Hoy es el día…

Plumanegra

De las cuestionadas, de las osadas que cuestionaron, de las que cuestionan.

De las perdidas, las que no encontraron el placer en lo ordinario. Las que se pierden, se perdieron, nos perdimos, para no perdernos.

De las que optan por habitar y no por ser habitadas. De las que prefieren desear, en lugar de ser deseadas.

De las que van y vienen, las que se tropiezan, se rompen… Las que no controlan, su espacio, su tamaño, su camino. De las descontroladas, las rotas.

De las que lastiman, las que dan lástima, las lastimadas.

De las violentas, las que alguien antes violentó, las que descubrieron que negar su violencia las esclaviza, las asesina.

Hoy es el día de las que nos negamos a consumir nuestros días en la normalidad sórdida, en el trastorno de la adaptación, en la adecuación, en la quietud de su paz, esa que resulta nuestra guerra.

Hoy es el día de las que somos dueñas de nuestros días.

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Puta vida

Luis Salgado – Alternatiba

Cantaban los Ilegales, en un himno ochentero, que “el mundo es basura, pero me gusta estar vivo.” Creo que pocas frases-versos-versículos me habré repetido en tantas ocasiones a lo  largo de mi vida. Y es que la vida es dura. Se nos hace corta al mirar al pasado, pero son muchos momentos en los que parece ralentizarse, parece no avanzar, no llegar. Cuánto tarda la mayoría de edad, y qué decepción al llegar y ver que poco o nada cambia en nuestra vida, y lo que lo hace, generalmente, va a peor.
 
Sí, hoy me levanto pesimista, que es lo que viene a ser un optimista informado. Es lo que tiene cuestionarte y cuestionarlo todo. No devorar nuestra opinión en la prensa. Plantearte siempre, como previa, que estás equivocado y después razonarlo, sentir las cadenas de Rosa Luxemburgo, y no cejar en romperlas. No creer en verdades absolutas  que nos llevan irremediablemente a la divinidad, ya sea de un Dios material (dinero), o uno espiritual. Pero es cansado. Ser responsables de nuestros actos es muy exigente, es más fácil delegar, que sean otros los que nos dirijan, que sean otros los responsables, que sean otros los otros.
 
Así se entiende que muchos hombres no se sientan interpelados como hombres cuando sus congéneres actúan como manada depredadora. Es más fácil pensar que son los demás. Tampoco son mejores quienes los lapidan desde el margen, creyéndose libres de pecado. Yo soy culpable, de ese y de otros crímenes. Porque en algún momento he sido manada, porque seguramente, aunque sin ser consciente, hoy mismo sea manada. Porque he callado. Porque no he hecho lo suficiente. Porque en mi nombre se viola, se asesina, se esclaviza, y aunque yo no lo haga directamente, lo permito. Porque aquella vez que oí una discusión, callé. Porque cuando vi a aquel grupo de “calvos” amedrentar en un metro, callé. Porque cuando el fascismo, el machismo, el racismo, el clasismo… etc. se hace fuerte en las instituciones, me conformo con una papeleta.

Puta vida, ésta que nos ha tocado vivir. Puta vida, la que queremos vivir. Puta vida, la que sobrevivimos. Puta vida, pensar que estás debajo de una bota y saber que bajo la tuya hay más vidas que desearían estar cómo tú.

Del blog de Luis Salgado El Mundo Imperfecto

Las maneras y las miserias del sistema

Oskar Matute

A menudo, y más en Euskal Herria, surgen dudas sobre la utilidad y sentido de instituciones con un elevado olor a naftalina como el Congreso de los Diputados. Hay quien pone en cuestión si dicha institución sirve para algo más que la confrontación teatralizada de las fuerzas políticas que sueñan con gobernar España. Y no les falta razón. Sin embargo, hay espacios generados en esa rancia institución que pueden traspasar sus muros y servir para alertar, informar y/o determinar si en algún espacio de la esfera publica ha habido actuaciones ilegales y señalar con claridad quién ha procedido de tal manera.

Y uno de esos espacios útiles es, sin duda, la comisión que investiga la financiación irregular del Partido Popular. Muy a pesar de muchos, EHBildu forma parte de la misma, y estamos teniendo la oportunidad de visibilizar el saqueo al las arcas publicas del estado perpetrado por una organización delictiva como el PP.

Es útil porque, más allá de las conclusiones que pueda alcanzar, puede y debe servir para arrojar luz a una practica sistemática, sostenida en el tiempo y extendida como una hiedra a todos los niveles de decisión política para robar dinero público y depositarlo en bolsillos privados, los suyos.

Pese a la actitud obstruccionista del PP, la comisión va avanzando, aunque lentamente. Los populares pretendían que la comisión fijara un arco temporal que exonerara a Rajoy e impidiera investigar procesos como la trama Gürtel, sugiriendo ahora a cada persona citada los riesgos penales, a modo de amenaza, en los que pudiera incurrir si asevera tal o cual cosa.

