoyar, a mostrar nuestra solidaridad y, cómo no, a sentirnos parte de la clase trabajadora que reivindica un cambio político, económico y social, más justo y autónomo de los poderes financieros, de los intereses de los mercados especulativos.

Ante el mensaje consciente y calculado de desesperanza y pesimismo que intentan trasladar formaciones como el PNV, el PSE y el PP, EH Bildu dice que la movilización social sí sirve. Lo que conseguimos a través de la lucha no podemos dejarlo en manos de aquellos que no quieren que luchemos. En poco tiempo nos están despojando de aquellos derechos laborales logrados a través de la lucha de diferentes generaciones, y pretenden hacernos pensar que la movilización sirvió a nuestros antepasados, pero no nos servirá a nosotras y nosotros. Los parlamentarios y parlamentarias de EH Bildu no comulgarán con esa idea. El problema en la coherencia de su discurso lo tienen ellos. A pesar de decir lo contrario, no son capaces de soltar amarras con los intereses del capital y los mercados especulativos. Si de verdad quisieran un cambio, no legitimarían el mensaje de desesperanza ante las movilizaciones sociales.

Por ello, mañana jueves la alternativa política y social a favor del cambio estará en la calle. Y en la calle estaremos los 21 parlamentarios y parlamentarias de EH Bildu. De la misma forma que el jueves haremos el camino del Parlamento a la calle, otros días intentaremos que esa alternativa por el cambio socioeconómico se visualice en el Parlamento Vasco. Y esperamos y deseamos que la alternativa al cambio vacíe las fábricas, los comercios, las administraciones y las instituciones. A partir del jueves habrá tantos días como ataques sociales y laborales a los que hacer frente para luchar desde nuestros escaños. Durante la huelga general del 30 de mayo, toca escuchar la sociedad que protestará en la calle.

Alternatiba acoge con optimismo las recomendaciones del Foro Social e insta a los agentes implicados a hacerlas suyas

La portavoz nacional de Alternatiba, Amaia Agirresarobe, ha acogido con claro optimismo las recomendaciones de los organizadores del Foro Social para impulsar el proceso de paz celebrado en Iruñea y Bilbo los pasados 14 y 15 de marzo y que han sido dados a conocer hoy en Donostia. “Queremos subrayar que parten de opiniones de expertos internacionales en conflictos, más aun, de su interlocución directa con la ciudadanía a través del Foro organizado por Lokarri y Bake Bidea, por lo que los agentes implicados en el conflicto deberían tenerlas muy en cuenta y hacerlas suyas de cara a avanzar en la normalización política del país y en la superación del conflicto”.

Desde Alternatiba han valorado positivamente la totalidad de los puntos, una docena distribuidos en cinco apartados, y han subrayado elementos como la “necesaria participación de la sociedad civil, junto con la institucional y política, a la hora de abordar los retos del proceso de paz; el diseño de un proceso de desarme verificable en un tiempo prudencial; la recomendación de poner fin a la política penitenciaria de excepción y la sugerencia de que una entidad independiente evalúe la situación de los derechos humanos.

Agirresarobe ha destacado la “gran aportación” de los impulsores del Foro Social para la paz, “frente a quienes se limitan a poner obstáculos en el camino hacia la resolución del conflicto”, por lo que ha reiterado la apuesta de la formación de izquierdas de seguir trasladando “a la sociedad la necesidad de implicarse activamente en la consecución de la paz en Euskal Herria y del respeto a todos los derechos de todas las personas”, bien sea desde la calle o desde encuentros como el organizado el pasado mes de marzo.

Oskar Matute: «Si las personas son lo primero, ¿Por qué no paramos el TAV?»

Comparecencia de Oskar Matute en el Parlamento Vasco sobre grandes infraestructuras. Matute destaca el caso del TAV como un ejemplo de mal uso de dinero público invertido en un tren construido para unos pocos. A su vez, lanza una pregunta clave a la cámara en torno a este tema: Si las personas son lo primero, ¿Por qué no paramos el TAV?
 
En el segundo vídeo Matute responde a los demás grupos parlamentarios, pero sobre todo al señor Semper (PP).