Hasta la fecha han comparecido los tesoreros del PP, con Bárcenas como estrella, el Inspector Jefe de la UDEF y el excomisario de la Policía Judicial en la época de investigación y destape de Gürtel. Y solo con esto y a la espera de las muchas que quedan, podemos afirmar con rotundidad que nuestra tesis principal sobre el origen, alcance y dimensión de la corrupción en el estado español se está corroborando.

EHBildu tiene certeza de que la corrupción es sistémica en el estado. Que todo el modelo económico y de desarrollo se basa en la convivencia entre la administración de los recursos públicos y las mordidas de los políticos de turno. Que los empresarios ordenan y los políticos dóciles y subvencionados disponen. Evidentemente, no por el interés general de la ciudadanía sino por el interés particular de las grandes empresas españolas.

Los informes periciales revelan que el PP actuó de forma generalizada y coordinada como una “organización delictiva” especializada en detraer dinero de forma directa o indirecta del erario público para su beneficio particular a través del cobro de comisiones ilegales y obtención de adjudicaciones públicas amañadas. Así lo refrendó el Inspector Jefe de la UDEF y, no se trata de una definición subjetiva. Denomina “organización delictiva” a la estructura del PP porque cumple con los parámetros que para tal denominación, de evidentes consecuencias penales, establece la propia Interpol.

Con la misma crudeza hemos podido constatar que quienes han investigado tanto la trama Gürtel, como los llamados papeles de Bárcenas, otorgan total veracidad tras su análisis a los famosos papeles de “Luis el Cabrón”. Y en ellos queda de manifiesto quiénes eran los perceptores de los sobres de dinero.

Sobres repletos de euros “donados” por empresarios que, como Fabra y su fortuna para ganar un premio de lotería tras otro, enganchaban con igual acumulación de “suerte” un sinfín de obras públicas. Que estas fueran de interés general o no es otro cantar. Entre esos “indiciariamente políticos comprados o corruptos” aparecen todos los prebostes del PP en las ultimas dos décadas: Mariano Rajoy, Javier Arenas, Paco Álvarez Cascos, Angel Acebes, Jaime Mayor Oreja, María Dolores de Cospedal…

Pero en todo caso en el que existen corruptos, existen corruptores. Y fue el excomisario de la Policia Judicial hasta 2012 (casualidades de la vida su fecha de cese coincide con la llegada al poder del PP) quien señaló que en la investigación de la trama Gürtel aparecen como beneficiarios y donantes grandes empresas de la construcción y financieras del estado español. Tiempo tendremos de preguntarles cara a cara cómo lo hacían.

Ese mismo excomisario, un “madero-madero” según antiguos compañeros suyos, rubricó en los informes elevados a fiscalía la participación en este expolio de numerosas empresas como la ACS de Florentino, OHL de Villar Mir y otras tantas. Y el propio Correa, en sede judicial, señaló que lo que hacía no era anormal ni inédito, que en definitiva, así funcionaba este sistema.

Sin embargo, no es descartable que la comisión de investigación del congreso concluya como probada y cierta la participación activa de la cúpula del PP en el saqueo de lo público bajo la forma de corrupción generalizada y sistémica, y que eso a la vez no acarree consecuencias penales en los juzgados, que es el ámbito en el que se dirimen esas cuestiones, ni para corruptores ni para corruptos, salvo para los chivos expiatorios por todos y todas conocidos. ¿Por qué? Porque el carácter generalizado de la práctica corrupta de las “mediaciones y comisiones” afecta a tanto preboste del estado español que el propio sistema caería con él. Y eso conociendo solo la punta del iceberg de la corrupción.

Por eso se explica el escaso eco mediático de lo revelado en el congreso. ¿Acaso la mayoría de los medios de comunicación españoles no tienen ligazón notoria con los próceres económicos señalados en la Gürtel, Púnica y demás procesos abiertos? ¿Acaso no están actuando en defensa del sistema y su orden constitucional en esta y otras cuestiones como la catalana? Hace tiempo que han preferido ser medios de formación de opinión en lugar de medios de información. Y por eso se explica que sean capaces de que la masa en el estado se ocupe y preocupe más de si la camiseta de la selección incluye una tricolor republicana naif o de si en Catalunya se cumple la legalidad del régimen del 78 vía artículo 155 o no.

Probablemente quieran zanjar este incómodo trance para ellos con más oscuridad mediática, algunas penas de cárcel simbólicas, a tenor de lo que han robado y no han devuelto, para los Correa, Ignacio González, Bárcenas, etc. y la promesa de más reformas legales para impedir, a futuro, nuevos casos de corrupción. Es decir, tapar el asunto y a otra cosa, que el show debe continuar.

Paseo de la dignidad

David Mangado – Alternatiba

El Paseo de la Memoria, inaugurado el pasado 28 de octubre, es un elemento más de compromiso con la reivindicación y la difusión de la Memoria Histórica por parte del pueblo de Sartaguda, “El Pueblo de las Viudas”. Un recorrido de 2 kilómetros, 11 paradas y 96 minutos de grabación llenos de dignidad y que nos ayuda a comprender mejor el presente. Un paseo que cruza el pueblo, a través de sus calles, y atraviesa los años con los relatos.


Tasio/GARA

Un recorrido para llegar, sobre todo, a las generaciones de nietas y bisnietas. Las que tuvimos la suerte de no vivir aquellos horrores. Que este recorrido sea una guía con la que aprendamos los errores y tropelías de la historia y que no las volvamos a repetir en el futuro. Para que estos horrores, no caigan en el olvido.

Este paseo de justicia, verdad y reparación comienza el el Parque de la Memoria. Una voz nos cuenta los horrores vividos en la Nafarroa del 36 y el significado y simbolismo del Parque y las esculturas que alberga.

De ahí nos dirigimos al “Parque de las Mujeres”, nos da la bienvenida a la localidad: “El Pueblo de las Viudas”. Los hombres fueron fusilados, pero fueron 57 mujeres de Sartaguda las condenadas a una muerte silenciosa, al escarnio público, a la humillación. Las mujeres, las que nos contaron en primera persona lo vivido.

Llegamos al primer monumento a la Memoria Histórica en Sartaguda. Un monolito simple, sencillo, pero lleno de simbolismo. Colocado por iniciativa popular, sin permiso del Ayuntamiento, en 1996.

Continuamos con la parada del orgullo campesino. Aquellas personas que pelearon por sus tierras, por lo suyo, por lo común. La dignidad y valentía frente a la tiranía de Duques y Caciques.

Divisamos la Casa de Cultura, antiguo Cuartel de la Guardia Civil, y el Ayuntamiento, un espacio donde personas dieron su vida, derramaron su sangre por un objetivo: la democracia y la defensa de un Ayuntamiento legítimo y elegido por el pueblo.

Desde el mirador de la calle de Arriba, vemos la estación de tren. Esa estación desde la que huyeron escapando de aquel martirio, personas aterrorizadas, personas esperanzadas, personas que volvieron porque nada malo habían cometido.

En la vieja iglesia, relatos de insumisión religiosa, de personas que se pusieron de frente ante las tropelías de las sotanas.

Desde el mirador de la Apolonia imaginamos a los valientes agricultores y agricultoras. Las que lucharon por todo lo que tenían, por su alimento, por el de su familia y por el de todo el pueblo.

El recorrido de la dignidad acaba en el cementerio. Lugar donde reposan los restos de las víctimas de aquellos aterradores episodios. El cementerio, desde donde se explican los procesos de lucha y trabajo por la recuperación de los cuerpos y con ellos, la reparación y dignidad de las viudas, de las familias.

Un paseo de cartas robadas, libros quemados, escritos encerrados, relatos censurados, sacados a las calles y plazas. Que la dignidad y la memoria llene cada rincón en el que las personas compartimos vivencias, conversaciones, nuestro tiempo, donde convivimos. Un recorrido en pro de la verdad, la justicia y la reparación. Para que lo que pasó, nunca más vuelva a pasar en ninguna parte del mundo.

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Valhalla

Ayer volvimos a vivir un día intenso en Catalunya, sin embargo, para muchas compañeras de Alternatiba estoy seguro de que esos hechos pasaron a segundo plano. Ayer, con 34 años, fallecía un compañero, luchador como pocos, y gran ejemplo. Concejal, zinegotzi en Atxabalta. Hector Prieto. ¡Que la tierra te sea leve! Pero hasta aquí llega el lamento, y que familia y amigos perdonen mi atrevimiento. Solo trato de verbalizar aquello que siento.
 
Frente a aquellas personas grises que día a día, desde que nacemos, tratan de sembrar la semilla de la resignación, aprendimos contigo que el único objetivo de esta vida es vivir. No hay mayor destino universal que vivir, y sobretodo, vivir libre. No importa cuán pesadas sean las cadenas que nos cuelguen, nuestra obligación es luchar por romperlas, física o mentalmente. No habrá otra vida después de esta, y si la hubiere, habrá que entrar en ella con el puño en alto, altivos, orgullosas, dispuestos a continuar la batalla que en esta iniciamos.
 
No hay excusas. Ninguna. La lucha es diaria. La batalla aquí y ahora, nunca el mañana etéreo. En este mundo lleno de egos que pisotean a iguales, e iguales que callan, agachan la cerviz y tragan, debemos hacer oír la voz de la rebeldía, de la autodeterminación humana. Sentir cada injusticia como propia y no dejar en manos de un mañana mejor lo que podamos cambiar hoy mismo. Nos lo debemos a nosotras mismas, a nuestras compañeras, a nuestras hijas.
 