Huelga al sistema

Oskar Matute y Diana Urrea – Alternatiba

Está usted de sobra señor Urkullu. Con esta contundencia interpelaba recientemente una compañera de bancada a un lehendakari que se limita a decir que no existe más alternativa que aplicar los salvajes recortes y los ataques contra la dignidad de las personas que recogía su fracasado proyecto presupuestario. Y es que si las únicas políticas posibles son las que dictan la troika y los mercados financieros, la derecha nos está diciendo que sobran los parlamentos, que sobran las y los representantes políticos y que sobra incluso la propia democracia. Lamentablemente, esto es ya una máxima del capitalismo, inmerso en una de las fases más voraces de la historia.

La crisis financiera, más de un lustro después de convertirse en excusa perfecta para dilapidar el llamado estado del bienestar, que apuntalaba el sistema silenciando pretensiones utópicas, ha generado todo un abanico de pretextos para unos dirigentes que tratan de cumplir fielmente su papel: administrar la miseria. Así, con la desvergüenza de quien habiendo provocado la ruina se dice mejor opción para superarla, los  títeres del sistema, llámense Rajoy, Barcina o Urkullu, niegan toda responsabilidad por sus políticas. Insultan nuestra inteligencia cuando pretenden convencernos de que no existe otro camino y nos invitan a resignarnos en silencio, una vez han agotado el lema de apretarse el cinturón, sabedores de que la mayoría hace tiempo que empeñó hasta la hebilla.

Y cuando las clases populares son sistemáticamente expoliadas, cuando ven pisoteados todos sus derechos, se hace imprescindible la contestación social. Porque la democracia, por más que le pueda doler a las derechas, se basa fundamentalmente en el reconocimiento y la consecución de libertades y derechos sociales. Porque no es democracia desahuciar, privatizar, despedir y condenar a la precariedad y a la miseria a las personas.

Desde la misma lógica con la que asume su rol sumiso al capital, la derecha rechaza la huelga general convocada para el 30 de mayo por la mayoría social y sindical de este país. Sendos representantes de PNV y PP, Aburto y Cospedal, coincidían recientemente en tiempo y forma a la hora de retar a los agentes sociales y sindicales a presentarse a las elecciones si lo que quieren es hacer política. Es curioso que lo hagan precisamente quienes nos aplican políticas dictadas desde organismos opacos jamás sometidos al arbitrio de las urnas. Precisamente por eso, cabe pedirles que cesen su intermediación y exigir que sea la patronal directamente, que sean Adegi, Cecobi, Sea, Cen, Confebask y CEOE las que se presenten a las elecciones en lugar de sus partidos títere: PNV, PP, PSOE y UPN. También podrían pedirle a la iglesia que concurra directamente a los comicios, ya que insiste en condicionar la política en ámbitos como la educación o los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres.

En Euskal Herria, lamentablemente, sobran las razones para secundar la huelga. En Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa contamos ya con más de 237.000 razones para secundarla. Tenemos también razones para rebelarnos contra los recortes en educación, sanidad y atención a la dependencia que insisten una vez más en hacer recaer el cuidado de la vida y la tensión de la desprotección sobre las espaldas de la mujeres a través de su trabajo, ahora más precarizado, invisibilizado y desvalorizado. La mitad de la juventud, que busca empleo y dignidad en vano, también nos da razones para la huelga, como lo son las cifras de pobreza que alcanzan ya el 11%, o el hecho flagrante de que casi una de cada diez familias tengan a todos sus miembros en paro.

Las miles de personas cuyas condiciones laborales se precarizarán gravemente cuando en julio la enésima reforma laboral arrolle docenas de convenios, son otra importante razón para salir a la calle y decirle a los expoliadores que ya basta. En Gipuzkoa tenemos buena prueba de hasta dónde puede llegar la voracidad empresarial. En el conflicto de las trabajadoras de residencias y centros de día, que afecta a casi 5.000 personas, el Departamento de Política Social de la Diputación han intervenido poniendo encima de la mesa los recursos necesarios para garantizar los salarios y las jornadas de las trabajadoras. Ante la propuesta, la patronal Adegi ha optado por denunciar al gobierno foral por considerar una injerencia insólita que una administración interceda por los derechos laborales. Ese es, sin duda, el papel que tiene que jugar la izquierda cuando accede a las instituciones.