Nuestras vidas son tenues marcas en la arena de la playa, abocadas a desaparecer en el oleaje de la historia, pero son nuestros hechos, pequeños y grandes, son sus repercusiones las que perdurarán siempre. Somos hoy lo que hacemos, mañana el recuerdo que dejamos en quienes nos conocen. Y para mí siempre serás en mi recuerdo Ivar Ragnarsson con quien, estoy seguro, compartirás hidromiel en el Valhalla. Por mi parte prometo, seguir levantándome cada mañana con la mandíbula apretada y los puños bien cerrados, para proseguir la lucha allí donde me encuentre, evitando o intentando evitar siempre las excusas. Sin preocuparme del mañana, sólo con un objetivo, hacer más respirable el hoy.
 
 
Del blog de Luis Salgado El Mundo Imperfecto

La Troika impuso la reforma laboral con el aplauso de la patronal

Estos días hemos podido leer el siguiente titular: «Draghi admite el gran fallo de la reforma laboral: los salarios cayeron con los precios subiendo«. Conviene analizarlo. Error ninguno. Todo ha ido según lo previsto. Las empresas y los bancos de los países del sur de Europa debían mucho dinero y las empresas no eran capaces de generar beneficios para devolver lo adeudado. La Troika impuso la reforma laboral con el aplauso de la patronal. Los beneficios volvieron, los impuestos sobre los beneficios se bajaron (como bien dice Azpiazu, «hay margen» para aumentar la recaudación en el impuesto sobre sociedades) y la deuda privada comenzó a devolverse. Misión cumplida. 
 
Si estuviera de nuevo en la misma situación, Draghi, lo volvería a hacer,  pero acompañando la reforma con incentivos fiscales. Así, el precariado que ha visto reducir su capacidad adquisitiva, vería también como la administración pública deja de dar los servicios públicos que necesita y tiene que afrontar por su cuenta éstos nuevos gastos. Conclusión: Draghi se arrepiente de no haber hecho una reforma laboral aún peor.

Las razones de Estado «son de armas tomar»

Josu Perea Letona – Alternatiba

«Así como el capital define un campo de explotación, la coerción define un campo de dominio, los medios de coerción se centran en las fuerzas armadas, pero se extienden a la capacidad de encarcelamientos, expropiación, humillación y publicación de amenazas» (Charles Tilly).

Seguramente esta cita de Tilly describe el papel del Estado español y la dominación que está estableciendo en Catalunya a través de los medios de coerción. Éstos pueden acumularse o concentrarse igual que el capital para conjugar explotación y dominio y mediante el control que tiene, moldea las estructuras mentales y designa lo que es la identidad nacional.

La sociedad que vivimos se está transformando y busca desesperadamente un espacio que responda a los importantísimos retos que demanda. El mundo camina hacia nuevas experiencias de las que será necesario aprender, y que pueden revestir incluso un carácter fundador desde el punto de vista de las estrategias transformadoras, decía Daniel Bensaid. Los valores o las visiones que tenemos del mundo, y que antes, el Estado nación regulaba, reglamentaba y daba cobijo, han caído en desuso. Hoy, el Estado-nación se ve superado en sus límites estructurales y su papel como Estado se ve debilitado.

Catalunya no escapa a este proceso y está viviendo y sintiendo en sus propias carnes todas las resistencias de un Estado debilitado en su núcleo legitimador que extrae de sus entrañas el más perverso autoritarismo. Desde el Estado surgen soflamas a tropel auspiciadas por una tropa incondicional que arenga la sinrazón desde los poderosos medios de comunicación del Estado, que ponen negro sobre blanco aquello de que «el medio es el mensaje» que era la metáfora que utilizaba Eric McLuhan, para explicar cómo la forma está por encima del contenido.

Está en el manual. Tal y como se configuran las teorías del impacto directo, la psicología de las masas tiene un papel muy relevante que incide en el comportamiento irracional de las masas y su incapacidad para responder a los estímulos de forma mínimamente crítica, allanando el camino para un público masivo que posee un rudimentario sistema comunicativo estímulo –respuesta centrado en la inmediatez, en el carácter mecánico y la enorme incidencia de los efectos.

El «a por ellos, oe» que gritaban las masas enardecidas en Huelva y otros pueblos al despedir al contingente de la guardia civil que se desplazaba a Catalunya, o el «puto vasco el que no bote es», grito con el que recibieron al Athletic de Bilbao en su visita a Valencia, acompañado y acompasado por una coral que repetía mil veces «el viva España» de Manolo Escobar, forma parte de ese comportamiento alentado e influenciado por esas soflamas políticas que inducen a actuar de esta forma, eso sí, con una policía defendiendo, en este caso, «rigurosa y democráticamente» el derecho a la libertad de expresión.

Retuercen hasta el infinito el concepto de democracia y crean una retórica en torno a ella, que no consiste en otra cosa que ordenar, disponer, mandar; cada vez más alejados de soberanías nacionales, de los espacios «normales» de representación y decisión. El chantaje es su modelo «democrático» y las ya de por sí débiles instituciones representativas las han ido neutralizando y vaciando de contenido.

Mientras tanto, contemplamos cómo esa supuesta izquierda, que se considera heredera única de la socialdemocracia, camina como un muerto viviente, como un zombi, navegando a la deriva por un mundo de ficción, sin dejar, como dice Baudrillard, el mínimo espacio para la esperanza política. Una supuesta y presunta izquierda cada vez más denostada, desde donde marcan y dirigen nuestra agenda «moral».

El Estado manifiesta sin rubor alguno, que el sometimiento a las leyes que nos hemos otorgado está en la base de cualquier democracia homologada, mientras utilizan la violencia más extrema sobre todos aquellos que quieren ejercerla a través de su derecho al voto. ¡Es ilegal! ¡Es ilegal!, esgrimen como argumento irrefutable mientras cargan cruelmente contra ancianos y contra mujeres y hombres, indefensos que reclaman algo tan antidemocrático como es manifestar lo que quiere la ciudadanía.

La violencia que ejerce el Estado, también es democrática, nos dicen, dando por hecho que está  comúnmente aceptado que la violencia ejercida por los Estados está legitimada porque parte de la premisa de que dicha violencia no es arbitraria, cuando, realmente, lo esencial y fundamental de la violencia es precisamente la arbitrariedad. El Estado la ejerce en nombre de un reconocimiento universal de la representación universalista de la dominación, presentada como legítima.

Pero ya nos recuerda Bourdieu, en relación al monopolio de la violencia, física y simbólica, cuando sostiene que «está inseparablemente unida a la construcción del campo de luchas por el monopolio, por las ventajas propias de este monopolio» siempre a costa de una sumisión que está condicionada por la prohibición de todo aquello que no pasa por el filtro.

Una gran parte de los catalanes se reafirman en la democracia  a la vez que niegan que lo que viven sea democracia. Se les niega la legitimidad para intervenir en el espacio público institucional, un espacio, como consideran muchos, secuestrado por una clase política española, profesionalizada, atenazada por los poderes económicos y mediáticos, alejados, cada vez más, de los ciudadanos.

Y como los partidos se aferran a los mecanismos que reproducen su poder, los ciudadanos no tienen otra alternativa que la resignación (producto del miedo al riesgo de la protesta) o la rebeldía extra-institucional presentada en forma escrupulosamente pacífica, como ha puesto de manifiesto ante el mundo la ciudadanía catalana de manera ejemplar y ejemplarizante.

La «razón de Estado» siempre prevalece por encima y por debajo. El Estado controla las estructuras fundamentales de pensamiento, pensamiento incuestionable y por encima de toda duda. Moldea las estructuras mentales de los ciudadanos, designa y construye lo que ha de ser la identidad nacional y lo hace inculcando e imponiendo una cultura dominante que se constituye en cultura nacional legítima. La unificación cultural y lingüística forma parte del proceso legitimador del Estado. El «hay que españolizar Cataluña» del ex ministro de Cultura José Ignacio Wert, forma parte de la concentración del poder.

El Estado tiene el monopolio de la producción de significados que transmiten, nociones, valores e ideologías arbitrarias transmitidas a través de una presunta «neutralidad». La sacrosanta «razón de Estado» consagra la sumisión al orden establecido como creencia primordial, como base del «sentido común» que solamente es cuestionada en situaciones de profundas crisis institucionales donde se pone en cuestión el status quo, como está sucediendo en Catalunya.

La historia está jalonada de múltiples evidencias y constataciones, de cómo los Estados son productores, en serie, de catástrofes y guerras  cometidas en nombre de la «Razón de Estado». El ejemplo de las Guerras (las más recientes de Libia, Irak y Siria) pone al descubierto hasta qué punto los Estados, en nombre del sagrado «interés general» arrastran a la barbarie más absoluta, pero no importa, el juicio del Estado es «el juicio final».

Mientras tanto, los subalternos del poder, agitan la coctelera con soflamas patrioteras del estilo de «los sediciosos han despertado al toro español» que clama con furia el delegado del Gobierno en Aragón, o las de un Alfonso Guerra desatado que no descarta enviar al Ejército a Catalunya si la policía no se basta para sofocar el «golpe de Estado». La verdad es que «son de armas tomar» y dan miedo.

Publicado en Naiz

España libre y republicana

Joxe Iriarte ‘Bikila’ – Alternatiba

Antes de que “una de las dos Españas nos hiele el corazón” o, en el mejor de los casos, nos machaque a porrazos…

Llevo meses reflexionado, dialogando con personas y diferentes protagonistas del proceso independentista catalán que me han retrotraído a épocas como las que viví entre el 77 y el 79 en Orereta-Errenteria y no a pocos debates posteriores sobre los procesos de liberación nacional y social, y las vías emancipatorias. El 1-O, además, me supuso un chute de adrenalina que todavía me dura.

Pero hoy quiero dirigirme hacia el otro lado de la moneda, al lado español, presente en todo el Estado, también en Catalunya (y Euskal Herria), el cual al igual que en el lado catalán (ya nos lo dijo Antonio Machado con su poesía) no es unívoco ni homogéneo.