Afirma el consejero Erkoreka que quienes apoyamos esta convocatoria de huelga nos autoexcluimos de un pacto de país, y Aburto asegura que este paro va en contra de la sociedad. Nos preguntamos de qué país y de qué sociedad hablan. Debemos recordarles que el derecho a protestar es parte consustancial de la democracia. Algo que la derecha no es capaz de aceptar, ni la española que ha superado ya las cotas de infamia de la era Aznar haciendo gala de su esencia franquista; ni la vasca, que busca aparentar en Lakua una mayoría de la que carece y sigue considerándose destinada a gobernar las vascongadas para siempre. Eso sí, sin molestar en exceso a Madrid pero, sobre todo, para beneficio de los suyos: grandes constructoras que no dudan en teñir de gris nuestro entorno con sus macro infraestructuras inútiles y banqueros sin escrúpulos que desahucian personas incluso desde entidades financieras creadas con dinero público.

Todo esto viene a constatar que al capitalismo le estorba ya hasta la democracia. Por eso tilda de violento cualquier ejercicio de contestación o desobediencia. No se equivoquen, la verdadera violencia es la ejercida contra quienes sufren la expulsión de sus casas, de sus trabajos y hasta de su país, como le sucede a más de 10.000 jóvenes de la CAV al año que huyen de la precariedad y la falta de empleo. Violencia es consentir la desnutrición en escuelas públicas y dejar morir a inmigrantes en la puerta de un hospital. Así, quienes se quejan porque manifestantes invaden la paz de su clase y sus hogares, quienes gobiernan en contra de lo que recogían en sus programas electorales, son quienes realmente ejercen la violencia.

Son las luchas de los movimientos populares, y la lucha obrera en buena medida, las auténticas artífices de las conquistas sociales que han permitido una mejor redistribución de la riqueza en el último siglo. Pero en un momento histórico donde han arrasado con todo, solo la rearticulación de los movimientos y la construcción de un sólido muro de agentes sociales, sindicales y políticos de izquierdas puede lograr restituir algo a lo que podamos llamar democracia.

En ese sentido, nos resulta esperanzador que la convocatoria del 30 de mayo, día en que volveremos a llevar a la calle la necesidad de enterrar el capitalismo y reivindicar la dignidad de nuestras vidas frente a su apuesta por el capital, vendrá acompañado de una alternativa que se plasmará en la Carta de Derechos Sociales para Euskal Herria. Es una oportunidad única, y no para reconstruir sino para superar y transformar de raíz el sistema. Convirtamos este proceso en el mayor ejercicio de empoderamiento ciudadano de las últimas décadas frente a gobiernos autoritarios, corruptos y títeres.

Matute:»Cuando las leyes son injustas y atacan a la mayoría, se deben buscar fórmulas para hacerles frente»

El PNV ha condicionado hoy su apoyo al marco vasco de relaciones laborales «a que se cumpla la normativa en vigor». Ese ha sido el único argumento para no apoyar una iniciativa de EH Bildu, que defendía el marco laboral propio y rechazaba la brutal agresión que supone la reforma laboral impuesta desde Madrid. Así, el partido jeltzale se ha sumado al rechazo que los partidos constitucionalistas han otorgado a la reivindicación de la coalicón soberanista. El parlamentario Oskar Matute se ha dirigido al PNV para refutar la débil excusa empleada: «Se debe diferenciar entre legalidad y legitimidad. La reforma laboral otorga legalidad, pero no es legítima. Cuando las leyes son injustas y atacan a la mayoría de la población, se deben buscar fórmulas para hacerles frente». Matute ha criticado la contradicción en la que cae el PNV y el resto de partidos, «que se les llena la boca a la hora de decir que nuestro modelo productivo es diferente». «Atendiendo a esa consideración, sería conveniente y necesario un marco laboral que atendiera a las especificidades de Euskal Herria, haciendo caso de las necesidades del tejido productivo y de los y las trabajadoras», ha añadido Matute.

El portavoz de EH Bildu ha denunciado que el objetivo de la reforma laboral es seguir deteriorando el poder adquisitivo de la clase trabajadora. «Quienes colaboran con implantar la reforma añoran un modelo ideal de desprotección social y laboral, dejando al sector público sin fuerza», ha afirmado, «justo lo contrario que defiende nuestra coalición».

Sobre el preacuerdo alcanzado en Madrid sobre la prórroga de los convenios caducados en el estado, Matute se ha mostrado crítico: «Lo único que se ha hecho es ganar tiempo, pero no cambia lo sustancial de la reforma laboral, que debilita las posiciones de negociación de los trabajadores. Es un recreo, un tiempo muerto, en el camino de acabar con las condiciones laborales que garantizan los convenios».