“Un pueblo que oprime a otro, no puede ser libre”. Esta afirmación de Marx a los trabajadores ingleses para que comprendiesen la importancia de la liberación nacional y social de Irlanda en beneficio de su propia liberación social, es del todo válida (la importancia del proceso constituyente republicano catalán) para quienes desde su perspectiva de pertenencia al pueblo español aspiran a la III. República, la democracia plena y la justicia social; esto es, lo contrario al “¡viva las cadenas!” tan del gusto del espectro popular conservador y que atenaza hoy a sectores importantes de la población española.

Y de rebote, es igualmente válida para los independentistas y las izquierdas soberanistas de los pueblos oprimidos por el Estado español. Los cuales a la hora de precisar sus propios procesos, no tienen porqué ajustarse a los flujos y reflujos de la política española, es evidente que sería beneficioso para todos converger contra el enemigo común. Desde este punto de vista, ha sido una buena noticia ver a sectores de la población española desmarcarse de la catalonofobia (y de la España negra) y movilizarse al favor del referéndum.

Paradojas de la política española (de paradojas, también, está llena la política la catalana) la desincronización entre movilización (15M) y expresión electoral (posterior nacimiento de Podemos) acarreó la victoria del PP que desencadenó una segunda vuelta (la primera fue la era Aznar) terriblemente reaccionaria cuyos efectos se observan a todos los niveles: aumento de la desigualdad, represión y ley mordaza, saqueo de las arcas públicas y de la seguridad social, rescate de bancos a costa del erario público, recentralización y secuestro de competencias, etc. A resultas de todo ello, el ciclo movilizador del 15M, las Marchas de la dignidad, las luchas sectoriales y las mareas, al final ha quedado limitado al nacimiento de una nueva fuerza política que, si bien ha mellado el bipartidismo, no ha sido capaz de alcanzar la fuerza necesaria para siquiera logar el cambio de gobierno.

Solo Catalunya (pues en Euskal Herria, a pesar de mantenerse muchos focos de resistencia social, en lo político también ha entrado en un periodo de ralentización) ha proseguido adelante con su propio proceso constituyente. El cual ha dado un salto cualitativo el 1-O al logar de una sola tacada: una impresionante capacidad de movilización y organización; invalidar el efecto represivo del Estado para impedir el referéndum; obtener una amplia participación bastante aceptable dadas las circunstancias y además logar la mayoría del SÍ; y poner al Estado y del gobierno español contra las cuerdas. Pero el verdadero choque de fuerzas esta por llegar. Es previsible que el Gobierno del PP, el Estado y las fuerzas sistémicas incluidas las de Catalunya (con sus amenazas de traslado de sedes y capitales) pasen a la ofensiva, incluso aplicando el artículo 155.

En estos momentos, hay un verdadero “doble poder, un choque de legitimidades” pero estas no duran eternamente y al final, decide la fuerza. La fuerza del proceso independentista reside en la adhesión y la decisión de la mayoría de sus habitantes para seguir adelante; las del Estado español en su maquinaria represiva, el chantaje económico y también en su capacidad para que sus burdas mentiras se conviertan en creencias populares. Mentiras, como la de que ellos defienden la igualdad de todos los españoles, cuando en realidad son los causantes del establecimiento de una desigualdad de rentas y de derechos como no se conocía desde el franquismo. Mentiras como el autodesignarse el campeón de las soberanía nacional cuando es el partido que ha aceptado le mayor grado de intervención exterior y pérdida de la soberanía ante la Troika Europea. El PP es el campeón del expolio al pueblo español en beneficio de los bancos a los cuales ha regalado ya 40.078 millones de euros en rescates. Y sin embargo, es terrible su capacidad de manipulación. Sin duda de ello es consciente la izquierda española digna de ese nombre.

En estos momentos, una derrota hipotética del proceso catalán traería consecuencias nefastas para el conjunto de las izquierdas y fuerzas populares españolas, vascas y gallegas.

Es evidente que lo que está ocurriendo en Catalunya no se ajusta a los parámetros en que se han movidos las izquierdas de ámbito estatal (que con todo tipo de subterfugios ideológicos al final lo único que parece preocuparle en el mantenimiento de la unidad española), con la salvedad de los Anticapitalistas y pocos más (que ha sabido situarse y actuar de forma ejemplar.) De uno de sus más preclaros analistas, J.M. Atentas, nos da la siguiente visión de lo que está ocurriendo (que suscribo plenamente): “Quien espere la revolución social pura, no la verá jamás.(…) Ante las imperfecciones del conflicto real hay dos opciones: optar por una política pasiva y, con ello, contribuir a aumentar involuntariamente dichas deficiencias, o por una política activa, que busque intervenir sobre la realidad y modificarla en la dirección deseada. La primera opción empuja, en función del caso, hacia el radicalismo pasivo o abstracto, el propagandismo lineal o el rutinismo institucionalista. Todas ellas políticas que, sin duda, no tienen nada que ver con un intento serio de cambiar el mundo”. Está retratando a En Comú y sobre todo a IU, tan moderada ella pero que en relación a a Catalunya emplea una retórica, mezcla izquierdista obrerista (que nunca usa cuando del republicanismo español se trata), y españolismo ramplón y en el fondo pro estatu quo, como se ha podido ver con su posición sobre el referéndum.

Desiderata: Este año cumplimos 50 años del asesinato del Che Guevara ejemplo de internacionalismo. Resuena todavía en muchos de nosotros el grito: ¡construyamos uno, dos, tres Vietnam! Que traducidos a nuestra realidad supone: Uno (Catalunya), Dos (Euskal Herria), Tres (Galicia), Cuatro (España), por la apertura de procesos constituyentes a favor de unas repúblicas sociales y democráticas.

Publicado en Viento Sur

La izquierda ante la lección de dignidad y democracia en Catalunya

Oskar Matute y María del Río – Alternatiba

En estos días intensos, una amplia delegación de Alternatiba ha tenido la oportunidad de ser testigo a pie de calle del histórico referéndum en Catalunya. Debemos felicitar al pueblo que ha logrado culminar con éxito, el de un rotundo sí en las urnas, el Procés. Pero por encima de todo, ponemos en valor el ejemplo de las cientos de miles de personas que lo han hecho posible haciendo frente a los obstáculos, las amenazas, las prohibiciones y la ocupación por las armas de sus calles, pueblos y ciudades. Las mujeres y los hombres de Catalunya nos han dado un ejemplo de organización y de arrojo; de capacidad y de resistencia pacífica; en definitiva, de dignidad y de democracia.

En vísperas del referéndum nos reunimos con algunos de los agentes sociales que arrancaron el camino y sorprendía la calma y la determinación con la que se expresaban. Y eso a pesar de la situación generada por las graves vulneraciones de derechos civiles y políticos perpetrados desde el pasado 20 de septiembre por el Gobierno de España. Frente a quienes tan solo han desplegado la fuerza para vencer y han fracasado estrepitosamente, el soberanismo catalán ha convencido y ha salido triunfante, abriendo además una ventana de oportunidad no solo para construir una república más digna y justa, sino también para acometer la voladura descontrolada pero democrática del régimen postfranquista del 78.

Ante este escenario, la izquierda estatal debe significarse. Aunque una vez más lleguen tarde a la cita, debe de asumir la decisión de apuntalar el sistema o, por el contrario, aprovechar esa oportunidad de construir, al fin, una democracia que les guste o no, deberá respetar el derecho a decidir de los pueblos que lo reivindican. Ante los discursos de la derecha encarnada no solo en Rajoy, sino también en Sánchez y Rivera, la izquierda española haría bien en mirarse en el espejo del PSOE y buscar las diferencias entre sus discursos. Su única solución a las legítimas aspiraciones de Catalunya, de Euskal Herria y de otros pueblos, pasa por descabalgar a uno de los pilares del régimen para colocar en su lugar a otro. Y eso, compañeras y compañeros, dista mucho de ser cambio; si acaso será recambio y en cualquiera de las maneras resulta insuficiente. Lo era antes del 1-O y lo es, todavía más, tras esta jornada trascendental.

Cabe señalar que no debe confundirse la tibieza de las cúpulas dirigentes de estos partidos con el compromiso y la solidaridad mostrada por cientos de miles de personas en muchos del estado, desde Madrid a Sevilla. No vale denunciar el porrazo obviando que alguien esgrime la porra y que otros, por encima, han ordenado hacerlo para garantizar la integridad territorial y el destino en lo universal de una nación grande y libre. Ejercer la ternura de los pueblos no puede condicionarse a que algún día el PP o el PSOE dejen de alternarse en el poder. ¿Imagina alguien a un partido condicionando el apoyo a los derechos del pueblo saharaui a su victoria electoral? Pues eso que nadie vislumbra es la norma cuando se trata de Catalunya o Euskal Herria.

Y mirando, precisamente, a casa, volvemos a reiterar lo valioso de la lección ofrecida por la ciudadanía catalana. Cierto que la vergonzosa actitud del PNV de cara al referéndum de este domingo no invita al optimismo para el futuro de nuestro país. Si Urkullu alguna vez es mencionado en la historia de la Independencia de Catalunya, lo hará en el apartado de lo cómico o lo ridículo, con su críptico “I love CAT” junto a una bandera autonómica, solo superado por el barco de Piolín fletado por Madrid. Afortunadamente, las decenas de miles de personas en permanente protesta, desde las manifestaciones nacionales hasta las caceroladas locales; las cientos que fueron a apoyar el normal desarrollo de la jornada electoral o los bomberos que se sumaron a sus homólogos catalanes para defender la democracia, han estado a la altura de la solidaridad que Euskal Herria debía de mostrar a Catalunya.