EH Bildu acudirá a la reunión con Urkullu con una propuesta clara y con una actitud crítica

EH Bildu acudirá a la reunión de esta tarde en Lehendakaritza con la mismaactitud crítica  que ha mantenido la coalición desde que comenzó esta legislatura y con una exigencia clara: que el PNV se defina y diga claramente qué modelo de país quiere construir y con quién va a hacerlo. Urkullu debe salir ya de su indefinición y aclarar si va a seguir aplicando las políticas que impone Madrid o va a atender a lo que le reclama la sociedad vasca. En definitiva, qué modelo social, económico y político va a defender e impulsar en su legislatura.

 Acudimos con una opinión definida y clara en cada punto que se pondrá sobre la mesa, y con una alternativa firme a las fórmulas que viene planteando el PNV. Una alternativa que pasa por:

– Implementar una nueva política fiscal y medidas eficaces contra el fraude.

– Endeudamiento público controlado al servicio de la sociedad.

– Medidas para incrementar las políticas sociales y rechazo de los recortes.

– Defender un sector público de calidad.

– Un plan integral para la creación de empleo.

Propuestas claras y definidas para cambiar  el vetusto  y caduco modelo de gobernanza del PNV, de más ladrillo por imposición, más sumisión al Estado español y menos justicia social para la ciudadanía.

En lo referente al contenido de la reunión, nos preocupa que el lehendakari haya demorado tanto el envío del guion con los puntos que se abordarán en el encuentro. Una actitud que denota improvisación; y que refuerza la tesis de que esta operación de Urkullu es una operación de puro marketing político. Ese marketing político es necesario si se pretende tapar  la impotencia e ineficacia de un gobierno. Nos tememos que con esta reunión quiere venderle a la sociedad un puro postureo del PNV, en lugar de abordar en profundidad las cuestiones que se plantearán en la reunión. 36 horas para analizar y preparar la reunión, es insuficiente, si realmente se pretenden sacar resultados de la misma.

Además, consideramos que a la ronda de mesas o reuniones que está convocando el lehendakari, le falta una convocatoria fundamental, quizás una de las más importantes: una mesa que reúna a los sindicatos y los agentes sociales de este país. Más allá de las instituciones y los partidos políticos, Urkullu no debería prescindir de la opinión de la ciudadanía. Es más, los agentes sociales de este país son fundamentales para construir otro modelo más justo y social.  Y de hecho, un falso consenso político que pretende escenificar Urkullu, no le dará legitimidad a su política; máxime en una coyuntura en la que se está gobernando tomando medidas en contra de los derechos de los y las trabajadores, y en contra de las personas.

La solución a la grave crisis que atravesamos la situamos en un plan acordado entre los agentes políticos y sociales para avanzar hacia un nuevo modelo social.

Oskar Matute: «La huelga general debe ser el inicio de una dinámica de movilización y soberanía popular»

El 30 de mayo será mucho más que una jornada de reivindicación de derechos laborales, justicia social y democracia, la huelga general debe ser el inicio de una dinámica de movilización y soberanía popular para hacer frente a los ataques directos que sufrimos los y las ciudadanas vascas. 

Ante la subdelegación del Gobierno español manifestamos la necesidad de soberanía para este pueblo, para responder a nuestras necesidades y cambiar este sistema moribundo, incapaz de garantizar la dignidad de los y las ciudadanas vascas que han manifestado una y otra vez el rechazo a las políticas dictadas por la Troika e impuestas por Madrid, su oposición a las reformas laborales y los recortes antisociales.

Frente a Confebask, queremos mostrar nuestro rechazo a ese discurso de la patronal, que comparte el gobierno, según el cual no es tiempo de movilizaciones. EHBildu sostiene que que no es tiempo de acometer recortes, de precariedad, de privatizaciones y de retroceder en los derechos sociales. Lamentablemente, para Confebask, CEN y CEOE, así como para sus representantes en las insituciones, es decir, Urkullu, Barcina y Rajoy, siempre es tiempo de castigar a los y las ciudadanas.

Llamamos a una huelga que debe servir para fortalecer la alianza y el trabajo en común de las ciudadanas y los ciudadanos del sur de Euskal Herria que exigimos soberanía para decidir aquí , para entre todos y todas, construir un modelo público que defienda los derechos sociales de la mayoría y haga frente al modelo que sólo defiende los derechos de una minoría de privilegiados.

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