Pero lo cierto es que, a cambio, hemos recibido mucho más. Grandes y pequeñas lecciones de cómo poner a todo un país a caminar en un proyecto común. Algunos desde puntos de origen muy distantes, tanto que ha tenido que ser la defensa más elemental de la democracia el único lugar en el que se han cruzado sus caminos. Mientras la caverna mediática se empeña en vender la farsa del adoctrinamiento y la batuta de los partidos políticos independentistas, quienes hemos conocido de cerca la realidad catalana sabemos que ha sido la constante movilización ciudadana la que ha empujado a estos a emprender la marcha. Y también la que, boca a boca; panfleto a panfleto y acto a acto, ha logrado abrir los ojos a mucha gente, mostrándoles por ejemplo las conquistas sociales que automáticamente entrarían en vigor en el minuto cero de la República catalana porque ya han sido aprobadas por el Parlament pero recurridas por el Constitucional. Leyes como la que impide cortar la luz a personas en situación de vulnerabilidad; la que promueve la igualdad efectiva entre mujeres y hombres o la que prohíbe espectáculos con sufrimiento animal como la tauromaquia.

El reto para Euskal Herria, por tanto, pasa más por la activación social y por la toma de conciencia colectiva de la necesidad de soberanía, que por la difícil tarea de mover a un PNV más dado a pactar prebendas con quienes reprimen que a solidarizarse con sus víctimas. Lograr lo primero “tan solo” requiere encontrar eses puntos en común, que bien pueden pasar por el anhelo propio de la gran mayoría de construir un futuro más justo y más digno, que nos permita superar las políticas vulneradoras de derechos y represivas de los herederos de Franco. Como ha sucedido en Catalunya, que sean también las mujeres y los hombres de Euskal Herria quienes abran el camino hacia una República Vasca en la que seamos más iguales y más libres; un país en el que la desvergüenza del Gobierno español y sus políticas sean, más que nunca, vergüenza ajena.

Publicado en Gara, Naiz

A por ellos… oé?

Luis Salgado – Alternatiba

¿Qué es fascismo?, dices mientras golpeas
con tu porra y tu camisa azul.
¿Qué es fascismo?, ¿y tú me lo preguntas?
Fascismo… eres tú.
 
Me dicen los fascistas que ellos no lo son, que son patriotas. Que solo sienten amor por su patria y la defienden y que eso no es censurable. Y lo dicen mientras piden taxis por toda la geografía hispana. Mientras se reúnen alrededor de un edificio de congresos en Caesar Augusta pidiendo ejecuciones sumarísimas. Me aseveran que allí no había fascistas, solo familias normales (de  bien), padres, madres y niños no adoctrinados, no como los hijos de los rojos y los separatistas que los adoctrinan desde la cuna.

Desde la equidistancia, en la ribera del Ebro, algunos claman y se cuestionan por qué no había policía que los defendiera. Quizá porque a 300.000€ el día más dietas, descansan a la espera en camarotes de la Warner para dar amor patrio a los catalanes. Ya nadie recuerda que la multa de la estiba iba a arruinar España por tener que pagar 24.000 euros diarios por culpa de unos estibadores insolidarios que son solidarios con su gente y no abastecen a las porras que las van a golpear. Que no es todo blanco o negro, que unos no son buenos porque los otros sean malos, pero unos están desarmados. Siempre tuve querencia por el bando equivocado, por el arrasado, por el perdedor.

Desde Huelva, Cádiz, Córdoba… salen caravanas de amor hacia Catalunya. Los rodean mesnadas de cristianos (de bien) enarbolando banderas, en ambiente festivo despiden a las tropas que van a la invasión. Llevan democracia a raudales, como antes llevaban civilización. Entonan cánticos de fondo, de Fondo Sur.
¿Cómo no me vas a querer?1
Si no lo haces te quitaré la vida.
¿Cómo no me vas a querer?
Si soy lo mejor que te pasó en la vida.
Venir a hostiarte es mi ilusión
Y qué ya nada nos pueda separar.
 
¿Qué podría salir mal? Odio tener razón, y siempre hay lugar para la esperanza, para estar equivocado, para no tener que lamentar “semanas trágicas”. 10.000, 15.000 policías, 5.000 arriba o abajo. Venceréis pero no convenceréis. Y continúa la escalada. Puigdemont interrogado en una sala en penumbra por un periodista, quizás entrenamiento para lo que vendrá. La contraparte no quiso ser interrogada, tiene mucho más que ocultar. Lo dije, lo digo y lo diré, no hay medias tintas, la abstención quemará el Bundestag y no valdrán lamentos.
 
Llevo varias semanas que no me concentro, quizás de ahí venga éste esperpento de post. Sinceramente lo lamento si te he hecho perder el tiempo, pero si no lo expreso reviento;
Alguien está sufriendo una confusión2
entre inspirar respeto y crear terror
he de acabar estas líneas
oigo sirenas sonar
echan abajo la puerta
alguien me viene a buscar.
Y aún quieren de mí, que les quiera.
 
1 Interpretación libre de un canto de animación de Indar Baskonia (perdón)

2Tema de Loquillo y los Trogloditas, La policía, de cuando no le molaba C´s

Del blog de Luis Salgado El Mundo Imperfecto

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